El fantasma de Canterville
Basada en el cuento de Oscar Wilde "El fantasma de Canterville".
Capitulo tres:
Fantasmas ajenos.
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Abrí uno de los libros de la estantería: Alicia a través del espejo, por Lewis Carroll. Gastado, sí, pero es uno de mis favoritos. Es más: de aquí e sacado una de mis mejores ideas para mis presentaciones y tengo que admitir, que en ese momento, ocupaba una buena; y en especial contra AQUELLOS GEMELOS. Esos malditos desgraciados, par de escuincles, horripilantes, irritantes y jodidos gemelos... esos son, sin ESCUSA, el porqué de mi estrés. Es más, por ese "estrés" tuve días, horribles, con mis nervios destrozados sin salir de mi habitación. ¿pero por qué, un par de quinceañeros, me traen así? ¿acaso no los conocen ya? Pues yo no; y NO: ¡¡Yo no conocía a nadie que tuviera el sentido del humor tan retorcido y enfermizo como esos chiquillos; con sus 'graciosas' y pestiles travesuras...!
Hum... nada. Agarré otro, ¿La Metamorfosis? No, no encontraría nada ahí, al menos que quisiera ser un escarabajo. ¿Lobo Estepario?, no; ¿El jugador?, nop; ¿El viejo y el Mar?, qué diablos... ; ¿algo de Kafka? ¿Ovidio, talvez? ¿Doyle? ¿Poe? ¿¿Charles Perrault?? ... ¿¡Cherezada!?!
¡A pesar de leer todos esos (sagrados) libros, no encontraba nada! Al menos nada que mi mente pudiera procesar en aquel momento. Olvidemos a Fiodor Dostoievsky con 'El Jugador' que en ese estado no me entraría nada coherente su filosofía ó a Charles Perrault, con 'El Purgacito' o 'El Gato con Bota' ¡ni siquiera esos! Azoté de golpe la mesa y un libro, que por accidente cayó, se abrió, como quien me da la iluminación. Lo leí y fruncí el ceño ¿un libro de piratas? ¿de todos, un Libro de Piratas? Interesante... ¿por qué no disfrazarme de uno e incrustarle el garfio en el pescuezo a los gemelos? Era buena idea, es más: era perfecto.
Lo cual, había una pequeña desventaja: no tenía ningún disfraz con las características. Y es lógico, si se esta a millas y más millas alejados de la costa. Ok: nada de lo que un buen collage no arreglara, pero tendría que hacerle una pequeña visita al cuarto de herramientas de Filch...
Y sí, ya estando ahí, escuche a la familia Weasley ya abajo en el desayuno donde yo era el principal tema de conversación
- ... no sé, pero sentí pena por él ¡no quería que se enojara y ya vez al pobre!
- Es comprensible, Arthur... y ustedes ¿por qué se reían en la madrugada?
- Fred y yo le tiramos nuestras almohadas al fantasma.
- No nos dejaba dormir, mamá ¡en serio!
- No nos mires con esa cara, ni le pegamos...
- ... sólo lo rozamos.
La señora Weasley no hizo comentarios. La voz de Ronald comentó:
- A-así... q-que esos gritos eran de él ¿verdad?
- Yo los escuche... – dijo la voz de la pequeña Weasley.
- Señora McGonagall, ¿eso pasa seguido?
Después de unos balbuceos, alguien dijo:
- No.
Y eso era correcto. Eran los primeros en no dar un grito al verme y, mucho menos, agredirme.
- ¡Ron, hijo! Estas pálido.
No lo habita notado.
- Mamá, recuerda que chiquitín Ron no le gusta los fantasmas.
- Ni las arañas.
- ¡Cállense los dos!
- ¿Cómo dices, chiquitito de mami?
- ¡¡Cállate!!
- Ron, es verdad: ve a tu habitación a descansar.
- No, mamá, sólo un momento...
- Ron, ve a tu habitación.
- Mamá...
- Ron, ve-a-tu-habitación.
- Pero mamá...
- Ahora – dijo, algo más fuerte que la cuenta.
Lo oí refunfuñar todo el camino, hasta que se topo con...
- ¡Hola, Harry! ¿qué haces? ¿y ese libro?
- Lo saque de la biblioteca, señor Weasley.
- Llámame Ron.
- Como diga, seño... Ron. ¿por qué estas pálido? ... ah, por eso. No te preocupes. El fantasma de Sirius Black seguramente no tiene nada contra usted.
La verdad no, pero me divierte, que es diferente.
- ... esta bien, ya que quieres saber: este libro trata sobre la Adivinación.
- No, no otra vez! – gemí, para mi mismo.
- Adivi.. ¿qué?
- Adivinación. Un ramo de la magia donde se pronostica el futuro. Encontré un tema de preediciones y aquí dice algo muy interesante sobre el mismo fantasma de...
- ¡Espera, espera! ¿dices qué es un libro de magia y todo eso?
- Por supuesto ¿de qué más? Hay uno que otro de la biblioteca. Creo que los trajo Snape. Snape es un mago ¿sabes?
- Sí, y según tú soy un mago yo también – musite monótonamente en mi lugar.
- No, no sabia que era uno. Y supongo que yo también lo soy, ¿no? – preguntó divertido el pelirrojo.
- ¡Por supuesto! ¡¡Todos acá somos magos!! Bueno, algunos somos muggles.
- ¿¡Mugres?!
- No, Muggles... personas sin magia, pues – dijo algo exasperado, por el poco razonamiento (real) del pelirrojo.
Más adelante en la conversación, con muchos rollos del loco y la extrañeza del pecoso, Ronald supo de que el amigo lo decía convencido de todo y, como dice un dicho: nunca discutas con un esquizofrénico.
- Por... supuesto, Harry... es más, estoy cansado y me tengo que ir a acostar, ¿lo veo cuando este mejor, vale? – dijo lentamente, como si su acompañante hablara en un idioma diferente y fuese de poco entendimiento.
- Por supuesto – dijo algo extrañado por su forma de hablar... extrañado pero muy entusiasmado.
Se alejo, cantando una canción:
Fire burn, and cauldron bubble.
Double, double toil and trouble
Something wicked this way comes
- Dios, hay más locos en estos días... – murmuró, viéndole marchar.
- Tienes toda la razón – le dije, sonriéndole con mis dientes negros y traspasando la pared. -
- Ya no tuve aparición (en serio) hasta la semana siguiente, pues estuve confeccionando con los últimos detalles mi gran vestuario. Era magnifico; con sus ropas rotas y desechas, parecido a ser mordido por un perro, con ese olor mohoso y color grisáceo, pasado después de múltiples capas de polvo y ceniza. El garfio lo robé de las cocina, cuando el cocinero salía a no-sé-dónde. Creo que ya comente que detesto ese lugar. Es más, detesto los lugares subterráneos de la mansión (y es por ahí la recamara del cocinero: la principal razón por la cual casi nunca tenemos contacto). El sombrero básicamente se los robe a los gemelos dos días antes, aunque no fuese todo pirata. Oxide un poco el garfio y salí directamente por la pared.
Pensándolo bien.. seria demasiado desperdicio que, todo este disfraz, usándolo sólo en los malditos gemelos. Si tendría que ir luego con alguien es con ese Arthur y su obesa esposa. A ese hombre por lo del engrasador. Pondría, algo simple, una mano viscosa sobre la frente del matrimonio. A Granger y la joven Weasley. No sabía: eran las únicas decentes en toda la maldita casa, y tengo que admitir, las que mejor me gustaban. . A Potter ya no se le podía dañar más, ¿verdad?. A la vieja de McGonagall, y Ronald... ¿invitarlos a bailar? Eso les encantaría... y, por último, Filch y Snape. Al primero seria suficiente con amenazarlo con el garfio y hacerle volar los objetos del cuarto y al primero... odio esa parte de la mansión. Será suficiente con destruirle la cocina. Es una lastima de que no vea mi disfraz, después de todo, pero hará algo que lo mantendrá ocupado mucho tiempo.
El rápido plan me pareció, al principio, muy bueno. Lo mejoraría ya en el acto. Veo ya el primer pasillo a mi destino: el cuarto de los gemelos. Cerré el puño, donde colgaba el garfio, ansioso del crimen. Di vuelta en el corredor, y, tan pronto como lo hice, inconscientemente solté un gemido de horror, paralizándome y llevarme las manos a la boca.
Justo frente a mi se hallaba un espectro horrible, inmóvil como un estatua. Tenía la cabeza calva y resplandeciente, acompañado con una mueca espantosa como sonrisa, demente y torcida. Su ropa, horripilante, casi tanta como la mía, que hacía que se viese más feo y repulsivo de lo normal. Sobre su pecho tenía colgado un letrero aunque por la distancia imposible de distinguir. Me avergüenzo, sí, pero como nunca antes había visto un fantasma en mi vida, sentí un pánico de un modo terrible. Retrocedí, tropezando con el garfio que había tirado, me levante y salí corriendo sin dejarle al otro ninguna oportunidad ni para hablar. Regrese a mi habitación, blanco (¡si es que se podía más!) y, aun tembloroso del encuentro, me senté sobre la cama y, momentos más tarde, de pensar claramente lo sucedido, golpeé y aventé lo primero que había hacía la ventana, gritando por mi estupidez:
- Eres un idiota, ¿sabias? ¡Tú también eres uno!
Salí, para mi sorpresa ya apenas salía el sol, y, decidido, fui en dirección en donde el fantasma (seguramente de los Weasley) estaba, con la esperanza de que no se aya ido. Dos fantasmas son mejor que uno, al cabo. Con el, como compañero, nos desharíamos fácil de los gemelos. No obstante, al llegar, evidentemente aun seguía ahí, pero de una forma mucho más terrible. ¿los gemelos le habían hecho algo? Pensé, mirando que su mano que su mano estaba desprendida y con el letrero tirado, la cabeza un poco inclinada mirando el cielorraso. ¡Si fueran los gemelos...! salí directo hacia él y lo agarré de los hombros pero, inmediatamente, se doblo y me encontré abrazando una cortina con una escoba de relleno y cabeza de calabaza. Mire, incapaz de comprender tan curiosa trasformación, el letrero que decía, a la tenue luz del alba:
He aquí el fantasma de los Weasley
El único espíritu autentico y original
¡Cuidado con la imitaciones!
Todos los demás están falsificados.
- ¡¡¡MALDITA SEA!!!
Estrellé de golpe la calabaza en la pared y aventé, rompiendo en dos, la escoba y la sabana, manchando mi propio cuerpo. Eso no me importaba... ¡malditos sean todos ustedes, desgraciados!, grité, clavando el garfio en la pared. Juré, a voz de grito, un pacto de mi antigua escuela: que el asesinato se realizaría si el ave cantara dos veces. Esperé ahí a escuchar el gallo, el cual nunca llegó (¡y a mi jodida suerte!) me entere que, aquella noche, una zorra había salido a cazar a la mendiga ave para darle de comer a las crías.
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Sí, sí, ya se: muy corto, -.- les prometo (si me acuerdo) que haré todo lo posible para recuperarle, pero no estoy hecha para grandes hojas XD
¡Yapoo! ¡Reviews¡, aunque me gustaría ver más -snif-
Akasha: ¡Hola! Bueno, tal vez si tengas sobre respetar al personaje pero eso difícilmente concordada con la verdadera identidad del Fantasma de Canterville, y tener una vida de crímenes y todo no puede llegar a ser muy constructivo, según yo (por cierto, Sirius se ofendió de que lo compararas con Snape y Snape se lo regreso, con la bomba cazafantasmas... próximamente XD)
Andreina Snape: Viva la publicidad. Gracias. Lastima que no se me permitió pasar a la página.
Rosemary Black: Oo nn ¡Qué bueno que te gusto! Me alegro mucho, mucho, mucho y también, mucho más, de que conocieras el cuento de Wilde, o eso fue lo que yo entendí Oo
PD: Perdona mi ignorancia pero... ¿qué es eso de barras y estrella? No será la bandera de USA, ¿verdad? Oo OO
¡Espero sus Reviews! ... ¡¿por favor!?
