Hooolaa, ... como están todos espero que muy bien.... esto quiero comentar que va a ser un R&A porque es la pareja que mas me gusta de la serie...... ahhh si es un UA.... je je por lo que las personalidades pueden variar un poco pero voy a tratar de conservarlas lo mas parecidas a las de la serie.... bueno sin mas, espero les guste y también espero sus comentarios, si gustan pueden enviármelos por mail a ... Desde ya muchísimas gracias por dedicarle un tiempo a mi fic..
Ups! Me olvidaba de decir que Ranma½ no me pertenece, solo tomo prestados sus personajes , todos los derechos (de la serie, no la historia) le pertenecen a su autor
LIFE TO THE WIND
Por "Amaterasu Mizuhame"
-CAPÍTULO PRIMERO-
"NOS CONOCIMOS"
El sol apareció por la ventana llevándose consigo los vestigios de sueño, de paz..., Akane se incorporó rápidamente, era apenas el alba pero ella debía de ponerse en camino enseguida si no quería tener ningún tipo de inconvenientes. Pediría el desayuno para llevar, no quería parar en un buen rato por lo que pediría un desayuno gigante.
Terminó de pagar y se subió a su auto, arrancó y puso el radio. El radio era como su terapia, la música la tranquilizaba, de alguna manera le alegraba el alma, si bien alguna canción la ponía melancólica por lo general la mayoría la ponía de buen humor y eso era lo que necesitaba ahora, descansar, tranquilizarse y comer muy bien, no debía perder fuerzas ni nutrientes, no ahora...
Salió del hotel con una gran bolsa que contenía un desayuno como para todo un regimiento, al gerente le había caído bien por lo que se aseguró que tuviera un desayuno de reyes. El cielo se estaba despejando para cuando llegó a la estación de servicio más cercana donde llenó el tanque, su plan era viajar lejos, no tenía destino fijo pero estaba segura que viajaría lo mas lejos que su bolsillo le permitiera, buscaría un hermoso lugar donde poder vivir una vida tranquila, donde poder tener una familia en todo el sentido de la palabra y no sólo una fachada.
El cielo estaba mostrando sus primeros rayos luminosos, esperanzadores, y en la carretera un auto gris plata con música a todo volumen se encuentra surcando el pavimento a unos 140km/h. Su conductora maneja perfectamente esta velocidad, se encuentra tranquila mirando el horizonte, sintiendo el viento con la palma de su mano... mientras recuerda el incidente de la noche anterior en la carretera. Todo por estar pensando en él... recordando aquel día... como maldijo aquel día...
No, no era cierto... si no hubiese sido así no habría vivido todo lo que vivió, ni conocido a la gente que conoció, ella era en parte producto de haberlo conocido y amado como lo hizo...
----------------------- Flashback -----------------------
Era un día soleado de verano, Akane con unos 18 años se encontraba en su trabajo como instructora de alpinismo, ella era muy joven pero muy buena alpinista, había ganado algunas competencias y como ella había aprendido en ese instituto no dudaron en contratarla. Pero ella realizaba su trabajo perfectamente, recién comenzaba la temporada alta y muchos turistas inexpertos comenzaban su entrenamiento, a ella se le asignaba un grupo de veinte personas, por lo general con un grupo tan grande se entregaba a dos instructores pero a ella no le representaba problema controlarlos, y venía haciéndolo durante un par de años ya. Pero ese año sería diferente, ese año ingresó un nuevo instructor.
- ¡Akane! – la llamó el jefe de instructores – ¿podrías venir un segundo?, tengo que presentarte a alguien – dijo al tiempo que Akane se dirigía hacia él, su clase estaba por comenzar y a ella no le gustaba llegar tarde, su padre le había enseñado que el instructor debe de dar el ejemplo.
- Señor Tetsuo, ¿puedo pasar? - preguntó Akane mientras entraba en la oficina del jefe. Y ahí vio a un joven alto de cabello negro trenzado que estaba de espaldas a la puerta, por lo que no pudo ver su rostro.
- Ah... si pasa Akane, quiero presentarte a Ranma Saotome, él es un nuevo instructor, será tu compañero espero que no tengas problemas – dijo con una sonrisa el jefe mientras señalaba a Ranma que hasta ese momento seguía sin voltearse.
- Por supuesto que no hay problema – dijo Akane mientras se giraba hacia Ranma – Akane Tendo, mucho gusto – dijo ella al tiempo que le extendía su mano para saludarlo. Él se giró hacia ella, y clavó su mirada en sus ojos.
- Ranma Saotome, encantado – dijo él perdido en sus ojos de topacio pero tomando su mano para saludarla. Ella se sentía totalmente perdida, en algún momento había perdido el suelo y no sabía exactamente cuando. Pero cuando Ranma tomó su mano lo único que pudo hacer fue sonreír.
- ¡Bien!, veo que no habrá problemas, Akane que tal si lo llevas con los alumnos – dijo el jefe. Que no se había dado cuenta de la situación de los jóvenes.
- ¡Claro!, sígueme ¿de acuerdo Ranma? - preguntó Akane mientras salía de la oficina agradeciendo a los dioses que su jefe no se haya dado cuenta de lo tonta que había parecido en ese momento.
- ¡Si! – dijo Ranma monótonamente, aún no entendía que rayos le había ocurrido, no sabía porque en cuanto la miró a los ojos se perdió en ese mar color miel, y su sonrisa terminó de cautivarlo, sin bien era en parte la sorpresa de esperar a una mujer adulta y le aparecía una joven menor que él, sin contar que era hermosa. ¿Hermosa? ¿de dónde salió eso?
- ¡Hola a todos!, quiero presentarles a mi compañero, él será al igual que yo, su instructor, él es Ranma Saotome – dijo Akane mientras les mostraba a sus alumnos de quien hablaba.
- Hola, yo soy Ranma Saotome, mucho gusto – dijo educadamente con una leve reverencia. Todas las jóvenes quedaron totalmente encantadas con él, y se le acercaron sin tapujos haciéndole toda clase de preguntas, aunque ninguna sobre alpinismo. Akane sentía que su sangre hervía, pero no haría ningún escándalo, él no era nada de ella, apenas y lo conocía, se dijo a si misma. Pero la paciencia se estaba acabando.
- Bien, ¿comenzamos la clase? – dijo Akane a un Ranma que trataba de evitar todas las preguntas, mientras asentía con la cabeza. – Bueno, como sabrán hoy subiremos al Pico del Lobo, no es nada muy peligroso, pero por favor tengan cuidado – dijo Akane con cara de advertencia.
- ¡Si! – dijo el alumnado.
El viaje hasta el pico resultó bastante entretenido, las jóvenes buscaban cualquier excusa para caer en brazos de Ranma quien estaba bastante fastidiado. Por otro lada Akane, aunque le molestaba esto, tenía sus propios problemas, negándose a recibir la ayuda de todos los jóvenes, quienes estaban más que interesados en ayudarle. Ranma cada vez que alguno de estos se le acercaban juntaba todas sus fuerzas para no caerle a golpes a todos y cada uno de ellos.
- ¿Necesita ayuda señorita Akane? – preguntó un joven muy atlético.
- No, muchas gracias – dijo Akane sin más, pero miraba el equipo del joven – tienes mal ajustado el arnés arréglalo.
- ¡Ahh, si de acuerdo! – dijo el joven y se fue entre apenado y rechazado.
- ¡¡¡¡Ranma, ¿me ayudas con el arnés por favor?!!!! – gritaban algunas jóvenes de distintos lados. Ranma sintió ganas de gritar pero se tranquilizó. Y fue hasta una de ellas.
- ¡Bien toma la soga verde y ténsala más! – dijo él sin mayor interés, de hecho su interés estaba en una joven instructora que ya tenía su equipo puesto y listo – Pero no puedo tensarlo más – dijo la joven con una mirada pícara. Ranma no sabía que hacer, no podía subir con el arnés suelto pero no quería ajustárselo él.
Akane miraba la situación de Ranma, y se molestó en un principio pero al ver la cara de cansancio del joven se sintió mal por él. Ella no tenía ese problema con los jóvenes porque ellos querían mostrarse eficientes y fuertes, más sin embargo las mujeres son lo contrario. Lo contempló, y una risa por lo incomodo de la situación de su colega se le escapó. Pero esta se fue al ver que el joven estaba perdiendo la paciencia, algo le decía que eso no sería nada bueno, por lo que se apresuró a acercarse y mirarlo a esos ojos que la cautivaban.
- ¿Necesitas ayuda? – dijo Akane a Ranma que la miró como si un ángel hubiese venido a su rescate y una sonrisa sincera se dibujo en su rostro.
- Pues la verdad si, tienen problemas para ajustarse los arneses – dijo Ranma con una sonrisa cómplice, que revelaba su incredulidad al respecto.
- Ah, los chicos también pero no me dejan ayudarlos – dijo sonriendo Akane – hagamos esto, yo me encargo de las chicas, ¿tú podrías encargarte de ellos? – dijo señalando a la banda de chicos que estaban a su espalda.
- Dalo por hecho – dijo Ranma con su mas cálida sonrisa y Akane se sintió morir.
Akane miró a la joven con una sonrisa que representaba su victoria, mientras ajustó su arnés, luego verificó que todas los tuvieran en igual condiciones. Ranma por su parte había hecho lo mismo con los jóvenes y todos subieron a escalar.
Para sorpresa de Ranma, Akane era una excelente alpinista, y muy buena instructora, esa joven no dejaba de sorprenderlo, su figura era perfecta, pero lo mas perfecto era su calidez, ella era tan inocente, lo había notado a penas la conoció. Y no tenía ningún problema en evitar que sus astutos alumnos se aprovecharan de su ingenuidad. Pero también notó que era muy diestra en sus movimientos por lo que dedujo que practicaría algún estilo marcial.
Ranma era sorprendentemente experto en alpinismo, Akane se divertía mucho, nunca había encontrado a alguien que la igualara, le gustaba competir pero pocos podían serle rival. Sin embargo él no solo parecía diestro rival para el alpinismo, algo le decía que lo sería igual o más en las artes marciales. Ya muchos la habían enfrentado en combate pero nadie la había derrotado. Encontraba en él un buen rival, y aunque él trataba de parecer rudo con todos, era muy gentil con ella y de alguna forma se sentía protegida con él.
Todo pasó muy rápido, una joven estudiante quiso llamar la atención de Ranma e hizo un mal movimiento, estaba por dar de lleno contra un risco cuando Akane la sostuvo, pero el evitar que la joven descuidada se rompiera la cara le costo a Akane su tobillo; la fuerza que tuvo que hacer para evitar que ambas dieran contra la masa de piedra, más una mal postura del pie ya que la joven no dejaba de moverse y gritar, produjo un esguince.
Un casi imperceptible gemido ahogado de dolor se escucho, Ranma se dirigió a toda velocidad donde las jóvenes, enseguida se encontró con una joven asustada que lo abrazó de inmediato, y más atrás estaba la joven instructora que ocultando su dolor mientras preparaba todo para el descenso. Ranma revisó con la mirada a la joven que lo abrazaba, al ver que no tenía ningún daño la calmó de una forma poco diplomática y le dijo que se quede quieta. Luego se acercó a Akane, y enseguida notó que ella no apoyaba su pie derecho, la revisó con la mirada y no notó ningún otro daño.
- ¿Estás bien? – preguntó él con una preocupación mal disimulada. La joven lo miró y le sonrió lo mas que pudo.
- Claro, pero está oscureciendo, lo mejor será bajarlos ahora – dijo tratando de ocultar su dolor.
- ¿Te duele mucho? – dijo acercándose a ella para que no los escuchen – No podrás bajar así, te ayudaré.
- Yo estoy bien – dijo Akane orgullosa, no se dejaría vencer por eso, ella era la mejor – Puedo bajar perfectamente sola – dijo comenzando a bajar mientras guiaba a los jóvenes hacia abajo. Pero se le dificultaba demasiado sin poder apoyar su pie.
- Maldición, ¿por qué tienes que ser tan testaruda y orgullosa? – dijo él llegando hasta ella y tomándola por la cintura – Te ayudaré a bajar, no voy a permitir que empeores tu herida. – dijo y sin dejarla responder la cargó en su espalda y sujetó los arneses juntos. Akane resignada y cansada por el dolor lo abrazó por los hombros y apoyó su cabeza en la espalda de él mientras Ranma descendía diestramente aún con el peso extra.
Era extraño, él pensó que resentiría más el peso de ella, pero por el contrario resultó ser muy ligera y no le costaba ningún trabajo cargarla, además ella sabía como sujetarse para ayudarle, increíble, aún herida trata de ayudar a otros. Cada tanto miraba a sus alumnos para ver que bajaran bien, pero su mayor preocupación era la joven a su espalda, no comprendía como pero esa joven lo desquiciaba completamente, la sola posibilidad de que esté herida lo enloquecía. Y ahora ella lo estaba, y él no había podido evitarlo. El enojo contra él mismo se iba incrementando.
Se sentía muy bien en su espalda, había sido muy tonta al dejar que su orgullo la cegara, se podría haber herido aún mas, además había sido muy obstinada y descortés para con Ranma. Y ahora se sentía culpable de haberle causado tantas molestias. Pero sintió como el cuerpo de él se tensaba y el deseo de tranquilizarlo se apoderó de ella.
- Ranma... – dijo Akane en un susurro – gracias... y discúlpame por ser tan terca – dijo suavemente mientras levantaba el rostro de la espalda del joven. Este volteó levemente el rostro para poder apreciar sus dulces ojos.
- No te preocupes, lo importante es que estés bien... – dijo él y luego se sintió mejor. Ella se había relajado y descansaba tranquilamente en su espalda. Y así llegaron al suelo. Ranma no esperó a que sus alumnos bajaran, se quitó el arnés y el de Akane, luego la llevó a la camioneta en brazos, después de asegurarse de que estuviera bien, regresó por sus alumnos y el equipo.
Akane salió de la sala de emergencias con un yeso en su pie derecho hasta la pantorrilla y un par de muletas, salía tranquila, no esperaba que nadie la fuese a buscar, ni aunque hubiese llamado a su casa. Ya era de noche, las estrellas habían salido brillando como cada noche, a la salida del hospital miró hacia adelante, donde se encontraba un mirador hacia el lago que se encontraba abajo pero en la baranda sentado se encontraba un joven que la miraba fijamente.
- Ranma... ¿Qué haces aquí? – dijo Akane totalmente sorprendida. Y comenzó a mirar hacia los lados como temiendo que alguien apareciese.
Ranma la miraba fijamente y comenzó a caminar hacia ella, había estado esperando cerca de dos horas, desde que la había llevado ahí en su moto, no había podido dejar de pensar en ella por lo que se quedó a esperarla. Al principio había esperado con su jefe a que llegaran los familiares de ella pero su jefe le comunicó que ellos no vendrían, él no comprendió pero despachó a Tetsuo a su casa diciendo que él se encargaría de ella. Y ahora que la veía, la tranquilidad regresaba a su cuerpo. Se veía cansada si, pero no menos hermosa.
- Te llevo a tu casa – dijo rápidamente, temía que si tardaba más no pudiese hablar – Tetsuo me dijo que no te vendrían a buscar, ¿Por qué?
- Bueno... – Akane se sentía muy cansada como para pensar en su familia ahora – vivimos lejos y mi familia no conduce salvo yo – dijo comenzando a moverse hacia la calle.
- Ya veo... – dijo él tomando su brazo, algo no le estaba diciendo pero no quiso presionarla, ya debía estar lo suficientemente cansada como para andar indagando en cosas así.
Él la subió a la moto y devolvió las muletas diciendo que se las llevaría al día siguiente al trabajo luego de buscarla por su casa, ella protestó un rato pero terminó aceptando. Él regresó rápido, se subió a la moto, y le giró a la llave para comenzar a recorrer el pavimento a una velocidad moderada, no quería que le ocurriera nada con Akane enyesada.
La noche era hermosa, y Akane se sentía muy feliz, siempre le había gustado pasear y sentir el viento, se sujetó fuertemente del pecho del joven y recostó su cabeza sobre su espalda, el perfume del joven era embriagador. Era impresionante como la sola presencia del joven lograba tranquilizarla y reconfortarla.
- Akane... – dijo suavemente Ranma – yo... lo lamento
- ¿De qué hablas? – preguntó perdida Akane
- Por no haber estado ahí para protegerte – dijo en voz baja Ranma.
Akane sintió que se le derretía el corazón, sus mejillas se tornaron carmín en un abrir y cerrar de ojos. Y lo único que pudo hacer para corresponder esa calidez fue abrazarlo con mas fuerzas.
Ranma sintió el abrazo intensificarse y se sintió mucho mejor. Comprendido y disculpado de alguna forma.
- Ranma déjate de tonterías, fue suficiente que me ayudaras. No había forma de que pudieras haberlo evitado – dijo en forma de reproche Akane – Pero gracias por quedarte conmigo.
Y así Ranma llevó a Akane hasta su casa donde conoció a sus dos hermanas mayores, excelentes personas ambas, y les encomendó a Akane
----------------------- Fin Flashback -------------------------
- Y ese fue nuestro primer encuentro, quien diría que desde ese instante, desde ese detalle yo me habría enamorado perdidamente de él – dijo Akane mientras miraba el camino desierto.
El camino era monótono, se veían muchos árboles, era lógico estaban en mitad de las montañas y esa era una de las rutas menos transitadas de todas para salir de la ciudad. Pero por otro lado el aroma a tierra mojada le levantaba el espíritu, por alguna razón siempre desde que tenía memoria lo había sentido así.
- Quien podría pensar que una semana después de conocernos, una semana y tres días después ocurriera lo del café "The Haus" – dijo mientras miraba el cielo ensoñadoramente recordando nuevamente la declaración de Ranma.
CONTINUARÁ....
Desde ya MUCHÍSIMAS GRASIAS a TODOS por tomarse cinco minutos para LEER mi FIC, y dejarme un REVIEW. Y los que no pudieron gracias igual. paso a responder.
Gracias a las siguientes personas que en su momento me dejaron reviews ... no espero que lo vuelvan a hacer... pero me gustaría que siguieran leyendo
Paz-ita
Marina
Sora Ischida 11
WQFC
Mourisan
Shakka
