Wooooooooolaaaaaaaaaa!! ¿Pensaban que había incumplido mi promesa de colgar dos capítulos esta semana? ¡Pues no! jejejejeje Lo que pasa es que he tenido algunos problemas con fanfiction.net y luego con mi computador de quinta… En fin, aquí está el segundo capítulo de esta entrega semanal, y espero que ahora las cosas vayan quedando más claras… No sé si entendieron bien lo de los Elfos porque me temo que fui un poco enredada para explicarlo así es que antes que lean, se los explico en palabras sencillas. En general, existen dos clases de Elfos: los Elfos de Luz y los Elfos Oscuros. Dentro de los Elfos de Luz existen diferentes razas, y una de ellas son los Elfos Altos. ¿Más claro ahora? Espero que sí porque más adelante saldrán las otras razas de Elfos de Luz y se podían confundir más… jejejeje
Buenop… A leer se ha dicho!!
CAPITULO 8: LA PROFECIA
Elfkönig yacía casi muerto en medio del Bosque, boca arriba, con toda su ropa ajada y sucia. Sujetaba entre sus brazos un gran libro de gastadas tapas negras mientras susurraba al aire, sin fuerzas, frases ininteligibles. El vaivén de los árboles de Luthien al paso del viento se confundía macabramente con las últimas palabras del Rey, solo aumentando la angustia que ella sentía en su pecho.
- El Antyw… grediente final del Elixir… el Guardián del Elegido… ellos nos salvaron… un par de ojos verdes… crea un vínculo… ese vínculo… res el Guardián… ¡Búscalo!... el libro… ¡¡NOOOOOO!! – y junto al grito desgarrador que salió de sus labios, así salió el último aliento de vida de su cuerpo.
- ¡¡PAPÁAAA!! – exclamó Nindë aterrada, sentándose en la cama. El sudor la empapaba por completo, haciendo que el pijama y las sábanas se le pegaran al cuerpo. Se levantó despacio, con la cabeza a punto de estallarle, y observó el desorden en el lugar donde acostumbraba a descansar. No había pegado el ojo en toda la noche y cuando por fin pensó haberlo conseguido, la pesadilla con su padre trajo de vuelta ese mal presentimiento.
Se mojó la cara en un pequeño lavatorio que mantenía en el velador, al lado de su cama. Si cerraba los ojos, aun podía ver claramente la horrible muerte de su padre, sus últimas palabras…
- Por Merlín… Eso no puede ser cierto ¡no puede ser cierto! – las lágrimas llenaron sus hermosos ojos verdes – Es solo un estúpido presentimiento, nada le sucederá a mi pueblo, ¡ellos sabrán defenderse una vez más de los Elfos Oscuros!...
Un sordo ruido en la ventana la sacó de sus reflexiones. Una lechuza de un brillante plumaje castaño claro – increíblemente parecido al color de los propios cabellos de Nindë – picoteaba furiosa el cristal para poder entrar en la habitación.
- ¡Hera! – exclamó la profesora de Encantamientos al momento que corría en dirección al ave. En unos pocos instantes ya desenrollaba el oscuro pergamino que la lechuza le había llevado atado en una de sus patas y comenzaba a leer ansiosa.
Princesa
Todo acabó. Ellos vinieron anoche a atacar el campamento y no lo hicieron solos, sino que acompañados de sus seguidores, los mortífagos. Nada pudimos hacer. Muchos de los nuestros alcanzaron a huir a otros Bosques antes de que nos apresaran (incluyéndome a mí entre ellos) pero hubo otros que murieron luchando por reestablecer la Luz y el equilibrio… Lamento tener que ser yo la que le informe que el Rey fue uno de ellos…
Por favor, no vaya a Luthien, allá ya no hay nada excepto unos cuantos Elfos Oscuros esperando a que usted se aparezca en el Bosque. Ahora que lo sabe todo, permanezca donde está y defienda con fervor lo que el Astro que da la Vida nos confió.
Valor, Fuerza e Inteligencia. Solo contamos con usted… En sus manos está el destino del mundo mágico.
Masala
La lechuza ululó tristemente al ver el rostro de Nindë cubierto de lágrimas. La joven mujer pensó en su padre muerto, en su pueblo disperso, ¡en la destrucción que Voldemort era capaz de producir en pos del poder! Una renovada furia corrió por sus venas. Secó las lágrimas de sus ojos con decisión al momento que arrugaba el pergamino en su mano derecha.
- No me rendiré… ¡no sucumbiré frente al Señor de las Tinieblas!
Dejó caer el mensaje al suelo mientras corría al baño para ducharse y vestirse. Sí, tenía que hablar con Dumbledore, él tenía que enterarse, el plan debía cambiar ahora… Con la túnica verde musgo mal puesta y el cabello mojado cayéndole sobre la espalda, buscó en el cajón de su velador la diadema y el anillo de esmeraldas que solía utilizar. Antes de marcharse, y con un movimiento rápido de su varita, hizo aparecer sobre la cama un plato lleno de golosinas para lechuzas y se lo indicó al ave.
- Come, Hera, sé que debes estar hambrienta y cansada. Lamento no tener nada más que ofrecerte.
La lechuza castaña voló hasta su hombro y le dio unos suaves mordisquitos en la puntiaguda oreja, como queriendo reconfortarla por las malas noticias que le había traído.
- Gracias, mi fiel compañera – le dijo Nindë mientras le acariciaba el suave plumaje – Escucha bien, Hera, no te vayas a ir hasta que vuelva, no lo hagas, ¿entiendes?
El ave ululó nuevamente y voló en dirección a las golosinas. Nindë solo se limitó a sonreír y apresuró sus pasos hacia el despacho del director.
o o o o o o O O O O o o o o o o
Severus Snape bajó el último peldaño de la escalera que llevaba al despacho del director Albus Dumbledore. Se apoyó ligeramente en el muro contiguo a la gárgola y repasó mentalmente los hechos sucedidos en aquel despacho. No le había gustado para nada el semblante que se dibujó en el rostro del anciano cuando él le dio su informe. ¡Pero no era para menos!... El Señor Tenebroso había estado cerca, tan cerca de completar el Elixir… Con solo pensarlo, el odio resurgió en su corazón.
- "Maldito Potter" – pens – "Tenías que ser tú el Elegido… ¡Y como si fuera poco posees un Guardián! Me pregunto por qué Merlín a unos les da gloria y fama sin merecerlo mientras que a otros solo nos da…" – frunció el entrecejo al pensar en su destino – "Esto es lo que me merezco, ¿no Merlín? Esta ha sido mi maldita suerte siempre… Y como si no tuviera bastante, ahora estoy ena… ena… ¡enamorado! ¡¡Si la sola palabra me produce náuseas!!... ¡Pues bien! Puedo haber perdido el corazón pero nunca la razón… Yo no cederé a sus encantos, ¡yo no soy tan débil como ese patético licántropo!..."
- ¡Maldición! – exclamó el profesor de Pociones en un tono más alto de lo habitual - ¿Qué hace Severus Snape pensando en una mujer? ¿O es que ya olvidó que tiempo atrás juró no volver a sentir? ¡No debes hacerlo y menos por ella!... Vamos, debes ser realista, entre Remus y tú era obvio que tu colega lo elegiría a él – una horrible sensación de malestar se extendió en su cuerpo como revelándose frente a aquella conclusión - ¿Qué? ¿Qué te pasa, Snape? ¿Sorprendido de ver como te desechan como candidato romántico? Acaso ¿no te ves cada mañana en el espejo?... ¡¡Pero bueno, basta!! ¿Desde cuándo te crees inferior a un hombre lobo? ¡Desde cuándo te preocupas tú por sus fans! Hay cosas más importantes en las que pensar, sobre todo ahora, con el regreso del Señor de las Tinieblas…
Visiblemente malhumorado, se encaminó hacia su propio despacho solo para chocar de frente con la persona que menos deseaba encontrar en estos momentos.
- ¡Otra vez usted, señorita Nólatári! Por su culpa, voy a tener que contratar un seguro contra accidentes.
Snape se quedó esperando el contraataque de la joven. Uno, dos, tres, cuatro segundos… La espera fue en vano.
- ¿Se siente bien? – le preguntó el mago vestido de negro, con el entrecejo fruncido, al verla tan blanca como un papel - ¡Maldita bruja! – fue lo único que se le escapó de los labios cuando Nindë casi se desmaya en sus brazos. Si él no la hubiera detenido, seguro que la profesora de Encantamientos terminaba en el suelo y con un gran golpe en la cabeza, por cierto.
- Perdón… perdóneme profesor… - le contestó Nindë tratando de incorporarse – Yo… no…- sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.
- Debería ir a la Enfermería. Si termina muriéndose aquí me acarreará muchos problemas – le masculló entre dientes pero ya no pudiendo ocultar su preocupación por el estado de la profesora.
- Dumbledore… ¿ya se ha levantado? – le preguntó, ignorando por completo la recomendación de Snape - ¿Usted cree… cree que podrá recibirme?
- No lo sé – le espetó – Vaya usted misma al despacho y compruébelo.
- Gracias – le contestó, y haciendo un gran esfuerzo, pronunció la contraseña frente a la gárgola ("Pepitas de todos los sabores") y subió por las escaleras.
- Lunática… - le dijo Snape mientras la veía subir, para en forma posterior, hacer un ademán al aire de "no me importa lo que te pase" - Eres la digna y perfecta parejita para tu adorado Remus – su voz sonó tremendamente sarcástica al final de la frase.
- ¿Me llamabas? – le preguntó Lupin, también con sorna, divirtiéndose con la cara de asombro que ponía su compañero de colegio al verlo parado detrás de él.
- No… yo… yo solo pensaba en voz alta – le refunfuñó Snape, recobrando rápidamente su habitual postura de hombre impasible.
- Aja… con que así están las cosas… - Remus alisó su raída túnica con desenfado antes de proseguir – Te vi hace unos instantes con Nindë.
- Así es. Desgraciadamente tuve la mala suerte de toparme con ella.
- Pues… y se acercó a Snape en forma acusadora – A mí no me ha gustado para nada como la miraste, más bien, como la miras cada vez que te encuentras con ella.
- ¿Tuteándome Lupin?
- Te lo advierto, Severus – agregó Remus como si no hubiera oído la pregunta del otro mago – No te metas en mi terreno, ¡no pienses en Nindë como lo estás haciendo!
Snape arqueó una ceja meditando las palabras del licántropo. Después de unos segundos, una sonrisa maliciosa se asomó por las comisuras de sus labios.
- ¿Celoso?
- No te burles de mí. Podré ser un hombre lobo pero esas transformaciones no me quitan la inteligencia. Sé muy bien lo que veo y no me estoy equivocando. Una cosa es que Nindë y tú compitan y se enfrenten porque no se soportan, pero otra muy distinta es que la persigas con fines románticos. ¡Eso no lo voy a permitir! De lo contrario…
- ¡De lo contrario qué! – lo interrumpió Snape exasperado. ¡Quién se creía que era ese mago de quinta categoría para amenazarlo de semejante manera!
- ¡Tendrás que medirte conmigo también! – lo amenazó Lupin.
El mago vestido de negro lanzó al aire una fingida carcajada.
- ¿Medirme? ¿Contigo? ¡Tú no eres nadie para desafiarme! ¿Y qué? Acaso ¿no confías en tu noviecita? ¿Su comportamiento ladino te lleva a amenazarme?
- En el que no confío es en ti. No olvides que yo soy tan buen mago como tú, y por Nindë, estoy dispuesto a todo. Y estoy hablando muy en serio. Aléjate de ella, Severus… si en verdad sabes lo que te conviene – y girando sobre sus talones, se alejó de Snape evidentemente furioso.
En circunstancias normales, el profesor de Pociones hubiese gritado, pateado, maldecido, ¡explotado! ante la repentina valentía de Remus J. Lupin. ¡Ni en sus años escolares se había atrevido a tanto! Extrañamente, no hubo reacciones en Snape, al menos no las que pudiésemos esperar. Su mente estaba trabajando en otros hechos, en otras palabras…
- "Bueno" – pensó el mago raramente animado – "Que yo no tenga esperanzas con Nindë no significa que no pueda divertirme creando celos, ¿no?... Aunque sé que es imposible e incorrecto sentir esto por ella ¿por qué he de hacer el camino de Lupin tan fácil? Si voy a consumirme en el infierno a causa de estos celos terribles que estoy sintiendo, ¡no voy a hacerlo solo! ¡No señor!"
o o o o o o O O O O o o o o o o
Dumbledore estaba terminando de alimentar a su fénix cuando sintió unos golpecitos en la puerta de su despacho. Se quedó helado al abrir y ver a Nindë con los ojos llorosos y la piel más pálida que su maestro de Pociones.
- Nindë...
- ¿Ya se enteró?
El director asintió con un apesadumbrado movimiento de su cabeza. Dejó pasar a la joven al interior de la estancia y la invitó a sentarse. Él hizo lo suyo sentándose frente a ella, del otro lado del escritorio.
- Dígame por lo menos que no sufrió… - le suplicó Nindë.
- No lo hizo… Le lanzaron la más terrible de las Maldiciones Imperdonables – sabiendo lo que la muchacha estaba sufriendo, ¿para qué contarle que antes de morir, su padre había sido cruelmente torturado?
- Perdóneme… por ser tan débil… - y al momento sorbió por la nariz – Salí de mi habitación decidida a no rendirme, a ser fuerte pero… a mitad de camino terminé por desmoronarme… ni siquiera recuerdo cómo fue que llegué aquí.
- No te recrimines por eso, hija – y le entregó un delicado pañuelo blanco para que secara sus lágrimas en él – Se trata de tu familia, de tu padre… Tú eres una dulce criatura y no una especie de… Superhéroe como lo llaman los muggles, capaz de repeler cualquier ataque o tipo de sentimiento. Aunque claro, es evidente que todavía hay magos que piensan que sí lo son…
La mente de Nindë se echó a volar con esas palabras pronunciadas tan distraídamente…
- "¿Será posible que se esté refiriendo a… Severus Snape?"
- Bueno, dejemos ese tipo de cavilaciones para otro momento. Supongo que quieres saber… cómo fue el ataque y lo que haremos ahora.
- Así es… Pero preferiría que no habláramos de lo ocurrido anoche… Lo que pasa es que esta mañana me llegó un mensaje de Masala donde, en pocas palabras, me lo contaba todo… Por supuesto, me aconsejó que permaneciese aquí. ¿Es eso posible, Albus? ¿No estoy poniendo a todos en excesivo peligro al quedarme? – una vez más secó sus lágrimas con el pañuelo para luego estrujarlo entre sus manos, temerosa por el rumbo que tomaría la conversación.
- Oh, ni siquiera pienses en ello. No hay lugar más seguro para esconder el Antyw que Hogwarts. Lo malo es que toda la comunidad mágica conoce esa cualidad de este castillo, por lo que cuando los mortífagos y los Elfos Oscuros se cansen de buscarte en los Bosques Elficos, éste será el primer lugar al que vendrán a buscarte.
- ¿Ellos ya saben que yo…? – esta vez el pañuelo prácticamente se hizo añicos.
- Sí, y me temo que tienen instrucciones de llevarte frente a Voldemort cuando te encuentren.
Nindë palideció aun más.
- ¿Qué quiere… que haga ahora?
- Por lo pronto, es necesario que aprendas a utilizar tu varita para algo más que para hacer Encantamientos. Supongo que querrás estar preparada por si los mortífagos se presentan aquí, ¿no? Aunque no pueden aparecerse en el castillo, no estamos seguros de lo que puedan planear para acercarte a ti. Es imprescindible que aprendas a defenderte por lo que he dispuesto que… que tomes algunas clases con el profesor Snape.
- ¡¡QUÉ!! – exclamó Nindë poniéndose de pie y apoyando sus manos en el escritorio - ¿CON SNAPE? ¡¡POR QUÉ JUSTAMENTE CON ÉL!!
- "Bueno… por lo menos la noticia fue lo suficientemente fuerte como para que reaccionaras y olvidaras un momento lo del ataque…" – Porque aunque me cueste reconocerlo – le contestó Dumbledore con voz calmada – Severus es quien más sabe sobre las Artes Oscuras – Aquella reacción era justamente la que él esperaba. ¡Y todavía faltaba decírselo a Snape!
- ¡¡Pero usted sabe lo mal que nos llevamos!! ¿No puede ser otro el que me enseñe? ¿No podría ser… Remus, por ejemplo?
- Él menos que nadie, Nindë. Lo digo por la… estrecha amistad que los une. Sinceramente ¿crees que Lupin estaría dispuesto a "aporrearte", aunque fuera un poco, con tal de que aprendieras bien los hechizos de ataque y defensa?
- Obviamente Snape no se lo pensaría dos veces… Estará encantado de hacerme volar contra las paredes…
Dumbledore ahogó una risita.
- Bueno, siempre está la posibilidad de que tú hagas lo mismo con él – y no dejando espacio para la réplica de la joven agregó – También hay otra cosa que quiero que hagas.
- ¿De qué se trata?
- Necesito que intensifiques el ritmo de tus clases y… que seas especialmente dura con Harry Potter.
Para sorpresa del director, Nindë asintió sin preguntar el por qué.
- ¡Vaya muchacha! ¿No me preguntas por qué con Harry?
- Es obvio ¿no?... ¡Ay perdóneme! Me olvidé de contarle…
- ¿Contarme qué?
- Pues… - Nindë lucía extrañamente nerviosa – Creo que no solo el don de leer las mentes está apareciendo en mi…
Dumbledore seguía con la misma cara de interrogación.
- La verdad es que… desde que llegué aquí no ha pasado ni una sola noche que no haya soñado con Harry y… bueno, hace poco en uno de esos sueños, lo vi luchando contra Voldemort mientras una extraña voz no cesaba de repetir una especie de… de Profecía… Entonces supe que Harry se enfrentará al Señor Tenebroso una vez más este año, y el por qué siempre es él quien termina luchando en contra de la Oscuridad…
- "El único con el poder suficiente para derrotar al Señor Tenebroso nacerá cuando el séptimo mes esté muriendo…" – recitó el director mirándola fijamente a los ojos verdes.
- "Nacido de los que lo han desafiado tres veces, el Señor de las Tinieblas lo señalará como su igual. Pero el Elegido tendrá un poder que el Señor de las Tinieblas no conoce, un Guardián… Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida…" Harry es el Elegido Albus, ahora lo sé, por eso es que soñaba tanto con él y con su venidero enfrentamiento con Voldemort.
- ¿Eso es todo? ¿En tus visiones no has visto o escuchado algo más?
Nindë guardó silencio y recordó las palabras en la visión de su padre: el Guardián, un vínculo, un par de ojos verdes y ese libro de tapas negras que le pedía buscar…
- No – le contestó finalmente - ¿Es que hay algo más que debería saber?
- No puedo decírtelo aun Nindë, pero creo que la Profecía es lo bastante explícita como para que entiendas lo importante que es el que Voldemort no encuentre el Antyw y el que Harry se vaya preparando para su encuentro con él.
- ¿Cómo le explicará al resto de los profesores su repentina decisión de exigencia con los alumnos y especialmente con Harry?
Dumbledore suspiró.
- Tu pregunta nos lleva a la siguiente explicación de este día. Yo he convocado la formación de una Orden, la Orden del Fénix, la cual pretende seguir todos los pasos de Voldemort y reclutar a todas las criaturas que estén dispuestas a luchar contra él. Te imaginarás que esta Orden funciona secretamente, a espaldas del Ministerio de la Magia, hasta que esos necios acepten lo de su regreso. En fin… la mayoría de los profesores de Hogwarts pertenecen a dicha Orden y conocen las razones que me impulsan a tomar estas decisiones con respecto a las clases. Y bueno, por todo lo que ya sabes, creo que tú acabas de ingresar a ella… eso, si tú lo deseas, obviamente… No te dije nada antes de esta organización porque hubiera sido poner una carga extra a tu misión, pero como veo que te has enterado de todo y no me habías contado nada… no veo razón para seguir ocultándote las cosas.
- Pues todavía hay algo que no me quiere decir… - lo corrigió Nindë astutamente – Pero hay una cosa que sí quiero preguntarle: yo ya sabía lo del Elegido, lo del Guardián y lo del Elixir de Garús (eso de que solo el Elixir puede dar a conocer quién es el Guardián del Elegido antes de que esté preparado para luchar a su lado) pero no sabía, ni siquiera sospechaba, quién era el Elegido… Analizando la profecía llegué a la conclusión de que se trataba de Harry Potter, pero estoy segura de que mi padre ya lo sabía, ¿por qué no me lo dijo antes? ¿y usted por qué tampoco lo hizo?
- No lo hice por la misma razón que tu padre. Él pensó que si sabías que el Elegido era Harry, al refugiarte en Hogwarts inevitablemente te encariñarías con él y terminarías por sobreprotegerlo, descuidando tu verdadera misión que es resguardar el Antyw. En eso caso, ninguno de los dos estaría lo suficientemente alerta y en condiciones para enfrentar a Voldemort. ¿Lo entiendes ahora? Además, si lo sabías, corríamos el riesgo de que Harry se enterara de la Profecía y de su destino. Y al contrario de lo que él piensa, aun no está preparado para enfrentarse a muerte con ese asesino.
- Es por eso que quiere prepararlo a través de sus clases en el colegio…
- Exacto. Y no solo lo estoy preparando a él sino que a todo el alumnado, para esta Segunda Guerra. Ahora que sabes lo de Harry no puedo evitar que ese sentimiento de protección y de compasión por su destino nazca en ti, pero espero que seas lo suficientemente prudente como para evitar que él o sus amigos se enteren, o como para que olvides la verdadera razón de tu permanencia aquí.
- No lo haré Albus, pierda cuidado.
- Bien, siendo así, creo que nos queda solo un asunto que tratar. Tendré que contarles a los miembros de la Orden lo de tu verdadera identidad… Y eso incluye a Remus y a Severus.
- Genial – replicó Nindë con voz cansina – Ahora Snape tendrá más motivos para detestarme…
Dumbledore solo sonrió.
- "Así que es más importante para ti lo que piense Severus que lo que piense Remus… Que interesante…" – Espero que te sientas un poquitín mejor… Por lo menos, ya sabes que tu padre no murió en vano sino que lo hizo por una causa muy noble. Espero que tú sepas corresponderle.
- Ahora sé, con más razón que nunca, que debo ser fuerte… Y no voy a defraudar ni a mi padre ni a mi pueblo ni mucho menos a usted – una solitaria lágrima volvió a rodar por su mejilla – Si me lo permite, Albus, quisiera retirarme a mi habitación… Necesito descansar antes de enfrentarme a todo lo que se viene... – y algo distraída agregó – Ya me imagino las caras de Remus y Snape cuando se enteren que soy una elfa… ¡¡Ufffffff!! ¡Y el cómo va a protestar su profesor de Pociones cuando sepa que me tiene que dar clases particulares!
- "No reaccionará tan distinto a ti, lo aseguro"
Nindë ya estaba por marcharse cuando la voz amable del director paró sus pasos en seco.
- ¿Si, Albus? – le preguntó la profesora.
- Espero que la próxima vez que descubras algo a través de tus dones, me lo digas. Sobre todo, porque tengo el ligero presentimiento que esta vez descubrirás algo mucho más importante.
La elfa lo miró sin terminar de comprender. ¿Qué le habría querido decir con esa frase tan enigmática?
- Si descubro algo nuevo… usted será el primero en saberlo – y dicho esto, se dirigió de vuelta a su cuarto, menos entristecida por la muerte de su padre pero visiblemente más intrigada por la verdad… esa verdad que aun no conocía por completo.
Fin del Capítulo 8.
CONTESTANDO A LOS REVIEWS…
Maru-Snape: Te debía esta respuesta desde la vez anterior… ¡¡Tenía tu review perdido por eso de las fallas en ff.net!! Por eso hoy estas de las primeritas en esta sección jejejejeeje ¡Vaya, cuántas preguntas! Creo que con estos capítulos ya se han contestado varias por sí solitas… Ya podrás darte cuenta cuánto va a durar lo de Nindë y Remus y si ella en verdad se da cuenta de lo que siente por Severus… jejejejeje ¿Para cuándo un nuevo capítulo de tu fic? Todos los días me paso a ver si habrá algun capitulillo nuevo y nada… No nos abandones por el colegio, ¿eh?
Tonks: jajajajaa Yo tengo el mismo dilema: ¿Severus o Remus? ¿Remus o Severus?... Aunque debo confesar que el negro me seduce más… jejejejeje No hay problema, como vez, sigo escribiendo así es que espero que me sigas leyendo.
Caris: Amiga jajajajaja yo quedé igual con el quinto libro, algo… decepcionada… tanta hoja para tan poca acción… jejejejeej No dudes que tendremos que esperar unos cuantos años para leer el sexto… Lo bueno es que para ese tiempo espero estar trabajando y tener plata para comprármelo original!! Jejejejeje Veo que tampoco quieres que uno de nuestros magos sufra de desamor… La verdad, necesariamente uno tendrá que resignarse, lo siento, el amor es así… Con respecto a lo del buen gusto de Snape, no sé, me imagino que él siendo así, tan recto, tan severo, tiene que tener un cuarto acorde, ¿no? Solo quise resaltar lo sobrio que me imagino sería su cuarto… no sé, solo salió así jejejejeje
Amanda Beicker: ¡¡Por fin me llegaron tus reviews!! Sí, los dos, porque me llegaron los dos… jejejejeeje ¡¡Que mal está funcionando ff.net!! A mi recién me están llegando los reviews de hace dos capitulos atrás y no me ha avisado de ninguna alerta… Bueno, qué se la va hacer… Ni me digas lo de los profes!!. Siempre nos toca a nosotros los pobres alumnos, tragarnos sus frustraciones y mal humor. Apuesto que si una noche tienen problemas con la señora, al otro día pobres de nosotros!!! Jejejeje ¿Me dices que soy malvada? Pues nada más estoy aplicando lo aprendido de tiiiiiiiiiiii jajajajajaja Dicen que en la miel todo se pega así es que… ¡ni modo! Sí, yo sé que fui cruel con Remus pero conociendo lo poco que conozco a Snape, él no podría haber reaccionado de otra manera… Es parte de su encanto, ¿no? ¡¡Ya vas a ver, los celos estarán a la orden del día!! Jajajajaja ¿Pensabas que Voldye no tendría un papel en esta historia? ¡¡No señor!! Sin él, no hay diversión, ni maldad, ni miedo, ni nada!! Jejejeje ¿Ya vez cómo Nindë se está dando cuenta del triángulo? No conscientemente pero vale igual ¿no? ¡¡Y yo prometí!! Ya aclaré eso de si sabe leer las mentes y un par de cosillas más… Espero que lo del Elixir también te haya más claro pero si no, no importa porque en los próximos capítulos se irá sabiendo más. ¿En serio te gustó eso de los Elfos? Y mira que es información 100% verídica… Todos esos datos de los elfos los saqué de Internet, no quería mandarme ninguna pifia más!!! Jejejejeje ¿Se cumplieron tus sospechas? Espero que sigas leyendo…
Merodeadora-Chi: Espero que lo de las razas de los Elfos te haya quedado más claro… Y me alegro de haberte dejado con la boca abierta porque entonces eso significa que no te lo esperabas!!! Jejejejeje Gracias por lo de buena escritora….solo lo hago con mucho cariño!! Y te prometo más ternura, más Remus, más Snape y… Ron!! Sí!! No creas que me he olvidado de él….
Gaby: Que alegría que ya hayas leído el fic!! Me imagino que estás muy ocupada y me honra que hayas venido hasta acá a leerlo… Clau llora de emoción ¿Así que escritora consagrada? Clau se pone colorada Gracias!! Ya te lo dije el otro dia en msn, me considero una escritora más o menos pasable, pero siempre escribo lo hago con cariñoooooooo Espero que la relación Nindë Voldemort te haya quedado un poco más clara con estos dos capítulos… aunque aun queda algo por revelar…. Jejejeje
Jany: Comadreeeeeeeeee!! Tan pronto y ya te están estrangulando en la U??? ¡¡Ufffff!! Valor!!! Jajajajajaja ¿Cambiándote al bando de Snape ahora? Jjajajaja Pobre Remus!! Veo que se está quedando solito…. ¡¡Ah no!! No se vale, no le eches la culpa de eso a mi fic… jajajajaja Ya veremos, ya veremos con quien se queda Nindë finalmente… aunque ya se está dando cuenta que Snape no le es del todo indiferente… ¡¡Si supieras lo que esas clases de defensa contra las artes oscuras producirán!! Jajajajaja Ya, mejor me callo porque ya empecé a adelantar cosas…
Un millón por seguir leyéndome y por sus reviews!!!!!!! Nos vemos la próxima semana!! Besitos!!
