Hola a todos este es mi primer fic de Rurouni Kenshin espero que les guste mucho.... empiezo diciendo que es un UA y es un KenKao por lo menos eso es seguro, de aparecer luego nuevas parejas les informare....... bueno sin mas, espero les guste y también espero sus comentarios, si gustan pueden enviármelos por mail a y si quieren contactarme en l MSN también... Desde ya muchísimas gracias por dedicarle un tiempo a mi fic..

Ups! Me olvidaba de decir que Rurouni Kenshin no me pertenece, solo tomo prestados sus personajes , todos los derechos (de la serie, no la historia) le pertenecen a su autor


GALIMATÍA CELESTIAL

Por "Amaterasu Mizuhame"


-CAPÍTULO TERCERO-

"UNA AYUDA O UNA CONDENA 2"


- Yo... no puedo... – dijo el joven y miró a Natzumi inconsciente, cosa que Battousai captó rápidamente.

- No te preocupes, no diré nada. – dijo con su mirada aún fría.

- Pues... ella me dijo lo siguiente, "Nikuni ha venido a verme para que te cuide, ella ha escapado a verte... te espera en el paraíso... lugar que jamás verás si le matas..." "Ahora dime, ¿Lo matarás?,sacias tu sed de venganza pero... ¿Cambiarás unos años mas de vida victoriosa por una eternidad con tu amada?" "Yo me encargaré de él en tu lugar" ella me dijo eso... luego Usted... el paraíso nuevamente... y lo que terminó de convencerme... "¿Satisfacción personal o una aburrida vida celestial ..."con Nikuni – dijo el joven.

- Eso pensé – dijo Battousai ocultando bajo su típica cara fría y calculadora una sensación de gran satisfacción que no supo justificar.

- Ella ha de ser un excelente ángel – dijo el joven

- No, ella no es un ángel... ella es...– dijo Battousai pero calló sus propias palabras – es un demonio...

- Pues para mi es una diosa... – dijo el joven

- ¡¿Una diosa?! ¡Debe estar aún bajo su encanto...! – dijo molesta Natzumi

- Pues para ser usted un ángel se molestó muy rápido con ella – dijo el joven mientras se levantó y miró a Battousai quien le devolvió la mirada.

- Es obvio que no te veremos en problemas de nuevo – dijo Battousai.

- Claro no debo desperdiciar el obsequio de una diosa – dijo el joven se despidió con su mano y se marchó.

- Ese joven si que está perdido... – dijo Natzumi - ¿Obsequio? ¿de qué rayos habla?

Battousai la observa de reojo pero no responde absolutamente nada - ¿se encuentra bien?

- Si señor Battousai, solo algo molesta, ¿Cómo se atreve ese demonio...? Pero se a usted no le ha hecho nada ¿cierto? Porque sino...

- No, estoy bien, pero debes de tener mayor precaución, lanzarte a atacar a un oponente superior en fuerzas y experiencia así como así, no te ayudará a vivir más tiempo.

- Pero es que me molesta que ella no respete ninguna de nuestras normas... ¿cómo puede ella sentirse digna de juzgar a alguien...?

- No tengo idea de cómo son elegidos los demonios de justicia.

- Solo por el asunto de los desertores ¿no? – dijo Natzumi, Battousai la miró y esta lo interpretó como un sí, de hecho era bastante complicado saber que pensaba su señor pocas veces hablaba.

- No lo sé – pensó Battousai y luego dirigiéndose a Natzumi dijo – Me debo ir, ten más cuidado la próxima.

- Si mi señor – dijo ella feliz mientras este desaparecía en las sombras.

- En realidad, hay algo muy extraño en todo esto... es decir, los desertores eran Demonios Generales con cierto poder de juicio, mas sin embargo a ella nunca se la ha llamado así, siempre se le ha llamado Demonio de Justicia, ¿Qué cargo es ese?¿Cómo fue elegida? El Corión no me ha dicho nada al respecto aún... – pensó Battousai a la sombra de un árbol - ¡Debo ir a preguntar...!

Entre blancas paredes, Battousai junto a los Grandes Señores se encontraba deliberando...

- Bien, ¿dices que Natzumi fue golpeada luego de que esta atacara a Kao?

- Si, ella atacó molesta a Kao, quien sin reparo le devolvió el ataque.

- Mmm... ya vemos, bien, pues alejaremos un poco a la Srta. Natzumi por si las dudas – dicen los Grandes Señores y Battousai se retira hacia otra sección.

- Bienvenido a la sección archivo, en que le puedo ayudar... ¡Ah Sr. Battousai! ¿qué lo trae por aquí? – dijo una ángel de unos aparentes 40 años pero tan hermosa como una jovencita, de cortos cabellos rojizos y ojos marrones chocolate.

- Quiero todos los registros existentes de Kao.

- ¿Eh? – la mujer lo observaba sorprendida, pero aún más temerosa – pues verá Sr. Battousai, eso es...información confidencial.

- Para los ángeles, si. Más no para los arcángeles... – dijo él con una mirada fría e indagadora – ¿Qué ocurre aquí? – se preguntó Battousai.

- Ah, pero si tiene usted razón – dijo la mujer – Que tonta fui Battousai sabe perfectamente todos los reglamentos, ¡Imbécil! Ahora que hago no puedo ocultárselo, tengo que informarle a los Señores – pensaba ella mientras hurgaba en un gran mueble lleno de fichas.

- ¡¿Qué ocultas Mónica?! – dice fríamente Battousai.

- Eh...yo – ella se sorprende mucho de que él se diera cuenta, pero cuando lo mira con esa fría mirada que ella no pudo sostener supo que no podría ocultarlo más – bueno...lo que ocurre es que de Kao sólo tenemos esta ficha –

Ella le entrega a Battousai una sola hoja de color blanco con letras doradas en la que figuraban los siguientes datos: Nombre: Kao, Progenitores:------, Afiliación:------, Puesto: "Demonio de Justicia", luego había un pequeño recuadro donde debería de haber una foto, pero no la había.

- ¡¿Qué diablos?! – pensó Battousai y luego dirigiéndose a Mónica dijo – ¿Qué ocurrió con los registros de voz, cuerpo y esencia?.

- Bueno...yo no debería hablar de esto, pero tu tienes mayor rango que yo así que... – dijo ella pero notó que Galbellus la miraba cansadamente como esperando su explicación. – Bueno, resulta que no existen. Desde el instante en que nació ella ha ocultado por completo su ente utilizando distintos cuerpos, voces, y su esencia es confusa, ni siquiera su progenitora ha podido verle...

- O sea, que si saben quien es su progenitor.

- Ah... – sorprendida por sus propias palabras – bueno lo que ocurre...es que...

- ¿Dónde la encuentro? – preguntó cansado Battousai.

- Ella no le dirá nada.

- Lo intentaré igualmente.

- Ella se opuso a los ángeles, a los suyos...

- ¡¿Dónde?! – dijo molesto. Ahora ella se asusta.

- Exilio.

- ¿Qué?

- En el exilio oeste.

- Pensé que ese lugar estaba deshabitado.

- Pues lo está en su mayor parte.

- Mmm. Bien, gracias. Adiós... – dijo el rápidamente y se fue.

- Debo informar a los superiores... – pensó ella.

Battousai apareció frente a unas antiguas y enmalezadas puertas en un lugar en la tierra llamado "Paraíso Terrenal", es un exilio, un lugar donde todos aquellos que necesitan "descanso" son enviados por un determinado tiempo, mas sin embargo... este lugar un día fue cerrado por el Corion sin mayor explicación hace mucho tiempo ya... – dijo él mientras abrió la puerta frente a el e ingresó al lugar.

El sol era hermoso, brillaba en lo alto del cielo e iluminaba ampliamente el mundo, los rayos de luz entrecortaban la espesura de un bosque virgen en un sitio remoto de la tierra...

Atravesando los verdes pinos un as de luz se lanza velozmente sobre el rostro de una joven dormida sobre la rama de uno de los pinos mas robustos, llevaba un gran vestido negro de telas pesadas y gran caída desde la cintura. En el torso, el vestido se tomaba levemente, de cortes rectos ocultaba la figura de la joven; de mangas largas y anchas y cuello alto y suelto que cubría su rostro hasta debajo de los ojos; además tenía una gran capucha abuchonada que ocultaba su cabellera y el resto del rostro a excepción de los ojos. La blanca piel del rostro se calienta y sus ojos se abren, un profundo azul noche apareció, tan intenso y tentador, pero cálido y gentil a la vez, los ojos brillaban con luz propia haciendo su mirada muy llamativa, demasiado llamativa, llamando a los inexpertos viajeros a hundirse sin fin en esos mares azules profundos.

- Llegó el alba... hay que trabajar – se escucho la melodiosa vos de la joven que aún permanecía en su lugar. Rápidamente sus ojos se transformaron en un color lila, se corrió la capucha un corto cabello violeta oscuro. La joven se dejó caer de la alta rama en la que se encontraba , y toco el suelo lentamente cono si flotara; luego caminó sin apuro hasta un cristalino lago que se encontraba en medio del bosque, se acercó a la orilla y contemplando su reflejo en el mismo recuerda...

- "Acaso no te agrada tu físico... tu esencia" – al recordar estas palabras su rostro se turbó... – ¿Por qué... me molestaron sus palabras...?, ya antes me habían insinuado tales cosas... pero el fue tan directo... pero yo, solo.... yo..tengo que ir a trabajar, no tengo tiempo que perder pensando en un necio como él. – dijo y se levantó bruscamente, le dio una mirada soberbia a su propio reflejo y desapareció.

Battousai entró en el lugar sin mayor problema, el campo de energía que cubría el lugar se había disipado al entrar él. Recorrió sin éxito las instalaciones principales del lugar.

- ¡Rayos! ¿dónde esta ésta mujer? ¿dónde? – En ese instante su mirada se posa en un pergamino colgado en una pared a unos 20 metros. En él se encontraba una guía de las instalaciones del retiro – tengo que reconocer que es uno de los retiros mas grandes que he conocido, mas sin embargo he revisado toda el ala principal y no hay ninguna presencia... quedan varias instalaciones menores desparramadas... una le llamó la atención, esta se encontraba cerca de una cascada y por intuición decidió revisar esa primero.

Al llegar, observó el lugar detenidamente. De entre la tupida vegetación apareció imponente una gigantesca cascada, y a su mente vino la imagen fugaz de Sumeria Hena, pero sus pensamientos fueron abruptamente detenidos.

- ¿Quién eres y qué quieres? – preguntó una mujer de unos aparentes 30 años, de larga cabellera castaña oscura y sus ojos eran de un azul Francia muy intenso.

- Soy el Arcángel Battousai y vengo a hacerle un par de preguntas.

- ¿Sobre qué? – dijo la mujer muy seria.

- Sobre su hija...

La mujer lo mira fría y desconfiadamente.

- ¿Tu tienes acceso a esa información? ¡Me sorprendes!

- ¿Qué quiere decir? – preguntó Battousai mientras pensaba – ella parece encontrarse en perfectas condiciones, me pregunto ¿Por qué se encuentra aquí?

- Quiero decir que toda la información de mi hija es clasificada, oculta, me sorprende que la hayan permitido a un ángel joven como tú. Y si no es así, te recomiendo que te marches ahora, no sabes en lo que te estas metiendo.

- ¿Tú eres la madre de Kao?

- Sí, yo, la Querubín Tokyo soy la madre de la pequeña Kao – Battousai se sorprende por la dicho.

- Pero si es usted un Querubín como puede ella ser...

- Tú no sabes nada de esto... la historia es compleja y no tenemos tiempo...

- Dudo que puedan encontrarnos pronto.

- No estés tan seguro, ellos saben perfectamente como encontrarme, se que tienes muchas dudas... pero yo quiero que me respondas algo ¿Por qué quieres saber todo esto?

- Yo... no lo se... – dijo honestamente Battousai. Tokyo sonrió cálidamente al joven.

Tokyo tomó un pergamino blanco y lo apretó con su mano derecha mientras un brillo dorado lo cubría...

- Escúchame... hay muchas cosas que no sabes... pero te puedo asegurar que mi niña no es un ser malvado... ella solía ser muy alegre pero su vida no ha sido fácil... – dijo mientras seguía apretando el pergamino, Battousai la miraba extrañado – Escúchame... los ángeles como los demonios son existencias celestiales, los demonios no son entes oscuros... si, hay algunos que si como hay ángeles extremistas, pero no son seres sedientos de sangre... son simplemente parte del equilibrio.

- Bien, comprendo eso ¿pero que tiene que ver con ella?

- No hay mas tiempo, ahora vete o tendrás problemas... – dijo ella, mientras miraba hacia atrás.

- ¿Y Usted?

- Yo no puedo irme, hay un campo que sella mis poderes aquí, es el precio por desobedecer al Corión, pero lo haría mil veces si me dieran la oportunidad – dijo ella con una gran sonrisa.

- Puedo sacarla de aquí... – dijo monótonamente Battousai.

- ¿Eh? – Tokyo se sorprende – eres un ser extraño... pero si me voy contigo solo te traería problemas... no, yo saldré por mi cuenta... si tu estas aquí significa que algo le ocurre a Kao. Se nota que no tienes mala intención, ahora ten esto y vete de aquí.

Tokyo le entrega el pergamino que había estado teniendo en su mano, mientras Battousai sólo la observa fijamente.

- Te suplico que te vayas y que ayudes a mi pequeña, tiempos difíciles están por llegar y al igual que en toda su vida no creo poder estar allí para ayudarle – dijo Tokyo mientras sus ojos se volvían vidriosos - ¡Ve por favor!

Battousai la observa detenidamente por un momento - ¡Muy Bien!

- ¡Por favor dígale a su padre que cumpla su promesa, o yo cumpliré la mía! – dijo Tokyo con determinación.

- ¿Quién es su padre?

- ya lo sabrás...

En ese momento se sintieron un grupo de presencias llegar y Battousai desapareció sin plumas, sin viento. Luego de eso aparecieron frente a Tokio un grupo de ángeles.

- ¿Dónde está? – preguntó uno de los ángeles

- Se fue pensando que estoy loca, si eso quieres saber – dijo Tokyo con una sonrisa.

- Por supuesto que quiero saber eso...

- Pues ya lo sabes... – repuso ella algo molesta.

- ¿Aún piensas seguir por esta senda?

- ¡Si! – dijo fastidiada Tokyo

- ¿Por qué Tokyo? Tú eras la mayor de los Querubines...

- Porque hay cosas que van mas allá de la razón – dijo y le lanzó una de las miradas mas frías vistas jamás pero conocida de alguna forma... parecida a otra.

- Te ves igual a ella...

- Porque es mi hija... ¡Estúpido! – dijo Tokyo ya cansada.

- No, porque no piensas en nada, eres despiadada igual que ella.

- ¡CALLATE! – gritó y sus ojos se llenaron de furia – No vuelva a hablar así de ella o te pesará.

Tokyo se tranquilizó y luego los miró con una mirada pícara como la de Kao.

- Por cierto ¿Cuánto tiempo lo van a engañar?

- ¿De qué hablas?

- De que el Arcángel Battousai ha dejado hace tiempo de serlo, es más yo diría que hasta debería de ser un Querubín.

- Eso no lo repitas.

- ¿O qué? ¿Tratarás de atacarme? – dijo ella indiferente – Aunque esté sellado gran parte de mi poder aún puedo derrotarte arcángel Miguel.

- Ya vámonos – dijo Miguel tragándose la ira y el orgullo.

Así todos los ángeles de fueron en un vendaval de plumas blancas. El lugar recupero la paz y la tranquilidad que tenía antes de todo el episodio. Todo parecía estar igual que antes salvo por Tokyo, que no recupero la tranquilidad.

- ...Kaoru... – susurró Tokyo mientras lágrimas inundaban su rostro y voz perdida en el viento...

Un escalofrío subió por su espalda y estremeció su cuerpo....

Kao se detuvo en seco por la sensación - ¿Qué fue eso? – dijo levemente mientras observaba con sus ahora lilas ojos el cielo gris de la horrenda ciudad donde se encontraba, un leve destello azulado se hizo presente por un segundo, pero tan espontáneo como apareció se perdió en el mar lila de su iris. Bajó lentamente su mirada hasta posarla en un mar oscuro y sinuoso... horrible... constante y agobiante de mortales que caminaban en sus cárceles de cemento, como insectos encerrados en una caja... sin salida – ...sin Salida... – el susurro se escapó de sus labios mientras se veía sofocada en ese mar de gente – ... tengo que salir... salir de aquí... mas no puedo... debo trabajar... aquí y en cualquier otro lugar... – pensó.

La lluvia comenzó a caer... Battousai apareció en una moderna y gris ciudad, llena de gente sin ilusión, un lugar lúgubre en el que su presencia luminosa llamaría demasiado la atención, por lo que las gotas de lluvia que caían por su ropa la transformaron en un traje y sacón negros igual que el del resto de las personas, mientras un sombrero del mismo color cubría sus cabellos; sus ojos estaban ocultos tras unos lentes oscuros, y comenzó a caminar bajo la lluvia sin dirección aparente, mezclándose entre el complejo baile de paraguas que se perdían en distintas direcciones, como ratones huyendo de un predador natural...

- El Agua... tan pura y limpia se siente en mi cuerpo – pensó Kao – todos huyen... huyen del agua... huyen de la vida... ¡Que patéticos! – pensó mientras caminaba tranquilamente bajo la lluvia torrencial – ya casi no distingo las cosas de los mortales, son tan iguales, tan oscuros...

- Todo esto es muy complicado... ¿Por qué Kao es un demonio siendo su madre un Querubín? ... ¿Por qué el mayor de los querubines está en un retiro abandonado?...¿Por qué ella es así?¿Por qué es tan fría con los mortales? – pensó Battousai y miró a las personas que deambulaban a su alrededor mirándose entre ellos con desprecio y arrogancia – ¿Por qué los protejo yo?...¿Tendrá ella razón?...¿Será inútil darles una segunda oportunidad?...¿Por qué me cuestiono todo esto ahora?...¡¡¡¿Por qué no dejo de pensar en ella?!!!...

- No quiero ver mas... no quiero mirar mas a estas criaturas tan horrendas... – se dijo mientras cerraba con fuerza sus ojos – ... pero mis ojos me traicionan y mis sentidos también... algo me llama... me llama a abrir los ojos para ver de nuevo la tenue luz de un día lluvioso – pensó Kao mientras habría sus ojos – Un destello... ¿quién es él? – dijo en voz baja mientras se detuvo al ver un joven que venía en dirección contraria.

- Porque ella es... ¿Quién o qué es Kao? – se preguntaba Battousai mirando el cielo, para luego fijar nuevamente su mirada en la vereda, pero al ver al frente, las palabras salieron de sus labios - ¿Quién es ella? – Battousai se detuvo, su cuerpo quedó paralizado mirando a una joven de ojos lilas y pelo violeta a unos metros frente a él, la lluvia caía con gran intensidad pero nada de eso importaba – ...Su mirada... hay algo en su mirada que me es familiar y llamativo... no es el color... es... la fuerza... sus ojos... su cuerpo... su ser irradia...vida. A diferencia del resto, ella es simplemente deseo de vida – pensó Battousai al tiempo de encaminarse hacia ella con determinación.

- Su andar... su porte... me es tan familiar... pero no es eso lo que vi, lo que me llamó... es... luz... su ser ilumina el lugar... su luz me salva de la oscuridad... de este mundo que me consume... ¡Se acerca! ¡no me puedo mover! ¡me quiero ir! ... No, no es cierto... me quiero quedar... – pensó Kao

- No se ha movido, sus ojos fijos en los míos... puede verme aún tras los lentes... la lluvia nos golpea pero no es molesta... no puedo decirle nada... no logro articular palabra... solo puedo hacer esto – Battousai ofrece su brazo derecho a la joven.

- Me invita a que lo acompañe... ¿Por qué?, será otro que se ha visto cegado por la bella ilusión, ¡No!, no me ha quitado la vista de mis ojos, no logro decir nada... no quiero decir nada... y debería... nada, al cuerno... yo solo deseo acompañarle – Kao toma el brazo de Battousai

Juntos caminan en silencio, sintiéndose bien en compañía del otro... protegidos y complementados... y caminan bajo la lluvia olvidando sus problemas y disfrutando de la melodía del agua contra el suelo. Siendo abrigados del frío por el calor del cuerpo del otro.

- Caminamos largo tiempo... en silencio... no hay necesidad de decir nada, recorrimos distintas calles, pasamos mucha gente, pero a mi no me importó caminamos juntos hasta que llegamos al exterior del pueblo donde había un gran y hermoso árbol de tronco robusto, su copa era inmensa y verde... tan verde que irradiaba vida, nos sentamos en su regazo y aún en silencio mirábamos el paisaje. Algunas gotas lograban escabullirse entre la densa copa y se estrellaban en nuestros cuerpos pero no nos molestaba, lo miré de reojo y al notarlo me miró y luego de un instante de mirarnos él me sonrió... y sin poder evitarlo yo le correspondí con una sonrisa también, pero era distinta al resto de mis sonrisas, esta era de una sensación que no podía describir, pero me hacía sentir muy bien. ¿Qué me ocurre? ¡Yo no soy tan tonta! ¿Por qué no le digo nada?, lo intento pero mi voz no quiere salir – pensó Kao.

- Es extraño, pero me siento muy cómodo con ella. Paseamos largo tiempo en silencio pero fue muy agradable, no importó la gente, no importó nada... me observa de reojo... normalmente me molestaría, pero en vez de eso solo le sonreí y la miré... ella se sorprendió pero me sonrió de igual forma... miro su rostro... se ilumina cuando sonríe... sus hermosos labios se separan... como si me fuese a decir algo, pero no dice nada... esto la frustra, lo veo en sus ojos y eso me da gracia, no se ni quien es, pero todo cuanto hace me hace sonreír. – pensaba Battousai.

- ¿Quién eres? – la pregunta de Kao fue un susurro muy leve – logré preguntarle, pero es difícil si él no deja de sonreírme... ¡Diablos! ¿Por qué me altera tanto su sonrisa?... yo tengo que ir a trabajar... pero no quiero... – pensó ella mientras trataba de calmarse.

- ¿Acaso importa? – la pregunta de Battousai fue mas una afirmación que una pregunta – claro que importa, si supieras quien soy... mas bien que soy... y el riesgo al que te expones al estar junto a mi... ¿riesgo? ¡Diablos!, lo había olvidado, llevo el pergamino conmigo, aún me han de estar buscando – pensó él.

- En que diantre pienso... yo... este pibe me confunde demasiado... tengo que alejarme de él... pero quiero volver a verle.... ¡Ahh! – Sumeria estaba muy confundida por lo que decidió salir pronto de esa situación – Yo... yo tengo que irme... a trabajar... lo lamento.

- ¿Qué? ¡Diablos! – pensó él y luego se dirigió a ella – Bien, ¿Cómo te llamas?

- Acaso importa – dijo ella con los ojos cerrados mirando hacia el horizonte y un tono sarcástico teñía su voz.

- ¡Claro!, ¿Cómo quieres que te encuentre nuevamente si no se quién eres? – dijo él con sorna.

- A... pues no veo por qué no puedo saber tu nombre y buscarte yo – dijo ella mientras le miraba desafiante y orgullosamente.

- Porque no sería caballeroso – acotó él

- Pero estamos en la modernidad, no es obligatorio – repuso ella – algo en esta relación se me hace familiar y amena – pensó ella.

- Uhh... ¡Bien! – dijo él firme pero suavemente – entonces que te parece si nos encontramos aquí en... digamos ¿dos semanas? – dijo él mirándola, esa escena se le hacía familiar y de alguna forma le agradaba.

- ¡Perfecto! – dijo ella con una sonrisa orgullosa mientras se levantaba y se perdía en la lluvia al grito de – ¡Nos vemos extraño!

- Nos vemos extraña – fue lo único que pudo pronunciar mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

CONTINUARÁ....


Desde ya MUCHÍSIMAS GRASIAS a TODOS por tomarse cinco minutos para LEER mi FIC, y dejarme un REVIEW. Y los que no pudieron gracias igual. paso a responder.

Gracias a las siguientes personas que en su momento me dejaron reviews ... no espero que lo vuelvan a hacer... pero me gustaría que siguieran leyendo

Kirara26

Adrychan

Limekamiya

Kimmy Angy

MisanagiX

Gaby (hyatt

Sakura (desiree)

Mer1

Naoko lizi kinomoto

Kaoru Himura

Justary

Miyuki Kobayakawa

Kyone

Padilla()

Varng

Hitokiri Battousai 26