Cap navideño
Faltaban pocos días para la navidad, cuando a Dita se le ocurrió, para no caer en tanto gastos de dinero, jugar al amigo secreto, recibiendo así todos regalo, a diferencia de años anteriores en que su cangrejo no recibía más que un carbón
Los doce decidieron participar en aquel juego, y reuniéndose en casa de Dita sortearían azarosamente a quien les correspondería como amigo secreto.
Todos los dorados llegaron con sus respectivas parejas, excepto Shaka, pues Ikki se había ido de vacaciones con sus amigos por un supuesto Stress (mentira, se estaba dando un revolcón quien sabe con quien ¬¬), en fin u-u, todos iban tranquilamente hasta que sintieron una fragancia a comida proveniente de la casa de Piscis, y se excusaron de comer con él diciendo que tenían cosas que hacer ¬¬ (que hipócritas, si en el fondo nadie quería enfermar de indigestión).
--Chicos, no me pueden hacer algo así. Les preparé comida a todos.
--Lo sentimos, pero de verdad tenemos que comprar algunos regalos atrasados- se excusaron Mu y Saga.
--Y yo...bueno tengo que ir a hipódromo- dijo Aldebarán
--Tu al hipódromo o-o, pero si ahí corren caballos no toros.
--Ggg te voy a trasquilar cabra de quinta- salió al asecho de Shura
--Calma, clama si no es para tanto, torito no te enojes- tomó un mantel rojo- ole, ole
--¡Ahora si te mato!
El resto les miraba entre risas, como Aldebarán agarrotaba a al capricorniano
--Chicos...no peleen, no peleen. Suplicaba Dita, quien veía peligrar algunos ornamentos invaluables de su hogar...mejor...–dijo finalmente Dita, tomando una pecera con unos papelillos- saquen un papel ¬¬ y dejen de romper mis cosas.
Gran parte de los dorados quedaron un tanto disconformes con el nombre que les había correspondido, pero debieron resignarse a ello, pues era un juego aleatorio y tendrían que aceptar a quien les había tocado, fuera de su agrado o no. Para evitar una incongruencia en la calidad de los regalos, fijaron un monto mínimo, y nadie podría hacer regalos de menor precio, ya que quedarían fuera del juego y no recibirían regalos.
A pesar de haberse comprometido a cumplir con llevar el regalo, la mayoría de los dorados olvidó comprarlo, por lo que media hora antes de la cena, compraron lo que creyeran conveniente y participó para su compañero.
--¿que le regalo¿que le regalo?- se decía Mu preocupado, dando vueltas de un lado a otro
--cualquier cosa, si lo que importa es la atención- le decía Saga sin saber que él era el amigo secreto de su pareja.
--¿te conformaras con cualquier cosa de parte de tu amigo secreto?
--Pero claro, si lo que menos importa es lo material...
--Tienes razón...
Mu se dirigió hacia la farmacia y compró un regalo que sabría le sería de utilidad a Saga. El sólo pensar que compartía parte de su vida con una persona a la que no le importaba el regalo que le hiciese le causaba ilusión y sabía que después de entregarle el regalo, fuera cual fuera, le recibiría con los brazos abiertos.
Por su parte, Aldebarán quien pasaba por casa de Shaka y ver la espiritualidad de este no dudó en ir a una tienda de esoterismo para hacerle su regalo, el cual era sencillo, pero a la vez sofisticado para su gusto.
Camus y Milo, cuando emprendían rumbo rápidamente a comparar los regalos se detuvieron en la casa de Death Mask, y viendo que no había nadie comenzaron a dar muestras explícitas de su amor, apoyados en uno de los pilares de la casa. Sin embargo, Milo detuvo el beso.
--¿qué pasa?- le preguntó su acompañante
--nada...es sólo que si esta casa no expidiera este olor tan desagradable...
--Mm, tienes razón- contestó sabiendo con ello cual sería su presente.
Después de una placentera cena, se anunció ya llegada del otro día, y con ello la apertura de los regalos. Dhoko de Libra, con inmensurables deseos de pronunciar su discurso, entretuvo durante una hora más a los dorados con sus celebres palabras.
Finalmente y con todos los caballeros con el rostro aglutinado a su plato, pues se habían quedado dormidos, despertaron soñolientamente para abrir sus regalos.
Gran parte de los dorados se encontraba con gran neura, a la expectación por ver los rostros de sus compañeros al ver los regalos que les hicieron.
Sin embargo al abrir los regalos los rostros de conmoción desaparecieron, para transformarse en unos de enfados.
--¿pero quién fue el tacaño que me regaló esto?- argüía Afrodita mostrando unas vitaminas para las plantas.
--No te quejes por mi regalos- disputaba Shaka- mira a mi la porquería que me han regalado. Inciensos, ja, para que quiero yo inciensos. Ya estoy harto de inciensos. Todo el día tengo su olor en mi casa, y me regalan esto- señalaba los tres inciensos; todos del mismo aroma.
--Pues por lo menos a ti te regalaron inciensos y no esto- dejó sobre la mesa un aerosol- ja, como si mi casa oliera mal. Que burla
--No seas mal agradecido- le contestaba Aldebarán- por lo menos a ti no te regalaron un acero para afilar los cuernos como a mi.
--Eso es demasiado en comparación a esta lima que me regalaron- dijo Milo
Tiene la suerte de poder darle utilidad. En cambio yo que voy a ser con un saca corchos ,ni siquiera bebo ¬¬
--Pues por lo menos es algo de valor- decía Saga- no como a mi que me regalaron unos algodones¿se dan cuenta? Algodones para taparme los oídos. Dioses que Burla
--Pero..yo pensé que te gustaría- habló con tono cabizbajo- en cambio a mi- se unió a la pelea- me regalaron unos palillos para tejer. Está bien que sea el caballero de la oveja¡pero eso no significa que yo de lana!
--Alguien quiere esto- ofreció unas revistas de "osas al destape", donde salían osas polares al desnudo- ¬¬ está bien que me guste el hielo, y que me haya topado muchas veces con estos animales, pero eso no significa que sea zoofilico y me gusten los animales- decía enfurecido.
--Chiquillos mal demonio- se quejaba Dhoko- cómo pudieron regalarme una crema para la piel reseca y rugosa.
Mientras discutían Dita se dio cuenta de que algunos de sus compañeros no discutían, por lo que desconcertado se acercó a ellos para preguntarles.
--Y a ustedes¿qué les regalaron?
--A mi una tarjeta musical- contestó Aioria.
--Unas muñequeras..supongo que con eso basta-dijo Aioros.
--¿no les molesta haber recibido eso tan mediocre?
--Para nada...después de todo...estábamos aquí para celebrar la navidad, y esta es la primera navidad que puedo pasar con todos ustedes- contestó Aioros, tras ser revivido por Athenea
--Además...es muy gracioso ver los regalos
Afrodita al contemplar mejor la situación no pudo evitar sonreír al ver el regalo que le había tocado y pensar en que al fin después de tantas batallas se encontraban los doce caballeros de oro reunidos y con vida para poder celebrar un acontecimiento tan importante como el que acaecía ese día.
XD ¡esta vez me demoré menos de un año en aztualizar! P.
Grax, a quienes hayan leido el fics y felices fiestas!
Atte. Mariela
