Culpables
Track 10: Nos vemos
Yuki vio que la pequeña entraba a la pieza. Obviamente, venía con su cartera.
-Esa cartera es de tu tía Mika. Cuando ella era chiquitita, así como tú. Obviamente que tú eres más linda – le acarició la mejilla, y lo dijo como en tono egocéntrico -. Por eso tienes que cuidar esa cartera. Mira, quiero que me hagas un favor – tragó saliva -. Sé que algún día conocerás a Shuichi… Shuichi Shindou – le mostró su encendedor
-Papá… - apuntó a Yuki
-El que está con papá es Shuichi
-Shuichi… - Hikari apuntó al pelirrosa
-Tienes que entregarle esto, guárdalo en tu cartera – le pasó unos cuadernos – y que mamá no lo vea
-¿Mamá no?
-No, no puede. Es nuestro secreto – le guiñó un ojo -… Hikari¿Cómo te vas a portar?
-Bien – dijo, inocentemente
-Que bueno, eso quería escuchar
Yuki abrazó a la niña y comenzó a llorar.
-Tú no tienes la culpa pero… sé que cuando seas más grande me vas a entender… gomen, Hikari… te quiero mucho – y la besó repetidas veces
Yuki apagó la luz. La niña no podía ver eso.
Shuichi se despertó, asustado. Estaba agitado, tenía un mal presentimiento. No pudo seguir durmiendo. Tomó papel y lápiz y comenzó a escribir todo lo que sentía. Y así estuvo hasta que amaneció.
Hiro llamó a la puerta, y Shuichi le abrió, cansado.
-¿Qué te pasó, Shuichi? – dijo, al ver la cara del pelirrosa
-Tuve un mal presentimiento a mitad de noche y no pude dormir más. Comencé a escribir y saqué una canción
-Si que estás loco… en fin… ¿Estás listo?
-Cansado, pero listo. Vamos
Bajaron del edificio y se subieron a la moto de Hiro y condujeron en dirección a NG producciones.
Tohma no encontraba a la niña, ni siquiera la había oído. Estaba muy asustada.
-¡Hikari¡Hikari¡Dónde estás¡Habla, Hikari!
-Papá, buenos días – escuchó Tohma desde lejos. Era Hikari
Se tranquilizó al saber que estaba con Yuki. Pero era hora del desayuno y tenía que tomar su leche.
-Hikari, tu le… ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
-¿Por qué papá está así¿Tiene sueño?
-¡Eiri! – Tohma se acercó espantada y abrazó a la niña para que no viera
Por suerte no había mucha luz aun, y la niña no pudo ver que su querido padre estaba muerto. Sí, tenía una bala en su corazón, y con su mano sostenía el encendedor. Estaba sentado apoyado en la pared, y por eso la niña no se dio cuenta.
-Hikari, ve a jugar con tus cuadernos – la niña salió feliz de la pieza
-Cuando papi despierte dile que vaya a jugar conmigo – cerró la puerta de la pieza
Tohma comenzó a llorar amargamente. No pudo soportar la muerte de Yuki.
-¡GOMEN¡Prefería haberte dejado ir a que estar muerto¡Lo siento mucho¡Perdóname, Eiri¡Perdóname! – comenzó a llorar muy amargamente
Shuichi paró de cantar. Todos lo miraron.
-¿Qué pasa, Shindou-san? – dijo K, apuntándolo con su pistola
-¡Cálmate K, que parece asustado! – dijo Sakano, rodando por todas partes
-Yuki…
-¿Qué dices? – dijo Hiro
-¡Yuki¡Algo le pasó a Yuki¡Yo lo sé, yo lo sé¡YUKI, YUKI!
Comenzó a desesperarse, incluso peor que Sakano. Hiro afirmaba a su amigo pero mucho no podía hacer. Terminó saliendo de la habitación y toda la gente que transitaba por los pasillos de NG producciones vio a Shuichi que llamaba locamente al escritor. Una de esas personas era Mika.
-¿Qué le pasa? – le preguntó a Hiro
-Estábamos cantando… y de repente paró y dijo que… a Yuki le había pasado algo malo, y comenzó a desesperarse
-Está histérico
-Peor que Sakano-san – afirmó K
-Mejor llamen a un médico, está muy mal – dijo Mika
A los pocos minutos llegaron unos doctores y lo sedaron, mientras aun gritaba el nombre del escritor y repetía que algo malo había sucedido. Pero todos se preocuparon. A parte del estado de Shuichi, se preocuparon de que lo que Shuichi decía. ¿Sería verdad?
Cuando Shuichi despertó era de noche, y estaba en un hospital.
-¿Qué me pasó?
-Tuviste un "Sakano-san" – dijo K
-¿Un qué?
-Tuviste un colapso nervioso, pero ya estás bien – dijo Hiro -. Nos asustaste mucho, pensé que te podía pasar algo malo
-¡Yuki¡Lo olvidé por completo!
-¡CALMATEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! – gritó Sakano
-No he dicho nada, Sakano-san
-Empezaste a decir que algo le sucedió a Eiri-san – dijo Suguru
-Sentí algo muy malo, una angustia muy fuerte…
-No nos han dicho nada de Yuki, Shindou-san – dijo Mika
Shuichi durmió esa noche en el hospital, y al otro día se fue a su casa. Mika le dio el día libre.
NA: Me odio por matar a Yuki, a mi pobre, sexy y amado Yuki, pero así es la vida. Yo manejo los personajes aquí XD. Sé que el capítulo está corto y que tardé en publicar, pido mil disculpas, pero estaba en tratamiento "deja-el-pc-o-terminarás-ciega-gorda-y-sola". Se acerca el final, así que R&R. ¡Les prometo un capítulo emocionante!
