Culpables

Epílogo

Y sí, todo este tiempo ha sido un gran castigo para mí. No hay manera de que entienda. Pero sólo hubo algo que me mantenía vivo, que era el volver a ver a mi baka y a Hikari. Ella era la luz de mis días. Nunca me imaginé tener hijos… y aunque esta vez fue inconscientemente, la quiero mucho. Le tengo mucho afecto a esa niña. Y es por ella que sigo aquí, y es por ella que escribo encerrado. Y también fue por ella que sentir el temor de que el baka no me perdonara y que no me entendiera. Pero sé que cuando termine de escribir esto estaré en… bueno, no sé… quizás en un lugar mejor, vigilando de estos dos que tanto amo.

Sé que escribir no es la mejor manera de decir las cosas, que es mejor a la cara, pero ya saben que no lo puedo hacer. Y cuánto me gustaría poder decírtelo a la cara… ¡Y cuánto me gustaría poder gritarlo! Como aquel día cuando casi salgo de esta prisión, y mientras corrías por la calle tratando de ayudarme te dije todas estas cosas. Y toda esa gente mirando como testigo. No quiero que llores más. Nunca más. Me parte el corazón verte así. Y quizás por eso no quise volver cuando nació Hikari, porque pensé que tú nunca entenderías que yo no te engañé, que yo pensé que tú eras Tohma… no me atrevía a enfrentarte…

Y yo sé que este libro no va con mi estilo quizás, pero mi idea no era hacer algo para comerciar. Era contar mi historia, todo lo que yo viví y pensé. Y bastante tarde que pensé, tarde me di cuenta de los errores que cometí. Y la promesa que te hice… que pase lo que pase vamos a estar juntos, la voy a cumplir. Yo sé que cuando todos lean esto ya no voy a estar en este mundo para leértelo alguna noche en que la televisión esté aburrida y quiera contarte lo que me sucedió, pero voy a estar a tu lado cuando lo leas, cuidándote. Y no me vas a ver, pero me vas a sentir, lo sé.

Y también quiero que cuides a mi pequeña lucecita, yo sé que los dos juntos pueden irradiar más luz y energía que la que irradias tú solo. Y eso que es mucha. Quizás no esté físicamente, pero sé que tú y Hikari me sentirán. Quizás ella no me recuerde mucho cuando crezca, pero sé que le dirás cosas lindas y buenas historias. Espero que siempre me tengas en tu corazón, y entiendas lo que estoy haciendo.

Sé que el suicidio es una manera cobarde de escaparse de los problemas… pero Tohma me dijo que si alguien salía de esa casa, sería muerto. Y muerto podré estar contigo siempre, para cuidarte.

Para Shuichi Shindou y Hikari Uesugi… mis dos amores.

Yuki.

Así terminaba el libro que había escrito Yuki. Shuichi se preguntaba que por qué Yuki habría puesto que era para ellos dos al final, si siempre iba al principio. Pero bueno… era su libro y lo escribía como quería.

El libro ya estaba en todas las librerías. El libro titulado "Morir para vivir" era todo un éxito. Incluso había sido traducido al inglés y al español, haciendo que la fama de Yuki fuera casi mundial.

Los grandes artistas siempre son famosos después de morir. ¿Es que no se dan cuenta de lo que tienen hasta que ya no está? ¿Tiene que ocurrir siempre desgracias para tratar de enmendar el error?

Shuichi no dejaría que eso sucediera con su vida. Siguió adelante, cuidando de la niña (con el dinero que ganaba le era suficiente), vivió en el mismo departamento, ya que Mika se lo dio. Sabía que Yuki hubiese querido eso. Y el auto… Shuichi tuvo que tomar clases, pues no manejaba. Al principio le fue pésimo, pero salió adelante.

Creía que su vida no tendría ningún sentido, pero lo tuvo: recordaba a Yuki con una sonrisa en sus labios. Sí, sabía que era muy triste no tenerlo a su lado, pero el dejó lindos recuerdos. ¿Acaso el decir que lo amaba mientras todos miraban no era lindo? Sí, Shuichi le veía las cosas lindas a la vida. Y por eso sonreía al recordar a Yuki.

También estaba su amor por la música. Cada día eran mejores sus letras. Y se imaginaba que Yuki las leía, y que le decía que tenía cero talento, y que el pelirrosa sonreía desafiante.

Estaban todas esas fans que lo apoyaban. Estaban sus amigos… y sí, estaba Yuki. Estaba como encarnado en Hikari. ¡Es que eran iguales! Sus ojos misteriosos, su suave cabello dorado, sus facciones... incluso Shuichi le perforó las orejas y le puso el aro que Yuki usaba. Se lo pasaron antes de enterrar a Yuki.

No había motivos para acabar con la vida. No quería correr a reunirse con Yuki, como tuvo que hacer el escritor, pues no tenía otra opción. Shuichi ya estaba con él, y lo sentía.

Quizás era mejor estar con él definitivamente, pero no tenía ningún apuro. Tenía toda una buena vida por delante, aunque no tuviese una pareja. No le era necesario.

Estaba rodeado de amor.

NA: Corto el epílogo, pero dejé muchas cosas claras. No iba a poner todo el libro de Yuki, pero se supone que contaba todo lo sucedido desde que fue secuestrado, y todo lo que sentía por Shuichi y por su hija Hikari. Y se llama así, "Morir para vivir" porque Yuki tuvo que suicidarse para poder estar junto a Shuichi, aunque no fuera en cuerpo, sino en alma, y para Yuki vivir era estar con Shuichi (¡Qué lindo!). Ahora si, este es el fin. Espero les haya gustado mucho el fic. Y dejen reviews, que si los dejan podrán leer un fic que habla sobre Hikari cuando crece (cuando lo escriba, pero tengo la idea). ¡Hasta otro fic!