CAPÍTULO 3: UN NOMBRE DEL PASADO

Severus Snape se despertó esa mañana con un terrible dolor de cabeza. Se metió a la ducha y echó el agua a correr. Poco a poco sintió como su cabeza se iba despejando dando paso al agrio humor de siempre.

- Hace tanto, tanto tiempo que no soñaba con ellos… ¿Por qué estos recuerdos vuelven nuevamente a lastimarme?

Aquella pregunta quedó flotando en el aire, hiriendo aún más el lastimado corazón del profesor de Pociones.

Con una lentitud extraña en él, se puso su habitual túnica negra, acomodó su pelo sobre las ropas (que a pesar del baño seguía luciendo igual de grasoso), tomó su varita y algunos pergaminos y se encaminó hacia la sala de profesores.

- "Es por ella…" – pensó – "Ella ha hecho que mi pasado vuelva a atormentarme" – su rostro se tensó de golpe – "Y yo que juré que esto no volvería a pasarme… ¿Qué… qué rayos es eso?" – se preguntó. Agudizó los sentidos y escuchó atento – "Alguien… ¡alguien está cantando!"

Sí, efectivamente era así. Pero eso realmente no era lo extraño, sino el hecho de que aquella melodía resultaba ser fascinante y embriagante, inclusive para Snape.

Se acercó a la puerta de la sala de profesores y cerró los ojos como si estuviera en trance. Escuchando aquella música, un nombre del pasado brotó de sus labios…

- Florence… es mi Florence…

Y como por arte de magia al pronunciar ese nombre, la melodía cesó y él despertó con letargo, como si acabara de salir de un profundo sueño.

- Disculpe, profesor Snape – le dijo Nindë desde el extremo de una gran mesa de madera - ¿Se siente usted bien?

Snape la miró un tanto inquieto. ¿Por qué demonios él había dicho ese nombre en voz alta?

- Sí, claro – le contestó fríamente - ¿Acaso era usted… la que estaba cantando?

- Oh, sí… - le contestó Nindë poniéndose colorada – Disculpe, es un hábito que no puedo controlar.

Snape no le contestó esta vez y se sentó junto a ella en la mesa. Desenrolló unos cuantos pergaminos y se puso a corregirlos.

- Por lo que veo, usted no es muy bueno para conversar, ¿no es así? – le preguntó Nindë sin levantar la vista de sus propios pergaminos.

Snape la volvió a mirar pero ahora extrañado. ¿Por qué alguien se interesaría en hablar con él?

- ¿Es cierto que usted es el profesor más temido de todo Hogwarts? – prosiguió Nindë sin hacer caso de la mirada gélida que le proporcionaba Snape como respuesta - ¿No le importa lo que los demás piensen de usted?

- Francamente no – le contestó en su habitual forma desagradable – Y si ser un profesor estricto y exigente significa ser el más temido y odiado del colegio, entonces creo que lo soy.

Nindë lo miró por primera vez. Era un hombre interesante, maduro y sin duda muy huraño… pero también era evidente que guardaba un gran resentimiento y dolor en el corazón.

Sus ojos se encontraron de improviso. Nindë tembló ante aquellos ojos negros pero sostuvo la mirada. Él, en cambio, la desvió y retomó su labor de corrección.

Todo quedó en silencio de nuevo pero para Nindë ya nada fue igual. Su corazón había dado un vuelco inexplicable ante aquella poderosa mirada y no se sentía capaz de soportar aquella tensión entre ambos.

- Según sé, usted es el Jefe de la Casa de Slytherin.

- Al parecer ha averiguado mucho sobre mí, señorita Nólatári. Acaso ¿le intereso? – preguntó sardónicamente.

- No más que cualquier otro profesor del colegio – le respondió ella con una sonrisa burlona en el rostro.

Snape sonrió de mala gana, sintiendo nuevamente ese extraño dolor en su estómago. "Esta mujer me descompone" – pensó.

- Lamento que mi presencia le descomponga tanto, profesor Snape – le dijo Nindë un tanto molesta poniéndose de pie – Pero si vamos a trabajar juntos todo un año será mejor que empiece a acostumbrarse a convivir conmigo – y recogiendo sus cosas agregó – Permiso, tengo clases – y se marchó.

Snape se quedó boquiabierto. No porque Nindë se hubiera marchado dejándolo con la palabra en la boca – y eso ya era mucho que decir – sino porque ella parecía… ¡haberle leído la mente!

El dolor de cabeza volvió a afectarle de golpe, y mascullando entre dientes dijo en un suspiro…

- Lo único que me faltaba… ¡una profesora arrogante y sabelotodo!

o o o o o o O O O O o o o o o o

Harry estaba harto, ¡harto!, y parecía que cualquier comentario iba por terminar hacerlo explotar. Ahora se dirigía con Ron y Hermione a la primera clase de Encantamientos. Y como si no fuese suficiente el hecho de tener que enfrentarse con Nindë Nólatári por primera vez y que tuvieran que compartir clase con los de Slytherin, más encima tenía que soportar las pantomimas sobre su desmayo en el Gran Comedor. Ahora mismo, al pasar por el lado de Draco Malfoy, Crabbe, Goyle y Pansy Parkinson, el primero había simulado un dolor de cabeza y un posterior desmayo, provocando las risas inmediatas de todos los presentes. Harry tuvo que contenerse para no ir y partirle la cara al estúpido de Malfoy, pero en este momento su encuentro con Nólatári reclamaba toda su atención.

- Te ves un tanto tenso – le dijo Hermione a Harry mientras entraban en la sala de clases – Si es por ese Malfoy, ya sabes, no debes hacerle caso. Él solo está buscando excusas para hacer que te castiguen.

- Pero él podría hacerlo sin problemas – le contestó Harry – puesto que es tan Prefecto como tú o como Ron.

- Pero necesita testigos, Harry – le contestó Ron mientras se sentaban en los últimos puestos del aula – No puede detenerte si tú no le das motivos. Es por eso que ahora nos hostiga con mayor frecuencia ¡y mira que es difícil para mí contenerme! Llevamos solo tres días en el colegio ¡y ya tengo ganas de ahorcarlo!

- No sé si podré aguantarlo este año – respondió Harry visiblemente malhumorado – Pero ahora no es eso lo que me preocupa.

- Se trata de Nólatári, ¿no es cierto? – le preguntó Hermione sin rodeos.

- Sí, así es… Hay algo en ella que no me gusta – respondió Harry sin dar mayores explicaciones.

- A mí me parece la profesora más linda que hayamos tenido – dijo Ron lanzando un suspiro.

Hermione lo miró molesta pero no tuvo tiempo de contestarle nada porque Nólatári ya entraba en la sala, provocando el inmediato silencio de los alumnos. Extrañamente a Harry no le dolió ni una sola vez la cicatriz, y eso que procuró mirarla siempre fijamente. Es más, ahora que la tenía cerca, estaba comenzando a pensar que era realmente una muy buena profesora aunque Hermione se esforzara por hacerles creer lo contrario.

- ¿Saben? Me he enterado por El Profeta – les dijo Hermione a Ron y a Harry mientras practicaban en unos ratones el Hechizo para dormir – que existen muchos magos y brujas que no creen en el regreso de Vol… "Quién-ustedes-saben".

- Sí, yo también lo supe… - agregó Ron tratando infructuosamente de dormir a su rata que lo miraba con ojos saltones – Hay muchas familias que lo llegan a tachar de loco.

- Y Hagrid y Hocicos que no terminan por regresar... – susurró Harry con profunda tristeza.

- No te preocupes Harry, ya tendremos noticias de ambos – lo apoyó Hermione.

Una nueva carcajada interrumpió su conversación. Ahora era Pansy Parkinson la que simulaba un desmayo.

- ¡Muérete, Parkinson! – susurró por lo bajo Hermione - ¿O es que el aliento podrido de Malfoy te está enfermando hasta hacerte desmayar?

- ¿Esta es tu idea de no hacerles caso, Hermione? – preguntó Ron algo molesto.

Todos los alumnos cercanos que los rodeaban, no pudieron evitar lanzar un par de risitas burlándose de Malfoy y compañía.

- ¡Esto no es contigo maldita sangre sucia! – le respondió Malfoy lleno de ira – Que bueno que a los de tu clase se les agotó el tiempo… ¡Y me alegro! ¿Me oíste, sangre sucia?

- No sé si la señorita Granger lo escuchó señor Malfoy, pero yo sí lo hice. Y lo escuché muy fuerte y muy claro – le dijo Nindë que estaba parada detrás de Draco y nadie había parecido darse cuenta – Nadie tiene derecho a despreciar a otro solo porque no sea "de sangre limpia". Todos somos iguales, muy a su pesar. ¿Me oyó? Diez puntos menos para Slytherin por esto.

- ¡Pero ella fue la que comenzó! – chilló Pansy Parkinson.

- Cinco puntos menos – agregó Nólatári – Y seguiré restando puntos a su casa si no acatan mis órdenes sin replicar.

Parkinson bajó la cabeza roja como un tomate mientras los de Gryffindor hacían esfuerzos por ahogar las risas.

- Bueno, creo que fue suficiente por hoy. Practiquen el Hechizo para dormir porque lo quiero completamente dominado para la clase siguiente. ¡Suerte!

Harry sonrió satisfecho. Definitivamente Nólatári era muy diferente a como él la había imaginado. Ella no podía tener nada que ver con Voldemort, no después de la manera en como los había defendido.

Nindë tomó sus libros y pergaminos y con dificultad salió de la sala de clases. No había caminado ni cuatro pasos cuando cayó al suelo con pergaminos y todo. Había chocado con…

- ¡¡Pero cómo no te fijas por donde vas!!

- ¡Ah! Tenía que ser usted, profesor Snape.

- ¡Anda! ¿Qué estás esperando? ¡¡Ayúdame a recoger este tiradero!!

- ¡¡No me mandes!! – Nindë había parecido perder toda señal de respeto al igual que Snape - ¡¡Yo no soy nada tuyo para que me trates así!! ¡Además, tú tuviste la culpa!

- ¡Ya deja de tutearme!

- ¡Tú lo haces y no me estoy quejando por ello!

La pelea entre Snape y Nólatári era casi tan "aclamada" como la que un poco más allá tenían Ron Weasley y Draco Malfoy. Justamente fue aquella pelea la que detuvo a los profesores de ofenderse y corrieron a separarlos.

- ¡Señor Weasley, Señor Malfoy! – gritó Snape separándolos - ¿Qué creen que están haciendo?

- ¡Él comenzó! – se defendió Malfoy - ¡Weasley se me tiró encima como un loco!

- Típico del señor Weasley – sentenció Snape con una sonrisa burlona.

- ¡Este volvió a llamar a Hermione sangre sucia! – exclamó Harry iracundo.

- ¿Y qué? No le ha dicho ninguna mentira, señor Potter.

- Diez puntos menos para Slytherin – dijo por fin Nólatári – Y ya le dije que seguirá perdiendo puntos mientras no aprenda a respetar mis órdenes. Ahora retírese, señor Malfoy.

Malfoy miró a Snape como queriéndole preguntar si no haría nada por ayudarlo. Para su sorpresa, Snape no dijo nada porque sabía que los chicos no salían de su clase y que él no tenía poder alguno para entrometerse. Pero… ¡ya verían esos tres cuando estuvieran en las mazmorras! Miró a Nólatári con frialdad y pensó: "Lo sabía… otra que defiende a morir a estos Gryffindor…"

- Y diez puntos menos también para Gryffindor – agregó Nólatári, para sorpresa de todos los presentes y del propio Snape, quien abrió los ojos como plato – Debe aprender a controlarse señor Weasley, las cosas no se solucionan a golpes.

Nindë volvió por sus cosas del suelo dispuesta a irse a la sala de profesores, pero Snape la detuvo de improviso, sujetándola del brazo fuertemente.

- ¡Espera! – le ordenó, mientras la miraba amenazante y elegía cuidadosamente las palabras a pronunciar – Tú… ¿tú puedes…? – pero antes de terminar la pregunta, se calló. No, tenía que tener más cuidado. Si era cierto lo que pensaba, entonces su propio secreto se podía ver descubierto. Lo mejor sería vigilarla de cerca. Sí, eso haría.

- Escuche, profesor Snape – le dijo Nindë soltándose – Seguramente usted tiene motivos de sobra para ser así de… horrible y desagradable con la gente que le rodea pero conmigo no tiene por qué estar siempre a la defensiva. Yo solo quería ser amable pero ya veo que hasta pensamos de formas desiguales… - y tomando aire, agregó – Y bueno, como es evidente que ninguno de los dos nos soportamos, lo mejor es que tratemos de mantenernos lo más alejados posible. Buenos días, profesor – y se marchó como si nada hubiese pasado.

Snape arqueó una ceja divertido. Otra vez lo había dejado con la palabra en la boca. Definitivamente esa mujer era ¡insoportablemente arrogante! Pero si tenía que aguantarla para descubrir quién era ella y si tenía en verdad el don de leer las mentes, entonces lo haría. Sí, Nindë le resultaba extrañamente insoportable y… provocadora… Era igual que Florence, que su Florence, pero a la vez tan distinta a ella que él se sentía profundamente atraído… Y muy a su pesar, aunque no lo reconociera nunca, no solo eran sus sospechas lo que lo obligaban a acercarse a ella…

Fin del Capítulo 3


CONTESTANDO LOS REVIEWS…

Amanda Beicker: Fuiste mi primer review y te doy gracias por ello!!! Me alegro que la historia te haya gustado aunque no sea de tu personaje favorito… Pero como ya te dije, Remus sí tiene un papel muy importante en esta historia… Solo espera al próximo capitulo!!! Jejejejeje

Caris: Amiga míaaaaaaaaaaaaa!!! Que gustazo que vinieras hasta acá a leer mi nueva historia!! Y muchas gracias por tus alabanzas aunque no crea merecerlas…. (carita avergonzada) Como primer intento parece que no está tan mal del todo no??? Ojala y sigas interesada en el relato porque lo que se viene….. Te quiero un fonfo!!!

Lady Voldemorta: No te preocupes que no dejaré la historia a medias… Me alegro que te haya gustado… Y… aquí tienes más capítulos como querías!!!

Maru Snape: Que alegría que leyeras mi fic!! Ya sabes que es el primero que escribo y por eso me hace tanta ilusión que la lean y que más encima les guste!!! Pues, sí va a ser largo, de unos 30 capítulos más o menos, pero voy a tratar de ir colgando de a dos, para que no se haga tan larga la espera… ¿Que qué le pasó a Severus? Supongo que te refieres a su dolor de estómago… La verdad ¿Tú nunca has sentido ese dolor cuando estás frente a esa persona que te hace tilín en el corazón? A mí a veces con solo pensar que me iba a encontrar con él, me daba ese dolorcito…. ;)

Silence Messiah: Sí, sin ese mal genio no seria nuestro Severus… aunque te confieso que a mí me encantaría ser abrazada por su fuego!!! (carita colorada otra vez) No te preocupes que seguiré escribiendo. Ojala este par de capítulos te gusten…

Vaya!!!! Cinco reviews para el primer capítulo!! Y yo que no esperaba ninguno…. GRACIAS!!! Y espero sigan leyendo y les guste tanto como hasta ahora. Besitos!!!