Crónica de un sueño…

"Aun no puedo acostumbrarme…- la oscuridad le ha sorprendido una vez mas, por lo que, contrariado, se limita a observar las extrañas figuras que el fuego crea en el techo-. ¿Qué día es?"

Respira profundamente antes de abandonar la comodidad que el sillón le proporcionaba, no le agrada la idea, pero tiene que hacerlo… su voluntad tiene un nuevo dueño que reclama por ser atendido y que no aceptara un NO por respuesta.

"De la que te has librado…- son pocos los pasos que le llevan a tan asfixiante amo, el cual, se revuelve entre las sabanas con una desesperación, que no hace mas que provocar una calida sonrisa en el rostro de Harry Potter-. ¿Por qué lloras tanto?... ¿no eres capaz de permitirme descansar por una hora?... ahora que necesitas".

Con sumo cuidado, desenreda al ocupante de la cama de las sabanas y lo coloca contra su pecho, esperando que esto, tranquilice al pequeño, que llora con tal desesperación, haciendo suponer al hombre la verdadera causa de sus lagrimas.

"Yo también la extraño…- susurra al pequeño ser-. Pero tenemos que ser fuertes y vivir también por mama… no te preocupes, yo me encargare de velar tus sueños… no permitiré que nada empañe tu felicidad… no importa lo que tenga que hacer".

Dirige su atención a la brillante espada, que descansa sobre su cama… no cabía duda alguna, de lo hermosa que era, sin embargo, el brillo de esta, se intensifico ante las palabras de su dueño… creada como ultima parte de una profecía, aguardaba por el día en el que seria empuñada… rasgaría el aire con su filo, proporcionaría toda la magia que residía en ella… hasta ese fatídico día, seria la compañera de Harry Potter.

-Jueves-

Una noche como cualquier otra, tras caminar por las calles, repletas de muggle, estoy de vuelta en mi hogar… mi casa… hacia tanto tiempo que no me sentía tan bien… es una lastima que Pansy no lo vea en la misma forma en que yo lo hago.

"Es nefasto…- se quejo, arrojando las compras al suelo, para después, dejarse caer en el sillón-. Por Merlín, yo no tengo nada que hacer aquí… me molesta la presencia de los muggles, detesto sus actividades y me aburre su simpleza de vida…"

"Deja de quejarte…- Sirius recoge el desorden que la joven ha dejado a su paso y lo lleva a la cocina, en donde lo coloca en la despensa-. En vez de perder el tiempo, sube por mi perezoso ahijado y dile que la cena ya esta lista".

"Esta bien…- sube las escaleras hacia el segundo piso, en donde se detiene frente al tercer cuarto-. Harry, es hora de que abras y me permitas comprobar que aun estas con vida…- silencio-. Potter, no es broma, mas vale que abras por tu propia voluntad y no me obligues a tirar la puerta.- silencio-. Te lo adverti…"

Se dispone a llevar a cabo su plan, retirándose algunos pasos, para ganar un poco de velocidad y arremeter contra esa puerta, cerrada la mayor parte del tiempo… medita la situación unos minutos y entonces se abalanzo sobre su objetivo, llevándose la sorpresa de que esta se abre de golpe y ella no puede hacer nada para detener lo inevitable…

"Eres buena con los bebes…- se frota los ojos-. Toda la tarde, he intentado que deje de llorar y tu, en cuestión de segundos, la has hecho reír…"

"Cállate Potter…- su carrera fue frenada por el sillón que había en el centro de ese cuarto, incorporándose con cara de falso fastidio, se acerco a la cuna que resguardaba lo mas preciado por los habitantes de esa casa-. Ven…- ofreció sus brazos a la sonriente pequeña, que no dudo en acercársele.

"Te quiere mucho…- se acomodo las gafas, cediéndole el paso a Pansy, para poder descender.

"Tanto tiempo conmigo, esta acostumbrada a mis brazos…- asintió la joven-. Pero no te preocupes, pronto solo querrá estar en compañía de su padre… ten un poco de paciencia".

"Lo se…- al ingresar en la cocina, se encontraron con un gran banquete, todo preparado por un sonriente Sirius, que les daba la bienvenida.

"Espero que les guste…-tomaron sus respectivos asientos, disfrutando aquella noche entre charla y risas, todo en un ambiente de tranquilidad.

-…Nuestros corazones lo saben…-

"Volveré mas tarde…- se despidió de sus compañeros de casa, los cuales descansaban en la sala tras una ardua mañana de aseo.

"Ve con cuidado...- le despidió Sirius, que era el único que aun estaba despierto y con energías para hacerlo.

"Estoy muerta…- escucho la puerta cerrarse, por lo que agradeció la partida de Harry, de lo contrario, se reiría de su estado-. ¿Por qué tenemos que complicarnos la vida en esta forma?... un simple movimiento de varita y la casa estaria reluciente"

"Sabes por que no podemos…- rió Sirius-. Tu fuiste la que propuso esta locura… no te quejes"

"Lo se…- se hizo un breve silencio-. Tal vez no me creas, pero realmente estoy contenta de haberlo propuesto…"

"Te creo…- exclamo el viejo mago.

"Este dolor en mis hombros, bien valen la pena cada que veo el rostro de Harry…- se puso en pie-. Ya había olvidado verle sonreír… mejor dicho, nunca le había visto sonreír en la forma en que ahora lo hace"

"Es verdad…- imito el movimiento de la joven-. ¿Qué nos falta?"

"Compras…- suspiro-. Esta noche es importante… quedamos celebrarla".

"Entonces, será mejor que nos demos prisa…- asintió Sirius, tomando un saco y guardando sus llaves-. ¿Manejas tu o lo hago yo?"

"Dame eso…- le quito las llaves, dirigiéndose hacia el auto estacionado frente a esa casa, dejando a Sirius cerrando con seguro la puerta.

"La próxima vez, no preguntare…- rió para si mismo, reuniéndose con su extraña compañera.

Ajeno a todo esto, Harry realizaba su acostumbrado paseo por las calles cercanas a ese lugar, la gente que le veía, no podía menos que sonreír y seguirle con la mirada… un hombre en bicicleta, llevando a un bebe… admitanlo, es algo que no se ve todos los días…

"Listo…- estaciono la bicicleta y le coloco el candado para que no se la robaran-. No tardaremos mucho, pero no podemos correr riesgos…"

Cruzo al otro extremo de la calle, en donde se encontraba el centro comercial… se le habían acabado los pañales para la pequeña que no se dignaba a despertar, pese a ser cerca del medio día.

"¿Es todo?.- pregunto la cajera de la tienda.

"Si…- Harry le entrego el efectivo, mientras que el chico que le empacara las cosas, miraba con interés la carita somnolienta de su hija.

"Es muy bonita…- se dirigió a Harry, quien parpadeo algunas veces, para entender que significaban esas palabras-. ¿Es su hija?... no se parece a usted".

"Si…- observo a la pequeña, que ya estaba despierta y que parecía interesada en la conversación-. Una verdadera suerte que solo haya sacado mi color de ojos…"

"¿Y la mama?.- el rostro de Harry se entristeció ante el recuerdo de Hermione.

"A ti que te importa…- le reto la cajera, notando la incomodidad por parte de Harry y haciendo que el chiquillo saliera corriendo-. Discúlpelo, joven… no sabe lo que dice".

"No hay problema.- tomo sus cosas y salio de aquel lugar.

Se sento en la fuente que había en ese lugar, meditando lo sucedido. Hermione estaba muerta y por mas que se negara a aceptar la realidad, ella no iba a volver… se sintió mal consigo mismo, por ser feliz… no se sentía digno

"¿Qué ocurre?.- los balbuceos de la pequeña, le obligaron a dirigir su mirada hacia ella-. ¿Tiene calor?... ¿Quiere volver a casa?"

Sonrió al no obtener respuesta alguna, lo cual le hizo sentir mas aliviado y con ánimos de continuar con su paseo, antes de tener que volver a casa, en donde seguramente, Sirius y Pansy, continuarian tirados en la sala.

"¿Quieres ir a comprar discos?...- se puso en pie-. Nos hace falta un poco de música nueva, ya que nuestro repertorio es muy reducido".

-… Esto no puede ser eterno-

"¿De verdad crees que hicimos lo correcto?.- Pansy tenia su atención en un frasco de aderezo.

"Si te refieres a la cena de esta noche, no tengo duda alguna.- le quito el frasco, de otra forma, lo tiraria y tendrian que pagarlo, sin haber tenido oportunidad de disfrutar su contenido-.Pero si nuevamente, estas exteriorizando tus temores, me limitare a mirarte y terminar esta conversación con un, no lo se… ya es tarde para arrepentimientos"

"Tienes razón.- suspiro-. Solo espero que el tonto e impulsivo Draco, no este causando demasiado problemas"

"Seria un atentado contra su persona.- exclamo Sirius en forma solemne.

En ambos, esta presente esa tarde, en la que Draco y un sereno Bill Weasly, después del incidente con Ginny, les acorralaron en Grimmauld Place, para hacer esa sugerencia.

"¿Irnos?.- Pansy lucia ofendida ante esas palabras y su ira aumento cuando busco la mirada de Draco, pero este era incapaz de enfrentarla-. La situación no esta como para viajes…"

"Eso ya lo sabemos.- respondió Draco.

"¿Y aun así, te atreves a proponerlo?.- enfatizo la joven-. Tu, grandisimo…"

"Ahora saliva, Pansy.- le freno Bill-. Que no ha sido unicamente su idea… yo también tengo que ver en esta propuesta y creeme, tenemos un buen motivo como para proponerlo"

"¿Si?.- Sirius se mantenía al margen, observando las posturas de ambas partes-. Pues dila antes de que pierda los estribos…"

"Detrás de ti, sentado en el suelo de la sala…- señalo el pelirrojo-. Esta recibiendo lecciones de mi madre, para poder atender bien a un bebe, del cual ignoraba su existencia y que con nuestra situación, dudo mucho que disfrutara de la compañía de su padre".

"Harry…- murmuro Sirius.

"El me dijo hace tiempo, que había comprado una casa en el mundo de los muggles, a la que se confinaria, después de terminado el asunto con Voldemort.- continuo Bill-. Sirius y tu, deben ir con el… si sucede algo, nosotros iremos por ustedes".

"¿Con una botella será suficiente?.- cuestiono Sirius, sacando a Pansy de sus pensamientos.

"Si…- sonrió con tristeza, tal vez, en esos momentos, Draco estaría oculto, sucio y cansado, esperando una oportunidad para salvar su vida una vez mas, mientras que ella, se encontraba rodeaba de muggles, eligiendo con que acompañar la cena-. Mira, una oferta de pañales…"

"Eso le toca a Harry…- exclamo Sirius, cuyos pensamientos eran muy parecidos a los de su joven acompañante-. Nosotros nos hacemos cargo de la casa…"

"Compras de despensa.- frunció el cejo-. Sacar la basura, limpiar el jardín, recoger el desorden… lavar ropa…- su ira iba en aumento-. Que se joda…"

"Buena chica...- celebro Sirius, empujando el carrito y siguiendo a la furiosa Pansy, que descargaba su ira con un paquete jumbo de papel higiénico.

Muy ajeno a todo esto, Harry se encontraba escuchando música… no pudo reprimir un gesto de asco, la industria musical iba en descenso en forma abrupta y parecía que nada podía salvarla.

"Es tu decisión…- le quito los audífonos a la pequeña-. ¿Quieres dormirte escuchando Mozart o permanecer despierta, junto con Pansy, cantando Coldplay?"

Agradeció que la pequeña solo agitara las manos y emitiera unos alegres balbuceos como respuesta, la idea de escuchar la voz de su hija, era el sueño de todo padre, siempre y cuando, esta no tuviera un mes de vida.

"Pues tenemos un ganador…- se dirigió a la caja, en donde pago por sus nuevas adquisiciones.

Nunca había sido tan feliz… todo su ser, era una prueba de ello… su rostro, estaba desprovisto de ese semblante taciturno y huraño que le acompañaran los ultimos años… esa túnica, polvosa por tantos viajes, se encontraba en lo mas profundo de su armario, desplazada por ropas muggles que acrecían de ese porte severo e intimidante… la varita fue remplazada por una sonaja y biberones… y sus verdes ojos, eran lo único que hacían aguantar a Pansy y Sirius esa vida, satisfechos de verlos brillar cada vez, con mayor intensidad… Harry Potter era feliz y eso, ni Lord Voldemort podía evitarlo.

"¡Harry!.- el aludido volvió su atención hacia una pareja que abandonaba el centro comercial.

"Hola…- fue a su encuentro, en donde Pansy le quito a la pequeña de entre sus brazos-. A mi también me da gusto verte".

"¿Cómo esta mi pequeña flor?.- lo ignoro, vertiendo todo su cariño en la pequeña luz que alumbrara su vida-. ¿Te ha hecho algo el despistado de tu padre?... anda, no dudes en decírmelo… yo me encargare de darle su merecido".

"Quien se lo hubiera imaginado.- caminaron hacia el estacionamiento-. Esta faceta de Pansy, a veces resulta escalofriante".

"Un bebe, siempre cambia la vida de quienes le rodean…- rió Sirius-. El instinto maternal, esta en todas las mujeres, por tanto Pansy no puede evitarlo… quiere demasiado a esa pequeña…- observo a la mujer que iba delante de ellos-. Yo también le quiero mucho… pondríamos en juego nuestras vidas, con tal de protegerla".

"Gracias…- imito el gesto de su padrino, era hora de volver a casa.

-…Tarde o Temprano…-

"…Quitaras tu atención de esa botella…- rió Pansy, un tenue color carmesí adornaba sus mejillas, producto del licor que ingiriera durante la velada-. Y entonces podré servirme todo lo que yo quiera…"

"Quiero ver que lo intentes.- sentencio Sirius, colocando sus respectivos postres.

"Todo ha sido una delicia.- Harry se limitaba a observar la escena-. Nunca imagine que fueras tan buen cocinero".

"No es la gran cosa…- presto poca atención al comentario.

"Quiero mas…- miro de reojo la botella, hizo un leve mohín y sus palabras solo llegaron a oídos de Harry.

"Un ultimo brindis…- movio sus dedos y la botella en discordia fue a sus manos-. ¿Te parece?"

"Harry, no deberías…- le regaño Sirius-. Le hará daño…"

"Si eso sucede, yo la cuidare…- lleno las tres copas-. Además, el motivo lo amerita… por favor".

"Esta bien…- gruño ante la expresión triunfante de Pansy.

"Yo…- miro el contenido de su copa, la cual se encontraba a la altura de su rostro.-. Propongo un brindis… por esta noche… por ustedes… por mi hija… por el sueño que hemos vivido durante estas semanas… un sueño que no puede ser eterno y que en cualquier momento nos arrojara nuestra realidad… pero eso no significa que el destino que me depara, empaña el recuerdo de este tiempo juntos… mi hija merece un mundo, libre del fantasma que nos ha acechado durante años y yo…"

"Harry…- la alegría se desvaneció del rostro de Pansy, dirigiendo toda su atención en ese hombre, que tenia mucha dificultad para expresarse.

"Quiero que conserven esto…- de sus ropas, extrajo un pequeño saquito que resguardaba tres anillos, adornados con una blanca perla cada uno-. Para que no olviden todo lo que hemos vivido…- explico-. Si algo llegara a sucederme…"

"No te atrevas.- se puso en pie, derramando el contenido de su copa.

"Nadie sabe lo que el destino tiene escrito para cada uno de nosotros.- le detuvo Harry, produciendo un breve silencio-. Mi hija no puede estar en mejores manos que en las de ustedes…"

"Agradezco tu confianza y ten por seguro, que cuidare a esa pequeña hasta mi ultimo aliento de vida.- esta vez, Sirius era el que llenaba la copa de la desolada Pansy-. Pero si alguien va a morir en esa batalla, procura que no seas tu…- esbozo una sonrisa a su confundido ahijado-. Lo sabes mejor que nadie, un hijo, no estará mejor protegido por otras personas que no sean sus padres…"

"Si…- chocaron sus copas y el sonido que estas emitieron, produjeron un leve quejido por parte de la pequeña, que dormía placidamente.

"Como que ya va siendo hora de que le busquemos un nombre a esa pequeña¿no te parece?- propuso Sirius.

"Completamente de acuerdo.- asintió Harry-. ¿Cual tienes en mente?"

"Jane…- exclamo Pansy-. Como su madre…"

"Me parece bien…- sonrieron ambos hombres.

"Erin…- murmuro Sirius-. ¿Te molestaría ponerle también el nombre de tu abuela?... ella siempre deseaba conocer a su nieto, pero no le fue posible…"

"¿Le querias mucho?.- cuestiono Harry-. ¿La madre de papa?..."

"Era una buena mujer.- asintió Sirius-. Nunca conocio el don de observar al mundo, pero aun en la oscuridad, era lo suficientemente fuerte, como para obligarte a mirar hacia delante…"

"Que lleve en ese caso, el nombre de dos mujeres que brillaron en la oscuridad.- dirigieron su atención hacia ese cuerpecito-. Mi pequeña hija, tendrás que hacer honor a los nombres que Sirius y Pansy, han elegido para ti…"

"Jane…- rió Pansy.

"Erin…- secundo Sirius, colocando la argolla que ya brillaba en los dedos de los mas jóvenes.

"Por una semana mas…- culmino su brindis.

"Por nuestro primer mes juntos…- finalizaron Sirius y Pansy, dando paso a las risas que siempre caracterizaran a ese hogar.

-… Sin importar lo que hagamos…-

"Muy pronto…-dirigió su atención hacia el gran árbol-. Tu destino te alcanzara, Harry… y Lord Voldemort espera con ansias el volverte a ver… esta extrañado por tu desaparición, furioso por que rompiste el vinculo que le mantenía informado de tus emociones… la barrera que les mantenía encubiertos, ya no puede mantenerse en pie… se derrumbara frente a tu casa…"

"No le hace bien, estar tan cerca de mi señor Hild.- una jovencita se acerco a ella-. Suena igual de mística…"

"Señorita June…- le dio la bienvenida a la guardiana, que en poco tiempo, había crecido lo suficiente, como para cambiar sus infantiles atuendos, por unos, mucho mas elegantes-. Hace tiempo que no la veía… ¿Demasiado trabajo?"

"Así es…-retiro los cabellos que cubrían su rostro-. Uno de ellos en especial… se negaba a morir, pero al final, se cumplio lo inevitable…"

"El destino…- sonrió, esa palabra era tan común en ese lugar-. No existe forma de detenerlo, no importa cuanto lo intentes…"

"¿No le preocupa lo que sucederá cuando esas dos personas se encuentren?.- cuestiono June, extrañada por la sonrisa que Hermione tenia en sus labios.

"Ahora ya no…- se puso en pie-. Lord Voldemort, desconoce las emociones, carece de sentimientos, es por eso, que es débil al no conocer la verdadera fuerza que recorre cada centímetro de Harry… no ganara…- sentencio-. Mi hija crecera en un mundo donde nada perturbara su sueño, Harry se encargara de culminar lo que yo he provocado…"

"Interesante…- rió ante sus palabras-. Pese a todo, resulto alguien muy peligroso como enemigo, Hermione…"

"Voldemort siempre ha lastimado el espiritu de Harry…- sonrió con cierta malicia-. Yo no puedo permanecer indiferente a ese dolor… al final, obtendrá lo que el mismo propicio… ya lo veras…"

-… El sueño terminara…-

"Ya voy…- se quito el delantal, dirigiéndose hacia la puerta en donde sonaba el timbre con insistencia-. ¿Si, en que puedo ayudarle?"

"Pansy…- no tuvo tiempo de reaccionar, pues sobre su cuerpo, cayo la figura maltrecha de Draco.

"¡Por Melin!.- el grito de la joven, atrajo a Sirius y Harry, quienes miraron con sorpresa la figura del antiguo mortifago.

"Ya vienen…- repetia con insistencia-. Deben irse de aquí… este lugar ya no es seguro…"

"¿Venir?.- Pansy le llevo hacia la sala-. Por dios, Draco… tienes fiebre… estas delirando..."

"No hay tiempo para esto.- tomo la mano de Pansy, mirandole a los ojos-. Tomen sus cosas y marchense a Hogwarts… la guerra ya no puede permanecer oculta por mas tiempo… viene por ustedes"

"Sirius…- una breve señal y su padrino subio a la planta alta, descendiendo con algunas cosas y la pequeña Jane en brazos.

"Tranquila Pansy.- se acerco a la pareja, colocando su mano en la frente de su Némesis, quien con asombro, se percato que sus heridas se encontraban curadas.

"Toma…- Sirius deposito la varita en manos de Pansy, quien tras el breve instante de confusión, se aferro a ella y la determinación, brillo nuevamente en sus ojos.

"Te agradece mucho que los escoltes…- Draco le miraba extrañado-. Me reunire con ustedes dentro de unos minutos, solo debo permanecer aquí un poco mas… debo saludar como se debe a nuestros visitantes".

"De prisa.- Pansy cargo del Bebe y resguardada por Sirius y Draco, activaron el traslador que los llevaria al castillo.

Su sonrisa desapareció hasta que se aseguro de que ellos ya no estaban ahí, por lo que, con andar tranquilo, se dirigió hacia la habitación que compartiera con sus pequeña y sin gran animo, saco el olvidado traje que portaba en situaciones como esta.

"Ahora si me siento listo para utilizarte…- dirigió su mirada a la espada que descansaba en su espada-. Surgiste por mi deseo de proteger a las personas… ahora, quiero que tu seas, la que me ayude a crear el mundo, que Hermione y mi hija, merecian haber vivido".

Las enmascaradas figuras descendieron alrededor de una solitaria e inmóvil figura, que sujetaba una espada, cuyo filo, brillaba con los ultimos rayos de sol que morían en el firmamento… el viento soplaba en forma violenta, pronostico de la tormenta que se encerraba en ese hombre.

"Los esperaba…- sonrió con la misma crueldad de antaño y los mortifagos sabían que su suerte, ya estaba echada-. Supongo que su amo, les ha pedido información acerca de mi paradero, por lo que, le daré ese gusto… ¡Vayan, diganle que Harry Potter esta nuevamente listo, para enfrentarlo!"

"Potter…- uno de los mortifagos se desprendio de su mascara, provocando que la sonrisa de Harry, se ensanchara aun mas.

"Malfoy padre…- le miro desafiante-. Apuesto que su amo, no les creera una sola palabra, así que también le enviare pruebas, después de todo…. ¿Cuántas personas se necesitan para enviar un mensaje?"

Las puertas de la Mansión Riddle se abrieron de golpe, furioso, Lord Voldemort fue al encuentro del que había osado irrumpir la tranquilidad de ese lugar, encontrándose con una maltrecha figura de Lucius, que tiraba de los cuerpos de sus compañeros.

"¿Qué ha pasado?.- vocifero Voldemort-. Lucius… ¿Qué es todo esto?"

"Harry Potter…- extendió la mano, entregandole un ensangrentado papel.

Presento mis saludos a Lord Voldemort, un pequeño presente para que no olvides que aun me encuentro por este mundo. Espero que hayas disfrutado el tiempo que te he concedido. Harry Potter-

"Chiquillo idiota…- apretó el papel con fuerza-. Te tragaras tus palabras… lo juro".

"¡Harry!.- se incorporaron rápidamente en cuanto vieron al mago aparecer en el Gran Comedor.

"Estoy bien…- fue a su encuentro, ignorando la presencia de los demás miembros de la Orden, que no esperaban su presencia-. ¿Y mi hija?"

"Esta durmiendo en tu habitación…- Pansy se acerco a el-. Sangre…"

"¿Esto?.- miro sus ropas-. No te preocupes, que no es mía… sino les importa, me quitare estas ropas, tomare una ducha y me iré a dormir… este día ha sido demasiado para mi, estoy fuera de practica"

"Voy contigo.- estaba a punto de llegar a la puerta principal, cuando la figura de Albus Dumbledore detuvo el andar de Harry.

"Harry…- había pasado mucho tiempo desde que estuvieran frente a frente.

"Dumbledore…- le miro con apatía.

"Tu egoísta proceder, nos ha traído serios problemas, Harry.- el director le miro en forma severa-. Sabes bien, que no puedes irte sin antes avisarnos…"

"Debo recordarle, que usted no es nadie para meterse en mi vida…- las protestas no se hicieron esperar entre los ahí presentes-. Y también me permito refrescar su memoria… conozco el motivo por el que nací, así que no se preocupe, Voldemort es mi problema y como tal, le daré solución… pero cuando eso termine, usted y yo, tenemos cuentas por resolver… no crea que se me ha olvidado el asunto de Hermione… en su muerte, no solo habíamos dos personas inmiscuidas… si usted no la hubiera convencido de esa estupidez en la que basa sus ideales, ella nunca se habría prestado a esta farsa…"

"Ella lo hizo por su propia voluntad.- respondió Dumbledore, sosteniendo la furiosa mirada de su antiguo protegido-. Conocía las consecuencias…"

"Usted la utilizo...- esta vez, fue Bill, quien abriéndose paso se unió a la discusión-. Le dijo lo que le convenia, por lo que el único culpable de su muerte, no es otro mas que usted…"

"Como hace tiempo se lo dije, no creo en una sola de sus palabras…- espeto Harry-. Me ha mentido desde que lo conozco, usted también, ha tenido mucho que ver en mi sufrimiento… pero duerma tranquilo, ya no tiene por que utilizar a la gente para convencerme de pelear… mi motivo, se encuentra descansando en estos momentos y ni siquiera intente acercarse a ella… lo destrozare".

Tras estas palabras, prosiguió su camino, siendo seguido por Pansy y Bill, junto con otros miembros de la Orden, entre los que sobresalían Fred, George, Charlie y Ron Weasly, junto con algunos antiguos alumnos de Hogwarts, tonks también iba entre ese grupo e incluso, Alastor Moody se detuvo unos segundos frente al Director del Colegio, quien permanecía inmóvil.

"Ese chico te ha superado, viejo amigo…- le sonrió-. Otro error con el que deberas cargar en tu conciencia…"

Los años, parecieron caer sobre los hombros del viejo mago, quien dirigió una ultima mirada al orgullo joven que caminaba por el pasillo principal, rodeado por valientes jóvenes que confiaban plenamente en el.

"Buena suerte…- una ultima mirada, antes de que las puertas del comedor volvieran a cerrarse y el silencio, volverá a reinar en el castillo.

-Los designios del destino, están surgiendo de acuerdo a lo establecido, pronto, la profecía será cumplida y los personajes principales de esta historia, deberán enfrentarse a las consecuencias de sus actos-


Notas de Oracle.

Hey, pues les cuento que este capitulo nació una tarde tranquila en la que me puse a analizar lo que quería para la historia, y entonces me puse a ver mi entorno y me dio tristeza que Harry nunca compartiera tiempo con su hija… entonces, aquí tienen el resultado… un Harry muy tierno y lindo, en palabras de mi hermana, a la que le envio un saludote por su cumpleaños, felicidades Anna Nee-san…

Por cierto, que tristeza también en mi corazón por que ninguno de ustedes, leyo el reloaded del capitulo XXIII, malos… pero bueno, eso me saco por indecisa. De cualquier forma, espero que hayan tenido buenas vacaciones y que se hayan portado como mejor les haya parecido… como siempre, leo todos sus reviews, pero ya me atrase horrible con la contestación, por lo que tendré que hacer tiempo en la agenda y ver que hago… ¡Pronto llegaremos a los 160 review!... le rogare a Merlín que me de oportunidad de llegar a los 200, seria todo un logro y gusto… ¡Por favor!

Saluditos a todos y una vez mas, gracias por detenerse unos minutos a leer la historia, para los interesados, informo que ya estoy trabajando en un nuevo fic… slash… pseudos, por que no paso de romance, pero bueno, a ver que sale… al menos, ya recupere mi cuello y me preparo para seguir escribiendo para todos ustedes.

Se cuidan, Oracle.

Por cierto, para aquellos que no entiendan la expresión, "Que se joda"… vendria a ser algo así como, "Es su problema"…. Explico, por que no encontré una mejor forma de expresarme en esa parte (que limitado vocabulario el mio), ahora si, adiós.