¡Hola a todos! Bueno… siento mucho el retraso, y probablemente me demore un poco más en esta entrega ya que justo hoy que parto escribiendo tengo poco tiempo y debo estudiar.
Fic: Operación: T.R.A.I.C.I.O.N. (Parte Cinco)
Capítulo V: ¿Cuánto vale un beso?
Transmisión reestablecida.
Operación: T.R.A.I.C.I.O.N.
Trasgresora
Represalia
Aparentemente
Ineludible
Contra
Ingrato
Operativo
Notable
Llevaba ya más de dos horas, sentado en la vereda de la calle, triste, sólo y abandonado, la lluvia le daba una apariencia más penosa y parecía que estuviese llorando, aunque realmente sus ojos estaban enfocados en el odio.
-¿Qué haces aquí pequeño? – dijo una voz tras él.
Número 661, ahora conocido como Nick, se dio lentamente la vuelta; reconocía esa voz.
-¿Padre...?
-Por su puesto pequeño Nick, debo admitir que más de algún dolor de cabeza me has provocado, pero esta vez todo se termina – respondió Padre con gran determinación y fuego en sus ojos.
-¿Acaso, tú – le respondía Nick con gran prepotencia mientras se levantaba de la solera de la calle -, crees que puedes vencerme en un enfrentamiento mano a mano? Creo que los años ya pesan en ti…
Padre hizo un amago de un presunto ataque, pero el golpe nunca llegó, realmente Nick estaba en desventaja; podría ser fuerte, pero el comando de KND le había quitado cualquier eventual arma o dispositivo que lo ayudase, y se estaba enfrentando a un sujeto que podía lanzar fuego como si tratara de un juego.
-En realidad no me costaría en absoluto vencerte pequeño presumido.
-Entonces, ¿Por qué no lo haces? – respondió mientras empuñaba sus manos Nick.
Padre dio una vuelta sobre sus talones, se tomó las manos detrás de la espalda y comenzó a balancearse sobre sus talones.
-Tengo grandes planes para ti – dijo sucintamente -, creo que podríamos ser un gran equipo…
-¿Crees que te ayudaría? – dijo aún con furia en sus ojos.
-Por su puesto – respondió irónico Padre –, tú eres demasiado poderoso, pero nadie aprecia tus habilidades y tus logros, yo como un acérrimo enemigo tuyo sé de lo que eres capaz, y veo mucho potencial en ti. Te propongo un trato, tú me ayudas a vencer a los mocosos de KND, y yo te daré un alto rango dentro de la nueva sociedad mundial que crearé.
Nick pensó un instante la propuesta, sabía que entre los dos esto de vencer a la organización de KND sería pan comido, y tras recuperar su armamento estándar él podría vencer con amplia facilidad a Padre en una lucha a muerte. O quizás matándolo mientras durmiera. Sería genial, esta su gran oportunidad para ser respetado y ser poderoso.
-Está bien, acepto Padre – respondió Nick camuflando sus verdaderas intenciones mientras le tendía la mano-, pero te estaré vigilando.
Padre apretó la mano de Nick, y selló el pacto.
-Me extrañaría que no lo hicieras – dijo Padre sonriendo.
Padre lo condujo a un vehículo el cual rápidamente los llevó a la mansión, durante el viaje no cruzaron palabra, simplemente se dedicaban a mirar hacia el lado, al verdor de los patios y el colorido de las casas. Tras llegar el conductor le abrió la puerta a cada uno para que descendieran.
-¿Cómo comenzamos? – preguntó Nick a Padre con bastante tranquilidad.
-Vamos a seleccionar a los mejores KNDs que logremos encontrar que se encuentren fuera de servicio y los alistaremos para este cometido.
-O sea – respondió un tanto enojado Nick -, ¿Vamos a compartir nuestra gloria entre más personas todavía? ¿Más tajadas del mismo pastel?
Esto no le agradaba a Nick, cada aliado extra implicaba un elaborado plan para terminarlo y a la vez lograrlo sin que nadie más se diese cuenta. La dificultad aumentaba exponencialmente.
-Relájate… - interrumpió Padre con tono conciliador -, sólo unos cinco más…
-¡Cinco!
-Ya verás que todo saldrá bien. Ya los tengo planeado a quienes elegir.
-¿Quienes? ¿Por qué no te conformas conmigo? Soy bastante mejor que cualquiera de esos debiluchos – respondió despectivamente mientras se miraba las uñas.
-¿Qué te parece el sector L?
Hubo un largo momento de silencio, ya habían entrado a la mansión y se encontraban arrellanados en cómodos sofás de cuero. Nick miraba incrédulo a las llamas que tenía por ojos Padre, nunca hubiese esperado esa declaración. Dudó que responder por un momento, especuló, hasta creyó que Padre se había vuelto loco, pero prefirió saber cuales eran sus verdaderas intenciones; al fin y al cabo, sabía que como enemigo fue muy astuto, probablemente debía seguirlo siendo como aliado.
-¿El Sector L?
-Sí, el Sector L – respondió rápidamente y con entusiasmo.
-¿El Sector L? Pero si no tienen ninguna capacidad para el combate, tú bien lo sabes, ellos siempre debían ir con un amplio convoy de agentes en caso que los descubrieran.
-Pero son excelentes espías.
-Pero no tienen oportunidad contra sus compañeros KND…
-Por eso te llamé, para que los entrenaras.
Nick instintivamente se llevó su mano a su barbilla y comenzó a acariciarla, comprendía que esto sería una misión complicada pero lograble. Pero ¿Qué implicancias tenía ese plan? Muy simples; los aliados que debería eliminar ahora no sólo sería más, sino que estarían altamente entrenados, y ¿Quién sabe? Tal vez hasta superarían al maestro. Nick rió por este último pensamiento, nadie nunca lo superaría, pensó.
-Ya veo – respondió mientras se reclinaba en el sofá -, el único problema es que ellos siguen dentro de KND y a menos que logres algo muy drástico no los lograrás convencer de que se nos unan, o al menos no sin revelar todo tu plan. Yo creo que sería más astuto lavarle el cerebro a Esteban Rendón aprovechando que ya es un adolescente y poco recuerda de su vida como KND.
Padre también se reclinó en su asiento, aparentemente disfrutaba de estar cara a cara confabulando un plan con uno de los que fue antiguamente uno de sus peores enemigos. Y tras esta breve conversación logró entender porqué siempre fracasaba cuando intentaba vencer a los KNDs; era una razón muy simple, él era demasiado astuto.
-¿Esteban? No estaría mal, el problema es que él ha viajado muy lejos. Aparte el lavado fue sobre su verdadera no sobre su evolución – Padre dejó notar un pequeño escalofrío.
-¿No me digas que creíste eso? – dijo Nick con una gran cara de sorprendimiento, no podía creer que "el Gran Padre" creyese esa ilusión de baja categoría -, bueno, si crees es tú decisión, entonces el Sector L.
-Si, lo que debemos hacer ahora es esperar – finalizó mientras cerraba los ojos y se ponía los brazos detrás de su cabeza.
Nick miró extrañado a Padre, nunca había pensado que pudiera ser tan poco activo, ¿Acaso esperaría que los otros enemigos de los Chicos del Barrio entretuviesen a la organización y no se percataran de que Padre pensaba algo grande…? MUY grande. Bueno, probablemente, ya que no tenían a nadie muy astuto entre sus filas exceptuando a Flavius. Esto sería pan comido.
-Muy bien, pero necesito algunas cosas, deberé infiltrarme en la Base Lunar.
Padre ahora se extrañó.
-¿Para qué?
-Voy a revelarle algunas cosas a Flavius, ya verás como todo hará que el Sector L se una a nosotros. Haré que se de cuenta de mi historia, todo lo que he hecho por KND y la injusticias que he recibido, verá toda la corrupción de los altos mandos. Además tengo entendido que el Sector L se le permitirá seguir ejerciendo tras su retiro, conjugando esas dos cosas él se impondrá castigando esta grave injusticia y así el Sector L quedará en el limbo, en ese momento, justo en ese momento los tomaremos y serán nuestros.
-Muy astuto, muy astuto – le dijo Padre a Nick con una gran sonrisa en el rostro – sinceramente me gusta como piensas.
-Gracias Padre, de nada.
Algunos días pasaron en los cuales Nick se preparó exhaustivamente para su misión, debía hacerse pasar por un KND y entrar a la Base Lunar sin llamar en ningún momento la atención. Contactó uno de sus tantos infiltrados en las líneas de los adolescentes que de tanta ayuda le fueron mientras fue un Chico del Barrio, ahora los usaría para luchar contra ellos. Lo primero que hizo con estos contactos fue solicitarles que se encontraran y entablaran amistad con todos los miembros que fuesen abandonando KND del Sector L, así, cuando sus planes estuviesen cumplidos, el reclutamiento de este sector sería pan comido.
El siguiente movimiento fue el secuestrar a un joven funcionario de KND, el mismísimo Nick se encargó de este movimiento, siguió y rastreó a un tal "Carl", el cual era un joven como de su edad bastante parecido a él, si tenía un poco de suerte nadie lo reconocería. Ya una vez preso le extrajo un poco de moco de su nariz, Nick siempre tuvo problemas con las identificaciones ya que siempre mantenía su nariz limpia, y debía usar otros métodos para que le reconocieran su ADN, esta vez usando el moco de este tal "Carl" esto sería pan comido. Para finalizar, redactó un colosal informe de muchísimas páginas narrando informes que nunca entregó sobre sus más importantes misiones, así Flavius sabría la verdad, toda la verdad que necesitaba y él que quería que supiese, toda la verdad que era precisaba para que él gobernara una vez más.
Y así llegó el día, el día de la verdad, estaba vestido como Carl y con sus documentos en la mano y el moco en su nariz. Todo estaba listo, ahora sólo debía fingir un poco frente a agentes de un sector desconocido solicitando que lo llevasen de emergencia hacia la Base Lunar. Ya habían pasado algunas horas de larga caminata y por fin a lo lejos podía divisar la casa del árbol del Sector W. Se había rasgado la ropa y maltratado un poco su piel para dar un aspecto de una tremenda lucha. Entonces, tocó el timbre.
A su encuentro salió la líder del sector, su nombre era Veronique, una francesa de bastante belleza, de la misma edad que Nick; 7 años, la cual por ser una alumna excepcional y ser hermana menor de la antigua líder se le dio este importante cargo el cual llevaba hace poco tiempo, pero con muchos logros y victorias.
Además de eso, hace algún tiempo había estado un tanto enamorada de Nick y le había escrito algunas cartas. No había pensado que ella hubiese sido de este sector, para decir verdad, él nunca se preocupó mucho de los integrantes de los diferentes Sectores exceptuando el A, los de su escuadrón de élite y uno que otro que también destacase; nunca hubiese pensado que justo ella fuera líder de ese Sector.
-¿Nick? – dijo la sorprendida Veronique al ver a Nick en esos trapos llamados ropa.
-¿Nick? – respondió imitando extrañeza -, No, no soy ese loco. Soy Carl del sector D, acabo de ir a enfrentar a Padre y debo ir a la Base Lunar a avisar sobre sus nuevos planes…
Veronique se le quedó mirando con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro. Rió un poco y luego le respondió.
-No seas tontito – dijo con voz de reproche pero con ternura infinita -, ¿Crees que no te reconozco Nick? Como no te podría reconocer si siempre me has gustado y me he fijado hasta en el último detalle de ti… Aparte conozco a Carl desde la infancia.
Nick no pudo ocultar su mirada de horror frente al descubrimiento de la bella francesa. Debía cambiar de plan antes de que ella lo delatara o hiciera algo que arruinara sus planes, pero ella fue más rápida.
-Vamos, dime porqué deseas volver a la Base Lunar – respondió ella con una voz juguetona -, te prometo no decirle a nadie.
Estaba paralizado, ella era astuta, demasiado, era una lástima que nunca le hubiese prestado atención ya que era una persona que por la manera que lo descubrió, no sabía, algo le hacía sentir que lo haya descubierto con tanta facilidad. Era obvio que no conocía a Carl ya que este era un noruego y ella nunca había tenido una misión o vivido cerca de él.
-No me mientas – le dijo Nick –, tu no conoces a Carl.
Ella rió suavemente, escondiendo su cara con su mano, reía tiernamente, Nick no le molestaba en absoluto observarla de esta manera.
-Me descubriste – respondió entre risitas.
-Y tu a mi – sentenció Nick con una sonrisa.
-Bueno, me pretendes decir porque quieres ir a la Base Lunar, o quieres que te lo saque a golpes – se alistó para el combate.
-No habrá necesidad – le respondió entre risas -, deseo limpiar mi nombre introduciendo estos documentos sobre las misiones que tomé las cuales nunca dejé reporte.
Veronique se le quedó mirando un corto período de tiempo, luego suspiró y dejó caer sus brazos pesadamente.
-¿Y quieres que te crea? – dijo con cara de tristeza.
-Bueno, veo que eres aún más perceptiva de lo que creí, si lo deseas puedes leerlos, ya llevas algún tiempo con nosotros y creo que algunas de estas misiones te harán recordar.
La francesa se lo quedó mirando unos instantes, ella era bastante veloz leyendo y no le sería un problema leerlo completo, Nick sabía eso, y ella sabía que Nick lo sabía también.
-No es necesario, confío en ti.
Con un rostro ingrávido dejó entrar a Nick a la casa del árbol, había algunas cosas que deseaba saber antes de dejarlo llegar a la base. Lo llevó hasta su recámara evitando la seguridad y a sus compañeros que estaban deambulando por la casa; ahí habría calma y podría sacarle algunas informaciones.
Al llegar se lanzó sobre un confortable sofá que poseía y con unas palmaditas en este indicó donde sentarse a Nick, este casi por inercia se acercó a ella y se sentó en el sofá.
-Nick, ¿Qué sacas con mostrarle estas verdades a tu discípulo… a Flavius?
-Bueno, es que si él…
-No, no es eso – lo interrumpió violentamente Veronique –, es que… nada continua.
Nick se quedó en silencio mirándola un rato con una notoria cara de asombro, ella se percató con amplia facilidad de eso y dirigió su mirada hacia otro lado.
-Prosigue – dijo secamente Veronique.
-Lo que pasa es que con eso él tendrá conocimiento de la injusticia que se me hizo, yo no era cruel, era estricto.
-¿Y lo que pasó con esa niña a la cual la dejaste seguir dentro y luego la echaste a patadas?
-Era algo importante, debía hacerlo.
-¿Tan importante como para hacer eso? ¿Para hacer llorar a una persona y que todos la odiaran?
Nick se quedó callado, esta mujer era más astuta de lo que él creía, y sus palabras, que por alguna razón antes no le hubieran afectado en lo más mínimo, le dolían mucho, demasiado para su gusto.
-Es que en ese momento fue lo que consideré más pertinente…
-¿Pertinente? – gritó Veronique, pero luego se dio cuenta que podían oírla y bajó rápidamente la voz - ¿Acaso no tienes sentimientos, acaso no piensas el daño que le puedes hacer a las otras personas?
-Tienes razón – dijo mientras se levantaba y se dirigía a la puerta – soy un desalmado…
Entonces Veronique saltó de su sofá y lo agarró de la mano para evitar que saliera.
-No, no te vayas – le dijo en voz baja ahogando un grito -, quédate, mi intención no era ofenderte.
-No, no lo era. Era revelarme mi verdadera personalidad.
-Nada que no se pueda arreglar Nick, vamos.
-Está bien, me quedaré un rato más. Pero debes comprender que, no sé, algo me hace sentir mal por mis acciones justo ahora.
-Descuida – le dijo con voz serena -, mientras puedas corregir tus errores.
-Es eso lo que deseo hacer Veronique – dijo mirándola fijamente a los ojos -, corregir, corregirme y corregir a los malditos de la Base Lunar.
Veronique se quedó en silencio un instante mientras buscaba algún jugo para ofrecerle a Nick y poder beber ella también.
-Sabes perfectamente que por decir eso debería llamar a todo mi sector para apresarte.
-Pero no lo harás.
-¿Cómo lo sabes? – dijo un tanto fastidiada.
-Lo sé, lo sé. Lo que pasa esta organización ha sido corrupta desde sus entrañas y sus bases y debe ser purificada, tal vez yo no sea un ejemplo a seguir pero deseo que mi alumno Flavius logre mi sueño.
Veronique se le quedó mirando un instante, se sonrojó y apretó un poco los vasos que ya había encontrado para el jugo, miró los vasos un buen rato y luego alzó la vista y lo miró con ojos vidriosos.
-Y… y… y… ¿Po… po… podría ser parte de ese sueño?
Nick le sonrió de vuelta, eso le hizo entender varias cosas.
-Por su puesto – golpeó el lugar donde ella estaba sentada para que volviera a sentarse –, vamos, conversemos como encajarás en este plan.
Veronique trémulamente se acercó a Nick y con absoluta delicadeza, se sentó a su lado, juntó fuertemente sus piernas y se las quedó mirando, con el vaso a punto de estallar por la presión ejercida por sus manos y tan colorada como el sol en ocaso. Nick la miró y se rió suavemente, sorbió un poco de su jugo y se quedó meditativo atisbando el horizonte a través de la ventana pensando como integrarla.
En eso con un movimiento de velocidad absoluta Veronique giró su cabeza y besó la mejilla de Nick para luego adoptar su anterior posición; con las piernas más apretadas, el baso en su límite total antes de estallar y aún más sonrojada. Nick se palpó la mejilla, todo ocurrió tan rápido que no estaba seguro si fue de verdad o se lo imaginó, la miró con cara de duda, ella no dejaba de mirar su vaso, dio unos saltitos en el sofá y se le acercó.
-Veronique… - dijo con voz grave, pero amena.
-¿Si… Nick…? – le dijo tartamudeando.
-¿Acaso me besaste?
La presión fue demasiada y el vaso estalló entre las manos de Veronique y las astillas calaron hondo en su carne, ella gimió de dolor y Nick con celeridad se arrodilló frente a ella a revisar, manaba bastante sangre y probablemente alguno de sus compañeros haya escuchado el grito y vendría pronto. Poco le importó eso y se rasgó un pedazo de sus harapientas ropas y comenzó a limpiar la sangre, buscó una pinza entre las cosas de Veronique y comenzó a sacarle las astillas con extrema precisión, velocidad y dedicación. Cuando terminó rasgó otro pedazo y vendó la mano.
Por suerte para él nadie escuchó el grito de la líder del sector, "Vaya que equipo" pensó Nick mientras terminaba, luego miró a Veronique la cual lo miraba con sublime admiración.
-Gracias Nick.
-De nada.
Entonces Veronique saltó a los brazos de Nick y le besó toda la cara mientras gritaba energéticamente gracias.
Rato después salieron ambos bastante despeinados, la ropa de Veronique un tanto desajustada, la de Nick no se notaba ningún cambio ya que desde un inicio estaba bastante rasgada. Nick se la quedó mirando mientras daba vuelta su pantalón a la posición que debía ser realmente.
-Podrías haberme dicho que no había nadie hoy – dijo con cara de asombro Nick.
-Bueno, me gusta actuar – dijo con sonriente rostro antes de comenzar a reír tiernamente.
Pasearon por la casa del árbol, Nick estaba asombrado de lo bien cuidada que lo tenía. Veronique trajo unos refrescos para ambos y se sentaron en el salón de conferencias a conversar de la vida y asuntos varios. Estaban de lo mejor cuando Veronique miró hacia una ventana y pronunció unas palabras que asombraron al joven agente.
-Bueno, ya me pagaste tu viaje…
El agente se la quedó mirando, no entendía ni una palabra de lo que le decía. ¿A qué se refería con eso de "pagar"? Él no había pagado nada.
-Realmente no te entiendo Vero.
-No te hagas el tonto – dijo la joven mirando el suelo con voz serena pero con un dejo de tristeza –, a ti no te interesa incluirme en tus planes y nuestros besos simplemente fueron las monedas del viaje para la Base Lunar.
Quedó paralizado, en cierta manera tenía razón; él estaba tan desesperado por ir a la Base Lunar que hubiera sido capaz de muchas de las cosas que nunca hubiera soñado en hacer. Pero a la vez no tenía tanta razón, ya que, en cierto modo, no le molestó besarla, de hecho le gustó y se sentía bastante bien con ella a su lado.
-Bueno – dijo mientras desviaba la mirada -, estaba dispuesto a cualquier cosa para llegar a la Base Lunar, pero eso lo hice por gusto, no por necesidad. Y si te prometí que te incluiría, es porque lo haré, ¿Me crees?
-No sé – le dijo con voz cansada –, eres muy astuto para mi, no sé si esto que me dices es de verdad o una técnica.
-No hay técnica, no hay astucia… ¿Qué debo hacer para que me creas?
-No sé, estás dispuesto a todo por llegar…
Nick le entregó los documentos a Veronique, y se la quedó mirando con cara de decisión, luego sacó unas esposas y se enganchó con ellas a un poste de la base.
-Toma lo que escribí – le dijo con voz casi de desafío -, elimínalos si lo deseas, y conmigo, si no me crees llama a los Chicos del Barrio y diles que estoy aquí, diles todo lo que he dicho y agrega cosas para que me eliminen rápidamente, o tal vez después de unas cuantas horas de tortura.
Veronique se lo quedó mirando, acercó los documentos a una máquina trizadora de papeles, y descolgó el comunicador de alta emergencia que poseía para comunicarse directamente con la Base Lunar y miró a Nick tratando de ver a través de sus ojos, pero su mirada era como la de un padre diciéndole que lo que estaba haciendo era bueno, y no sólo bueno; justo en extremo. Escuchó una voz al otro lado de la línea, sus labios estaban un tanto resecos y dejó en silencio la línea un breve rato para luego pronunciar:
-¿Aló? Tengo al agente Carl, está dañado pero puede presentar información muy importante sobre Padre.
-Muy bien, mandaremos una nave en seguida – se escuchó desde el otro lado.
-OK, gracias – colgó y se dirigió a Nick mientras lo sacaba de las esposas –, muy bien, creo en ti. ¿Ahora qué?
-Descuida, déjamelo todo a mí, tú encárgate de que el paquete llegue a destino.
-Está bien, gracias por incluirme Nick.
-De nada Vero.
La miró y la besó tiernamente mientras como una estrella fugaz se veía a lo lejos la nave que los sacaría de allí.
Interferencia
¡Por fin! No sé cuanto me he demorado en escribir este capítulo, pero les aseguro que no ha sido fácil entre tantas pruebas, bueno, originalmente no iba a tener nada de romance pero me dio la locura y le puse bastante, esto debido principalmente a un comentario que me hizo Gaby o Chivis, una de ellas.
Espero, y ruego, que pueda seguir en brevedad este fic y me lluevan los reviews para este capítulo, espero con ansias saber lo que opinan y por favor, RRs, la próxima promete más intrigas y confabulaciones, tal vez una pizca de romance y un tanto de acción. ¡Bueno, ahora los saludos personalizados!
Gaby:
Ehhhr… bueno, gracias XD
Número 10:
Gracias! Bueno, si te veo en MSN te avisaré, de todos modos en el foro de Napo (El cual no puso reviews ¬¬) estará el link y todo lo necesario. Ok? Ya xiaoP!
Vampi:
Bueno, lo prometido es deuda… jajajaja… casi me haces tener como unos 100 reviews jajaja XD No hubiera sido malo… (Nota Mental: No incentivar a vampi a detenerse)
Y bueno, se acabó, cuídense gente bonita!
Se despide vuestro amigo y vecino
Master, the Gambler
(Conocido como Frostbite Q. Kelvin)
Y Sí, a la publicidad innecesaria!
