¡¡Atención!! Capítulo no apto para diabéticos jijijiji Es que me resultó muy dulzón. En honor a la verdad, y como decimos por acá, el cap quedó cursi… ¡¡muy cursi!! Pero qué le vamos a hacer, ¡¡soy cursi y me gusta lo cursi!! Jijijiji Así que avisados, ¿eh?
Segundo aviso… Para las escenas entre Severus y Nindë, tomé "prestadas" varias frases del fic Oscuridad y Luz 2: Riesgos Personales, escrita por R.J.Anderson y traducida al español por Irene F. Por supuesto, cuento con el permiso de la Traductora para utilizar dichas frases en este fic. Si quieren saber cuáles son pues…¡¡vayan a leer O & L!! Hasta el momento, existen dos partes traducidas y es altamente recomendable para las fans de Severus.
Tercer aviso… en este cap no aparece ningún miembro del cuarteto maravilla . ¡¡No me maten!! Cuando lean sabrán por qué...
Como siempre, muchas gracias a mi comadre y beta Jany, que a pesar de todo lo ocupadita que está, saca tiempo de no se dónde para mí y mi fic. ¡¡Un millón!!
¡Y ahora los reviews! Hoy contesto del último al primero
Paula Moonlight: ¡Hola amigui! ¿Contenta por Nindë? Entonces este cap te va a fascinar. ¿Yo mala, perversa y arpía? Mmmm… ¡¡pues sí!! Muajajaja Súmale a todo eso lo cursi y ¿qué tenemos?... Una peligrosa combinación jajajajaja No, en serio, Nindë no anda leyendo las mentes de todos como si fuera El Profeta… no señor, ella sabe el significado de la palabra privacidad. Aunque tienes razón, si hubiese leído antes la mente de Severus, pues hace mucho tiempo que… Lo del desmayo de Harry pues algo explico en este cap… Si no te queda claro, no tendrás más que esperar hasta la próxima semana muajajaja (Aquí entre nos, sip… Voldy sigue por acá… Estoy tratando de convencerlo para que llame a sus mortífagos. Tengo especial interés en conocer a cierto profesor de Pociones jajajajaja) ¡Oh! ¿Tonks echar al agua a Nindë? ¡No! Tonks es una chica buena… además, no puedes negar que dejó pensando a mi lobito con todos esos consejos que le dio… Bye! Beshitos!
LakotaSnape: ¡¡Hola!! Bienvenida. Honor que me haces con tus palabras… Gracias, muchísimas gracias a ti por leer este fic. Me alegra que te guste. Aquí tienes ya la actualización. Suelo subir un cap por semana, generalmente los domingos o los lunes dependiendo de donde vivas. ¡¡Y mira qué suerte tienes!! Llegaste justo en el momento crucial… porque hoy, por fin, se define la relación entre Severus y la elfa (O eso creo jijijiji) En cuanto a Tonks y a Lupin pues... Si aun no lo sabes, tendrás que descubrirlo. Beshitos!
Amsp14: ¡Ani! ¿Cómo estuvieron esos exámenes? Espero te haya ido muy bien. Por lo de no dejar review rápido, ni siquiera te preocupes porque no es importante. Lo importante para mí es que leas el cap y que te guste (Entre paréntesis… ya sabes lo que me gustan los reviews larguitos, larguitos así que tómate todo el tiempo que necesites jajajaja) Como te lo anticipé, en este cap Nindë se entera quién le envió esos regalos tan misteriosos… Eso sí, me temo que no fue nada tierno… . Uffff… No… por suerte no se me ocurrió que Hermione dejara plantado a Ron… Si hubiese hecho eso pues… seguro que hoy no tendrías capítulo jajajajaja Además, no podrás negarme que fue mucho mejor que, por una noche, se mostraran tiernos y enamorados… Ay (suspiro) Veremos cuánto les dura muajajaja En cuanto a Remus y Tonks, pues la cosa va muy despacito, despacito… Pero en este cap ya sucede algo nuevo y aunque el lobito aun no se haya dado cuenta… Con respecto a Harry, Cho, Ginny… Ya sabes que también detesto a la oriental pero el ojiverde tiene que ir desilusionándose de ella poco a poco… Es más, creo que ya tiene claro quién, en verdad, le interesa. La elfa se alejó tanto del castillo porque estaba pensando en cierto ex mortífago… Las divagaciones mentales a menudo no nos llevan a mucho pero creo que esta vez, el resultado no fue tan malo. Esteeeeee… Sirius no se quedó precisamente callado… Cuando leas, te darás cuenta que estuvo a punto de echarlo todo a perder…Esperaré por tu cometario. Muchos beshitos!!
Lil Granger: ¿También te gusta la pareja Remus/Tonks? Pues entonces ya somos dos… Cierto, en los libros no hay nada pero re leyendo el quinto te das cuenta que para la mayoría de las misiones andan juntos. En todo caso, Tonks no pudo llegar en mejor momento al castillo. Ya verás a qué me refiero... A prop, me encontré con Ale y le di tus recados. Ojalis te encuentre en msn para darte sus respuestas. Cuídate y un beshito.
Maru Snape: ¡¡Amiga!! No te preocupes, yo sé los perversos que llegan a ser los profes en el colegio ¬¬ Y luego no quiero que me eches la culpa si te va mal así que… jajajajaja Lamento desilusionarte pero creo, ¡creo!, que no habrán más besos obligados… No, no soy mala, es que… ¡¡mejor léelo!! ¿Remus olvidarse de la elfa? Mmmm… ya veremos, ya veremos… ¡No! No hay nada entre Sirius y Remus jajajajaja No es que tenga algo en contra de los slash (de hecho, leo uno que otro pero muy suavecito) pero no me hallo capaz de escribir uno. Apostaría que este cap te va a gustar. Beshitos loca! Nos vemos en msn!
Alexms: ¡¡Gracias, gracias, gracias!! No sabes lo colorada que me puse cuando leí tu review… Un millón por el apoyo… y por todos sus consejos. ¡¡Te quiero mucho!! Nuevamente, gracias… Por el cap… Sip, Ron tiene habilidades escondidas. Eso es algo que odio de las películas: siempre lo hacen ver como el bobo, y la verdad es que sin Hermione y él, Harry no haría ni la mitad de las cosas que hace. La escena de Remus y Tonks me costó mucho escribirla… No quería hacerla aparecer como "un ave de rapiña"… no sé si me explico… Está bien que la chica lo ame pero no quería que ese sentimiento la hiciera actuar mal. Menos mal que al final quedó tierna. En cuanto a Severus y Nindë… jajajajaja Ella se encargó de todos… Me inspiré en... ¡la mujer maravilla! Jajajajaja No, hablando en serio, es que ya era hora que fuera desarrollando sus otros poderes. Te imaginarás por qué, ¿verdad? Y sí, ellos se van de sacrificio en sacrifico. Se van protegiendo y la verdad es porque se aman. ¿Lo aceptarán o no de una vez? Mmmm… lee, lee jijijiji Y Sirius… ya verás que no se quedó callado. Después de todo, está tratando de ayudar al único merodeador que queda (a Colagusano ni lo tomo en cuenta porque la verdad, no cuenta jajajaja) Bueno, y repito lo que le puse a Paula: Nindë no anda leyendo las mentes de todos como si fuera El Profeta… no señor, ella sabe el significado de la palabra privacidad. Aunque tienes razón, si hubiese leído antes la mente de Severus, pues hace mucho tiempo que… En fin, que las cosas pasan por algo, ¿no? Creo que esta vez si te caerás de la silla cuando leas… pon cojines alrededor antes, ¿yap? Jijijiji Muchos, muchos beshitos!!
Indira de Snape: Jajajaja Pobre… ¡¡ya ni siquiera te suben los reviews!! Jajajajaja Eso es porque no se pueden poner malas palabras, amiga jajajaja Bien… te lo digo en una sola frase: Te aseguro que hoy, por fin, no quedarás picada. No te adelanto más así que a leer. Eso sí, espero un review larguito a cambio, ¿eh? Jajajajaja Beshitos!!
Caris: Mi Caris… primero que nada, tengo que disculparme por no haber dejado comentario en tu último cap pero después de todos los problemas que tuve con el pc, vi que ya habías contestado… En fin… espero me disculpes y te prometo que no vuelve a ocurrir. Muchas gracias por tu mensajito… me siento halagada, profundamente honrada con tus palabras. No sabes lo que significa para mí que tú me digas que te fascina mi historia. No, no lo sabes… siento… no sé, una alegría tan grande…y una gratitud sin límites hacia ti por venir hasta acá a leerme. En fin… vamos al cap…¡¡Claro que me consta que querías esta segunda parte del baile!! Jajajaja Si las poquitas veces que te encontré en msn tú y Ani trataban de sonsacarme algo jajajajaja Espero que haya valido la pena tanta espera. ¿Yo mala? Jajajajaja ¿Por cortar la escena de Ron y Herm? Bueno, es que… si entre Sev y Nindë todavía no hay nada pues entre ellos tampoco muajajaja Pero ten un poquito más de paciencia que todo empieza a desenredarse… En cuanto a Harry y Ginny… ¡¡no te puedes quejar!! ¡¡Fueron dos canciones y media!! Jajajajaja Más de lo que esperabas, ¿no? Y por Cho, no te preocupes que le queda solo una salida con el ojiverde… Si te gustó la escena de Nindë y Sev pues me atrevería a decir que este cap te va a encantar. Sirius… estuvo a punto de echar a perder todo, pero tendrás que comprenderlo, ¿eh? Deseo que este cap siga estando a las alturas… Ya me dirás. Millones y millones de beshitos!!
Elanor Black: ¡Hola! ¿Sabes qué? Tenías razón. A Snape le quedaba solo UN poderoso argumento para rechazar a Nindë, y en este cap se le vino abajo (Tremendo adelanto jijijiji) En cuanto a Ron y a Herm, pues la verdad también me pregunto cuánto les durará la calma… creo que solo un cap más jajajajaja (y sigo con los adelantos) Espero que este cap sea de tu agrado. Muchos beshitos!!
Bien… ya está. Ahora pónganse cómodos y… ¡¡a leer se ha dicho!!
CAPITULO 22: LA HORA DE LA VERDAD
Madame Pomfrey no lo podía creer: ¡tres enfermos de cuidado en una sola noche! ¡Y tenían que elegir precisamente aquella noche! Justo cuando todo el castillo parecía estar "patas pa'rriba" con el famoso Baile de Navidad… A su cara de total perplejidad le siguió, casi en forma instantánea, su habitual rostro severo.
- ¿A quién se le ocurre montar semejante fistecita… - masculló entre dientes la enfermera de Hogwarts –… sabiendo que los mortífagos planeaban atacarnos? – Si la mujer pretendía obtener alguna clase de justificación por parte del director, erró fatalmente - ¡Por Merlín! ¿Qué le sucedió, profesor Snape? ¡Cualquiera diría que un huracán le pasó por encima!
El mago oscuro le dedicó a Pomfrey una de sus ya conocidas miradas envenenadas. A continuación, fijó sus ojos negros en la elfa y agregó con cierta ironía…
- Digamos que fue algo así.
Nindë no puedo evitar sonrojarse.
- Voy a colocar algunos biombos a su alrededor, profesor – prosiguió la enfermera – Necesito que se saque esa ropa y se ponga este pijama. Después, acuéstese en la cama y trate de descansar. Está demasiado débil así que… lo mantendré en observación hasta mañana.
- ¿QUE? – rebatió Severus – ¡NO VOY A…!
- Volveré en un momento con una poción revitalizante – lo interrumpió la mujer, ignorando olímpicamente las protestas de su paciente.
El mago aceptó el pijama de mala gana gruñendo, por lo bajo, una serie de palabras ininteligibles. Por más terco que fuese, tenía que reconocer que el tono de voz de Pomfrey no admitía réplicas. La discusión estaba zanjada.
- Albus, por favor, ¡necesito que desalojen el cuarto! Para poder recuperarse, mis pacientes necesitan de tranquilidad…
El gran perro (que hasta ese momento se había mantenido al lado de Remus) se colocó junto a la cabecera de la cama de su ahijado, desafiando abiertamente las últimas instrucciones de la enfermera.
- Los efectos de la poción para dormir sin soñar – intervino el director – harán que Harry pase una noche sin sobresaltos, Hocicos. Me temo que esta vez no te puedes quedar a hacerle compañía.
Madame Pomfrey miró a Dumbledore algo espantada. Una cosa era que el animal estuviese extraordinariamente bien educado pero de ahí a explicarle la condición del chico… Como lo imaginó, el perro no se movió ni un milímetro.
- Bien… - esta vez la que intervino fue Tonks. La Auror se encontraba sentada a los pies de la cama del ojiverde – Tal vez Albus tiene razón… Deberíamos esperar afuera mientras Madame Pomfrey vuelve a poner todo en orden – Se puso de pie, sin apartar la vista de la de su primo. Al darse cuenta de que éste no se movería, decidió buscar apoyo en… - Esteeeeee… ¿No opinas igual, Remus?
El licántropo miró un instante a Tonks y luego agregó, volteando hacia Nindë...
- Yo… yo no estoy muy seguro… Quizás Hocicos…
- Si es por mí, Remus, despreocúpate – lo tranquilizó la elfa – Estoy bien, no tengo más que un rasguño…
Lupin no parecía muy convencido. Lentamente se acercó a la cama de la joven y, tomando sus manos entre las suyas, decidió por fin desahogarse.
- Nindë, tu podrías haber… ¡Ellos trataban de…!
- Pero estoy bien – lo interrumpió con dulzura – Gracias a Merlín, las cosas no pasaron a mayores.
- Si algo malo te hubiese sucedido, yo… yo nunca…
- ¿QUIEREN LARGARSE DE UNA VEZ?
- ¡Profesor Snape! ¿No le dije que se acostara?
- Es imposible descansar mientras se escuchan empalagosas declaraciones de amor, ¿sabe?
Ante el insidioso comentario, Hocicos abandonó su lugar al lado de Harry y se acercó gruñendo al profesor de Pociones. Los dos magos trataban de fulminarse con la mirada.
- ¡Suficiente! – exclamó Dumbledore, imponiéndose frente a la situación – Poppy, te dejaremos hacer tu trabajo. Nindë, Severus… necesitaré que me cuenten lo ocurrido pero… será mañana, ¿sí? Ahora sigan al pie de la letra las indicaciones de nuestra brillante enfermera y traten de descansar. Tonks, Remus, Hocicos… acompáñenme, por favor.
Con cuatro hechiceros menos en la habitación, la enfermería recobró parte de su calma habitual. Madame Pomfrey no demoró mucho en examinar la fea herida que tenía la elfa en el hombro: Gracias a Merlín, la maldición lanzada por Lucius Malfoy no había causado los daños que él hubiese querido provocar.
- Mañana, cuando se levante, vuelva a aplicar esta pomada sobre la herida. No debería presentar ninguna complicación pero si siente alguna molestia, no dude en venir a verme.
- Muy bien. ¿Eso es todo? ¿Ya me puedo ir?
- Bueno… esteeeeee… técnicamente sí pero… Antes ¿podría pedirle un favor, profesora Nólatári?
- Nindë – la corrigió con amabilidad – Y sí, claro que puede. Si está en mis manos ayudarla…
- Se trata del profesor Snape. Lo conozco demasiado como para no saber que intentará "fugarse"… A veces olvida que es un ser humano de carne y hueso, igual que todos nosotros… ¡En fin! Mientras voy por la poción, ¿podría quedarse con él?
- Bueno… yo… - la perspectiva de estar a solas con el mago oscuro, después de lo que le había confesado, no la convencía para nada.
- Serían solo unos minutos…
- Bien… sí, claro, no se preocupe.
La Princesa de los Elfos Altos atravesó la sala con el corazón golpeando furiosamente contra su pecho. Asomó la cabeza por uno de los biombos y se relajó. Allí estaba Severus, sentado bajo las sábanas de la cama, mirando hacia la pared que tenía al frente con el ceño fruncido. Tenía los brazos cruzados sobre su pecho, en clara señal que se le retenía en ese lugar en contra de su voluntad. Parecía un niño de 10 años, malcriado y consentido, teniendo una de sus rabietas. "Y pensar que este niño puede llegar a ser el mago más intimidante del mundo…" Carraspeó, tratando de ahogar una risita. Severus la miró de reojo sin abandonar su postura. Nindë suspiró.
- ¿Pensando cómo escapar de la enfermería?
- ¿Todavía estás por aquí? Pensé que ya habrías corrido a los brazos de Lupin – y en voz baja agregó, hablando más para sí mismo – Apostaría mi vida a que te está esperando afuera…
- ¿Celoso, Severus Snape?
- ¿Celoso? ¿Yo? ¡Ja!
El semblante risueño de la joven dio paso a una profunda desilusión.
- Me parece increíble.
- Qué, si se puede saber…
- Que después de lo que dije, tú… Definitivamente no vas a cambiar nunca. Bien… creo que te dejaré descansar. Madame Pomfrey no tarda en venir con la poción así que…
- Nindë – la interrumpió súbitamente. Su voz era como la miel y el trueno. Sorprendida, ella volvió a mirarlo y la intensidad de su mirada la dejó sin aliento - Dime toda la verdad: ¿Me amas?
El corazón de la elfa dio un vuelco inexplicable. El tiempo pareció detenerse. Aquella era una pregunta que nunca habría esperado que él hiciera, no con esas palabras. Tampoco habría imaginado nunca que tendría que darle una respuesta.
- Ya estoy aquí – mago y bruja dieron un respingo al oír la voz de la enfermera, atravesando los biombos – Gracias, profesora…
- Madame Pomfrey – espetó Severus fría y peligrosamente – Nindë y yo conversábamos… de algo privado.
- ¿Ah, sí? Seguro que puede esperar hasta mañana. Ahora tiene que dormir – dirigiéndose esta vez a la elfa, agregó – Si nos disculpa…
- Claro, claro… ya me voy. Buenas noches, Seve…
- No respondiste mi pregunta.
- En este momento no, por favor… - le suplicó – Mañana, ¿sí? Mañana… - y girando sobre sus talones, abandonó la enfermería.
- Tendrá que tomarse toda la poción pero le aseguro que… - el profesor de Pociones oía las indicaciones de Poppy pero no entendía absolutamente nada: su mente y su corazón se encontraban muy lejos de allí. Aun no podía explicarse por qué le había hecho semejante pregunta a Nindë pero… pero eso ahora no era lo importante, no… Solo una vez había sentido esa maldita ansiedad carcomiendo todos sus sentidos… Y al igual que aquella vez, deseaba (con todas las fuerzas de su alma) que la respuesta no destrozara sus escasas esperanzas.
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- ¿Dónde vas tan temprano, Canuto? – Remus tuvo que refregar reiteradas veces sus ojos para poder acostumbrarse a la claridad de la habitación – Para tu información, estamos en vacaciones…
- Lo sé pero tengo algo que hacer… algo que no puede esperar.
Lupin frunció el ceño, intrigado. Observó a su amigo largo rato, tras los cuales decidió no entrometerse. Suficiente tenía con el ataque hacia Nindë como para preocuparse también por los "misteriosos asuntos" de Sirius.
El animago terminaba de acomodar su túnica cuando añadió algo distraído…
- ¿Lunático?
- ¿Mmmm? – le respondió el hombre lobo aun medio dormido.
- ¿Supiste qué fue de Florence Henstridge después que dejamos Hogwarts?
- ¿Florence? A ver, Canuto… ¿Qué tiene que ver Florence en todo esto?
- Uffff… si supieras…
- Si no te conociera, diría que te has obsesionado con esa mujer solo por su… "relación" con Severus.
- Snape – masculló entre dientes, furioso – Ese maldito bicho raro siempre metiendo las narices donde no debe…
- ¿Qué es lo que está pasando, Canuto? – preguntó el licántropo sentándose en la cama. El sueño y el cansancio habían dado paso a la preocupación – Contéstame, Sirius. ¿Qué diablos está pasando?
- Nada, nada – negó Sirius, moviendo su larga cabellera con desenfado – Bueno pero no me contestaste. ¿Nunca te enteraste que hizo Henstridge al terminar los estudios? ¿No sabes si trabajó, si se fue del país, si… se casó?
- No, Sirius, nunca supe nada. En realidad, y ahora que lo pienso, ella es una de las pocas personas de las que perdí toda pista al salir de Hogwarts… Como nunca fuimos grandes amigos…
- Mmmm… ¿No crees que ella y Nindë se parecen un poco?
- Bueno… sí… no… más o menos… El que debería saberlo eres tú, ¿no? – y entre risas añadió - ¡Apuesto que sabías el número exacto de pecas que Florence tenía en su rostro!
- Eso no es gracioso, Lunático…
- Perdón, perdón pero es que… ¡es cierto! Te fascinaban esos aros en forma de flor que ella utilizaba, ¿recuerdas?... – suspiró – Siempre te fijabas hasta en los más mínimos detalles de su persona.
- Aja… "Por suerte alguien lo hacía" – pensó el animago, recordando con cierta nostalgia el Colgante de la Amada – Se me hace tarde, será mejor que me vaya. Nos vemos después del desayuno, ¿de acuerdo?
- De acuerdo – concordó, desperezándose.
Sirius ya estaba abriendo la puerta del dormitorio cuando, de improviso, recordó algo importante.
- ¡Remus! Vaya, casi lo olvido… Tonks me pidió anoche que te dijera… ¿Cómo era? ¡Ah, sí! Que no te sientas culpable de aquello, que era un baile y que era lícito que disfrutaras. Dime… ¿qué quiso decir con todo eso?
El profesor de Defensa lucía impresionado. Tardó unos instantes en responder y cuando lo hizo, fue evidente lo mucho que le costaba hilar las palabras.
- Bien… yo… ella… Nos vemos… nos vemos después, ¿sí?
Sirius se encogió de hombros y atravesó el umbral de la puerta, transformado en el perro negro y lanudo. Mientras, la mente de Lupin no dejaba de sacar conclusiones.
- "¿Cómo es que Tonks supo que me estaba culpando por lo del ataque de Nindë? Es imperdonable, yo bailando y divirtiéndome cuando los mortífagos pretendían…" – sacudió su cabeza con fuerza pero no fue capaz de alejar de sus pensamientos a la Auror – "Tonks te conoce demasiado bien, Remus… ¡diría que hasta mejor que tú! La echabas de menos, ¿cierto?" – entonces, una tierna sonrisa se asomó en sus labios… Un cálido sentimiento comenzaba a despertar en su corazón.
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Dobló con sumo cuidado el vestido celeste que había utilizado para el baile y lo colocó sobre la cama. Suspiró profundamente. No había dormido nada de bien pero no por culpa del ataque sino por aquella "bendita" pregunta que no dejaba de dar vueltas en su cabeza.
- "Nindë. Dime toda la verdad: ¿Me amas?... ¿Me amas?..."
- ¡Argh! Típico de Severus… ¡A quién se le ocurre hacer semejante pregunta y en forma tan… tan… imprevista! ¡Sí que me sorprendió! Pensé que lo negaría todo, que seguiría escudándose en la indiferencia y ahora… ¿Qué le vas a decir? ¿Serás sincera? ¿Podrá él comprender todo lo que sientes?
Unos rasguños en su puerta la sacaron abruptamente de sus cavilaciones. Terminó de colocar la diadema de esmeraldas en su frente y abrió. Un gran perro se encontraba frente a ella, moviendo la cola con evidente entusiasmo.
- ¡Hocicos! ¿Le pasó algo a Harry? ¿A Remus? ¿A Se…? – sacudió su cabeza con fuerza, antes de terminar la pregunta - ¿Están todos bien?
Al animago asintió. Nindë suspiró, aliviada.
- Supongo que entonces quieres conversar de lo de anoche, ¿no? En realidad tengo poco tiempo pero… pasa, pasa – cerró la puerta y volteó hacia Sirius. Había recuperado su forma humana – Gracias por ayudarme con los mortífagos. En parte, salvaste mi vida.
- No tienes nada que agradecer… pero, aquí entre nos, mi ayuda no sirvió de mucho porque terminaste descubriendo tus poderes igual.
- Ellos ya lo sospechaban, ¿no? Además, tarde o temprano, se iban a terminar enterando. Pero ya no hablemos más de eso, mejor cuéntame cómo es que Harry se enteró del ataque.
- Al parecer se trató de una especie de premonición. Nindë… ¿es posible que como el Elegido, Harry posea más de un poder oculto?
- La verdad, Sirius, esto de la Profecía es tan desconocido para mí como para ustedes. Es posible que Harry esté desarrollando nuevos poderes o que solo comparta ese don conmigo. Recuerdo que en cierta ocasión, Albus nos dijo que estábamos unidos por un poderoso vínculo así que no sería tan descabellado pensar que se nexo…
- Influye también en sus poderes mágicos – completó el animago.
- Así es. Eso explicaría por qué Harry está teniendo premoniciones cuando antes no lo hacía. ¿Era eso lo que querías saber?
- Bueno… en parte. Existe alguien más que me preocupa… - carraspeó un tanto nervioso – Se trata de Remus y de la… "especial" relación que mantiene contigo.
- Sirius, no quiero parecer grosera pero creo que ese tema nos compete solo a Remus y a mí.
- Lo sé, Nindë, lo sé y por favor no me malinterpretes. Solo intento evitar que alguno de los dos salga lastimado con esta situación.
- Veamos… Concretamente, ¿a qué te refieres?
Sirius fue franco y directo.
- A Snape.
La elfa palideció de golpe. Quiso hablar, pero al momento de abrir la boca, se dio cuenta que no era capaz de articular palabra. La habían tomado por sorpresa una vez más.
- Sé que eres libre de entablar… cierta amistad con Snape (y más si él es tu profesor de Defensa) pero de ahí a que intente cortejarte, enviándote costosos regalos pues… Comprenderás que eso no me parece leal con Remus…
- Un momento, Sirius – lo atajó secamente – Parece… parece que me perdí de algo. Severus nunca me ha hecho ningún regalo y no creo que esté pensando en…
- ¿Cómo? – esta vez fue su turno para interrumpir - ¿No sabes que el Colgante de la Amada perteneció a una antigua (y probablemente única) novia de Snape?
- ¿Q-Qué? – balbuceó Nindë - ¿Esa… esa joya perteneció a… a Florence?
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No sin una cuota de esfuerzo, el profesor de Pociones terminó de acomodar su capa sobre la túnica. Tenía que reconocer que la horrible poción de Madame Pomfrey era efectiva pero no permanecería más tiempo allí, esperando por una segunda dosis. Había soportado cosas mucho peores en su vida y nunca necesitó de tantos cuidados. No era una persona débil, jamás lo había sido y ahora no iba a ser la excepción. "A estas alturas de tu vida no puedes darte el lujo de claudicar… No, cuando lo que tanto anhelas está tan próximo a realizarse…"
Se sentó en la cama y suspiró, cansado. Eran pocos los momentos en que se permitía bajar tanto la guardia pero, después de haberla conocido, todo su mundo (establecido perfectamente) parecía haberse vuelto de cabeza. Todo en ella lo descolocaba, lo perturbaba, lo… ¡lo volvía loco! "Por eso te gusta tanto, ¿no?" Una sonrisa maliciosa se asomó en sus labios al recordar los eventos de la noche pasada. Después de haber formulado aquella pregunta, había escogido un nuevo destino para su vida… un destino del que no podría escapar por más que intentase hacerlo. "Pero ¿estás preparado para asumir las consecuencias? La última decisión crucial que tomaste causó heridas tan profundas en tu alma, que aun no dejan de sangrar" Y aunque no quería hacerlo, ¡aunque se había prohibido hacerlo!, cerró los ojos y una vez más se vio arrastrado por los recuerdos…
Florence volvía con rapidez a la habitación matrimonial, llevando entre sus manos una pequeña botellita con un líquido azulino en su interior. Sus brillantes ojos verdes se llenaron de lágrimas al ver a su esposo, prácticamente muriendo, entre las sábanas de su cama.
El hombre de largos cabellos negros y nariz ganchuda presentaba signos evidentes de haber sido torturado por un largo período de tiempo. Tenía varios rasguños en su pecho y una herida no muy profunda en su cabeza que no dejaba de sangrar. La mujer se arrodilló a su lado, tratando de infundirle ánimos.
- Se… Severus… - su voz se vio quebrada por el llanto – Haz un esfuerzo y… y trata de beber esto, ¿sí? Ya verás… ya verás como te sientes mejor.
El mago reprimió un quejido al tratar de incorporarse. Mientras bebía, Florence apartó de su rostro sudoroso, unos cuantos mechones rebeldes de pelo negro. Se sentó a su lado y acomodó amorosamente la cabeza de su esposo sobre su regazo.
- Severus… ¿por qué…?
- No fui capaz de matarlo… era un niño, ¡solo un niño! – sus pequeños ojos negros reflejaban un profundo e intenso dolor.
- Mi amor… tú no puedes… ¡tú no eres como ellos! ¿Por qué no renuncias a todo esto y vuelves al lado correcto? ¿Por qué… porque insistes en castigarte… en hacerte sufrir?
- Al Señor de las Tinieblas no… no le entregas tu renuncia así como así, Florence – hablar le estaba costando las pocas fuerzas que aun conservaba en su cuerpo pero quería que ella entendiera su posición… - Es toda una vida de servicio o… la muerte. Si lo traiciono, él sería capaz de… de vengarse en lo que más amo y… y esa eres tú. Yo… yo sigo siendo mortífago solo por eso.
- No decidas por mí, Severus… No te preocupes ni temas por lo que pueda sucederme… Te estás condenando y… ¡por favor, todavía tienes tiempo para rectificar! Hazlo por ti… por nosotros… Vuelve a ser MI Severus Snape…
El mago oscuro no respondió. Ya había tomado una decisión y no iba a volver atrás. Aquella fue la última vez que Florence le aconsejó volver al lado de Albus. Unos pocos días después murió en sus brazos, asesinada por sus propios compañeros mortífagos… asesinada por orden de lord Voldemort.
- ¿Te sientes bien, Severus? – una dulce voz femenina lo devolvió bruscamente a la realidad. No hizo falta que abriera los ojos para saber de quién se trataba - ¿Seve…?
- Estoy bien – fue su respuesta fría y cortante. Abrió los ojos para mirarla de soslayo.
- Bien… en ese caso, ¿dónde está Harry?
- ¿Potter? Vino Albus muy temprano esta mañana y se lo llevó a su despacho.
- Y por lo que veo, tú también te ibas, ¿no? ¿Olvidaste que tenemos… una conversación pendiente?
- Yo diría, más bien – replicó con voz socarrona – que hay una respuesta pendiente.
La elfa suspiró. El momento había llegado. Tenía que decírselo todo de una vez y… ahora, porque después no sería capaz de hacerlo. Tomó aire, dándose valor, y…
- Está bien. ¿Quieres mi respuesta? Entonces óyela con atención. No eres en absoluto encantador… Al contrario, eres sarcástico, déspota y exasperante. Pareces no tener vida fuera de Hogwarts y nadie confía en ti (excepto Albus), sin embargo… y por muy descabellado que suene, parece ser que me has… embrujado. ¡Y esa posibilidad es la que me ha estado atormentando tanto! Y sí… te amo… te amo y no porque me hayas hecho amarte sino porque elegí amarte y porque sé… sé que necesitas que te ame… estés o no preparado para admitirlo.
Finalizó la última frase aprisa, cerró los ojos y se quedó quieta esperando la reacción de Severus. "Listo… puedes echarme de tu vida ahora, burlarte todo lo que quieras, rechazarme si te da la gana pero… ya lo sabes… ya lo sabes todo. Por fin conoces… mi verdad".
Nada de lo que Nindë esperaba que ocurriese, sucedió. Cuando sintió la mano de Severus acariciando su mejilla, no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas. Él la observaba con un gesto de ¿dulzura? en su rostro, tan distinto a la severidad que siempre aparentaba…
- Severus… tú… ¿me amas?
- ¿Qué crees? – alcanzó un mechón del cabello de la joven y lo apartó de su cara – No acostumbro andar besando a todas las profesoras que se me cruzan por delante, ¿sabes?
La elfa no pudo resistirlo más y lo abrazó con fuerza. Severus pareció sorprenderse pero correspondió al abrazo con la misma intensidad.
- Entonces… ¿por qué me niegas el derecho a amarte? ¿Por qué no podemos… estar juntos?
El mago oscuro la separó con delicadeza de su cuerpo y se levantó la manga izquierda de la túnica. Descubrió el antebrazo y se lo enseñó a Nindë.
- Por esto – la Marca Tenebrosa lucía como un sencillo tatuaje en la piel de Severus pero la joven adivinó que debía tornarse de un color negro azabache cuando Voldemort lo llamaba.
- Esto – y colocó amorosamente su mano sobre la Marca – no modifica en nada lo que siento por ti.
- Pero no voy a permitir que por su culpa, ellos te maten.
- No tomes decisiones por mí, Severus…
- ¿Es que no lo entiendes? Podrías morir… por eso te prefiero lejos de mí antes que…
- ¿Y si fuera yo quien te está exponiendo a la muerte?
Severus la miró sin lograr comprender del todo la pregunta. ¿Sería posible que…? Para bien o para mal, el mago no pudo darle más vueltas al asunto porque Nindë se acercó a él y lo besó en la boca, con dulzura. Como las otras veces, el beso se fue haciendo cada vez más intenso y profundo… La Princesa se negaba a alejarse y el ex mortífago no estaba dispuesto a dejarla ir… Solo cuando la necesidad de aire los reclamó a ambos, decidieron poner fin a la magia del momento.
- Nin…
- No digas nada, por favor… - lo calló la elfa, poniendo su dedo índice en los labios de Severus – Si ahora vas a rechazarme, no creo que mi corazón sea capaz de resistir tanto dolor. Y si me aceptas, es probable que enloquezca de felicidad así que… por lo pronto, no digas nada. Antes de tomar cualquier decisión, piensa en todo lo que hoy te he dicho y… no olvides que un galleon tiene siempre dos caras, ¿sí?
Un nuevo beso apasionado ahogó las palabras. Tiempo después, cuando la elfa dejaba la enfermería, la voz del profesor de Pociones detuvo sus pasos. No pudo evitar sonreír ante la evidente diversión que escondían sus palabras.
- No costaba tanto dejar el verde, ¿verdad? – Nindë lucía una túnica de un pálido color amarillo. Ella le sonrió antes de agregar…
- Tenías razón… Dejar el luto tampoco cuesta tanto, ¿sabes?
Severus rió con ganas. Era la primera, genuina y espontánea risa que ella le había oído en todos los meses viviendo en el castillo. Lo contempló en silencio, fascinada, mientras las severas facciones de su rostro se relajaban, haciéndole parecer mucho más joven.
El corazón de la elfa dio un salto inesperado dentro de su pecho. Entonces lo supo. Nada más importaba en ese momento: Amaba a Severus con todas sus fuerzas… y él le correspondía.
Fin del Capítulo 22.
Nos vemos la próxima semana.
Clau de Snape
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de las Ron4Ever
