Hola a todos este es mi primer fic de Rurouni Kenshin espero que les guste mucho.... empiezo diciendo que es un UA y es un KenKao por lo menos eso es seguro, de aparecer luego nuevas parejas les informare....... bueno sin mas, espero les guste y también espero sus comentarios, si gustan pueden enviármelos por mail a y si quieren contactarme en l MSN también... Desde ya muchísimas gracias por dedicarle un tiempo a mi fic..
Ups! Me olvidaba de decir que Rurouni Kenshin no me pertenece, solo tomo prestados sus personajes , todos los derechos (de la serie, no la historia) le pertenecen a su autor
GALIMATÍA CELESTIAL
Por "Amaterasu Mizuhame"
-CAPÍTULO PRIMERO-
"RIVALIDAD"
Que día tan hermoso, el calor zumba y los insectos no... ja, fue un día como hoy donde vaya uno a saber que adversidades del destino llevaron a ese grupo de viajeros a conocerme en aquel lago. Lo recuerdo como si fuese ayer, un joven alto de cabello negro pegado a la cara se me acercó y me dijo...
- Disculpe señorita, le molesta si nos quedamos por aquí...
Si, eso fue exactamente lo que me dijo... Casi lo mismo que vosotros... ¿Os interesa? ¿no? De todos modos os contaré.
Yo me encontraba sumamente aburrida luego de una semana sin mucho trabajo, así pues cuando me preguntaron tal cosa respondí...
- No por favor, siéntense... deben de haber viajado largo rato
- Pues sí, algún tiempo ya,...
- ¿Y siempre viajan los cuatro juntos?
- Pues no..., en realidad siempre viajamos los ocho... –junto a una carcajada aparecen de entre los árboles- y te recomiendo que no nos hagas enfadar.
- ¿¿Qué quieren??
- Pues queremos todo el oro que traes y rápido – dice el joven y se acerca a ella.
- ¡¿Me asaltaran ahora que estoy sola en el bosque?!
- Si, y si te portas bien conmigo quizás te dejemos vivir...
- Ahora estamos hablando... – dije y me acerque al hombre y gentilmente toque su mano – ¿qué tal si negociamos?.
- Nada de eso, yo no negocio, lo que quiero lo tomo, ¡Fin del cuento! – dijo el quitando su mano bruscamente.
Eso me hizo sentir muy feliz, el hombre no había cambiado en lo mas mínimo; seguía siendo el mismo abusivo que trató de robarme la otra vez, así que felizmente tomé su mano cosa que lo sorprendió pero no en una forma desagradable , luego coloque mi dedo índice sobre sus labios para que no hablara y dije
- "Cadenas de la Perdición"
- ¡¿Qué diablos?! – atinó a gritar el hombre pero el grito de dolor que sobrevino cuando miles de cadenas incandescentes le tomaron del cuello, muñecas y pies.
Adoro ese conjuro, el dolor es muy llamativo, puedo en sus ojos saben,... el terror..., bueno luego le dije
- ¡Bien vamos a arreglar cuentas! – mientras hacía aparecer en mi mano un pergamino escrito en sangre, ligeramente lo desenrollé mientras observaba al resto de sus hombres en igual situación. Debieron estar ahí eso era una sinfonía de dolor y falsas suplicas de arrepentimiento.
- Según figura aquí, han matado a cuarenta personas, han violado y asesinado a veinte mujeres, y has herido de muerte a exactamente veintidós niños. ¿Cierto?
- ¿Q..., q..., quién rayos eres?
- Mmm... esa es una excelente pregunta... verás... yo soy lo último que verás de este mundo, soy tu juez y tu verdugo y esta vez no habrá apelación por parte de los ángeles... . Dados sus actos, sus pecados presentes y pasados, habiendo desperdiciado la oportunidad que se les brindó de encontrar la redención, y por el contrario, siguieron con esos pecados. Yo los sentencio ¡¡¡AL INFIERNO!!! Donde pagaran sus actos – y luego con un chasquido de mis dedos, las cadenas quemaron hasta el último de sus huesos.
Fue un espectáculo formidable, pero corto como sabrán por lo que están sintiendo ahora, las cadenas tienen temperaturas muy altas pero son mágicas y para evitarles sufrimiento los incineran en un segundo, es una lástima, a mi me encanta ver cuando se queman, en fin eso es pasado, ahora ustedes...
- Bien según este pergamino escrito en oro. Ustedes han robado y dejado en la calle a diez familias ¿Cierto?
- Así es – dice uno de los tres jóvenes que se encontraban encadenados con aquél conjuro.
- ¡Muy Bien! me gusta que lo admitan eso acelera el proceso. Ahora...
- ¡Lo Siento! ¡Por favor no nos incinere! ¡Por Favor!¡No lo volvemos a hacer! – gritaban desesperadamente los jóvenes.
- Si claro... y eso lo soluciona todo ¿no?, pues a mi no me convence así que... – de su espalda saca una gran Hoz.
- ¡Alto! – grita una joven de largos cabellos negros y ojos negros, vestía de blanco y cuando apareció unas plumas brillantes volaron con el viento.
- ¡Demonios! Tomoe no puedes dejar de entrometerte en mis asuntos.
- Ellos se arrepintieron de corazón y merecen una segunda oportunidad.
- Siempre la misma historia, pero vuelven a caer es inútil darles esa oportunidad. Es un ahorro de tiempo, fuerza y energía si me los llevo ahora.
- ¿Te estas oponiendo a la orden superior? – Preguntó Tomoe con seriedad mientras tomaba un arco de su espalda.
- ¡NO! ¡Estúpida Ángel!, ¡digo que es un desperdicio!
- Eso no le incumbe a un demonio como tú Kao – dijo molesta mientras tomaba fuertemente su arco.
- ¡Estúpida Ángel!, ¿Qué piensas hacer con ese arco? ¿Desafiarme?, sabes perfectamente que jamás podrás derrotarme. Soy mucho mas poderosa que tú ¡Estúpida Ángel! – Esto molesta mucho al ángel que solo aprieta el arco – Pero en fin, si se ha decidido darles otra oportunidad solo me queda aceptarlo y decirles... – se da vuelta hacia ellos – que dado el momento regresaré por ustedes.
Kao que hasta el momento permanecía con la forma de una anciana que fue estafada por el trío de delincuentes, desapareció.
- ¡Oh Dios!, esa demonio nos traerá muchos problemas, además de que nadie conoce su verdadera forma – pensó Tomoe - ¡Jóvenes! Esta es su segunda oportunidad, deben dejarse guiar por Dios, deben remendar sus pecados y llevar a sus corazones la luz que os hace falta, no temáis pues sus pecados serán lavados por vuestro señor...
- ¡Si, si, por favor, sálvanos! – gritaban los jóvenes que recién ahora eran liberados por las cadenas. Y se arrodillaban a los pies de Tomoe.
Entre las paredes blancas del cielo en un lugar desconocido para los mortales, los ángeles descansan y se reúnen.
- ¡Tomoe! ¿Cómo te encuentras?, ¡Te ves molesta! – preguntó cortésmente un ángel
- ¡Es Kao! – todos los ángeles guardan silencio - ¡Creo que se toma demasiadas libertades!, la habría puesto en su lugar... pero...
- Ella es demasiado poderosa para ti – dice un ángel que se encontraba a su espalda.
- ¡Señor Battousai! – dicen todos mientras un alto joven de largos cabellos rojos como el fuego prolijamente atados en la punta con unas joyas cristalinas. Su rostro era decorado por dos rayas delicadas de color bordó muy oscuro que iban desde su ceja derecha hasta debajo del mismo ojo. Su mirada era seria y de un profundo color oro intenso con una mirada algo fría y aislada. Su metro sesenta y cinco eran cubiertos por una gran gabardina de color blanco que era sujetada por botones de color plata y listones en el mismo color.
- Además, esa es su función no lo olvides, después de todo ella se está haciendo cargo de todo el sector ya que el resto de los demonios superiores se revelaron contra todo e intentaran asesinar a un grupo de hombres sin motivo. Fueron encerrados pero ahora deben de buscar quien los remplace.
- Si mi señor, pero creo que eso no será difícil, cualquiera puede cumplir esa labor... , mas sin embargo mi señor, ella se ha subido a su pedestal de yo soy intocable... – reprochó Tomoe.
- ¡Lo es! – dice sin preocupación Battousai.
- ¡¿Qué?! – pregunta alterada Tomoe.
- Pues verás, en primer lugar, -dice Battousai poniéndose más serio – ella no puede dejar su puesto bajo ninguna circunstancia, hasta que se encuentren a los reemplazos del grupo desertor, lo cual está siendo más difícil de lo que pensábamos... – él se quedó absorto en sus pensamientos pero regresó rápidamente – y el segundo motivo – dice mientras sonríe en su mente – es que el poder de ese demonio ha superado cualquier expectativa, y ahora pocos seres pueden desafiarla.
- Pero mi señor – dice ella acercándose mucho a Battousai y colocando su mano sobre el brazo del Arcángel quien la mira inmutable – Usted puede ponerla en su lugar, recuerde que si ella pierde el control quedaremos diezmados.
- Si mi señor – otro ángel – puede ser que Kao sea muy poderosa para un ángel común pero para un Arcángel como usted no será rival.
- Ella no es mi rival, porque ella no es mi enemigo, sin embargo hablaré con ella en la próxima intervención – dijo Battousai y se marchó.
- Me molesta que mi señor Battousai se preocupe tanto por esa demonio...
- Calma querida, recuerda que ella es un demonio y nuestro señor un arcángel, ella jamás podrá poner sus manos en él, eso está prohibido. Pero por otro lado tu eres un ángel, tu sí puedes ser su compañera de senda – dijo una ángel que se encontraba a su lado.
- Me pregunto porque el señor Battousai no va a hablar con Kao ahora – preguntó un joven ángel que estaba junto a ellas.
- ¿Eres tonto? – pregunta otro ángel que se encontraba en una esquina tomando té – porque Kao jamás ha revelado su verdadera esencia por lo que nadie puede saber como es y/o como será, ni rastrearla por su esencia espiritual ya que nadie ha podido ver su esencia espiritual por completo.
- ¡Por supuesto que no!,la gran Kao-Okami no ha tenido jamás la necesidad de mostrar todo su poder ante nadie y dudo que eso este pronto a suceder – dice un demonio de alas negras y ojos rojos, los ángeles se sobresaltaron y tomaron sus armas.
- ¡¿Qué haces aquí demonio rebelde?! – dice Carina la amiga de Tomoe
- Pues he venido a anunciar que nuestro próximo objetivo es lograr que Kao-Okami se una a nuestras filas. Y no creo que tengamos problemas.
- ¡Fuera! ¡Demonio insensato! – grita Tomoe lanzando una flecha que logra que el demonio se retire.
En otra parte del mundo mortal Kao, con una forma de jovencita de dieciocho años, cabello bien corto rojo y ojos del mismo color, con ropas delicadas y sentada en una cafetería en una calle agitada, mira la gente pasar delante de ella.
- Mmm... que aburrido... ya estoy harta todos aquí son pecadores fácilmente tentables y aún así no llega la orden especial para ninguno, en cuanto tenga vía libre comenzaré otra vez con el trabajo... y creo que ya tengo uno en la mira – dice mientras observa en el reflejo de su bebida a un hombre que la miraba con muy malos ojos... de pronto su colgante brilla y el viento sopla mas fuerte... ella sonríe y se levanta de su silla dejando dinero suficiente como para pagar su bebida y se dirigió hacia el joven con mirada maliciosa...
- ¡Hola buen mozo!... ¿En qué andas? – dice Kao con una seductora mirada.
- ¡Hola divina... este.. viendo que tan hermosa eres! – dijo el joven
- Ya veo... y solo de casualidad veías el banco que está en la esquina ¿cierto? – dice ella mientras se acerca mas a su rostro.
- ¿Qué? – dice sorprendido – no... no se que te...
- Vamos – dice ella poniendo suavemente un dedo sobre sus labios - ¿por qué no vamos a un lugar más tranquilo para platicar? – le dice ella al oído y sus labios rozan apenas su oreja pero lo suficiente como para convencerle.
- Sí... si – dice el joven y la sigue a un descanso lejos de la multitud.
- ¿Qué te parece si te ayudo con este trabajito tuyo?
- ¿Si? ¿Y que quieres a cambio?
- No mucho solo el diez por ciento de lo que saquemos.
- Mmm... me parece bien – dice mientras ella jugaba con sus manos detrás del cuello del joven. – Bien ¿cuándo quieres que entremos al banco...? yo creo que a la noche es lo mejor sin problemas de gente ni nada.
- Bien, suena genial, muy bien dulce, nos vemos aquí a las doce en punto.
- ¡¡Bien!! – dice él mientras ella se va.
- Eso fue fácil, me pregunto porque son tan fáciles... este por parte es un imbécil... pero en fin hasta las doce tengo tiempo récord y vamos a buscar a alguno con historia, me cansé de tentar a puritanos sin historia... a ver busquemos a alguno con historia para tener algo de acción hoy... su vista recorrió rápidamente el lugar y se detuvo en una joven de cabello rubio que miraba perdidamente a un pequeño... – pensó y luego dijo - ¡Bingo!, me juego las uñas en que ella tiene un lindo historial... – Kao comienza a caminar y se transforma en una niña de unos doce años de edad de larga cabellera aún roja y ojos del mismo color... se dirige hacia la joven distraída y le dirige la palabra.
- Di...disculpe señorita... me diría por donde queda el lago...
- ¿Eh? – la joven la mira detenidamente antes de indicarle el camino.
- Muchas Gracias, y disculpe las molestias – dice Kao mientras se marcha en dirección del bosque como la había indicado la joven, la misma dio una sonrisa cínica y se levantó siguiendo a la distancia a Kao, hasta que esta estuvo en el lago cercano a la ciudad pero lo suficientemente arbolado como para que no se escuchara nada de la ciudad.
- Jovencita, ¿Qué haces tu sola por aquí? – dijo la rubia y sacó una daga.
Kao se dio la vuelta y la observó – ¿qué es lo que va a hacer señorita?
- Nada pequeña, nada solo reclamo lo que es mío por derecho...
- ¿Qué...? – pregunta Kao mientras la joven se acerca a ella con la Daga.
- Si, es mi derecho ser la mas hermosa de todas las jóvenes y para eso debo de darle al demonio lo que me pida, y él me dará belleza eterna... y el quiere sangre de inocentes.
- ¡No! ... ¡Por Favor! ¡No lo haga! ... ¡Por Favor!
- Lo siento... – dice la rubia y se abalanzó contra Kao que ahora sostenía con su pequeña mano izquierda la daga e incrusta con la derecha una daga de color negro a la rubia. – Ahh
- Vamos no es para tanto, ¿no querrás a tu mamá tan pronto verdad...?, así no será divertido... – Kao extiende su mano y en ella aparece el pergamino de su juicio escrito en sangre negra... – Tú.... mm.... has hecho mucho daño en este mundo has asesinado a cientos de niños, para conservar esa asquerosa forma que posees pero aún así en el tiempo deberías de haber envejecido... ¿Con quién has hecho tu pacto?
- No te diré, el me quitará mi belleza...
- No te preocupes yo te haré el favor... – dice Kao mientras toma su daga se transforma de niña a una joven exactamente igual pero de uno veinte años con grandes curvas y una larga túnica blanca en forma de vestido con un gran y provocativo escote en v y se acerca a ella.
- ¡Kao-Okami! – grita un demonio de alas negra y ojos rojos.
- ¿Qué quieres Demvder?... – dice ella sin voltearse a verle – si no recuerdo mal tu dejaste tu puesto y decidiste vivir como una sanguijuela ensuciando el nombre de los demonios haciéndote llamar así cuando solo existes gracias a las energías que le quitas a aquellos que pactan contigo alguna cosa y con los restos de tu magia finges ser un demonio y cumples deseos.
- Pues sí, ¿por qué vivir protegiendo a los hombres, si puedes vivir cómodamente de ellos...?
- Que yo recuerde un demonio no los protege, mas bien los tienta...
- Velo como quieras, pero lo haces para proteger este mundo – Kao aún de espaldas solo le responde con una pequeña mirada de malestar.
- ¿Para qué? si nunca podrás disfrutarlo, en cambio en mi posición puedes seguir tentando a los hombres, pero tienes a cambio energía y dinero para disfrutar a pleno este mundo.
- ¡No me fastidies Demvder!¿Insinúas que debo permanecer como tú y dejar que gente como ella camine sobre la tierra?
- ¡Otra vez con eso de limpiar la tierra! ¡Vamos ... yo se que te divertirás mucho, lo veo en tu esencia! ¡Además no puedo dejar que toques a esa joven, tiene un pacto con el gran Adeus!
- Mira tú... pero que cosa no, parece ser que ya obtuve la información que necesitaba y tu solo estas molestándome en mi trabajo... – dice ella toma su Hoz y con una ráfaga de viento del movimiento de su Hoz Demvder es cortado en su vientre y un espeso líquido negro fluye de la herida.
- Ahh, ¡¿Qué haces?!, ¡Tu eres un demonio!, ¡¿Por qué me atacas yo soy como tú...?!
- ¡¡¡¿Cómo yo?!!! – dice muy molesta – no seas absurdo... tu eres solo una existencia patética en este mundo... ruidosa y escandaloso y sobre todo, me molestas cuando me divierto... eso me pone de muy mal humor... y no lo tolero... por lo general, son esos patéticos ángeles con su porquería de redención pero que tú, una sanguijuela repugnante y sin piedad, cosa que respeto, venga a intervenir mi juicio sabiendo que yo no respeto a nadie mas que a mi propia voluntad, eso no merece piedad – la mirada de Kao se torna de un rojo fuego , por último toma su Hoz mientras Demvder trata de huir, pero ella aparece frente a él y lo parte en dos con un solo movimiento.
- ¡¡¡Uaa!!! – el grito apagado de Demvder es consumido con su entidad.
- Bien, eso fue divertido, ahora a continuar con el juicio... ¿Dónde nos habíamos quedado...? – Kao se dirige a la rubia que trataba de huir – Ahh, que tierna, se preocupa por salvarse el pellejo, pero no lograrás escapar. Ya he determinado tu sentencia pero antes... veras que se siente que te corte en rostro en trozos exactamente lo que le hiciste sentir a esos mocosos – dice Kao y toma fuertemente su daga, da un chasquido y las cadenas atraparon fuertemente a la rubia que grito por el intenso calor de las mismas. Y dirigiéndose hacia la joven sube la daga hasta la altura de la cara de la rubia quien la observaba totalmente aterrada, Kao lanza el ataque pero una mano toma su brazo, la daga se desvía un poco de su recorrido inicial, ya que Kao aplicó mas fuerza para contrarrestar la intervención, y logró herir a la mujer en su mejilla , en la parte superior izquierda...
- ¡¡Diablos!! – grita Kao frustrada - ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿Por qué los ángeles no me dejan de fastidiar?!!!!!!!!! – Kao se suelta de la fuerte mano del arcángel Battousai y se aleja de un salto y le dedica una mirada de fastidio.
- ¿Qué planeabas hacer Kao? – dice tranquilamente él
- Ese cabello... esos ojos.... – pensó Kao - ¡¡Battousai!! ¿Qué tal? –dice ahora con una sonrisa maliciosa que se acentuó en su tono de voz.
- ¿Vienes por la impertinencia de tu novia...? –preguntó ella con malicia
- ¡No es mi novia! Y no me interesa lo que haya entre ustedes – dice tranquilamente – Ahora responde, ¿Qué pensabas hacer?
La pregunta pareció molestarla pero no lo dejo ver... – mmm... entonces – dijo aún con mayor malicia mientras se acercaba a él. Quien solo le dedico una mirada inquisitiva y luego la miró seriamente esperando su respuesta. Ella lo rodeó y una vez a su espalda colocó sus brazos en ella apoyando también levemente su rostro de lado - ¿Has venido a verme?
- ¡Si! – dice seriamente él mientras voltea, ella se sorprende por un segundo pero rápidamente reacciona cambiando su mirada a una mas incrédula.
- Mmm... Si has venido a verme ha de ser algo muy serio ¿no? – dijo y retrocedió un paso poniendo distancia entre ellos – Ahora dime, ¿Qué es lo que trae a un arcángel como tu a estas partes de la tierra...? y por favor no me salgas con la típica estupidez de salvar esta alma perdida...
- No
- ¿Entonces? – dice ella mientras lo mira con cansancio.
- Tuviste un enfrentamiento con Tomoe y con otros ángeles ¿Cierto?
- ¿Y? ¿Acaso tu vienes a terminar la discusión?
- No, es solo que por allí arriba, están preocupados con que le hagas caso a Demvder... y ...
- Por Demvder no debes de preocuparte.... ¡Ya no! – dijo ella con una sonrisa malévola.
- ¿Qué? – el la mira extraño - ¿Qué quieres decir? ¿Ya ha venido a verte?
- Si, fastidiando con que éramos iguales y bla, bla, bla, - comenta ella mientras hacía un movimiento con su mano como restándole importancia al asunto.
- ¿Lo eliminaste? – pregunta él sin mayor sorpresa.
- ¡Obvio! Me fastidió en mi juicio... y ahora... si no tienes mas problemas que discutir tengo que juzgar a la joven atada ahí.
- ¿Y no te estoy... fastidiando? – preguntó con gran suspicacia el arcángel y una sonrisa se dibujó en el rostro que siempre permanecía serio.
- Pues no, ¡porque tu eres lindo! – dice ella con una sonrisa seductora pero intrigante al mismo tiempo.
- Que raro, pensé que te molestarías y me atacarías por mi impertinencia – dijo él mientras la sonrisa aún adornaba su rostro.
- No, como me podría molestar cuando un Arcángel serio y frío como tu me regala una de sus codiciadas sonrisas.
- ¿Eh? – Battousai se sorprende y recupera la seriedad habitual en él.
- Ahh... ya se ofendió, ... en fin. – dice ella acercándose peligrosamente – Creo que tengo que terminar algo... – le dice ella al oído y se dirige a la joven cautiva. Pero de pronto Battousai le toma el brazo izquierdo deteniéndola.
- ¿Qué es lo que harás con esa daga? – pregunta el arcángel señalando la daga que ella llevaba en la mano derecha y trataba de ocultar.
- ¡Diablos! Por algo le dicen el ojos de halcón – pensó ella y le dijo - ¿Acaso te parezco tan atractiva que no puedes dejar de tocarme? – mirándolo seductoramente – Después de todo yo también tiento a Ángeles y Demonios... ¿Acaso no lo sabías?
- Pues este cuerpo no es el tuyo, así que en el último de los casos no eres tú lo que atrae... – dice él con frialdad.
- ¡Entonces Suéltame! – dice ella molesta
- ¿Te molestas?, ¡No pensé que realmente eso te molestase... ¿acaso no te agrada tu verdadero físico? – dice él con una sonrisa burlona y la acerca hacia él - ¡¿tu verdadera esencia?!
- ¡Mi esencia, es mía! – dijo ella muy molesta – no tengo porque compartirla con nadie, además ¿Cuál es tu curiosidad? Eres igual que el resto ¡Solo quieres Curiosear!
- Pues si tu esencia es tan especial ¿por qué la ocultas de todo?
- Eso... – dice ella mientras se suelta bruscamente y su mirada siempre inalcanzable se muestra llena de ira – no es ... asunto tuyo – y se dirige corriendo hacia el objeto de su juicio.
- ¡Diablos! – dice él y saca su espada para detener el ataque que la daga de Kao le estaba por asestar a la joven juzgada.
Kao hace aparecer una espada ella misma de color negro con bordes rojos intenso - ¡¡¿Por qué los ángeles son tan entrometidos?!!
- ¿Por qué quieres dañarla en vez de enviarla directamente al purgatorio?
- Porque quiero que sufra como no tienes idea... – dijo ella y le lanzó un espadonazo que fue bloqueado, pero ella rápidamente enviste con la daga, lo que obliga a Battousai a retroceder para evitar el ataque.
- Eso no tiene sentido... se supone que no debemos desear... venganza – dijo él mientras el intenso combate que se había centrado en ellos continuaba.
- ¡¡¡¡Ustedes los ángeles querrás decir!!!! .... ¿O se te olvida?... ¡que soy un demonio! – dijo ella mientras seguía atacando y defendiéndose – Y por cierto... ¡¡¿Quién habló de venganza?!! – esto desconcertó al arcángel, Kao aprovechó el momento y le dio un ataque con una gran ráfaga de viento que lo lanzó lejos; se dirigió rápidamente hacia la joven y un grito inundó el bosque... el sonido retumbó en los oídos del arcángel quien al incorporarse ve al demonio parado a lo lejos, una sonrisa macabra adornaba su rostro y un brillo particular iluminaba sus ojos, con la daga ensangrentada aún en su mano y a la joven juzgada siendo tragada por la tierra por las cadenas.
Battousai tiene la mirada llena de enojo - ¡¡¡Estas fuera de control!!!
- No corazón, el que está fuera de lugar eres tú – dijo ella mientras le arroja la daga hacia sus pies - ¡Este es mi trabajo... y lo hago perfectamente! Tu tienes otro trabajo. Que si no me equivoco deberías de estar haciendo ahora ¿O NO?
El arcángel se encuentra totalmente sorprendido, la verdad en sus palabras lo deja perplejo.
- Vamos, vamos, esto no es el fin del mundo – dice ella mientras se aleja – Además si no te animas y tratas de salvar almas... con quién me divertiré peleando, pocos tienen tu resistencia – dice ella y desaparece riéndose.
- El arcángel se queda parado, su semblante es severo y frío nuevamente, observa detenidamente la daga a sus pies y se arrodilla a recogerla, la toma en su mano y la aprieta fuertemente hasta que su mano sangra y una leve sonrisa aparece en su rostro – ¡Es cierto... tengo trabajo que hacer! – el arcángel se da media vuelta y se pierde en el bosque en dirección opuesta a la tomada por Kao, quien se encontraba observándolo desde un árbol lejano.
- Ese estúpido arcángel... es muy molesto... – dijo ella y se transformó nuevamente en la joven de cabello corto rojo y ojos del mismo color que debía reunirse en pocas horas con un joven con quien robaría un banco, pero para eso todavía faltaba, así que decidió ir a dar un paseo y descansar del trabajo por un momento pero ni siquiera allí descanso, continuó trabajando... tentó a una mujer a robar una prenda en una tienda, luego a un joven a tocar a una mujer y pequeñas tentaciones menores, hasta que la hora de encuentro con su presa mayor llegó. Kao se hizo presente en el punto de encuentro, esperando con ansias la llegada de su víctima, pero para su sorpresa quién le había puesto una mano en la cintura y la había hecho dar vuelta era nada mas ni nada menos que el arcángel pesado.
- ¿Puedo ayudarle en algo? – preguntó ella con desconfianza.
- No temas jovencita... Dios está contigo – dijo al tiempo que Kao no podía evitar los recurrentes pensamientos de que era lo más cursi que había escuchado en siglos.
- Si ya veo... y usted es – dijo ella con poco interés y liberándose del abrazo.
- Kao... ya se que eres tú – dijo con indiferencia
- ¿Cómo...?
- Mis poderes son superiores, a los de los ángeles comunes... además... la detallada descripción de un joven que estaba por robar un banco porque una hermosa extraña se lo sugirió, ayudó.
- ¡¿Qué?! – dice ella sorprendida
- Por cierto el joven se disculpa por no poder asistir...
- ¡Demonios!, ¡¿Qué hiciste?!
- Pues verás escuché tus palabras y recordé que tenía trabajo que hacer... y yo también lo hago perfectamente ¿No crees?
- ¡Maldito entrometido! Que ganas de fastidiar...
- Bien, ahora acordemos algo... – dijo él mirándola fijamente – Tú harás pura y exclusivamente tu trabajo, que consta de tentar, juzgar y enviar a donde corresponda. O yo fastidiaré todas y cada una de tus cacerías.
- Se te olvida algo amor... – dijo ella acercándose a él rápidamente – Yo no hago tratos con estúpidos arcángeles. Además solo un detalle más, tú no tienes idea de cómo ubicarme. A menos que le pegues justo a mi víctima y eso será si esta es de buen corazón, quizás... les deje los puritanos a los demonios jóvenes y me dedique de lleno a lo groso, uno nunca sabe...
- ¡Escúchame! – dijo ya molesto – me estas agotando la paciencia... estoy tratando de negociar para que no tengas problemas serios.
- Que considerado... – dijo ella con ironía – pero solo tengo que recalcarte un hecho y este es que el Corión no me ha enviado ni siquiera una nota de advertencia, no es que le diera importancia aunque la recibiera, pero por consiguiente tú te puedes molestar cuanto quieras pero está dentro de mis derechos... por así decirlo
- Esto sorprende a Battousai que no lo demuestra – Pero ... sabes aún así eres muy amable... – dice ella mientras le da un beso en su mejilla - ¡Gracias! – y desaparece dejando a Battousai por un segundo notoriamente sorprendido, para recuperar rápidamente su tranquilidad y desaparecer con el viento inundado de plumas mientras pensaba las palabras de Kao.
CONTINUARÁ...
