Capítulo 17: ¿Qué es el amor?
La luna llena brillaba en lo alto del negro cielo estrellado. Kagome las observó quietamente desde su balcón con las manos en el pecho. A pesar de todo lo que había sucedido, de la pesadilla en que había comenzado su vida de casada, ahora agradecía al cielo por haberle brindado tanta felicidad al lado de un hombre extraordinario. Se inclinó sobre la barrera de cemento mientras aspiraba al agradable viento cargado a mar y a verde, mientras la brisa soplaba sus cabellos y dirigió sus ojos hacia aquella inmensidad esmeralda y tranquila, en donde reposaban los rayos de la luna que brillaban aún mas producto del vaivén de las olas. ¿Estaría soñando?... era demasiado bueno para ser realidad, todo era perfecto ahora, y aunque la sombra de noconocer los verdaderos de Inuyasha hacia ella estaba presente, confiaba en que sólo había que darle tiempo al tiempo, nada más.
-En que piensas... preciosa... - Murmuró con su voz ronca y varonil junto a su oído, atrapando su estrecha cintura con sus manos y luego dando pequeños besos en el cuello. Kagome sonrió levemente, llevando sus manos sobre las de él que ya estaban en su vientre.
-En nada... - Musitó perdiendo su vista sobre el mar ¿qué no lo odiaba? Antes ni siquiera era capaz de mirarlo, ahora podría vivir para siempre cerca de él porque el mar era Inuyasha, era él...
-¿Nada?... mmm... ¿no será que estas con nostalgia?- Murmuró aspirando de forma distraída su níveo cuello.
-¿Nostalgia?... no... la verdad que no... me gusta este lugar.
Inuyasha sonrió levemente y la volteó luego mirándola con seriedad.
-¿No me estas mintiendo?... ¿te gusta?... ya sé que no tiene las comodidades que tenías en tu casa... - Murmuró no muy convencido.
-¿No me crees?.- Preguntó con una amplia sonrisa. Él sintió algo extraño en su estómago, una punzada, tal vez... o un cosquilleo, algo raro y nuevo.
-Ja! Si te creo, no sé por qué ahora siempre te creo... es extraño, tengo una fe ciega en ti.- Respondió con demasiada sinceridad que hasta él mismo se sorprendió de sus palabras.
-¿Y porque antes no la tenías?- Preguntó ella mirándolo con curiosidad, aún le era misteriosa su vida, le hubiera gustado saber más de él...
-Ha habido gente que me ha traicionado... empezando por... - Se cayó de pronto apretando los puños de su mano.
-Kikyo... ¿no es así?- Murmuró terminando la frase en un susurro.
-Bueno... empezando por ella sí... las mujeres con las que me he cruzado en la vida no han sido muy sinceras que digamos... - Hizo una leve mueca, y Kagome arrugó el ceño. No podía evitarlo ¿cuántas mujeres había antes que ella?...y con más experiencia...
-Tú... - Murmuró titubeante, mirándolo completamente a los ojos y sintiéndose mimada entre sus brazos, aunque no podía evitar sentir escalofríos al verse así, tan cerca de él.
-Anda, pregunta... - Sonrió él estrechando un poco más el agarre de su cintura. Kagome bajó la vista y sonrió al ver el rosario de cuentas amoratadas bajo la blusa blanca.
-¿Amaste mucho a mi hermana?- Sabía que la pregunta era de por sí enferma, pero tenía que saber cómo había sido aquella relación. Miró a Inuyasha algo avergonzada, mordiéndose el labio de nervios, siempre lo hacía. Y él abrió un poco más sus ojos dorados algo sorprendido, sin lugar a dudas no creyó que iba a ser tan directa para preguntar...
-No Kagome... yo no la amé... - Respondió al fin con un leve toque de nostalgia. Kagome ladeó el rostro confundida y de pronto aflojó el cuerpo completamente, los brazos que se posaban sobre el pecho varonil cayeron a ambos lados.- creo que... no llegué a ese punto... era un niño aún... y sí, la quise mucho pero...
-Yo creí que sí... - Musitó ella bajando la vista.- ¿has amado a una mujer entonces?- Preguntó levantando decidida el rostro y mirándolo como si de ello dependiera su vida. Lo sintió tensarse y mirarla confundido, entreabrió sus labios pero nada salió de su boca. Kagome sonrió apenas y se soltó al fin de él, arreglándose la cabellera negra y larga que llegaba hasta su cintura ahora.- no digas nada... no es necesario... ya sé que no has amado...
¿Qué era el amor?... ¿cómo saber si se estaba enamorado de alguien? Tenía que ser un sentimiento demasiado fuerte, un sentimiento que permitiera olvidar todo y sólo preocuparse de la persona querida... ¿podría ser amor lo que sentía por Kagome?... ¿cómo saberlo?... Se desnudó poco a poco sintiendo los latidos de su corazón que golpeaban con inusitada fuerza. Estar con Kagome resultaba agradable, satisfactorio, hasta tranquilizador... se metió en la bañera y sintió como los músculos de su cuerpo se contraían levemente ante la baja temperatura del agua. Esto de darse baños con agua helada ya resultaba un verdadero ritual para apagar el calor de su cuerpo cada vez que estaba cerca de Kagome. Sonrió divertido mientras zambullía la cabeza y luego salía del agua dejando sus negros y largos cabellos completamente empapados. Él pasó la mano por su cara y luego se reclinó levemente reposando la cabeza en el borde de la bañera.
I gotta take a little time
Voy a tomar un poco de tiempo
un poco de tiempo para pensar que las cosas se terminan
mejor leo entre líneas
en caso que lo necesite cuando este mas viejo
Ahora esta montaña debo escalar
siento como si el mundo estuviera en mis hombros
a través de las nubes veo el amor brillar
me mantiene abrigado cuando la vida se vuelve más fría
-Oh Kagome... que me has hecho... - Suspiró ladeando el rostro y cerrando los ojos. Se llevó titubeante la mano al pecho, notando el extraño latido de su corazón, tan inquieto, tan perturbador que a veces dolía... ¿era otra de las nuevas sensaciones que tenía ahora que estaba al lado de Kagome?
En mi vida ha habido angustia y dolor
no sé si pueda enfrentarlo otra vez
no me puedo detener ahora, he viajado muy lejos
para cambiar esta vida solitaria...
Momentos más tarde y en cuanto comenzó a notar que la piel se erizaba por esta tanto tiempo expuesta al frío, se levantó sintiéndose mejor y vio con algo de sorpresa que la puerta del baño se abría inesperadamente para dejar ver ala joven que entraba despreocupada y que luego se quedaba paralizada, frente él, mirando con los labios entreabiertos su anatomía, la vio ruborizarse completamente y luego se volteó asustada tapándose la cara. Inuyasha sonrió levemente y luego comenzó a reír a carcajadas, tomando la toalla que estaba sobre el piso y enrollándosela alrededor de la cintura.
-Deberías haber llamado antes... - Murmuró entre risas mirando de reojo a Kagome mientras estrujaba su cabello, la chica aún estaba de espaldas a él, completamente en shock, con el corazón latiendo a mil y teniendo aún en la retina el cuerpo desnudo del hombre.
-Lo... lo siento... - Murmuró cohibida mientras intentaba erguirse y salir de la habitación. Él se aproximó a ella y la abrazó por la espalda muy fuerte. Kagome se quedó quieta completamente pero apenas podía respirar.
-No te preocupes... pero deberías saber que esta es la única bañera de la casa... - Susurró y en un gesto inesperado mordisqueó su oreja. Ella intentó separarse pero le fue imposible, su agarre era demasiado fuerte.-... te tengo una sorpresa ¿sabes?- La volteó y entonces ella bajó la vista cerrando los ojos. No quería mirarlo, se sentía completamente avergonzada- Kagome... - Susurró nuevamente levantando el rostro de la joven desde la barbilla. Ella finalmente los enfocó en los suyos. – Hey... tranquila... no ha pasado nada malo... - Murmuró sonriendo e intentando calmar a la joven. En verdad era extraño conocer a una muchacha que no sabía nada de nada con relación al sexo, era tan ingenua...
-Lo siento... - Musitó nuevamente. Inuyasha se acercó a sus labios depositando un beso breve, sintió los labios temblorosos de ella que parecían al principio esquivarlo, luego que la aferró más fuerte y profundizó el beso ella pareció relajarse, entregándose completamente a él con sus besos de la forma que ya sabía hacerlo y que tanto le agradaba. Los labios de Kagome resultaban tiernos, suaves y dulces, demasiado para los labios resecos de un loco capitán, al menos así lo creía él, pero los besos de Inuyasha para Kagome resultaban la gloria, aunque no conocía otros, sabía que no podía haber algo mejor que los suyos. Ahondó más su boca en la suya chocando su lengua contra la de la joven y la respiración de hizo forzosa. Kagome de pronto sintió la rigidez que chocaba en su estómago, el corazón latió más aprisa, arrugó el ceño y abrió los ojos intentado ver que era lo que sucedía, hasta que notó el bulto bajo la toalla de Inuyasha y se dio cuenta del lugar que provenía. En ocasiones anteriores había sentido algo extraño pero no le dio mucha importancia, ahora las cosas eran diferentes. Se separó con rapidez completamente turbada y lo vio sonreír divertido.
-Lo siento Kagome... pero es tu culpa... - Declaró con una sonrisa medio malévola. Ella abrió los ojos.
-¿Qué?
-Bueno sí... - Dijo y se pasó la mano por el cabello- sí, es que... esto sucede porque... inevitablemente mi cuerpo te clama... es algo involuntario...
Ella se quedó muda. Sin lugar a dudas no lo sabía ¿qué su cuerpo la clamaba?... es que acaso...
-Ah... ya veo... - Fue todo lo que dijo, saliendo tan rápido como pudo del lugar. Inuyasha la siguió con la vista hasta que ella salió de la habitación, luego sonrió y botó todo el aire que tenía retenido en sus pulmones. Que tortura estaba viviendo.
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Kagome sonrió nerviosa, apretando sus manos a su vestido. Ya llevaban bastante rato sentados en la mesa, la cena había sido terminada y ninguno de los dos hablaba. Sabía que él intentaba decirle algo, en todo momento le daba medias miradas y se revolvía ansioso en su asiento. Kagome sentía la piel erizarse. De pronto él se irguió de su asiento y carraspeó nervioso, caminando hasta ella y posando ambas manos tras el respaldo. Ella no se movió, casi se quedó sin aliento.
-Kagome... - Murmuró y ella comenzó a respirar más fuerte, le resultaba hasta dificultoso. – yo... tengo algo que darte...
La muchacha arrugó el ceño contrariada y luego respiró más tranquilamente. Él ahora volvía caminar nervioso posándose frente suyo.
-Pero... primero necesito saber algo... - Dijo clavando sus ojos sobre los asombrados de ella. -... yo sé que esto del matrimonio comenzó casi como una venganza... al menos esa fue mi razón... las tuyas... fueron distintas- ¿porqué la sombra de Sesshoumaru lo hacía sentir más rencor y odio hacia él?
I wanna know what love is
Quiero saber qué es el amor
quiero que me lo muestres
quiero sentir qué es el amor
quiero que puedas mostrármelo
-Ya conoces mis razones... pero no me arrepiento de nada.- Respondió ella con seriedad y las mejillas arreboladas.
-Sí... lo hiciste por Kikyo... y Sesshoumaru... - Regañó apretando los puños.
-Eso fue al principio... – Murmuró ella poniéndose de pie y mirándolo con ternura-... ahora tu conoces mis sentimientos...
Inuyasha la observó con el corazón palpitante. Sí, ella le había confesado que lo amaba, a pesar de todo, a pesar de saber que era un sucio ladrón de mar, amante de su hermana, que la había casi secuestrado, al que llamaban un demonio que asesinó a su madre... a pesar de todo ella lo amaba.
Voy a tomar un poco de tiempo
un poco de tiempo para ver a mi alrededor
he dejado de esconderme
me parece que finalmente el amor me ha encontrado
-Sí... - Musitó y llevándose la mano al pantalón aferrando la joya con fuerza.-... yo sé que todo esto comenzó como una tontería... pero... necesito saber... – Otra vez Kagome se quedaba sin aliento ¿porqué tenía que ser así?... cada conversación era llevada tan al limite de sus emociones... sin lugar a dudas era porque estaba entre las posibilidades el terminar lo que ellos llamaban "matrimonio"... y eso la atemorizaba... -... necesito saber... si no tienes pensado terminar este matrimonio... sé que me amas... pero sabes también que no puedo ofrecerte la vida que llevabas allá en la isla... - Kagome arrugó el ceño sorprendida- vienes de una familia noble... eres inteligente y hermosa... - Murmuró y ella parecía hipnotizada con sus palabras-... y no faltará un hombre con bastante dinero que te de las comodidades a las cuales estas acostumbrada... así que... - Inuyasha tomó una bocanada de aire mirando en todo momento los ojos de la chica, que a ratos parecían cristalizarse de lagrimas-... dime Kagome... puedes decirlo y yo lo entenderé perfectamente... no puedo ser egoísta y retenerte así... porque no puedo ofrecerte nada... ni siquiera sé si puedo corresponder a tus sentimientos... porque creo no saber qué es el amor... - Kagome bajó la vista. Lo sabía, sabía que él no la amaba.
-No digas eso... - Respondió y levantó el rostro decidida.- yo lo sé...
-Entonces... - Retomó el dialogo con su voz tan ronca y varonil que resultaba torturante para la chica.-... ¿qué decides?... ¿seguimos con esto o quieres la anulación?- Sintió una punzada en el pecho, en breves segundos se imaginó sin Kagome y casi una ola de pánico lo invadió, pero la pregunta ya había sido formulada y sólo debía esperar la decisión de ella.
En mi vida ha habido angustia y dolor
no sé si pueda enfrentarlo otra vez
no puedo detenerme ahora, he viajado muy lejos
para cambiar esta vida solitaria
-Yo quiero quedarme a tu lado- Respondió con seguridad y llevándose las manos al corazón- quiero estar contigo... pero sólo si tu también quieres estar conmigo... – Sus labios temblaron ante las ultimas palabras, bajó la vista sintiendo que las lagrimas se dejarían caer, pero las retuvo a duras penas.
Quiero saber qué es el amor
quiero que me lo muestres
quiero sentir qué es el amor
quiero que puedas mostrármelo...
Inuyasha suspiró aliviado. Había una mezcla de emociones: Tristeza y alegría. Tristeza, si tan sólo pudiera decirle que le correspondía... pero su corazón había sido herido... y aún creía que estaba dañado... ¿o ya no lo estaba? Y alegría porque... le demostraba con hechos el amor que le profesaba.
-Entonces... - Musitó y ella levantó el rostro mirándolo ansiosa.- entonces quiero darte esto... te lo debía... por todo lo que has hecho por mi... incluso... por calmar mi rencor... - Y se sacó del bolsillo una minúscula sortija de oro con una pequeña perla rosa pálido que brillaba extrañamente.- este es el anillo de bodas que te debo... - Finalizó. Kagome dejó caer al fin las lágrimas y un suspiró se escapó de sus labios, miró la sortija unos segundos y luego miró el rostro de capitán, que esbozaba una pequeña sonrisa.- También te necesito a mi lado... - Murmuró él, tomando la pálida y delgada mano de la joven y deslizando suavemente la sortija. Ella se estremeció y se tapó la cara con su otra mano, no podía evitarlo, lloraba porque era feliz a pesar de tener tan poco. No tenía su amor, pero al menos él la necesitaba... Inuyasha retuvo su mano sintiéndola temblar¿qué era el amor?... ¿podría saber algún día que era el amor?...- Kagome... - Musitó sintiendo que el pecho se oprimía y con un pequeño ademán la estrechó contra si, abrazando con fuerza el frágil y pequeño cuerpo de la muchacha, que sollozaba en su pecho.
Hablemos de amor
quiero saber qué es el amor, el amor que tu sientes dentro
quiero que me lo muestres,
quiero sentir qué es el amor, no, tú no puedes esconderlo
yo sé que puedes mostrármelo, sí...
Y entonces ella pudo oír y sentir los latidos del corazón del capitán... y sonrió entre sus lágrimas... él tal vez no sabía que era el amor... pero tarde o temprano, descubriría lo que era.
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Acariciaba sus sedosos cabellos mientras Kagome dormitaba tranquilamente en su regazo. El amanecer los había sorprendido recostados en el sofá, después de aquellos momentos, ninguno de los dos se atrevió a separarse. De pronto la joven abrió sus ojos, Inuyasha levantó el rostro de ella que lo miró con una leve sonrisa. Las llamas de la chimenea frente a ellos ya se extinguía completamente.
-Buenos días... - Susurró la joven.
-Es demasiado temprano aún... - Murmuró él, sabiendo que los rayos del sol aún no surcaban el cielo. Kagome retuvo su mano entre la suya y sonrió aún más con los ojos radiantes de felicidad. Era extraño, había dormido entre sus brazos...
-Entonces... ¿buenas noches?- Murmuró divertida.
-Bueno... - Carraspeó de pronto él- tampoco es de noche...
-O mejor... - Se incorporó levemente tomando entre sus manos el rostro del capitán y cerrando los ojos depositó un suave besos en sus labios. Cuando se separó de él, vio que sonreía y la miraba con ternura.
-Creo que eso esta mejor... – Respondió él. Luego su rostro se puso serio– He decidido... ir a la Isla de Martinica a comprar algunas cosas para la casa, le pediré a Miroku y a Shippo que me acompañen...
-¿Cuando nos iremos?- Preguntó ella mirándolo ansiosa. Él le dio una pequeña palmadita en la cabeza, como el gesto que se le hace a los niños.
-No pequeña, tu no iras... – Respondió con seriedad. Kagome se incorporó y lo miró contrariada.
-¿No?- Preguntó sorprendida levantándose del sillón y mirándolo casi furiosa.
-No, no irás y es definitivo... - Respondió él cruzándose de brazos.
-Ah, no, eso si que no!- Regañó- ¿porqué no puedo?... ¿crees que estorbaré?... ¿es eso?
Inuyasha se levantó lentamente y la miró con el rostro impasible.
-Lo hago porque una mujer en un barco esta insegura... no quiero que te secuestren nuevamente...
Ella lo miró atónita mordiéndose el labio ¿lo hacía por su seguridad?
-Volveremos en tres días... sólo debes esperarme, compraré lo indispensable y luego volveremos... aquí nada puedes temer... le pediré a Toutoussai que te cuide mientras tanto... pero no quiero arriesgarte en un viaje... ¿lo entiendes ahora?- Preguntó acercándose a ella que bajaba la vista, derrotada. Kagome no respondió.- Kagome... prometo que... bueno, estaré aquí dentro de dos días... o tal vez en uno... sólo debes esperarme aquí... ¿sí?
-Pero te extrañaré... - Murmuró abrazándose a él- ...aunque sea por un día...
Ella se quedó de pie en el muelle mirando con intensidad el rostro que desde la proa la observaba de igual manera, cada vez sus rasgos de perdían por la distancia, y sintió que el pecho se oprimía... se llevó las manos al corazón, murmurando un "buen viaje"... pero le dolía tanto separarse de él... y tenía un mal presentimiento...
Continuará...
N/A: En mis fic me gusta incluir una canción donde sea oportuno y que tenga relación con la historia, por supuesto, pero además de eso, me gusta poner canciones que sean muy significativas para mí, así ha sido siempre y con esta canción no hay excepción. La de este capítulo se llama "I want to know what love is" (Quiero saber qué es el amor) y es de un grupo norteamericano llamado "Foreigner". Es perfecta para mi Inu-pirata-confundido...
Otra cosa es que también me gusta poner elementosy situaciones de la serie original en las historias alternas, como el tema de la perla, el rosario de Inu o el sentimiento de Kagome, porque para mí, sea cual sea la época en que ellos dos se encuentren, van a haber situaciones que los unan por siempre... cosas que se me ocurren... en fin..
Y Finalmente (sí, hoy mi nota de autor resultó latera pero esta en su decisión omitirla) quiero agradecer enormemente a todas ustedes que me han dejado un review por la historia. Y en especial a aquellas chicas que me escriben directamnete al correo: Keren, Daniela Arlins, Clarice, Andrea, María Catalina y Viviana... muchas gracias, de verdad...
Entonces, nos estamos viendo, hasta la próxima ;)
Lady Sakura Lee
