N.A.: Bueno, puesúltimamente estoy inspirada, estareis contentos, después de tantos meses de espera, ahora de golpe y porrazo todos los capítulos. Y este ya es el penúltimo, así que disfrutadlo.Pues eso, a contestar los reviews.

Eri mond licht: siento mucho que no te gustase el capi, pero aunque las cosas no vayan exactamente como a tí te gustaría, porfa, acaba de leerte el fic, que este es ya el penúltimo capi!

gaby weasley bueno, esta vez no he desaparecido. Me encanta que te guste mi fic, y espero que disfrutes de los últimos capítulos. Lo de la actitud relajada de Harry se me ocurrió leyendo el quinto libro, pk la verdad, en ese libro no es k este en su mejor momento... En cuanto a lo de Ginny y él, estoy de acuerdo contigo, con lo de que se idealizó y tal. Gracias por dejar review!

Sirenita: esta vez no he tardado siglos en actualizar...jeje., si que está hecho un lío Harry, pero creo que en este capítulo se aclara bastante las ideas... k lo disfrutes!

Mayeevans: me encanta k te encante, en este capi tendrás lo k me pediste en cuanto a Harry, no es k se lance con los métodos más ortodoxos, pero bueno... el caso es que se lanza el chaval. Hasta pronto!

Irtay Rowling: he intentado seguir tu consejo en cuanto a los diálogos, ya me dirás k tal... Aki tienes todo el lío k se monta por la poción y bueno, no sé si te parecerá suficientemente largo este capítulo, de todos modos, espero que lo disfrutes...

Y, sin más dilación Amigs, aquí está el nuevo capítulo!

Capítulo 11

Proyecto "ajuntamiento"

Ginny se tomó otra cerveza de mantequilla. Ojalá le afectase tanto como a los elfos. Lo único que quería era coger una buena borrachera. No es que le afectara lo de Harry… pero creía que por fin había encontrado un chico con el que saldría almenos más de dos semanas. Ni siquiera comprendía porque no había salido bien. Entre ellos existía una especie de química… no es que creyera en el amor verdadero, ni nada de eso, pero tenían una relación un tanto peculiar. Además¿por qué, si no eran más que amigos, le afectó tanto verle con Draco?

Draco… ni siquiera sabía cómo había podido estar con semejante energumeno. ¿Alguna vez le había gustado realmente o sólo era que estaba muy bueno? Porque la verdad, en ese aspecto, superaba con creces a Harry. ¿Pero en qué estaba pensando¿En Draco¿Aquel frío, insensible e hipócrita Slytherin¿Aquel que la había abandonado porque se avergonzaba de ella? No podía creer que estuviera pensando en él. Y todo por culpa de Harry.

-Hola –la saludó alguien conocido.

Ginny levantó la cabeza y dio un respigno.

-Lárgate, Malfoy.

-Oh. ¿Ahora vuelvo a ser Malfoy? –dijo él fingiendo estar dolido, lo cual, no era ni lo más remotamente posible. Haciendo caso omiso de lo que ella le había dicho se sentó en la silla libre que había al lado de Ginny.

Ginny abrió mucho los ojos y extendió la mano con indignación.

-¿Qué parte del lárgate no has entendido¿El Larga¿O tal vez el te?

-Te estás volviendo absurda por momentos, Virginia.

-¡No me llames así!

-Antes te encantaba que te llamara así –repuso él, acariciándole suavemente el brazo.

Ginny apartó el brazo de su mano bruscamente.

-Antes era antes. Y ahora es ahora.

-Buena reflexión. Fíjate que a mí no se me hubiera ocurrido por nada del mundo pensar algo así. ¿Por qué¡Ah, sí! Porque acabas de decir una estupidez.

-Oye¿por qué no vas a decirle a otra chica de tu manera tan encantadora lo estúpida que es?

-Pero Virgina, si yo esto lo hago por tí, porqué sé que me echas de menos.

-¡Qué sabrás tú, maldito imbécil!

-Bueno… como has roto con Potter…

Ginny le lanzó una de esas miradas asesinas que fulminan.


Harry había esperado pacientemente en aquella esquina hasta ver aparecer a Kate. Pero aquel día estaba tardando más de lo normal. Tal vez supiera que él estaba acechando… sin embargo, justo en el instante que iba a darse por vencido, la vio aparecer con sus aires de altivez.

-¡Ey, Kate! –exclamó Harry, interponiéndose en su camino.

Kate se sobresaltó de su repentina aparición.

-¡Harry¿Qué haces aquí? –preguntó Kate con un extraño nerviosismo.

-Te estaba esperando para hablar contigo.

-No sé porqué pero me huelo que no es sólo hablar lo que pretendes.

Harry frunció el ceño desconcertado hasta que cayó en la cuenta.

-No seas malpensada.

-Yo pienso lo que quiero. Y ahora, si no te importa demasiado, debo irme –murmuró ella mirando a sendos lados de la calle.

-¿Qué ocurre¿Estás nerviosa?

Una poco común risa histérica salió de los labios de ella.

-No sé de qué me hablas.

Harry arqueó una ceja, dejando claro si debía decir lo que era obvio.

-¿Tan obvio es? –preguntó ella, haciendo una mueca.

-Decir obvio es poco.

-Bueno, es que hoy he quedado por aquí con Snape y no quiero que nadie me vea con él. Dijo que era importante y que le importaba un pimiento lo que la gente pensara.

-Vaya, a lo mejor Voldemort le ha descubierto –dijo Harry alegre.

Pero a ella no le hizo ninguna gracia.

-No digas eso.

-Perdona –se disculpó él rápidamente.

-Me voy.

-Vale, si eso hablamos luego… -comenzó a decir mientras ella se marchaba, pero esta no le hizo ni caso- si te parece a tí, claro.

Le encantaba que le ignorasen.


Tras la vuelta de Hogsmeade, Harry había ido solo a cenar al Gran Comedor. La pelea de Ron y Hermione estaba durando más de lo normal y últimamente no se podía estar con ninguno de los dos. Y bueno, luego estaba lo de…

-Harry –dijo Ginny, sentándose a su lado-. Independientemente de lo que haya ocurrido entre nosotros, teníamos un asunto pendiente en cuanto a Ron y Hermione.

Harry se sorprendió de la madurez de aquella chica. Y también de su testadurez.

-Bueno. ¿Cuál es el plan?

-Verás…


Fase 1. Ron

-Oye, Harry¿se puede saber dónde me llevas?

-No te llevo a ninguna parte. Simplemente estamos paseando y charlando, como buenos amigos.

-No sé no sé…

-¿Entonces dices que en tu sueño aparecía una araña enorme con la cara de Hermione?

-Pues sí: era de lo más extraño, porque ella aparecía y me decía que tenía que comerme todos los libros o si no ella me descuartizaba. Y luego aparecía Ginny con un enorme bol de palomitas y se sentaba a verlo como si fuera un espectáculo. ¿Puedes creerlo?

-Si yo te contara mis sueños…

-Ya lo haces.

-Sí, bueno, yo te cuento los que se van a hacer realidad para poder salvar el mundo. Los que no te cuento son los sueños de verdad.

-¿Y te da tiempo a soñar tanto? Porque entre que te despiertas gritando de las pesadillas y vuelves a dormirte lo veo un poco difícil…

-Oye ¿y si cambiamos de tema?

-Mejor. ¿Por qué ya no salís tú y Ginny? Justo cuando me entero de que salís, vais vosotros y rompéis.

Harry suspiró con alivio al ver que ya habían llegado.


Fase 2. Hermione

-¿Dónde vamos? –preguntó Hermione sin comprender qué tramaba la peliroja.

-A tomar algo.

-¿Algo?

-¿Es que no puedo charlar con mi amiga mientras tomamos algo?

-Eh…, sí, claro, pero…

-¡Ya estamos!


Fase 3. Encuentro

-¡Qué hace él/ella aquí! –exclamaron al unísono Ron y Hermione-. ¿Es alguna estratajema vuestra para que volvamos juntos? –hablaron, de nuevo, los dos a la vez diciendo exactamente las mismas palabras.

Ginny y Harry habían preparado un aula expresamente para el encuentro. La habían decorado como si fuera una cafetería, aunque tan sólo había una mesa al centro repleta de pasteles y bebidas y con dos sillas.

-Sólo queremos que arregléis vuestros problemas de una vez y no sigais arrastrandoos por los pasillos de Hogwarts como dos almas en pena.

-¡Mentira! –parecía que aquel día ambos se habían puesto de acuerdo para decir cada palabra en el mismo instante.

-Mentira o no os quedareis aquí dentro hasta que hayais acabado con esta absurda pelea.


Fase 4. Encerrona

Antes de que a Ron o a Hermione les hubiese dado tiempo de reaccionar, Harry y Ginny salieron corriendo del aula y les dejaron encerrados con llave.

Ron fue corriendo hacia la puerta y empezó a aporrearla.

-¡Malditos, dejadnos salir!

Harry y Ginny hicieron oídos sordos.

-Ron, no seas estúpido, así no van a abrirte. Déjame a mí –dijo ella dándose aires de superioridad.

-Por supuesto, dejemos que doña sabelotodo arregle el asunto –murmuró el sarcástico.

Hermione se limitó a echarle una mirada fulminante y a dirigirse a la puerta.

-Harry, Ginny, esto que estais haciendo es una tontería. Sabeis que si os entrometeis no arreglareis nada, sólo hacernos a todos perder el tiempo.

Sin contestación.

-¿Me habeis oído?

-Sí –oyó que decía la voz amortiguada de Ginny al otro lado de la puerta.

-¿Entonces?

-Nada. Que os quedais ahí –resolvió ella con toda la simpatía del mundo.

-¿QUÉ¡ABRE LA MALDITA PUERTA DE UNA VEZ! –vociferó Hermione empezando a aporrear la puerta al igual que había hecho anteriormente Ron.

-Sí, ya veo que tu sistema es el mejor… -repuso Ron, riéndose por lo bajo.

-¡Y TU CÁLLATE!


Fase 5. Espera

-¿Cuánto tiempo crees que deberíamos dejarlos aquí? –preguntó Harry.

Ginny se encogió de hombros.

-Sólo hasta que dejen de oírse gritos.

-Entonces… unas dos horas¿no?

-Más o menos.

-Em… ¿tienes lo que te pedí?

Ginny asintió con la cabeza y se sacó del bolsillo un pequeño frasco.

-¿Para qué quieres la poción sentimental?

Harry vaciló durante unos instantes.

-Eh… es para mí. Es que como últimamente he estado un poco… cabrón, pues… pensé que me iría bien.

-Ah –asintió Ginny sin creerse una palabra-. Claro. Bueno. Nos vemos en dos horas.


Fase 5.1. Resolviendo asuntos pendientes en la etapa de espera.

Aquella chica parecía que tuviera un reloj interno o algo así. Siempre estaba cada en el mismo sitio y hora exacta. Era fácil predecir donde estaría en cada momento, ya que seguía su horario siempre de manera estricta. Ni siquiera tenía porqué aprenderse su excéntrico horario, sólo tenía que encontrar un sitio solitario.

Harry entró al Gran Comedor y se dirigió hacia la mesa de Ravenclaw. Kate estaba leyendo un libro cuando Harry se sentó a su lado.

-Si no fuera porque eres tú diría que me persigues.

-¿Perseguirte¿yo? Vaya tontería –dijo él en el tono más inocente del mundo.

-Sí, claro –murmuró ella incrédula.

Kate tomó el vaso que tenía al lado y bebió un sorbo de agua. A Kate no le pasó en absoluto desapercibida la mirada de Harry.

-¿Te pasa algo?

-A mí nada –negó él rápidamente-. Eh… puede beber yo un poco.

Kate se quedó un rato mirándole meditando.

-No. Y… si no te importa… voy a seguir leyendo.

-Claro que no me importa.

Kate volvió a dirigir los ojos hacia su interesante lectura. En aquel insante, Harry sacó el frasco que le había dado Ginny y vertió unas gotas de su contenido en el vaso de Kate. Luego volvió a guardarlo rápidamente. Kate volvió a mirarle frunciendo en ceño.

-¿Se puede saber qué estás haciendo?

-¿Yo? Nada.

Kate suspiró con exasperación.

-Está bien. Puedes beber si quieres.

-Eh… ya no me apetece –rechazó rápidamente Harry.

-Harry, estás más raro de lo normal.

-Es que… te queda tan poco agua que no quiero que te deshidrates. Si quieres, te terminas lo que te queda de agua y yo te traigo más. Como no tengo nada que hacer…

-Harry, no hace falta.

-Insisto.

-Bueno, si te hace ilusión…

Kate volvió a coger el vaso y se bebió lo que quedaba de agua. Luego le tendió el vaso a Harry.

-Ala, corre y traeme más agua.

-…sí, sí, ahora vuelvo.

Y se marchó corriendo. Kate se centró de nuevo en el libro. Hasta que empezó a sentir un cosquilleo por todo el cuerpo... y una cierta urgencia por…


Problemas

Harry volvía corriendo hacia el Gran Comedor con el vaso de agua lleno otra vez cuando chocó con Ginny.

-¡Harry¿Te encuentras bien? –exclamó ella con desesperación.

-Sí. ¿Por qué? –preguntó Harry desconcertado.

-He cometido un error. La otra vez la poción me la hizo Hermione y ahora…

-¿Qué ocurre? –dijo él con cierta urgencia, empezando a preocuparse.

-Pues… los efectos no son exactamente los mismos… en realidad lo que hace la poción es…

-¡Dilo ya!

-Despertar el apetito sexual.

-Joder, Ginny… –empezó a decir Harry algo mosqueado, pero se cortó abruptamente. Lo pensó mejor y una sonrisa se dibujó en sus labios-. Bueno, ahora ya es igual, Ginny, nosotros no podemos hacer nada…

-¡No lo entiendes, Harry! Yo quería, quería…. Gastar una broma y…

-¿Y?

-Le di a Malfoy. Y ahora me persigue como un poseso.

Harry no pudo evitar soltar una carcajada. Luego trató de contenerse al percatarse de las mirada asesina de Ginny.

-Ginny, que quieres que te diga… -Harry hizo una cara rarísma al tratar de contener la risa- disfruta.

-¡AHHH! –exclamó Ginny exasperada.

-¡Hasta luego! –dijo Harry marchándose corriendo de nuevo.

Apetito sexual

Harry casi tropezó al entrar al Gran Comedor de lo rápido que iba. Con alivio, vio que Kate seguía allí. Aunque ya no estaba apaciblemente sentada leyendo, sino que estaba andando de un lado para otro con nerviosismo y estrujando un papel entre sus manos. Harry se acercó a ella y le tocó el hombro. Ella dio un salto y se giró asustada.

-¡TÚ¿Qué me has hecho! –exclamó ella haciendo un movimiento muy raro con las manos. Parecía que quería acercarse a él, pero luego estrujaba con más fuerza el papel que llevaba entre manos.

-¿Qué te pasa? –preguntó Harry todo inocentón, sintiendo el corazón en la boca al verla el aquel estado… si Ginny tenía razón…

-Pues que… así de repente siento el irresistible deseo de… -Kate se interrumpió y miró de reojo a Harry.

-Sigue –la alientó él.

-Has sido tú… tú me has hecho que…

-Por mí no te contengas, Kate –dijo él, con la mirada ávida fija en ella.

Kate dio un par de vueltas más, moviéndose con agitación y nerviosismo. Harry no podía imaginarse cómo sería aguantarse una cosa así. Pero era evidente que Kate tenía una gran fuerza de voluntad.

-Siento una cosa que me hace sentir… que me… -Kate se paró de repente delante de Harry y le miró con los ojos abiertos- en resumidas cuentas, que estoy muy cachonda.

Harry tuvo que morderse el labio inferior para mantener una compostura mínimamente seria.

-Vaya, Kate, eso es… increíble.

Kate extendió las manos y luego volvió a apretarlas en forma de puños.

-Temo que no pueda parar si empiezo algo. Pero ahora mismo te veo tan sexy…

Harry enrojeció sin poder evitar sonreir de la emoción.

-Gracias. Tú también estás muy…

-Basta de hablar y bésame ya de una vez –dijo ella con una voz seductora.

-Lo que tú digas –obedeció Harry sin rechistar.

La cogió de la cintura y la besó. Ella le pasó las manos por detrás de él y le abrazó con fuerza.

-Espera, espera… podrían vernos –dijo Harry separándola un poco de él.

-¿Y qué? Nunca he montado una orgía pero podría ser interesante –y volvió a besarle.

Harry trató otra de vez de separarse, pero con más dificultad.

-¿Por qué no vamos a otro sitio?

Kate suspiró con impaciencia

-Bueno… -dijo ella a desgana.

Harry le cogió la mano para que le siguiera. Sin embargo, mientras iban andando ella le daba besos en el cuello o le hacía cosquillas por debajo la túnica con la mano que tenía libre. Harry trataba de contenerla, pero aquello era más difícil de lo que creía. Cada vez que se cruzaban con alguien por el pasillo, Harry le cogía las dos manos para que se estuviera quieta, pero ella no paraba de moverse y reírse.

Estaban ya cerca del baño de los prefectos, el cual, sabía Harry que casi nunca había nadie. Los prefectos estaban tan atareados con sus trabajos que nunca se pasaban por allí y el resto de mortales no conocían tal paraíso. Harry tenía que reconocer que haber participado el el Torneo de los Tres Magos tenía sus ventajas. Justo cuando Harry ya divisó la entrada, se toparon con Snape.

Harry quiso morirse.

-¿Adónde se creen que van con tantas prisas? –siseó él mirando a Harry con desconfianza.

-Sólo… -Harry cogió la mano de Kate que estaba debajo de su túnica- paseábamos.

Kate soltó una carcajada al oír eso.

-¿Qué le hace tanta gracia, señorita Stevenson?

Kate dejó de reir y frunció el ceño.

-Deja de dar el coñazo, Severus, Harry ya lo sabe –dijo ella con toda la tranquilidad del mundo.

-¿Qué…? –preguntó Snape perplejo.

-Deja ya de amargarte y desahógate un poco con mamá, que a los dos os vendrá bien.

Harry cerró la boca de Kate con la mano.

-Nosotros nos vamos ya –dijo Harry saliendo pitando de allí.

Snape no pudo reaccionar de lo petrificado que estaba.

Finalmente llegaron al baño de prefectos. Entraron a duras y penas y entonces Harry dejó de sujetar a Kate.

-Estás pálido como un muerto, Harry.

-No sabes el mal rato que me has hecho pasar –suspiró Harry agotado, sentándose en el suelo.

Kate se sentó a su lado.

-No seas aguafiestas –murmuró ella haciendo pucheros.

-Empiezo a pensar que esto no ha sido tan buena idea.

-Me alegro que lo digas –dijo ella, tranquilamente.

Harry frunció el ceño.

-¿De verdad crees que soy tan tonta como para beberme lo que fuera que me habías puesto en el vaso?

Harry se quedó con la boca abierta.

-¿Cómo¿Qué¡CÓMO!

Kate sonrió.

-Lo escupí y luego te seguí. Oí tu conversación con Ginny.

-¿Entonces por qué… por qué…

-¿Por qué he fingido? No lo sé. Me apetecía divertirme.

Harry la miró incrédulo.

-Estás loca. Loca.

-Una loca que te gusta, si no me equivoco –dijo ella con toda la seguridad del mundo.

Harry abrió la boca para replicar, pero luego recapacitó. Suspiró, abatido.

-Tienes razón.

-La próxima vez no trates de hechizarme, Harry Potter.

-¿Próxima…? Entonces tú…

Kate sonrió y asintió con la cabeza. Harry sonrió también. No cabía de la felicidad. Se acercó a ella para besarla, cuando un chapoteó les interrumpió. Ambos intercambiaron miradas interrogativas y se levantaron para ver quien estaba allí.

En el baño, entre espuma y burbujas, estaba Ginny Weasley. Tenía los ojos cerrados y no parecía haberse percatado de que ellos estaban allí.

-¿Ginny? –la llamó Harry.

Ginny abrió de repente los ojos y les miró asustada.

-¿Qué haceis vosotros aquí?

-Ehh… pasábamos por aquí –carraspeó Harry sin saber donde mirar.

Ginny arqueó una ceja.

-¿Y tú? –preguntó Harry, tratando de desviar la conversación.

-Me estaba dando un baño. Si no os importa, preferiría estar sola.

-Claro –dijo Kate en seguida.

Ambos salieron corriendo del baño.

Cuando se hubieron ido, salió de entre las burbujas Draco Malfoy.

-¿Crees que han sospechado algo? –preguntó Draco, acercándose a ella.

-Nada en absoluto –siseó ella cogiéndole del cuello para besarle en los labios.


-Harry, sigo sin entender algo.

-¿El qué?

-¿Por qué hicisteis aquella poción?

-Ah, eso... era para Ron y Hermione, para que dejaran de estar peleados... -Harry se cortó de repente, recordando su misión- ¡Ay, Dios¡Ron y Hermione!

Próximo capítulo, conclusión del fic