Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling, es pura y exclusivamente suyo. Lo demás, es totalmente inventado. Las canciones que aparecen en este capitulo son Life is for living, de Coldplay (del disco "Parachutes") y In a little while, de U2 (del disco "All that you can't leave behind"). Sin fines de lucro.
Para Anahí, Nayades, Srita- Lunatica, Catiis, eri mond licht, gabYgriNt, Alejandra13, Ginny Potter W, PaLoMiA VoLDy, Nestache, marce, Paula GM, Amy Black, Solcis, Soffa, Janice, Ana Black, Ireth, Lunita Black, Jan Lee Black, carolina, herms Weasley, isadorayukino, Aseneth, YOGINNY, SpyWitch y Cornamenta. GRACIAS.
Capitulo 16 – Segunda parte.
Iactor, crucior, agitor,
Stimulor, uorsor
in amoris rota, miser exanimor,
feror, differor, distrahor, diripior,
ita nubilam mentem animi habeo.
Ubi sum, ibi non sum, ubi non sum, ibi est animus,
ita mi omnia sunt ingenia;
Ita me Amor lassum animi ludificat,
fugat, agit, appetit, raptat, retinet,
lactat, largitur...
Plauto, "Cistellaria".
"Me voy"
Hermione no dijo nada. Lo miró un momento y luego bajó la cabeza. Él la oyó suspirar suavemente, mientras seguía parado frente a ella esperando por una reacción.
Finalmente, ella levantó la vista y lo miró fijamente. Él podía ver claramente las lágrimas bailando en sus ojos, temerosas de resbalar por sus mejillas.
"¿Dónde?"
"Canadá. He pedido el traslado a la academia de allí y han aceptado la solicitud.", respondió sonando casi cortante, aunque no lo había dicho con esa intención.
Hermione volvió a estudiar los cordones de sus zapatillas, aparentemente muy interesantes y novedosos para ella.
"¿No vas a decirme nada?"
Buscó sus ojos con los propios cuando ella levantó la cabeza de nuevo.
"¿Qué quieres que te diga?", preguntó ella en un susurro. "¿Que quiero que te quedes?. Si no lo harás de todos modos. Sé que no lo harás"
Ahora le tocó a él agachar la cabeza.
"¿Cuándo te vas?", le escuchó preguntar, despreocupada según él. Eso lo indignó y lo obligó a mirarla de nuevo.
"¿De verdad no vas a decirme nada?. Creí que me querías, aunque fuera sólo un poco", reprochó.
"¿Quién ha dicho que no sea así?. No te quiero... Yo te amo, Ron. Y lo sabes."
"Entonces¿porqué no peleas por nosotros?", exclamó sin darse cuenta, de pronto. Le había tomado fuertemente por la muñeca derecha y la presionaba.
Hermione lo miró asustada al principio. Luego, su expresión se entristeció sobremanera y comenzó a llorar silenciosamente, aún sin decir nada.
Ron liberó su brazo, pero lo sostuvo entre sus dedos. Frunció el entrecejo, miró al suelo y se tapó la cara con las dos manos. Unos momentos después, sintió cómo Hermione colocaba una de sus manos sobre su hombro, tímidamente.
Con un gesto rápido, él sacó sus manos de su cara y abrazó a la chica por la cintura en forma posesiva. Estuvieron así un rato, ella suspirando de vez en cuando luego de que su llanto cesara, su respiración regulándose de nuevo.
"No quiero que te vayas", dijo finalmente con voz ahogada, escondida aún en el pecho del chico.
Ron no dijo nada. Sólo subió una de sus manos por la espalda de ella y acarició su cabello. Tomó aire profundamente y trató de aplacar así su ansiedad.
"¿Porqué?", preguntó Hermione de pronto. "¿Porqué tiene que estar pasándonos esto?".
Él tardó unos momentos en responder, aunque tenía una teoría que respondía a esa pregunta, puesto que él se la había formulado muchas veces antes.
"Tal vez no era el momento¿sabes?", empezó, en voz baja. Todavía estaban abrazados. "Tal vez no estábamos listos y nos tocó notarlo de esta forma".
"¿Crees que estemos listos ahora?", cuestionó Hermione rápidamente.
"No", negó él.
"¿Y algún día lo estaremos?".
"Espero".
Hermione le respondió presionándolo más contra ella y soltando un profundo y largo suspiro.
"De veras te amo¿lo sabes, no es cierto?".
"Sí, lo sé".
Y se quedaron en silencio. Tratando de recordar cada detalle, cada aroma y textura. Cada momento que habían vivido juntos, cada palabra y cada mirada.
"¿Cuándo volverás?", consultó Hermione, después de un rato. "¿Regresarás?", agregó.
"Por supuesto que lo haré. No sé cuándo."
"Bueno, eso es algo", bromeó ella, para cortar la tensión del ambiente, aunque no lo consiguió.
Ron la separó finalmente de él, a pesar de que no perdió el contacto con ella, ya que mantuvo sus manos en su cintura.
"Lo lamento tanto, Ron, en serio. Si no fuera por mi culpa estaríamos juntos ahora, o no, pero tú no te estarías yendo".
"Hermione, ya deja de hacer eso", pidió Ron, poniendo un claro gesto de impaciencia. Aquel punto había sido discutido millonadas de veces, pero ella no parecía resignada a dejar el discurso. "Ya te dije que esto hubiera pasado por una razón o por otra. Simplemente no era nuestro momento, sólo eso".
"Pero entonces el maldito momento jamás llegará, Ron", gritó Hermione, harta, rompiendo el abrazo de una vez. "Estoy cansada de esperar y esperar por algo que no sé si llegará".
"Hermione, hay cosas que ni siquiera tú puedes manejar".
"Bueno, creo que hago lo mejor para que eso no pase. Estoy agotada de no poder decidir lo que tiene que pasar a continuación y de que, cuando creo que he encontrado la respuesta al dilema, siempre me encuentre con que he sacado conclusiones erróneas".
"Hey, no digas eso. Tú eres la persona más inteligente que voy a llegar conocer en toda mi vida".
"Ser todo lo inteligente que alguien puede llegar a ser no ayuda para nada en estas ocasiones, Ron, aunque me gustaría que lo hiciera".
Ron abrió y cerró la boca varias veces, como buscando qué decir a continuación. Se rindió cuando Hermione volvió a colgarse a su cuello, esta vez llorando a todo pulmón.
"Por favor, perdóname, Ron", suplicó. "Por favor, no te vayas, no me dejes sola".
Ron volvió a poner una mano sobre la cabeza de ella y la otra sobre su cintura. Se mordió el labio inferior para no quebrarse él también ante las palabras de la joven.
"Por favor, perdóname", repitió Hermione, presionando más su cuerpo contra el de él, al tiempo que seguía hablando a su oído. "Por favor, yo nunca quise que esto pasara, yo te amo a ti, Ron".
"Shhh...", susurró él, incapaz de contener una lágrima solitaria que bajó rodando por su mejilla. "Shhh, tranquila".
"No te vayas, Ron, quédate conmigo", continuaba Hermione, cada vez más fuera de sí. "No te vayas, perdóname".
"No, Hermione", negó él suavemente, separándola un poco de él. Bajó la mano que tenía en su cabello a su rostro y le secó las lágrimas con el pulgar. "No puedo perdonarte, ya lo sabes".
"Por favor, Ron...", empezó ella de nuevo, pero él le impidió seguir hablando cuando le colocó un dedo sobre los labios.
"Y no puedo quedarme contigo", continuó él, ahora sin intenciones de retener su emoción, reflejada en las cristalinas lágrimas que ya humedecían su rostro. "Necesito irme".
"No, Ron... escucha, por favor".
"Shhh...", volvió a susurrar él, repitiendo el gesto que había hecho antes. Volvió a abrazarla con fuerza y la escuchó llorar desesperadamente en su hombro.
Acariciaba su cabello en forma acompasada, temeroso de que, si cambiaba sus movimientos, el momento se perdiera. Aunque prefería que ella no estuviera llorando de aquella manera y que él mismo no estuviera tan angustiado, quería quedarse así, con ella, sólo abrazados, sin más palabras de por medio: que todo lo que tuvieran para decirse ya estuviera dicho y no hiciera falta nada más.
Pero los dos sabían que eso era imposible, él más consciente que ella. Ambos necesitaban tiempo para pensar alejados del otro, y así intentar al menos que el nefasto episodio que había sucedido tres semanas antes pasara a ser historia superada y no vívida como lo era en ese momento.
Lentamente, Ron rompió su abrazo. Hermione aún lloraba, pero ahora lo hacía en forma silenciosa, casi avergonzada por su actitud anterior.
No dijeron nada por unos minutos, pero él quebró el silencio rápidamente.
"Tengo que irme", dijo simplemente.
La joven levantó la cabeza y lo miró. Se pasó un dedo por la punta de la nariz y aspiró profundamente.
"Lamento lo de antes", se disculpó en voz baja. "Yo... perdí el control", se justificó.
"Tranquila, los dos lo hicimos", respondió Ron, sonriéndolo en forma torcida. Soltó un suspiro y volvió a hablar. "Adiós, Mione", se despidió, poniendo sus manos sobre los hombros de ella. "Adiós".
Luego, caminó con paso decidido hasta la puerta. Antes de darse tiempo a arrepentirse de lo que estaba haciendo, la abrió, traspasó el umbral y volvió a cerrar.
Apoyó la espalda contra la madera, sin saber que Hermione había hecho lo mismo del otro lado. Presionó las manos contra la cara, reprimiéndose. No podía ser tan débil. No después de haber pasado por tanto. Ahora era el momento de mirar hacia delante, de buscar un nuevo rumbo que aclarara su mente.
Bajó las manos y sus brazos cayeron a ambos lados de su cuerpo. Estuvo en esa misma posición unos minutos más, al igual que la chica dentro del departamento.
Y luego, tomando una última bocanada de aire, con un suave pop desapareció de allí.
°°°°°
4 meses después...
Entró al departamento y arrojó las llaves sobre la mesa. Todo estaba oscuro, así que estiró la mano y buscó, tocando la pared, el interruptor de la luz para luego encenderla.
Se sacó la bufanda y la dejó sobre el perchero a su izquierda. Se agachó para bajar los cuerees de sus botas y se sorprendió cuando notó los pétalos de rosas rojas esparcidos por todo el suelo.
Volvió a levantarse, mirando hacia los lados. ¿Era posible...?. Sobre el espejo a su derecha, sostenido por un pequeño trozo de cinta adhesiva, un sobre colorado con un Ginny escrito en la parte delantera esperaba por ella.
Lo miró fijamente, observando también su rostro reflejado en el vidrio. Dudó si tomarlo o no, sabiendo que era de él.
No quería verlo ni en figuritas, pero, a la vez, necesitaba saber qué era lo que tenía para decirle, al igual que lo había necesitado los últimos cinco meses, escuchando, sentada en el sillón, los mensajes que él dejaba incansablemente en la contestadora.
-.-.-.-.-
"Por favor, contesta, Gin", la voz de Harry, distorsionada por el sistema electrónico, decía. Ella escuchaba hecha un ovillo en el sillón, presionando sobre su pecho las rodillas con los brazos, alrededor de sus piernas flexionadas.
"Vamos, amor, levanta el teléfono... ¿Gin?...", se oyó un fuerte suspiro. "No sé qué más puedo hacer para que aceptes escucharme al menos. Sé que estás ahí, escuchando a un lado del aparato. Por favor, por lo que más quieras, contesta... Sé que he sido un completo idiota, pero por favor Ginny, habla conmigo... Ginny... No sabes todo lo que te necesito".
En ese punto, ella sintió cómo margas y cálidas lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.
"No hagas esto, por favor, Gin... Amor, contesta... necesito hablar contigo... Por favor, te lo ruego... Te necesito, Ginny, por favor... Escúchame, háblame... Por favor, necesita aunque sea escucharte... Gin...", se oyó otro suspiró, esta vez más angustiado que el anterior. "No me rendiré, Gin. Porque sé que estás ahí, escuchando todo lo que digo. Te amo".
Un click le indicó que él ya había colgado. Y ella soltó ese fuerte sollozo que había estado conteniendo.
Pasó en el sillón el resto de la noche. Las fuerzas no le alcanzaban ni siquiera para levantarse de allí.
°°°°°
"No podemos seguir así eternamente, Gin", a la noche siguiente volvía a escucharse esa voz, esa bendita voz, en los mensajes del día. "Por favor, necesitamos hablar, necesito que hablemos... Necesito que me escuches, que comprendas... Por favor... Te lo suplico, no puedo seguir sin ti y lo sabes... Te amo, gin, no puedo decirte más que eso... No puedo hacer nada si no estás conmigo... Te necesito mucho más de lo que puedes llegar a imaginarte...Por favor, Ginny, contesta el teléfono... Sólo hablemos, no estoy pidiéndote nada más que eso... Por favor, levanta el tubo... Sabes que te amo demasiado, Gin, más que a nada, por favor...".
Sin poder soportar más sus palabras, levantó el teléfono y estuvo a punto de contestar. Pero luego volvió a colocarlo en su sitio. No podía rendirse ante su palabrería, n podía ser tan débil. No otra vez.
-.-.-.-.-
Finalmente, su curiosidad ganó la batalla y tomó el sobre. Lo sostuvo un momento entre sus manos y luego lo abrió.
Te amo.
Perdóname, Gin.
(Los pétalos te guiarán).
Arrugó la nota en una pequeña bolita que arrojó contra el espejo.
Sus rodillas no pudieron sostener más su peso y cayó rendida al suelo, sin poder contener la angustia que la acosaba desde hacía tanto tiempo.
Lloró. Mucho, largo rato. Intentó aplacar con eso la fuerte opresión que existía en su pecho.
Lo que ella no podía llegar a comprender, era que eso que ella sentía como un dolor insoportable era el amor que aún sentía por él y que jamás podría dejar de sentir. Porque más allá de todo, más allá de su canallada y su falta de consideración, seguía siendo lo que ella necesitaba para ser un ente completo.
Sabía que lo que él había hecho no había sido más que impulsos combinados de la peor forma, pero aún así no podía aceptarlo.
La noche que Harry había cometido su peripecia (1) ellos aún no estaban juntos, eso era cierto. Pero también era cierto que horas más tarde habían tenido un encuentro en el que él no había mostrado la menor señal de mínimo arrepentimiento, o de siquiera ser sincero con ella y contarle en ese momento lo que había sucedido la noche anterior.
Ese factor, suponía, sumado a los subsiguientes días de negación, incluso a pesar de sus propias sospechas adelantadas, había provocado la situación actual.
En otras palabras, lo que le impedía perdonarlo no era el hecho de que hubiera pasado la noche con Hermione en sí, a pesar de que eso influía muchísimo en su estado de negación y rechazo, sino el engaño y las mentiras que siguieron a eso.
Que Harry hubiera hecho aquello la hacía dudar acerca de cuánto significaba ella para él¿De verdad la amaba tanto como él decía si le había ocultado aquello, tan importante?. ¿De verdad la apreciaba tanto como él decía si le había mentido tan descaradamente por tanto tiempo, a pesar de que ella misma había adivinado lo que sucedía antes de tiempo?. ¿Podría seguir creyendo en sus palabras después de eso?.
Tal vez, si él tan sólo hubiera sido sincero con ella y la hubiera dejado decidir si podía convivir con eso, ella podría haber considerado la posibilidad de obviar el desliz.
Pero no así. No con tanto engaño, con tanto abuso de confianza de por medio. No.
Se levantó del suelo después de un rato y volvió a salir a la calle. Había demasiado aroma a rosa en el departamento.
°°°°°
Exhausta, salió de la chimenea y sacudió cansinamente el hollín que había quedado en su ropa.
Encendió las luces el living con un chasquido de sus dedos y se dejó caer en el sillón, no sin antes tirar al suelo el bolso que llevaba con ella.
Cerró los ojos y suspiró. Aquel había sido un día más que agotador en el trabajo y no tenía ánimos para nada, excepto para un extenso baño de inmersión con el que esperaba poder relajarse. Desabrochó despacio los botones de su sobretodo y luego se lo quitó, aunque sin levantarse aún. Lo dejó a un lado, sobre el sillón.
Luego volteó la vista hacia la chimenea y la encendió con un leve movimiento de su mano, casi inconsciente. Una ardiente hoguera se encendió al instante, como si hubiera estado allí por horas antes de que ella llegara a casa.
A continuación, puso los talones sobre el sillón y se quitó los zapatos, que sufrieron un fuerte golpe contra el suelo cuando ella los arrojó por ahí. Se sacó las medias de nylon que tenía puestas y sintió sus pies sin presión alguna por primera vez en el día.
Se levantó y su camisa fue a parar al suelo cuando ella la desabrochó. Sus nervios fueron a parar al cielo cuando alguien la tomó por la cintura y le puso una mano en la boca, tomándola de improviso por detrás.
Gritó, asustadísima. Pero se relajó cuando escuchó un susurro a su oído. Su susurro.
"Shhh...".
Ron la hizo voltearse hacia él. Hermione notó que estaba cambiadísimo. A pesar de que no había pasado mucho tiempo desde la última vez que se habían visto (alrededor de cuatro mesas), a ella le pareció que estaba viendo a otra persona. Ese brillo en sus ojos, esa sonrisa, ese cabello, que ahora estaba mucho más largo. Todo mostraba a un Ron.. renovado.
"Hola", saludó él, sus manos en la cintura de la chica.
"¿Qué haces aquí?", preguntó ella, sin poder evitarlo.
Él rió, agachando un poco la cabeza y luego volvió a mirarla. "¿Es así como me recibes?", respondió él con una pregunta, haciéndose el ofendido.
"Yo... bueno... no te esperaba, es eso", balbuceó ella, aún confundida. Al ver que Ron no pensaba dar una explicación después de todo, volvió a hablar. "En serio¿qué estás haciendo aquí?".
"He regresado, esta noche".
"Sí, eso lo veo. ¿Qué estás haciendo aquí?".
"Vine a arreglar las cosas de una vez".
Hermione frunció el entrecejo y trago fuerte. "¿Qué cosas?", preguntó, aunque sabía perfectamente a qué se refería él, solo que no estaba lista para enfrentarlo.
"Nosotros".
Y se quedaron callados, sólo mirándose.
Hermione pudo saber entonces que la tormenta había pasado para él. Pudo leer en sus ojos que, si bien no lo había olvidado y aún le dolía mucho, Ron había perdonado lo que había sucedido. Sonrió al darse cuenta de eso. Aparentemente, él se enteró de eso y sonrió también.
"Estos meses lejos me han enseñado que no puedo vivir sin ti, por más que me lo proponga", susurró él, enterrando el rostro en el cabello de ella. Había estrechado su abrazo y ahora Hermione no tenía fuertemente asido por la cabeza, jugando con su cabello entre sus dedos. "Y que no importa lo que hagas para impedirlo, eso nunca cambiará. Por más Canadá, por más Japón o Albania que tenga para escapar".
"No quiero impedirlo. De eso puedes estar seguro".
"No puedo escapar de ti. Ya no", agregó él, separándose un poco de ella y mirándola de nuevo. "No sé qué es lo que has hecho conmigo".
"Te he dañado, y eso no me lo perdo-"
"Hermione, no es momento para eso. Ya lo hemos discutido infinidad de veces".
"Es que, Ron, déjame hablar. Con todo esto, yo ya no sé si quiero que estés al lado mío".
"¿Qué?. ¿Qué significa eso?".
"No, no. No quise decir eso. A lo que me refiero es a que no quiero que esto vuelva a pasar. No quiero que vuelvas a sufrir por alguna estupidez que yo cometa o algo parecido".
"Sé que no lo harás de nuevo, Hermione".
"¿Y qué si lo hago?"
Era una situación extraña. Ella, vestida con un sostén y pantalones, descalza, en los brazos de él, con el entrecejo fruncido, discutiendo. No era una escena que pudiera calificarse como típica.
Ron movió los ojos en un gesto de resignación. Volvió a esconderse entre el pelo de ella.
"Confío en ti", susurró simplemente.
Luego, besó suave y lentamente su cuello, provocando que ella se aferrara más a su espalda. Se deslizó hasta su mejilla y sus manos subieron de su cintura a zonas más interesantes. El grito de Hermione fue ahogado por él, que ahora la besaba en la boca, como si su vida dependiera de aquello.
Las manos de ella se colaron por debajo de su camisa, puesta por fuera de los pantalones. Por dentro, acarició su pecho y sus manos volvieron a emerger por el cuello de la prenda, mientras el beso seguía profundizándose.
Ron dio unos pasos hacia atrás, llevándosela con él y se sentó en el sillón. Ella lo siguió y se acomodó en su regazo, frente a él, mientras aprovechaba el momento y comenzaba a desabrochar los botones de su camisa. Uno a uno, lentamente. Se deshizo de ella, pasando las manos por los hombros de él y luego por sus brazos.
Lentamente, casi con pena, Hermione se separó de él. Tomó su cara entre sus manos.
"¿Qué pasa?", preguntó Ron, extrañado ante su actitud.
Hermione se inclinó sobre él y enterró su rostro en su cuello como respuesta. "Te amo", confesó en su oído. "Más que a nada. Más que a todo. Y yo tampoco puedo vivir sin ti, por más que lo intente".
°°°°°
Cuando volvió, todo seguía tal como lo había dejado, aunque ella ya estaba tranquila.
Caminó por sobre el camino de pétalos, pisándolos. Conducían a su cuarto, cuyo piso estaba completamente cubierto de las flores coloradas, enteras.
Con un suspiro, siguió avanzando. Al llegar a los pies de la cama, notó que, sobre ella, estaba apoyado un álbum de fotografías, de solapas de cuero marrón.
Temiendo ya lo que iba a encontrar dentro, lo levantó y lo sostuvo entre sus manos un momento, frente a ella.
Al igual que un rato antes, la curiosidad la obligó a abrirlo. Cuando lo hizo, una suave melodía invadió el cuarto, sin fuente aparente. Ginny miró a los lados, confundida.
Pero cuando centró su atención en la imagen que había descubierto al abrir el álbum, ya no pudo fijarse en nada más que eso.
Now, i never meant to do you wrong
Well, that's what i came here to say
Ahora, nunca quise hacerte mal
Bueno, eso es lo que vine a decir
En la fotografía, salían ella y Harry. Él la tenía abrazada por la cintura, parado detrás de ella, con el mentón apoyado en su cabeza. Los dos sonreían a la cámara, con fuegos artificiales estallando tras ellos.
Sorprendida, Ginny dejó cae el libro al suelo y el mismo se cerró. La música se detuvo en ese momento y ella se llevó una mano al pecho, que bajaba y subía rápidamente a causa de su acelerada respiración.
No pudo evitar recordar la escena que representaba aquella imagen: la primera Navidad que todos habían pasado juntos en La Madriguera, después de la caída de Voldemort. Recordó también lo feliz que se había sentido esa noche, lo bien que se había sentido estar tan cerca de Harry, no sólo física sino también emocionalmente.
Maldiciendo al muchacho, por haber quebrado las defensas que ella misma se había impuesto para combatirlo en cierta forma, Ginny levantó el álbum del suelo y volvió a abrirlo.
That if i was wrong, then i'm sorry
Don't let it stand in our way
Si estuve mal, lo lamento
No lo dejes obstruir nuestro camino
En la segunda fotografía, se los podía ver a ambos sentados, de espaldas a la cámara, en las blancas arenas de alguna playa. Sus manos estaban entrelazadas y Ginny tenía su cabeza apoyada en el hombro izquierdo de él. Frente a ellos, una suave brisa provocaba pequeñas olas en el mar, decorado con un cielo anaranjado sobre él.
Ginny también podía recordar ese momento con claridad. Habían sido las vacaciones que ella, Harry, Ron y Hermione habían tomado en Francia, el verano que ella misma había terminado el segundo año de su carrera.
Al voltear la hoja, descubrió la tercer fotografía de la colección.
En ella, Harry y Ginny reían a carcajada abierta, doblándose sobre sí mismos de ves en cuando. Se podían ver una gran fuente detrás de ellos y hojas despigmentadas volando por doquier.
Sin poder evitar una sonrisa acompañada de una lágrima solitaria, Ginny sintió su mente viajar hasta ese día, en un parque de Londres, donde los cuatro habían ido a pasar un día de picnic. Ellos se reían de algo que, si bien no podía recordar con exactitud, sabía que estaba relacionado a Hermione diciéndole a su hermano algo con respecto a una de sus recientes conquistas.
En la página siguiente, Ginny encontró una fotografía tomada hacía seis años, en los jardines exteriores de Hogwarts.
Tal como en su presente, en la imagen era época de Navidad y se podía apreciar la guerra de nieve Weasley desarrollándose en ese momento. En la captura, Ginny arrojaba una gran bola de nieve a Harry, y luego se reía de él señalándolo con un dedo. A continuación, el chico atacado se agachaba y recogía del cuelo una gran cantidad de nieve, con la que luego perseguía a su atacante.
Ginny no pudo reprimir una ínfima risa.
Cause my head just aches
When i think of the things that i souldn't
Porque mi cabeza sólo duele
Cuando pienso en las cosas que no debería
Más adelante, Harry y Ginny alzaban por sobre sus cabezas, triunfantes, la copa anual de Quidditch.
Ese año, el último del chico en el colegio, Ginny había ocupado el puesto de cazadora y Harry, como capitán, aún era el buscador. La chica notó, con tristeza, que su hermano no estaba en la foto. Él había estado en la enfermería a causa de una extraña infección durante la final y no había podido jugar.
Los dos sonreían, felices, y luego Harry le daba un beso en la mejilla, provocando que ella se sonrojara violentamente, al buen estilo Weasley.
Ginny volteó la página y se descubrió sosteniendo a un bebé con Harry a su lado.
Esa fotografía había sido tomada unos días después del nacimiento de Isabel, la hija de Bill y Fleur, el bebé en sus brazos, el año anterior.
Otra lágrima rodó por la mejilla de Ginny, mientras ella volvía a girar la hoja.
Have done
Haber hecho
Otra vez en La Madriguera, Harry y Ginny estaban agachados, en cuclillas, al lado de Isabel en la celebración de su primer cumpleaños, en Enero de aquel año.
La bebé estaba sentada en el suelo de madera de la cocina Weasley un momento y luego se paraba dificultosamente. Buscaba equilibrio sobre sus pequeños pies un momento y luego salía del cuadro a los tropezones, dejando sólo visibles a Harry y a Ginny. Ellos se miraban a los ojos unos segundos, se sonrojaban y luego miraban hacia otro lado.
Cause life is for living
We all know
Porque la vida es para vivirla
Todos lo sabemos
Ginny cerró de golpe el álbum, haciendo que, al mismo tiempo, la música se detuviera otra vez.
Se sentó en la orilla de la cama y puso el libro sobre su regazo. No quería seguir mirando. Había comprendido el mensaje.
Todos esos momentos, todas esas cosas que habían compartido... todo aquello era sólo una ínfima parte de su historia. Ginny no pudo volver a llorar, ahora arrepentida.
Aquello le había hecho ver en forma directa lo que estaba perdiendo al no considerar las cosas de otra forma, al no ver los acontecimientos en una forma más... optimista.
Aquellas fotografías le habían hecho ver que, a pesar de lo que había sucedido, Harry y ella tenían una maravillosa historia a cuestas, que ella no podía permitirse perder o arruinar.
Un torbellino de sentimientos la invadió entonces: arrepentimiento, incertidumbre, alegría, tristeza, todo a la vez. Pero, por sobre todas las cosas, amor.
Ese amor que había sentido desde muy pequeña como una simple admiración y que se había transformado en algo más importante a medada que ella misma crecía.
Pero, aún así, no estaba segura de lo que debía hacer a continuación. De todas formas, sabía que tenía que empezar por hablar con él y aclarar las cosas de una vez por todas.
Con esa determinación en mente, se levantó resuelta de la cama y el álbum de fotografías cayó al suelo cuando lo hizo.
Se abrió en la última hoja y la canción que había estado sonando hasta minutos antes, volvió a resonar por el cuarto.
And i don't want to live it alone
Y no quiero vivirla solo
Ginny se agachó y lo levantó. Y, otra vez, la invadió ese torrente de sensaciones cuando vio la última fotografía del libro.
Harry le extendía una rosa y le hacía una pequeña reverencia. Ella tomaba la flor por el cabo y le sonreía, embelesada. Luego de eso, Harry volvía a levantarse para mirarla a los ojos. Se quedaban así unos segundos, sin hacer nada, pero poco tiempo después Ginny se abrazaba a él y compartían un magnífico beso.
Se llevó una mano a la boca cuando sintió una mano sobre su hombro. Cerró los ojos y algunas lágrimas más se escaparon.
Cause in the end, there's only Us
Porque en el final, sólo hay Nosotros
Se volteó lentamente y lo encontró parado frente a ella. Él tomó al álbum que ella aún sostenía con una mano y lo cerró, para luego dejarlo sobre la cama. La canción dejó de sonar, pero fue rápidamente reemplazada por otra.
In a little while
Surely you'll be mine
In a little while... I'll be there
In a little while
This hurt will hurt no more
I'll be home, love
En un ratito
Sin duda serás mía
En un ratito... estaré allí
En un ratito
Esta herida no dolerá más
Estaré en casa, amor
Harry la miró a los ojos y, tal como le había dicho a Draco meses atrás por teléfono, ella no fue capaz de resistirse.
Levantó una mano y la acercó a su rostro, temerosa. Rozó suavemente sus labios con las yemas de sus dedos, sólo para comprobar que él realmente estaba ahí.
Cuando lo hizo, sus ojos volvieron a cerrarse y una tímida sonrisa asomó a sus labios.
Harry levantó su mano también y la puso sobre la de ella, sintiéndola.
When the night takes a deep breath
And the daylight has no air
If i crawl, if i come crawling home
Will you be there?
Cuando la noche tome un profundo respiro
Y el amanecer no tenga aire
Si me arrastro, si llego arrastrándome a casa
¿Estarás ahí?
Luego, la otra mano de Harry se posó en su cintura y el brazo libre de ella rodeó su cuello. Ahora los dos tenían los ojos cerrados y, sin darse cuenta, habían empezado a moverse lentamente al ritmo de la canción que seguía sonando.
In a little while
I won't be blown by every breeze
Friday night running to Sunday on my knees
That girl, that girl she's mine
Well i've know her since
Since she was
En un ratito
No me quedaré sin aliento por cada brisa
La noche del viernes tornándose domingo sobre mis rodillas
Esa chica, esa chica es mía
Bueno, la he conocido desde
Desde que era
Mirándose al fin, los dos reunieron sus respectivas manos.
"¿Puedes hablar conmigo ahora?", preguntó Harry en un susurro.
"Creo que puedo hacer mucho más que eso", respondió Ginny. Luego, apoyó su cabeza sobre el pecho del chico, mientras se dejaba llevar por aquel ritmo constante. "Prométeme que no volveremos a pasar por esto, Harry", pidió ella con voz ahogada después de unos momentos. "Prométeme que nunca volveremos a separarnos".
Harry apoyó el mentón en el tope de su colorada cabeza.
"Puedo prometerte todo lo que quieras si tu me perdonas, Gin".
"No puedes pedirme eso,", respondió Ginny, al tiempo que levantaba la cabeza y lo miraba, "porque ya lo he hecho".
A little girl with Spanish eyes
When i saw her first in a pram they pushed her by
Oh my, my how you've grown
Well it's been, it's been... a little while
Una nenita de ojos españoles
Cuando la vi por primera vez en el cochecito, ellos la empujaron
Oh, cómo has crecido
Bueno ha sido, ha sido... un ratito
"Te lo prometo. Jamás dejaré que nada ni nadie nos separe, amor", aseguró él. Luego, bajó la cabeza lentamente hasta que sus labios encontraron los de la pelirroja y sintió como su sus pies se levantaran del suelo y una llama se encendiera dentro de él.
Slow down my beating heart
A man dreams one day to fly
A man takes a rocket ship into the skies
He lives on a star that's dying in the night
And follows in the trail, the scatter of light
Turn it on, turn it on, you turn me on
Más despacio, mi corazón latente
Un hombre suela que un día vuela
Un hombre toma una nave espacial hacia los cielos
Él vive en una estrella que está muriendo en la noche
Y sigue en el rastro, la dispersión de la luz
Enciéndelo, enciéndelo, tú me enciendes
Ginny volvió a esconder su rostro en el pecho de él y siguieron bailando, apartando en el proceso con los pies las flores que Harry había esparcido por todo el suelo. Se preguntó cómo él había podido saber cuál había sido el momento en que ella había visto la última fotografía. Estaba por preguntárselo cuando decidió que, en realidad, no le interesaba. Lo único que le importaba en ese momento era que, por fin, después de tantos días y noches anhelándolo, estaban juntos. Juntos... y para siempre.
Slow down my beating heart
Slowly, slowly love
Más despacio, mi corazón latente
Suavemente, suavemente amor
Los últimos acordes sonaron y Harry y Ginny se detuvieron. Se apartaron sólo lo necesario para volver a mirarse a los ojos y no fue nada sorpresivo cuando hablaron al mismo tiempo.
"Te amo".
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Los dos sintieron cómo la nieve les mojaba los pies.
"No elegimos el mejor lugar¿no crees?", preguntó ella, sacudiendo el pie para evitar que el agua le mojara las medias.
Él pasó un brazo por su cintura, atrayéndola hacia él, haciendo que trastabillara en el proceso. "Cualquier lugar es el mejor si tu estás en él".
Su respuesta al piropo fue un golpe directo a su estómago con el codo.
Caminaron unos minutos más, hasta que se encontraron con Hermione y Ron, que estaban muy melosos sentados en uno de los bancos del parque, ella encima de él.
"Hey, eso no es agradable", saludó Ginny, con humo saliendo de su boca por el frío del ambiente. Estaba tomada de la mano, protegida por guante, con Harry.
Los otros dos se separaron al fin y se voltearon a mirar a los recién llegados. Se produjo un silencio incómodo.
"Bueno...", intentó empezar Hermione, pero no tuvo éxito. Rápidamente volvió a callar.
"Ginny y yo queríamos que ustedes fueran los primeros en enterarse que estamos juntos otra vez", rompió el hielo Harry, tomando las riendas del asunto.
"Eso es evidente", acotó Hermione, señalando sus manos entrelazadas con una sonrisa. "Pero de todas formas nos alegramos mucho por ustedes".
"Y nosotros por ustedes", aseguró Ginny. "Aunque tú deberías avisar cuando estás por volver de otro continente¿sabes?", dijo dirigiéndose a Ron, con una clara nota de resentimiento en su voz.
"Tenía cosas más urgentes que hacer, hermanita", contestó él. Luego, se inclinó y le dio un beso en la mejilla a Hermione, que se sonrojó violentamente a pesar del frío.
"Bueno, bueno, no quiero detalles tampoco", bromeó su hermana. Sin lugar a dudas, la tensión del principio había desaparecido. Se abrazó a Harry, rodeándolo con sus brazos por la cintura.
Los cuatro callaron un momento.
"Todo está bien ahora¿no es cierto?", preguntó Hermione luego de unos minutos, con cierta reserva. Soltó el aire que había estado reteniendo cuando vio a Harry y a Ron asentir sin más.
En cambio, Ginny habló.
"Sí", confirmó con una sonrisa. "Todo está bien".
FIN
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1: Según la Poética de Aristóteles, las fábulas de las tragedias clásicas siguen un esquema común. Primero, tenemos al héroe superior, el mejor de todos, que se ve cegado por la Até, una especie de diosa maligna que forma parte del equilibrio del cosmos griego. Bajo su influencia, el héroe entra en un estado de Hybris o ceguera mental, que lo lleva a cometer la hamartía, una acción que lo llevará a la desgracia, pero que aún no es la definitiva. Luego, estando en un estado de saturación del placer y confianza en sí mismo, el héroe comete una peripecia, la acción a partir de la cual se desarrollan otras que él ya no puede manejar (y que no había imaginado siquiera que podían suceder), que tienen como único destino la tragedia del héroe, el cumplimiento de su destino. Se produce entonces la revolución del cosmos, seguido de la anagnórisis, el momento en el que el héroe nota su error (ya que lo había cometido sin saber que lo estaba haciendo). Finalmente, la pasión corresponde al castigo y el sufrimiento a los que el héroe es sometido para compensar el daño que había hecho al equilibrio original del cosmos al cometer la peripecia.
La Prisionera de Azkaban llora. No puede escribir, así que me está dictando este mensaje para ustedes.
Ella quiere decirles que espera verlos pronto por Cuando Harry conoció a Ginny, la historia a la que se dedicará de lleno ahora, y que le gustaría mucho que le dejaran su opinión con respecto a ella.
Ahora mismo se está yendo al baño, a lavarse la cara. Antes de eso, me pidió que les contara que Ron tuvo que volver de Canadá en avión, sólo como un dato curioso. Salió de vacaciones de Navidad e intentó tomar un traslador hacia Londres, pero los del Ministerio le dijeron que no quedaban disponibles. Él tuvo que viajar en una de esas cosas peligrosas sólo para ver a Hermione. Sí, él es muy tierno y además, la quiere demasiado.
Ahora, los dejo con sus palabras (que escribió hace unos días):
"Unidos por su atención terminó y no puedo creer que lo haya hecho. No tengo palabras para expresar lo que se siente haber terminado esta historia, porque significó realmente muchísimo para mí. Crecí como no se dan una idea con estos personajes y espero que ustedes también lo hayan hecho, o que por lo menos hayan pasado un buen rato de ocio leyendo sus idas y venidas (aunque todos sabíamos que iban a terminar juntos¿o no?). Antes de la emotiva despedida, me queda decirles que existe un epílogo que está listo para ser publicado, pero que no es realmente necesario. Sólo es un bonus-track. Se los dejo: ustedes deciden si quieren leerlo o no. Me lo dicen en sus hermosos reviews, que esta vez no pediré.
Ahora sí, puedo explayarme. Quiero agradecerles infinitamente por estos seis meses, que han sido de los mejores de mi vida (no, no exagero) y no sólo por Unidos, sino también por otras muchísimas cosas que pasaron en mi vida 'real'. Gracias a todos los que está dedicado el capitulo, por su apoyo durante todo este tiempo (y a los que no aparecen también). Gracias a todos los que leyeron aunque sea un capitulo de Unidos. Gracias a todos a los que consideran a la historia como una de sus favoritas. GRACIAS. Gracias por haber hecho de Unidos por su atención la historia que es hoy.
Y, citando al gran Gustavo Cerati: GRACIAS... TOTALES".La Prisionera de Azkaban espera que estén muy bien y, a pesar de que cree que ya les ha quedado claro, les agradece lo que han hecho por ella y por Unidos por su atención los últimos meses.
Me dijo que los despidiera con un Adío!. ¿Se hace así?.
