CAPITULO 6
ENTREVISTA CON MI ACECINO
-Te quiero para mi, para siempre, te encadenare a mi camino y borrare el tuyo, no te dejare respirar otra cosa que no sea mi aliento y mi aroma, no te dejare beber otra cosa que no sea mi sangre hirviendo de deseo por ti, no te dejare tocar a otra persona que no sea yo, naciste para mi, no te dejare escapar otra vez, entonces eras una niña que enloqueció mis sentidos y mis noches; tus ojos me persiguieron muchos años, ahora eres una mujer que enloquece lo poco que queda de mi alma mortal.
-Quiero poseerte, sentir tu tersa piel estremecerse ante mi tacto, escuchar tu voz desfallecer, clamar por aire, clamar por mi, quemarme con el calor de tu sangre bañar mi boca y mi garganta, quiero poseer tu vida y tu muerte- Con cada frase Shaoran acortaba cada vez más la distancia que existía entre ellos, ahora ambos podían sentir la respiración del otro chocado sobre su rostro.
La de Shaoran era fría y lenta, acompasaba perfectamente con las manecillas del reloj, heleando la piel de Sakura y provocando que se dibujar el pequeño bao de la castaña quien respiraba rápidamente, su pecho subía y bajaba sugestivamente, su piel se aperlaba con el sudor que le cubría.
-Conozco todos los secretos del mundo y puedo mostrártelos-Susurro Shaoran –Puedo apagar esa sed que crece en tu pecho-La mano derecha de Shaoran fue a parar sobre el pecho de Sakura, a mitad de este entre ambos senos, la respiración de la castaña se paro por un momento y sus ojos se abrieron de sobre manera-Solo pregunta-Alejo su mano y posteriormente el mismo
Sakura quedo con la respiración acelerada mientras miraba a Shaoran sentarse frente a ella, giro su mirada al escuchar el arrastrarse de un caballo blanco para evitar ser comido por el alfil, pero fue finalmente comido por una torre negra, Sakura trato de armonizar su respiración y poco a poco lo logro, regreso su mirada al castaño que la veía divertido con un cigarrillo en los labios
-¿Quién eres?-Pregunto la joven
-Soy hijo de Hein e Ieran Li, ultimo heredero de la ya extinta dinastía Li, muerto hace más de un siglo, enferme a causa de una infección por una herida mal atendida, nueve años antes mis padres habían sido acecinados, llegue a Europa a los ocho años, después de que fe derrocado el ultimo emperador en China, mi padre pertenecía a la guardia real, era un Samurai el de mayor rango en todo el imperio, cuando Shin Jun ascendió al poder demandó lealtad a todo la guardia, pero todos se abstuvieron, así que ordeno que se acecinara a todos ellos junto con sus familias, mi padre de inmediato me embarco a Europa con su empleado más fiel y su familia, me encubrí como un hijo más del hombre, por otra parte mis padres se refugiaron en distintas partes, en las cartas que me enviaban jamás especificaron su ubicación para que si la casta era interceptada no los encontraran, viví en Francia hasta los catorce años y nos mudamos a Londres cuando nos enteramos del asesinato de mis padres y que el emperador me buscaba-Shaoran detuvo su relato para inhalar el cigarrillo
-Usted era el heredero directo al trono ¿si no me equivoco?-Pregunto Sakura mirando con detenimiento y expectación
-¿Cómo sabe eso?-
-Hice mi tesis sobre usted-Respondió sin titubeos, Shaoran se sorprendió ante la declaración
-¿Sobre mi?...¿por qué?-Consumiendo por completo su cigarrillo Shaoran se puso de pie camino alrededor de la joven miro el tablero donde su torre caía, se situó a espaldas de la joven, apoyo sus manos en el respaldo de la joven, Sakura no pudo disfrazar su nerviosismos y ansía, su cuerpo temblaba quedamente
-Bueno, yo-Comenzó a explicar, cuando percibió las manos de Li masajear sus hombros, el castaño se inclino y hablando en el oído de Sakura
-¿Yo, que?-
-Usted, su familia me... mi padre me contaba sobre la época del ultimo emperador legitimo de China, las, persecuciones para destruir a todos los posibles herederos que se revelaran y el ultimo heredero que murió con pena y sin gloria en las frías calles de Londres fuera de un burdel, enfermo de sífilis-Sakura había buscaba las palabras adecuadas para herir el gran orgullo que suponía debía poseer
-Si eso es lo que encontraste sobre mi debo admitir que me has decepcionado, ningún historiador decente hubiera aprobado tal tesis, además, yo nunca frecuente esos lugares en vida, para ser sinceros morí a mis veintitrés años siendo casto- Profundizo sus caricias y deslizo su mano izquierda hacia el pecho de la joven, burlo la protección de los botones del pijama y acaricio sin pudor alguno el seno desnudo
Sakura se sobre salto y de primer impulso se alejo o trato de hacerlo, pero su cuerpo le traiciono, hecho hacia atrás su cabeza recargándola en el respaldo de la silla, Shaoran escuchaba atento el aumento de palpitaciones de Sakura, pudo apreciar como la sangre corría por sus venas cuando su cuello parecía ofrecérsele como un suculento manjar en charola de plata, en el tablero un alfil blanco comía la torre negra y Sakura alejaba la mano del castaño de su cuerpo, cuando Shaoran tiraba una barrera de la joven mortal ella levantaba otra...
-¿Qué es lo que me hace?-Pregunto confundida, apenada, extasiada...
-Lo mismo que usted a mi...enloquecerme-Shaoran respiro el aroma que desprendía la cabellera de Sakura se alejo del respaldo y regreso a su asiento
-¿Qué eres?-
-¿Aun no lo adivinas?-Shaoran clavo su mirada castaña en la esmeralda, Sakura sintió como si de repente el sueño la venciera, cerro los ojos y al abrirlos ya no se encontraba en la habitación, siquiera en el castillo, estaba en un minúsculo cuarto iluminado por una lámpara de aceite, una cama y una mesa eran los únicos muebles del lugar, en la cama Sakura aprecio a un hombre que tiraba de las sabanas con dolor
Demacrado, enfermo y sangrando Sakura identifico a Shaoran quien abrió los ojos y la miro directamente...
/HABITACIÓN DE TOMOYO /
El cabello de la amatista se enredaba entre los dedos de Eriol, que al percatarse de la presencia de su amigo y la castaña en la planta baja se había relajado y ahora con calma absoluta degustaba cada rincón del inexplorado hasta ahora cuerpo de Tomoyo.
Eriol había conseguido que brotaran los más bajos instintos de satisfacción de la amatista, quien con furia había arrojado a Eriol sobre el lecho para después montarse sobre el y embestir sádicamente los labios del albino, deslizando su boca en una clara imitación llego al sexo de su amante, se detuvo como si comenzara a reaccionar de lo que estaba apunto de cometer, levanto su mirada encontrándose con la de Eriol que estaba encendida de placer, literalmente encendida, llamas azules podían divisarse con claridad en los ojos celestes, se sintió hipnotizada y sin apartar la vista ni un instante de Eriol hizo descender sus labios sobre el sexo de su ahora amo.
Le fascinaban las mujeres de larga cabellera, el ver el cabello que receloso adoptaba la figura de un abanico, extendiéndose sobre el almohadón, la piel de Tomoyo había adquirido un nuevo aroma, y la temperatura adecuada para ser ofrecido en sacrificio, un sacrificio que exigía una entrega total de los sentidos, mientras los labios del albino succionaban los labios de la joven, esta por su parte trataba de aferrarse a algún objeto, con el único afán de no perderse en aquel caos sensorial, hallando únicamente la espalda de su amante, rasgo su piel como se intentara huir, consiguiendo mayor excitación en Eriol quien al percibir la necesidad de la amatista la sujeto por la cadera jalándola más hacia el, deslizo las manos col lentitud hasta llegar a las lagas piernas que con ahínco separo, percibió una sensación de ausencia, en el pequeño salón de te, la presencia de la joven Kinomoto se había aletargado...
