Infidelidad o amor.

De lis.

Las apuestas.

-Aoooooooooooooooo.

-Ush Harry, pareces un bebito.

-Duele.

-En parte es por tu culpa Eva.

         Las dos chicas se miraron amenazadoramente. Harry seguía allí tendido en la cama de Hermione con un terrible ardor en la espalda. Eva y Hermione trataban de refrescarlo, pero era inútil. Harry parecía dormirse entre tantos masajes. Hasta que una lechuza tocó dulcemente la ventana, era Gyb, la lechuza de Draco y Ginny. Tenía las alas grises con pequeñas manchas negras, y unas cuentas blancas, era pequeña  muy ágil.

         Harry abrió la carta, era una invitación al centro comercial muggle que habían inaugurado. Tal vez fueran magos, pero eso no le quitaba lo divertido a ciertas cosas muggles. Lo primero que pasó por su mente fue "Con esta espalda ni loco", pero a las chicas parecía encantarle la idea, así que Harry no tuvo otra opción que complacerlas... Bah...

-Adoro esos... como les llamen. Tienes tantas cosas que uno llega a marearse, además que los muggles no están tan mal. A lo mejor me encuentro a mi alma gemela- Eva dio saltos alegres.

-Eva, vamos a ver tiendas y al cine, olvídate de hechizar muggle para que salgan contigo, eso está prohibido por el ministerio de magia, acaso lo olvidas- Hermione continuó peinándose.

-Chicas ¿me pasan una toalla?- Harry estaba tapado por la puerta de baño, con el rostro todo mojado.

-¿Y por qué no sales así?

-¡No lo hagas Harry!, yo sé muy bien que ustedes dos solo tratan de hacer que me termine muriendo.

-Calma Herms, no pienso salir, porque afuera hace mucho frío.

-Es decir que solo lo haces porque afuera hace frío...

-Sí... Puede decirse- Harry ataja la toalla- Gracias Eva- Volvió a cerrar la puerta.

-Los hombres de hoy ya no tienen vergüenza.

-Nah Herms, los hombres siempre han sido así, vete acostumbrando porque cuando te cases con Harry lo verás todos los días- Eva soltó una risa larga.

-Si sigues te mando a casa de Harry para que duermas allá.

-No, no querrás que te quite el novio ¿O sí?, Porque allí sí que no me controlo estando sola con ese galán, y la verdad no quisiera que nos peleáramos por culpa de eso Herms. Te lo voy avisando, no me controlo.

-Y si no te controlas qué tiene que ver conmigo. No me gusta Harry, él y yo sólo somos amigos Eva, amigos, métetelo en tu cabezota ¿Eh? A-M-I-G-O-S

-Aja Eva, no hagas enfadar a Herms- Harry se frotó los cabellos dándole su aspecto normal.

-Y ahora qué eres Harry, ¿mister oído?

         Harry soltó una risa, que ciertamente Hermione adoraba. Ella esbozó una sonrisa y Eva la miró, se notaba perfectamente que el mundo podría derrumbarse sobre ella, pero ella no se daría cuenta sino seguiría mirando aquella sonrisa embobada.

-¡Ginny!- Eva la dejó pasar. Tenían que planear algo para que esos dos se confesaran de una buena vez.

-Eva, creo que hoy no vamos a poder hacer nada- Ginny lamentó un poco.

-¿Y Carol dónde está?- Harry preguntó curiosamente a Draco.

-Dejamos a Daniel y a Carol en casa de Molly- Draco se fue a la cocina y tomó un vaso de agua.

-Vámonos de una buena vez ¿Sí?, se va a hacer tarde- Hermione apagó las luces y salió.

-Está apuradita Harry, porque ya quiere sentarse en el cine contigo para tomarte el brazo y gritar de miedo- Draco empezó a reírse alocadamente.

-Amigo, te hace falta ir a un manicomio- Harry salió del apartamento.

-La que va a necesitar un manicomio voy a terminar siendo yo, si estos dos no se juntan de una buena vez- Eva siguió a Harry, seguida por Draco y Ginny.

        Las chicas fueron visitando tienda por tienda, mientras que ellos estaban cansados de tanto cargar bolsas. El lugar no estaba tan lleno a pesar de ser una inauguración, pero sí era muy confortable, sobre todo en un domingo. Harry y Draco se sentaron en un banco a esperar a las tres chicas que estaban en la tienda de al lado, viendo "objetos de la suerte".

-Harry, ¿tienes alguna bolsa de dulces?- Draco estaba hambriento y entre tantas bolsas tenía que haber algo de comer.

-Si quieres galletas dietéticas están a la orden- Harry y Draco se rieron y luego se quedaron viendo. Fue un gran error ir a ese lugar.

-Herms mira. Son vestidos de novia, tú eres la más próxima en casarte ¿No es cierto eso Harry?

-No me has dicho con quien estás ahora Hermy.

-Ush Harry, Eva está mintiendo, por supuesto que no me pienso casar, aún me queda tiempo para eso, tengo veinticuatro años.

-Pero aún así, ven vamos a probarte la ropa interior de novia, para tu luna de miel- Eva la tomó del brazo sin importarle la quejas de la chica.

-Pobre Herms ¿No Harry?- Draco entró detrás de las chicas.

-Sí... pobre Herms... – Se fue detrás de Draco también, después de todo no había otra opción ¿O sí?

         Eva rebuscó en cada rincón de la tienda dándole a Hermione cada vez más ropa. Ella estaba que se caía del peso. Ginny en cambio buscaba para ella (N/A: Nah, siempre pensando en uno...) Eva llevó a Hermione al probador con aquel ropero (N/A: La compadezco, si hay algo que odio es probarme tanta ropa -______-)

-¿Qué les parece? – Eva sacó a Hermione para que todos la vieran. La pobre estaba sonrojada hasta el tope (N/A: Quien no, salir con ropa interior de bodas en frente de todo el mundo)

-Pienso que es muy sexy – Ginny miró a Draco enfadada por el comentario – Digo... (N/A: aja Carol, aquí ta)  Estoy diciendo lo que Harry piensa – Miró a Harry con cara de "sálvame de esta" ¿Verdad Harry?

-¿Qué? Emmm OH sí, por supuesto, lo que yo pienso – Harry le dio una palmada a Draco – Claro mujer, es que Draco siempre adivina todo lo que estoy pensando.

-¿De verdad lo crees Harry? – La chica de cabellos marrones se sonrojó aún más.

-Sí... Es color rojo te va muy pero muy bien Herms.

-Y también te parece sexy no es cierto Harry – Eva lo miró penetrantemente como diciendo "Si dices no te mato"

-Sí, es muy sexy, te hace ver una gran figura – Harry se quitó los lentes limpiándolos un poco para n hacer tan incómoda aquella situación.

-Entonces Hermy, comprada – Eva volvió a meter a Hermione en el probador.

         Harry y Draco se quedaron un poco apenados. Sobre todo Draco porque Ginny se le había quedado viendo un poco molesta. El regaño que le esperaría en la casa, eso era lo malo de tener una esposa de tal carácter como lo era Ginny. De resto estaba bien. Y el pobre de Harry, se sabía que él nunca haría un comentario de esa clase y menos enfrente de todo el mundo, Draco le debía bastantes a él, y él a Draco... No.

         Siguieron esperando a que ellas terminaran de comprar. Que mujeres tan lentas... Harry se compró un helado de chocolate y Draco un banana split, y aún así, después de terminarlo, aún así no terminaban de comprar. Al borde de la desesperación Draco fue a la tienda de nuevo dejando a Harry casi dormido en la mesa de la tienda de helados.

         Al poco rato llegó con las chicas, y éstas cargaban unas cuantas bolsas. Faltaba una hora para la película y si no se apuraban en meter las bolsas en el carro, tenían que empezar a olvidarse de las palomitas y el refresco. Como siempre, las mujeres compran, los hombres cargan, los dos chicos tuvieron que cargar la mayoría de las bolsas nuevas más las que ya tenían. Los brazos casi se les caían del peso.

         Pero eso no era lo peor de todo. El carro estaba en el último sótano y el ascensor no servía. Tuvieron que bajar trescientos cincuenta y tres escalones, para luego lamentablemente tener que volver a subirlos.

         Las quejas eran terribles, pero no por parte de ellos que tuvieron que bajar trescientos cincuenta y tres escalones con casi quince bolsas cada uno. No, sino de las chicas, que si "Los zapatos me molestan" "Huele horrible" "Se me están ensuciando los pantalones". Un típico " ¡Cállense! " Provino de Draco, sino lo hacía de él, no lo hacía nadie. Había que poner seriedad en el asunto.

-Ya no soporto seguir subiendo – Eva se recostó sobre una pared.

-Sigue Eva – Harry le insistió.

-No quiero.

-Entonces – Harry la cargó- Tendrá que ser así.

-Pero que galón – Eva rió entre dientes, no había dicho galán sino galón.

         El pobre de Harry siguió subiendo pero ahora con Eva en los brazos, la muchacha pesaba una tonelada, pero sino lo hacía no podrían llegar al cine. Continuaron con su rumbo.

-Por in, en las puertas del cine. ¡Aire acondicionado!

-Eva parece muggle – Ginny se tapó la boca- Ups, jeje sé que no debía decir eso, este es un lugar... Ups, cierto...

-Yo ordeno – Draco se fue a la cola, seguido por Hermione.

-Yo te acompaño, mientras tanto ellos agarran los puestos.

         Cuando miró a Hermione se dio cuenta de algo, se recordó que no habían tratado de juntarla con Harry en ese día, así que se le ocurrió una idea, un poco más de diversión no afectaría, además a las chicas le encantaría que él colaborara con ellas. Sí, definitivo, iba a hacerlo.

-Oye Herm, ¿Te gustan las apuestas?

-No, me parecen estúpidas.

-Lo dices porque nunca ganas – Draco sabía como convencer a Hermione fácilmente, cuando la hacías pensar que era mala en algo enseguida lo hacía.

-Claro que no... A ver... ¿Qué es lo que quieres apostar? – Hermione lo miró con desconfianza, que clase de apuesta puede hacerle un hombre a una mujer.

-Es muy ultra sencillo. Si besas a Harry en la duración de la película ganarás.

-Pero... Eso sólo lo hacen los enamorados, olvídalo, además iagínate lo que puede pensar luego Harry de mí – Hermione negó con la cabeza – Olvídelo señor Malfoy, no lo haré.

-¿Ves? Sabes que vas a perder. Pero también puedes ponerme la apuesta que quieras, anda.

-Ush, por qué... Está bien, de verdad ¿La que yo quiera? – Hermione le miró maliciosamente, pero como Draco era tan lanzado estaba bastante confiado.

-La que tú quieras...

-Bien, después de la película tendrás que quitarte tu camisita enfrente de too el mundo – Draco le miró encantado. Pero después pensó en otra cosa.

-Un momento, Ginny me mataría...

-Eso te pasa por decir que podíamos apostar lo que sea – Hermione comenzó a ordenar unas palomitas y chocolates.

         El chico se quedó pensando, a él no le importaba hacerlo, pero a Ginny... Si Hermione besaba a Harry entonces él tendría que hacerlo porque no iba a perder. Pero pensándolo mejor, si él se la quitaba, Ginny no sólo lo mataría, sino que lo enterraría allí mismo. De paso que ya estaba molesta por lo que había pasado en la tienda de bodas.

         Hermione traía consigo una sonrisa de oreja a oreja, iba a disfrutar el regaño que se iba a calar Draco si se quitaba la camisa. Conocía a Ginny muy bien, y si su esposo hacía una cosa como esa, le enterraría vivito y coleando. Tenía ganas de ver eso, después de tantas escaleras la diversión hacía falta.

-Apúrense, se están perdiendo de los comerciales – Harry tomó unas palomitas y comenzó a tragar (n/a: Sorry, a comer)

-¿Cómo se llamaba la película? – Draco tomó otras palomitas.

-Pasajeros del viento (n/a: Uyy es que adoro ese libro^^) – Hermione tomó su refresco.

         La historia trataba de dos hermanos rivalizados. Uno legítimo y otro ilegítimo, trata sobre el odio que le profesa el legítimo (Sylvaner) al ilegítimo (Justin), por el hecho que su padre lo quiera más (A Justin). Después Jstinse embarca en un barco que va hacia China (El sabe hablar chino gracias a que su niñera lo era) Sylvaner aprovecha esa oportunidad para matar a Justin, pero este se salva gracias al primer amor d su vida Samantha (N/A: Por cierto, Samantha tiene las característica de Harry solo que no tiene una cicatriz, ni lentes y es medio rellena. Jo, casi nada, y Justin tiene el cabello rojo y ojos azules o.O, me recuerda un poco a Harry/Ron) Después unos piratas secuestran el barco, lo hunden, le roban la mercancía (Droga) que llevaban. La dueña del barco pirata era mujer, y decidió utilizar a Justin como esclavo.

«Después de unos años se muestra a un Justin de dieciséis años, padre de una criatura (N/A: Pobre de mi Justin, tan chiquitico jeje) que era hija de la famosa pirata y de él.  Sylvaner creía que Justin estaba muerto... Pero eso no era cierto»

-Harry... – Hermione murmuró hacia el oído del chico.

-Sí ¿Dime?

-Es que verás – Draco apuntó su oído en dirección a ellos – Draco y yo hicimos una apuesta, y era que yo tenía que besarte y...

-¿Aquí? – La chica asintió – No hay problema.

-Que bueno porque no quería perder la apuesta y... – Harry le dio un pequeño beso en los labios. Draco lo presenció todo pero lamentablemente...

-Lo siento Herms- Draco le murmuró en bajo, pero Hrry también escuchó  - Perdiste porque se lo dijiste, y eso es trampa.

-¿Qué qué? – Hermione le miró destrozada, tanto esperar para nada. Bueno y ¿Qué quería? ¿Que se le lanzara a Harry a besos? – Bueno no importa, era solo una estúpida apuesta.

         Siguieron viendo la película. Resultó ser muy corta para Hermione por estar pensando en otras cosas, pero había sido muy buena (N/A: Y súper pasadita, yo no podría verla ^^ pero ellos tienen 25, eso es otra cosa)

-Ahora yo no tengo que hacer la apuesta porque ya perdiste, es decir, ya gané, que es decir que tienes que hacer algo que yo te diga – Draco la miró maliciosamente – Solo quiero que... Beses a Harry, más nada.

-¿Y te parece poco? El ni siquiera es mi novio – A Draco se le ocurrió una buena apuesta con Harry, podía pedirle que le pidiera a Hermione que fuera su novia.

-Lo siento Herms, perdiste, paga las consecuencias.

-Hermy no me lo hubieras dicho, no habría pensado nada malo de ti – Harry le sonrió, pero con lo que ya importaba eso ahora.

-Me las pagarás Draquito, la próxima apuesta será muy riesgosa si quieres dormir bien esta noche, sin ser... Regañado – Hermione jaló a Harry por el cuello de la camisa y le plantó un beso salvaje. Le dejó un poco de maquillaje en la boca así que le ofreció un pañuelo. Luego se volvió a maquillar un poco.

-Bien, cuál es, antes de que llegue Gin del baño.

-Tú tendrás que... Ves aquel night club, bien, a una de esas bailarinas quiero que le metas esto – Le mostró diez dólares – En el sostén o en su hilo. Tú decides, Ah, y realmente lo siento, pero ya dormirás mañana, porque cuando Ginny vea eso, no te va a dejar ni dormir.

-Herms, ¿no exageras un poco? – Harry observó como se reía malévolamente.

-Bien Herm, pero lo mío será peor. Yo tendré que meterle dinero pero tú... tú tendrás que bailar.

         Los dos miraron a Draco sorprendidos.

-Y creo que será más fácil que te ponga el dinero a ti, después de todo, también eres bailarina. Creo que tendré una gran pelea con Gin pero tú también la tendrás con ella.

-¿Por qué Drac? – Ginny se le paró enfrente – Ya escuché su pequeña apuesta, y créanme, les doy permiso, pero 0 manoseos Draco, porque ya tenemos una conversación pendiente esta noche.

         Hermione y Draco miraron a Ginny sorprendida, tal vez tenía un plan. O simplemente no le importaba. O sino... ¿Qué era? Bueno... Finalmente llegaron a aquel night club.

-Señor quisiera bailar esta noche lo más pronto posible ¿Es acaso eso posible?

-Primero tendría que audicionar, luego se le asignaría el día y si gusta del público tendrá su trabajo.

-Pero es que yo solo quiero hacerlo hoy verá...

-Lo siento señorita, pero ya todo está reservado para hoy.

-Escuche, sólo necesito unos malditos cinco minutos en esa porquería de tarima y listo, la tendrá de nuevo, le prometo que al público le gustará.

-Lo siento, pero no puedo – El señor se le dio la vuelta.

-Señor, Taina se enfermó, ahora no tenemos una bailarina para el segundo tiempo – Una muchacha llegó de pronto con una voz ronca y cansada – Necesitamos a otra.

El señor vio a Hermione de reojo.

-Al parecer está usted de suerte señorita. Mónica, llévatela y arréglala.

-A su orden.

-Vaya, al parecer Draco va a perder esta vez.

-Eva... Crees que él se va a quedar de brazos cruzados... – El chico de lentes suspiró un poco – Como se ve que no lo conoces.

-Y menos cuando la bailarina seré yo.

-¿Ginny? – Todos soltaron el mismo nombre al unísono.

-Es decir... T-Tú ca-cari-riño va-as a-a ba-bailar? – Draco se puso aún más nervioso.

-Sí cariño, así que ya no tienes por qué ponerle dinero a Hermione.

-Pero no puedo permitir que bailes de esa forma, no sería buen esposo...

-Tampoco fuiste buen amigo con ella entonces, además de qué te preocupas, acaso preferías ponerle dinero a Hermione que a tu propia esposa. Vaya, pensaba perdonarte.

-No cariño, no es eso, sino que me pondría muy celoso si bailaras así para todos estos hombres sedientos de sexo.

-No te preocupes Draco, creo que ella solo tiene ojos para ti.

-¿Por qué lo dices Eva? – Draco pidió otra bebida.

-Simple. Porque si no, no haría eso.

*

-Y ahora les presentamos a... ¡La dama de negro!

         Algunos hombres se extrañaron, quien era esa tal dama de negro. Existía la dama de rojo, la de blanco, pero no la de negro. Draco estaba nervioso, no quería ver como se iba a vestir su esposa, y mucho menos como esos hombres le iban a gritar. Harry en cambio parecía muy tranquilo bebiendo un poco de cerveza y hablando con Eva. Ésta parecía emocionada, nunca se le pasó por la mente que algún día podría ver a Hermione bailando de aquella manera.

He met Marmalade down IN old Moulin Rouge
Struttin' her stuff on the street
She said, "Hello, hey Jo, you wanna give it a go?" Oh! uh
huh.

-Oh demonios – No era más nadie sino por supuesto Hermione. La dama de negro... Ni modo, sombra de ojos negra, labial negro, ropa negra, botas negras, guantes negros y cabello negro. No quería ni imaginarse a Ginny vestida de aquella forma, y además que nombre se pondría ella.

Giuchie, Giuchie, ya ya dada (Hey hey hey)
Giuchie, Giuchie, ya ya here (here)
Mocha Chocalata ya ya (oh yea)
Creole lady Marmalade

         La dama de negro, vaya nombre. Hermione estaba coqueteando con todos los hombres, pero sobre todo con uno y no era precisamente Draco. De la nada apareció Ginny vestida igual que ella pero en rojo, las dos empezaron a "cantar y bailar juntas" El pobre muchacho de ojos grises no encontraba el momento preciso para salir de su apuesta, tenía tanto coraje que ya casi ni se recordaba. Pero tenía que hacerlo y ella le dio una oportunidad.

Voulez vous coucher avec moi ce soir
Voulez vous coucher avec moi

         Draco aprovechó el momento en que su esposa se acercó para meterle el dinero en la "camisa" y salirse de una buena vez de eso. Pero no, entonces ella se bajó a su lado y comenzó a besarlo. Todos los que estaban allí gritaban. Al parecer los dos jóvenes ignoraron todo y se siguieron besando (N/A: Uy Carol, no seas malita, no me mates...)

-Buen beso caballero.

-Vamos Gin, ya puedes salir de la tarima.

         Hermione continuó cantando, dejando a todos los hombres impresionados. Así que los dos habían ganado la apuesta, al menos estaban a par. Terminó su número y recibió muchos aplausos, le pedían que volviera pero ella no pretendía hacerlo de nuevo, ya había sido una vergüenza total aquello que había hecho. No tenía cara para ver a Harry ahora, qué pensaría de ella.

-Lo hiciste muy bien Herms – Harry le dio un gran abrazo. Ella se sorprendió completamente por aquello. Se sonrojó hasta el tope notando que estaba casi semi-desnuda porque aún tenía puesta la ropa del baile. Enseguida después del abrazo miró hacia el suelo toda avergonzada.

-Vaya... Gracias Harry, en realidad... No fue nada.

-A mí me pareció que lo hiciste estupendo.

-... – Quería cambiar el tema pero en ese momento no se le ocurría nada – Y... ¿Dónde está Draco? ¿Y Ginny... y Eva?

-Jaja, Draco y Ginny están en un camerino disculpándose y bueno... Haciendo otras cosillas, y Eva está afuera hablando con un muchacho de veintiún años.

-Esa Eva, siempre buscándose a los jovencitos – Los dos rieron juntos.

-Sí que sí. Vamos a aquel restaurante, escuché de parte de Sam que era un lugar muy reconfortante y que servían una comida como para chuparse los dedos.

-¿Sam? ¿Quién es Sam?

-Ah, sabes, el chico con quien habla Eva, por cierto, quedó en verse con él mañana, van a salir desde la mañana, así que será un día tranquilo. Al menos para ti, porque mañana empiezan de nuevo las clases.

-Entonces mañana iré contigo a la escuela, tengo ganas de ver a las niñas. Supongo que mañana me tomaré el día de nuevo libre, he estado muy floja ultimadamente, pero ya sé de qué voy a escribir esta vez, de la infidelidad de los hombres, puedo exponer mi caso y...

-Pero Herms, así nunca vas a olvidar el asunto de ya sabes quien. No quiero que me andes toda triste.

-Bueno Harry, cuando viva con amor te prometo que escribiré uno de ello, por ahora sería bueno aprovechar las circunstancias, ya que lo viví, quisiera representarlo en un libro.

-Bueno... sí tienes razón, pero nada de los derivados de Lágrimas ¿eh?

-Está bien. Nada de derivados de Lágrimas.

         Salieron de aquel camerino para encontrarse con Eva y Sam, hablaban de las relaciones amorosas que habían tenido en su vida, Eva tenía que haberle tomado mucha confianza para contárselas. Ginny y Draco aún no salían, así que dejaron a las parejitas hablar y aclarar y se fueron solo ellos dos al restaurante.

         Tenía luces por todos lados, una suma grande de plantas de todos los tipos en la entrada y dentro, una tasca y aproximadamente diez mesitas. Por el fondo se escuchaba una suave melodía que muchas parejas hacía bailar. Tenía razón aquel joven, era un lugar reconfortante y además muy tranquilo, podía sentirse la paz en el ambiente.

         Los dos chicos pidieron algo ligero de comer para continuar hablando. La comida que les trajeron era exquisita. Pidieron dos cafés luego (N/A: jeje, lo puse porque ahora estpy tomando café con leche) y unos dulces para probarlos. Pero de lo que no se dieron cuenta es que en la mesa de al lado estaban sentados Sam, Eva, Ginny y Draco, escuchando de lo que hablaban. Mientras, Eva le explicaba a Sam que entre esos dos existía una barra amorosa muy poderosa. Draco comía un dulce de chocolate y Ginny uno de fresa.

-¿Ven? – Eva empezó de nuevo con sus suposiciones – Están tan entretenidos juntos hablando que ni se han dado cuenta que estamos aquí.

-Eso es verdad – Sam asintió – Nunca había visto dos personas que parecieran tener tanta química como ellos dos, hay que armar un plan para juntarlos.

-Parece cariño que Eva se encontró a la pareja perfecta.

-Uy sí, ya lo creo nena.

-Vaya Harry, hace tiempo que no sentía tanta paz.

-Ni yo... ¿Bailamos?

-Me encantaría – Hary tomó de la mano a la chica. Los espías profesionales (N/A: jaja, así los denominé) observaban con atención la escena. A Draco se le ocurrió una idea, o mejor dicho, otra apuesta.

-Oye cariño, Gin, ¿Una apuesta?

-Ay Draco, te me estás volviendo un apostador, a ver, cuál es.

-Si Harry besa a Hermione o viceversa, o si se besan los dos yo gano, si simplemente se abrazan o se susurran palabritas estúpidas tú ganas – Draco miró maliciosamente, Ginny empezaba a entender la razón, porque si había hecho aquella apuesta era porque tenía sus intenciones.

-De acuerdo, pero qué a cambio.

-Draquito se libra de su castigo en la noche y a cambio recibe la mejor noche de todas – Sonrió.

-Uy señor Malfoy, conque la mejor noche, pues si yo gano vas a tener que bailar para mí ¿Qué te parece?

-Apuesta hecha.

         Visualizaron a Harry y a Hermione para ver quién ganaba. Esperaron un poco más porque eso no tardaría en suceder, Draco se reía para sus adentros, mientras Ginny reía porque sabía que aquella apuesta era la más insólita de todas. Por supuesto que Draco iba a ganar, esos dos no solo se iban a besar, iban a terminar siendo novios.

         Sus piernas se movían solas al compás de la música. Hermione dejó de apoyar su cabeza en el hombro de Harry, y este dejó de acariciarle el cabello. Se miraron tiernamente y fueron acercando sus labios. Draco saltaba de la gloria. Los unieron en un beso que más tarde se volvió apasionado. Sentían como ciertas miradas les veían encantadas, pero no les importó, en aquel momento no les importaba nada. Se separaron.

-Guao – Hermione se llevó los dedos a la boca, sintiendo aún aquel beso como si se lo siguiera dando.

-Eso fue... ese fue – Harry trataba de encontrar palabras perdidas, pero su corazón no lo dejaba hablar. Latía aceleradamente, sentía que explotaba – Ese fue el mejor beso que me han dado en toda mi vida.

-Harry yo... tenía que decirte...

-JAJAJA soy es amo de las apuestas – Draco saltó de su silla y se montó en la mesa – Me libré del castigo, lalalala

-Por favor caballero, podría tomar asiento.

-Sí claro, disculpe señor – Ginny lo miró avergonzada.

-Ahora no Draco, ahora te quedas con castigo para la mañana.

-Pero Gin...

-Ay por el cielo mismo Draco, ¿Por qué he de castigarte? Ni que fuera tu mamá, lo que pasa es que piensas que si me molesto contigo se va a derrumbar el mundo, qué dulce eres, por eso te amo.

-Entonces... no... digo... ¿Bailamos?

-Con mucho gusto.

         Hermione aún tocaba sus labios, podía sentir aún como Harry la había besado. El corazón del chico paró de latir, pero su cabeza solo tenía mente para algo en ese momento y el resto de la noche, solo para un nombre... Hermione.

Notas de la autora:

OMG, no puedo creerlo, por fin lo terminé, ¿Saben que es eso? Hace añales que lo había empezado y hoy cuatro de Enero del 2003 a las 2: 49 PM lo termine, Yupiiiiiiii, jejeje espero que les haya gustado, y perdonen por haberlos hecho esperar, pero bueno ya saben, no se acostumbren a que escriba rápido porque tengo muchas cosas que continuar, por cierto visiten mi pag web ^^ http://mx.geocities.com/lissy_hhr4ever/ y mándenme sus fics, y también a mi comunidad de fics http://groups.msn.com/HarrPotterfics/ y mandenlos, no solo se unan para leer -____- bueno también para eso^^

Estpy escribiendo tres fics más, ya los verán pronto. Cuando los termine los publico, tengo que asegurarme de terminarlos para publicarlos y no andar con una carga. Muy pronto el capi del sentimiento más fuerte.

Se despide

Lis Jade Black Malfoy ^^