Hola a todos este es mi primer fic de Rurouni Kenshin espero que les guste mucho.... empiezo diciendo que es un UA y es un KenKao por lo menos eso es seguro, de aparecer luego nuevas parejas les informare....... bueno sin mas, espero les guste y también espero sus comentarios, si gustan pueden enviármelos por mail a ... Desde ya muchísimas gracias por dedicarle un tiempo a mi fic..
Ups! Me olvidaba de decir que Rurouni Kenshin no me pertenece, solo tomo prestados sus personajes , todos los derechos (de la serie, no la historia) le pertenecen a su autor
GALIMATÍA CELESTIAL
Por "Amaterasu Mizuhame"
-CAPÍTULO PRIMERO-
"UNA AYUDA O UNA CONDENA"
- ¡Señor Battousai! ¿a dónde va? – pregunta Tomoe junto a un ángel.
- ¡A ver al Corión!
- ¿Por...? – pregunta asustada , pero él solo le ve fijamente y luego se marcha. – Estoy segura que es por esa desgraciada – dijo molesta.
- ¡Voy con usted señor! – dijo Yahiko al segundo ángel.
Battousai entró en una gran habitación blanca con bordes de oro, el sol iluminaba todo el recinto...
- Señor – dijo con sequedad.
- ¿Qué ocurre Battousai? – dijo Katzura, un hombre que aparentaba unos cincuenta años, de cabello marrón y ojos miel.
- Señor... ¿Por qué no han emitido una advertencia contra Kao? – pregunta llana y tranquilamente.
- mm..., verás Battousai hay cosas que simplemente, debes permitir si quieres un buen servidor. – dice tranquilamente Katzura
- Pero señor si ella sigue así, vamos a terminar perdiéndola.
- No, ella ya ha tenido este tipo de actitud en el pasado, le ocurre cada tanto pero luego regresa a ser normal, dentro de lo que a ella se refiere. Además ten en cuenta...
- Se supone que debemos permitirle que cumpla sus caprichos así como as
- ¡Si! – dice Katzura severamente a lo que Battousai responde con una mirada de desaprobación y molestia.
- Por si no te diste cuenta la situación está mas que delicada, hemos perdido a los cinco de los seis Demonios Generales, solo quedan los antiguos demonios que están en el Corión y demonios de segunda categoría, dependemos muy fuertemente de ella, si ella se fuese sería una catástrofe... – dice Katzura y su cara se torna pálida.
- Señor, ¿Qué no eran solo dos los Demonios desertores? – pregunta Yahiko sorprendido por las palabras de su señor.
- Pues no, fueron los cinco y la única que mantiene ahora el equilibrio es ella...
- ¿Tal es su poder?... – pregunta Battousai serio
- Si, ni siquiera los Antiguos demonios son rivales adecuados, pero, por ahora ella aún es fiel y ni siquiera hizo ademán de querer degradar a los antiguos Demonios.
- O sea, que se la conciente para que no se marche – dice Battousai.
- Así es... temo... que aunque se marchase y se rompiese el sello de sus poderes, no los perdiese.
- ¡¿Qué dice?! – pregunta Yahiko sorprendido – Señor usted sabe perfectamente que cualquiera que deje este sitio pierde casi todo su poder pasando a ser un simple mortal.
- Comprendo – dice Battousai – y ¿Los Demonios Generales lograron bloquear el conjuro?
- Solo parcialmente...
- ¿Qué? – grita Yahiko
- Por suerte no tienen la fuerza o el apoyo de Kao – dice Katzura.
- Ya veo, eso es todo gran Maestro... – dice Battousai y se dirige a la salida.
- ¡Battousai! – dice Katzura en tono seco a lo que Battousai responde con una mirada de perfil – No podemos permitirnos el lujo de perder semejante cantidad de poder... ella lo sabe... si se sale de control... ¡Tráela de regreso!
- ¿Qué?, señor los que se revelan no deben regresar a menos que estén arrepentidos y ... – decía Yahiko pero fue abruptamente interrumpido.
- ¡Comprendo!, vamos Yahiko.
- Si señor... – dice Yahiko y se dirige junto a él fuera de aquel lugar a un verde prado.
- Yahiko...
- Sí señor
- Quiero que olvides todo lo que oíste y que no se lo comentes a nadie.
- ¿Eh? – Yahiko se encuentra sorprendido por la orden – Entiendo señor así lo haré.
- Bien, debo marcharme...
- Señor... ¿a dónde va señor...?
- Debo seguirle el rastro a Kao.
- Pero... señor ¿cómo lo hará? Nadie ha visto jamás su esencia o su verdadera forma. Es más hasta se divulga que no la posee.
- Ja, eso es interesante... en fin, mientras antes la encuentre mejor.
- ¿Señor desea que lo acompañe...?
- ¡No!, recuerda que ella puede perder el control en cualquier momento.
- Bien señor así será mejor.
- Nos vemos luego Yahiko...
- Si
- Recuerda tu palabra.
- Con mi vida – dijo el joven mientras Battousai desaparecía con el viento.
Kao tarareaba una dulce melodía mientras observaba a la multitud a sus pies, en esta ocasión ella llevaba una larga cabellera azul y ojos verdes, de prendas ajustadas y grandes y sinuosas curvas. Y su melodía se detuvo al ver a un joven de cabellos desordenados de color marrón y ojos del mismo color...
- Ese joven... – pensó ella – mm... será una buena presa.
En otro sitio otro demonio de no mucho rango, se ganaba sus medallas tentando a una joven para que mate a su ofensor... y cuando la joven toma el cuchillo que el demonio le ofrece otra mano aparece, se apoya sobre la temblorosa mano de la joven.
- ¿Esta segura...? – dice Battousai - ¿Te rebajarás a eso...?
- Pero él... – dice la joven en llanto – él debe pagar por intentar...
- Si lo haces... ¿en qué te convertirás tú? – dice Battousai mientras la mira fijamente.
Ella suelta el cuchillo y se lanza a los brazos de Battousai.
- No se preocupe, él recibirá su castigo... – en ese momento, el demonio lo mira, y él le devuelve una mirada fría. El demonio muestra una mueca de enfado y marca con un hierro candente la frente del ofensor, quien gritaba en el proceso, mientras el demonio recitaba las siguientes palabras:
- Que la gran señora sea tu juez y tu verdugo, ... aunque no te lo merezcas. – mientras el viento vuela plumas blancas y un ángel de largos cabellos negros aparece y parece muy sorprendida de ver a Battousai.
- ¿señor que hace aquí usted?, este es un caso menor...
- por lo visto llegas tarde – dice él sin inmutarse.
- ¿Ah?, ya veo – dice Tomoe apenada – sin embargo, aún me pregunto que lo trae por aquí. Usted...
- Vine porque pensé que el demonio era otro – dijo sin mas – Tomoe encárgate del resto debo continuar mi búsqueda.
- ¿Eh?, pero Battousai... – dice ella y le toma el brazo muy cariñosamente - ¿Tienes que irte ahora?
Él solo la mira fríamente, y responde - ¡Si! –luego se suelta el brazo rápida pero cuidadosamente y desaparece si despedirse.
Cuando Battousai se ha ido, el demonio que ahí estaba comienza a reírse, esto molesta mucho a Tomoe que le dedica una mirada de enojo.
- ¿De que te ríes Demonio?
- De ti... – seguía riendo – de cómo te acaban de botar...
- Eso a ti no te importa – dice ella molesta – él será mi compañero.
- Si claro, eso es muy evidente – dice el demonio sarcásticamente.
- Ya cállate, tu que sabes de esto...
- Yo, solo que el Gran Battousai debe de buscar algo más... interesante, por así decirlo – dijo él y la miró suspicazmente.
- ¿Qué quieres decir? – preguntó ella y lo miro desafiante.
- Que Battousai tuvo varios encuentros con la Gran Señora... – dijo él y una sonrisa cínica se apoderó de su rostro – Mi señora es excepcional en lo que hace...
- ¡¡CALLATE!! – grito ella histérica – insinúas que Battousai está interesado en ella... es obvio que no lo conoces – dijo ella recuperando el control – si la busca ha de ser para reprenderla... Battousai tiene claro su deber y el reglamento – dijo ella y su rostro se mostró muy orgulloso, lo que irritó al demonio.
- Puede ser... – recuperando la sonrisa cínica – pero algo es seguro, parece ser que las ángeles no llaman su atención – rió – bueno te dejo con los restos...
Tomoe muy molesta, refunfuña, mientras se acerca a la joven que aún lloraba - ¡No te preocupes todo estará bien! – dijo con una gran sonrisa y su mano extendida, la joven tomó su mano, la observa y mira en derredor...
- ¿El Joven... dónde está?
- ¿Quién?¿El qué te incitó a pecar?... no te preocupes él...
- ¡No! – dijo la joven y se sonroja – el hermoso ángel que me salvó.
- ¿Eh, pero que pasa todas me lo quieren robar? – pensó Tomoe mientras le dirigía una mirada de pocos amigos a la joven – El ya se fue.
- Que pena... quería agradecerle...
- ¿solo eso? – preguntó escéptica Tomoe
- pues... ¡Si!, eso e invitarlo a tomar el té.
- ¡Uhh! Que diablos... – pensó Tomoe - ¡Bien! veo que te has arrepentido... no lo vuelvas a hacer... ten cuidado... bla bla bla... ¡Chau! – y luego de decir eso desapareció con su lluvia de plumas.
En otro sitio Kao, se encuentra persiguiendo a un joven. Lo mira atentamente y luego decide actuar. Se para en un pequeño árbol a orillas de un río que atraviesa la ciudad pero ahora vestía un kimono tradicional. Mientras el joven corría desesperadamente por la calle que se sitúa junto al río. Corría a toda velocidad y notó a la hermosa joven sentada junto a un árbol, la mirada fijamente mientras corría por la calle extrañamente desierta. En ese instante el tiempo se detuvo para él, ella le observaba fijamente, el sol iluminaba su contorno, era hermosa, como jamás había visto antes, y brillaba, al verla se sentía feliz, irradiaba tranquilidad, paz, lo que el estaba buscando... escapar... no lo dudo, corrió hacia ella la tomó de la cintura y se la llevó a cuestas.
- ¡Oye! ¡bájame! ¡Pervertido! ¿Qué diablos haces? – gritaba Kao, pero extrañamente aunque no para ella los alrededores estaban desiertos – ¡¡¡¡Suel-ta-me!!!! – gritó ella y le da un golpe con el que logra liberarse. El joven había corrido mucho, ya se encontraban en las afueras de la ciudad en un prado de pasto seco, debido a la fuerte sequía que golpeaba esa zona. Así Kao comienza a correr de regreso a la ciudad...
- ¡Espera! – grita el joven
- ¡Si Claro! ¡¿No quieres un té también?! – Grita ella con tono de burla por la tonta frase que salió de los labios del joven que ahora se encontraba molesto, corrió rápidamente alcanzándola. En parte porque ella corría con kimono y en parte porque no era su intención huir.
- Te dije que esperaras... – dijo el joven muy molesto y con una espada apuntando el cuello de Kao mientras la abrazaba.
- ¿Qué quieres?¡yo no te conozco!
- Veo que ahora no te burlarás, cero que ese té no estará tan mal – Kao sintió unas incontenibles ganas de aplastarle el cráneo, pero no podía, no hasta que no lo tentase y juzgase – Bien, ven conmigo, ¡Ahora!
- ¿Yo?¿Por qué?
- ¡porque yo lo digo!
- ¡Uhy pero que convincente! – pensó ella mientras era arrastrada por él.
Caminaron entre el pasto seco hasta una zona donde este pasto tenía mas o menos medio metro de alto y había un pequeño bosque algo reseco pero con verde. Ahí la sentó contra el tronco del árbol más grande y amenazándola con la espada le hizo señas de que no se moviera. Y luego destapo un par de cosas que tenía ocultas, comida, agua, etc.
- ¿cómo te llamas? – preguntó el sentándose frente a ella.
Ella solo volteó el rostro, a lo que esperaba que él se molestara, pero no fue así, el joven bosquejo una sonrisa llena de tristeza y bajó la mirada - ¿Acaso espera que sienta lástima por Usted? – preguntó ella
- No, yo no espero eso.
- ¿Entonces qué espera?
- Yo... yo solo... no lo se.
- ¡¿Pero por qué me secuestro?!
- ¡¡¡Cállate!!! –grita el joven y ella guarda silencio – solo quiero que estés cerca.
- ¿cerca?... ¿Por qué?
- Hay algo en ti... me hace sentir tranquilo, me hace olvidar...
- ¿Olvidar?¿Qué cosa?... acaso le ha ocurrido algo – el joven solo la observó con cierta tristeza y comenzó un relato.
- Hace un par de meses, yo vivía feliz, tenía una novia, trabajaba y pronto le pediría que se casara conmigo... pero toda mi felicidad se fue al tacho una tarde... que jamás olvidaré...
- ¿y yo porque diablos debo escuchar todo esto... por qué no saltas a la parte interesante?... estoy harta de escuchar que se sienten mal por haber acecinado o torturado... ¡si claro, como no! ¡Uhhy! ¡Que rabia! todavía le falta una eternidad – pensó ella.
- Mi adorada Nikuni brillaba con el sol del atardecer, ella acababa de aceptar el compromiso, estaba feliz y yo igual, estábamos a orillas del río y no sabíamos lo que ocurría en el pueblo, íbamos caminando de regreso, su sonrisa iluminaba todo, me soltó la mano y se adelantó, ella deseaba contarle primero a su madre quien deseaba vernos casados hace tiempo,... se alejó rápidamente y no me preocupé hasta que su grito de dolor partió mi alma de terror, corrí hasta ella, estaba tirada en mitad de la calle, en un charco de sangre... su sangre... – el joven tenía la mirada perdida – resultó ser que en ese momento una banda de ladrones estaba robando el pueblo, la casa de sus padres, para ser precisos, y como ella se interpuso... pues... yo traté de atacarlos pero no pude hacer nada me hicieron varios cortes y pues quedé tirado junto a ella, sonreí, pensé que nos iríamos juntos, vi sus ojos cerrarse y yo hice lo mismo, pero me salvaron... y hoy realice el primer paso de mi venganza...
- ¿Y yo? ¿Cómo entro en la historia?
El la miró molesto, pero como ella no lo miraba siquiera enfadada, la miró dulcemente y dijo – Pues contigo me siento en paz, hace mucho que no me sentía así y te necesito a mi lado para terminar la que comencé hoy...
- Ya veo... – dijo ella y se quedó mirándolo – él solo quiere justicia... ¡yo debo ayudarle!... más si le ayudo... lo condeno... es decir ahora quiero que aquellos infelices mueran... pero si la muerte les llega de sus manos él quedará condenado... ¡Diablos! ¡¿y eso a mi que?! ... yo... yo solo debo cumplir mi trabajo y nada más...
- Deseas irte ¿Verdad? – preguntó el joven.
- No lo se... es decir, no es que sea la mejor situación del mundo, pero si solo quieres mi compañía, no me importa quedarme un rato más... – y se quedaron un rato en silencio – señor...
- ¿si?
- ¿usted cree que ella hubiese querido que la vengara?
- ¡Claro que si! – gritó indignado por la pregunta, a lo que ella contestó con una mirada fría – Lo Lamento... pero dígame, si usted fuese atacada por bandidos cuando trata de proteger lo que es preciado para usted y luego en su último suspiro de vida, ve a su prometido ser herido de muerte por estos mismos... ¿No querría usted venganza?
- Si... supongo que sí – dijo ella aparentemente acongojada, pero en realidad ella solo pensaba. El Joven se había dormido junto a ella, mientras esta lo miraba pensativa – así que fue esto lo que me llamó la atención en él... amor... por amor el entregará su alma al mismo infierno... para reivindicar su amor... – ella se aleja y trepa a una rama, desde la cual lo observó un segundo para posar luego su mirada en el ocaso que cubría el cielo.
- él aún no ha cometido un pecado mayor, no ha matado a nadie aún... le ha dado las pistas al bandido para recordar quien es el que viene a vengarse... que hermoso... – dijo perdida en el sol - ... debe ser amar... debe ser algo muy poderoso... estos mortales llegan al límite de sus posibilidades y más... – deja de mirar el sol y observa nuevamente al joven - ... aún después de la muerte siguen su amor... – dijo ella mientras veía la figura transparente de una joven que se apoyaba sobre él – Así que fuiste tú quien me llamó... – dijo Kao mirándola.
La figura tomó un leve brillo azulado y aunque no emitía sonido alguno Kao entendía absolutamente todo cuanto le decía.
- ya veo... con que eso fue lo que hiciste... que raro yo escuché que el paraíso es hermoso... – dijo en tono burlón pero la figura le observó algo molesta – Pues si te has escapado del paraíso debes saber perfectamente quien soy ¿no? – La figura afirmó con un leve movimiento – y ¿por qué no le pediste ayuda a un ángel por qué a mí?... mi función es totalmente la opuesta. – la joven sonrió – lo que me pides es demasiado, no es un simple favor... me pides que incumpla mi trabajo. Yo ... no creo poder ayudarte... – con esto dicho la figura se alejó y se posó nuevamente sobre su amado, quién despertó y observó la noche que ahora lo cubría todo; y sobre el árbol a la hermosa joven que lo observaba con cierta tristeza.
- ¡ya era hora! –dijo ella
- si – respondió él mirando sus ojos y luego comenzó a caminar, ella lo acompaño hasta el pueblo.
- ¡Gracias! Por haber permanecido junto a mí – dijo él dándole la única sonrisa del día pero ella no se sentía segura de nada.
El joven tomó su espada con fuerza y se abalanzo contra su contrincante, el hombre que le había arrebatado todo..., su casa, sus parientes, su prometida... y con ello su piedad, bondad y deseo se vivir. El bandido reía mientras recibía gran parte de lo ataques pero al sentir su sangre correr cual río desbordado, su risa paró y se transformó en furia, una gran furia que no pudo sobrepasar el odio de aquel joven que el día mas feliz de su vida lo perdió todo...
El grito ahogado de un hombre resonó en los tímpanos de Kao, que observaba la escena hasta el momento divertida, pero el momento había llegado... y todos debían de tomar una decisión... el bandido arrodillado tomándose la sangrante cintura no hacía mas que mirar el suelo, el joven con su espada ensangrentada en mano lo miraba lleno de odio pero sin postura de ataque aún.
- ¿lo matarás? – pregunto algo temerosa Kao pero sintió algo que la hizo cambiar su postura – después de todo... él la mató... – la cólera subió rápidamente en el joven y cuando estaba por matarlo una lluvia de plumas inundó el lugar, una brillante luz dio aparición a una ángel muy hermosa de cabellos castaños claros y ojos color miel, ella posó suavemente su mano sobre la del joven.
- No debes matarlo... todos merecen una segunda oportunidad – dijo la ángel con una sonrisa. Pero el joven la mira con una helada ira que la hizo temblar, jamás había visto semejante odio.
- ¿Y mi Nikuni no merecía una segunda oportunidad? – preguntó él entre dientes, el ángel se sobresaltó por el rencor que empapaba sus palabras.
- ¿Quién puede ser capaz de hechizar así a un mortal?¿Quién puede jugar así con su corazón? – se preguntaba el ángel pero su respuesta se presentó sola.
- ¡Si! Nikuni mas que nadie..., sobre todo más que él. Merecía una vida llena de dicha y felicidad – dijo Kao que estaba detrás del joven y apoyaba ahora su mejilla en el hombro del mismo como compartiendo su sufrimiento.
- Tú... tenía que haberlo sospechado, quién, quién mas puede producir ese odio, aléjate de él... – dijo el ángel y tomó una lanza.
- Vamos Natzumi... no eres rival para mi, además me haces el camino muy fácil...
Battousai se encontraba parado en la copa de un árbol, cuando un sentimiento lleno de odio y sobrecargado de dolor le llegó a sus sentidos
- Esto debe ser.. ella – dijo en un susurro escuchado solo por el viento mientras con un leve movimiento desaparece.
- ¿Qué dijiste? – grita enojada Natzumi, pero es interrumpida por el grito del joven.
- ¡Ya Cállate!, no le hables así... – dijo él y le apuntó con la espada, acto que sorprendió a Natzumi e incluso a Kao, pero esta no lo demostró.
- ¡Espera! – dio Natzumi - ¿es qué acaso no te importa arruinar tu vida...? – el joven la mira pero sus ojos no estaban tan llenos de ira como antes, ahora estaban siendo abrazados por una gran tristeza.
- Mi vida terminó aquel día junto con el último suspiro de Nikuni...
Kao sintió una punzada en lo más profundo de su ser... ¿era tan fuerte aquel lazo que hizo incluso a Nikuni escapar del paraíso para velar por su amado...?¿Acaso ella hacía mal...? – su mente giraba perdida aunque su exterior seguía inmutable con su maliciosa sonrisa grabada.
Una lágrima cortó el rostro del joven, quien puso la espada en el cuello del asesino, en ese momento Kao se decidió, con su típica sonrisa se acercó al oído del joven, sus labios rozaban su oreja, lo que provocó que este se sonrojara. La sonrisa de Kao se intensificaba con cada segundo y los ojos del joven se nublaron...
- ¡Es ella...! – pensó Battousai que acababa de llegar al lugar – Sin duda es ella... solo ella puede generar tal odio en un mortal y tal irritación en un ángel – y la observó susurrar al oído del joven al borde de quebrar su alma a la desesperación, pero en eso un ángel se abalanza y da un lanzazo hacia Kao, provocando que esta se separara bruscamente del joven quien cae al suelo de rodillas, mientras que sus manos temblaban aún sin soltar la espada... – Esto es demasiado para Natzumi – se dijo a si mismo Battousai mientras se dirigía a intervenir, en realidad no estaba seguro de que ese fuese el motivo de su intervención, pero se reprochó a si mismo la duda y se acercó al joven.
- ¡Señor! – dijo Natzumi sorprendida mientras Kao los miraba divertida desde el árbol en el que se había sentado luego del ataque. Battousai sin mirarlas se dirigió al joven para hablarle.
- Si realmente se amaban, sabrás que ella no habría querido esto para ti, así como que ha de estar esperando por ti en el paraíso – esta palabra resonó en la cabeza del joven... quien le dirigió una mirada suplicante a Kao
- ¡Tu eliges Bombón! – dijo ella con una sonrisa y mirada sensual - ¡¿Satisfacción personal, o una aburrida vida celestial...?!¡¿Cuál será?!
El joven la observó detenidamente y le dedicó una sonrisa apagada para luego dejar caer su espada. Natzumi sonreía ampliamente contenta de haberle 'ganado' a Kao.
- Pero a Battousai algo no le parecía en su lugar, cualquier mortal que hubiese escuchado la melodiosa y hechizante voz de Kao aunque fuese un segundo, habría caído en sus garras y convencerlo habría sido una batalla celestial, pero este joven... ni siquiera estaba perturbado, por el contrario parecía feliz, esperaba algo... ¿Qué? – pensaba
En ese instante Kao saca su ennegrecida y filosa espada y se lanza a toda velocidad en dirección al joven, que seguía con la tenue sonrisa, Kao era veloz, Natzumi ni siquiera había notado que ella ya no se encontraba en el árbol. Battousai al verla salió abruptamente de sus pensamientos tomó al joven y saltó hacia un costado, pero su sorpresa fue mayor al ver que ese joven no era el objetivo de Kao.
- Se dirige ... al bandido – los ojos de Battousai dejaron notar su sorpresa. En un segundo el bandido cae al suelo y sus sangre se desparrama por doquier. El joven ahora en el suelo, con Battousai delante de él la miraba fijamente, con una hermosa sonrisa en sus labios, Battousai examinaba con la mirada a Kao que estaba de espaldas a ellos, aún estaba confundido con lo que acababa de ocurrir.
- ¡¡¿Qué crees que haces?!! – gritó Natzumi y de un salto se dirigió a atacar a Kao, esta por su parte chasqueó los dedos y unas cadenas salieron de la tierra e hicieron desaparecer el cuerpo y sangre del bandido. Luego con una tranquilidad que helaba los nervios, esquivó el potente lanzazo de Natzumi para incrustarle un aún mas potente codazo en el estómago que la dejó inconsciente. Luego levantó su ensangrentada espada contra ella pero Battousai se interpuso.
- ¡Suficiente! – dijo Battousai, lo que hizo que Kao hiciera desaparecer su espada.
- Muy bien, parece que nuevamente vienes a fastidiar mi cacería como lo prometiste ¿No?
- Yo no diría eso – dijo Battousai mirando fijamente a Kao – Tú... no lo llevaste al límite... es más me atrevería a decir que planeaste todo lo ocurrido...
- ¿Yo?, si claro – dijo ella se acercó a Battousai y lo mira acercando su rostro al de él, que en esta ocasión se encontraba unos veinte centímetros mas arriba, por lo que tuvo que flotar levemente – Y mañana salvaré un ángel – dijo ella sarcásticamente.
- A si... – dijo él y su fría mirada se volvió intensa mientras sujetaba a Kao entre sus brazos fuertemente – pues no se a quién tratas de engañar porque a mi no logras convencerme.
- Tu si que estás demente – dijo ella tratando de disimular la molestia que le causaba no tener el dominio total de la situación, mas el hecho de no poder escapar de su abrazo.
- Mira quien lo dice – dijo él molesto mientras la forzó a mirarlo a los ojos, esos ojos azules en los que Kao encontraba tanta paz que la exasperó..., pero vio algo más... su escape...
- Así que... quieres jugar a eso ¿verdad? – dijo ella y acercó lentamente su rostro al del arcángel para rozar sus suaves labios a los de él. Sintió como el corazón del arcángel se detenía por un segundo, y su inquebrantable abrazo se volvió más flexible, lo suficiente como para que ella se acercara a su oído le dijera una frase, le marcara un suave beso en la mejilla y se escabullera para desaparecer.
- Te ves muy sexy cuando te pones rudo – fue lo último que escuchó Battousai mientras recuperaba el latido de su corazón, quitaba la sonrisa que ella había producido en su rostro y se acordaba de respirar nuevamente – Lo volvió a hacer... – susurró casi para si. Luego volteó y vio a un ángel totalmente inconsciente y a un joven con una sonrisa y la mirada fija hacia donde ella se había desaparecido. La intriga lo carcomía así que sin mucha paciencia se dirigió al joven.
- ¡¿Qué fue lo que te dijo?!
- ¡¿Ehh?!
- No te hagas el distraído conmigo muchacho – dijo Battousai con la mirada más fría emitida en los últimos siglos.
CONTINUARÁ....
Desde ya MUCHÍSIMAS GRASIAS a TODOS por tomarse cinco minutos para LEER mi FIC, y dejarme un REVIEW. Y los que no pudieron gracias igual. paso a responder.
Gracias a las siguientes personas que en su momento me dejaron reviews ... no espero que lo vuelvan a hacer... pero me gustaría que siguieran leyendo
Kirara26
Gaby (Hyatt
Justary
Kimmy Angy
Kaoru-dono18
Mei
Marina
Adrychan
LimeKamiya
Kyone
Naoko lizi Kinomoto
Kyosuke
AMATERASU
