Para todas aquellas que querían que continuara este fic, aquí está el capítulo 12!!!!!!!!... M.O.S

M.O.P

M.O.M

DEJEN REVIEWS!!!!!!!!!!

Capítulo 12: Demasiada Hidromiel.

-SIRIUS BLACK YA CÁLLATE-bramó Arabella cuando Sirius dijo por cuatrigésima vez que tenía hambre. El joven la miró perplejo.

-Pero..pero...¿por qué me gritas? TT-dijo Sirius simulando llanto. Arabella sonrió tímidamente al ver la cara de Sirius, que tenía los ojos cerrados y un asomo de sonrisa en el rostro. Mientras tanto, James y Lily se habían acostado en el sofá de la sala de estar, abrazados. Lily se había recogido el cabello, para que James pudiera apoyar la cabeza en su hombro.

-No, suéltate el cabello-le dijo James al oído.

-Ah claro, yo me muero de calor con el pelo suelto-

-TT-

-De acuerdo, me lo soltaré-dijo Lily sonriendo, y quitándose el moño. Su largo cabello rojo cayó sobre sus hombros elegantemente, notando la cara de bobo que James había puesto.

-Que linda te ves con el pelo así nn-dijo James acomodándose, hasta quedar frente a frente con su novia. La besó con ternura, despacio, mientras ella sonreía al sentir la húmeda lengua de él acariciando sus labios. Se abrazaron, quedando ambos cuerpos pegados.

-¿Puedo preguntarte algo?-dijo Lily, mientras James apoyaba sus labios sobre la mejilla de ella. El joven asintió con la cabeza, besándola.- ¿cuándo me pedirás matrimonio?-

-¿Perdón?-dijo él riendo.

-Er...sí, se supone que nos casaríamos..¿no?-dijo Lily con cierto nerviosismo. No podía creer que James lo hubiese olvidado. Él reía ante la cara de asombro de ella.

-Pues...er...¿deberíamos?-la cara de la pelirroja se contorsionó. James habló antes de que ella gritara.

-SÍ..nos casaremos-dijo divertido. Lily suspiró.

-Si quieres que sea la madre de tus hijos..DEBERÁS DARME UN ANILLO-James levantó las cejas, mientras sonreía. Lily se ruborizó ante la mirada de su novio.

-Hablo en serio-dijo luego, mientras miraba al suelo tímidamente, al tiempo que James le mordía una oreja juguetonamente. Comenzó a reír, al sentir las manos de James dentro de su pollera, demostrando que buscaba "algo" entre sus piernas.

-Lily..tus bragas me molestan-dijo al oído de la pelirroja. Las manos de James traspasaron la suave tela de la ropa interior, jugando con su sexualidad, haciéndola gemir y suspirar. Se humedeció intensamente, James era un experto.

-James...aquí no-dijo ella entre suspiros, cuando él se acomodó para la acción.

-TT-

-Amor, están los chicos y, además, estoy más cómoda sobre una encima nn-dijo ella riendo y ruborizándose.

-CORNA-bramó un joven de ojos azules entrando al lugar. James y Lily lo miraron.

-¿Interrumpí algo?-preguntó Sirius levantando una ceja y sonriendo pícaramente.

Ambos jóvenes acostados en el sofá se ruborizaron intensamente. Sirius llevaba una botella entre sus manos.

-¿Qué es eso?-preguntó Lily mirando la botella color marrón que el chico tenía.

-Hidromiel..¿quieres?-preguntó Sirius mirando a la pareja.

-¿No es fuerte?-

-Sí..y no quiero que tomes-dijo James mirando a Lily.

-James, si ella quiere tomar-

-DIJE QUE NO-bramó James enojado-puede ser que a ti no te afecte, pero ellas son más propensas a emborracharse-

-Oh, vamos, si se emborracha, será más fogosa en la noche-Lily se ruborizó y miró al piso.

-Pero..no necesita emborracharse para eso no-dijo James mirando a la bella chica bajo él. Lily sonrió.

-Te amo yo también-dijo ella riendo, y besándolo apasionadamente.

-Ejem..acabo de comer-dijo Sirius deteniendo la escena romántica.

-Sirius..¿por qué nunca tienes un poco..solo un poco de finura?-dijo Lily.

-Y abres menos la boca-dijo James.

-¿Por qué todos me tratan mal TT?-preguntó Sirius.

-Black nnUUU- dijo James riendo.

-Sirius, ya está la torta..¿no querías comer?-preguntó Arabella entrando a la sala de estar.

-Si me das un besito, sí nn-dijo Sirius pomposamente. Se acercó a la rubia y PAFF.

-NO TE ME ACERQUES BLACK-dijo ella enojada, luego de meterle un cachetazo el pobre Sirius.

-NO ME GOLPEES-bramó él enfurecido y tomándola de los brazos bruscamente.

-NO SE PELEEN DE NUEVO-bramó James desde el sofá, en donde Lily lo estaba abrazando. Ambos jóvenes miraron al suelo.

-Lo sentimos James-dijeron a coro Sirius y Arabella. Ambos salieron, dirigiéndose a la cocina, en donde Remus y Cat se besaban tiernamente.

-Otro más-dijo Sirius revoleando los ojos hacia el techo.

-¿Vienen por la torta?-preguntó Cat ruborizada y separándose de su novio. Les entregó a los dos jóvenes la torta, de la cual salía un olor exquisito.

-Se nota que no la cocinaste tú nnU- dijo Arabella mirando a Sirius. El joven tenía los labios fruncidos, como si estuviera pensando, y una ceja levantada, que lo hacía

ver increíblemente tentador.

-¿En qué piensas Sirius?-preguntó ella de repente, notando que el chico no pronunciaba palabra.

-En quien pienso, esa es la pregunta-dijo él, sorprendiéndola.

-Tú..¿pensando en alguien?-dijo ella sarcástica. Lanzó una carcajada que enfureció a Sirius.

-POR QUÉ TE RÍES???¿NO PUEDO ACASO PENSAR EN UNA CHICA?-Arabella se tapó la boca de repente, dándose cuenta de que él estaba enojado por su comentario.

-TÚ NO TIENES SENTIMIENTOS-bramó segundos después.

-ESO NO LO SABES-bramó él, arrojando una pedazo de torta al suelo.

-Ah claro, ¿y por quién tienes sentimientos?-preguntó ella levantándose bruscamente de la silla. Los ojos de Sirius se humedecieron.

-Que tú no te des cuenta, no quiere decir que no ame..no soy un cuerpo vacío..también tengo corazón- algunas lágrimas habían caído por sus mejillas, mojando su bonito rostro. Salió del lugar, dejando a Arabella sola y dolida en la mesa. Lo siguió, tenía que pedirle perdón. Lo encontró acurrucado en la puerta que daba al salón de baile, con la botella de hidromiel vacía entre sus manos y llorando intensamente.

-Sirius...-

-¿Qué?-dijo con voz quebrada.

-Yo..lo siento-se sentó junto a él, quitándole la botella de las manos.

-¿Tanto te cuesta creerme que quiero a los demás?-preguntó limpiándose las lágrimas. Estaba borracho, y con los ojos enrojecidos.

-Sirius...lo que dije..-

-Lo que dijiste lo dijiste y punto- se levantó del piso y salió al parque de la casa.

Varias nubes negras se acercaban amenazadoramente. Arabella sintió pena por el joven que caminaba tambaleándose en el patio.

-Si te dieras cuenta de lo que siento por ti, no llorarías por no tener amor de los demás-se dijo a sí misma, mirando al botella vacía entre sus manos. Se levantó y miró a Sirius. Había comenzado a llover, por lo que Sirius estaba empapado en medio del parque, con la cabeza gacha. Fue hasta él, mientras la lluvia la mojaba intensamente, pegando su ropa al cuerpo. Tomó a Sirius del brazo y lo hizo voltear.

-Sirius-dijo ella, al ver la cara del chico. Sirius tenía el flequillo sobre los ojos, chorreando agua. La musculosa se le pegaba exquisitamente al bien formado cuerpo, mientras que ínfimas gotas resbalaban por sus brazos, su cuello, sus piernas. Arabella suspiró al notar el abdomen musculoso del joven, que la incitaban a acercarse.

-Sirius, yo...-pero él la tomó de la cintura y la besó intensamente, con fervor, fundiendo su lengua a la de ella. Se dejó besar, mientras acariciaba la remera húmeda del moreno.

-Te amo Arabella-dijo él de repente. Ella se paralizó.

-¿Qué?-

-Que te amo-volvió a decir él, mientras le besaba el cuello empapado de agua.

-Yo también te amo-suspiró ella, cuando él la levantó sobre sí. Entraron a la casa, empapados y embarrados. El lugar estaba solitario y en silencio.

Sirius tomó a Arabella en brazos y subieron las escaleras hacia los dormitorios. Ya dentro de éste, se despojaron de sus ropas húmedas.

Sirius se posó sobre ella, abriéndole las piernas, para que sus sexualidades pudieran "saludarse".

Arabella gimió con fuerza al sentirlo, y arqueó la espalda. Sirius le besaba el cuello mientras le penetraba lentamente, empujando de vez en cuando con fuerza. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que se habían encontrado así?. Meses, un año quizás.

El sudor del cuerpo de Sirius se entremezclaba en el pálido cuerpo de ella. Él la poseía apasionadamente, y Arabella solo gemía y suspiraba. La cama se movía al ritmo de ellos, hacía ruidos, pero no les importaba, solo estaban ellos dos solos, formando uno.

Arabella tomaba con fuerza las sábanas, como si quisiera desgarrarlas, mordiéndose el labio inferior cada vez que Sirius la penetraba salvajemente.

Él se entretenía con el aroma del cabello dorado de ella, mordiéndole las orejas. Su miembro se ensanchaba cada vez más, entremezclándose con la humedad de la sexualidad femenina.

Arabella lo sentía y sonreía, riendo algunas veces, arqueando su espalda, gimiendo, gritando para incitarlo a ser salvaje. El placer de ambos se hizo cada vez más grande, mientras Sirius se erguía sobre sí y empujaba salvajemente, haciendo que Arabella suspirara profundamente. Él no la lastimaba, al contrario, la hacia disfrutar mucho más el momento. Gritaron con fuerza al sentirlo, esas sensaciones, esos temblores.

Arabella se aferró a la transpirada espalda del moreno, mordiéndole el hombro y rasguñándolo. Él gimió, mientras seguía empujando, pero esta vez despacio y brevemente. Cayeron abrazados en la cama, aún suspirando y gimiendo en voz baja. Arabella besó la frente de Sirius con dulzura. Él sonrió.

Podía ser que él estuviera borracho, que hubiera tomado demasiada hidromiel, pero aún así sabía que lo que Sirius le había dicho era cierto, los borrachos siempre dicen la verdad. Se durmieron, abrazados y sonriendo, mientras la lluvia caía torrencialmente afuera.