Siento mi corazón latir por ti. Lastima que el tuyo lo haga por otro

Capitulo cuatro

"tu mientes, yo miento"

Llegamos a mi casa, tu forzaste conmigo, mostrándote digna al no querer pisar el mismo suelo que las mil putas que, en ese entonces, eran mis sirvienta. No te di opinión alguna y te arrastre de la mano, temiendo siempre perderte entre la gente, temiendo que tu piel fuese solo una ilusión y yo volviese a las penumbras de la noche. Entramos en mi casa y te refugiaste en el sofá que estaba casi a un costado de la puerta principal.

¿Qué quiere de mí?

La pregunta me sorprendió y comprendí lo que ya venia siendo lógico; tu no eras de ese mundo, eras del otro, del mundo que todos ven rosa en su infancia, provenías de aquel mundo en donde todos forjan sus sueños y se refugian en ellos creyendo que lo malo es solo una vil pesadilla de la humanidad, que no existe y que sirve para espantar los sueños de niños traviesos.

Te quiero a ti

Tu rostro en seguida se quebró y tus ojos fueron grises nuevamente, caíste en un abismo lleno de pesimismo y yo incapaz de sacarte de ese gran silencio trate de tocar tu hombro, tú instantáneamente te pusiste de pie y te quitaste la escotada blusa de color rojo que traías puesta dejando ver tus formados senos. Esa fue la mejor vista que tuve en años, verte ahí, parada frente a mí… solo para mí,

¿Qué haces?

Lo que tú deseas

No te deseo de esa forma

Mi cuerpo deseaba al tuyo hace tiempo, no lo niego, pero el tenerte ahí, tan sumisa y esperando cualquier tacto libidinoso me dio asco nuevamente, te tire la blusa y tu sorprendida me miraste, creo que hasta me agradeciste en silencio y después sólo fue eso, nos sentamos nuevamente, uno frente al otro.

¿Por qué estabas con ese tipo?

Soy tu premio

No, no eres mi premio

¿Me dejaras ir?

Primero dime de donde eres

No, no puedo

¿Porque?

No pertenezco aquí, solo ayudo a mi novio a escapar de esto

¿Novio?

Si, yo tengo… tuve un novio

¿Puedo saber como se llama?

No… él ya no existe

Entonces eres mía

Soy tu objeto

No…

¿No?

Eres mi mujer

¿Tu mujer?

Todavía me rió de mi estupidez, te cree esperanzas, me di esperanzas y los dos estábamos de acuerdo en ello, nos daríamos un tiempo, te quedarías bajo mi techo siempre y cuando las mujeres de alrededor desaparecieran, esas fueron tus palabras y no dude en hacerlas cumplir tiempo después.… aun así te mentí.

No tengas miedo, aquí nadie te hará daño

Sonreíste con amargura y me miraste tiernamente por primera vez, caminaste con sigilo frente a mis ojos y te arrodillaste hasta tocar con tu nariz mi mejilla, tu olor impregno cada centímetro de la habitación esa noche, ciertamente, no sé si fue de noche o día. Ni siquiera recuerdo cuanto estuvimos los dos solos.

Tú estabas ahí, conmigo y nada más me importaba, por fin eras mía o eso tratabas de ser. Creo que dos días después me llamo mi hermano, furioso al saber que te conservaba viva, para él fue un insulto.

Te salve, a costa de mis hombres, casi me matan y Gohan esta herido a muerte… y tú ¿preocupado por esa puta?

Otra pelea por culpa de mi musa, era chistoso y no me preocupó en lo más mínimo tu vida en esos meses, intentaste persuadirme, insultarme frente a todos pero nadie te escucho, eras un susurro en la sombras hermano; en mi sombra.

Tú me mataste hermano, ahora déjame revivir

Simples conversaciones por teléfono, nunca los dos de frente o en una misma habitación, siempre insultándome por otros y yo siempre respondiéndote de la misma forma ¿ese fue mi error? Ahora no sé como pude hacerte tanto daño a ti, a mi sangre, pero entiende;

Yo le amo… yo la amaba

No nos vimos más, ni siquiera mande recados con tus hombres que venían por sus pagas o por otro trabajo. El tema quedo ahí, cerrado una semana después de esa emboscada, Gohan me disculpo siendo tan sumiso como siempre, mostrándose feliz ante mi nueva alegría y triste por tu perdida, porque eso sentí, te sentí muerto hermano, ya no eras mi sombra, ya no estabas a mi lado con tu risa ni tus juegos, ya no te vi nunca más.

Hasta el día de su muerte

Con tu recuerdo ya olvidado y con una tumba simulando tu presencia volví a mi trabajo con algo de pesadez al darme cuenta que en el otro mundo había cada vez más guerras o conflictos. Tu ausencia llenó listas de nuevos hombres y mujeres que se unían a nuestras vidas. Políticos, militares y religiosos, teníamos casi un país bajo las sombras y todos respetaban tu nombre en silencio al costado derecho del mió, como siempre lo fuiste, mi hombre más leal.

Gohan se transformo en un hijo para mi y lo aloje en mi casa mientras sus heridas terminaban de sanarse, mi musa también le tomo cariño y dedico el tiempo en que yo no estaba molestándola con mis preguntas, esperando el día que aclarara de donde era, quería saber de su historia, todo lo que tuviera conexión con ella me importaba pero ella guardo silencio siempre y a su pesar tuvo que quedarse muerta dos años para estar a mi lado; por culpa de su silencio.

Era hermoso y reconfortante verlos juntos, él la trataba como a una madre y cuando yo entraba me mostraba todos los avances tecnológicos que podíamos tener a costa del ocio de mi musa, era una gran empresaria y ayudo mucho en los estudios económicos de otros, su fascinación por las maquinas también repartió ayuda a todos; era mi ángel de salvación, siempre atenta a lo que otros necesitaba pero siempre en silencio.

Recordándolo a él y no a mí

Ese triste pensamiento me acompañaba día y noche y fue cuando comprendí que la amaba, no me importaba si ella me ignoraba, yo lo que más quería era su felicidad, que la sonrisa que pocas veces me mostrabas no se borrara.

Y todo comenzó a derrumbarse

Todo por culpa de tu encanto.