Sparkling Dark
por Kao-chan
-(Shounen ai, UA)- Él es normal, justo como los demás chicos del internado... pero él es raro. Su vida es un asco. Hasta que no descubre un secreto oscuro que el internado esconde y empieza a notar cosas extrañas en el ambiente y varias muertes... "¿Esto en sus labios es... sangre?" Fic con dedicatorias! n.n
Advertencias: Shounen (yo, kite kure! Ningen nante...! XD) ai y tal vez Yaoi..., (parejas sin especificar! xD), OOC temporal, matanza, pactos al diablo, vampiros, punzante humor negro xD? Magia negra o.o? --- esteemm--- no sé xD! Ya lo verán ustedes! XD Ah, y... no es algo como Harry Potter! U.U...no! Entonces sería una plagiadora... ó una muy mala escritora de fan fics! XD (... 6.6U' estem... coughhhhh! ./. blush...) sin comentarios! XD
Bien! dedicatorias especiales! n.n: Hanna-inu-chan xDD, Miaru-chan, Shooting Star Natalie, Shadowmew, Oro Makoto Hayama, (que ya debió entrar a la prepa... 6.6) y Meimi Hirata LASS (esas personas en las que pensé cuando hacía mi fic n.n)
Disclaimer: No sé como le hacen para hacer cada ver los disclaimers más imaginativos! ò.ó... cada fic nuevo que veo, observo un disclaimer más sorprendente que el anterior! xD AHORA: Naruto es completamente mío! MÍO! Y Sasuke es mío también! Y GAARA Y HAKU! (aunque ambos... spoiler... spoiler) y Masashi Kishimoto también es míoo! WAJAJAJA! Y el Universo 6.6 también...!
Sin nada más que decir, disfruten el fic, la vida, amor, paz, yaoi y CEST LA VIE!
Capítulo Uno: Molinos en el horizonte (Skylines and Turnstiles)
Realmente no le importaba, el estúpido internado no iba a prohibirle nada de lo que él disfrutara.
Y si los problemas en su casa no podían ser opacados, le importaba menos, sus padres adoptivos se divorciaban y peleaban por su custodia; no podía amar más a uno que al otro.
Su cabeza daba vueltas, el oscuro tranvía que lo dirigía desde Konoha, "su hogar", hasta quién sabe dónde, se perdía entre las malezas del profundo y desolado bosque.
Tenía el estómago bastante revuelto y la ruidosa música de ambientación del transporte aumentaba su jaqueca y evitaba que pensara con claridad.
Tenía 14 años.
Tenía dos padres adoptivos.
Era un varón solitario y de una precoz madurez.
No creía en el romance.
Ni en la moda.
Era hiperactivo y tenía cierta forma... diferente... de pensar.
Su nombre era... Uzumaki Naruto.
Algo atrajo su atención, un muchacho castaño que abría la puerta y preguntaba si podía sentarse. Naruto simplemente asintió y perdió nuevamente la vista en la ventana. El muchacho vestía un traje formal oscuro y sobrio.
"¿Vas a un sepelio?" preguntó el rubio, distante y casual.
El otro muchacho rió sórdidamente, para luego contestarle.
"Sí, algo por el estilo..." ambos guardaron un silencio incómodo, Naruto mirando por la ventana, el otro mirando al rubio; pero la calma fue cortada repentinamente por la voz del castaño. "¿Eres nuevo, no es cierto?"
El ojiazul suspiró, musitando cansinamente "¿Es acaso tan notorio?"
"El traje de sepelio es nuestro uniforme"
"Ahhhh..."
"..."
"..."
"Mi nombre es Inuzuka Kiba, tengo dieciséis años"
"Uzumaki Naruto... y tengo catorce"
Y hasta entonces el rubio giró su cabeza hacia el otro y le tendió una mano, sonriendo a medias. El otro también iluminó su rostro, mostrando ambos caninos prominentes en una escalofriante sonrisa.
"Me agradas" ladró Kiba, agitando enérgicamente la pequeña mano de Naruto, en comparación a la suya.
Y entonces Naruto sonrió también de forma completa, como respondiéndole un "Igualmente".
Después de dos horas de risas y carcajadas, algunos chistes sobre los defectos de las personas, la muerte y contando lo desagradables que eran sus vidas; callaron, advirtiendo algunas luces refulgentes provenientes del oscuro cielo nocturno y los sonidos estrepitosos de una madrugada tormentosa.
"Tengo miedo" exhaló Kiba, sereno, notando como unas ligeras gotas de lluvia empapaban el cristal mohoso del antiguo tranvía. Su semblante se había tornando serio y según la opinión de Naruto, las palabras no concordaban con la actitud del muchacho.
"¿Eh?" la primera actitud que pensó tomar fue una de burla, pensó en reírse de los banales temores de su nuevo amigo hacia la oscuridad y un poco de lluvia, pero se detuvo al notar que se sentaba a su lado y se acurrucaba entre sus brazos, como un cachorrito desamparado. "¿Ki-Kiba?" preguntó nervioso, tratando de apaciguarlo. Pero éste se asió aún más a su brazo, intentando ocultarse.
"¡Está maldito!" murmuró algo desesperado, después de un embarazoso sigilo. "¡Siempre ocurre lo mismo y lo único que hacen es taparles la boca con dinero!... ¡Ellos saben a quién atacar!... ¡Saben como borrarles la memoria!". Naruto guardó silencio esperando otra palabra de su compañero, el cual enmudeció conteniendo la respiración.
Unos pasos resonaron por el corredor, alguien huía desesperado. Se escuchaba su aliento agitado. El rubio juró sentir su punzante terror y agonía. El pecho se le comprimió y su corazón comenzó a latir rápidamente por la adrenalina. Se aferró a Kiba a su vez y cerró los ojos. El tranvía se detuvo. Todo ocurrió tan rápido que casi consideró que todo aquello fue un sueño.
En menos de lo que pensó, el vagón comenzó la marcha nuevamente y abrió los ojos. El cielo nocturno estaba nítido y rebosante de estrellas, él estaba solo, se encontraba en la misma posición que al principio, con el mentón recargado en una mano y mirando hacia la ventana. La puerta se abrió suavemente y el corazón le dio un vuelco.
Un muchacho castaño algo mayor que él estaba en la puerta y sin recato ni amabilidad preguntó serio:
"Disculpa, ya no hay lugar... ¿me puedo sentar aquí contigo?"
Él asintió con la cabeza, lacónico y miró nuevamente a la ventana. Como por instinto y una extraña sensación de que tenía la responsabilidad de hacerlo, preguntó:
"¿Vas a un sepelio?"
"Sí, algo por el estilo..." el otro replicó, a continuación de una risita nerviosa. La sensación de 'deja vú' que distinguió Naruto lo hizo sentirse confundido, y frunció el ceño, ensimismado; pero una pregunta del otro muchacho le cortó los pensamientos "¿Eres nuevo, no es cierto?". Suspiró, como resolviendo que era una ridiculez y cuchicheó con un tono macilento:
"¿Es acaso tan notorio?"
Después de unas horas, Kiba, (como dijo llamarse el castaño) se encontraba a su lado, mostrándole fotos de todos los perros que presumía tener.
"Mi familia es reconocida por la crianza de perros con pedigree y altas razas... me gustan los perros..."
"Ya lo noté..." Naruto rió pero enmudeció, al ser golpeado en la cabeza por su compañero. Se sintió enojado, pero después de ver el rostro amedrentado de Kiba, solamente atinó a preguntar: "Ouchh ¿cuál es tu problema, idiota?"
"Está disminuyendo la marcha... ¡Ya estamos llegando!" expresó preocupado.
"¿Y eso qué tiene que ver con que me hayas golpeado?" el moreno abandonó su asiento y agitó la cabeza, mientras que lo abandonaba.
"Si ríes sabrán rápidamente que eres nuevo... aquí nadie ríe... si alguien te pregunta, eres foráneo..." Naruto asintió intranquilo, tratando de creer en todo lo que el Inuzuka le decía. Todo parecía extraño, alguna parte de su mente le apuntaba que la situación era un absurdo. Después de casi quince minutos de pie, el tren detuvo completamente el paso y la ansiedad lo dominó.
Un escalofrío cruzó su espalda.
Salió, observando los rostros de todos lo demás que serían sus compañeros. Eran más o menos las dos ó tres de la madrugada. Quiso llorar, quiso regresar a Konoha, pero una mano en su hombro lo tranquilizó y se tornó para ver quién era; sintió la misma aura de Kiba, pero al volverse notó que era otra persona.
"¿Nombre, edad?" un adulto joven de ojos blancos lo observaba jactanciosamente y con las cejas alzadas. Él no perdió el valor y le respondió seguro, aún y cuando estuviera a punto de desfallecer.
"Uzumaki Naruto, 14..." su voz fue suave, pero a la vez firme; lo que hizo al otro sonreír con prepotencia.
"Mmm... eres uno de los menores... ¿nuevo? No recuerdo haberte visto antes..." volvió a preguntar en el mismo tono, tratando de intimidarlo.
El ojiazul, sabiendo por donde iba la treta, mantuvo un rostro serio y concluyó la plática.
"Foráneo". El ojiblanco le apuntó con el dedo un pequeño grupo de cinco personas, al cuál no parecía que se fueran unir más.
Caminó lentamente hacia ellos, suspirando aliviado. Todos parecían mayores y cada uno de ellos era alguien serio, exceptuando un... una chica. Había un pelirrojo, un pelinegro, dos castaños (¿castaña?) y otro al cual no se le notaba el pelo porque estaba vendado de gran parte del cuerpo.
Se situó entre todos y esperó instrucciones. Cuando se hubieron formado en grupos de integrantes nuevos, antiguos y foráneos, empezaron a avanzar hacia unos camiones, que sin duda los conducirían a algún lugar no muy lejano.
En el vehículo los acomodaron por edad, él era el menor, seguido por el pelirrojo (que sentaron a su lado), luego la chica castaña con el pelinegro y los últimos dos. Se sintió muy mal, muy incómodo en su presencia, pasó saliva y observó las puntas de sus pies, perturbado.
Los ojos verdes del muchacho eran acompañados por unas grandes ojeras y parecía nunca parpadear. Se acercó a la ventana lo más que pudo e intentó de concentrarse en el paisaje. Un estremecimiento paseó por su espina dorsal al sentir la fijeza visual esmeralda del otro muchacho.
"¿Acaso tanto te atemorizo?" preguntó, con una profunda voz masculina. El rubio sonrió y se volvió, tratando de verle a los ojos.
Ambos se observaron en silencio unos minutos. Naruto se sonrojó por los ojos escrutadores de su compañero; parecían examinar su alma, parecían leer sus pensamientos; parecían conocerlo. Desvió la vista, no soportando la pesada mirada del otro.
"Sí te atemorizo" ultimó indiferente. Naruto abrió la boca, para disculparse, pero antes de eso, la castaña (que estaba tras de él) le rozó con delicadeza el hombro y le sonrió amablemente.
"Perdona" la hermosa muchacha castaña le tendió una ranita de felpa mal cosida "pero creo que esto es tuyo". Naruto no supo que hacer, tomarla y agradecérselo ó... decir que no era de su propiedad y de todos modos cogerla, aceptando el compromiso inexistente de devolvérsela a su dueño; (de todos modos Gamamaru-chan no había sido sino un regalo de la infancia de parte de su abuela... y aunque la llevara a todos lados en el bolsillo de su pantalón como amuleto de la suerte, siempre la rana se las arreglaba para resbalarse al exterior).
La chica, sabiendo la situación en que se encontraba se la escondió en el bolsillo y agregó "Creo que no es tuya, pero se la devolveré a su dueño" y después se volvió a sentar en su lugar. "Ah, por cierto... mi nombre es Haku"
"Yo me llamo..."
"¿Uzumaki... Naruto?"
"Estee.. ¿cómo lo supiste?..."
"Jeh, un pequeño truco que se llama 'Leer el gafete'"
"Pero yo no traigo gafete..."
"Ahhh... Es un secreto de familia..."
"Jajajaja..." ante la risa silenciosa y casi reprimida del rubio, los muchachos restantes se asilenciaron. Haku dilató los ojos para bajar la cabeza y el pelirrojo lo miró sorprendido.
"Tu no eres foráneo..." musitó, aún sin mostrar expresión alguna y todos se detuvieron helando el ambiente.
"No puede ser..." Haku se mordió el labio y consecutivamente se pasó la mano por el cabello. "¿Cómo es que te colaste con nosotros?... ¡Eso es grave!"
Naruto sintió todos los vellitos de la nuca erizársele y el típico temblor de piernas que uno siento al temerle a algo desconocido.
"Un amigo me lo dijo... ¡No pensé que fuera tan grave!"
"¿Amigo?" el pelirrojo lo observó con los ojos entornados "¿Cuál era su nombre?"
"Ki-ki-kiba... pero... él..." y después de esto, la castaña se tocó la cabeza.
"Caza-fantasmas..." suspiró, casi temblando.
"¿Qué sucede?" Naruto no pudo suprimir la pregunta, todo era tan extraño, los foráneos eran demasiado extraños.
El pelirrojo bajó la vista y seguidamente, se rascó la nuca. Volteó su cabeza hacia atrás mirando al muchacho junto a Haku. Éste miró a Naruto, luego al pelirrojo. "¿Qué te dijo ese amigo tuyo?" preguntó.
"Nada realmente..."
"Imbécil" susurró enojado. "Ah, por cierto... mi nombre es Kankurou... y él es mi hermano..."
"Gaara..."
"Mucho gusto en conocerlos..."
"Naruto Uzumaki si viniste aquí y llegaste con nosotros, hay algo que Kiba-san debió haber visto en ti" Haku explicó "Cuando llegues te darás cuenta de que algo sucede en ése lugar..."
"Hemos hecho estudios y no podemos detectar nada... no hay un sólo intruso... no hay actividad paranormal..." Kankurou se detuvo y seguidamente bajó la voz.
"Eso significa que..." el rubio no comprendió completamente, había algo que no concordaba.
"El instituto está maldito..." Gaara espetó, observando como los ojos del rubio se llenaban de lágrimas y sus brazos se contraían junto a su pecho.
Continuará!
Oh, bien no estoy muy segura si continuará u.u son de ésos días que me dan mis arranques y ando deprimida (y de weba 6.6 ah, como yo casi ni soy webona)... me puse a escuchar My Chemical Romance (creo que es punk u.u) "Skylines and Turnstiles" y "Vampires Will never Hurt You" y de ahí. Una trama muy poco original, mi cerebro está estupidizado por ver todas las vacaciones anime barato y escuchar bandas que no valen un churro en EXA TV (el canal más asqueroso y que odio X.X). ¡Así sin más un saludo y despedida calurosos!
Sería un buen detalle un review... aunque sea pequeñito U.U... tengan compasión ando depre... X.X!
Con cariño, y siempre viendo a ver cuando ó donde enloquece...
Kao-chan n.n
(Se va escuchando Mr. Brightside y Somebody Told Me)
