Estaban sentados mirando televisión en casa de Yukito, se encontraban abrazados, el chico de lentes recargado en el pecho de Touya sintiendo su respiración acompasada y su aliento sobre su cabello. Sus piernas estaban entrelazadas de forma tierna y juguetona.
Un anuncio comercial interrumpió la película que miraban y Touya quitó el volumen a la televisión para no tener interrupciones, ahora que estaban solos y que las cosas eran perfectas era el momento exacto para hacer una promesa que jamás rompería.
- Yuki… te amo, te amo más que a mi vida y prometo que nunca me voy a alejar de ti sin importar qué pase. – el chico se giró un poco para mirarlo a los ojos y sin decir nada se quitó los lentes y los dejó en un mueble que se encontraba detrás del sillón. El otro se extrañó por su reacción, pero no dijo nada, sólo lo miró profundamente.
- Touya –le dijo al fin moviéndose sorpresivamente y quedando sentado encima de él. –También te amo más que a nada y prometo no dejarte ir nunca más.
Después lo besó, con inesperada pasión provocándolo para que entreabriera los labios y le permitiera entrar. Así saboreó su esencia, sus besos y cada caricia que le daba. Pronto se trenzaron en un juego inesperado en el que los dos incitaban al otro para dar el siguiente paso, al final Touya no se resistió más. Dejó escapar un notorio suspiro de sus labios e inclinó la cabeza un poco hacia atrás mientras inmiscuía los dedos en la playera del otro.
Yukito sonrió y empezó a marcar un camino de besos húmedos sobre su piel ya erizada por el contacto, se detuvo en un punto y ahí dejó una mancha rojiza que dificultó aún más la respiración a Touya.
Sin pensar en lo que hacía, sólo hipnotizado por cada ósculo que Yukito le daba, le quitó la playera rozando su pecho fuerte y sintiendo los latidos de su corazón. El chico de cabello cenizo se estrechó un poco más contra el otro y también desnudó su torso algo ansioso de sentir su piel y probarla de nuevo. Sin dudarlo se acercó hasta los firmes pectorales de Touya y los probó con increíble desesperación. Con un impulso movió sus caderas rozando su masculinidad con la del otro chico y haciendo que se escapara un leve gemido de sus labios. Yukito sonrió.
- Te… amo…
- Yuki… -le dijo apenas en un susurro mientras tomaba fuerzas para recostarlo boca abajo en el sofá y empezar a recorrer toda su espalda una y otra vez con las manos pero sobre todo con los labios sin resistirse a probar su tez suave al tacto. Despertó innumerables suspiros en su pareja con sus caricias lentas y profundas, al final llegó hasta la parte baja de su espalda sólo para retornar por el mismo camino haciendo sentir más ansioso a Yuki. Acarició su cabello con delicadeza y se acercó lo suficiente para aspirar su aroma, recargó un poco más su cuerpo en el de su novio y lo hizo sentir su hombría muy de cerca arrancando de sus labios un leve gemido.
- Ya… Touya… -suplicó el chico de cabellos claros,
- Esto… apenas comienza… -le dijo besando su oído en un tono casi maléfico.
Se levantó un poco para hacerlo girarse y tenerlo de frente, lo miró a los ojos y se acercó para besar sus y labios saboreándolos una y otra vez, sus lenguas jugaban inmiscuyéndose y rozándose con pasión desmedida.
Mientras lo besaba rozó todo su cuerpo con las manos tortuosamente hasta llegar al cierre de sus pantalones, lo desabrochó despacio e introdujo la punta de los dedos, sintió a Yukito como nunca antes. Dejó sus labios y recorrió su pecho llenándolo de besos mientras seguía dándole las mismas caricias, escuchaba al chico suspirar y respirar cada vez más entrecortado.
Touya se detuvo por unos instantes y lo miró travieso a los ojos recorriendo los pantalones hasta quitárselos y arrojarlos al suelo, lo miró así con la piel ansiosa y de nuevo lo besó pero esta vez empezando por los talones recorriendo sus pantorrillas y muslos, siempre acompasado con la propia respiración y los latidos del corazón de su pareja. Llegó así hasta el filo de los boxers verdes y alzó la mirada mientras introduciendo sus manos los quitó ante los ojos ansiosos y sorprendidos de Yuki.
El chico de cabellos cenizos estiró una mano para atraer el rostro de Touya y besarlo, de nuevo se fundieron en una entrañable caricia que fue aprovechada para cambiar de posición, el moreno no lo esperaba pero se sintió complacido al estar más expuesto a Yukito.
Con intenciones maléficas desabotonó el pantalón de Touya con rapidez y ansiedad acariciando sus piernas y colocando furtivos besos húmedos. Después tomó suavemente el boxer negro y lo casó poco a poco, sonriendo a su pareja haciéndolo casi sufrir por la ansiedad.
Al final estaban los dos desnudos viéndose a los ojos por largos momentos hasta que Touya fue tomado por sorpresa nuevamente con una excitante caricia en su hombría, Yukito continuó así disfrutando e incitado por verlo de esa forma, fuera de sí, sólo sintiendo el momento, la pasión.
- Ya… -suspiró tomándolo de las muñecas para recostarlo de nuevo, aunque esta vez él mismo se acomodó esperando lo que seguía.
Cerró los ojos y miró hacia atrás encontrándose con los labios de Touya que otra vez abrieron los suyos para saborearlo por completo.
El moreno se incorporó con toda la tensión en su cuerpo y la respiración muy agitada del otro. Lentamente se abrió paso, entró con cuidado y suma delicadeza para no lastimarlo, las primeras embestidas fueron lentas, ambos mordían sus labios y poco a poco sentían como el ritmo iba aumentando, de repente varios leves gemidos empezaron a escapar de la garganta de Yukito incitando más al otro para que acelerara el ritmo, iban i venían a un mismo compás cada vez más rápido y más fuerte hasta que el moreno se derramó dentro de él.
Algo cansado se retiró con la misma ternura de momentos antes, moviéndose con cuidad plantó un beso en el cuello de Yuki y lo giró una vez más.
- Esto… no ha terminado –le dijo entre besos.
Después abandonó sus labios y se acercó sigiloso hasta la cintura de del chico notando. Besó la piel de Yukito despacio llagando hasta su masculinidad y haciendo lo mismo ahí. Plantó miles de cortos besos hasta usar el gusto y sentir como su pareja arqueaba la espalda hacia atrás y comenzaba a decir su nombre entrecortado. No pasó mucho tiempo hasta que no pudo resistir más y Touya saboreó un líquido blanquecino.
Se quedaron un rato así acostados sintiendo sus cuerpos desnudos acompasarse y relajarse en una atmósfera dulce. Ahora sabían que lo que quedaba era sólo estar juntos y ser felices, nada podría separarlos de nuevo.
FiN.
Hello! Por fin aquí está el final, jeje lo sé, después de tres años y medio pero fue algo difícil, espero que haya quedado bien, es mi primer lemon yaoi.
Ahora no me queda más que dar mil gracias por todo su apoyo, en verdad lo necesité. Y pedirles si tienen un segundo, un review para saber cómo quedó.
Mil gracias, ya me voy. Byes!
PD: FELIZ AÑO NUEVO!
