El fantasma de Canterville

Basada en el cuento de Oscar Wilde "El fantasma de Canterville".

Capitulo Cuatro:

Recuerdos tontos infantiles

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(NA: ESTE ES EL PUNTO DE VISTA DE HERMIONE GRANGER, ¿ESTA BIEN?)

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¿Cuántos años llevo viviendo en esta mansión? no lo sé. Llevo tanto tiempo aquí que lo desconozco. El tiempo no pasa volando, como dicen mucho. Pero esas son las personas que en realidad no hacen nada, digo yo. Sólo a las personas que les preocupa algo y desean que no llegue ese momento, llega más rápido, como si el mismo estuviera tocando tu puerta con varias horas de anticipación. No importe como lo midamos, no importase que el tiempo sea indiferente, es sólo subjetivo.

Por eso para mi a sido muy rápido, pero aun recuerdo claramente lo que he vivido... es como una condena por tener buena memoria. Y no importa cuanto tiempo pase, recordare todo lo que e vivido. ¿Y por qué digo que es una condena recordar? Por que odio mi pasado.

No recuerdo día que yo haya sido libre de alguna obligación. E trabajado, sí, pero todo los días de mi vida, como una esclava, bajos los mandatos de lord's y jefes de alto puesto. Pero la verdad... lo peor de todo es que aun recuerdo a mi mamá. Con ella o sin ella, e sido una esclava, como ella. Y el día que murió, es como si le sumara dos costales a mis hombros. Pero no me puedo quejar, es así como me e engañado y es así como es mi verdad: nací siendo esclava y moriré siendo una.

¿O no?

No sé, la verdad no sé... ¡pero soy inteligente, sí! Pero de nada sirve la inteligencia en un entorno donde te ignoran pidiéndote tales cosas sin excusa. Mi primer recuerdo es, y nunca (aunque quisiera) pobre olvidarlo, es un centro de alemanes, con cientos de mujeres, niños y niñas de origen alemán. Yo soy una, mi madre otra. Nunca se cazo pero aun así me tuvo. Era lo único para ella y ella lo único para mi. En ese lugar... no, perdón: en esa cárcel no nos dejaban salir, al menos que fuese a la cancha y horas de desayunos. Quedaba en Inglaterra y los días siempre eran grises, muy grises, amenazantes de lluvia, y frías, muy frías noches. Pero no nos trataban mal, me dijo una vez mi mamá, comparando a los que le hacían a los hombres en las guerrillas dispersadas aun en Europa. Yo nací aproximadamente seis o siete años de la finalizada segunda guerra, y nos manteníamos de las cosas que los americanos exportaban a Inglaterra. Esta isla quedo prácticamente destruida, sobreviviendo sólo por E.E.U.U por la comida que acá no se podría fabricar. Pero fue en el Crack donde la isla se recuperó y dejaron libres a los últimos alemanes que quedaban atrapados en el país.

Pero.. bueno, mejor me dejo de sentimentalismo y recuerdos por que, como me dijo lord Lucius, era una débil e idiota quejosa que se cansaba fácilmente por trabajar y limpiar.

Salimos de ese lugar, todas nos separamos y seguimos nuestros caminos a la deriva por nuestra suerte. Desconozco que les paso, pero en nuestro caso fue una suerte cuando mi madre se dirigió al ministerio al pedir trabajo, y lord Lucius de Miliekc nos vio. A pesar de mirarnos con aire de asco, nos contrato aquel hombre en un alto cargo del ministerio. ¡Qué alegría tuvimos yo y mamá! ¡ese debería ser un día donde tuvimos mucha suerte! O eso pensé cuando desconocía la verdadera conducta del hombre.

Lord Lucius... era un jodido descarado y razista. Pero aun así buscaba a unas criadas en su gigantesca casa en Oxford. Ahí éramos las únicas trabajadoras así que tuvimos muchas responsabilidades a cambio. Había un hijo de mi edad y una señora, algo más joven que mi mamá. Ese niño tenía una lengua extremadamente suelta, si se hablaba de mi, claro. Ellos, altos cargos, se decían llamar 'sangres-limpias' (NA: ¡Lo digo en el sentido de su cargo social, y no porque fuesen magos pues no lo son!) y ese mocoso nos decía como 'sangre-sucia'.... Era sólo para provocar, decía mi mamá. Pues lo ha hecho, le contestaba. La señora Miliekc siempre tenía citas y visitas de té ¿y quién tenía que cargar todo y si lo tiraba (lo cual provocaba Draco para joderme) golpeaban? ¿quién, aparte de tener no edad, limpiaba el piso? ¿sacudía y atendía en todos sus caprichos al maldito niño? ¡los odio! Y peor era para mi mamá, que tenía casi el doble de obligaciones que yo. Y para mortificar: estaba enferma. Estar en ese centro sólo le había empeorado su salud y trabajar tanto era aun peor...

Nos pagaban poco. Pero era mejor eso que nada. Y también dormíamos en esa casa. Mi mamá decía que, cuando juntara suficiente dinero, nos íbamos a América. Dicen que allá siempre hay oportunidades. Con ese pensamiento trabajaba aguantando y poner mi esfuerzo todo lo que podía.

Mismo pensamiento que murió con la muerte de mi madre.

Nos habíamos ido poco después con la familia a Canterville. Yo ya conocía la leyenda aquella casa. Para mi me era indiferente el supuesto fantasma. Ya e pasado por un infierno: soportar otro no podía ser peor. Pero lo que me destrozó no fue el fantasma, ni la casa, o los malditos Miliekc. Si no mi madre, que murió de asma una noche.

Los únicos que me apoyaron fueron los criados que ya residían ahí, unos dos o tres años antes de nosotros. Minerva McGonagall se había encariñado mucho con nosotras dos, al mismo tiempo que Hagrid. Y hasta el señor Filch, aunque era mucho más reservado. Y fue todo peor cuando el trabajo de mi madre cayó sobre mi. Esa familia no tenía consideración ni piedad ¡quería que el supuesto fantasma les hiciera pagar por sus hostilidades!

Y eso fue lo que pasó...

Una noche, después de tanta inactividad, el fantasma llegó, como si se hubiese ido de la casa por vacaciones. Yo fui la primera en verlo. ¡Dios, pero qué miedo tuve! ¡estaba caminando una noche cuando: zas, aparece de la nada en la pared, mirándome directamente con una sonrisa retorcida, y cuchillo en mano! Quede muda al verle, paralizada y con la boca abierta cuando él, sonriendo con sarcasmo, me dijo:

- ¿No esta la señorita robando cosas de la cocina, verdad?

Ignoró si grite o lloré en el camino, pero salí corriendo hasta la recamara de Minerva, llamando bruscamente a golpes y a grito que abriera. Lloraba... sí, ya recordé que lloraba. Temblaba compulsivamente cuando abrasé a Minerva. Le empezaba a explicar a gimoteó lo que vi cuando llego lord Lucius, su esposa y Filch.

- ¿¡Pero que es todo ese escándalo, mocosa?! – bramó Lucius.

- Lord Lucius... ¡Sirius Black! – dije yo, con voz débil - ¡lo vi! ¡con un cuchillo! ¡en el pasillo!

Todos contuvieron la respiración.

- ¡Absurdo! – dijo la señora Miliekc – no existe tal fantasma. Has comido demasiado. Debiste de tener una pesadilla

- Pero les digo que...

- ¡Venga, ya basta! – gritó lord Lucius. Me agarró del brazo y me jalo hasta mi habitación - ¡no permitiré que hagas tal espectáculo por una pesadilla! ¡y todos ustedes, vuelvan a dormir!

- Señor Miliekc, temo decirle de que si existe tal fantasma...

- ¡Señora McGonagall, usted debe de tener el mayor sentido común que todos los criados! – chilló, furioso por su repentino despertar - ¡ya vuelvan la cama! ¡no permitiré que una pesadilla...

- ¡NO FUE UNA PESADILLA! – grite – ME LEVANTE A TOMAR AGUA Y SIRIUS BLACK SE APARECI" ENFRENTE DE MI, CON UN CUCHILLO EN LA MANO.

El lord me miro fijamente, magullándome el brazo al jalarme más fuerte.

- No digas tonterías, sangre-sucia ¿cómo es posible de que digas eso?

- ¡Es que lo vi! En serio... y suélteme, me lastima... – gemí.

- ¡Cállate!

- No deberías de tratar así una niña, señor Miliekc – dijo la inconfundible voz del fantasma de Canterville, desde algún lado de la pared.

Todos, nosotros dos o ellos, se quedaron callados, anonadados.

- ¿Qué...? – dijo lord Lucius, mirándola pared.

- Y en especial en mi propia casa. ¿Sabes? deberías de mostrarme más respeto – continuo la voz, de forma altanera – Oh... ¿quieres el mismo trato para ti? Eso parece ¡eso tendrás!

Después procedió una risa fría y macabra, capaz de paralizarnos a todos nosotros.

El fantasma ya no se escuchó, pero el lord estaba estupefacto, mirando la pared.

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En el siguiente mes a eso, pasaron muchas cosas pero la única que me gusto fue que un niño, con lentes y una cicatriz en forma de rayo en la frente, llegó un día. No sé muy bien el asunto de cómo llegó a quedar acá (y no se lo e preguntado), se presento como Harry Potter. Estaba muy tranquilo, y miraba todo con extremada calma. Claro: era más miserable que yo... junto con él llego acompañándole un cocinero. Antes, el señor Kettleburn se encargaba de cocinar, pero tuvo un ataque de psicosis (gracias al fantasma...) y, ¿saben? Me alegro mucho de eso. La comida no sabe para nada mal y parece de reyes.

¡por supuesto! Tenia un humor de los mil demonios apenas lo vimos. Estaba cansado y sudoroso, mirando detenida y calculadoramente la mansión. Le costó mucho tiempo acostumbrarse. Era raro... demasiado raro...

(NA: Y nunca sabrá cuanto... )

En cambio, Harry...

Es un caso muy, muy particular...

- ¡¡¡LES DIGO QUE LA MAGIA EXISTE!!! ¡¡NO ESTOY LOCO Y SEVERUS LO PUDE PROVAR!! ¡¡SE LOS JURO!! ¡¡MIREN, PUEDO SACAR FUEGO!! – apuntó con su tenedor a Draco - ¡¡¡INCENDIO!! INCENDIO; INCENDIO.

- ¡¡POTTER!! ¡Discúlpelo, lord Lucius, pero él chamaco esta...

No terminó, pues todos nos habíamos levantado asustados al chico, que pronto había gritado al tocar un tema de los fraudes de la magia. Eso pasó sólo tres días de su llegada. Severus Snape, el nuevo cocinero, parecía acostumbrado a eso pues agarró al chico de los brazos, que se resistía gritando cosas ininteligibles e incoherentes. Pidió, elevando su voz de una manera sorpréndete, una habitación desocupada. Lo llevaron y lo tiraron (literalmente) a la suya, cerrando con llave.

- Por favor, discúlpenlo, pero... el chico esta afectado: esquizofrenia. ¡No lo corra, lord, pero así a sido! Ni se imagina por dónde a pasado... lo e cuidado por tres años y así venia el pobre. Sólo nunca, NUNCA, le comenten nada relacionado (ni remotamente) con la magia. Él creé que es verdad absoluta y... bueno, ya ven – se disculpó el cocinero señor Snape, esperando que por el estado del muchacho no lo despidieran en su tercer día.

Por suerte, lord Lucius no lo despidió. Y, no sé, pero en mi opinión, le tenía algo contra Severus, pues le vigilaba constantemente (yo decía que gustaba...)

Los dos... bueno, son buenos con nosotros los criado. Por supeusto, si se vive con alguien tiene que ser con todo y sus defectos. Contra Snape: le tengo respeto... algo de miedo pero mucho respeto. Y Harry a sido mi mejor amigo... a pesar de que este loco y que sea encerado cada después de sus 'ataques'.

Bueno, dejare al lado a los Miliekc. Ya tengo bastante de ellos en mi cabeza.

Los Weasley... bueno... no sé como decirlo... luego de quién sabe tantos años no me tratan mis amos como una inferior si como igual. Cuando le comente esto a los gemelos una noche, después de la cena, me miraron incrédulos y me dijeron en forma grave que jamás dijera eso: amos. Que yo no pertenecía a nadie y era libre a escoger. Y por supuesto que era igual. Como todos. Era inhumano no hacerlo. Y le recordé cómo trataban al fantasma...

... y hablando de él...

Tres días después de aquella charla hubo otro ataque del fantasma. Lo e visto y oído decenas de veces. Y cada vez que lo escucho tengo el impulso de salir corriendo y esconderme en el bosque. Paso una noche, cuando todos estábamos dormidos. Últimamente e tendió menos insomnio así que deje rápido un libro que había agarrado (¡Ahora podía agarrar libros! Algo que jamás hacía con los Miliekc) en la mesilla y me recosté en mi cama, tranquila y silenciosamente. Fue ahí: cuando un enorme estruendo, provenido de la sala, me hizo saltar y salí, por inercia, al lugar. No era la única que iba: la familia Weasley y Minerva, al completo, nos siguió. Harry y Snape ya estaban en el vestíbulo abriendo la puerta. Sólo faltaba Filch. Hagrid no por que dormía afuera, en una cabaña en medio de los terrenos y cerca del establo.

La armadura que se encontraba a un lado de la puerta, ahora, al contrario, estaba desparramada por todo el piso y el mismo fantasma de Canterville en el sofá, afrontándose las rodillas con autentico dolor en el rostro.

Los gemelos rompieron en risa.

El espectro de Sirius Black se levantó bruscamente en el acto por semejante risa, cambiando su rostro a crispado al ver a los gemelos. Y, dando un grito, salvajemente salió disparado hacia nosotros atravesando a través de Minerva y Ron. La primera no tardo en desmayarse de la impresión cayendo en los brazos de Severus, e, inmediatamente, seguido por el Weasley.

Se detuvo en al final de la escalera, mirando complacido (no imagine nuestros rostros en ese momento) y soltó, lo que es para mi la risa más macabra y sádica que haya escuchado de él. Yo me puse a balbucear pero me detuve al ver a la señora Weasley, que, temblorosa y dudativa, dijo:

- Suena ronco.... ¿esta enfermo?

El fantasma y Severus le lanzaron una mirada de furia (este último seguramente por la estupidez de la mujer) y se trasformó, frente a todos nosotros, en un enorme perro negro. La misma trasformación que fue la causa de que el tío del mismo Canterville se volvió incurablemente idiota.

Harry, quien estaba a mi lado, sonrió euforico.

- Miren ¡Es el Grim! ¡Se trasformó en el Grim! ¡El perro negro del augurio! ¡Y es como lo dije: El fantasma de Sirius Black es un animago! ¡¡Ahí esta la prueba: un animago!! ¡¡un mago!!

El silencio se apodero en la sala; no hubo cosa, persona o animal que no lo viera como si a él le hubiese salido otra cabeza y nos invitara felizmente a una taza de té. Voltee para ver al fantasma de Canterville pero este ya había desaparecido.

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¿Continuara?

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Notas de la Autora: Para quienes aun no lo hayan notado, Le cambie el apellido a los Malfoy, ahora los puse como Miliekc... ¡ya sé, ya sé!grave error, pero cuando loe staba escribiendo me pareció bien y, total, no tendrán gran participación hasta el último capítulo. ¬.¬ Achí que no se pierden ni se sacrifican por nada... aunque ya no pondré el apellido "Malfoy" o seguro me golpean...

¡arck! Pienso que me salió mediocre y que no lo hice más largo. Más bien el capítulo trato sobre Granger y eso, pero no pude evitarlo ¡enserio! Puse lo primero que paso por mi mente y por qué ella llegaría a ese lugar. n.n pero puse algo la historia en sí, achí que no hay problema ¿verdad? =3

Reviews:

Rosemary Black: O.o n.n ¡me alegra saber que hayas leído el cuento original! Pues.. la verdad, creo que no sería poner exactamente la historia a pie de la letra como esta en el libro. En primera: pues seria algo obvio (digo, cómo participara cada personaje) yo intento (sgún) capturar la esencia original del libro sin inventarle muchas cosas. Modificarlas, sí. Como por ejemplo que lo narro en primera persona y ponerle personajes extras ¡ve a Harry! No creo que haya un personaje así en los libros de Wilde -o. Y sobre eso de Ginny... no, no he pensado que se casara con Draco y ¿¿de dónde sacas a Longbotton Oo?? XD no sé, pero me gusta la idea. Tal vez lo ponga pero eso lo veré con forme avance. Los Weasley acá no soy estadounidenses, sino británicos (otro de os cambios drásticos que puse)

PD: Recuerda que depende al personaje cambia todo el punto de visión... bueno, no todo, pero si bastante. Si te fijas bien, Hermione y Sirius se parecen. Tal ez se lleven bien ..U

Nevichii: ¡Hola de nuevo! n.n bueno que seguiste ledo el capítulo. Gracias por el halago de la letra, XD yo también soy enviciada y casi me la se de memoria, así que lo tome algo personal =3

Farra: Muchas gracias. Que bueno que no e perdí el historia. Acá esta la continuación.

Akasha: ¿soy buena escritora? Bueno: la belleza esta en los ojos de cada quien -.-U (¿me los prestas?) y gracias por leer. Acá esta la continuación, como pediste. ¡deja reviews =3!

Es más: ¡usted, lector, deje Reviews! ¡sí, usted! Criticas, malos fallos, reclamos o (de preferencia) halagos (para subirme el ego... NO, MENTIRA XD) serán bien recibidos n.n