UNA CITA TERRIBLE… NO TAN TERRIBLE

Lectores! Aquí mi nuevo capi! Espero que lo disfruten y que recuerden de que se trataba el capitulo anterior, por que lo corte justo a la mitad… lo admito, no soy buena para esto, pero como sea o.O. Jess: saludos, besos y abrasos nuña wapa!

Ambos chicos aparecieron al mismo tiempo en un moderno pub posmodernista, repleto de jóvenes magos y brujas, unos vestían elegantes y modernas túnicas, otros elegante y moderna ropa muggle común y corriente, despechugadas y suripantescas brujas atendían a los clientes cuando no orugeaban por la barra, lo que hacía tan popular aquel lugar, en cuanto apareció Sirius hubo un cambio radical en el lugar, mínimo una docena de personas se arremolino alrededor del sexy merodeador, de los cueles mas de la mitad eran chicas.

- Sirius, cariño, creíamos que no venías

- ¡amigo, que milagro! ¿Qué paso con las clases de historia?

- ya te extrañábamos guapísimo, ¿Dónde andabas escondido?

Amy se quedo echa un perchero en una esquina, ya recordaba por que odiaba tanto aquel lugar… individualmente de las orugeadoras suripantas, los borrachos y la vibra de hormonas corriendo por todo el lugar… por si fuera poco, Sirius se iba, se iba con gente mas interesante, divertida y con mas busto que ella, eso era lo que temía, hasta que una especie de luz se prendió dentro de ella, ¡no, nunca mas, se rehusaría a ser botada como un moquiento pañuelo de leproso, entonces vio como una chica tomaba a Sirius de la cintura y le decía acercándose tal ves un poco mas de lo que a Amy le hubiera perecido normal al rostro de SU merodeador por aquella noche.

- ¡Sirius! Mi merodeador favorito! ¿me invitas una copa guapo?

Uuuf, esa pulguienta zorra se va a enterar!

- ¡Sirius! – exclamo Amy empujando tres metros a la pobre chica de un cadejazo – creo que si te voy a aceptar una copa ahora, ¿vamos?

La gente se quedo viendo pasmada a la imponente morena, que arrastraba a Sirius a la barra.

- ¿Quién es esa morena? La han visto antes? – Amy había parecido llamar la atención de un atractivo chico que había visto toda le escena.

- no, creo que es nueva en la escuela, no la había visto nunca…

Al otro lado del pub

- de acuerdo, ¿Qué quieres Tompson? – Pregunto Sirius a Amy, que no tenía idea de lo que servían en ese lugar y no tenía idea de ninguna clase de tragos en general…

- eeeeh, ¿Qué tienen sin alcohol? - la camarera casi se atraganta con el palillo que tenía en la boca

- ¿discúlpame, cariño?

- eeeh, esto, ¿Por qué no pides por mi Sirius? Yo no vengo aquí muy seguido jeje

- dos wiskeys de fuego, por favor Wendy, pero de 1687 para adelante, las generaciones posteriores no son tan buenas – dijo viendo maliciosamente a Amy – dobles por favor.

- enseguida Sirius- dijo y desaprecio tras la barra

- ¿esta bien, Tompson?

- eeh, hum, creo que si – chilló Amy aturdida, en ese momento apareció un grupo de chicas.

- ¡Siriusin, cariño, ¿con quien bienes? – preguntó intensamente una de ellas plantándole un beso en cada mejilla.

- Cris, ella es Ale Tompson, una compañera de la escuela – respondió el oji-gris presentándolas, Amy intento reprimir una mueca de indignación al escuchar su falso nombre.

- ¡Hola, encantada! Soy Christine Angus, eres de Hogwarts ¿no? ¿de que casa?

- sus tragos – interrumpió la camarera poniéndolos sobre la mesa.

- eeh, de Griffindor

- ¡genial! Yo era una Huffie, aquí mi amiga Trish era Slithering y Carrie era Griffindor como tu, como ves somos muy internacionales… oye ¿es eso un wiskey de fuego doble? ¡Niña, que valór! – chilló la simpática ex alumna señalando pasmada su trago – mi prima le basto con uno para ver gnomos bailarines, pero bueno, tu sabrás lo que haces ¿verdad? Jaja.

- oye, ¿conoces a Ian Marsh? – le pregunto una de las chicas, Amy recordó el consejo que le había dado Lily la noche pasada, no, no lo conocía, pero ¿Qué mas daba?

- eeh, si, claro, parace un… eeh… mapache – respondió poniendo una dizque actitud de "soy interesante y por eso todo me aburre".

- es mi hermano

Amy se atraganto con el trago que estaba intentando probar.

- jajajaja, era broma! Deberías ver tu cara, jajaja!

La afligida fingió de mala gana una risa y se tomó de un trago el caballito de wiskey como había visto en algunas películas, era lo mismo meterse una barita hasta la garganta y decir un hechizo de fuego, pero, como una macha no dijo ni pio, por afuera se veía normal, pero por adentro se retorcía en agonía y se mordía la lengua lo mas fuerte que podía, todos la veían boquiabiertos, Sirius no podía creérselo, y la pobre chica hacía un esfuerzo sobre humano por no tirarse a chillar.

- fiu, te tomaste de un trago un wiskey doble de fuego! Y ni hiciste ningún gesto! Has escuchado de las rondes triples de wiskey? Mira, son mas comunes de lo que crees, la casa pone 10 de estos, y entre dos personas ven si se pueden tomar 5 cada una, el primero que se rinde paga los tragos y si los dos se los terminan la casa invita, claro, casi nadie se los termina, ¿te gustaría echarte uno con Trish? Es muy buena, pero tu… - la chica soltó un silbido de aprobación.

Amy entendió lo suficiente como para saber que le estaban ofreciendo 5 bichos mas de esos, dudó un poco, vio a Chris, después a Trish que le sonreía para animarla, después a Sirius, después el caballito vacío de wiskey y después de nuevo a Sirius, ¿Qué demonios, ¿Qué no estaba allí para divertirse?.

- si, ¿Por qué no? – yo te dire por que no idiota, tomate uno de estos mas y renuncio, Tu conciencia, tu cerebro, tu estomago y tu sentido común, así que piénsatelo mejor Amy Emilane Yamal Tomps…

- ¿enserio? ¡genial! – Chris se subió a una mesa y, agitando los brazos grito a toda alma oyente - ¡AQUÍ MIS AMIGAS SE VAN A ECHAR UNA RONDA DE WISKEY DE FUEGO DOBLE! – lo próximo de lo que Amy se entero fue de que estaba rodeada de personas, muchas personas, sentada en una mesa frente a la dichosa chica Trish, con 10 caballitos repletos de ardiente liquido alcohólico, como diciendole "con nosotros te vas a enterar morenita… ¡¡MUAJAJAJAJA!" entonces le entro el pánico, busco a Sirius con la mirada, que intentaba acercarse a ella pasando entre la arremolinada multitud, no pudo oírlo, pero pudo leer sus labios: "¿¡que estas haciendo?", Amy solo se encogió de hombros, en realidad no lo sabía, y no podía detenerse a pensar es ello, el ruido la aturdía mas de lo que ya estaba

- 10 a Trish

- 5 a la morena

- 15 a que alguna termina en el hospital

- 10 a la Griffin

- ¿Qué estas haciendo? – la voz de Sirius retumbo en su oído – vas a salir arrastrándote Tompson, te lo digo yo - la chica no respondió, no se le venía nada a la mente.

- empiezas – le dijo la chica Chris al oído, no quedaba otro remedio, tomo el enorme trago de ese repugnante elixir y sintió de nuevo ese horrible ardor en la garganta, intento disimularlo, pero no pudo evitar toser un poco… nada mal para ser su primera ves, la gente aplaudió emocionada ahora era el turno de Trish, que le dio el enorme trago, serró los ojos fuertemente hasta que se pasó el efecto y se incorporo, hubo mas aplausos, su turno de nuevo, afortunadamente, los llamativos y brillantes colores que resplandecían a su alrededor ayudaron a distraer el fuego que corría por su garganta, mas aplausos, los primeros dos fueron fáciles, pero el tercero…

- cuajjj caj, cof cof – Amy sentía como si le estuvieran zacateado con un estropajo su pobre garganta chamuscada, alguien le dio un par de palmadas en la espalda y le ofreció un baso de agua, el cual se termino de un trago, era un apuesto chico que, si no le fallaba su aturdida memoria, era un chico de séptimo de Ravenclow que se llamaba Malcom Terrens.

- ¡animo, Ale ¿no? – Amy estaba tan aturdida que no pudo responderle: "Amy, imbécil" - si te anima un poco, te aposte 5 galeones guapa, de todas maneras yo creo que Trish ya tocó fondo – cuando Amy volteo, vio, en lugar de la cabeza de la chica, sus dos piernas, el resto ya estaba debajo de la mesa, ella estuvo a fa de correr la misma suerte, pero el apuesto chico la ayudo a incorporarse. – mis 5 galeones, los quiero de vuelta Ale.

La niña hubiera respondido algo si no hubiera estado que ya estaba que veía enanitos verdes, elefantes rosas y Sirius feos (eso si ya esa horrible 0.o´), tomo el ultimo trago, no sabía cual de los 3 tomarse, así que se decidió por el del centro y se lo tomó de un trago… falló por como un metro de su cara mínimo, el contenido del real fue a estrellarse a la cara de Sirius.

- ¡uuuupsis! – dijo tomando el otro caballito, afortunadamente ese si dio en el blanco, se lo tomo de un trago y se fue para atrás, había ganado, no sabía si estaba mas feliz que borracha, estaba en los brazos de Sirius, que la agarraba para que no se fuera de morros al suelo, había ganado mucho dinero y tenía una excusa para comportarse como descerebrada el resto de la noche, los gnomos saltarines parecían estar pasándoselo muy bien.

- ¡me vas a dejar verde Tompson! – chilló Sirius poniéndola de pie.

- ¿verdde? ¿Por qué no rossa o azzul o morabo o rossa? Tu hablas musho siri-boy, vamos a bailar – chillo agarrándolo del cuello de la camisa y arrastrándolo a la abarrotada pista de baile, "ponte pagadita a el chico black y muévete como un espagueti remojado ¿Qué carazos significaba eso?" El espagueti remojado sabía horrible, a nadie le gustaba, mejor intentaba imitar a laguna de las strippers que bailaban en la barra, lo peor era que le salía muy bien a la chica, no tardo mucho en que la gente volteara a ver a la extravagante y misteriosa chica nueva, que usaba de tubo de table dance a un aturdido Sirius que no sabía como actuar ante esa situación, ¡que sabor! ¡que ritmo! Esa chica era definitivamente el alma de las fiestas, ¿han escuchado de los talentos que uno descubre estando borracho? Pues Amy había descubierto el suyo: hablaba con todo el mundo, bromeaba, se reía hasta caerse al suelo y la gente se reía con ella, bailaba como alguna de las bailarinas exóticas del pub y dejaba a todos con la boca abierta, era ingeniosa, extrovertida, divertida, intensa, sexy… en pocas palabras, era el sueño de todo hombre, así pasaron las horas, y, poco a poco, el pub fue quedando vacío, no era de los que permanecían abiertos hasta las 8 de la mañana, pero, si se zamparon sus buenas 6 horas de peda y fiesta, a las 4 ya solo quedaban Trish, Carrie, Chris, Amy, Sirius y otras cuantas pocas personas, la mayoría de las cuales eran borrachitos dormidos en las barras con botellas de alcohol barato, el resto de las personas, o se habían ido a casa a dormir o se habían ido a otros lugares con mas ambiente a esas horas de la mañana. Los protagonistas de la historia habían tenido unos buenos ratos platicando juntos…

- ¿y ustedess nunca vieron Pokemón? ¿pero que digoo? ¡claro que no! pues deberían ver al bisho ese de Picashu, es como un ornitorrinco amarillo, pero ssin la cola, el pico las aletas y el peloo… o pensándolo bien no era como un ornitorrincoo, era cono una rata mugrienta ammarilla, pero sin lo mugrienta… ahh los tiempos aquellos de Pokemón… - chilló Amy nostálgica.

- yo nunca vi Pokemón… pero una ves vi unoss cuentoss capituloss de una serie Muggle buenisima… han escushado hablar de los Pitufos… ese cabrón de Gargamel siempre andaba casando a esos pobres gnomillos… Dioss bendiga a Papa Pitifo… ¡salud Papa Pituffoo!

- ¡saludd! – chillaron Trish y Amy que, junto con Chris, de las cueles ninguna estaba muy bien del todo, Sirius por otro lado no parecía estar pasándosela tan bien.

- Tompson, ya me aburrí, deja ese baso de cuba y larguémonos – reprocho en merodeador con amargura, que, junto con la chica Carry (la única sobria del grupo) comían el maní de un mugriento plato.

,.-°°-., una hora después °-.,.-°

Amy tocó fondo y decidió que esa era una hora adecuada para irse con dignidad, de esa manera se despidió lo mas pomposamente que su ebrio cerebro le permitió de sus nuevas amigas.

- Shiriuss, tengo shueñito, ¿Por qué no nos vamos a domi? – era increíble como no se le había terminado de bajar lo que había tomado hace tantas horas, claro que había encontrado el tiempo para tomar una que otra copa para poder mantener fresco su divertido y mil veces mas interesante lado oscuro – shicass, yo creo que el galán y yo nos marshamoss, pero noss vemos la proxima vess que salgga… ¡ahsta nunca entonsses, shicass!

- ashta luego, adiós, noss vemos ToT!

Amy tomo a Sirius del cuello de la camisa y tiro de el hasta las chimeneas como un perrito de exhibición, el pobre merodeador se despidió como pudo de las chicas y detuvo a su ebria amiga antes de que intentara viajar por la peligrosa red flu.

- Tompson, no puedo dejar que viajes de esta manera, vas a terminar en solo tu borrachez sabe donde, nos vamos caminando.

- de que halass, shi puebo halbar perfpsectamentee – dijó empujando a Sirius con una mano - ¿Cómo she llambra la eshcuela?

- vas a terminar en Alaska niña, caminamos, para empezar no vas a ir a ningún lado con eso, no son polvos flu, es solo ceniza de cigarro que tomaste del cenicero de la mesa.

- bueno jjenio, ¿Qué shujieres entonshess?

- ¡que caminemos, Tompson, caminar! ¿te suena? – gritó exasperado el pobre merodeador.

- ¡ah, por favor tipíjo! ¡ssi no shaves ni donbe estamos!

- vengo todas las semanas Tompson ¡todos los viernes! – dijo al borde de la histeria tomando a la aturdida chica del brazo y arrastrándola hacia una puerta negra en una esquina del local, donde una agotada bruja atendía a un par de chicos que se cooperaban entre ellos para no caerse al piso.

- lugar – pregunto exhausta.

- callejjon Dia… Daggo…

- callejón Diangon, 1 galeon por persona por favor – refunfuño la bruja acariciándose la cien con impaciencia – aquí tienen la llave, por favor deposítenla en la canastilla antes de serrar la puerta – ¿A dónde Sirius? – preguntó la bruja ceñuda.

- Hogsmide, por favor Andy –pidió Sirius sacando un par de monedas del enorme saco de oro, plata y bronce que había ganado Amy atiborrándose de alcohol, después volteo a ver de reojo a Amy, que se tropezó con su propio tacón y se atacó de risas en el suelo – y de prisa, por favor.

La mujer que los atendía sacó un llavero repleto de decenas y mas decenas de llaves, de las cueles sacó solo una y se la entregó a Sirius.

- déjenla en la canastilla antes de serrar la puerta Sirius – repitió exhausta.

- ¿tuu vivess aquí?

- no Tompson, ella no vive aquí, déjala y larguémonos – chilló el merodeador tomándola de un brazo y arrastrándola hacia la misteriosa puerta negra, acto seguido: Sirius introduce la llave, abre la puerta y las alegres casas de Hogsmide aparecieron junto a ellos.

- ¡woa!... puess que mal que no vivesh aquí… porque sseríamos veshinas…

- si, me lo han dicho muchas veces – respondió la bruja apagada

- vamos Tompson ¡por favor! – chillo el agobiado tirando de la chica hasta pasarla del otro lado de la puerta.

- shin empujar galán! – chilló Amy dándole con su bolso en la mano. – es Zara la camisa, zoquete! – dijo señalando una etiqueta en el cuello de la camisa que decía "Suburbia", Sirius solo se cubrió la cara con las manos, podría parecer que estaba al borde de las lagrimas, pero debajo de sus manos reprimía enormes carcajadas.

Ambos emprendieron su viaje por el pintoresco pueblo que dormía pacíficamente en esos momentos.

- ¡MIRA SIRIUS! – gritó histérica Amy señalando unas sombras en algún rincón del pueblo.

- ¿QUE, QUE ES? – se sobresaltó el pobre hombre como si alguien los estuviera atacando.

- ¡la feria! – chilló excitada la niña Tompson señalando la recién establecida feria - ¡WEEE! – gritó mientras corría tambaleándose en dirección a un carrusel de dragones.

- ¡Tompson, espera! – le pidió Sirius corriendo tras de ella para evitar que se tirara de boca al empedrado suelo.

- no recueddo cuando fue la ultima vess que me subí a uno de estoss – chilló exitada Amy mientras se montaba a la brillante estatua de un dragón miniatura – ven Sirius! Hace cuanto que no te montabas a un bola de fuego chino en una feria a las 6:30 de la mañana!

- anda Tompson, baja de allí ahora mismo –ordeno el molesto merodeador extendiéndole una mano a la chica Tompson – ya es tarde ¡solo quiero dormir! ¿¡Por qué no me dejas dormir? – chilló exhausto el pobre moreno.

- mira – dijo seriamente Amy – si subes ahora con migo, solo un par de minutos, prometo irme inmediatamente a Hogwarts sin decir una palabra..

- Tompson, esto es ridículo…

- ¡solo un par de minutos! – insistió Amy haciendo pucheros, Sirius suspiro resignado, miro a ambos lados de la calle pera asegurarse que no hubiera testigos de la traición a su dignidad.

- de acuerdo – susurro amargamente mientras se subía junto con Amy en un dragón azul, Amy sonrió complacida – esto es entupido, ¿Por qué hacemos esto?

- por que es divertido tonto!

30 segundos después de silencio absoluto

-¿ya podemos irnos?

- ¿Por qué? Ves, ese es tu problema, nunca tomas las cosas con calma

- ¡siempre tomo las cosas con calma!

- si, claro, ¿Cuándo fue la ultima ves que simplemente te quedaste tranquilo y callado solo para relajarte?

-¿para que quería yo hacer algo como eso?

- ¿Qué para que, pfff, si no lo has intentado no espero que lo entiendas niño

-y por que no me lo explicas entonces, mujer – ambos se quedaron un momento en silencio, entonces Amy titubeo

- pues, es como… como... cuando en ves de salir de fiesta te quedas a comer palomitas y ver películas con tus amigos

- ¿películas?

- bueno, como cuando simplemente te quedas un viernes en la noche a hablar con los amigos y pasar un buen rato

- lo siento, nunca ha pasado

- bueno, como cuando, en ves de besar a una chica simplemente la quieres y la ves por un largo rato – cuando Amy termino de decir esto ambos quedaron otro momento en silencio, Sirius miraba tan profundamente a Amy que esta se empezó a sentir incomoda, la chica carraspeo – eso es tomar las cosas con calma. – hubo otro largo momento de silencio, Sirius no aparto la vista de Amy ni un segundo, se acerco un tanto a su rostro, rozando con uno de sus pulgares una de las mejillas de la chica, bajando hasta llegar a sus labios, la chica respiraba agitada.

- a mi no me gusta tomar las cosas con calma – Sirius nunca sabría que fue exactamente lo que le obligo a decir esto, ni a besar a una completa moca verde sentado sobre un hosicorto sueco diseñado para niños de 5 años a las 6:30 de la mañana pero así fue de todas maneras, fue algo fugas, sin lengua, ni caricias ni ninguna monería mas que un contacto de labios de tres segundos; después se puso de pie dispuesto a rise, pero una mano lo detuvo y lo obligo a darse la vuelta…

- a mi tampoco – el merodeador no pudo responder ni una palabra, pues la morena ya estaba sellando sus labios son un beso profundo, con lengua, caricias y la monería que se les ocurra ponerle, que duro mínimo el numero anterior elevado a la potencia cúbica, para cuando ambos se separaron estaban aturdidos, Amy se mordió los labios – es tarde – susurro al oído del merodeador – será mejor que me baya – Sirius no respondió, Amy simplemente se puso de pie y rodeo al chico Black en dirección al castillo, este no se movió hasta que sintió como la atrevida chica le agarraba el trasero sin ponerse ningún limite la muy descarada, entonces si dio un respingo tremendo… ¡era increíble estar borracha!

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E aquí mi 3er capi! Espero que les haya gustado! (cof cof a mi me gusto! ´) plis, espero Reviows!