Cap 3:

Una noche extraña

Habiamos llegado al campamento e inmediatamente andromaca vino a recibirme y solamente con mi mirada se dio cuenta que la mentira habia acabado; yo le hice una seña de caminar y asi lo hicimos hasta llegar a un rio, ahí nos sentamos y comenzamos a hablar.

-amiga, dime que ha sucedido- me dijo ella

-trate de salvar a paris, pero en un descuido mi oponente revelo mi verdadera identidad y casi me mata-

-que sucedió?-

-lo retaron a un duelo a muerte, el ganador se quedava con troya, antes de que el pudiera decir nada, yo acepte el duelo en lugar de el-

-ganaste, verdad?-

-si andromaca, gane, pero el precio que pague fue muy caro, casi pierdo la vida y la persona que amo ya no me dirije la palabra-

-solo esta confundido, el es asi-

-no es solo confusion, el perdio la confianza en mi- al decir esto me levante y camine hacia mi tienda y al entrar me lleve una gran sorpresa al ver un hombre parado alli adentro.

-quien eres!- dije sacando mi espada

-no es necesario que te defiendas, no voy a hacerte daño- me dijo el calmadamente

-tu ganastes hoy, la promesa de mi padre sera cumplida, mañana al atardecer troya volvera a manos de ustedes y yo me retirare junto con mi pueblo- al decir esto me di cuenta de quien era ese hombre y exclame:

-tu padre nunca habria accedido a ello sin una guerra, cual es el truco esta vez?-

-ninguno, troya ya no esta en mis manos- dijo esto y se retiro de la tienda.

Corri fuera de mi tiendaa pero no le encontre, la noche era demasiado obscura y ahora lo unico que devia hacer era hablar con paris inmediatamente, el sabria que hacer o decir, si no queria hablarme respetaba eso pero tendria que escucharme si lo que ese hombre habia dicho era cierto, troya ya era nuestra.

Corri entre los soldados hasta encontrar a andromaca nuevamente en mi camino quien me indico donde estaba ubicado paris, era una tienda igual a la de las demas y sin pedir permiso entre y me coloque a sus espaldas.

-deves escucharme, mi pricipe, es muy importante lo que vengo a comunicarte- le dije y el se dio vuelta y me miro.

-debes pedir permiso antes de entrar, nunca te enseñaron eso natael?- en ese momento me alegre al escucharlo decir mi nombre porque eso me decia que no se habia olvidado de mi.

-perdon, mi señor, pero he recibido noticias del hijo del rey de roma, el ha venido a hablar con migo personalmente- le dije con miedo

-si te quiere matar, yo no voy defenderte- me dijo mirandome a los ojos

-yo se que en este momento usted debe odiarme con toda su alma y no voy a negarle que lo haga, pero por favor escucheme, mañana al atardecer se marchara roma y troya volvera a ser nuestra, el dijo que cumpliria la promesa de su padre-

-mañana me encargare de ese asunto- me dijo y miro mi cuello que aun tenia marcas por la pelea -estas herida?- Me pregunto con preocupacion.

-no mi principe, pero si me duelen esas marcas-

-dejame ayudarte- me dijo reccostandome en su cama y colocando un paño de agua en mi cuello, entoces me di cuenta de porque me habia enamorado de el la primera vez que lo habia visto.

Ahora sus manos recorrian mi cuello y el dolor ya no era tanto.