Los personajes no me pertenecen!
Despues de un largo tiempo en ultratumba vengo y publico lo que resulta ser el final de la historia. Bueno espero que les guste.
¡REVIEWS!
Aoshi había tenido que asistir a una reunión importante fuera de la ciudad y Tomoyo le había propuesto cuidar a Misao con gusto durante su ausencia. En uno de aquellos días la madre de Tomoyo le fue a hacer una visita sorpresa y al verla con la niña quiso una explicación.
- ¡Tiene una hija! – replicó su madre enojada
- Si, y a mi no me importa ¿Por qué debe molestarte a ti? – le pregunto Tomoyo perdiendo la paciencia
- Querida, es que no creo que sea el indicado
- Es que nada madre, yo le amo…
- Tomoyo
- … y la voy a cuidar…
- ¡Tomoyo!
- Él no tiene quien la cuide
- De seguro por eso quiere estar contigo, busca una madre sustituta - murmuro Sonomi
- Madre si vas a seguir con esto por favor vete
- ¿Me estas echando?
- Entiende que tus comentarios me molestan
- Bien, me marcho- dijo Sonomi, y en un murmullo – ya veras, te demostrare que él no es para ti.
Sonomi desplegó una intensa búsqueda acerca del pasado de Aoshi Shinomori, ya que no iba a dejar que ningun hombre arruinara la vida de su única y nada hija, y lo que encontró la dejo tanto con la boca abierta como satisfecha. Aquella información no se debía quedar en sus manos. Tan pronto como pudo fue a casa de Tomoyo, quien todavía estaba con la niña.
- ¿Se puede saber cuando regresa?- pegunto Sonomi después de saludar afectuosamente a su hija
- Mañana ¿Y ese repentino interés?
- Bien, porque tengo algo que te va a sorprender.
- A ver – Sonomi le paso el paquete de papeles y con gusto maquiavélico vio como el hermoso rostro de su hija se ponía pálido - ¿De dónde sacaste esto?
- De una fuente segura de información. ¿No te lo había dicho? – Tomoyo negó con la cabeza
- Debe ser una mentira –
- No, no lo es querida
Sonomi se fue poco después. Tomoyo estaba descorazonada. ¿Ese era su Aoshi? ¿Cómo podía ser el mismo? Solo le quedaba esperar hasta mañana.
Sábado. Aoshi llegó a media mañana, pero la cara con que le recibió Tomoyo lo paro en seco.
- ¿Pasa algo?- le peguntó
- Conseguí esto –dijo pasándole los archivos. Aoshi solo los miro por segundos – Dime ¿es eso verdad?
- Es cierto. Fui miembro del grupo Oniwabanshu (banda criminal organizada), yo hice cosas, mate personas, pero no es lo que soy ahora.
- ¡¿Cuándo me lo pensabas decir! – gritó Tomoyo dejando a un lado su habitual tranquilidad
- Yo no se como responderte a esa pregunta –admitió Aoshi. Tomoyo se quedo viéndolo- no es algo en lo que suelo pensar a menudo.
- Misao esta despierta, de seguro te extraña –dijo con un tono neutro, pero que dejaba claro que no era bien recibido
- Muchas gracias
Hacía ya 2 meses desde que ellos no se veían. No porque él no quisiera verla, pero ella parecía no querer verle. No sabía porque su pasado le había molestado tanto. Ya él no era aquello. Tal vez sería porque no salió de sus labios. El caso es que se dio cuanta que sentía algo muy profundo por aquella mujer. Demasiado. La necesitaba a su lado. Quería que fuera suya y estuviera a su lado.
Era un día nublado y tormentoso. Y ya era tarde en la noche. Tomoyo se había quedado en la oficina terminando la nueva línea de ropa. Por lo menos el trabajo la cansaba lo suficiente para no tener que oír a su conciencia. Ella quería al hombre, con todo e hija. Pero no sabía porque se había ofendido tanto. No sabia que hacer.
Bajó al parqueo de la oficina y recordó que su auto estaba en el taller mecánico. Tendría que caminar. Su casa estaba lejos pero quería pasar por una tienda antes de ir allá. Llovía copiosamente. Había estado tan distraída los últimos días que no había notado que de lejos la seguían. La lluvia aumento. Oyó los pasos tras ella pero pensó que era algún peatón.
Lo que siguió fue algo confuso. El hombre tras ella le tomo de brazos a la fuerza y a punta de un arma, un auto que pasaba cerca los mojó a ambos y otro que venia detrás abrió la puerta y aun en movimiento el hombre con ella se montaron. La estaban secuestrando.
Aoshi estaba cerrando un contrato con un cliente cuando por fin terminó de trabajar. Era tarde ya y William le había hecho el favor de recoger a Misao por él. La lluvia estaba copiosa. Apenas podía ver. Una mujer con un paraguas caminaba en la otra acera, después del semáforo. Paso justo a su lado empapándola justo para ver que era Tomoyo y al ver por el retrovisor que la estaban secuestrando.
El auto acelero y él los siguió, después de todo había sido un espía y sabía como hacerse no notar. El corazón le latía rápidamente. Se habían detenido en un edificio viejo en las afueras de la ciudad. No portaba armas (Aoshi) así que utilizaría lo que encontrara.
Entrar y deshacerse de los obstáculos fue ridículamente fácil a pesar de no estar en forma. El problema fue cuando alcanzó al sujeto que tenía a Tomoyo, la cual había sido amordazada y le habían cubierto los ojos. Él le amenaza con matarla si no se estaba quieto. Aoshi estaba allí parado y el sujeto a pocos metros de él con un arma cargada y Tomoyo.
Todo sucedió rápido. Tomoyo oyó varios disparos alguien caer y ella tirada en el suelo. Sentía que algo le había pasado quemando por uno de sus brazos. Había oído la voz de Aoshi cerca. Esperaba que no estuviera herido. Alguien le quitaba las sogas y el vendaje de los ojos. Allí frente a ella estaba Aoshi. No se daba cuenta que estaba temblando y lloraba. Él le quito la mordaza. Ella se le arrojó llorando.
Cuando dejaron de abrazarse ella notó una herida en un antebrazo de él y una quemada de una bala que paso cerca en su hombro.
- Deberíamos ir a un medico – dijo.
- No es nada –le respondió él. Pero igual estuvieron en la emergencia de un hospital cercano por un par de horas
Él la llevo a su casa. Estaban frente a la puerta. Ella le miró a los ojos, y vio en los de él el mismo fuego que ardía dentro de ella. Le invitó a entrar. Después de un par de besos y caricias se fueron a la habitación de ella. En la sala un celular timbraba pero ninguno se enteró.
- ¿Qué horas son estas para venir a buscar a tu hija? – fue el saludo con que William le recibió
- Disculpa, sintió no haberte llamado…
- ¿Qué te paso? – le pregunto al ver el brazo vendado
- A Tomoyo la secuestraron… - y le terminó de contar toda la historia hasta que la dejo en la casa.
- Aja, y creerás que creeré que no paso nada después ¿Eh? – dijo con tono pícaro. – si no es así, te lo perdono
- Gracias por cuidar a Misao
- No hay ningún problema
A las pocas semanas Aoshi le pido matrimonio a Tomoyo (¿para que esperar más?) y la boda, bastante suntuosa, se dio seis meses después para pesar de Sonomi.
Estaban en la plaza. Aoshi esta tras la cámara de video y filmaba a Misao, en su segundo cumpleaños junto a Tomoyo, que estaba esperando su segunda hija.
No soy muy buena haciendo finales pero please: Reviews!
junio/12: Por fin cambie el final de este fic, nunca me gustó como le deje. Al final no cambia la historia :)
