WeNu Ya VUelVooOOoO! E TarDao n Actualizar...lo Se...Xro Sk m FuI a NY! No fuE exCluSivamNt paRa El Fic...jEjE...M Fui KN Mi FamiLia Y M EnkNatO! S Lo RekomIenD! AdmAs AllI KumpLi 15 AñOsSSs!
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WenO No lOs aGo EspeRar Mas!
Una relación...difícil?
Capítulo VII
"Eso no es cierto..."
-CUIDADO! -el coche dio un frenazo, dejando marcas de neumáticos en el suelo, justo antes de llegar a chocarse con un camión- Eres un peligro público! Si vas a esa velocidad nos vamos a matar y de paso mataremos a alguien!
-Si no hubiéramos tardado tanto en salir de casa por tu culpa no tendríamos que ir tan rápido al aeropuerto! -se quejó el chico-.
-Ahh! Perdona...! Pero el idiota de mi jefe no me había avisado antes de que me iba a NY! Y me ha dicho hoy a las 6 de la mañana que tenía que coger un avión a las 8! -dijo enfurecida-.
-No te quejes tanto, Weasley, en hacer una maleta no se tarda nada...yo también he hecho mi equipaje esta mañana y me ha dado tiempo.
-Pero yo he tenido que asimilar el hecho de que me voy a NY contigo! Y, créeme..., eso lleva su tiempo...
-Tanto me deseas que te cuesta creer que tengas esa suerte? -el rubio la quería picar a la pelirroja-.
-No seas creído, Malfoy, sabes perfectamente que no es por eso...sino porque creí que me iba a librar de ti durante una semana...
El rubio sonrió maquiavélicamente, "claro que lo sabía, pelirroja, por eso te he obligado a venir conmigo...".
-Pues ya ves que no.
La chica guardó silencio, "tendré que aguantarte...pero por lo menos estaré en NY...".
-Clase VIP? No vamos en turista? -preguntó la jóven al observar detenidamente los billetes del avión-.
-Yo? Jamás me verás viajando en turista. -sentenció arrogante-.
-Cuánto dura el viaje?
-Siete u ocho horas. -la pelirroja emitió un pequeño pero profundo suspiro-.
-Espero que todo esto merezca la pena y NY sea tan espectacular como dicen...
-No es tan maravilloso; Yo nunca viviría allí. Siempre tienen prisa y viven para el trabajo; es estresante. Por lo menos en lo que se refiere a Manhattan...
-Igualmente debe ser una ciudad increíble.
-Pelirroja me estás clavando las uñas! -exclamó Draco con cara de sufrimiento mientras se miraba la mano-.
El avión estaba apunto de despegar y tenía al lado a una nerviosa pelirroja.
-Has de saber, por si no te lo he dicho antes, que me dan miedo los aviones.
-Pues no me lo habías mencionado...
-Y por eso no soy yo la que hace viajes a países de larga distancia en la empresa... -continuó Ginny a la vez que intentaba respirar hondo-.
-Bueno, está bien. Relájate y, por favor no me claves las uñas.
Pero Ginny no pudo evitarlo y, en cuanto se elevaron un poco, Draco tenía marcas profundas. Prefirió no decirla nada, suficiente mal lo estaría pasando ya. Para suerte del rubio, la chica dejó de torturarle cuando el avión adquirió una posición horizontal.
Pasaron la mayor parte del trayecto sin intercambiar palabra; mataban el tiempo mirando al frente o por la ventana, hasta que fue la azafata.
-Siento molestarles pero el viaje durara un poco más de lo previsto debido a problemas técnicos, si necesitan algo no duden en llamarme. -Draco asintió sonriente-.
-Muchas gracias -esperó a que la azafata se marchara y observó a Ginny; tenía los ojos muy abiertos y expresión de asustada- ...te pasa algo, pelirroja?
-Qué?... -exclamó ella como sobresaltada- ...eh, no, no.
-Seguro? Pareces tensa... -La chica trago saliva un momento dispuesta a hablar-.
-Has...has oído lo que ha dicho la azafata de que hay problemas técnicos?
-Si, y? -el rubio no comprendía-.
-Y! Cómo que y! Y si tenemos un accidente!
-Weasley, me extraña que, teniendo un padre loco por los muggles, no sepas que el transporte muggle más seguro es el avión. -sentenció burlón-.
-No, Malfoy. Y si nos pasa algo? -Ginny parecía verdaderamente asustada y Draco se percató-.
-Duérmete, así el viaje se te hará corto y sencillo, de acuerdo? -Ella asintió y cerró los ojos-.
Draco Malfoy iba pensando en sus cosas cuando notó un peso sobre su hombro. Giró la cabeza y pudo ver como la cabeza de la chica, completamente dormida, se apoyaba en él. La miró con ternura y, con miedo de despertarla, la colocó de manera que estuviera más cómoda.
-Tienes ya tu equipaje? -preguntó el rubio distraído-.
-Si, ya he cogido mi maleta.
-Bien, sígueme.
Draco condujo a Ginny hasta la salida del aeropuerto. Mientras ella observaba divertida como el chico intentaba coger un taxi, infinidad de personas le quitaban el que él había pedido. Cansada y aburrida de esa situación se acercó al malhumorado Malfoy.
-Déjame a mi; Taxi! -un taxi paró justo a su lado y, por fin, pudieron subir- Suelo ir en taxi a menudo; mi coche es una mierda y se estropea continuamente. Así que ya estoy acostumbrada!
-Ya veo... -agregó el rubio sin muchas ganas de hablar. Enseguida le dio la dirección del hotel al taxista, deseoso de descansar del viaje-.
A la entrada del hotel, un botones recogió sus maletas y se las llevó a su habitación. El director del hotel le dio al chico una cálida bienvenida.
-Señor Malfoy! Me complace volver a verle, hacía mucho que no venía por aquí! -Draco le estrechó la mano con la mirada seria-.
-Si, gracias. Ella es Ginevra Weasley.
-Encantado -dijo el director besándola la mano-.
-Igualmente -correspondió Ginny cortésmente aunque algo abrumada-.
-Si nos disculpa nos retiraremos a la habitación; estamos agotados por el viaje. -El rubio parecía querer huir y alejarse de ese hombre a toda costa-.
-Por supuesto, señor Malfoy. Disfruten de su estancia en nuestro hotel. Sus maletas ya están en su habitación; suite de lujo, claro.
-Muchas gracias. -hizo una pequeña inclinación con la cabeza y se alejó con pasó rápido y decidido-.
La pelirroja le siguió corriendo extrañada por la reacción tan seca que había tenido con el director.
-Malfoy, espera -articuló entre jadeo y jadeo- ...porque has sido tan borde con ese pobre hombre; solo intentaba ser amable.
-Si algo he aprendido, en todos los años que llevo viniendo a este hotel, es que no hay que establecer una relación más allá de lo profesional con ese hombre.
-Por qué no? Parecía buena gente.
-Las apariencias engañan; no lo es. -El joven Malfoy parecía no querer seguir hablando del tema-.
-Ah... -Ginny no entendía el porqué del cambio de actitud del chico; ya no hablaba apenas con ella, ni siquiera para picarla o piropearla- Por cierto, tenemos suite de lujo?
-Claro, yo jamás estaría en otra habitación que no fuera una suite... -argumentó con la mayor naturalidad del mundo-.
"Es raro...ni siquiera ha mencionado el habitual comentario de: 'tú nunca habrás tenido el placer de vivir con tanto lujo', y meterse conmigo...tendré que estar alerta a ver que trama...".
El hotel era enorme y precioso; lámparas gigantes colgaban del techo y el suelo de mármol resplandecía. Las escaleras tenían una alfombra roja y las barandillas estaban bañadas en oro.
Cuando Ginny y Draco se encontraron delante de la puerta de la suite ella se extrañó.
-Malfoy, cuál es mi suite? -preguntó con una pizca de miedo, temiéndose lo peor-.
-Tu suite? Nuestra suite; es esta -dijo abriendo la puerta-.
-Cómo nuestra? Una para cada uno, no? -el timbre de la voz de la chica se notaba algo nervioso-.
-No, los dos estamos en la misma.
-Qué dices! No voy a estar en la misma habitación que tú!
-Por qué no? Ya lo estás en Londres.
Draco dejó a la pelirroja algo aturdida y entró en la habitación. Ella hizo lo mismo. Era inmensa, incluso más que el apartamento de Ginny; Todo el suelo estaba cubierto por una moqueta beige. En el salón se encontraba una chimenea, con un sofá y dos sillones que aparentaban ser muy cómodos. El baño estaba impecable, era totalmente blanco y de tamaño considerable.
La chica vio como Draco entraba en una habitación y musitaba algo aparentando estar decepcionado.
-Qué pasa? -preguntó Ginny entrando tras él-.
-La habitación...
-Qué la pasa? Es enorme y perfecta. -sentenció admirada observando la gran cama de matrimonio, con su armario, las lámparas y mesillas a juego. Tenía una terraza desde la que se veía Central Park. No había porqué poner ninguna pega- ...No se de que te quejas...Voy a ver la mía.
-La estás viendo. -señaló el rubio-.
-Y entonces cuál es la tuya? -E l chico la miró arqueando las cejas y ella comprendió-.
-Qué! No, no, no, no, ni hablar! Ya es bastante que tenga que estar en NY y Londres contigo, compartir casa en los dos sitios, pero compartir hasta cuarto! Y cama! -dijo mirando la gigantesca cama de matrimonio- Jamás! Antes muerta! Ahora mismo me voy a quejar!
Pero el rubio la agarró del brazo.
-Estás loca, pelirroja! No es para tanto! No nos dará otra suite, ya estarán todas cogidas; y no pienso tener una habitación de hotel cutre y corriente! -agregó tajante-.
-Quédate tú aquí!; yo me iré a una habitación cutre y corriente, como tú dices. -Decidida se soltó de Malfoy-.
-Y quien va a pagarlo? -la pelirroja estaba dispuesta a contestar- Tú? No me hagas reír! No tienes dinero para estar en un hotel como éste! Aunque siempre puedes pagarle al director, que te cae tan bien, de otra manera, no se si me explico. Seguro que él estaría encantado!
Ginny Weasley se quedó en blanco durante unos segundos y apretó los dientes.
-Te odio. -murmuró y le dio la espalda a Draco-.
Caminó con decisión hasta la puerta mientras el joven la seguía con la mirada. Justo antes de salir al pasillo del hotel se giró y le miro.
-Gilipollas! -exclamó con furia, antes de dar un fuerte portazo-.
Bajó corriendo por las escaleras, notando como las lágrimas le resbalaban por sus mejillas. El director del hotel la vio a lo lejos.
-Buenas tardes, Señorita Weasley! -saludó sonriente-.
La chica pasó corriendo a su lado sin decir nada.
Solo quería alejarse de todo; olvidar quien era, su trabajo, donde estaba y, sobre todo, olvidar a Draco Malfoy. Había entrado en su vida sin que ella se hubiera dado cuenta. Y sin que hubiera podido evitarlo. Ahora él era su jefe, su compañero de piso y la persona que no salía de su mente ni en sus sueños. No comprendía porque le importaba tanto, la afectaba todo lo que dijera o pensara de ella, la importaba el comportamiento que tuviera; lo que hiciera o dejara de hacer. Se había cumplido su mayor pesadilla y temor; se había enamorado de Draco Malfoy.
Caminó por las calles de NY mientras llovía y llovía sin parar. Notaba como el pelo y la ropa se calaban, y aún llevando bufanda y boina sentía como el frío la invadía. Sin importarla nada, metió las manos en los bolsillos de su abrigo de pana y siguió caminando sin rumbo. No quería pensar en qué hacer o a dónde ir; sólo escapar de esa vida que llevaba.
No muy lejos de allí, un rubio salía corriendo también de su suite de lujo en un hotel.
-Señor Malfoy! Su novia acaba de salir hace unos minutos, y parecía tener mucha prisa; salió corriendo del edificio. -explicó el director del hotel parando a Draco ante la puerta-.
El chico guardó silencio unos momentos pensando en qué hacer.
-Sabe a dónde iba?
-No...No dijo nada, señor.
-Ni por dónde se fue?
-Eh, creo que hacia la izquierda, señor.
-Gracias. -dicho esto atravesó la puerta a la carrera y giró a la izquierda, tal como había dicho el hombre-.
Sin saber muy bien el porqué, se encontró en plena calle de NY, vacía mientras diluviaba. La pelirroja le obligaba a hacer las cosas sin pensar, por impulsos. No sabía que le estaba pasando; su comportamiento no era el habitual, él jamás haría eso por nadie.
La chica, sin quererlo, había ocupado la mente y el corazón de Draco. Algo nunca conseguido por nadie. El mayor temor del joven Malfoy, se había hecho realidad; enamorarse de alguien. Y ese alguien era Ginevra Weasley. Draco no podía perderla, tenía que encontrarla y confesarla la verdad, abrir su corazón por una vez en la vida. Por ello corrió y corrió por las calles sin saber con exactitud dónde ir.
Ginevra Weasley se hallaba sentada en un banco de Central Park, había decidido quedarse allí a perderse en NY.
-Por qué me pasa esto a mí? -se preguntaba a sí misma en voz alta a la par que lloraba- como he podido llegar a este extremo, creí tenerlo todo bajo control! ...Pero Ginevra Weasley se ha vuelto a equivocar! Como siempre! Soy la más gilipollas y todo me sale mal! Tengo un piso de mierda, una vida de mierda, un trabajo de mierda y me he enamorado de un hombre que jamás me querrá!...
-Eso no es cierto... -dijo una voz a sus espaldas-.
-El qué coño no es cierto! -exclamó ella sin pensar quien estaba detrás suyo- Qué mi vida, mi trabajo y mi casa son una mierda! O que soy una gilipollas que nunca aprende y que todo la sale mal! Dígamelo! Porque usted no sabe nada de mí! No tiene ni idea de por qué estoy aquí como una estúpida llorando a moco tendido! Pero se lo voy a decir, total, ya no pierdo nada; estoy así porque me he enamorado de mi jefe, que es un patán, creído y arrogante, pero aún así le quiero y no puedo sacármele de la cabeza en ningún momento, y lo más divertido es que él nunca va a sentir lo mismo que yo! -La chica calló un momento y se dispuso a levantarse- Mire da igual...no...no se porqué le he dicho esto, perdone; seguro que no le importo nada y no creo que nunca le haya pasado lo mismo que a mi...
-Te equivocas... -el hombre que había detrás suyo se colocó delante cogiéndola de las manos para levantarla-.
Ginny pudo ver de quien se trataba, se quitó las lágrimas de la cara con las manos.
-Ma...Malfoy...! -Él levantó la cara de la pelirroja con el dedo índice para que le mirara a los ojos grises-.
-Me importas, no te puedes ni imaginar cuanto, pero así es. No hago más que pensar en ti todo el tiempo; sueño contigo, quiero verte cuando no estás a mi lado, y cuando lo estás solo quiero abrazarte y no dejarte marchar nunca. Sufro cuando tú lloras y me siento feliz al verte reír. Resulta bastante raro para mi; nunca había sentido esto por nadie. Y eso hace que me de hasta miedo lo que pueda pasar, que pueda llegara perderte, no sabría que hacer. -el rubio bajó la mano y suspiro mientras emitía una pequeña sonrisa- ...De hecho, ahora mismo no se que hacer. Solo se que eres lo único que me importa en la vida y que...te quiero, Ginny.
Se hizo un silencio; a Ginny se le escapaban las lágrimas y Draco esperaba que ella hiciera o dijera algo.
-Yo...yo no...No se que decir... -dijo al fin la pelirroja entre sollozos-.
El rubio esbozó media sonrisa y le quitó las lágrimas a la chica.
-No hace falta que digas nada, ya me siento bien por habértelo dicho todo...y porque no me hayas pegado una bofetada o algo así -Ginny sonrió- ...Me basta con que hayas dejado de llorar y sonrías como antes...ahora será mejor que nos vayamos o...
La chica agarró el cuello del rubio y le besó como si le fuera la vida en ello. Los dos sintieron como el resto del mundo dejaba de existir y como lo que habían anhelado desde hace días se hacía realidad. La felicidad que sentían era inmensa, ni la lluvia les estropearía ese momento.
La pelirroja se separo y cogió la cara de Draco entre sus manos, mientras sus frentes se tocaban.
-Te quiero. -susurró, el chico correspondió con una sonrisa-.
-Ven; voy a llevarte a un sitio. -cogió la mano de Ginny y tiró de ella mientras corría.
-Draco, adónde vamos? -preguntó mientras reía y corría, arrastrada por el joven-.
-Es una sorpresa! -contestó el sonriente-.
Ella paró, cansada de tanto correr.
-Está lloviendo a mares, Draco. Y estoy cansada, porqué no me enseñas la sorpresa otro día?
-Tan cansada estás? -la joven pelirroja asintió- Sube! Te llevo a caballito!
-Qué dices! Estás loco! -pero él ya la había cogido- Draco, nos caeremos!
-No! Llegaremos enseguida! -el chico corrió con la pelirroja cargada a la espalda mientras ésta se reía-.
Llegaron a un edificio muy alto y aparentemente lujoso. Encima de la puerta se leía en letras doradas: "Donald Trump Building". (N/a: Es cierto, no m lo invento, el edificio existe; lo he visto yo).
-Qué hacemos aquí? -preguntó ella extrañada, bajándose al suelo-.
-Ya lo verás. -el rubio se dirigió a la puerta del edificio con Ginny. Allí se encontraba un hombre vestido de uniforme- Buenas, Anthony. Cómo le va?
El rubio estrechó la mano del hombre con una sonrisa.
-No le esperaba en NY, Sr. Malfoy. Qué le trae por aquí? Trabajo?
-No solo trabajo, Anthony. Le presento a Ginevra Weasley, mi...
Draco miró a la chica antes de hablar, ella parecía saber que quería decirla. Se volvió para mirar al hombre.
-Novia -completó la frase Ginny- Encantada.
-Igualmente -contestó Anthony cortésmente- tiene una novia preciosa, Sr. Malfoy.
-Lo sé. -él la miró con dulzura y la pelirroja adquirió, en sus mejillas, un tono rojizo parecido al de su cabello- Vamos a estar unos días aquí y quiero mostrarla toda la ciudad, empezando por mi apartamento.
-Que lo pasen bien, ha sido un placer, Srta.
-Gracias. -contestaron a la vez-.
Entraron en el edificio. El hall era alucinante, mucho más grande y elegante que el del hotel. Ginny se sentía algo abrumada entre tanto lujo.
Se metieron en el ascensor y Draco pulsó el botón del último piso.
-Te va a encantar. -dijo sonriendo a la vez que la rodeaba la cintura con los brazos y la besaba el cuello suavemente-.
Cuando llegaron al último piso el rubio sacó la llave de una puerta y la abrió, dejando pasar a la pelirroja primero. La chica casi se cae de espaldas cuando vio el asombroso ático. La casa parecía totalmente nueva; con muebles preciosos y un gran decorado.
-Dios mío! Es increíble! Draco, esto es tuyo?
-Si, me lo regaló mi madre al cumplir 20 años, nunca le he dado mucho uso, solo me hospedo aquí cuando la situación lo requiere...
-Cómo que cuando la situación lo requiere?
-Da igual. Lo único que importa es que me quieres, yo te quiero y que tenemos este apartamento para nosotros solos. -Ginny sonrió al ver como le cogía por la cintura y le susurraba al oído-.
Ella le siguió el juego con una pequeña sonrisita pícara en sus labios. Todo iba bien para los dos hasta que Ginny se apartó de Draco repentinamente.
-Qué ocurre? -preguntó el rubio sin entender la reacción de la chica-.
-Quiero saber si haces todo esto sólo para acostarte conmigo... -contestó, tras un breve silencio, con la voz clara-.
-Por qué dices eso?
-Por favor, Draco. Los dos sabemos que te gusta ir de mujer en mujer, sin ningún tipo de compromiso. No veo por qué iba a ser yo la excepción...
-Porque eres la única mujer por la que he sentido algo así; las demás fueron simple atracción o algún reto, pero tú me importas de verdad. No quiero que pienses que sólo me aprovecharé de ti, porque no es cierto. Sino no te habría dicho todo eso en el parque. Jamás había hecho algo parecido... -el chico la miró a los ojos- ...créeme; se que es difícil, pero estoy hablando en serio; te quiero, pelirroja.
Ginny le dedicó una sonrisa dulce y le besó en los labios lentamente.
-Para no haberte declarado nunca, se te da muy bien... -bromeó la chica-.
-Lo sé; He estado practicando... -la pelirroja rió ante el comentario-.
-En serio? -el asintió con una sonrisa- ...bueno,...por dónde íbamos?...Ah! Ya me acuerdo...
Le agarró de la ropa y le beso apasionadamente. El rubio cogió a la chica y la depositó con cuidado en la cama.
El manto de la noche iba cubriendo a NY, todas las luces de la maravillosa ciudad iban apareciendo y los dos jóvenes pasaron una noche inolvidable para ambos.
Mientras tanto...
-Ha desaparecido; Ni siquiera está en el apartamento de Weasley...
La silueta de una mujer se definía entre las sombras de la cámara, sólo la luz de la luna que entraba por la ventana permitía ver algo.
-Le he buscado por todas partes! -volvió a decir la mujer con impaciencia- Empiezo a cansarme, y lo sabes.
-Tranquila, querida Bellatrix. -dijo otra voz, esta vez masculina-.
De entre la oscuridad de la habitación salió un rubio desmejorado por la edad y el cansancio. Sus ojos eran fríos y carecían de sentimiento alguno.
-No te impacientes. -añadió el hombre- Él tiene el anillo; Le encontraremos.
-Cómo sabes que tiene el anillo consigo? -preguntó Bellatrix con desconfianza-.
El hombre guardó silencio y miró por la ventana con una media sonrisa.
-Conozco a mi hijo más de lo que tú te crees...
Y aSta Aki El 7º cAp! Se k E tArdao mUxo...SorrY...SperO no TardAr TanTo Pa l PRoximO...
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