Holaaaaaaaaaa...tanto, tantísimo tiempo que no nos vemos...ooooooooh..sí, sí, muchísimo tiempo hacía que no actualizaba este fic...ni ningún otro..jejejejeje...Los he extrañado a todos, toditos, aunque no sean muchos los extrañé a cada uno y a sus HERMOSOS y ANSIADOS reviews...ejejjejee
Bueno..espero que este capítulo les guste. Si no es muy interesante es porq me estoy poniendo al día con todos los fics y la inspiración a veces no me da para todos.
Gracias por soportarme y esperarme...jejejejeje..
Creo que debería cambiarle el nombre al fic y ponerle "Vacaciones en la casa de Sirius"...jajajaja...ya sabrán por qué...
Besos y of course, DEJEN REVIEWS NO SEAN RATAS COMO PETER...
M.O.S
M.O.P
M.O.M
Y FANA DE LA ESCENA DE HARRY EN LA BAÑERA..OH ME HA DEJADO UN TRAUMA..MYRTLE MENOS MAL Q ESTÁS MUERTA SINO TE HUBIERA RESUCITADO Y VUELTO A MATAR...P€RR!..
Cedric, Sirius y muchos más, descansen en paz...UUCapítulo 16: Una nueva vida... en casa de Sirius.
James se apresuró a empacar varias cosas en el baúl ya inutilizado del colegio. Guardó en él todo lo que pudo, para luego mirar con tristeza su habitación. Suspiró. Extrañaría aquella casa, a pesar de todo. Salió del lugar, arrastrando el baúl, mientras miraba al suelo con melancolía.
-James..¿ya está todo listo?-le preguntó la voz dulce de Remus. James sólo asintió con la cabeza.
-Pues vamos-dijo un emocionado Sirius saliendo del cuarto. James y Remus lo miraron perplejos. El moreno de ojos azules se veía muy feliz.
-¿Qué le ocurre?-le preguntó James a Arabella, que acababa de aparecer detrás de ellos. La rubia sonrió y fue hasta Sirius.
-Ya amor, cálmate, ya iremos a tu casa, no te preocupes-Sirius sonrió de oreja a oreja y abrazó a la chica, mientras James y Remus se miraban levantando las cejas. Se encogieron de hombros, riendo.
-Yo ya estoy-dijo Cat llegando hasta ellos con sus maletas.
-¿Iremos todos a la casa de Sirius?-preguntó Lily. Miró a James con pena, por culpa de ella debía dejar la casa en la que había crecido. El moreno notó su melancolía y la abrazó con dulzura, besándole el cabello.
-¿Podemos apresurarnos, no quiero estar mucho tiempo aquí-dijo James mirando a su alrededor.
Bajaron las escaleras al salón principal, en donde Perséphone los esperaba apesadumbrada. Miró a James y a Lily cuando llegaron junto a ella. Les sonrió.
-Bueno, creo que nos despedimos aquí-dijo, con un esfuerzo sobre humano para no llorar. Abrazó a su hijo, para luego dirigir su abrazo hacia Lily.
-No te preocupes má, te enviaré cartas día por medio-dijo James sonriéndole.
-Un carruaje los espera afu...-
-¿Un carruaje?-preguntaron Lily y Arabella asombradas.
-¿Y por qué no usamos un auto?-preguntó la rubia.
-Pues...-Perséphone se mantuvo pensativa. Sonrió a modo de disculpa-ustedes saben como soy yo-
-No hay problema-dijo Sirius-aunque creo que será un poco traumático para los muggles que viven en el mismo edificio que yo-
-¿VIVES EN UN EDIFICIO?-bramó Arabella-Sirius me sorprendes-el moreno sonrió.
-No saben lo que son mis vecinas-les dijo Sirius en un susurro a James y a Remus, aunque Arabella, Cat y Lily pudieron oírlo con claridad, provocando que la rubia se pusiera roja, y se lanzara a golpear a Sirius.
-Oye..no te enojes-dijo él riendo y tomándole las manos. La acercó a su cuerpo-si sabes que tú eres la única a la que amo-la abrazó, tomándole el rostro y besándola.
-NO ME TOQUES BLACK-
-Nosotros tenemos que irnos-dijo Remus en voz alta, intentando opacar los gritos de Arabella, que se debatía por salir de los fuertes brazos de Sirius.
-Nosotros nos vamos señora-dijo Lily saliendo. Los seis salieron del castillo arrastrando los baúles.
El imponente carruaje frente a las puertas los sorprendió. Tres caballos blancos dirigían la marcha. No había conductor, cosa que asombró a Lily.
-¿Por qué..?-
-Los caballos son muy inteligentes, los llevarán hasta la casa de Sirius, no te preocupes-dijo Perséphone acercándose al trío de animales y acariciándolos. Señaló unas extensiones que poseían los cuerpos de las criaturas-son alas-
-Son..son..-dijo Arabella emocionada.
-Sí, pegasos-dijo James, tendiéndole la mano a Lily para que subiera al coche.
-Bueno tía, aquí nos despedimos-dijo Sirius sonriendo. Perséphone rió.
-Yo dejé de ser tu tía cuando pasaste el metro sesenta-dijo riendo. Abrazó al moreno frente a ella, cosa que encantó a Sirius, él nunca había tenido tanto amor "materno", y quería a la madre de James como si fuera la suya.
Ya una vez cuando todos estuvieron dentro del carruaje, sintieron como éste se elevaba en el aire, asombrando a las dos muchachas junto a James y a Sirius. El viaje fue bastante pacífico, sin contar con el desvío que sufrieron los caballos cuando Sirius dijo que quería comer. Llegaron a la calle más extraña que se pudiese conocer, llena de enormes edificios y comercios. El coche estacionó lo bastante alejado de las miradas muggles. Ya estaba anocheciendo. Bajaron despacio, mientras miraban la negrura del cielo, en donde varias estrellas ya brillaban con una luz especial.
-Canuto...¿aquí vives?-preguntó James desconcertado mirando el enorme edificio frente a él.
-Pues sí-dijo el moreno, sacando de su bolsillo una llave.-Em...-miró a Arabella y a Lily-¿cómo se usa esto?- ambas lo miraron divertidas, levantando las cejas.
-Ay, por Merlín..y después dices que eres increíblemente inteligente-dijo Arabella con fastidio, tomando la llave que Sirius le entregaba en mano.
-Te habría venido bien haber tomado Estudios muggles-dijo Cat riendo-digo, para aprender algo más-
Entraron al lugar con sigilo.
-Em...Sirius..¿no piensas encender la luz?-preguntó Arabella intentando vislumbrar a los demás, caminando despacio-AHHHHHH-bramó ella y alguien más.
-¿Quién eres?-preguntó la otra persona.
-¿Lily?-
-¿Bella?-
-¿Por qué el idiota no enciende la luz?-preguntó la colorada.
-¿Y eso cómo se hace?-preguntó una voz masculina cerca de ellas.
-Black..¿no sabes encender la luz?-
Las mejillas del moreno se ruborizaron, aunque ninguno de los presentes lo notó, mejor para él, así no pasaba en el ridículo.
-Pues...no-dijo Sirius avergonzado.
Se oyó un suspiro.
-Pues tienes que buscar una perilla...-dijo Lily, tanteando la pared-y se hizo la luz-rió. La luz fue encendida por la pelirroja. Todos se miraron, asombrados...bueno, en realidad los asombrados fueron James y Sirius.
-Vaya...eso es...MAGIA-bramó Sirius mirando al techo, las paredes, el suelo-¿cómo has hecho para que apareciera la luz?- Arabella sonrió. Era encantador cómo el moreno se asombrada de semejantes estupideces, aunque parecía un niño chiquito..tan tierno.
-Sólo toqué esta perilla-dijo Lily apagando la luz-¿ves?-
-Sí-dijo Sirius con voz estupefacta-genial-
-Bueno... ¿subimos?-dijo Remus impaciente-porque no creo que quieran quedarse toda la noche aquí...además...quiero subir a conocer tu casa-miró a Sirius sonriendo.
-¿En que piso vives?-preguntó Cat al llegar junto al moreno.
-En el noveno-
-Me imagino que vamos a subir por ascensor-dijo Arabella.
-As..¿ascen qué?-preguntó Sirius mirándola fijamente.
-Ascensor, Sirius, ascensor...-dijo la rubia sin poder creer que aquel joven no sabía nada de muggles-es...ese aparato-señaló las puertas grises metalizadas que, cerradas, esperaban que alguien los usara.
-Ah..ascensor...ese bicho que me comió la comida...-
-¿Qué?-dijo Lily-los ascensores no tienen vida-
-¿No? éste sí...-dijo Sirius-el muy maldito se llevó las tres bolsas del supermercado..-la pelirroja y la rubia se miraron perplejas. Luego, comenzaron a reír.
-¿De qué se ríen?-preguntó Sirius avergonzado.
-¿No me digas que dejaste las bolsas de las compras en el ascensor?-
-Sí-dijo el apuesto joven ruborizado-se movió solo-
-No cariño-dijo Arabella-los ascensores bajan si uno los llama con aquel botón-
-Pero..pero... ¿y las bolsas?-
-Se las habrá quedado algún vecino, amorcito-dijo ella riendo ante la cara de Sirius. Le acarició la mejilla. Esa piel tan suave y tersa, encantadora.
-Bueno-dijo él, volviendo a la compostura-subamos-señaló las escaleras.
-Espera un momento.. ¿vives en el noveno piso y pretendes que subamos por las escaleras?-dijo James.
-Y... ¿cómo quieren que subamos?-preguntó Sirius sin entender.
-POR EL ASCENSOR BLACK-bramó Arabella. Sirius puso cara de terror.
- ¿Por el ascensor?-preguntó con voz ahogada-le..le tengo miedo...-retrocedió varios pasos, hasta quedar contra la pared.
-Black...es solo un ascensor-dijo Arabella impaciente.
-LE TENGO MIEDOOOOOOO-
-BASTA BLACK NO SEAS CHIQUILÍN-bramó con los pelos de punta. Lo tomó del brazo bruscamente y se adentraron dentro del elevador. Todos subieron. James reía ante la cara de horror de su mejor amigo.
-No puedo creerlo, el gran Sirius Black le tiene miedo a un insignificante elevador-dijo entre risas.
-Es verdad Canuto, nos sorprende de ti, tú que no le temes a nada-dijo Remus riendo también.
-YA NO ME CARGUEN MÁS-bramó el moreno enojado.
-No discutan-dijo Lily de repente. Tocó el botón que decía 9, y se acomodaron en el pequeño cubículo. Sintieron la sacudida que les indicaba que el ascensor estaba en funcionamiento.
-Vaya, estas cosas sí que son raras-dijo James mirando al suelo. Miró a la pelirroja a su lado- te amo.. ¿lo sabías?-ella sonrió, asintiendo con la cabeza. Se besaron dulcemente, mientras las otras cuatro personas los miraban asombrados.
Pensamientos de Remus:
"Son tan tiernos, ojalá Cat y yo sigamos así, y nos llevemos igual que ellos" la miró " se ve tan linda, más ahora que sé que lo nuestro va en serio, me encantaría pedir su mano y que formáramos una familia, y que tengamos hijitos, un niño y una niña, un muchachito como yo y una jovencita tan hermosa como ella".
Pensamientos de Cat:
"Que suertuda que es Lily, no le salió para nada mal haberse jugado por James. Se nota que se aman con locura. ¡Qué lindo es que todos seamos felices!..James y Lily, Rem y yo...suspiro ojalá me pida la mano, y nos casemos. Le daré mil hijos si es posible...todos los varones igualitos a él, y las niñas..Dios quiera que se parezcan a él también" suspiro.
Pensamientos de Arabella:
"Ay por Merlín, que cursis que sean puesto estos dos" revoleó los ojos al techo "no coman pan frente a los hambrientos, egoístas suspiro ojalá Black aceptara sus sentimientos por mí...a menos que no sienta nada, y me esté usando como juguetito sexual. Black, por Dios, ¿por qué no eres como James? ¿por qué no te pareces aunque sea una pizca a tu mejor amigo, así luchas por mí? suspiro si sabes que te amo, Black. Te amo". Lo miró "por Merlín, juro que le haré un monumento a sus padres por haber tenido a semejante bombón".
Pensamientos de Sirius:
"Vaya, y pensar que esto dos se odiaban a muerte hace un par de años. Me parece genial que se amen así." Miró a la rubia junto a él. Suspiro "¿Por qué me cuesta tanto aceptar que te amo, rubiecita mía, dime por qué? no lo entiendo...no...eres tan hermosa, tan solo si supiera que tú no estás jugando conmigo, si tan sólo me dijeras mirándome a los ojos que serías capaz de pasar toda tu vida junto a mí, sería capaz de dejar todo, sería capaz de regalar mi fortuna, desligarme de mi apellido, gritar que te amo a los cuatro vientos, correr desnudo por la calle...sería capaz de todo por ti, cariño, todo, todo lo dejaría si...si aceptaras mis disculpas...si aceptaras que me amas, y que lo que siento es cierto, aquí dentro" suspiro "ojalá Bella y yo nos estuviéramos besando como Lily y James se besan ahora".
El elevador se detuvo.
-Llegamos-dijo Lily, separándose de James, mientras las puertas grises se abrían.
Salieron, yendo hacia la puerta que, en el frente, tenía un gran número 9 en plateado.
-Canuto, las llaves-dijo James esperando a que Sirius terminara de salir del elevador.
El moreno se acercó a la puerta e introdujo la llave en la cerradura. Abrió la puerta y entraron.
Miraron alrededor. A pesar de que era un apartamento, era increíblemente espacioso. Las paredes eran de color blanco, y hacían juego con las cortinas que ondeaban debido al viento que entraba por las ventanas. Los muebles eran rústicos y, asombrosamente, se encontraban limpios y ordenados.
-No me digas que tú limpias porque si es así caeré redondo en el suelo-dijo James boquiabierto. Notó la expresión sarcástica de Sirius.
-Bueno..podemos encender la luz...no me digas que vives a base de velas-Arabella encontró la perilla y la habitación se iluminó al instante. Miró al suelo.-Bonita cerámica-
-Bueno...bienvenidos a mi humilde hogar-
-Em...de humilde no tiene ni el polvo-dijo Remus riendo.
Arabella se lanzó sobre el sofá que se encontraba junto a una chimenea pequeña, sobre la cual había una gran cantidad de fotografías. Las observó una por una. Eran únicas, y en todas ellas había imágenes de los merodeadores sonriendo.
-Debemos..-Sirius se había acercado a Bella por detrás, por lo que en el momento en que ella volteó, sus rostros quedaron muy juntos-debemos instalarnos..-tragó saliva al notar un brillo extraño en los ojos grises del joven.
-Pues...si quieren yo dormiré en el sofá...James y Lily dormirán en mi cuarto-les guiñó un ojo pícaramente, provocando que James sonriera y que Lily se sonrojara.
- ¿Y nosotros?-preguntó Remus-no dormiré sentado en el retrete-
-Eso sería digno de verse-James codeó a Sirius y comenzaron a reír.
-Oigan ¬¬, no me resulta gracioso estúpidos-
-Hagamos algo-dijo Lily.
-Hagamos sí-dijo James riendo-pero no tienes que contarlo a ellos amorcito-
-Potter, no estoy hablando de sexo-dijo Lily ruborizada.
-Ah...bueno-dijo James mirando al suelo. Sirius levantó una ceja, mientras sonreía.
-Miren, podemos turnarnos-dijo Lily-dormiremos en el cuarto por semana-
-Es decir...que...cuatro de nosotros dormirán aquí-señaló el suelo-mientras dos dormirán en mi cuarto y se divertirán por una semana-dijo Sirius.
-Sí-dijo Lily- ¿qué les parece?-
-Me parece bien-dijo Arabella-es sensato...aunque..-miró a Sirius provocativamente-tendré que esperar una semana-le dijo al oído, logrando que él sonriera.
-Nosotros dormiremos en el cuarto la primer semana..la segunda...-Lily miró a Remus y a Cat-ustedes y la tercera, lo siento, serán ustedes dos chicos-
-Puedo vivir dos semanas sin tener relaciones, no me dicen James -se cruzó de brazos.
-Disculpa, impotente-dijo el moreno de gafas mientras le sacaba la lengua. Oyeron un ruido.-Tu estómago... ¿cierto?-.
-Sip..y ahora que me lo recuerda-se miró el estómago-es hora de comer-abrió una puerta de color caoba, y apareció la cocina. Se asemejaba a la cocina de Hogwarts. Ninguno podía creer que en un departamento entraran tantas cosas. Sirius se acercó a la nevera y la abrió.
-Bueno...díganme-dijo, mirando a sus amigos. James y Remus se acercaron.
-Dios Canuto, huele a muerto-dijo Remus poniendo cara de asco.
- ¿De veras?- preguntó Sirius metiendo la cabeza dentro de la nevera.
-Yo diría que huele igual que Snivellus cuando está muy limpio-dijo James cuando el moreno de ojos azules (N/A: me cuesta poner que tiene ojos grises..además, me gusta más con ojitos azules o ) sacó una porción de pizza que, de tan descompuesta que estaba, se había puesto verde.
-No noté que esto estaba ahí-dijo Sirius.
-A ver, a ver... ¿qué tanto?-dijo Arabella-tengo hambre y si sigo esperando a que ustedes cocinen voy muerta- se acercó a la despensa y comenzó a abrir las puertas una por una. –Ummm-se quedó pensativa, observando el contenido de la alacena- ¿qué quieren?-preguntó.
-Pues...-Arabella había comenzado a saltar, intentado tomar un paquete que, se suponía, eran fideos.
En ese intento, su pollera se levantó, por lo que nuestro pobre Sirius se quedó sin habla al notar, bueno, lo satisfactorio que puede llegar a ser para un varón que una chica se ponga ropa tan corta.
-Em...quiero...yo..-se había puesto rojo. Era absurdo ponerse así solo por un par de piernas, pero bueno, ese par hacía que sus hormonas hicieran cosas muy interesantes dentro de él...y en su bajo vientre.
- ¿Y si mejor llamamos a la pizzería y pedimos algo?-preguntó Lily-será más fácil para nosotras, no creas que ellos tres van a cocinar-señaló a los merodeadores, que sonrieron luego de oírla.
-Ah... ¿Sirius tiene teléfono?-preguntó Remus, intentando contener la risa al ver la expresión de su amigo.
-Claro, si aquí está-dijo Lily tomando el tubo del aparato junto al televisor. Luego de varios minutos intentando convencer a Sirius de comprar una de muzzarella y otra de anchoas, Lily se dignó a pedirlas y, veinte minutos después, comían muy a gusto.
-No sabía que habían tantas cantidades de pizzas-dijo Sirius mientras se comía una aceituna.
-Oh sí..muchas-dijo Lily acostándose en el suelo, mientras se acariciaba el estómago.
-Esto de comer en el suelo como los orientales no es mi fuerte-dijo James-me duele la cola-
-Yo te haré masajes para sacarte el dolor, cielo-dijo la pelirroja pícaramente, mientras se acercaba a él.
-Por Merlín, no empiecen...me van a hacer vomitar-dijo Arabella-acabo de terminar mi quinta porción-
-Que femenina ¬¬-dijo Lily.
-Igual que James ¬¬-dijo Arabella. Ambas se miraron como si echaran chispas de los ojos.
-Oigan...no peleen, todos sabemos que Jamsie es muy femenino-dijo Remus.
-Tanto que estoy enamorado de ti Remsie Pooh-dijo James pestañeando pomposamente.
-Ay por Gryffindor, me dan saco-dijo Sirius, tocándose el estómago. Sus ojos se cerraban de a poco.
- ¿Tienes sueño?-preguntó Cat-la noche es joven-
-Pero yo soy viejo-dijo Sirius-sí, tengo sueño...no he dormido bien-
-Además, con el ajetreo del último día..creo que todos estamos algo cansados-dijo Remus (N/A: él siempre tan maduro) .
-Entonces vámonos a dormir-dijo James. Se acercó a Lily-estoy ansioso por probar esa cama-la pelirroja comenzó a reír.
-Una cosa-dijo Sirius cuando James y Lily se levantaron del suelo-cambien las sábanas mañana.. ¿quieren?-su amigo hizo una seña militar y, tomando a su novia en brazos, se adentró en el cuarto de Sirius.
-Tengo miedo de lo que le hagan a mi cama- dijo al oír la puerta cerrarse.
-Sí...-Remus se quedó pensativo-oye Canuto, tengo una pregunta-
-Dime-
- ¿De verdad puedes vivir sin sexo durante dos semanas? O.O-
-Por supuesto, que tanto ¬¬-
-Vaya Õ.o-
-Remus acuéstate y duerme-dijo Cat- ¿dónde hay mantas?-
-En ese baúl-dijo Sirius señalando al pequeño mueble junto a la puerta.
Luego de que Cat trajera las frazadas, se dispusieron a dormir. Remus y ella se acostaron en el sofá, mientras que Arabella y Sirius se hicieron un lugar en el suelo.
Las horas pasaron, pero Sirius no pudo dormir. Tenía una extraña sensación en el pecho al notar que Arabella dormía casi desnuda. Teniéndola tan cerca y no poder hacer uso de su virilidad.
Cerró los ojos, cuando oyó que una de las puerta de la despensa se abría. Los abrió de inmediato, girando su cabeza para poder ver a la persona que se encontraba levantada a esas horas. Y, para su sorpresa, era Bella. El camisón, o mejor dicho, la remera, era demasiado corta, dejando todo a la imaginación.
-No puedes ser así-le dijo en el momento en que ella se sentaba a la mesa dispuesta a tomarse el té que se había preparado.
- ¿Así cómo?-él se incorporó.
-Así de sexy y encantadora-notó el rubor que aparecía en las mejillas femeninas.
-Arabella-dijo luego de varios minutos de mirarla con expresión idiotizada. Ella lo miró a los ojos, esperando...esperando lo que siempre había esperado (N/A: trabalenguas eh?)-tengo algo que decirte-
-Dime-dijo ella. Sentía a su corazón latir violentamente.
-Em...yo...yo quería...decirte que...-los nervios no lo dejaban hablar. –Decirte que...-bajó la mirada- ¿me convidas un poco de té?-tragó saliva ruidosamente. "Mierda".
-Ah..-Arabella se sintió decepcionada-sí- le entregó la taza en las manos, se sentó sobre el suelo y, tomando las mantas, se acostó. Sirius se quedó pensativo, observando el vapor que salía del té.
-Arabella-
- ¿Qué? ¿el té está frío?-
-Te amo Arabella-dijo, casi en un susurro.
- ¿Qué has dicho?-ella se levantó rápidamente del suelo. Sus ojos brillaban.
Sirius tragó saliva. Le daba la espalda a la rubia, por lo que ella no pudo ver el sonrojo del joven ni el temblor de sus manos.
-He dicho..he dicho que te amo-había volteado a mirarla. Arabella se acercó a él.
- ¿No me estás mintiendo?-
-No, por supuesto que no-dijo Sirius-sé que..esto de las declaraciones no va bien conmigo, pero..quiero que sepas que te amo desde la primera vez que...que tuvimos intimidad, el año anterior...-
-Lo recuerdo-dijo ella-en la fiesta de Navidad-sonrió-yo también te amo Black-
Sirius la tomó del rostro y la besó. Al carajo el orgullo y la fobia al compromiso. La amaba y si tenía que casarse con ella y madurar, no le importaba en lo absoluto.
-Arabella...quieres...em...-
- ¿Ser tu novia?-él asintió con la cabeza-claro-lo abrazó. Al fin, nada podía estar mal ahora que el Don Juan de Hogwarts se dignaba a admitir lo que sentía.
-Te amo tanto-le dijo, incitándolo a que se acostara junto a ella.
-Cállense-dijo Remus semi dormido. Sirius y Arabella se miraron y rieron.
-Ya, Lunático, no te enojes-dijo ella, abrazando a Sirius-hoy dormiré tranquila-él sonrió.
-Y yo con ganas-
-Cállate estúpido-
-Ya empezaron-dijo Cat-cállense y duérmanse-
-Déjenme dormir-dijo Remus hastiado.
-De acuerdo-dijeron a coro. Se abrazaron fuertemente. Sí, esa noche, a pesar de todo, dormirían tranquilos.
