Disclaimer: Los personajes de las Guerreras Mágicas no me pertenece, son propiedad del Grupo Clamp, solo la historia es de mi inspiración y no busco obtener lucro.
Capitulo 4: Lo que esconden los corazones
Un grupo de personas conversaba amenamente sentados en el comedor principal, disfrutando de la cena
- Todo esta exquisito – decía un joven de ojos miel.
- Por supuesto, Alanis tiene unas manos maravillosas – respondió un joven de cabellos castaños.
- Así es, usando magia y cocinando es la mejor – secundó un joven de cabellos color verde.
- Si es una mujer hermosa y con muchos dones, no entiendo por que no ha encontrado un hombre que la ame... miren que puedo jurar que es la más bella... hombres de otros planetas matarían por tenerla...- decía una mujer de cabellos rosados.
- Cof, Cof, Cof… - interrumpió un joven fingiendo tos – Caldina no creo que sea correcto que hablen de una persona cuando no está presente -
- Lo siento GuruClef, no quise ser imprudente – dijo Caldina guardando silencio, encogiendo sus hombros.
- Si dicen que es una mujer bella, no entiendo él por que no tenga quien le ame – decía uno de los visitantes de Autosam.
- Geo, ya escucharon a GuruClef no hablaremos de las personas que no están presentes – dijo el comandante de las fuerzas de Autosam.
- Como digas Águila, lo lamento – dijo Geo bajando su mirada, clavándola en sus alimentos.
- No hablan nada malo sobre ella, al contrario, sólo son halagos – dijo una de las guerreras mágicas bebiendo de su refresco.
- Marina por favor, sabemos que Alanis es una mujer reservada, opinó igual que GuruClef debemos respetar su ausencia – dijo una señorita rubia con lentes mirando a su amiga.
- Anais no dije nada que no fuera cierto, más que reservada, yo la llamaría la Dama del misterio – dijo Marina sonriendo.
- Entonces sería la pareja perfecta para Latis – dijo el visitante más joven que provenía de Autosam.
- Tienes razón... ahora que lo pienso así... – dijo Geo entrometiéndose en la conversación, tocaba su barbilla imaginando a la pareja.
- Basta Chicos... no metamos a Latis en esto... dejemos el tema por la paz... Lo lamento GuruClef – dijo el comandante disculpándose, inclinando su cabeza en dirección al mago.
Un silencio desolador se formó una vez que el jovencito hablaba de la posible relación que se pudiera dar entre las dos personas nombradas como los representantes del misterio.
Marina sintió como su cuerpo se estremecía con el simple hecho de imaginarse a su amiga Lucy sola y triste... ella no se lo merecía... había luchado tanto que era de esperar que algún día sus deseos de tener como su pareja a Latis fueran cumplidos.
Anais cruzó miradas con Paris en silencio, sabían del profundo amor que la guerrera mágica del fuego sentía por aquel caballero, temieron que él poder hablar de la posibilidad de que otra mujer ocupará el corazón de su galán le hiciera tener una recaída.
Caldina y Ráfaga siguieron comiendo como si no hubiesen escuchado sobre el tema. La ilusionista sabía de sobra que el simple hecho de pensar en Latis era un peligro para la tranquilidad de su enamorado, con ternura posó una de sus manos sobre la del joven dándole apoyo para lo que viniera.
Presea observaba todo en silencio, escuchaba las palabras de los visitantes y de sus amigos, sin embargo no podía concentrarse en nada a la vez, sus pensamientos seguían dando vueltas en su mente... las palabras que había cruzado con Alanis le tenían preocupada... afligida... la angustia se apoderaba de su cuerpo... necesitaba salir de ese lugar... respirar aire fresco... disipar su mente...
- Me retiro, que tengan buena noche – dijo Presea mirando a Caldina, comunicándole en silencio que la dejaba a cargo de los visitantes.
La joven ilusionista entendió a la perfección el mensaje, asintió con una sonrisa dándole seguridad para que se marchase tranquila... La rubia se puso de pie, sin decir una palabra más se retiro.
Los caballeros se pusieron de pie despidiendo a la señorita, dando un buenas noches...
- Tengo una pregunta para ustedes Águila – dijo GuruClef serio dando por terminada la conversación que se había iniciado hacía unos instantes.
- La que quieras – respondió el comandante
- ¿Quiero saber la o las razones por las que han venido? – preguntó un tranquilo Mago, atrayendo la atención de todos los presentes.
- Vinimos de paseo, nada que pueda alarmarte... tómalo como una forma de fortalecer lazos de amistad...- respondió Águila con calma.
- Entiendo... una pregunta más... – dijo el mago.
- Dime – dijo Águila observándole con interés.
- ¿ Conoces la razón del regreso de Latis ? – preguntó Guruclef
- No puedo responder por Latis, él tiene sus propias razones... sólo puedo decirte que no ha venido a quedarse – dijo Águila bebiendo de su copa de vino.
- Lo sé... tú tampoco conoces las razones de Latis – dijo GuruClef sin quitar su vista de los tres visitantes.
- No... – respondió Águila clavando su mirada en el líquido que se encontraba en su copa.
- Hablaré con él más tarde – dijo GuruClef poniéndose de pie – que tengan buena noche, con su permiso -
- Propio – se escuchó en una sola voz de todos los presentes.
- Disculpa GuruClef – dijo un joven cabellos castaños.
- Sí, Ascot – dijo el mago deteniendo su camino.
- ¿Quisiera saber dónde nos vamos a ver para tocar nuestra conversación pendiente? – Preguntó Ascot.
- Búscame en el jardín dentro de media hora – dijo GuruClef siguiendo su camino.
Las conversaciones seguían... se comentaba de lo hermoso que era Céfiro sin la necesidad de un pilar... sobre algunos otros cambios que habían ocurrido desde su primera visita que no fuera muy amistosa.
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En el jardín principal donde las guerreras mágicas acostumbraban jugar con los niños se encontraba una joven de cabello rubio que era sujetado por un listón rojo en forma de coleta. La chica miraba el caer del agua en la fuente cuando un chico de ojos azules y cabello púrpura llegó hacia donde ella se encontraba.
- Presea ¿ Qué haces aquí? – preguntó un joven observando la figura de la mujer.
- GuruClef - susurró Presea el nombre del joven mientras volteaba a verlo - nada sólo vine a distraerme un poco. Estoy preocupada.
- ¿ Y qué es lo que te preocupa? – GuruClef se sentó a un lado de Presea, quedando frente a ella.
- Es Lucy – dijo la joven preocupada - lo que le ocurrió me tiene preocupada, tengo miedo que sea algo malo- Respondió la joven bajando el rostro intentando ocultar la tristeza que reflejaban sus ojos.
- Lucy esta bien, nada malo le va a ocurrir - GuruClef tomó la barbilla de la rubia, levantó su rostro delicadamente, para poder encontrarse con sus dulces ojos color miel.
La joven se sorprendió por el acto del mago, sin poder evitarlo buscó la mirada del apuesto joven
- No entiendes Guruclef, temó por lo que pueda ocurrir a Céfiro -
- Debe haber una buena razón para que temas por el planeta – dijo GuruClef sin apartar su mirada del rostro de la joven.
- No tuve tiempo de comentarte cuando estábamos en la habitación de Alanis, por que Anais llego y luego fuimos a cenar – dijo la joven con preocupación.
- Tranquila ¿ Qué es eso que no pudiste comentarme antes? – preguntó interesado el mago.
- Alanis me dijo que encontró a Lucy inconsciente fuera de la puerta de la habitación donde se encontraba la tiara que elegía al Pilar de Céfiro – Respondió Presea
- ¿ Cómo dices? – El joven se acercó más a la joven acortando la distancia entre ellos a unos cuantos centímetros - ¿ Y dime que hacia Alanis en ese Lugar ? – Guruclef siguió con su interrogatorio, su rostro se llenaba de sorpresa por escuchar a la rubia decirle el lugar donde habían encontrado a la guerrera mágica, intentó cambiar su actitud para no preocupar a la joven que se encontraba frente a él.
- Alanis sintió una presencia Maligna en ese lugar y cuando ella fue a la torre, su sorpresa fue aun mayor cuando en la entrada de la habitación se encontró con Lucy – la joven hizo una pausa.
-...- el joven asintió, escuchándola atento.
- ¿Ahora puedes entender mi preocupación? - dijo Presea levantándose del lugar donde estaba sentada, buscando evitar que el mago percibiera la angustia que se apoderaba de su corazón, empezó a caminar a dirección de la entrada del lugar... no tenía las palabras para dar más explicaciones... era una conversación la cual deseaba dejar inconclusa.
- ¿Adónde vas? – preguntó GuruClef, seguía con su mirada el trayecto de la rubia hasta la entrada del jardín... comprendiendo que la conversación no tendría fin.
- Iré a ver a Lucy – detuvó su camino - sigue durmiendo en la habitación de Alanis, tengo que arreglar una habitación de huéspedes para Alanis, no creo que ella quiera dormir en la habitación de Lucy – respondió Presea observando el pasillo que le llevaría a su destino.
- Entiendo – GuruClef se puso de pie- Presea espera – Habló Guru Clef observando como la joven se disponía a seguir con su camino.
- Dime – respondió Presea girando su rostro para cruzarse con la mirada del mago.
- ¿ Ya instalaste a los 3 jóvenes que vienen de Autosam? – preguntó GuruClef, hizo una pausa y prosiguió - supongo que Latís se quedará en su habitación -
- No te preocupes por ello, Caldina ya se hizo cargo de llevar a los jóvenes a sus habitaciones – respondió la rubia.
- Tú siempre tienes todo bajo control – decía el joven acercándose a Presea - Gracias por todo Presea -
- No me des las gracias a mí. El crédito lo tienen Alanis y Caldina ellas se encargaron de la Cena y de instalar a los invitados – decía Presea con ligero rubor en sus mejillas.
- Siempre tan modesta Presea, esta bien cuando vea a Caldina y Alanis les agradeceré a ellas – dijo GuruClef parando su camino frente a la joven.
- ¿ Se te ofrece algo más? – preguntó Presea amablemente.
- Si – respondió el joven sin dejar de mirar el rostro de la joven.
- Dime – dijo Presea sintiendo una sensación nerviosa correr por sus piernas.
- Presea ... yo ... quisiera ... – balbuceó inseguro - decirte algo que he querido hablar contigo desde hace tiempo – dijo Guruclef buscando los ojos de la joven, mientras tomaba sus manos.
La chica se puso nerviosa al sentir las manos del joven junto a las suyas
– ¿ Qué me está ocurriendo? – Pensó Presea mientras Guruclef tomaba sus manos y las acercaba a sus labios. La chica reaccionó asustada.
– Es tarde Guruclef y debo ver a Lucy e instalar a Alanis en otra recámara – se soltó de las manos del joven antes de que este las besará y se retiró del lugar casi corriendo, su corazón latía demasiado apresurado.
– Puedo sentir mi corazón latir más rápido que nunca- decía la rubia mientras tocaba sus mejillas y pensaba en las palabras del joven.
– Esta bien Presea, por hoy pudiste escapar, pero la próxima vez quieras o no te diré lo que siento por ti y por tu reacción estoy seguro que tú me correspondes - Guruclef traía pensamientos a su mente dibujando una leve sonrisa en su rostro.
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En el comedor seguían las conversaciones, donde se comentaban las anécdotas vividos durante estos últimos años... cada uno de los presentes empezaba a retirarse.
- Chicos tengo que retirarme – dijo despidiéndose Ascot.
- Pero aún es temprano Ascot – dijo la jovencita de cabellos azules.
- Guruclef me espera... mañana llegan más visitas... las princesas de Cizeta vienen para acá – dijo Ascot retirándose.
- Entiendo como embajador del Planeta debes estar listo para recibirles ¿cierto? – decía Marina sonriendo.
- Así es, nos vemos mañana – dijo Ascot saliendo de la habitación
- Hasta mañana - dijeron los chicos viendo desaparecer la figura del joven.
Ascot caminó por el pasillo sumido en sus pensamientos, había sido un día lleno de sorpresas, primero la interrupción de su lección de magia, después la llegada de los habitantes de Autosam y el antiguo comandante de Céfiro, el extraño comportamiento de Marina... todo estaba muy raro esperaba que nada malo fuera a ocurrir ya que la visita de las princesas de Cizeta también había sido una sorpresa para él... sólo faltaba que la princesa de Faren llegará después...
El joven alzó su vista para encontrarse con la linda rubia que se encargaba de hacer las armas de los guerreros.
- Presea ¿ estas bien? – preguntó Ascot preocupado al verle desubicada.
- Si, ando algo distraída – respondió Presea con una sonrisa fingida para no preocupar al aprendiz de hechicero.
- Ya veo, entonces ve a descansar, estas pálida – dijo el joven.
- Si lo haré, gracias – dijo Presea.
- Una cosa más ¿ Has visto a GuruClef? – preguntó Ascot.
- Él esta en el jardín principal – respondió Presea para seguir su camino.
- Gracias, buenas noches Presea – dijo Ascot sonriendo, caminó lentamente hacia el jardín.
Presea siguió su camino con paso tranquilo, tenía dos lugares en mente primero ir a ver como seguía Lucy, después buscaría a Alanis para instalarla en alguna otra habitación, si no era que ya estaba descansando en otro lugar.
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- Te estaba esperando Ascot – se escuchó la voz masculina de una persona oculta por la oscuridad de la noche.
- GuruClef, lamento la demora... me quede entretenido en la conversación – decía Ascot acercándose hacia donde estaba su maestro.
- No te preocupes – dijo GuruClef – Dime ¿Qué ocurre con Cizeta? -
- Nada grave... las princesas vienen de visita – respondió Ascot.
- ¿Ya lo sabe Alanis? – El mago se puso de pie.
- Ella fue la que me comunicó que no era necesario ir al planeta de Cizeta, ya que las princesas Tata y Tatra vendrían a Céfiro – respondió Ascot.
- Fue ella la que te dijo que hablarás conmigo – preguntó GuruClef.
- Así es, Alanis dijo que te lo comentará para que me dieras instrucciones, al parecer ella tiene otros planes – dijo Ascot.
- Entiendo, Alanis sale mañana a Faren. La princesa Aska convocó una reunión con la representante de las relaciones exteriores de nuestro planeta – dijo GuruClef.
- Ya veo... entonces Alanis no estará para acompañarme a recibir a las princesas – dijo Ascot más para sí mismo que como comentario para su maestro.
- Pídele a Marina que te acompañe. Ella las conoce muy bien, yo tengo otros asuntos en que ocuparme – dijo GuruClef pensando en lo que Presea le había dicho sobre donde se encontraba Lucy inconsciente.
- Esta bien... mañana durante el desayuno se lo pediré – dijo Ascot – Las princesas llegan en medio día.
- Lo dejó en tus manos, sé que Alanis confía en ti por eso te envió conmigo para comunicarme que estabas capacitado para recibir a nuestras visitantes - dijo GuruClef caminando hacia la salida del Jardín.
- GuruClef – Ascot observaba como su maestro caminaba hacia la salida
- ¿Dime? – seguía su camino.
- Los visitantes que son originarios de Autosam, deben hablar de sus motivos para estar en Céfiro con Alanis ¿cierto? – dijo el joven temeroso, no quería cometer imprudencias.
- Cierto – respondió GuruClef perdiéndose en el oscuro pasillo.
- Supongo que eso será una vez que regrese – pensó Ascot saliendo también del lugar para dirigirse a su habitación, debía recobrar fuerzas y energías para el día que venía...
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En el pasillo principal que hacia la conexión con las habitaciones del castillo se encontraban reunidos los jóvenes que compartieron la cena.
- Jóvenes de Autosam, deben seguirme...Yo les indicaré donde están sus habitaciones – dijo Caldina haciendo la señal de que debían despedirse de los demás.
- Un placer chicos, hasta mañana – dijo el chico al que llamaban Geo.
- Buenas noches - respondieron los restantes en coro.
- Buenas noches – se despidió el chico mecánico, el más joven de los visitantes.
-...- el comandante de Autosam sólo inclinó su cabeza en señal de despedida.
Caldina se despidió con un casto beso en los labios de Ráfaga y con un " Chao " de las guerreras mágicas y el hermano menor de la princesa esmeralda. Los chicos siguieron a la linda mujer de tez morena...
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Continuará...
Agradecimientos a todas la personas que me han apoyado en esta historia...espero que sigan leyendo
Notas de la autora: Por fin el capítulo 4 reeditado. Realmente espero que sea calidad lo que estén leyendo. Ya pronto viene el capítulo 5 y con éste muchas sorpresas. Muchas gracias por su paciencia.
Les aprecia Alis Chan.
