Hola a todos este es mi primer fic de Rurouni Kenshin espero que les guste mucho... empiezo diciendo que es un UA y es un KenKao por lo menos eso es seguro, de aparecer luego nuevas parejas les informaré... bueno sin más, espero les guste y también espero sus comentarios, si gustan pueden enviármelos por mail a y si quieren contactarme en el MSN también... Desde ya muchísimas gracias por dedicarle un tiempo a mi fic..
Ups! Me olvidaba de decir que Rurouni Kenshin no me pertenece, sólo tomo prestados sus personajes , todos los derechos (de la serie, no la historia) le pertenecen a su autor
Dedico este capítulo a: ...pues a mis BEBÉS! mis Inu-bebés que no dejan de aullar toda la noche y la mañana y me quitan el sueño YUPI! TT... xx
GALIMATÍA CELESTIAL
Por "Amaterasu Mizuhame"
-CAPÍTULO SEXTO-
"ENCUENTROS Y DESENCUENTROS"
Entre la oscuridad lúgubre y húmeda de la tierra varias criaturas deambulaban saciando su hambre de energía... de sangre... algunos se encontraban acompañados de pequeñas figuras femeninas, compañeras nocturnas que luego desaparecerían con la luz del sol...
Regados en el suelo se encontraban los desertores del infierno... patéticas entidades que sólo se dedicaban a contaminar más el mundo...
En una pequeña cueva dentro de la tierra un joven demonio gravemente herido se encontraba de pie firmemente mientras terminaba de presentar su informe...
- ¿De qué diablos me estás hablando?
- Eso fue lo que dijo... – respondió el demonio con tranquilidad.
- Ya veo... – dijo un hombre de cabellos negros cortos y ojos azul hielo – ahora sólo me queda hacerte una sola pregunta – dijo el hombre mientras miraba fríamente al demonio gravemente herido - ¿Quién diablos te ha dado permiso de atacarla?
El imponente demonio se coloca furiosamente de pie... sus ojos destellan ira... y el frío de la cueva no era suficiente para calmarlo... el herido demonio sudaba frío mientras veía a su superior, cuando decidió atacarla sabía que lo reprenderían... pero ahora que lo veía daba gracias al cielo no haber tenido la fuerza o la capacidad para herirla... ni que pensar de acabarla... de sólo imaginar temblaba...
- Yo... pues... pensé que... creí que...
- ¿Pensaste?... ¿Creíste?...¡ tu SÓLO obedeces órdenes! – dijo tomándolo furiosamente del cuello y levantándolo por sobre su rostro – ¡tú no piensas, no actúas, no respiras si no se te ordena!
Las fuertes manos se cerraron herméticamente sobre el cuello ensangrentado, presionado... los ojos comenzaban a salir de sus órbitas mientras la presión seguía en aumento... su mente estaba enceguecida... ese gusano había intentado herirla... había osado ponerle una mano encima... y lo pagaría...
El espeso líquido negro asomó lento por la boca entreabierta del demonio... dificultándole aún más la respiración... el pelinegro lo miró con fiereza mientras lo arrojaba contra uno de los muros...
- ¿Comprendiste!
El golpe seco contra el frío muro provocó una entrada repentina del aire... la tos convulsa más la respiración forzada... los ojos fríos se posaron con furia sobre el débil demonio...
- S..si...
Bien ahora en cuanto a ella... no te le vuelvas a acercar... y ni una palabra a Él... o terminaré lo que empecé... ahora vete.
Sin más que una mirada cruzada, el herido demonio se retiró silenciosa pero rápidamente... dejando a su interlocutor sumido en la oscuridad nuevamente...
Misao... sabía que vendrías en algún momento, no pensé que fuera tan pronto... – el silencio reinaba en la habitación pero su mente era otra historia... – Si sigues acercándote, es seguro que Él considere eliminarte... ¿qué voy a hacer contigo?... – Misao... – el susurro se perdió en la oscuridad... mientras su mente se perdió en los recuerdos...
Las verdes hiervas crujían a sus pies, sus pasos lentos eran acompasados con la caída de algunas gotas...
Sus largos cabellos negros cambiaban lentamente su color opaco hasta tomar un negro intenso con reflejos azules... su fisonomía fue modificándose hasta tomar la propia... las curvas se hicieron mas pronunciadas, y su tez se volvió mas cálida... perlada... sus ojos permanecieron cerrados disfrutando de los sonidos armoniosos...
Kao veía con alegría el lago a lo lejos... lentas y rojas, las gotas caían sobre la húmeda tierra... la herida era profunda, pero su furia era aún mayor...
El golpe seco de sus rodillas contra el suelo marcó el abandono total al amparo de su tierra madre... al reparador abrazo del viento fresco y a sabrosura del agua que rozaba sus rodillas... su mano liberó delicadamente la presión que ejercía sobre la herida, para abrir paso al abundante líquido rojo que brotaba incesantemente de la herida.
- Maldito Infeliz... – el susurro trascendió entre el bosque – me las pagarás...
Las imágenes del combate recorrían su mente nuevamente... la herida... si tan sólo fuese una herida física... pero no lo era... su orgullo estaba mas dañado que su cuerpo... su reputación había quedado marcada... aunque probablemente nadie lo supiese...
Aquél insignificante ángel, había logrado herirla, sí, y fue su culpa... había subestimado a su oponente... se había dejado cegar por su deseo de acabar con ella... perdiendo así la oportunidad de deshacerse de aquella fastidiosa entrometida y había resultado lastimada por un imbécil con aires de dios...
Jamás podría volver a dar la cara si no se vengaba... además... de seguro caerían cientos de quejas... el Corión estaría muy molesto... pero... ¡Hey, después de todo la estúpida esa fue quien intervino sin autoridad... le fastidió el día y para colmo de males, fastidió su blanco... de seguro el infeliz llegó como colador al infierno...
Una leve sonrisa adornó su rostro mientras limpiaba delicadamente su herida...
Pobres... que susto se han de haber llevado allí abajo – dijo conteniendo la risa mientras se imaginaba la reacción de todos.
Diablos... será una semana pesada... de seguro me sancionará... y mandarán a alguien para asegurarse que estoy cuerda...
Kao hundió su cabello en el lago y comenzó sacudirlo con fuerza para sacarlo rápidamente del mismo... dejando una estela roja en el líquido... sus manos escurrían mecánicamente las hebras mientras sus ojos se fijaron en su propio reflejo...
- "No te gusta tu físico... tu cuerpo" – la frase asaltó su mente sin aviso.
Su cuerpo se congeló en ese mismo instante mientras sus dedos se enroscaron frenéticamente entre sus hebras.
Es cierto... él también se molestará... después de todo casi mato a su noviecita... – su rostro se endureció mientras una sonrisa amarga surcaba su rostro...
Sus ojos fijos en su reflejo... las hondas del agua mecían el reflejo rojizo... sus manos soltaron el cabello y se estiraron hacia el reflejo pero se detuvo a medio camino al ver la sangre que aún tenía su piel... con furia hundió su cabeza bajo el agua...
Sus pasos lentos y seguros atravesaban la espesura de aquél bosque... sus largos cabellos rojizos eran mecidos por el viento de manera caprichosa... mientras sus ojos se deleitaban con la hermosura de la naturaleza virgen... sus verdes furiosos... sus coloridas flores humedecidas por la llovizna reciente...
El joven arcángel observaba detenidamente la hermosura y tranquilidad de aquél lugar... llegar había resultado toda una proeza... sus manos aún resentidas eran la prueba mas clara... mientras su mirada se fijaba en las telas rojas que envolvían sus manos...
- ¿Por qué diablos estoy aquí?... ¿Por qué estoy siguiendo su rastro?... si ya lo sé... decir que es porque a Tokyo se lo he prometido es una mentira estúpida... sobre todo si es dirigida a mi mismo... entonces ¿Por qué? – sus pensamientos vagaban en el mar de la duda mientras sus ojos vagaban en el bosque...
Los rayos luminosos jugaban entre las ramas verdes, robándoles brillos amarillentos... la brisa fresca chocaba contra su rostro invitándolo a seguirla... y así lo hizo su cuerpo...
Si ya lo sé... porque todo lo que a ella se refiere me embriaga en emoción, en misterio... porque cada vez que estoy cerca de ella siento que existo... siento que vivo... y deseo... si yo el arcángel de hielo que se rige por las normas... yo DESEO... lo prohibido...
Sus pasos lo llevaron hasta la orilla rocosa del lago... los cantos rodados crujieron bajo sus pies y lo despertaron del ensueño en el que se encontraba... sus ojos se abrieron sólo para congelar su cuerpo...
A unos escasos tres metros de distancia se encontraba la criatura mas hermosa que él había visto jamás... sacaba su cabeza del lago y sus largos cabellos desperdigaban gotas de agua en derredor dándole un toque mágico... pero lo que más le impactó fueron sus ojos... sus hermosos ojos azules... de un azul imposible de definir... una mezcla entre el azules intenso y el azul marino... demasiado únicos... y a la vez tan conocidos...
- Kao... – el susurro escapó a sus labios, estaba seguro de que era ella porque allí estaba esa extraña inquietud otra vez... esa sensación que le hacía olvidar incluso el dolor de sus manos... el motivo que lo arrastraba a ese lugar... lo olvidaba todo...
Sus ojos se abrieron desmesuradamente al verle... había escuchado un ruido bajo el agua por eso había salido... esperaba encontrar algún animal salvaje merodeando pero jamás se imaginó verlo a él...
- ¿Qué hace él aquí?...¿A qué ha venido?... ha de estar molesto por lo de Tomoe... pero yo... ¿es que espera una justificación acaso? ...jamás... jamás me retractaré... – su mente seguía en un mar de incógnitas producidas por su sola presencia – ¿Qué quiere?... ¿Por qué no dice nada?... ¿Por qué me mira así? – sus ojos se tensaron ante la realidad que impactaba su mente... ella tenía su verdadera forma y su esencia estaba desplegada y serena... ella estaba descubierta.
Un escalofrío surcó su mente y descendió hasta su pecho ante la magnitud de la realidad que la golpeaba con violencia... una gran presión usurpó su pecho dificultándole la respiración... todo lo que había estado ocultando por años... todo se vino abajo en un segundo... el dolor, la ira, la frustración iban y venían en oleadas...
Y allí estaba él como una estatua mirándola... sin decir palabra... es que acaso tanto placer le daba haberla descubierto... tan siquiera tenía una mínima idea de lo mucho que esto la hería... y todo ¿Por qué?... por culpa de esa estúpida... las lágrimas amenazaban con aparecer, pero ella no las dejaría salir, jamás...
- ¡Felicidades! – gritó arrogante mientras se ponía de pie... derecha y firme frente a él – Acabas de descubrirme... – dijo con un furiosa frialdad – así que puedes responderte tus dudas sobre mi físico y mi esencia...
- ¿Qué¿De qué está hablando? – se preguntó Battousai despertando del ensueño en el que se encontraba.
La mente de Battousai trabaja al máximo de su capacidad tratando de encontrar sentido a las palabras de Kao... buscaba en su memoria frases relacionadas a ello pero no lograba dar con nada, hasta que el recuerdo del último encuentro con ella pasó por su mente una décima vez... y el comentario de su parte se remarcó en la mente...
No me percaté que la había lastimado... ni siquiera me di cuenta... como podía saberlo... – Pensaba él cuando se vio abruptamente interrumpido.
- ¡Pero bueno, no te hagamos esperar más... – dijo ella con una sonrisa macabra en el rostro – si viniste por mi cabeza más vale que comencemos pronto o jamás terminaremos... aunque sinceramente creo que mi cabeza es un precio demasiado alto por la estúpida de Tomoe, después de todo, apenas y la toqué... – dijo intensificando su sonrisa.
- ¿Tomoe? – repitió completamente descolocado el arcángel - ¿De qué diablos estás hablando¿Qué le hiciste a Tomoe? – Preguntó serio Battousai.
- ¡Hipócrita! – respondió furiosa Kao.
Los sentimientos confusos molestaban sobremanera a Kao, no le gustaba la sensación de desamparo, la odiaba... odiaba tener que estar con ese sujeto en este momento... odiaba a esa estúpida que siempre la fastidiaba... odiaba a Saitou... pero por sobre todo lo odiaba a él... a él que la había descubierto... a él que la había despojado de toda seguridad... a él que lograba confundirla siempre... y que ahora encima tenía el descaro de mentirle asquerosamente en la cara...
La ira como maremoto acalló la tormenta de emociones... opacó absolutamente a todas... dejando en su lugar una gran calma... que estalló cual tormenta en el exterior... la negra espada se materializó en su mano para dirigirse con velocidad pasmosa hacia el arcángel frente ella...
La oscuridad era reinante... los muros brillaban rojizos ante la luz tenue de las antorchas... pero aún eran muy pequeñas para poder vencer la pesada oscuridad...
La delicada figura femenina se deslizaba ágilmente pero lentamente a través de los pasadizos de roca... sus manos inquietas registraron las piedras de la pared y se desprendieron de ella velozmente al sentir el frío...
Sus manos temblaban levemente por el frío renuente a abandonar su piel... pero tenía que admitirse que la idea de que la llamasen no le daba mucha seguridad... Llegó a la imponente puerta de madera color sangre que representaba al gobernante del inframundo...
- Lord Saitou – saludó formalmente la joven mientras sus largos cabellos negros se balanceaban a un lado de sus caderas - ¿Mandó llamarme?
- Si – la respuesta fría y seca, provino del interior del recinto – pasa.
La joven ingresó al recinto a paso tranquilo y marcado... siendo analizada completamente por su interlocutor desde que entrara... su porte era envidiable, su estatura era la promedio de las mujeres, pero sus ojos verdes-azulados eran algo único... y su carácter sin duda alguno era algo particular... las mujeres demonio suelen ser muy peculiares, ninguna se parece a la otra, pero esta joven en particular era despreocupada y desinteresada... completamente alegre y perspicaz...
Los rojos ojos de Saitou la escudriñaban fríamente, analizando como era posible que Kao y esta joven pudiesen coexistir... eran completamente opuestas... físicamente no podría saberlo... pero como entes y subordinadas... eran dos cosas distintas...
- ¿Dígame en qué puedo ayudarle? – preguntó cortés la joven ante el continuo silencio de su superior.
- ¡Quiero que me informes como va el asunto de los traidores! – respondió fríamente Saitou quien continuaba analizando cada detalle de su reacción... había notado la tensión que traía desde que entró pero pudo percibir perfectamente el respingo en sus ojos cuando mencionó el tema.
Pues de momento no tengo información mi Lord. – sus palabras fueron rápidas y seguras en apariencia. Pero en su mente el caos comenzaba a tomar forma - ¿qué hago? no puedo decirle que Aoshi se fue por voluntad propia... ni que buscan a Kao... mucho menos que dejé escapar a uno de ellos... ¡diablos!
- Ya veo – dijo sarcástico el hombre de larga cabellera negra – ¿Sabes por qué decidí ponerte a ti en esta misión? – preguntó mientras encendía un cigarrillo.
- No – contestó fríamente la joven.
El diablo se acomodó mejor en su trono mientras miraba fijamente a la joven frente a él... una sonrisa arrogante inundó su rostro mientras aspiraba lentamente el humo del tabaco.
Porque se suponía que luego de Aoshi eras de las mejores en buscar información... además que esperaba que la venganza te motivara un poco... pero si me equivoco suelo repararlo de inmediato.
No se equivocó... yo puedo con el trabajo.
Saitou miró fijamente a la joven... sus ojos tenían un extraño brillo entre desesperación y firmeza que no pudo identificar... pero de todos modos notaba la tensión que sus manos ejercían en ella misma... algo ocultaba...
- Si no tienes nada para dentro de una semana te quitaré del puesto y enviaré a otra persona.
- Si mi Lord... – respondió mas tranquila la joven.
Sus nervios aún estaban alterados... solía ser muy buena mentirosa, pero Saitou era otro asunto, ahí no solo estaba mintiendo estaba faltando al reglamento... y mintiéndole al máximo superior... sin contar con que Saitou tenía una habilidad especial para detectar mentiras... un sentido especial que nadie podía burlar... salvo Kao...
Pero aún debía mostrar su entereza, sus pasos firmes la llevaron hasta la puerta donde su mano se acercó al picaporte temblorosa, maldijo a su cuerpo por temblar... abrió la puerta firme, dispuesta a marcharse cuando la voz interrumpió...
- Misao... – Misao se detuvo en el marco de la puerta y se giró levemente para mirar a su superior – Recuerdas que estás de nuestro lado... y que ocultar información es una falta muy grave ¿cierto?
- S..si mi Lord – La respuesta aunque comenzó algo confusa, fue firme y confiada. Y sus ojos mostraban gran fuerza.
- Bien, márchate. – respondió el Diablo para volver su atención a los papeles desperdigados sobre su escritorio.
La joven salió lentamente y una vez del otro lado de la puerta cerrada corrió a gran velocidad alejándose de aquél lugar... acababa de cometer una falta mayor... acababa de mentir a su superior deliberadamente... ¿y todo por qué¿Por qué?... por él... por un ser abominable que la había abandonado sin reparos... por la posibilidad de salvarlo...
¿Salvarlo? que tonto se sentía siquiera pensarlo... tan ingenuo... además debía alertar a Kao... ¿Por qué no le había dicho a Saitou sobre ella?... porque probablemente él mandaría encerrarla... y ahí si que habría problemas... pero... ¿Y si ella también se iba¿Y si ella también la abandonaba?... sus piernas cansada se rindieron sobre lo que sería su cama... aquél espacio que solía reconfortarla... pero ya no más...
Su casa... aquél hogar donde debería haber estado él junto a ella... se encontraba en la parte superior del inframundo... una casa regular... si la miraba bien, no se diferenciaba mucho de las humanas... salvo porque en esta dimensión no disfrutaban de la luz del sol... por eso envidiaba a Kao... porque ella se animaba a vivir en el mundo terrenal... su ilusión era mudarse allí pero Aoshi había preferido ese lugar... como había preferido largarse ahora al mundo terrenal... que absurdo se escuchaba...
Era cierto... Aoshi no gustaba de aquel mundo... entonces...¿Por qué se fue?... también era cierto que los demonios no son fanáticos de la luz solar... por lo menos no para descansar... esas eran algunas pistas que le ayudarían a encontrarlos... a encontrarlo... aún no sabía a ciencia cierta que sentía por él... ni como reaccionaría... los sentimientos eran muchos y opuestos... lo amó... muy probablemente aún lo hacía... pero lo resentía... mucho... y ese resentimiento podría convertirse en odio... pronto...
Te voy a encontrar Aoshi aunque sea lo último que haga...
La luz era clara como el día y se reflejaba en las grandes puertas... dos inmensas hojas resguardadas desde las mismas por dos inmensos dragones grabados... uno blanco y el otro color borra-vino... brillantes... de mirada penetrante, parecían cobrar vida...
Un leve escalofrío atraviesa su columna mientras avanza hacia ellas... las mismas se abren levemente para que a paso moderado la pequeña figura las atravesara...
El camino era conocido, mas sin embargo nunca se acostumbraría al murmullo constante que inundaba el lugar... a lo lejos entre el quejido de las almas podía escuchar algunas cadenas arrastrarse por el suelo... atrapando su mente... y su curiosidad.
- Hola – una voz suave y delicada inundó sus tímpanos.
- HOLA – dijo el joven con mucha alegría ante la hermosa ángel que se paraba frente a él...
De entre las almas errantes una delicada joven de cortos cabellos marrones y ojos color chocolate le miraba intensamente... su delicado cuerpo estaba recubierto por un vestido blanco, ligero y pulcro...
- ¿Qué te trae por aquí el día de hoy Yahiko-kun? – preguntó la joven respetuosamente sacándolo de su ensoñamiento.
- ¡Ah, pues mi maestro se encuentra ocupado en estos momentos por lo que no puede darme mis lecciones... así que he sido enviado aquí para que se me asigne un suplente temporal... – repuso el joven con una sonrisa – Tsubame-san, hace tiempo que no estoy por aquí¿Crees que puedas llevarme con Megumi-sama?
- Por supuesto que si – respondió contenta la joven mientras tomaba su mano para guiarlo a través del transitado lugar...
Caminaron largo tiempo evadiendo cientos de almas... las blancas paredes pasaban a su lado rápidamente, habían girado hacia varias direcciones, tantas que ya ni las recordaba... hacía tiempo que él no pisaba ese lugar, no desde que había comenzado a entrenar con su maestro... pero siempre lograba pasar por la puerta para saludar a la joven que le guiaba en este momento...
Sus ojos se deleitaban observando el leve revuelo que la corrida provocaba en los cabellos marrones... como sus ropajes se mecían dándole un aire místico...
La joven se detuvo frente a unas puertas blancas... se giró y le dedicó una sonrisa, despertándolo de su observación, un leve sonrojo cubrió su rostro... ella al verle tan cerca también se sonrojo levemente pero se giró y tocó levemente la puerta.
- Adelante... – la delicada voz de una mujer se escucha desde el interior invitándolos a pasar.
- Buenos días Megumi-sama – saludó respetuosamente Tsubame mientras ingresaba al recinto seguida por Yahiko.
- Hola Tsu-chan ¿Qué ocurre? – dijo la mujer mientras levantaba la vista de entre un montón de registros y papiros; para fijarlos en el joven junto a su alumna y sonreír ampliamente ante el sonrojo notorio de ambos.
- Bueno... disculpe la molestia señora pero me he encontrado con Yahiko en la puerta y me pidió traerlo ante usted y... – la joven hablaba tímidamente y algo apenada...
- No te preocupes Tsubame, gracias, ya puedes retirarte – dijo a la ángel quien con un movimiento delicado se despidió de su maestra y se retiró del lugar seguida por los ojos marrones de un joven ángel.
Una vez que la joven había salido del lugar, los ojos de Yahiko no se despegaban de la puerta, lo que causaba mucha gracia a Megumi, siempre había notado cierto cariño entre los dos jóvenes ángeles desde que comenzaran el entrenamiento en ese mismo lugar, pero estos no se decidían a hacer nada y ella se divertía mucho a su costa.
- Bien joven Yahiko dígame ¿Por qué se encuentra usted en "La Muerte", no creo que para ver a la joven Tsubame hubiese hecho semejante enredo ¿o si? – preguntó suspicazmente.
- ¡NO! – repuso rápidamente el ángel – He sido enviado aquí para que se me asigne un suplente temporal para mi maestro.
- ¿Para Battousai? – Preguntó llena de curiosidad – ¿Le ha ocurrido algo a él? – su voz se cargó de preocupación mientras sus ojos escrutiniaban al joven frente a ella.
- No, sólo esta ocupado en una asignación – respondió el joven escuetamente.
- Vaya ya me asustabas... y cuéntame ¿cómo se encuentra mi arcángel favorito¿Qué es lo que está haciendo ahora?
- Lo lamento, pero no estoy en la libertad de hablar al respecto – contestó seriamente el joven.
- Ya veo... – dijo algo decepcionada pero seria – de seguro ha de ser con respecto a Kao, se rumorea por todos lados que es un gran problema – dijo la joven mirando fijamente las marrones pupilas del joven frente a ella analizando cada reacción...
El joven ángel miraba fijamente a la hermosa mujer frente a él, tenía largo cabello negro que caía cual cascada a su espalda mientras sus prendas blancas se ajustaban a su curvilínea figura... sus pupilas color miel lo miraban fijamente... y el joven no pudo mas que tragar seco ante el escrutinio de la mujer arcángel...
- Bueno, mejor empezamos con tu suplente ¿verdad? – dijo la joven revisando en una planilla – Ah pues, tu suplente es... – Una sonrisa se marcó en el rostro de la joven mientras Yahiko la miraba con desconfianza – Sanosuke.
- No otra vez...
La oscuridad era reinante... los sonidos eran distorsionados por la estructura natural del lugar... la luminosidad era escasa y de color rojizo... las pequeñas antorchas no alcanzaba para iluminar correctamente a los habitantes de ese lugar...
Las paredes de piedra rugosa, absorbían parte del sonido... dejando sólo un ininteligible sonido grutal... las chispas rojizas se deslizaban por la pared marcando de negro su agónico recorrido...
Una indiscreta chispa roja volaba velozmente... descendiendo en su agónico incendio... hacia una blanca tela... pero antes de llegar a destino una palma blanca la atrapo...
Yo vengo cumpliendo mi parte del trato... pero no veo que tu puedas cumplir la tuya – dijo el joven de vestimenta blanca mientras abría su palma para dejar caer las cenizas de ella.
- Por supuesto que puedo... pero a diferencia tuya, yo se que no puedo atrapar a esa presa de frente... – respondió el otro integrante de la gruta, sus vestimentas eran de color negro con bordes rojo sangre...
- ¿Si, pues, a mis ojos estás muy lejos de poder conseguir lo que he pedido y hasta que yo no tenga la certeza de que tienes lo que pido, no sabrás absolutamente nada de Katzura y Saitou... – dijo el joven mordazmente mientras sus blancos ojos brillaban con la luz de las antorchas.
- Bien – la furia era evidente en los ojos rojos del portador de las vestimentas negras – entonces no se como es que piensas obtener a tu pequeña mariposa... por si no lo recuerdas está en el bando opuesto... en el mío...
- Tú ya no tienes bando o se te olvidó Shishio... – sonrió con sorna el joven de ojos negros.
- Pues si te descubren tú tampoco lo tendrás pequeño Enishi... – dijo observando a través de sus cabellos negros la ira creciente en los ojos de su interlocutor... – pero nada de esto tiene porque salir mal... si tú me ayudas, serías el jefe de los ángeles... y podrías hacer lo que quieras...
El joven de ojos negros analizaba su proceder con cautela... y con calma pues estaban en un lugar seguro... Fuera de aquella cueva un largo laberinto se extendía en la oscuridad... varios kilómetros de piedra la separaban de la superficie haciendo de ella un lugar espléndido para esconderse...
Pero ni la inmensa oscuridad fue rival de aquél intruso acostumbrado a la misma... se fundía con ella y se hacían uno para obtener su objetivo... por días había estado siguiendo pistas... y ahora estaba cerca...
- Así que es aquí donde se reúne Shishio con los desertores... – la figura femenina se apoyó contra la pared de la cueva tratando inútilmente de escuchar cuanto decían dentro, por lo que tomó la arriesgada decisión de asomarse a ver – ... ese... no es ningún desertor... ese es un traidor – pensó la joven mientras trataba de escuchar sin resultado.
Un ruido llamó su atención.. la joven se alejó de la entrada de la cueva refugiándose en la oscuridad... cuando sintió una presencia conocida... demasiado conocida... pero no podía ser, no quería que fuese... cuando escuchó la voz...
- Así que eras tú Kamatari – la voz aterciopelada heló la mente de la espía... recuerdos inundaron su mente... y el frío de la traición cortó su divagación.
- Yumi... no pensé volverte a ver... no en esta vida – dijo la espía mostrando sus cortas hebras marrones que brillaban tenuemente con la iluminación de las antorchas mientras su piel mostraba su trigueña tonalidad... sus pupilas marrones, sin embargo, brillaban ante una luz diferente... brillaban de ira... de odio... de sed de venganza – Traidora...
- Auch... porque ese trato tan frío – dijo Yumi mostrando su figura curvilínea que no envidiaba a la de Kamatari, de tez trigueña mostraba un brillo orgulloso en sus pupilas marrones, enmarcadas en una fulgurante cabellera caoba que llevaba atada en un rodete – ¡Hermana!
- ¡No lo digas... jamás lo vuelvas a decir, tú y yo ya no somos hermanas... dejamos de serlo en el mismo momento en que traicionaste a nuestra gente...
- No hay "nuestra gente"... eso no existe... pero esto ya no tiene sentido ya lo hemos discutido y tú elegiste... asumo que no has cambiado de parecer... lo que te convierte en una espía a la que tengo que eliminar... que dilema ¿verdad?
- ¡Ya deja de hablar! – gritó furiosa Kamatari lanzando contra su hermana una esfera de energía violacea...
- Uhhyyy pero si te has puesto más fuerte hermanita... – decía Yumi con sorna habiendo sido ella quien ganase siempre los entrenamientos entre ellas.
- Yumi esquiva el ataque lanzando el propio de color rojo, que termina con el mismo fin... esquivados varios ataques mágicos, comienzan un ataque físico... Yumi empuña su espada samurai de color gris oscuro, mientras Kamatari empuña una espada larga de doble filo negra.
- Veo que decidiste cambiar de arma... no se porqué, eras muy buena con las espadas cortas...
- Es muy sencillo... porque desde que te fuiste, te olvidé... como maestra... como amiga... y como hermana – dijo calmadamente Kamatari mientras veía cierto dolor en los ojos de la que fuese su hermana.
- Me parece muy bien... en ese caso terminemos con esto...
Ambas comienzan ataques rápidos y sucesivos... obteniendo pequeñas laceraciones en sus oponentes... sus ritmos cardíacos acelerados al igual que sus respiraciones... los recuerdos de antiguos entrenamientos inundaban sus mentes... recuerdos de alegría y compañerismo que habían quedad en el pasado ya... por él... ambas lo sabían aunque Yumi no lo admitiera frente a su hermana ambas sabían que ella lo había dejado todo por Shishio...
La sangre de Kamatari marcó la pared cuando su hermana atravesó su hombro... Yumi sonreía ante la que sería su victoria, cuando sintió el frío metal incrustarse en su pierna y atravesarla... la sangre inundó el suelo mientras ambas retiraban sus espadas por inercia... Yumi no lograba mantenerse de pie, su hermana había desgarrado su muslo... mientras que Kamatari con el brazo izquierdo colgando inerte sostenía su espada sobre la garganta de su hermana...
Desde el lugar donde estaban reunidos Shishio y Enishi se escuchaban sonidos acercándose... él venía por su hermana... su mente la traicionó recordando su infancia junto a la joven que estaba por matar... aquélla que la protegía de todo... la misma a la que ayudó y alentó a declarársele a ese hombre... ella había derrotado a su hermana... había vencido... y debía matarla... por traición... por desertora... pero seguía siendo su sangre, y los recuerdos de la persona que solía ser le impedían poner fin a su vida...
- Será mejor que te vayas... ya terminaremos esto... te he dejado con vida en nombre de la hermana que solías ser... – dijo fríamente Kamatari – no vuelvas a levantarte contra mí... la próxima no recordaré quien eres, ni quien fuiste...
Kamatari se dio la vuelta sin mirar a su hermana, y caminó a paso firme hacia la oscuridad del laberinto grutal... sabía que había hecho mal en dejarla con vida, pero de momento no se encontraba en las circunstancias indicadas para hacer más... aunque juntase la fuerza para negar a ese ser como su hermana y matarla... no tendría la fuerza suficiente luego como para huir de Shishio.
- Her...mana – susurró Yumi sin fuerzas mientras veía la figura de su hermana desaparecer entre las sombras.
Había perdido dignamente..., su hermana la había sobrepasado... el sello del infierno había reducido sus poderes mágicos, pero eso no reducía su habilidad con la espada... y pese a ser feliz junto a él... había dejado una parte de ella con su hermana... y ahora cuestionaba su accionar... aún recordaba cuando ella y su hermana entrenaban para ser las mejores en su campo... siempre juntas... y ella la había traicionado, no a su gente, no, ella había traicionado a la única persona que siempre estuvo allí para ella... si, Kamatari era mejor hermana que ella, había confiado en ella, le había guardado el secreto de su traición con la esperanza de que reaccionara y aún así no lo pensó y se fue... ahora comprendía el gran amor de su hermana, y el daño que debía haberle hecho... ahora comprendía el odio que reinaba en las pupilas marrones de su hermana...
- lo siento... – fue lo último que sus labios ensangrentados pudieron decir antes de caer inconsciente.
Las paredes frías... las antorchas pequeñas y rojizas que luchaban contra la inmensa oscuridad... y el silencio... un paisaje conocido y a la vez muy parecido a otro... a otro que acababa de visitar... y recordaba vívidamente cuando cerraba sus ojos... las antorchas se volvían manchas borrosas ante los ojos inundados por las lágrimas renuentes a desaparecer...
Kamatari se encontraba frente a las puertas más temidas del infierno... estaba frente a las puertas de el Gran Lord Saitou... y estaba por hacer lo que debió hacer hace mucho tiempo... ¿o tal vez no?
- Señor... – dijo la joven al momento de tocar la puerta.
- ¡Adelante! – respondió el demonio y momentos después la joven se aparecía frente a él, su túnica negra se encontraba desgarrada en varias partes y teñida de sangre, además su brazo parecía seriamente lesionado – Kamatari... ¿Qué has averiguado?
- Señor, en una gruta en la costa del Ártico, he descubierto a Shishio en reunión con un traidor señor...
- Bien¿y quién es el traidor? – preguntó el demonio, en espera de algún nombre de sus subordinados.
- El Serafín Enishi señor – respondió la joven lo mas firme que le fue posible pero estaba perdiendo mucha sangre y estaba por perder la conciencia.
- ¿Estás segura de lo que dices? – Saitou miraba seriamente a la joven pero al ver su condición supo que no estaba bromeando. Después de todo el problema no era sólo de su lado de la cancha – ¿él te hizo esto?
- No señor – respondió la joven, a su mente venía el recuerdo de su hermana pero no tenía intención de mencionarlo.
- ¿Y? – Preguntó y ante un nuevo silencio acometió con una orden – ¿Quién te hizo esto?
- Mi hermana, señor. – respondió la joven llena de ira.
Saitou pudo ver en sus ojos la ira, y el dolor que sentía su subordinada ante aquella traición... recordaba perfectamente el excelente dueto que hacía junto a Yumi... esa era una pérdida grave, no solo por el nivel de la guerrera que perdió sino por el daño que causó en las guerreras que se quedaron. Saitou admiraba la determinación de Kamatari ante lo que tuvo que pasar, pero no mostraba ninguna preferencia por ello.
- Bien puedes retirarte, ve a que curen esa herida necesito de todos mis guerreros en perfectas condiciones.
- Si señor.
CONTINUARÁ...
Desde ya MUCHÍSIMAS GRACIAS a TODOS por tomarse cinco minutos para LEER mi FIC, y dejarme un REVIEW. Y los que no pudieron gracias igual. paso a responder.
Gracias a todas las personas que me dejan sus reviews y las que leen el fic me alegra muchísimo saber que les gusta y me insita a seguir escribiendo espero que este capitulo les haya gustado... desde ya muchas gracias y disculpen por sobre toda la demora.
Justary-san Gracias por seguir leyendo amiga mia TT espero que este tambien te guste besos y suerte
Luna Kyouyama Si TT gracias, espero que disfrutes de este capitulo, y espero por sobre todas las cosas ¬¬ olvides mis demoras je je
Mer1 SIP! me has descubierto cambie de cuenta por motivos complicados bueno besos y espero que te guste este capitulo
GabyHyatt jejejeje sigue leyendo y sigue deduciendo espero te diviertas con este capitulo te dejara mas pistas creo
Kaoruluz No se que ha ocurrido pues tenia marcado que los aceptara en fin gracias por avisar de inmediato lo modifico.. besos y suerte disfruta el capitulo.
Onashiru Okanami A mi tambien me gusta la sangre creo que se noto y adoro lo dulce por lo que espero te haya gustado... este tambien suerte
kaede Shirakawa pues la verdad ni idea se me complica investigar... (asunto cambio de nick) por lo pronto disfruta de este capitulo.
Miyuki Kobayakawa AMIGA! TT perdon perdón perdón... si la uni me tre loca pero ya aquí esta! espero que te agrade y muchísimos besos
Hitokiri Himura20 GRACIAS! espero que disfrute de este capitulo!
Dark Natt Espero que sigas leyendo este fic y que te siga emocionando. Besos y suerte.
Aome U si se que se le ha perdido la pista me alegra que lo hayas encontrado y con gusto cuando quieras me mandas un mail si ocurre algo de acuerdo? yo con mucho gusto te lo respondere
Kaoru Homiura SIP gracias por leer espero que continúes!
Tania Espero que este capitulo tambien sea de tu agrado
Arashi8 Claro si me da tiempo de portarme mal te aviso de inmediato! y muchas gracias por tus comentarios me cuesta bastante tener una escritura pues casi siempre la re-leo y borroo y vuelvo a empezar... U pero en fin buscare tu fic y estaras escuchando de mi !
Kao-Ryu gracias por interesarte tanto en mi fic! me alegra muchísimo! y lo sigo solo que con algunos contratiempos! Sigue leyendo!
