Quien sabe: mil disculpas amiga! Si tarde un monton! Pero es que me cortaron internet en mi casa y ahora ando de ciber en ciber! Este capi te lo dedico especialmente a ti por haberme esperado! Espero que lo disfrutes!
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Capítulo 8: "Algo tan anhelado"
"Q.. qué haces aquí?" pregunto la niña aún aturdida sentada sobre su cama "qué estabas haciendo?"
Jimmy pareció tranquilizarse, no era el trato que siempre tenía con él, pero por lo menos le estaba hablando. "Yo... sólo..., vine a hablar contigo Cindy..." a penas pudo articular Jimmy, como explicar que momentos atrás estaba prácticamente embrujado con ella?. Cindy no se lo esperaba, había decidido no verlo para evitar hacerse más daño, al menos por unos días, pero había olvidado por completo advertirle de eso a su mamá.
"De qué?" Cindy no estaba de ánimos para hablar, se sentía mareada y ahogada por la fiebre, y la presencia de Jimmy no le estaba ayudando en mucho.
"Oh no, no comencemos de nuevo Cindy, es evidente que me refiero a lo que sucedió ayer!" la paciencia de Jimmy había llegado a su límite hace mucho tiempo, no era su intención enfadarse con ella pero ya no quería dar más vueltas al asunto, quería llegar al grano ya, sin darle oportunidad a Cindy de voltear las cosas para su conveniencia.
"Oh, es eso, no te preocupes, ya esta olvidado...tus disculpas están aceptadas..." y estaba a punto de pedirle que se fuera, pero se vio interrumpida por él.
"Disculpas! Claro que no! No estoy arrepentido absolutamente de nada de lo que sucedió!" se apresuró a decir Neutron, Cindy no lo podía creer, era un hipócrita, es que acaso era tan frío que nisiquiera iba a pedir disculpas por todo el daño que le hizo!.
"Cómo?... acaso viniste a burlarte de mi?... claro que me debes unas disculpas! Lo de ayer..."
"... fue lo mejor que pude haber hecho!" nuevamente se vio interrumpida por él. Jimmy al no ver reacción por parte de ella decidió continuar. "Es que acaso no lo entiendes? No me arrepiento de nada de lo que dije ni de lo que hice, todo era verdad! Cindy! No trates de hacerte la desentendida!" Jimmy se desesperó, amaba a Cindy, pero tampoco iba a permitir que se hiciera la indiferente ante sus sentimientos. "... Te amo... mucho..." finalizó a la expectativa de la respuesta de su amada.
"Porqué debería de creerte?" esa pregunta fue tan fría, que paralizó al niño.
"Cómo que porque! Porque te lo estoy diciendo! Acaso no crees en mi palabra?" Jimmy no entendía nada, sólo esperaba dos respuesta posibles a su confesión, la aceptación o el rechazo. Pero no otra pregunta, en un tono tan hiriente como irónico.
"Cómo todas las veces anteriores?" no dudó en atacar la niña, clavando sus ojos en la mirada azulada de su acompañante, para luego dejarla caer en el suelo. "Cómo en el día de San Valentín, como en la isla perdida? O como ese día en el que salvamos a la Tierra de ser destruida por lo extraterrestres, como en cual de esas ocasiones debería de ilusionarme con lo que me estás diciendo ahora!" por cada palabra dicha una lágrima se escapaba de sus ojos escondidos tras su flequillo mientras que su cabeza permanecía agachada. Jimmy no lo podía creer, acaso él había hecho todo eso!. Si, así era, y la única explicación a eso era su maldito orgullo!. Cuantas veces se había negado a ser feliz sólo por ocultar tener una personalidad la cual ahora se encontraba por los suelos, derrotada por la maravillosa persona que se encontraba frente a él? Cómo pudo estar tan ciego, todavía lo recordaba, cuantas veces Cindy se había acercado a él pidiéndole una cita ú ofreciéndose a ayudarlo en sus aventuras y él, siendo un estúpido reprimido enamorado de primera, la había rechazado sólo por mantener viva una vil mentira, cuantas veces eran las que había lastimado a la persona más importante para él!.
"Cindy yo..." no de nuevo, Cindy estaba llorando de nuevo, la segunda vez en toda su vida que la vio en tan hiriente escena, y la segunda vez que era su culpa. "... no sé que decirte, perdóname..." y ahí iba otra vez, siempre iba dispuesto a hablar con ella para dejar las cosas en claro, pero ella siempre salía con la razón. Para considerarse a sí mismo un genio, era un completo idiota. Pero esto tenía que terminarse, ella tenía que perdonarlo aunque su vida se le fuese con ello. Por lo mismo se acercó y la abrazó con todas sus fuerzas, a pesar de que ella había intentado rechazarlo, su fuerza fue mayor y la tenía presionada contra él "Pero esta vez..." hasta que finalmente Cindy se rindió "es diferente..." y dejó de forcejear, conciente de que no debía de rendirse pues él la lograría engañar otra vez. Pero ya estaba cansada, ya no quería luchar, no se sentía con la suficiente fuerza de voluntad para escapar de sus brazos. Repentinamente Jimmy la tomó de los hombros y la obligó a mirarlo a los ojos, pero sin alejarla mucho de él. "Porque esta vez no habrá nada que me haga arrepentirme, ni aunque me enterara de que te robaron la vida sólo porque te fui sincero". Cindy quedó prendada de su mirada, de esos ojos azules que ahora se veían más claros por la sinceridad que había en ellos. "Lo dices en serio?... No me estas mintiendo?... no vas a jugar conmigo?" la respiración de ella era entrecortada, era tanta la cercanía entre sus rostros que creía que se desmayaría por el calor que emanaba de sus mejillas.
"Si, lo juro..." el tono inocente de dulzura sumado a la mirada esmeralda que le dirigía, habían terminado por embobar al niño genio. Pudo darse cuenta como su propia mirada inconscientemente se dirigió hacia los labios de ella, esos labios carmesí ligeramente entreabiertos. Estaba pasando lo mismo que el día anterior, poco a poco estaba perdiendo control sobre sus acciones, y al mismo tiempo estaba influenciando a Cindy a hacer lo mismo. La distancia entre sus rostros parecía hacerse más corta. Era algo inevitable, tiernamente pero con miedo el niño atrapo los labios de su amada entre los suyos. Los cuales poco a poco comenzaron a ser acariciados, no era su imaginación, Cindy le estaba correspondiendo!. Esto lo alentó a profundizar el beso, mientras tomaba por la cintura a la niña, y esta hacia lo mismo con él por los hombros. Jugaron a reconocerse mutuamente en el interior de sus bocas, probando el dulce néctar de los mismos. La sensación era tan maravillosa que a Jimmy poco le importaba que se les estuviera acabando el aire a ambos, era tanto su anhelo, tanta su desesperación por ella, que el beso se tornó más apasionante, algo apresurado para sus edades pero no para el tiempo que habían esperado para hacerlo. Hubieron ocasiones en las que Cindy quiso romper con el beso pero su compañero no la dejaba, y cuando por fin lograba hacerlo, no duraba mucho pues Jimmy se encargaba de envolverla en otro más.
"mmm Jimmy.." beso por parte de Jimmy "... mi mamá nos va a ver..." manteniéndolo distante con una mano en su pecho logró articular la rubia "basta ya..." pero los incesables labios del niño continuaron.
"No, por favor... no me pidas que pare porque no puedo...".
Cindy ya no pudo negarse, se sentía tan dulcemente mareada por las nuevas sensaciones que sus fuerzas se desvanecieron, aflojando la fuerza de sus brazos en el cuello del niño. Jimmy aprovechó para acercarla aún más a él, abrazándola con ambos brazos, rodeándola por la cintura y por la espalda, para unirlos en un dulce enlace, como un anillo. Cindy lo dejó estar, dejó que fuera él quien llevara el ritmo de ese beso tan interminable. Pero lo advertido por Cindy sucedió, los pasos que se oían en la escalera alertaron a los niños, quienes se alejaron lo más que pudieron al instante. Quedando prácticamente derrotados por todos esos besos, con la respiración tan apresurada como si hubieran corrido una maratón, y con un tono rojo vivo en sus mejillas.
"Perdónenme que los interrumpa pero es hora de tu medicamento Cintia." La mamá de Cindy entro en su habitación a paso apresurado, con una bandeja donde habían algunas píldoras con un vaso de agua.
"No te disculpes mamá. De todas formas Neutron estaba a punto de irse, no es así?" Cindy actuó perfectamente tranquila frente a su madre, pero ese pequeño instante la hizo recapacitar de lo que había estado haciendo hasta ese momento, lo había perdonado. Como podía ser? Tan débil de corazón era? O un solo beso de él bastó para hacerle perder la memoria?. No estaba segura del efecto que tuvo sobre ella, pero algo era seguro, no quería que jugara con ella de nuevo, aún tenía un poco de dignidad, y por ello mismo estaba dispuesta a ponerle una traba en el camino a su relación de ahora en adelante.
"Bueno..." Jimmy no sabía que decir, era más que obvio que no quería irse, no aún. "de hecho lo estaba, pero recordé que debo explicarte la tarea que la señorita Ave dejó hoy en la escuela." Rápidamente su cerebro formulo esa mentira.
"Oh! En ese caso puedes quedarte un poco más Cintia, en unos momentos les traigo la merienda, han de tener hambre. Los dejaré solos para que puedan estudiar." Y así, sin notar las intenciones de su hija, se marchó de la habitación, asegurándose de cerrar la puerta al atravesar el umbral. No dándose cuenta de la tensión que quedaba en lugar...
