Capitulo uno

"Mi Musa"

Todos saben que mate a Bulma Brief, pero nadie sabe como nos conocimos, ni que relación mantuvimos y, lo más importante, como fue que nació en mi la idea de matarla.

Se podría decir que conocí a Bulma en el antro de Gohan, ella estaba ahí quieta, con su mirada pérdida en aquella lúgubre esquina. Quise acercarme a ella mas la sola vergüenza de entablar comunicación con una mujer me paralizo, no puedo decir cuanto tiempo habré contemplado a aquella frágil figura de tez blanca, ojos color cielo y cabello lavanda… era hermosa y contrastaba perfectamente con aquella esquina a la cual admiraba con paciencia infinita. Su boca, sus ojos, su pelo; su rostro en si, era detalladamente perfecto, el ser que tenia frente a mis ojos no tenia más que belleza en su figura, una verdadera obra de arte, puesta allí para mis ojos; todo era casi perfecto, casi…

Faltaba algo para que ese magnifico ser fuese verdaderamente perfecto, algo que su sola ausencia amargaba mi existencia y transformaba esa extraña belleza en una demacrarte figura de barro. Suspire resignado y mire con lastima la ultima sombra se asfixiaba en esos ojos ya apagados de aquella figura.

Gohan tomo mi hombro, preocupado por mi silencio en la mesa, no recuerdo el tema que tratábamos, ni cuando fue que mi hermano menor se había marchado, solo la recuerdo a ella, entrando con elegancia en aquel pasillo, imponiendo fingida dignidad en aquella estancia, pero solo fue eso, una mascara que fue ahogada en placeres carnales que atan a los humanos con demencia y simpleza.

Eran las dos de la mañana, el día, no lo recuerdo, estuve con Gohan gran parte de la noche, él discutiendo sobre los impuestos que yo elevaba en su rubro y las bellas putas que paseaban por aquel pasillo; su nueva colección.

¿Cómo fue que la encontraste?

¿A quien? ¿La rubia?

Me sonroje, al no saber que decir, era la primera vez que esa pregunta salía de mis pensamientos y tocaba mis labios, me sentí extraño y por primera vez en esa noche, me sonroje ante la estupidez de mi pregunta.

Tu sabes que las compro a Krillin, no sabría decirte de donde las obtuvo, pero si te puedo garantizar que ya están todas "probadas"

Sonreí con amargura, si Krillin había proporcionado a Gohan aquella obra de arte, tendría que esforzarme mucho para tener una procedencia fija, es más; el escuchar esas palabras opacaron mucho más la belleza de mi musa lavanda.

Mire a Gohan por última vez antes de ponerme en pie, él extrañado, tal vez hasta disgustado por mi repentino cambio, me siguió.

¿A donde vas?

Debo volver a mi casa, necesito pensar

¿Te mando a la chica?

¿Que chica?

La rubia

Mire a Gohan extrañado y él con su risa bromeo sobre mis gustos, le mire cansado de sus bromas y él, tranquilamente, se apoyo en mi hombro mientras llamaba a las chicas para que dejaran aquella esquina que yo tanto odiaba.

Vamos, solo prueba, llévate a las que quieras, sería un gran honor

para mi empresa que tú eligieras entre las nuevas.

En otros días, le hubiera cortado sus palabras con un golpe, en otras horas le hubiera tomado de las solapas y gritado sus buenas verdades ante su insolencia e impertinencia, pero ese día, a esas horas, ya no pensaba con lucidez o esa es la excusa más noble que hoy puedo decir.

Está bien… solo recuerdo algo Gohan, soy tu jefe y como tal, debes respetarme más…

En su rostro, había una mezcla de arrepentimiento y desorientación, estaba arrepentido y eso yo ya lo tenia claro, aun así, las palabras de sus labios no lograban decir algo coherente.

Solo fue advertencia Gohan, para la próxima… ya sabes que puede pasar

Si señor… no… discúlpeme…

Será mejor que me vaya

No sé con certeza cuando fue que volví a la cordura y escape de ese lúgubre sitio, no recuerdo cuantas vueltas di antes de correr a mi casa para encontrar lo que más odiaba, mis mujeres.

Malditas putas..

Mi voz resonó por las calles y las risas endiabladas y poseídas por narcóticos de esas mujeres le hicieron eco. Suspire enfadado por mi poca sensatez al dejarlas vivir en mis casas. Entre, sin ganas de escucharlas, ni tocar sus grotescos cuerpos ya arrugados por los años.

Me dan asco

Tú eres el culpable de que sigan aquí ¿no amo?

Me di vuelta sorprendido y disgustado ¿Cómo había sido tan tonto de no fijarme en su presencia? La apunte con mi arma un par de minutos y ella seguía allí, sonriente, con sus lujuriosas manos sobre su muslos, mirándome deseosa.

Lo que yo conserve es problema mío, no debes porque meterte en mis asuntos…. Mucho menos entrar a mi casa

Por que mi voz sonaba tan relajada en esos momentos, no lo sabia y creo haber estado en ese lamentable aspecto de pacifico puritano por más de dos meses, dos meses en los que únicamente pensaba en esa joven.

Krillin pidió que viniera… dijo que… tenia que ablandar su opinión sobre las nuevas prostitutas que vendió a Gohan.

Esas chicas…. No las matare… si es a eso a lo que vienes… te puedes ir.

Siempre era lo mismo, yo llegaba a mi condominio y encontraba a esas putas revoloteando por las parcelas o en las mismas cabañas que yo mande a construir especialmente para mantenerlas; para saciar mis instintos más bajos en sus cuerpos. El solo verlas me atormentaba y, al mismo modo, indignaba a mi cuerpo al saberse tocado por esas. Eran esas imágenes las que ayudaban a mi poca cordura y tomaban las decisiones más racistas e hipócritas, que eh tenido en mi vida, son los recuerdos de esas noches los que me forjaron lo que soy.

Y venir únicamente para esta charla? Porque no... me ofreces algo más amor, hace tiempo que no nos vemos…

Nunca me han gustado las rubias, pero ella, tenia ese don, esa extraña sutileza de placer en su cuerpo y en sus actos que me embriagaba, Era divertido ver como rozaba sus labios infinidad de veces con los míos para lograr apaciguar mi ira. Ira que en ese instante no tenia ni una pizca, ese día estaba extremadamente relajado y… ¿feliz? La verdad es que no dejaba de pensar en mi musa… todos mis problemas habían desaparecido cuando la vi, no me importaba si era una simple prostituta ni cuanto le costo a Gohan, la quería para mi; la tendría para mi.