Cap. 7.... en este capitulo hay sexo..así que si sos muy religioso o menor
de edad..NO LEAS... pero si queres leer deja review
Capitulo 7: Visitas nocturnas.
Al volver al castillo, la noche les cayó encima. -Hey, y aún no he comido-dijo Sirius mirando las estrellas. -Vaya, todo un récord para ti Black-dijo Arabella sarcásticamente. Entraron al comedor y cenaron una exquisita comida que los elfos habían preparado especialmente. -Sí que estuvo rica la comida-dijo el elfo Todd al entrar al lugar. Los jóvenes no podían hablar de toda la comida que habían ingerido. Se levantaron lentamente de las sillas acolchonadas y subieron a las habitaciones. - Duérmanse rápido, por favor-les dijo James a sus dos amigos. Los jóvenes asintieron frenéticamente con sus cabezas. Sirius se puso a cantar mientras se dirigía a su cama adoselada. -Canuto, ¿de verdad piensas dormir???-le preguntó Remus a Sirius, viendo que éste hundía su cara en la almohada. -¿Quién te dijo??? El gran Sirius Black no duerme por las noches...- -Pero si por las mañanas-le dijo Remus mirándolo con una mirada sarcástica (N/A: ¿cómo es una mirada sarcástica?...).Sirius ni se inmutó por el comentario. -No puedo dormirme sabiendo que hay tres chicas compartiendo domicilio- comenzó el apuesto Black-mis hormonas se alteran de solo imaginarme a Arabella en ropa interior-.Remus comenzó a reír. -Canuto, no tienes remedio-dijo el apuesto licántropo. -¿Y si salimos un rato a dar una vuelta??,James no podrá regañarnos si accidentalmente entramos a la habitación de las chicas ¿o sí?-dijo poniendo cara de perrito. Remus sonrió con una mirada psicótica, y salió de la habitación junto con Sirius. Mientras tanto, en la habitación en donde se encontraban las chicas... -NO NO Y NOOOOOO!!!-bramaba Bella a Lily. -¿Por qué no?- -PORQUE ME PARECE INJUSTO QUE TÚ PUEDAS DIVERTIRTE CON JAMES, MIENTRAS YO ME MUERO DEL ABURRIMIENTO AQUÍ - -Pero...¿por qué no vas a buscar a Sirius y dejas de lamentarte??-preguntó Cat inocentemente. La cara de Arabella se puso rojo escarlata. No dijo absolutamente nada en ese momento, no se le vino ninguna contestación sarcástica a la mente, por lo que Cat se puso a reír, diciendo que había ganado esta vez. -¿Y si salimos un rato a recorrer el castillo?,tiene fama de tener pinturas y esculturas hermosas-dijo Lily. Bella y Cat la miraron unos instantes. -Pero, tenemos que vestirnos-dijo Cat. -No, salgamos así, si alguno de los chicos nos encuentra, me gustaría recordar ese momento-dijo Bella mirando su diminuto camisón verde. Miró a Lily.-Deberías ponerte esto-le dijo a su pelirroja amiga, sacando de su bolso un camisón borgoña escotado. Lily abrió los ojos de par en par. -¿QUÉEE???- bramó. -Hazlo por Jamsie-Pots- dijo Cat riendo. Lily se sonrojó y se quitó lo que tenía puesto, para ponerse lo que Bella le estaba dando. -Te queda perfecto-le dijo Cat. -Me queda espantoso-le contestó Lily sarcástica. -Te queda bien-le dijo Cat con el ceño fruncido. -Es muy corto-le contestó Lily enfadándose. Bella puso fin a la todavía no empezada discusión-Tú piensa en la cara de James y en cómo trabajarán sus hormonas en ese lindo amigote que debe tener entre sus piernas- Lily la miró sonriendo-Ni te lo imaginas-le contestó con mirada de deseo y mordiéndose el labio inferior. Cat y Bella irrumpieron en carcajadas. -Bueno, pero podrían hablar de lo atributos sexuales de Cornamenta en otro momento, ahora dense vuelta y mírennos-dijo una voz que Bella reconoció fácilmente. -Siri-boy-dijo, mirando al joven de ojos azules taaaaan lindo que la miraba desde la puerta. Sirius la miró de arriba abajo y sintió un tremendo cosquilleo interior. "¡Qué linda que está Bella!" pensó, no podía ocultarlo, la bonita rubia le revolucionaba las hormonas y el cuerpo. Esos ojos, esa boca que tanto le gustaba besar, ese pelo rubio, esas esbeltas piernas. "AYYYYYY, algo está empezando a excitarse" se dijo a si mismo apretando las piernas. "Dios mío, el piojoso está hecho un papacito" pensó a su vez Arabella. Le encantaba esa forma de ser engreída que él solía tener con los demás, le encantaban esos ojos levemente rasgados de color azul, el pelo sedoso, la espalda, los brazos...cada centímetro del cuerpo del joven Black la excitaba sobre manera. Bella se dio cuenta de lo que le ocurría a Sirius. Él era un hombre, ella una mujer. Sus hormonas funcionaban. Empezó a sentir un calor bajo la ropa, que obviamente pudo disimular, al tiempo que le sonreía a su amado. -¿Qué hacen aquí?-preguntó Cat mirando a Remus y lo lindo que le quedaba el pijama. Cat miró al joven licántropo (N/A: empecemos con los atributos de Remsie, jejejeje). Tanto le gustaba ese apuesto rubiecito de mirada dulce, tan diferente de sus amigos. Tan caballeroso, tan tímido. Los ojos verdes, el cabello color arena y ese hermoso cuerpo delgado que solo ella podía apreciar, debido a que Remus era algo introvertido (en comparación de Sirius y James), por lo que sólo un cierto número de chicas habían podido verlo semidesnudo. Los labios finos, la nariz, la espalda, la sonrisa. Cat recorrió con la mirada a su novio desde hacía dos años. -Venimos a divertirnos un rato-dijo Sirius pícaramente. -Justo que Bella te necesitaba-dijo Lily. La rubia la miró con ojos asesinos. -¿Si?-dijo Sirius con un asomo de sonrisa. "Contrólate y no sonrías" se dijo. Levantó la cabeza elegantemente y miró con ojos serios a las jóvenes. -Necesitamos un guía para nuestra expedición-dijo Cat haciendo seña militar. -¿Expedición???-preguntaron los muchachos al unísono. -Sí, queremos recorrer el castillo Hogwarts segundo, perdón, el castillo Potter-dijo Lily. -Pues, podemos perdernos-dijo Remus. -No nos importa, nos han pasado cosas peores-dijo Bella con voz de sufrida. -¿Por ejemplo?-dijo Remus. -Haber conocido a Snivellus-dijo Sirius. Las jóvenes rieron. -Bueno, sígannos –dijo Remus. Salieron de la habitación, recorriendo un enorme pasillo lleno de armaduras, las cuales movían la cabeza cada vez que ellos pasaban. Llegaron a un imponente escalera. -Bueno, allí es el Ala oeste del castillo, allí se encuentra todo lo que sea sala de dibujo, de música, la oficina y...-miró a Lily pícaramente-la habitación de James- dijo Sirius. -Y esa es el Ala este, allí se encuentra la biblioteca, mi lugar favorito de la casa, una oficina inmensa, perteneciente a Alan Potter y la sala de las pociones-dijo Remus. -¿Sala de las Pociones?-preguntaron a coro las jóvenes. -Sí, allí es donde están tooooodos los ingredientes para hacer toooooodas las pociones que se te ocurran-dijo Sirius. Remus asentía con la cabeza. -¿Y esa puerta?-preguntó Bella señalando una inmensa puerta de roble, la cual estaba decorada con ángeles. -Esa es la puerta que lleva a la sala de los espejos-dijo Sirius. Las chicas lo miraron sin comprender. -Sí, es una sala hecha especialmente para James-dijo Remus. -Una sala de juegos, digamos- -¿James aún la usa?- -Oh, no, eso fue hace añares-dijo Sirius encogiéndose de hombros. -¿Qué hay en las torres?-preguntó Cat. -Calabozos, de cuando los Potter encerraban muggles que se atrevían a pasar sus dominios-dijo Sirius. Las jóvenes lo miraron asustadas. -¿¿¿Encerraban muggles???- -Si, los Potter eran, mejor dicho, son, sangre pura y piensan de manera un tanto discriminativa hacia los muggles...-miró a Lily-o hacia los hijos de éstos- terminó de decir Remus. -Ah-dijo Lily melancólicamente. -Tranquila, James no es como ellos-dijo Remus. -Y eso ya está demostrado-dijo Sirius sonriendo y logrando que Bella lanzara un suspiro de amor. Subieron la escalera alfombrada y se dirigieron al Ala este de la casa, en donde se encontraba la biblioteca. Lily se separó del grupo lentamente, escondiéndose en una de las esculturas de Gryffindor que había allí. Esperó unos minutos hasta que el cuarteto desapareció, y, silbando, salió a buscar la habitación de James. Claro que ella desconocía la casa, por lo que tardó media hora, luego de pasar por todos lo lugares del Ala oeste, en encontrar la habitación del joven. Una gran puerta de roble, en la cual cabezas de león hacían relieve, la separaban de su amado buscador. La abrió, rogando que no rechinara y,para suerte de ella, no lo hizo. Entró. La oscuridad del lugar era tremenda, debido a que las cortinas color borgoña no dejaban pasar la luz de la luna. Esperó unos minutos hasta que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad. Visualizó la enorme cama adoselada de James y se dirigió hacia allí. James dormía plácidamente, y de costado, y solo llevaba puesto un calzoncillo azul, debido al calor infernal que hacía esa noche. Lily lo miró detenidamente, recorriendo al joven con la mirada. Cómo le gustaba ese chico de piel blanca y rasgos elegantes, de pelo negro azabache y rostro angelical, que lo hacía ver inocente (cosa que no era). "¡Cómo me gustas, cómo te amo!" pensó ella. Lily recordaba muy bien como ella y James se habían detestado en los primeros años de Hogwarts.Pero todo cambió cuando ambos se miraron, no como compañeros, sino como el hombre y la mujer que eran. Y ¡qué hombre!, terminó por reconocer ella. A pesar de ser casi un adulto, James conservaba facciones infantiles, lo que volvía loca a cualquier bruja o muggle. Los tremendos y bellísimos ojos café, tan seductores; esa sonrisa tierna y dulce, la cual podía transformarse en perversa y provocativa, hacia suspirar a más de una y, principalmente, a Lily. Todo fue un flash, luego de que ella se diera cuenta de que James era increíblemente atractivo, de que se diera cuenta de que lo amaba y era correspondida, y de que él había cambiado por ella, dejando su arrogancia y su ego, y esa estúpida manía de despeinarse cuando estaba frente a ella, en el pasado. ¿Cómo había logrado guardar ese amor durante casi dos años???. No lo sabía, sólo sabía que lo amaba profundamente. Se le acercó y lo acarició desde el cuello hasta el pubis. Lo besó, tocándole los labios cerrados con la lengua. Fue en ese momento que James despertó. La miró sin comprender unos minutos y se sentó adormecido en su cama. Ella se le acercó más y lo besó con fervor, al tiempo que le quitaba los calzoncillos. James sintió ese cosquilleo, esa excitación, eso que sentía cada vez que Lily lo tocaba. La desnudó con manos expertas, debido a que ya lo habían hecho muchísimas veces. Ella se le sentó encima, gimiendo de un placer incontrolable. James le besó el cuello, bajando..los senos, el ombligo...y volvió a subir. Voltearon, dejándolo a él sobre ella. Le mordió la oreja, mientras ella le besaba el cuello. Le separó aún más las piernas y empujó más intensamente, logrando que Lily gimiera con más fuerza y sonriera. El placer de ambos se hizo cada vez más grande, para luego provocar que ambos cuerpos vibraran de éste, y que ambos lanzaran gritos incoherentes. Y así siguieron, hasta que sus cuerpos quedaron exhaustos, hasta el amanecer.
Capitulo 7: Visitas nocturnas.
Al volver al castillo, la noche les cayó encima. -Hey, y aún no he comido-dijo Sirius mirando las estrellas. -Vaya, todo un récord para ti Black-dijo Arabella sarcásticamente. Entraron al comedor y cenaron una exquisita comida que los elfos habían preparado especialmente. -Sí que estuvo rica la comida-dijo el elfo Todd al entrar al lugar. Los jóvenes no podían hablar de toda la comida que habían ingerido. Se levantaron lentamente de las sillas acolchonadas y subieron a las habitaciones. - Duérmanse rápido, por favor-les dijo James a sus dos amigos. Los jóvenes asintieron frenéticamente con sus cabezas. Sirius se puso a cantar mientras se dirigía a su cama adoselada. -Canuto, ¿de verdad piensas dormir???-le preguntó Remus a Sirius, viendo que éste hundía su cara en la almohada. -¿Quién te dijo??? El gran Sirius Black no duerme por las noches...- -Pero si por las mañanas-le dijo Remus mirándolo con una mirada sarcástica (N/A: ¿cómo es una mirada sarcástica?...).Sirius ni se inmutó por el comentario. -No puedo dormirme sabiendo que hay tres chicas compartiendo domicilio- comenzó el apuesto Black-mis hormonas se alteran de solo imaginarme a Arabella en ropa interior-.Remus comenzó a reír. -Canuto, no tienes remedio-dijo el apuesto licántropo. -¿Y si salimos un rato a dar una vuelta??,James no podrá regañarnos si accidentalmente entramos a la habitación de las chicas ¿o sí?-dijo poniendo cara de perrito. Remus sonrió con una mirada psicótica, y salió de la habitación junto con Sirius. Mientras tanto, en la habitación en donde se encontraban las chicas... -NO NO Y NOOOOOO!!!-bramaba Bella a Lily. -¿Por qué no?- -PORQUE ME PARECE INJUSTO QUE TÚ PUEDAS DIVERTIRTE CON JAMES, MIENTRAS YO ME MUERO DEL ABURRIMIENTO AQUÍ - -Pero...¿por qué no vas a buscar a Sirius y dejas de lamentarte??-preguntó Cat inocentemente. La cara de Arabella se puso rojo escarlata. No dijo absolutamente nada en ese momento, no se le vino ninguna contestación sarcástica a la mente, por lo que Cat se puso a reír, diciendo que había ganado esta vez. -¿Y si salimos un rato a recorrer el castillo?,tiene fama de tener pinturas y esculturas hermosas-dijo Lily. Bella y Cat la miraron unos instantes. -Pero, tenemos que vestirnos-dijo Cat. -No, salgamos así, si alguno de los chicos nos encuentra, me gustaría recordar ese momento-dijo Bella mirando su diminuto camisón verde. Miró a Lily.-Deberías ponerte esto-le dijo a su pelirroja amiga, sacando de su bolso un camisón borgoña escotado. Lily abrió los ojos de par en par. -¿QUÉEE???- bramó. -Hazlo por Jamsie-Pots- dijo Cat riendo. Lily se sonrojó y se quitó lo que tenía puesto, para ponerse lo que Bella le estaba dando. -Te queda perfecto-le dijo Cat. -Me queda espantoso-le contestó Lily sarcástica. -Te queda bien-le dijo Cat con el ceño fruncido. -Es muy corto-le contestó Lily enfadándose. Bella puso fin a la todavía no empezada discusión-Tú piensa en la cara de James y en cómo trabajarán sus hormonas en ese lindo amigote que debe tener entre sus piernas- Lily la miró sonriendo-Ni te lo imaginas-le contestó con mirada de deseo y mordiéndose el labio inferior. Cat y Bella irrumpieron en carcajadas. -Bueno, pero podrían hablar de lo atributos sexuales de Cornamenta en otro momento, ahora dense vuelta y mírennos-dijo una voz que Bella reconoció fácilmente. -Siri-boy-dijo, mirando al joven de ojos azules taaaaan lindo que la miraba desde la puerta. Sirius la miró de arriba abajo y sintió un tremendo cosquilleo interior. "¡Qué linda que está Bella!" pensó, no podía ocultarlo, la bonita rubia le revolucionaba las hormonas y el cuerpo. Esos ojos, esa boca que tanto le gustaba besar, ese pelo rubio, esas esbeltas piernas. "AYYYYYY, algo está empezando a excitarse" se dijo a si mismo apretando las piernas. "Dios mío, el piojoso está hecho un papacito" pensó a su vez Arabella. Le encantaba esa forma de ser engreída que él solía tener con los demás, le encantaban esos ojos levemente rasgados de color azul, el pelo sedoso, la espalda, los brazos...cada centímetro del cuerpo del joven Black la excitaba sobre manera. Bella se dio cuenta de lo que le ocurría a Sirius. Él era un hombre, ella una mujer. Sus hormonas funcionaban. Empezó a sentir un calor bajo la ropa, que obviamente pudo disimular, al tiempo que le sonreía a su amado. -¿Qué hacen aquí?-preguntó Cat mirando a Remus y lo lindo que le quedaba el pijama. Cat miró al joven licántropo (N/A: empecemos con los atributos de Remsie, jejejeje). Tanto le gustaba ese apuesto rubiecito de mirada dulce, tan diferente de sus amigos. Tan caballeroso, tan tímido. Los ojos verdes, el cabello color arena y ese hermoso cuerpo delgado que solo ella podía apreciar, debido a que Remus era algo introvertido (en comparación de Sirius y James), por lo que sólo un cierto número de chicas habían podido verlo semidesnudo. Los labios finos, la nariz, la espalda, la sonrisa. Cat recorrió con la mirada a su novio desde hacía dos años. -Venimos a divertirnos un rato-dijo Sirius pícaramente. -Justo que Bella te necesitaba-dijo Lily. La rubia la miró con ojos asesinos. -¿Si?-dijo Sirius con un asomo de sonrisa. "Contrólate y no sonrías" se dijo. Levantó la cabeza elegantemente y miró con ojos serios a las jóvenes. -Necesitamos un guía para nuestra expedición-dijo Cat haciendo seña militar. -¿Expedición???-preguntaron los muchachos al unísono. -Sí, queremos recorrer el castillo Hogwarts segundo, perdón, el castillo Potter-dijo Lily. -Pues, podemos perdernos-dijo Remus. -No nos importa, nos han pasado cosas peores-dijo Bella con voz de sufrida. -¿Por ejemplo?-dijo Remus. -Haber conocido a Snivellus-dijo Sirius. Las jóvenes rieron. -Bueno, sígannos –dijo Remus. Salieron de la habitación, recorriendo un enorme pasillo lleno de armaduras, las cuales movían la cabeza cada vez que ellos pasaban. Llegaron a un imponente escalera. -Bueno, allí es el Ala oeste del castillo, allí se encuentra todo lo que sea sala de dibujo, de música, la oficina y...-miró a Lily pícaramente-la habitación de James- dijo Sirius. -Y esa es el Ala este, allí se encuentra la biblioteca, mi lugar favorito de la casa, una oficina inmensa, perteneciente a Alan Potter y la sala de las pociones-dijo Remus. -¿Sala de las Pociones?-preguntaron a coro las jóvenes. -Sí, allí es donde están tooooodos los ingredientes para hacer toooooodas las pociones que se te ocurran-dijo Sirius. Remus asentía con la cabeza. -¿Y esa puerta?-preguntó Bella señalando una inmensa puerta de roble, la cual estaba decorada con ángeles. -Esa es la puerta que lleva a la sala de los espejos-dijo Sirius. Las chicas lo miraron sin comprender. -Sí, es una sala hecha especialmente para James-dijo Remus. -Una sala de juegos, digamos- -¿James aún la usa?- -Oh, no, eso fue hace añares-dijo Sirius encogiéndose de hombros. -¿Qué hay en las torres?-preguntó Cat. -Calabozos, de cuando los Potter encerraban muggles que se atrevían a pasar sus dominios-dijo Sirius. Las jóvenes lo miraron asustadas. -¿¿¿Encerraban muggles???- -Si, los Potter eran, mejor dicho, son, sangre pura y piensan de manera un tanto discriminativa hacia los muggles...-miró a Lily-o hacia los hijos de éstos- terminó de decir Remus. -Ah-dijo Lily melancólicamente. -Tranquila, James no es como ellos-dijo Remus. -Y eso ya está demostrado-dijo Sirius sonriendo y logrando que Bella lanzara un suspiro de amor. Subieron la escalera alfombrada y se dirigieron al Ala este de la casa, en donde se encontraba la biblioteca. Lily se separó del grupo lentamente, escondiéndose en una de las esculturas de Gryffindor que había allí. Esperó unos minutos hasta que el cuarteto desapareció, y, silbando, salió a buscar la habitación de James. Claro que ella desconocía la casa, por lo que tardó media hora, luego de pasar por todos lo lugares del Ala oeste, en encontrar la habitación del joven. Una gran puerta de roble, en la cual cabezas de león hacían relieve, la separaban de su amado buscador. La abrió, rogando que no rechinara y,para suerte de ella, no lo hizo. Entró. La oscuridad del lugar era tremenda, debido a que las cortinas color borgoña no dejaban pasar la luz de la luna. Esperó unos minutos hasta que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad. Visualizó la enorme cama adoselada de James y se dirigió hacia allí. James dormía plácidamente, y de costado, y solo llevaba puesto un calzoncillo azul, debido al calor infernal que hacía esa noche. Lily lo miró detenidamente, recorriendo al joven con la mirada. Cómo le gustaba ese chico de piel blanca y rasgos elegantes, de pelo negro azabache y rostro angelical, que lo hacía ver inocente (cosa que no era). "¡Cómo me gustas, cómo te amo!" pensó ella. Lily recordaba muy bien como ella y James se habían detestado en los primeros años de Hogwarts.Pero todo cambió cuando ambos se miraron, no como compañeros, sino como el hombre y la mujer que eran. Y ¡qué hombre!, terminó por reconocer ella. A pesar de ser casi un adulto, James conservaba facciones infantiles, lo que volvía loca a cualquier bruja o muggle. Los tremendos y bellísimos ojos café, tan seductores; esa sonrisa tierna y dulce, la cual podía transformarse en perversa y provocativa, hacia suspirar a más de una y, principalmente, a Lily. Todo fue un flash, luego de que ella se diera cuenta de que James era increíblemente atractivo, de que se diera cuenta de que lo amaba y era correspondida, y de que él había cambiado por ella, dejando su arrogancia y su ego, y esa estúpida manía de despeinarse cuando estaba frente a ella, en el pasado. ¿Cómo había logrado guardar ese amor durante casi dos años???. No lo sabía, sólo sabía que lo amaba profundamente. Se le acercó y lo acarició desde el cuello hasta el pubis. Lo besó, tocándole los labios cerrados con la lengua. Fue en ese momento que James despertó. La miró sin comprender unos minutos y se sentó adormecido en su cama. Ella se le acercó más y lo besó con fervor, al tiempo que le quitaba los calzoncillos. James sintió ese cosquilleo, esa excitación, eso que sentía cada vez que Lily lo tocaba. La desnudó con manos expertas, debido a que ya lo habían hecho muchísimas veces. Ella se le sentó encima, gimiendo de un placer incontrolable. James le besó el cuello, bajando..los senos, el ombligo...y volvió a subir. Voltearon, dejándolo a él sobre ella. Le mordió la oreja, mientras ella le besaba el cuello. Le separó aún más las piernas y empujó más intensamente, logrando que Lily gimiera con más fuerza y sonriera. El placer de ambos se hizo cada vez más grande, para luego provocar que ambos cuerpos vibraran de éste, y que ambos lanzaran gritos incoherentes. Y así siguieron, hasta que sus cuerpos quedaron exhaustos, hasta el amanecer.
