Capítulo 23: "Un paso adelante"
Y es que a veces creía que estaba soñando, pero sentir bajo la yema de sus dedos la piel cálida del hombre hacía que su corazón se acelerase aún más. Volvió a abrir los ojos y lo único que podía ver era su pecho, él la tenía fuertemente abrazada a pesar de estar ambos de costados. A ella le gustaba sentirse así, la hacía sentirse protegida por el cuerpo del capitán. Kagome hubiera deseado quedarse así por toda la eternidad, pero aquello no era posible, ella se movió sólo un poco pero él lo notó y la estrechó mas fuerte, abriendo al fin los ojos y esbozando una sonrisa.
-¿A donde crees que vas?- Preguntó con la voz demasiado ronca y varonil. Ella alzó el rostro y sonrió.
-Creí que dormías... - Murmuró. Sintió ella que posaba sus labios sobre su frente, Inuyasha cerró los ojos y aspiró al mismo tiempo el aroma de la joven, llenándose de él, aún le parecía imposible que Kagome fuera suya, en el amplio sentido de la palabra.
-¿Dormir? Claro que no... es muy pronto para eso... - Musitó el joven mirándola a los ojos, luego su sonrisa se borró del rostro y la observó con intensidad- ¿De verdad no te he hecho daño?... quiero decir...
Ella negó con su cabeza muy rápido y se acurrucó más entre sus brazos.
-No, no... bueno... al principio... pero... en verdad fue diferente a lo que creí... – Murmuró pero pronto arrugó el ceño con rencor-... la culpa la tiene...
-No lo digas... - Interrumpió el capitán y volvió a mirarla con seriedad. Ella podía ver como su manzana de adán se movía inquieta en su garganta.-... no digas ese nombre en este momento... - Luego pareció sonreír con ternura- ¿Pero sabes? Me alegra que a pesar de todo no me hayas temido...
Kagome se abrazó a su cuello y se estremeció.
-No, claro que no... algo me decía que no podía ser tan cruel y despiadado hacer el amor... – Susurró con vehemencia, alegrándose por ello. Él la apartó y le dio una media sonrisa.
-Pues... que bueno... que pienses así - Musitó y luego se acercó a sus labios besándolos con fuerza desmedida. Kagome volvió a caer tendida en la cama sintiendo aparte de sus besos las caricias que le daba y que la hacían despertar sus sentidos de una forma enloquecedora.
-Mmm, ya... ya... debo irme... - Murmuró pero él parecía no escucharla. Kagome sintió que los besos en el cuello era la forma en que podía perder la razón olvidándose de todo, él lo sabía. Ella arqueó la espalda y el capitán bajó otra vez a sus pechos. Kagome entreabrió los ojos humedeciéndose los labios, sólo podía ver la cabellera larga y negra del hombre que ya estaba sobre su cuerpo, sintiendo el peso de él que la dejaba casi inmovilizada. La joven enterró sus dedos entre sus cabellos y él ahondó más sus besos en sus pechos, volviendo a sentir placer en forma pura y desmedida, algo que jamás había experimentado en su vida.- Inu... Yasha... - Gimió cuando él abrió sus piernas acomodándose en ella. Kagome levantó el rostro y lo miró agitada- ¿otra... vez?
El capitán levantó el rostro mirándola incómodo, las mejillas rosa de Kagome y sus pupilas dilatadas le comprobaban que ella estaba excitada, a pesar de sus palabras.
-¿No quieres?- Musitó él levantando una ceja, ella se mordió el labio y le respondió jadeante aun.
-Es que... ¿no será malo?
El capitán la miró como si la hubiera escuchado decir una broma, pero el rostro de la joven estaba serio aún y entonces se irguió sentándose a su lado mirándola intrigado.
-¿Malo?... ¿y porque?...- Luego se cruzó de brazos y temió algo peor- ¿no será... que no quieres?
Ella se sentó también cubriéndose apenas con la sabana.
-No... si quiero... pero... ¿no será demasiado?
Inuyasha estuvo apunto de reírse a carcajadas pero se reprimió todo lo que pudo, sólo esbozó una amplia sonrisa mientras la instaba a recostarse nuevamente y la miraba con atención.
-Ahhh, pequeña, podemos hacerlo cuantas veces queramos y sin remordimientos... nada malo sucederá por eso... además... somos esposos... es una gran ventaja...
-¿Verdad?- Preguntó ella con timidez mientras lo volvía a ver acomodándose encima suyo.
-Claro- Sentenció el joven con total solicitud- ¿Te gustó?
-Sí... - Murmuró ella apenas.
-Pues entonces... – Deslizó su ruda mano por su cadera mientras volvía besarla con lentitud, Kagome se relajó de inmediato acomodándose en la cama mientras él hacia lo mismo, y es que era irresistible no dejarse llevar hasta la locura por aquel hombre, la hacía experimentar sensaciones tan nuevas y placenteras y además, lo sentía como si él fuera de su pertenencia. Se abrazó más a él inclinando levemente la cabeza para recibir de lleno sus besos, la lengua del hombre acariciaba la cavidad completa de su boca y sintiendo que la piel se erizaba cuando él introdujo su rodilla entre su sexo, inclinándola hacia adentro y tocando su zona sensible. Kagome gimió nuevamente deslizando su mano hasta alcanzar su miembro que volvía estar tan erecto como la vez primera, en cuanto sus dedos lo tocaron el hombre también gimió, encorvándose un poco y abriendo los ojos miró con seriedad a Kagome pero ella parecía excitarse más al escucharlo también, como a ella, gemir.-... ohh, Kagome... aprendes... rápido... - Musitó sintiendo la falta de aliento. La joven lo soltó al fin deslizando su mano hasta la espalda baja del hombre y forzándolo a descender, él lo entendió cuando ella abrió sus piernas, sonriendo complacido volvió a acomodarse en ella penetrándola esta vez con más prisa, sin el miedo de la vez anterior, es que su instinto salvaje la clamaba como suya casi de forma primitiva. Kagome aguantó el aire en sus pulmones esta vez estaba ya mas preparada, se concentró en imaginar su miembro caliente y que se abría paso entre sus entrañas con facilidad esta vez, de pronto el hombre le alzó ambas piernas acomodándolas ambas sobre sus hombros, Kagome abrió los ojos algo alarmada y vio el rostro contraído de él, las manos del hombre estaban bajo sus nalgas impulsándola más y entonces ella pudo sentirlo más adentro, donde antes no había llegado, volvió a morderse los labios esta vez con más fuerza mientras él comenzaba a embestirla una y otra vez, despacio al principio y poco a poco recuperando el ritmo acelerado, lo escuchó nuevamente gemir pero con desesperación, la chica volvió a entreabrir sus ojos, el sudor corría por la frente del hombre y su ceño estaba fruncido, la mandíbula fuertemente tensada, casi como todo su cuerpo musculoso, las manos tras suyo que la elevaban una y otra vez, ella jadeó desesperada al sentir que llegaba más lejos dentro de ella, sus manos parecían resbalar de la espalda del hombre porque sudaban enormemente. Llegó al límite de la locura cuando sintió nuevamente aquella extraña explosión en todo su ser, como si sintiera que la vida se le iba, sólo para recuperar el aliento unos segundos más tarde al sentir el espesor mezclándose con ella, al tiempo que bajaba las piernas a sus costados, exhausta, al límite de sus fuerzas. Inuyasha tomó un pequeño impulso quedando él ahora bajo ella, que lo miró sorprendida desde encima de su pecho, lo observó respirar recuperando poco a poco el aliento pero aún mantenía sus ojos cerrados. Kagome sintió escalofríos al sentir que aún lo tenía aprisionado entre sus piernas. Ella se inclinó y quedó sentada sobre él mirándolo como aún mantenía los ojos cerrados y poco a poco recuperaba el aliento. Inuyasha al fin abrió los ojos y la miró, la imagen que tenía de ella parecía digna de una obra de arte. El cuerpo pálido y sedoso, los ojos castaños que brillaban fulgurantes, el rostro ruborizado hasta las raíces de los cabellos ébanos que caían con gracias sobre parte de su pecho y la espalda. La tomó de una muñeca y la instó a recostarse sobre su pecho, no quería separarse de ella ahora, la necesitaba así de cerca un poco más. Jamás mujer alguna había despertado sus sentidos y sus instintos como ella.
Él pudo ver las nubes anaranjadas surcando el cielo a través de la pequeña ventana de su camarote y entonces terminó de abotonar el último botón del vestido, dando un pequeño beso en el cuello de su amada. Kagome volteó y se abrazó con fuerza a él.
-Te iré a dejar... - Murmuró el hombre aspirando el aroma de sus cabellos. La joven se separó y sonrió, arreglándose los cabellos.
-Me gustaría... ¿pero no será peligroso?
El hombre se cruzó de brazos y levantó una ceja, con aquel aire arrogante que lo caracterizaba pero ella sabía que era parte de su personalidad.
-¿Lo dices por Sesshoumaru, tu hermana o tu madre? Y quien sabe quien más...
Kagome le dio una pequeña sonrisa y acercó sus dedos a la camisa, para abotonarla.
-No digas eso... – Murmuró centrando su vista en los botones que abrochaba-... Sesshoumaru... bueno... él... puede cambiar... eso déjamelo a mi- Inuyasha arrugó el ceño, aquellas palabras no le gustaron, tomó la muñeca de la chica y ella levantó el rostro.
-No, déjame a Sesshoumaru... – Interrumpió con seriedad. Kagome creyó que era una broma pero al ver aquel rostro tan serio también arrugó el entrecejo.
-Llevan mas de 25 años con discusiones ¿crees que ahora podrías lograr algo?
-Pero no lo digo por nuestra enemistad... lo digo por ti... la hacienda puede ser de él si le place tanto... pero Sesshoumaru es ahora mi enemigo porque te quiere separar de mi lado... - Respondió disgustado-... y eso no lo permitiré, jamás!- Gruñó elevando el tono de su voz. Kagome se quedó en silencio unos breves instantes, lo miró a los ojos y poco a poco el brillo de la rabia se fue disipando, ella bajó la vista hasta detenerla sobre el collar de cuentas amoratadas que aún estaba alrededor de su cuello. Sonrió y tocó una cuenta con sus dedos.
-¿No estará dando resultado esto?
Él sonrió dándose cuenta de la broma. La miró con algo de diversión y luego caminó hacia la mesa en donde abrió un cofre, Kagome lo siguió con la mirada
-Esto... te pertenece... - Dijo cuando volvió a su lado, entregando sobre su palma el rosario de cuentas de cristal, regalo de su padre. La chica lo miró unos segundos- sé que le tienes cariño... lo traje conmigo porque me sirve para creer que estas cerca de mi...
Kagome levantó el rostro hacia él.
-Pero yo siempre estaré a tu lado.
-Eso... lo sé... sólo que esto... no sé... incluso huele a ti ¿sabías?.
La joven sonrió y luego tomó la mano del hombre y depositó el rosario en ella, junto con un beso, cuando se irguió lo miró con resolución.
-Quédatelo... así estaré cerca de ti...
Él lo apretó en su puño y luego levantó su otra mano, mostrando una hoja doblada de papel. Kagome lo miró sin entender y él esbozó pronto una amplia sonrisa. Kagome quiso tomarla pero él la esquivó.
-¿Sabes lo que es?
Ella negó con la cabeza, confundida, otra vez la esquivó cuando la joven quiso alcanzarla.
-Pero... ¿qué es eso?
-Yo conozco a mis enemigos Kagome... - Dijo con una amplia sonrisa de satisfacción-... sé con quien estoy en problemas... si te digo que Sesshoumaru es peligroso... es porque sé de lo que es capaz... ya una vez se deshizo del testamento de mi padre...
-Pero... – Protestó ella, sin embargo Inuyasha bajó la mano en ese momento y le tendió el documento. Kagome lo miró a él y luego el documento, cuando lo abrió no pudo entender de qué se trataba, pero en cuanto comenzó a leerlo tragó saliva y luego levantó el rostro hacia él y lo miró sorprendida.- ¿no es nuestra acta de matrimonio?
-Sí, lo es- Respondió divertido. La joven arrugaba el ceño y se mordía el labio sin entender.
-¿Y porque la tienes tu?
-Ya te lo dije pequeña... conozco a mis enemigos... sé de lo que son capaces- Al decir eso no solamente se refería a su hermanastro, sino que también a su antigua amante, Kikyo, tenía la leve sospecha que ella no estaría muy de acuerdo el que ellos ahora estuvieran juntos, a pesar de que fue ella misma quien ideó lo de la boda. Kagome le entregó el documento y movió la cabeza.
-Yo creo que estas exagerando... pero esta bien...
Los pasos sobre cubierta los alentaron a poner atención, al escuchar la voz chillona del pequeño niño ambos sonrieron y Kagome se acercó a él para terminar de abotonar su camisa, luego que estuvo listo él guardó el documento y el rosario y ambos salieron del camarote. Kagome se sorprendió que fuera tan tarde, el sol ya se había ocultado bajo el mar y muy pronto oscurecería por completo.
Miroku se acercó a ellos y sólo sonrió, cuando el niño los vio corrió hacia Kagome y ella se agachó a su lado.
-Bueno... me voy... un día de estos daremos un paseo por el pueblo... te presentaré a un amiguito ¿te parece?
Shippo sonrió ampliamente y la abrazó muy fuerte.
-Sí!- Gritó lleno de alegría. Inuyasha lo apartó de la chica cuando consideró que ya llevaba mucho tiempo abrazado y el niño lo miró con rencor. Miroku hizo una seña a modo de despedida mientras ella le daba las gracias por traerla y ambos, el segundo a bordo y el niño, observaron desde las barandas de la goleta a la pareja que subía al bote y luego se alejaban de ellos con rumbo a la orilla.
-Creo que si me aparezco de vez en cuando por la isla... - Dijo de pronto el capitán-... tu madre... y todos, se acostumbrarán a mí... será más fácil para nosotros ¿no crees?
-Supongo que tienes razón... y es mejor... podrías... vivir en una casa mientras tanto... - Susurró Kagome sintiendo que las mejillas se enrojecían- así... no tendría que esperar la ayuda de tu amigo... para que me lleve a tu barco...
El hombre la miró y esbozó una sonrisa con picardía.
-Oh... esa es mejor idea que la mía... - Murmuró.
Cuando la depositó en tierra finalmente, Kagome sintió que el pecho se oprimía de dolor pero fingió una sonrisa y lo abrazó con fuerza. El busco sus labios y la besó, la luz de la luna se reflejaba en las aguas azules del mar, ya casi estaban en el poblado, y debido a la hora, lo mejor era que nadie los viera.
-Tendrás noticias mías... pronto... - Susurró el joven. Kagome asintió y finalmente se alejó. No quería alejarse pero confiaba que con el tiempo las cosas salieran bien. Ahora sólo tendría que convencer a su madre, porque lo demás, estaba segura que tenía un fácil arreglo. Y cuando pensaba en "lo demás" se refería a Sesshoumaru y a Kikyo...
Continuará...
N/A: Espero que esas palabras de Inu sean mias, verlas pronto T.T, de verdad he estado atareada, las vacaiones se ven lejanas para mi aun u.u' en fin... apelo a su paciencia... sino... tendría que parar de escribir pero no quiero...gomen gomen... y gracias por el apoyo ;)
