SOMOS CHICOS DE HIELO.

By Tenshi Lain & Neko-chan

Notas en tinta verde:

Esta historia está basada en el manga de Wataru Yoshizumi "Somos chicos de menta" (o "Mint na bokura" en japonés) con los personajes de YuYuHakusho (que pertenecen a Yoshihiro Togashi). Ninguna de estas obras me pertenecen, solo hago esto para divertirme (y porque Neko-chan me insistió mucho para que escribiera una parodia con los personajes de YuYu. Puede llegar a ser muy pesada --'). También advierto que habrá un poco de Shonen ai (AMOR entre chicos, NO sexo... mal pensada/os ¬¬')

Reparto de personajes

Noel Minamino: Hiei

María Minamino: Yukina

Ryuji Sasa: Kurama (NdTL: no le pongo su nombre humano porque la liamos ;P)

Miyu Makimura: Maya

Yoshiaki Hirobe: Yusuke Urameshi

Daisuke Sakurai: Kazuma Kuwabara

Kanako Asou: Botan

Karin Tachihara: Keiko Yukimura

Jiro Kuriso (Chris): Kuronoe

Ren: Koenma

Directora Morinomiya: Maestra Genkai

Cap. 4

Hiei estaba en la biblioteca rebanándose los sesos con aquellos ejercicios que Genkai les había mandado para él lunes ¡Condenada vieja¿acaso creía que solo tenían que hacer deberes para ella? Aah... estaba harto de aquella asignatura...

- ¿Cómo te va? - preguntó una voz tras él. Al volverse se encontró con Maya y Yukina.

- Fatal - remugó Hiei cerrando su libreta -, odio las mates.

- A mí se me dan bastante bien, si quieres te ayudo - propuso Maya.

- Te lo agradecería.

Maya sacó su libro de la mochila y al hacerlo algo cayó de este. Una especie de sobre de color violeta. Maya resopló cansada al verlo y lo volvió a guardar en su mochila. Los mellizos se miraron con cara de o.O¿Qué sería ese sobre que había causado que la chica pusiera semejante cara de asco? Algo les decía que era mejor no preguntar.

Media hora después, por fin Hiei terminó los deberes. Dejó caer la cabeza pesadamente sobre la mesa mientras suspiraba aliviado.

- Parece como si te hubieran quitado un peso de encima - conocía aquella voz. Al alzar la cabeza se encontró ante el pelirrojo de ojos verdes que lo traía de cabeza.

- Kurama ¿ya ha acabado la reunión de delegados? - preguntó Hiei enderezándose en la silla.

- Sí - dijo el pelirrojo.

- Bueno yo tengo algo que hacer - dijo Yukina dándose la vuelta.

- Yo también. Hasta luego pareja - Hiei podría jurar que detrás de esa frase había visto un corazoncito.

- ¿Has visto que majas son? - comentó Kurama cuando su prima y su cuñada salieron del lugar - Nos dejan solos.

- No se para qué - dijo Hiei intentando escurrir el bulto, aunque sabía de sobras a que se refería. Las manos de Kurama en su cintura le hicieron ver que no había conseguido despistarlo -. Kurama... suelta.

- No - dijo con voz melosa mientras lo abrazaba desde la espalda.

- ¿Por qué haces eso? - preguntó intentando que su voz sonara molesta, aunque en el fondo no le desagradaba del todo.

- Porque me gusta - dijo con sinceridad -. Eres muy "abrazable".

- Los peluches son "abrazables", yo no.

- No, tu eres mejor - dijo apoyando la barbilla en su cabeza. Hiei suspiró rendido y se dejó abrazar. En el fondo era agradable...

Un rato después ya le pareció que habían estado demasiado tiempo así. Con un suave movimiento se separó.

- Y... ¿Qué tal ha ido el día? - preguntó sin saber que otra cosa decir.

- Bien, como siempre. Aunque he tenido una pequeña discusión con el vicepresidente del consejo de estudiantes. Es demasiado cabezota.

- ¿Y tú no? - dijo con una nota de sarcasmo recogiendo sus libros.

- Eso es cruel - dijo haciendo morritos y consiguiendo que el otro le sacara la lengua - ¿Quieres que te ayude con los deberes?

- No es necesario. Maya ya me ha explicado lo que no entendía de mates.

- Lástima - dijo chascando los dedos al ver perdida una oportunidad de estar más rato con Hiei.

- Hablando de Maya - dijo Hiei recordando la actitud de su compañera de cuarto -, hoy estaba un poco rara...

- ¿Cómo de rara? - preguntó mientras regresaban al internado.

- No sé, tenía mala cara. Como si algo desagradable hubiera pasado. Tendrías que haber visto la cara que le ponía a un simple sobre...

- ¿Un sobre? - dijo poniéndose de golpe muy serio - ¿Cómo era?

- No sé, pequeño y de color morado... - se quedó callado al ver como se afilaba la mirada de su amigo. Parecía enfadado y eso era raro de ver en Kurama - ¿Pasa algo con eso?

- Nada que no se solucione hablando - dijo Kurama al llegar ante la puerta de la residencia femenina.

- ¿Seguro que todo va bien? - insistió Hiei no muy convencido.

- Sí descuida - y antes de que le siguiera insistiendo le dio un sorpresivo beso -. Nos vemos mañana.

Y se fue dejando a un colorado Hiei en la puerta. El youkai de fuego negó con la cabeza y entró en el edificio. Al entrar en la habitación vio a Maya tumbada en la cama. Leía un papel con el ceño fruncido, como si estuviera confundida por algo.

- ¿Maya? - llamó Hiei. La chica lo miró de reojo, sonrió mientras doblaba la carta y la metía en el dichoso sobre morado. Parecía mucho más relajada que cuando la vio antes.

- Hola ¿ya te has despedido de mi primo? - dijo con sonrisa pícara.

- Déjalo ¿quieres? - pidió Hiei dejando la mochila en el escritorio - ¿Buenas noticias? - dijo refiriéndose a la carta que descansaba al lado de Maya.

- Para mí sí, pero compadezco a la próxima "princesa" - dijo con un suspiro.

Hiei no sabía de que hablaba. Pero estaba demasiado cansado para ponerse a investigar. Se metió en el baño con el pijama en mano dispuesto a darse una ducha e irse a dormir.

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Al día siguiente Hiei tuvo que quedarse castigado después de la clase de naturales. Se había quedado dormido y se había caído de la silla. Pero siendo francos ¿Cuanta gente puede aguantar una hora entera hablando de la reproducción asexuada de las mitocondrias? Lo dicho... que se durmió y la profesora lo dejó castigado después de clase una hora.

- ¿Ya has acabado? - preguntó Yukina asomándose por la puerta cuando la profesora salió.

- Si, por suerte - dijo Hiei suspirando mientras sacaba los libros del cajón de la mesa. Al hacerlo un sobre morado calló al suelo.

- ¿Y eso? - dijo la koorime recogiéndolo del suelo - Es como el que tenía ayer Maya ¿se lo has cogido? ¬¬?

- Claro que no - reprochó Hiei -. Anda... tiene mi nombre - se sorprendió al ver el reverso ¿Quién iba a mandarle una carta¿Kurama¿para que si se veían a cada rato?

- Ábrela, haber que dice - animó su hermana. Hiei sacó de dentro un folio perfectamente doblado en tres y leyó las escasas tres líneas que contenía:

"A la señorita Hiei Minamino:

I LOVE YOU.

Te espero en la parte trasera del gimnasio después de las clases."

- ¡Pero este zorro estúpido que se ha fumao! - dijo Hiei molesto dejando la carta en manos de su hermana mientras pensaba en una buena forma de tirarle de las orejas a aquel descuidado ¿y si alguien más encontraba la carta? Tan listo que decía que era y...

- Ehm... Hiei - llamó Yukina -, creo que no es de Kurama.

- ¿Eh?

- Esta firmada por "K.K."

- Kurama firma en los recreativos K.S. ¿Entonces quien diantres ha escrito esto tan estúpido? No significa nada...

- No es estúpido, es ingles... quiere decir "te quiero". Enhorabuena hermanito - dijo con una amplia sonrisa -, acabas de recibir tu primera carta de amor n.n (NdTL: imaginad un corazoncito al final de la frase)

- Salto de alegría - dijo con sarcasmo poniendo los ojos en blanco -. Que le den patatas, no me interesa. Ya tengo bastante con Kurama tirándome los tejos todo el día...

- ¿Pero no irás a la cita? Se necesita mucho valor para declararse a alguien. Al menos dale una respuesta, aunque sea negativa. No lo puedes dejar allí plantado toda la tarde...

- No sería mala idea... - pero ante la mirada de reproche de su hermana cedió -Está bien, iré escucharé lo que tenga que decirme y le mandaré a paseo.

- Pero no seas muy duro, los ningens son muy sensibles para estas cosas...

- Que sí... tranquila...

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Hiei caminaba por la arboleda meditando en una forma no muy "dura" de mandar al cuerno a aquel ningen que se había atrevido a mandarle semejante nota.

"Lo siento pero paso de ti" No, mejor no... "No estoy interesada en una relación" mmmh... no... "Lo lamento pero no puedo corresponderte" sonaba tan cursi que seguro servía...

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un súbito escalofrío... ¿Qué había sido eso? Miró a su alrededor y se encontró con la alta figura de un chico de largos cabellos negros recogidos en una cola alta, mirada de superioridad, desprendía un aura oscura, casi le recordaba a un enorme murciélago. Llevaba el uniforme del internado, pero debía de estar en 3º al menos.

- Ejem... - tosió Hiei para llamar su atención - ¿Eres tú quien me ha citado?

- Así es mi princesa - dijo con una sonrisa seductora.

- ... O.O - Hiei no supo reaccionar a eso.

- ¿No te acuerdas de mí? - preguntó sin perder su sonrisa Profident (que repelús le daba este tipo).

- Pueeees... No ¿debería? - dijo poniéndose a la defensiva.

- Haz memoria. La semana pasada yo salía de clase de gimnasia y tú me arroyaste al entrar corriendo en el gimnasio diciendo que llegabas tarde. Ni siquiera te paraste a mirarme...

- No me habrás hecho venir aquí para vengarte ¬¬ - dijo Hiei cruzándose de brazos y fulminándolo con la mirada. Si quería pelea había elegido a un mal oponente.

- No, claro que no - negó con una sonrisa -. Verás como puedes ver soy muy atractivo. Las chicas normalmente me idolatran... no es que me disguste este hecho, pero ninguna de ellas me llama la atención. Las veo como si fueran verduras en un huerto.

- ¬¬' - "egocéntrico y narcisista... menuda combinación" pensó Hiei.

- Pero tú has sido la primera que me ha tratado de mala manera. Ha sido algo nuevo para mí. Desde aquel día no puedo apartarte de mi mente. Pienso en ti día y noche. Me tienes atrapado.

- O.O - "pero este tío..."

- He preguntado por ahí y dicen que sales con Kurama Sasa. No es un mal tipo, pero créeme, no te conviene.

- Soy yo quien decide si me conviene o no. Además Kurama es buena gente - dijo secamente Hiei ¿Quién se creía que era para decirle con quien tenía que juntarse y con quien no? El moreno le dedicó una sonrisa torcida muy sexy.

- Puede que aun te guste él, porque no me conoces mucho. Pero estoy seguro de que con algo de tiempo cambiaras de opinión. Je... el pobre Kurama se va a quedar sin novia - antes de que Hiei pudiera replicarle (o insultarle) el más alto le cogió el mentón con una mano y pasó el pulgar por sus labios lentamente -. Nos vemos, princesa.

Y sin más se fue de regreso al colegio envuelto en una misteriosa aura. A Hiei lo recorrió entero un desagradable escalofrío ¿Pero de que iba ese tipo!

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- ¿Cómo te ha ido Hiei? - preguntó Yukina al verlo llegar a su mesa en la biblioteca. Botan estaba a su lado rodeada de mapas del Japón físico y el político.

- ¡Era un tipo rarísimo! - dijo mientras se dejaba caer pesadamente en una silla - Me ha soltado un rollo increíble y se ha largado con aires de grandeza. Era un cretino.

- ¿Cómo se llamaba? - preguntó Botan que sabía de lo ocurrido por Yukina.

- No se lo he preguntado 0.0' - las dos chicas se cayeron al suelo con las patas en alto.

- Hiei, anda que...

- ¿Qué más da? De todas formas no pienso salir con él ni en mil años.

- ¿Tan feo era? - se interesó Botan.

- No era feo, era idiota perdido - aclaró el youkai de fuego.

- Ya, bueno, pero descríbelo ¿cómo era físicamente?

- Pues... era bastante alto. Tenía el pelo largo y negro recogido en una cola y yo diría que va a 3º (a no ser que haya repetido curso...)

- ¡Ah¿no me digas que es Kuronoe Kuriso! - dijo Botan muy alterada.

- No sé... aunque la carta estaba firmada con dos "K" Tal vez si...

- ¿Lo conoces Botan? - preguntó Yukina.

- ¿Bromeas¡Es el vicepresidente del consejo de estudiantes! - exclamó haciendo que varios de los otros estudiantes la miraran molestos por el alboroto que armaba - ¿No recordáis que de no ser por dos míseros puntos hubiera sido presidente? Ah... claro... vosotras llegasteis después de que se hicieran las elecciones al consejo y no ha habido ninguna asamblea por el momento...

- Vaya - dijo Yukina sorprendida.

- ¡No vale Hiei! - dijo Botan poniendo morritos - ¡te ligas a todos los chicos guapos, deja alguno para las demás!

- Como si lo hiciera a propósito - masculló el youkai, ignorando los pucheros de la loca compañera de habitación de su hermana. "Así que el vicepresidente... ¡bah! Me da igual".

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Kurama estaba en el aula destinada a los miembros de consejo de estudiantes. Tenía que terminar de rellenar los formularios para la excursión de fin de curso antes del día 20... de dentro de dos meses. Tal vez fuera un poco pronto, pero no le gustaba dejar las cosas para última hora. Además si terminaba pronto tendría todo el fin de semana para estar con Hiei n.n

- ¡Kurama! - dijo una alegre voz desde la ventana. Al girarse se encontró con su prima.

- Hey Maya ¿Qué haces por aquí?

- Mamá me ha enviado pastelitos de canela para los dos ¿te apetecen?

- Claro.

Maya tomó impulso y entró por la ventana que daba al patio sin ninguna dificultad.

- Ese comportamiento no es propio de señoritas - le reprochó Kurama haciendo sitio en la mesa.

- Ay, ya hablas como mi madre - replicó Maya -, pero es la mejor forma de que no me pillen cuando llego tarde de los entrenamientos con papá.

- ¿Cómo te va hablando de todo? - preguntó Kurama dando un mordisco a su dulce. Su tía era una gran cocinera. A menudo solía decir que domaba demonios con la comida, de otra forma no se entendía que un poderoso youko como lo era el padre de Maya se hubiera casado con una humana (Aunque Maya había salido más a su familia humana).

- Muy bien, ya domino bastante bien los escudos repelentes. Creo que pondré algunos en el cuarto...

- No creo que a Hiei le guste la idea... n.n' Y hablando de repeler ¿Cómo van las cosas con ese moscardón?

- Me ha dejado en paz - dijo Maya con naturalidad.

- O.O ¿de verdad? Eso no es propio de él... no suele dejar escapar una "presa".

- Al parecer ha encontrado una mejor - contestó Maya comiendo otro dulce -. Me envió una carta diciendo que lo sentía mucho pero que ahora su corazón pertenecía a otra... ¿Cómo puede haber alguien tan cursi para escribir?

- Compadezco a su siguiente víctima - dijo terminando de un bocado su dulce.

- Hey, no se puede comer aquí - ambos primos se volvieron y encontraron a un chico alto de cabello color chocolate y ojos marrones.

- Hey Koenma -dijo Kurama cogiendo la caja de dulces y acercándosela - te doy unos cuantos y no dices nada.

- ¿Intentas sobornar al presidente del consejo de estudiantes? - dijo muy digno cruzándose de brazos.

- Ni que fuera la primera vez - dijo Kurama con una sonrisa. Koenma se la devolvió y se sentó a comer con ellos.

- Están muy buenos, felicita a tu madre de mi parte - dijo Koenma con cara infantil.

- Lo haré - sonrió Maya.

- Por cierto ¿sabéis la última de Kuronoe? - preguntó Koenma limpiándose las manos.

- Yo soy la primera en saberla - dijo Maya como recordándole que ella había sido la víctima de todo su "amor" en los últimos meses.

- Si bueno, ya sabes que no te acosa a ti, pero ¿A que no sabéis quien es la nueva víctima?

- No - dijeron los dos interesados, algo en la sonrisa del presidente les hacía desconfiar.

- ¿Sabéis quien es Hiei Minamino?

- O.O... ¿QUÉ!

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Hiei caminaba hacia el aula de música revolviendo sus libros buscando la maldita libreta de pentagrama ¿Se la habría dejado en la habitación? Bufó pensando en que ahora tenía que deshacer todo el camino. Se dio la vuelta y se vio atrapado en un abrazo.

¿Es que Kurama no podía ser más discreto? Estaban en medio del pasillo.

- No sabía que me echaras tanto de menos mi princesa.

Un escalofrío recorrió a Hiei al ver quien era. De un empujón lo apartó y quedaron como a dos metros de distancia.

- ¿Pero tú de que vas! - replicó Hiei.

- O vamos no seas tan tímida ¿Qué hay de malo en expresar nuestro amor?

- ¬¬ Mira si no quieres salir con un ojo morado más te vale alejarte de mí - dijo Hiei pasando por su lado dispuesto a ignorarle, pero lo que le susurró al oído lo dejó de piedra.

- ¿Acaso vas a carbonizarme con tus llamas, Youkai?

Hiei lo observó con cara de póquer intentando no demostrar su espanto ¿acaso este tipo...? Lo observó con detenimiento concentrándose al máximo ("maldito sello...") y pudo notar claramente que aquella aura oscura que le había sentido al conocerlo, era algo más que malas vibraciones humanas. Aquel sujeto también era un Youkai, pero no podía definir de que clase.

- No sé de que me hablas - dijo Hiei dándole la espalda intentando poner tierra de por medio. Pero con un rápido movimiento Kuronoe se le puso delante cortándole el paso con una mano en la pared.

- Claro que sí, puedo sentir tu aura pese a ese sello... Que por cierto está muy bien hecho.

- Mira déjame en paz, o tendrás problemas - dijo Hiei afilando la mirada. Pero al ver que Kuronoe ponía la otra mano al otro lado de su cabeza acorralándolo contra la pared, se quedó con la boca seca. Esto pintaba muy mal...

- Me gustan los problemas - susurró acercándose peligrosamente.

Hiei estaba por quitarse la cinta y chamuscarlo cuando de pronto unas extrañas enredaderas salieron del interior del uniforme del acosador y empezaron a amarrarlo. Kuronoe se apartó maldiciendo e intentando arrancarse las plantas de encima.

- Kurama - fue lo único que dijo entre dientes.

Hiei miró a su alrededor y se encontró con el pelirrojo y Maya que venían subiendo las escaleras. Kurama se veía muy cabreado.

- Hiei ¿estás bien? - preguntó Maya.

- Si... - contestó observando a los otros dos.

- Kurama...

- Kuronoe...

La frialdad con la que se hablaban era claro ejemplo del mutuo desprecio que se profesaban. Parecía que se fueran a matar solo con las miradas.

- Será mejor que nos vayamos - dijo Maya casi arrastrando a su compañera de cuarto.

- Pero...

- No te preocupes por ellos. Tienen que hablar.

Y a regañadientes Hiei se dejó llevar por su amiga pasillo arriba. Una vez estuvieron solos Kuronoe habló.

- ¿Te importaría quitarme esto de encima?

- De momento no. Tenemos que hablar - Kurama entró en un aula vacía que había cerca y Kuronoe se vio arrastro dentro sin poder hacer nada. El pelirrojo cerró la puerta y se lo quedó mirando fríamente.

- Dispara Youko ¿qué quieres decirme? - dijo Kuronoe con indiferencia intentando deshacerse de aquellas enredaderas que seguían creciendo y enroscándose en su cuerpo.

- ¿A que juegas? - le preguntó cruzándose de brazos.

- No sé por que estás tan molesto. Al final te he hecho caso ¿no? He dejado en paz a tu prima como querías ¿Dónde está el problema?

- ¿Por qué acosas a Hiei? - preguntó entornando los ojos amenazadoramente.

- ¡Pero bueno! - dijo Kuronoe con fingida indignación - ¿Es que me vas a prohibir acercarme a cualquier chica o que?

- No juegues conmigo, sabes de sobra por donde voy - una sonrisa torcida apareció en los labios del moreno - ¿por qué incordias a mis chicas?

- ¡Uy! que posesivo - dijo burlonamente partiendo una rama y tirándola al suelo, pero esta volvió a regenerarse. En verdad que aquellas técnicas de plantas eran muy molestas.

- Ya sabes a que me refiero. Primero mi prima y ahora Hiei ¿no tienes otra forma más inteligente de molestarme?

- Oye, lo de Maya vale, es sangre de tu sangre... pero ¿Qué lazos tienes con Hiei? Solo sois amigos ¿verdad?

Kurama no contestó. Era cierto que Hiei aun no se había decidido, pero sabía que tarde o temprano lo correspondería, lo veía en sus ojos. A menos que Kuronoe lo estropeara como tantas veces había hecho... Con rabia hizo que las enredaderas crecieran alrededor del demonio-murciélago hasta tener el aspecto de una crisálida y se fue del aula. Tenía que hablar con Hiei y explicarle.

Kuronoe bufó con una sonrisa sarcástica, si pensaba que solo con eso se iba a rendir la llevaba clara.

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Hiei y Maya estaban sentadas en uno de los bancos del jardín del colegio. Ninguna había dicho nada, tan solo pensaban en lo ocurrido esperando a que la otra dijera algo.

"La abuela tenía razón - pensaba Hiei con amargura al recordar las palabras de la vieja Koorime - soy un niño maldito. Si lo que no me pase a mí... ahora tengo a dos Youkais con las hormonas revolucionadas detrás... ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Y encima el larguirucho ese me llama "princesa". Al menos Kurama sabe que soy chico pero..." - se cortó del hilo de sus pensamientos al recordar algo: "compadezco a la próxima princesa" eso había dicho Maya tras leer su carta y al día siguiente él mismo recibía un sobre idéntico ¿a caso...?

- Maya - llamó Hiei.

- ¿Si?

- El otro día, cuando leías esa carta dijiste algo de una princesa y ese tío tan raro no hace más que llamarme princesa... ¿Sabes de que va la cosa?

La chica de ojos verdes exhaló un profundo suspiro y habló.

- Verás, ese tipo se llama Kuronoe Kuriso...

- Sí, eso lo sé, me lo contó Botan. Es el vicepresidente del consejo de estudiantes y está en los primeros puestos de chicos guapos del ranking de Botan -.-'

- Sí, bueno. Además de eso es amigo de Kurama desde que eran niños. Vivían en... el mismo barrio (obviamente no podía decir "vivían en el Makai"). Siempre ha habido cierta rivalidad entre ellos. Se pinchaban por cualquier cosa: quien era más rápido, quien leía mejor, quien era más fuerte, quien hacía más trastadas sin que lo pillaran... supongo que a su manera se llevaban bien. Pero era un poco extraño.

Hiei no dijo nada, él era igual con los demás demonios del Makai, no le parecía un comportamiento extraño en absoluto.

- El caso es que cuando vinieron a estudiar al Morinomiya, Kuronoe descubrió que tenían mucho éxito entre las chicas y se le ocurrió una nueva forma de chinchar a Kurama: levantarle todas las novias. Pero a Kurama eso le traía sin cuidado porque siempre rechazaba a todas las chicas que se le declaraban. Así que optó por otra opción.

- ¿Cual?

- Seducirme -.-

- O.O?

- Kurama no tenía ninguna chica especial por así decirlo. Lo más parecido a eso era yo. Su prima a la que quiere como a una hermana pequeña y a la que siempre defiende y protege. Empezó con esas dichosas cartas moradas, supongo que se cree un gran poeta, pero he visto rimas más ingeniosas escritas en las paredes del baño... Yo no les daba importancia y Kurama tampoco, pero le dijo que me dejara de incordiar. Al ver que Kurama si reaccionaba a eso, se creció y empezó un ataque más activo. Me salía al paso por los pasillos, me decía piropos bochornosos ante los demás e incluso me acorralaba. Kurama ha tenido más de una pelea con él por eso, pero a Kuronoe le resbala. Kurama incluso me dio este amuleto para tenerlo alejado - dijo en un susurro sin saber que Hiei había entendido perfectamente a que se refería.

- ¿Y que le ha hecho cambiar de opinión¿por qué ahora ya no te sigue?

- Porque ahora ha encontrado un nuevo objetivo para hacerle la puñeta a Kurama: tú.

- ¿Pero yo que he hecho?

- Gustarle a mi primo, para él eres importante. Kuronoe lo sabe y no perderá la oportunidad de fastidiarle a través de ti.

- Pues mira que bien ¬¬

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En los siguientes días, el rumor de que había un trío amoroso protagonizado por Kurama-Hiei-Kuronoe, se extendió como la pólvora. Era el tema de conversación favorito en los descansos y durante las comidas.

- ¿Es que no pueden hablar de otra cosa? - gruñó Hiei al ver como un grupo de alumnas de tercero lo miraban de reojo cuchicheaban entre ellas y reían escandalosamente.

- Es la novedad, ya se les pasará - dijo Maya terminando su desayuno.

- No puedes reprochar que la gente hable - dijo Botan -. Kuronoe y Kurama son dos de los chicos más cotizados del internado y los dos se han ido a fijar en la misma chica... no sabes la envidia que me das - suspiró Botan en tono soñador imaginándose en el lugar de Hiei.

- ¬¬ Encantado te cambio el puesto - replicó Hiei recogió su bandeja y se levantó -. Me voy a clase de Plástica, nos vemos más tarde.

- Hasta luego - corearon las chicas.

Hiei caminaba por el pasillo rumbo al edificio adjunto en el que se impartía la asignatura, de haber sabido de que iba nunca la hubiera cogido de optativa. Era pésimo para el dibujo. No tenía paciencia y en cuanto veía que algo no le salía, rompía la hoja y la tiraba por los aires mientras maldecía a aquel estúpido bodegón por tener una forma tan complicada.

De pronto algo apareció antes sus ojos regresándolo a la realidad.

- ¡Ninus! - exclamó su pequeño espíritu sirviente.

- ¿Está cerca? - preguntó mirando a ambos lados del pasillo.

Vio la ventana que daba al patio abierta y salió por ella de un salto perfecto quedó subido y oculto entre las espesas ramas de un árbol. En poco tiempo apareció Kuronoe. Parecía que buscaba algo (NdTL: todos sabemos que busca ¿verdad? XD), pero al no ver nada siguió su camino.

Una vez se alejó el peligro, Hiei salió de su escondite.

- Gracias Ninus buen trabajo - felicitó el Youkai -. Continúa siguiéndolo sin que se de cuenta y cuando se acerque demasiado me avisas.

- ¡Ninus! - exclamó cuadrándose como un soldado y desapareciendo por donde se había ido el moreno.

Hiei miró su reloj. Ya llegaba tarde ¡maldita sea! Estúpido Kuronoe... En fin... haría una siesta del cordero subido a alguna rama... (NdTL: la "siesta del cordero" es cuando haces la siesta antes de comer, se dice así porque los pastores que se subían al monte con el rebaño para pasar allí todo el día la hacían a esa hora. Debe ser muy aburrido pasarte todo el día contando corderos, seguro que da sueño XD)

Trepó a un árbol bastante robusto y con las ramas muy pobladas para que nadie lo viera e intentó dormir. Pero unas voces muy conocidas lo sacaron de su estado de modorra.

- Muchas gracias Kuwabara, me has salvado la vida...

- De nada Yukina. Ya te dije que podías llamarme Kazuma.

Hiei apartó una rama disimuladamente para ver que ocurría. Allí estaba aquel botarate otra vez rondando a su hermana. El pelirrojo le estaba entregando una libreta que se veía bastante vieja y usada.

- Son mis apuntes del año pasado de ciencias de la naturaleza. No soy muy bueno en las demás, pero naturales siempre lo he aprobado con sobresaliente (NdN-C: fue la primera asignatura que nos vino a la mente, necesitábamos una excusa para este intercambio de apuntes :P).

- Muchas gracias Kazuma.

La cara de idiota enamorado que puso el pelirrojo al escuchar su nombre en labios de su amada, puso enfermo a Hiei, pero lo que si que lo dejó en shock fue ver a Yukina dándole un beso en la mejilla al otro. Kuwabara se puso rojo hasta las orejas y tras despedirse torpemente salió corriendo dando saltos de alegría. Yukina solo sonrió.

- ¿A que juegas? - dijo una fría voz tras ella que le heló la sangre.

- Hiei ¿Qué...?

- ¡Se puede saber que hacías con ese patán!

- No hacía nada y no le llamas patán - dijo Yukina enfadada -. Necesitaba ayuda con el examen de naturales y Kazuma se ofreció a prestarme sus apuntes del año pasado.

- ¿Y era preciso besarle?

- Solo ha sido un beso en la mejilla...

- ¡Pero ha sido un beso!

- No seas remilgado. Con los achuchones que te da Kurama no sé que me replicas... - Hiei se puso rojo ante ese golpe bajo.

- Pero yo... yo no... ¡Es él el que me abraza!

- Y tú te dejas.

- No es verdad...

- No que va - dijo dejando claro que no le creía.

- No estamos hablando de mí - dijo Hiei intentando dejar el tema - ¿No decías que siempre esperarías a Yusuke y no se que más chufas¿Qué haces ahora tonteando con ese gigantón descerebrado?

- No es ningún descerebrado y en cuanto a Yusuke... - puso cara triste - Me he dado cuenta de que no hay nada que hacer. El otro día durante el entrenamiento vino su novia a verle.

- ¿Cuándo fue eso O.o?

- Cuando Kurama te secuestro en los vestuarios...

- O/O'

- El caso es que ella vino y se llevó a Yusuke a la parte trasera del gimnasio...

- Y naturalmente todos salisteis detrás par investigar ¿Me equivoco?

- No... -- El caso es que estuvieron hablando, aclararon el malentendido que tenían e hicieron las paces. Después Yusuke nos la presentó a todos. Keiko es una chica muy maja y tiene mucho carácter. Es abierta con la gente y no se corta un pelo a la hora de decir la verdad. Mal que me pese, es la chica ideal para Yusuke... - dijo con tono resignado.

- Entonces ya pasas de él.

- Que remedio -- Ahora entiendo eso de la maldición del primer amor.

- ¿Qué maldición? - preguntó Hiei con sana curiosidad.

- Que el primer amor nunca es correspondido... Aunque tal vez tú y Kurama seáis la excepción que confirme la norma n.n

- ¬/¬ Pero entonces ¿ahora vas a ligarte a ese panoli?

- He decidido que por el momento no quiero novio, quedaremos como amigos y después... ya veremos n.n

- No tienes remedio -.-'

- Por cierto ¿Qué hacías ahí espiando?

- No espiaba. Solo echaba una cabezadita hasta que me habéis despertado.

- Hiei, sé que no te gusta dibujar, pero si faltas un 20 ...

- Ya sé, ya sé... pero no me la he saltado por gusto. Kuronoe andaba rondando por allí y no tenía ganas de lidiar con él.

- ¿No mandaste un Ninus tras él?

- Sí, pero ya sabes que solo pueden vigilar, aun no tengo bastante poder como para hacerlos que pelen o ataquen.

- Bueno, yo me voy a estudiar, nos vemos en la cena... - y se fue antes de que Hiei la siguiera riñendo por sus "gustos extravagantes".

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Faltaba poco para el toque de queda y todos los alumnos se dirigían hacia sus respectivos dormitorios. Hiei acaba de entrar por la ventana.

- Maya, tiene razón, se tarda menos por aquí - sonrió el Youkai tirando la mochila al suelo y desperezándose.

Se echó sobre la cama pesadamente sin quitarse el uniforme. Era agotador estar evitando a Kuronoe todo el día ¿Qué no tenía nada más que hacer que molestarle?

- Maldito idiota... - murmuró y de pronto se incorporó de golpe con una mano en la boca ¿De donde había salido ese bozarrón!

Con espanto miró el reloj ¡Se había pasado una hora entera de la hora de toma! Los efectos de la poción se estaban pasando, en pocos instantes recuperaría su aspecto normal. Se levantó de un salto y corrió a su escritorio. El espanto de su rostro lo decía todo: No le quedaba poción. Tenía que haber ido esa misma tarde a pedirle más a Genkai, pero por estar evitando a Kuronoe se había olvidado por completo.

¿Y ahora que? Maya debía de estar al caer ¡no podía dejar que lo viera! La que se armaría... Un golpe en la ventana lo sobresaltó, pero se calmó al ver que solo era su Ninus... Un momento ¿Qué estaba haciendo allí? Corrió y abrió la ventana, el pequeño ente cayó redondo al suelo y de no haber sido por los reflejos de Hiei se hubiera dado un buen leñazo en el suelo.

- Ninus ¿Qué ha pasado?

- Ninuuuus... . (NdTL: en realidad la carita sería así: ., pero recordad que Ninus solo tiene un ojo) - dijo lastimeramente.

- Así que Kuronoe te ha pillado - suspiró Hiei mientras lo sentaba en el alféizar de la ventana y comprobaba las heridas. Se había ensañado con él... Esta se la pagaría y muy cara.

- Hiei buenas no... - la voz de Maya se cortó en seco. Hiei pudo ver el espanto en su rostro - ¡Aaah! - gritó y apuntó a Ninus con su amuleto. Una honda salió de este.

- Ninuuuus... T. (NdTL: Recordad que solo tiene un ojo, la carita sería así: T.T) - lloriqueó pensando que aquel era el peor día de su vida.

- ¡No espera! - dijo Hiei interponiéndose y salvando a su pequeño sirviente - Maya cálmate...

- ¿Pero que...? - dijo la chica mirándolo con los ojos muy abiertos.

Hiei tardó un poco en comprender porque actuaba así, pero entonces lo vio. El reflejo del espejo que había en puerta le reflejaba con su aspecto de youkai (¡Por Enma¡estaba muy extraño con el uniforme femenino y su aspecto original!) Estaba en problemas...

- Pero esto e... es... ¿Hiei¿tú? - dijo señalándolo con una mano temblorosa - ¿eso? - dijo señalando a Ninus (Ninus: . (¡un ojo!))

- Maya... espera... deja que te explique...

- Si, ya puedes empezar ha hacerlo - dijo la morena cruzándose de brazos.

Lo siguiente no fue agradable. Hiei le explicó lo mejor que pudo la situación. Que era un youkai y Yukina también, que había ido allí para vigilar a su hermana, pero que como solo habían plazas femeninas, habían montado aquella farsa.

- Sabía que se inventaban coartadas para los estudiantes que venían de Makai ¡Pero esto es pasarse de la raya! - bramó Maya. Estaba furiosa ¿quién no lo estaría!

- Maya escucha... siento haberte engañado... de verdad... pero no tenía otra opción...

Maya se puso en pie y empezó a sacar sus cosas del armario y a meterlas en una mochila. Hiei y Ninus intercambiaron una mirada de desconcierto

- ¿Qué haces? - preguntó tímidamente Hiei.

- Me voy - dijo sin volverse a mirarlo.

- ¿Eh¿a donde?

- ¡Donde no haya mentirosos! - le gritó cargando la mochila al hombro y dirigiéndose a la puerta.

- Pero Maya...

- ¡Cállate! - la furia descontrolada de Maya provocó que una onda escapara de su amuleto, Hiei perdió pie y calló al suelo, aunque en realidad no le hizo daño - ¡Estoy harta de todo esto!

Y salió dando un portazo. Hiei suspiró y dejó caer la cabeza. Ninus le dio unas palmaditas de animo en la cabeza a su amo.

Al rato la puerta se abrió de nuevo y entró Yukina cargando con una bolsa. Estaba muy seria...

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Hiei mientras la miraba con curiosidad.

- Maya ha venido hecha una furia a mi habitación y me ha pedido que cambiáramos el cuarto. Que no quería estar más contigo y que yo ya sabía porque.

- Buff... - suspiró Hiei apenado - No quería que se enterara de esta manera.

- Lo hecho, hecho está - dijo Yukina con pesar.

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- Hiei Minamino... ¡Hiei Minamino! - pero nadie contestó al llamado del profesor de lengua - Yukina ¿y tu hermana?

- No se encontraba bien y se ha quedado durmiendo - dijo la Koorime intentando parecer sincera.

- Vaya... - el profesor continuó pasando lista.

Una bolita de papel cayó sobre su mesa. Yukina la cogió la ocultó bajo la mesa y la abrió. Reconoció enseguida la pulcra letra de Kurama:

"¿Que le pasa a Hiei?"

Yukina escribió por el otro lado y se lo devolvió. Kurama lo leyó disimuladamente.

"Después de clase hablamos"

Kurama le dirigió una mirada y asintió con la cabeza a Yukina. Después ambos se centraron en la clase.

Cuando la campana sonó, ambos youkais salieron juntos al pasillo.

- ¿Qué...?

- Acompáñame al despacho de Genkai - le cortó Yukina encaminándose a las escaleras y empezando a bajar.

Por el camino Yukina le narró lo ocurrido la noche anterior, que Hiei no podía salir de su habitación con su aspecto actual y que por eso ahora tenían que ir a por más poción.

- Seguro que Maya está que rabia - dijo Kurama rascándose la nuca.

- Contenta seguro que no...

- Tranquila, hablaré con ella.

- Te lo agradezco y seguro que Hiei también.

Continuaron por el pasillo de la izquierda sin percatarse de la presencia que los había estado siguiendo.

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Hiei estaba tumbado en la cama tapado hasta las orejas ¿por qué hacía tanto frío en invierno en el Ningenkai? No estaba acostumbrado a ese frío "pegajoso", prefería mil veces el frío seco del infierno.

Dio una vuelta en la cama... y otra... y otra... y otra... ¡por todos lo demonios! Estaba cansado de estar encerrado en la habitación ¿Cuánto más tardaría Yukina en regresar con la poción de Genkai? No podía salir del cuarto con su actual aspecto si alguien más lo descubría... Confiaba en que Maya no se chivara. Si decía que era un chico, también se descubriría su identidad de Youkai y que había otros como él en el internado. Además, siendo su primo uno de ellos no se iba a arriesgar a meterlo en un lío... o eso esperaba Hiei.

Se sentó en la cama apartando las mantas y vio a Ninus rodar colcha abajo hasta chocar contra los pies de la cama y quedar patas arriba en una postura bastante extraña. Pero el pequeño espíritu no se despertó.

Hiei lo observó divertido, no lo había desecho porque pensaba que su compañía lo distraería, pero tal vez sería mejor dejarlo descansar en el plano astral.

Pasó un dedo por la pelona cabecita del pequeño cíclope, pero en vez de desvanecerse en la nada, permaneció tal cual. Hiei parpadeó confundido, pero no le dio mayor importancia, estaba muy cansado. Bostezó y volvió a tumbarse tapándose hasta la cabeza y acurrucándose cara a la pared.

Mientras, la ventana de su dormitorio se abrió lentamente dejando entrar una silueta oscura.

CONTINUARÁ...

OHAYO! Bueno, si lo leéis por la mañana... porque no sé como se dice 'buenas tardes' en japonés n.n'

Se acerca el desenlace de esta historia, el próximo ya es el último ¡Chan-chan¿Qué pasará?

Gracias a: Franita-Chan, KeRu-ChAn-kitsunne, Elian, maggie.d, ERIKA..CANCER PA LOS CUATES, kyo-chan y beronice.

Ja ne!