De Blanco

Y llegaste tú, toda vestida de blanco.

Hagamos un trato. Me dijiste, con una maliciosa sonrisa en el rostro.

¿Qué trato?. Fue chantaje.

Tú te casas conmigo y yo no diré nada de lo hacías con tu hermano.

Arpía, cruel. Te aprovechaste, te aprovechaste de que yo haría todo por protegerle... rompiste el trato. Yo hice todo lo que me pediste... ¿Entonces porqué, porqué lo hiciste?. Te aprovechaste de que él estaba enfermo, de que no podía defenderse, eso hiciste. Y el mismo día de nuestra boda, tú, ataviada de ese infernal vestido de seda blanco... le había subido la fiebre, se sentía mareado y casi no podía caminar... estaba buscandome, quería estar a mi lado.

Y llegaste tú, toda vestida de blanco, con tus celos enfermizos y tus malas intenciones.

No te bastaba con tenerme a mi de esclavo, no. Querías quitarme lo que yo más amara.

Lo arrojaste... por las escaleras y luego te largaste, para seguir como si nada. Toda vestida de blanco. ¿Sabes lo que los médicos dijeron, que pudo haberse salvado... pero no, lo dejaste desangrarse en el piso. 'Me deshice del estorbo', pensaste. Cruel.

Lo peor es... ¿tenía que encontrarlo yo, moribundo?

Los recuerdos me atormentan por las noches, en fiero afán de tormenta. Culpandome de su muerte... me hieren... oigo las voces... por las noches, cuándo duermo junto a tu maldito cuerpo putrefacto y tu cabello rubio pálido roza mi rostro. Recuerdos... recuerdos que quisiera borrar de mi cabeza...

Aquella vez, apenas nos casamos, huí a casa a ver cómo se encontraba Al. Le llamé por todos lados y no le encontré... hasta que llegue a la entrada y vi su cuerpo tirado, en medio de un prominente charco de sangre, frente a las escaleras, me abalance, desesperado, sobre él.

'¡Alphonse, respondeme, dime algo!'

'Me duele...'

'¿Qué sucedió?. ¡Winry, llama a un médico!'. Te grite, cuándo te encontrabas atrás mío. Tu me miraste inexpresivamente y te dirigiste, monótonamente al teléfono. '¿Qué te sucedió'. Repetí, nuevamente.

Tragó saliva y te miró, tú no te diste cuenta, pues estabas hablando por el teléfono. 'Yo... me caí, estaba mareado' . Sus parpados comenzaron a decaer lentamente.

'¡No, Al, no te duermas¡¡¡No te duermas!'. Grite, desesperado, mientras le abrazaba con mayor fuerza.

'Perdoname... te quiero'. Cerró los ojos. No los volvió a abrir, lo sacudí, lepellizqué las mejillas, le zamarré bruscamente y hasta golpee su pecho un par de veces. Pero no hubo caso. Me abracé aún más a su cuerpo, ya sin vida. Y lloré, lloré, lloré... mientras tú, sonreías satisfecha... aún vestías de blanco.

Y ahora, que sé la verdad, tú roncas como si nada a mi lado... quisiera matarte...

Pero no voy a darte ese privilegio.

Seré yo... quien no vea el amanecer...

Notas de la Autora:

Matenme si quieren edowins ¬3¬