Capítulo 25: "Contra Todos"
Kagome se paseaba desesperada por las penumbras de la habitación, con ambas manos en la cintura y de vez en cuando dando un pisotón de rabia, murmuraba una y otra vez casi como si estuviera delirando.
-No, no pueden hacerme esto!
¿Pero porqué tenían que ser las cosas así? Su propia madre había aceptado un compromiso del cual ella no estaba remotamente de acuerdo ¿cómo podía? Si ella no estuviera tan enferma, podría irse ahora mismo con Inuyasha... pero... no podía hacerlo... pero tampoco iba a renunciar al matrimonio.
-Señorita... señorita Kagome... - Murmuró Sango al otro lado de la puerta. La chica se detuvo y luego caminó abriéndola.-... su mamá dice que mejor baje...
-¿Porqué?... ¿qué sucede?- Preguntó Kagome ansiosa.
-Es que estan todos reunidos en la sala... - Respondió la joven sirvienta.
-¿Todos?- Repitió Kagome frunciendo el entrecejo. Vio a Sango que afirmaba y entonces ella finalmente la siguió.
Cuando entró a la sala, "todos" eran su madre, Kikyo y Sesshoumaru, que la miraron con seriedad cuando ella entró. Sango se vio obligada a cerrar la puerta y dejar a la familia discutir sus asuntos. Kagome podía sentir que iba a ser casi condenada, su madre sobre todo, la miraba con dureza que hasta le causaba temor.
-Cómo estas querida Kagome.- Murmuró el hombre desde su puesto inclinando la cabeza con una semi sonrisa. Ella lo miró con detenimiento y luego respondió de igual forma, pero no se acercó a ellos.
-Bueno... - Comenzó su madre, sentada en una silla junto al librero-... hay algo que tenemos que discutir y tu sabes de qué se trata Kagome...
-¿Lo dice por la anulación?- Preguntó fríamente. Todos la miraron con sorpresa, pero finalmente fue Sesshoumaru quien habló.
-Lo que sucede Kagome... - Comenzó a hablar, el tono que empleaba era pausado y afable-... es que... no será necesario que aquel matrimonio se anule... - Kagome tembló en su sitio y arrugó el entrecejo-... fuimos a la parroquia y el documento desapareció... y hablé con un abogado... si aquel documento no existe no existe tampoco el matrimonio... aunque el sacerdote lo haya oficiado.
-¿Qué dices?- Preguntó Kagome impresionada y luego esbozó una sonrisa- ¿Fueron a buscar el acta de matrimonio?- Inuyasha tenía toda la razón, pensó, entonces suspiró aliviada y se acercó al grupo más tranquilamente.- Ahhh, conque se refieren a eso... - Murmuró finalmente entendiendo las jugadas que estaban haciendo tras su espalda, y eso la indignó.
-En todo caso no se necesita aquel documento... - Argumentó Kikyo-... ese matrimonio no fue consumado.
Kagome enrojeció y se enfureció.
-No! Estas equivocada!
Todos la miraron, la sonrisa de su hermana mayor desapareció, el color de su piel se volvió tan blanco como el papel y luego Kagome escuchó a su madre sollozar.
-Lo sabía, lo sabía! ... ese hombre es un asqueroso... - Se lamentó. Sesshoumaru parecía impasible, pero su rabia la contenía dignamente, en ese momento apretó tanto los puños de sus manos que sus nudillos se volvieron blancos.
Kikyo cayó sentada en la silla más cercana sin pronunciar palabra, la sala se quedó en silencio pero aquel fue interrumpido con la voz seria de la más pequeña de la familia, mirando a su madre musitó:
-Supongo que con eso me dejaran tranquila ¿no?
-Niñita mal educa... - Murmuró y luego se calló al sentir la mano del hombre sobre su hombro.
-Dejémosla tranquila... es mejor no presionarla.- Dijo Sesshoumaru y Kagome entonces lo miró por primera vez con odio.
-No me presionan, de ninguna manera... y si tú piensas que me casaré contigo estas equivocado Sesshoumaru... Inuyasha no me obligó a nada, lo hice por mi propia voluntad!
El hombre la miró con sorpresa, sus labios se entreabrieron y hasta Kikyo tuvo deseos de gritarle pero se detuvo al ver que su madre se levantaba y le abofeteaba la cara.
-Cállate!
-Señora!- Gruñó el hombre indignado. Kagome tenía la mano en su mejilla lastimada y sus ojos de inmediato se cristalizaron en lágrimas, bajó la vista sin ser capaz de moverse.- No hace falta llegar a la agresión... le dije que dejara las cosas así... Kagome necesita descansar ¿no es así?- Se acercó a ella y la obligó a retirar su mano, levantando luego su rostro y Kagome lo miró sin expresión- Escucha Kagome... nada ha cambiado para mí... creí que hacía lo correcto con buscar el acta... pero no te obligaré a nada... quédate tranquila¿entiendes?...- Kagome lo miró impasible y él sonrió de manera tranquilizadora-... ve a descansar...
La joven miró de reojo a su madre y luego se marchó, en cuanto la puerta se cerró la señora Higurashi lo miró contrariada.
-¿Se casará con Kagome aun sabiendo... ? porque de cualquier modo esta el convento...
-Es lo que quiero señora... ya antes le había dicho... - Respondió el hombre con seriedad-... Quiero casarme con ella... pero no podemos obligarla ahora... no la presione... hay que actuar con más astucia...
-Lo que sucede mamá... – Interrumpió de pronto Kikyo de forma sarcástica-... es que Sesshoumaru... quiere conquistarla por las buenas ¿no es así?
El hombre la miró apenas y luego le habló a la mujer.
-Lo que sucede es que... su pequeña hija esta confundida... es comprensible con todo lo que ha pasado...
Kikyo rió de buena gana sin mirar al hombre y le dio la espalda caminando hacia el ventanal y observar entre la negrura de la noche el jardín. Pero estaba realmente disgustada ¿cómo había sido posible que Kagome hubiera aceptado acostarse con Inuyasha?... pero si le aterraba aquel asunto!... se mordió el labio con rabia infinita, aquel había sido un golpe inesperado... y muy bajo...
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La tarde era calurosa y aburrida y Kagome caminaba sin muchos ánimos por las calles empedradas. Sango iba a su lado y también Kohaku, que no se separaba de ella. La sirvienta podía notar la tristeza en el rostro de la joven muchacha, que desde que habían salido de la casa no había pronunciado una sola palabra. Habían pasado dos días desde aquella reunión que la familia había tenido y el ambiente en aquel hogar estaba tan tenso que la más pequeña de los Higurashi parecía querer escapar cada tarde con la excusa de acompañar a la sirvienta en las compras para la cena. Pero a pesar de la tristeza que la embargaba podía también notar que sus ojos castaños parecían buscar ansiosos a alguien entre la multitud, sin resultado aparente. Esta vez mientras se acercaban al primer puesto de verduras y ella evaluaba cuales eran las mejores que necesitaba, escuchó la voz de un hombre que habló tan rápido que antes que pudiera voltear, Kagome era arrastrada del brazo por un niño pelirrojo y ella era sujetada del brazo por un hombre que la empujó hacia la vereda. Lo único que pudo ver fue a Kohaku que le seguía y eso la tranquilizó. En cuanto el hombre la soltó, ella volteó asustada y vio unos profundos ojos azules que la miraron con inusitada intensidad, antes de abrir la boca sintió las mejillas enrojecer y entonces fue él quien habló en un susurro, mientras miraba ahora a todos lados, como temiendo ser sorprendido.
-Escuche señorita... su ama tiene cosas que atender...
Sango lo miró sin comprender, ladeó el rostro e inesperadamente se acercó más a él, que sintió en ese momento el acelerado latido de su corazón.
-¿Fue donde su esposo?... ¿Con Inuyasha?... puede usted decírmelo... ella ha estado muy triste estos días...
El hombre la miró sin decir nada unos instantes, Sango pronto se dio cuenta que estaba más cerca de él que lo exigido en las reglas de sociedad. Volvió a ruborizarse y se alejó un paso bajando la vista. Él sonrió levemente y dio una mirada al niño que estaba a su lado.
-Bueno... si usted es de confianza... - Musitó finalmente. Sango levantó el rostro y asintió rápidamente-... entonces será mejor que mientras esperamos... ¿no quieren ir a comer algo?
-Sí, gracias- Respondió Kohaku. Su hermana lo miró con severidad.
-Kohaku!
-No se preocupe señorita... - Dijo Miroku sonriendo divertido-... puede usted confiar en mi... el niño hará de chaperon... - La vio enrojecer más aún-... no se enoje... pero creo que es mejor ir a un lugar menos concurrido, en caso que algún pariente de ella la vea sola, sin su ama... ahí estarán en problemas...
Sango lo miró y asintió. Era cierto, si la veían sola lo más probable es que su ama estuviera en grandes problemas... ¿y qué podía temer? Estaba Kohaku a su lado... y sólo sería un par de horas, hasta que llegara de vuelta Kagome...
Kagome era guiada por el niño, su corazón ansioso anhelaba encontrarse pronto con el pirata pero parecía que el tiempo se extendía más de lo normal. Bastante sorpresa le había causado verlos de pronto en la feria, pero en cuanto el niño tomó su mano y caminó instándola a seguirlo se dio cuenta lo que quería. Inuyasha esperaba por ella.
El pequeño niño salió del poblado y rodeó la playa, la joven creyó que iban nuevamente a la caleta, pero él no se detuvo, para sorpresa de Kagome ahora subía los grandes peñascos, los mismos que daban al acantilado. Kagome miró el mar que se mecía bravo en ese lugar y chocaba contra las rocas provocando una inevitable espuma blanca y bella. Levantó el rostro y ahora veía el niño descender, cuando volvieron a bajar a la playa vio la goleta semi escondida en la pequeña bahía, estaban en el lado opuesto de la isla y prácticamente nadie visitaba ese lugar.
-¿Dónde esta Inuyasha?- Preguntó al fin la joven. El niño volteó y sonrió, y en ese instante se detuvo apuntando con su dedo entre la espesura de bosque. Ella enfocó sus ojos y arrugó el ceño... allí no había nada...
-Un par de metros más allá hay una cabaña... Inuyasha dijo que ese lugar era de su padre... – Dijo el niño- Y ahora me voy, o me matará si la guío hasta allá mismo.
Kagome lo vio voltear y alejarse corriendo por la orilla de la playa y cuando subió con destreza las rocas de los acantilados lo perdió de vista. Caminó a paso apresurado y tal como el niño lo había dicho, no muy lejos había una cabaña bastante entrada en años. Inuyasha estaba en el umbral, en cuanto la vio ambos corrieron felices y entonces ella se abrazó a su cuello, sintiendo que la alzaba por encima del suelo y lo besó feliz. Los besos de Inuyasha eran como agua que le daba vida, despertando sus sentidos y hasta disipando la melancolía. En cuanto se separaron él la bajó, sus pies tocaron la arena dorada pero Kagome no se soltó de su cuello, escondió la cabeza en su pecho y se aferró tan fuerte como pudo.
-Te he extrañado... tanto... - Murmuró con emoción. Sintió las caricias que le daba en el cabello de forma suave y el susurro en su oído.
-Mi pequeña... yo también...
Ella alzó la vista y sonrió al ver su rostro alegre también, igual al de ella. Kagome bajó la vista hasta sus labios y sin poder evitarlo se alzó en puntas y lo besó. Él la estrechó mas fuerte correspondiendo a sus besos de forma desesperada. Aunque habían sido dos días, sentía que cada vez que ella no estaba a su lado la soledad corroía su corazón, y aunque Miroku y Shippo estaban cerca, no era lo mismo, necesitaba de ella como el aire que respiraba, le era inevitable y la adoraba por eso. Y otra vez Kagome se dio cuenta que él la alzaba pues ya sus pies no tocaban la arena y caminaba dando grandes zancadas con ella hasta entrar a la cabaña, allí la tendió en la cama y finalmente se separaron. Kagome que estaba ahora recostada miró el lugar con una sonrisa traviesa y luego sus ojos se detuvieron en los suyos, que la observaba maravillado.
-Me alegra estar a tu lado... ya no lo soportaba... - Murmuró Kagome mirándolo ahora con nostalgia y sintiendo deseos de llorar. Inuyasha arrugó el ceño y se acomodó de costado pero inclinando su tronco hacia ella.
-Qué... ¿qué sucede?... ¿pasó algo?... ¿te hicieron algo malo? – Preguntó precipitadamente. Kagome sonrió levemente y pasó sus dedos por sus ojos que ya asomaban con traviesas lagrimas.
-Tenías razón... - Dijo al fin-... buscaron el acta pero no la encontraron... quieren separarme de ti... - Y ya no pudo evitarlo, ocultó el rostro entre sus manos y sollozó. Él sentía que el corazón se destrozaba y también sentía una rabia infinita contra ellos ¿quiénes serían? La familia de Kagome, lo mas seguro... y seguro que Kikyo aportaba también bastante en el asunto.
-Tranquila... - Murmuró él apartando sus manos del rostro y obligándola a mirarlo. Sus ojos castaños estaban brillantes y luminosos y las pestañas bañadas por sus propias lagrimas como un bálsamo que acentuaba más aun el negro de ellas.-... tranquila pequeña... no le daremos el gusto...
-No. - Sentenció Kagome con voz más segura- No lo haremos... - Luego sonrió alzando una mano y acariciando la mandíbula del joven que la miraba preocupado aún.- No... aunque el mundo este en contra... no te dejaré...
Inuyasha sonrió al fin y se acercó a ella rozando sus labios contra los suyos, como una suave caricia, ella cerró los ojos y se dejó llevar, el roce constante y juguetón la hizo humedecer sus labios y entonces él la besó con pausa, sus manos se adueñaron de su cara, Kagome podía sentir la yemas de los dedos del capitán sobre su piel como si aquellas quemaran. Ella acarició su espalda que se encorvaba de vez en cuando, los besos se deslizaron hacia su mentón y luego él volvió a sus labios sólo para atrapar el inferior entre los suyos, Kagome jadeó y lo abrazó más fuerte.
-Ámame... ámame ahora...
Y no fue necesario más palabras, porque Inuyasha lo deseaba tanto o más que ella...
Y entre las sabanas nuevas de una cama apenas usada comenzaron amarse con la pasión desmedida que los caracterizaba. Él la besaba una y otra vez ya unido a ella, Kagome respondía hambrienta a cada uno de sus besos, las caricias encendían más la pasión y no importaba nada ahora, sólo deseaba sentirse amada una vez más. El capitán la levantó impulsándola desde la espalda, Kagome quedó ahora sentada casi sobre él. Ladeó el rostro respirando apenas sintiendo que el deseo la consumía, los besos húmedos del hombre ahora estaban sobre su cuello, el impulso constante la llevaba al delirio. Detuvo la respiración cuando él la tomó más fuerte, dejó de besarla, los labios se quedaron estáticos en su lugar pero en cambio ella también podía sentir el calor de su aliento chocando contra su piel, para el capitán también estaba llegando al límite, y ante una nueva embestida él acabó dentro de ella. Kagome se quedó quieta unos instantes, necesitaba recuperarse de la agitación. El también respiraba ampliamente y entonces la muchacha lo miró apartando los mechones húmedos de su cara, las pupilas de aquel hombre se dilatan tanto luego de hacer el amor, aquel detalle la hizo sonreír y lo besó nuevamente. Nada ni nadie podría separarlos.
-Cuando yo era un niño aun... bueno, aquella vez que Sesshoumaru me expulsó... aquí me refugié...
Kagome tragó saliva, aquella historia la entristecía tanto pero había sido realidad, ahora solo deseaba darle la felicidad que quizás él nunca había tenido.
-Esta bastante lejos del pueblo... - Murmuró Kagome depositando un beso en su hombro. El capitán acarició sus brazos y su mirada se perdió en la suya.
-Sí... este refugio era de mi padre... con mi madre...
-Espero que no hayan dormido aquí... - Murmuró Kagome sonriendo y el rostro serio de él cambió de inmediato, esbozó una sonrisa y la miró divertido.
-No soy tan insano de mente, pequeña...
Kagome rió de buena gana y enseguida se levantó. Él observaba ensimismado como ella comenzaba a vestirse y en cuanto Kagome estuvo lista lo miró y se inclinó hacia el que aun estaba semi acostado, en la cama.
-Vuelvo mañana... si quieres...
-Claro que quiero... - Murmuró tomándola fuertemente por la muñeca y obligándola a acercarse, el ademán fue inesperado porque ella perdió el equilibrio solo para recibir un ultimo beso de su parte. Finalmente la joven se irguió y le dio una sonrisa, alejándose y dejando al hombre solo, que volvía sentir la soledad en su corazón.
Continuará...
N/A: No era mi intención referirme a esto pero debido a dos reviews (que sospecho deben ser la misma persona o amigas y que solo ahora aparecen) que he recibido quiero hacer mi aclaración. Primero, jamas les he mentido, todas saben desde el principio que me he basado en una telenovela para este fic, eso no es secreto. Pero me ofende que digan que mi fic es IGUAL a y que COPIO, eso si que no, porque me he quemado los sesos y he gastado bastante tiempo en planificar y crear situaciones, diálogos, conflictos, tramas... es cierto, tomé la rivalidad de los hermanos, el amor obsesivo y malvado de una mujer, la rivalidad también de dos hermanas... pero ¿acaso en la teleserie mostraron una supuesta violación que los hizo casarse engañados?... ¿Existió que el protagonista se haya llevado a la joven a una isla solitario, que hayan compartido momentos tan tensos y románticos como los de mi fic?... ¿La madre de la protagonista tenía una enfermedad que la obligaba a no contradecirla?... ¿Se ofreció recompensa por la joven? En fin, puedo seguir enumerando... pero si es una copia como ellas aseguran que es, entonces que me envíen la teleserie, porque ¿para que me voy a estar craneando con el final si puedo copiarlo? Bien fácil me saldría, no estaría gastando las pocas horas libres que tengo para escribir, no importan los momentos y mapas conceptuales que he hecho para que las historias calcen porque las copio ¿verdad? Soy sarcástica, lo sé, pero es que me duele que digan eso.
Y lo otro, si tanto les molestó el lemon ¿para qué lo leyeron? Si le encuentran tantos defectos al fic ¿para que lo leen? Hay cientos de mas historias que pueden leer en fanfiction y así no ofender sus pudorosas mentes. Si lo que escribí es lemon o hentai ¿qué mas da? Por algo catalogué el fic en M, lo cual significa que es para ADULTOS
Y por último y con esto quiero terminar este asunto porque ya no me referiré mas al temita, mi profesor de literatura y gramática de la Universidad siempre nos dice: "Un buen escritor es quien logra escribir todos los géneros: románticos, suspenso, terror, erótico, etc." Así que, escribir un lemon no resta valor al escritor como un review decía, ese comentario ofende ya a todas quienes escriben como yo. Además he dicho que no soy escritora ni pretendo serlo, esto es un pasatiempo y lo hago con toda mis buenas intenciones para los fans de Inuyasha y Kagome.
Sin nada más que aclarar y dando punto final a la pequeña polémica que se ha suscitado quien sabe porqué, tal vez debido a los tantos reviews, me despido de todas aquellas personas que siempre me han apoyado y que por eso las estimo mucho.
Gracias chicas por todo ;)
Lady Sakura Lee.
