¡¡Buenas!! Como verán, estoy viva jijijiji Y de regreso al fic.

Primero que todo, quería pedirles disculpas por haber dejado pasar tanto tiempo sin actualizar… No me he sentido muy bien y he andado algo depre… De hecho, este cap salió "porque me obligu" a escribir, así que disculpen si no cumple con sus expectativas… Espero que de aquí al final, no haya más interrupciones de este tipo. Trataré de aquí sea :)

Como una manera de celebrar los 200 reviews, publiqué un "mini fic" titulado Ángel Caído. Si aun no lo han leído… ¡¡Corran a hacerlo!! Jijijiji Está dedicado con mucho cariño para todos ustedes, que han hecho posible que este "experimento" siga adelante.

Mis más sinceros agradecimientos a mi beta comadre Jany (ya que sin su "visto" bueno, los caps nunca verían la luz jijijiji) y a Alexms (por prestarme "aquella" frase que me vino como anillo al dedo y por darme ciertas ideas locas).

¡¡Y ahora lo que estaba debiendo del cap anterior!! La "Contestación" de Reviews:

Marissa: ¡¡Bienvenida!! Muchas gracias por tus comentarios, en realidad conseguiste que me pusiera colorada… Sip, yo también siento pena por Lupin (y ya te enterarás lo mala que fui con él en este cap) Perdóname por haberte hecho esperar tanto por un nuevo cap, pero espero que lo disfrutes tanto como el anterior. ¡¡Un beshito!!

Alexms: ¡¡May!! Tú sabías perfectamente lo nerviosa que estaba por tener que describir la primera noche juntos de Nindë y Severus, ¿verdad? Pero sin tu ayuda, jamás habría sido posible que quedara algo tan bonito y romántico… Muchísimas gracias por darme ánimos y corregir esas partes enredadas… Me alegro que no te haya parecido vulgar (ni nada por el estilo) y que te haya gustado el resultado final. ¡¡También me hiciste enrojecer con tanto elogio!! No sé si los merezca realmente, ¡pero me subieron mucho el ánimo! Y nuevamente te agradezco por ello jijijiji Como siempre, espero ansiosa tus impresiones, sobre todo acerca de la reacción de cierto lobito… ¡¡Muchos beshitos!!

Lakota Snape: ¡¡Un millón por tus palabras!! No sabes lo que reconforta saber que la historia esté gustando… Y qué bueno que encontraste el cap bonito… Si ese te gustó, creo que éste aun más jijijiji ¡Saludines!

Indira de Snape: ¡¡China!! Te he echado tanto de menos… ¿Dónde te has metido? ¿Volviste ya a la Universidad? ¿Por qué no contestaste mi correo? En fin… demasiadas preguntas que espero me contestes, ¿eh? ¡¡Muy agradecida de tus palabras!! Estoy feliz de que te haya gustado… Ya sabes que te lo dediqué con todo mi cariño. Jajajaja ¡Sabía que sentirías envidia de Nindë! Jajajaja Y quién no… Pero no me negarás que ambos se lo "merecían"… Si te gustó el cap anterior, creo que este también… Ya sabes que me gusta lo dulce y no me pude resistir… ¡Tus reviews no son nunca una molestia! Así que si quieres enviarme uno diario… ¡por mí no hay problema! Jijijiji ¡¡TQM!! Un beshito, amiga.

Caris: Mi Caris… ¡No sabes cuánto te he echado de menos! A ver si te escribo un correito, ¿sí? Necesito de tus consejos… ¡¡En fin, guapa!! Muchas gracias por todas tus palabras… Fuiste un pilar fundamental en el cap, ¿lo sabes, verdad? Ais… no sabes el miedo que tenía de no transmitir nada… A que quedara vulgar, sin sentido… ¡¡Pero tus ánimos y coment me ayudaron mucho! ¿Tú pedirme ayuda? ¡¡Imposible!! Si eres de las mejores escritoras que conozco… (Y mi favorita, por cierto jijijiji) Nunca tendré como agradecerte… ¡¡TQM!! ¡Saludines!

Maru Snape: ¡¡Maru!! Me alegró encontrarte el otro día en msn… Lo que no me gustó nada fue lo de tus fics "abandonados" jajajaja Pero aquí estoy yo para presionarte, ¡digo!, persuadirte jajajaja ¡¡Muchas gracias por las felicitaciones!! En verdad, me dejas sin palabras… Espero que este cap no te desilusione, aunque tiene su buena dosis de "azúcar" jajajaja Lo siento, no lo puedo evitar: lo cursi lo llevo en la sangre… ¡¡A ver cuándo nos encontramos de nuevo!! Necesito de tus ideas locas jajajaja ¡¡Un beshito!! Y suerte en el cole.

Arwen Black: ¡¡Qué placer recibir un review tuyo!! No había tenido oportunidad de hacerlo, pero te agradezco las palabras de apoyo que me enviaste cuando borraron mi fic… ¡¡Un millón!! Con respecto al cap… ¡espero que estés viva! Jijijiji Porque aquello no fue más que el comienzo… Si encontraste "mágico" ese momento, espero te guste el despertar del día siguiente. Bien… te cuento que jamás en mi vida había escrito un lemmon de Harry Potter y me sentía insegura… ¡¡Pero por tus coments me puedo sentir satisfecha!! Una vez más, gracias de todo corazón… De tus preguntas, veamos: Cuando me dices que le de una oportunidad a "uno de los slytherins", te refieres a Draco, supongo… Pues… me temo que no puedo contestar aun jijijiji Aunque sale en este cap y podrás hacerte una idea. De Luna y Neville… capaz que me de la tontera y los deje juntos jijijiji Quien sabe… Y de Remus/Tonks… todo lo que el lobito necesita es desengañarse de la elfa, y creo que en este cap ya empieza a hacerlo. ¡¡Y no eres una latosa!! ¡Beshitos!

Amsp14: Ani… ¡tantas lunas! Ya ningún domingo me he topado contigo… ¿Cómo estás? ¿Qué tal el trabajo? ¿Y los estudios? (Estoy muy preguntona, lo sé jajajaja) En fin… supongo que la espera fue larga nuevamente, ¿verdad? Perdona… parece que justo al final me estoy quedando sin inspiración. ¡Pero lo voy a terminar! Lo prometo… Jijijiji ¿Así que te gusta ver a Snape en aprietos? Jijijiji Me parece que ya no podré ponerlo más en evidencia porque, luego de lo que pasó, le toca sincerarse… Y te adelanto que, después que me insistieras tanto, por fin he decido que Nindë hable con el lobito… Veremos qué te parecen ambas reacciones… Jajajaja Bueno… Sev sabía que si entraba en el "juego" no podría echar marcha atrás… Y ahora están más unidos que nunca. Ni siquiera él imaginó lo que esa noche terminaría significando para ambos. ¿Te confieso algo? A mí también me encanta esa frase de "Pídeme que me detenga"… No sabía si ponerla como palabras de Snape o de Nindë, pero May me aconsejó que fuera de Sev… ¡¡y mira lo bien que encajó en el contexto!! Mmm… Si pasaron la noche juntos… Sev no podía irse así como así… ¡qué feo hubiera quedado! Jijijiji Es por eso que demoré más en subir el cap, porque la parte de su despertar fue más difícil que escribir la de su relación. Espero que te guste, porque se viene acercando el final y no quiero defraudar. ¡¡Un beshito!!

Lil Granger: ¡¡Amiga!! Si no me equivoco, ya debe haber empezado tu tortura, ¿verdad? Jijijiji ¡¡Desde acá te mando mucha fuerza y ánimos!! Verás cómo te va de maravillas este semestre. ¡¡Un millón de gracias por tus palabras!! No sabes lo que significan para mí, más sabiendo que tú prácticamente lees solo historias de Ron y Herm… Me alegro que te haya parecido tierno (y yo que tenía miedo a que quedara vulgar)… Jajajaja No sabes lo que me reí con lo de la china… Ambas sabemos que sí se lo merece… ¿Te adelanto algo? Tengo pensado publicar un one shot del pelirrojo y la morena y… quisiera dedicártelo a ti. A ver si nos encontramos en msn o me andas un mail, diciéndome qué te gustaría que pasara o si deseas que sea sorpresa, ¿sí? Nuevamente, muchas gracias por tus palabras… ¡TQM! ¡Beshitos!

Elanor Black: ¿Qué tal, amiga? Jijijiji Vi que pusiste cap… Y que quieres que te mandemos frases… Muajajaja Vete preparando muajajaja ¡¡En fin!! Que me desvío, me desvío… Lupin… No es que no se de cuenta, lo que pasa es que no quiere darse cuenta… Se niega a aceptar lo que es más que evidente pero... ¡es que debe ser muy doloroso para él! Imagina que pensaba tener una relación con la elfa, a punto de ser novios y… ¡zas! El grasoso, ¡perdón!, Severus se la quita… Pero, lamentablemente, algún día tenía que desengañarse y creo que ha empezado en este cap.

DValle: ¡Bienvenida! (O bienvenido) Me quedó la duda si eras mujer u hombre, así que la contestación va en genérico, ¿sí? Eso sí, espero que me acompañes hasta el final y tenerte bien a menudo por aquí. ¡¡Qué bien que el fic te haya gustado!! Me honras con tus palabras… de verdad, te estoy muy agradecida… No sabes, eso me da ánimo para seguir adelante… ¡¡Muchas gracias!! Bueno… lo del nivel lo tendrás que decidir tú, a mi me encantaría seguir superándome y escribir cada cap de mejor forma… Espero que esta entrega cumpla con tus expectativas, ¿sí? Ya me dirás qué te pareció. ¡Sí! La Rowling se "comi" demasiadas cosas importantes… Me quedó la sensación de que el último libro se fue más que nada en hojas, que en información o hechos… Espero que en el sexto ¡se reivindique! Jijijiji Una vez más, gracias por tus felicitaciones. ¡¡Beshitos!!

Paula Moonlight: Gracias, gracias, gracias… No creo merecer los aplausos pero… ¡qué bien se siente que te haya gustado! Sip… romántico tenía que quedar (esa es mi vena predominante junto con la dramática jajajaja Pero no sé por qué tengo la impresión de que ya lo sabías…) Mmm… ¿la veta malvada? Sí… quiere causar estragos en el fic… Y te confieso que me está convenciendo. ¡No! Jajajaja Remus no escuchó nada de la acción… Si el pobre salió corriendo de la habitación apenas dejó las flores… Aunque te adelantó que le llegó el turno de sufrir... Ya me dirás. ¿Quieres que Sev sufra? ¡Yo también! Muajajaja (Qué mala…) Pues… no te voy a adelantar nada, pero me parece que después de este cap, si a Nindë le pasa algo, nos quedamos sin profesor de Pociones… Ya verás por qué. Sip, acertaste nuevamente, ya estamos en la recta final… Quedan solo 6 caps para el final. Oye, ¿cuándo nos juntamos? Nadie contestó mi mail… Snif… snif… Espero respuesta. ¡¡Beshitos!!

¡Ahora sí! A leer se ha dicho. ¡Disfruten!


CAPITULO 26: DE DULCE Y AGRAZ

(Nota: En Chile, el término "De dulce y agraz" es muy popular, pero temo que la mayoría de ustedes nunca lo haya escuchado. Técnicamente Agraz significa"Uva sin madurar", por lo que suele interpretarse como "Amargo" o "Acido". De este modo, el título de este cap sería algo así como "De Dulce y Amargo"… solo que no lo cambié para respetar la idiosincrasia de mi país. Espero y comprendan jijijiji).

Abrió los ojos con lentitud. Había dormido profundamente y ahora una extraña pero placentera sensación de bienestar, la invadía. Como nunca, aquella mañana le estaba costando demasiado desperezarse y aun no entendía muy bien el por qué… Compartiendo el mismo letargo, los dulces recuerdos de la noche vivida comenzaron a "bombardear" su mente… Y entonces comprendió. Sin embargo, no existían palabras adecuadas que describieran la perfección de ese mágico momento. Lo único cierto era que, rodeados de un encanto, candor y delirio mutuo total, ambos habían superado la barrera del placer, dando origen a una unión imperecedera e indisoluble.

Suspiró. Lamentablemente no todo lo que la rodeaba compartía esa "hermosura"… Aquella premonición no hacía más que recordárselo, noche tras noche, como si intentara advertirle que no tenía ninguna posibilidad de intervenir. Aun peor era el hecho de que le quedaba poco tiempo (muy poco, en realidad) y muchas cosas que arreglar. La principal de ellas se encontraba de pie, frente a la ventana de su cuarto, aparentemente absorto en sus propios pensamientos. Los tímidos rayos de sol que perfilaban su rostro, le indicaron que recién comenzaba a amanecer.

- Severus… - musitó la elfa, mientras se sentaba en la cama.

El profesor de Pociones volteó a mirarla con intensidad. Nindë no pude evitar un estremecimiento cuando comprobó que en esos profundos ojos negros, aun quedaban rastros del fuego y la pasión de la noche anterior…

Severus carraspeó con impaciencia.

- Perdón, perdóname… ¿Decías algo?

El mago oscuro puso los ojos en blanco y volvió a dirigir su mirada hacia los exteriores del castillo. Nindë arqueó sus cejas, un tanto divertida. Severus Snape estaba nervioso… nervioso e incómodo con aquella situación. Y la verdad es que… ¡no era para menos! Pero eso no era todo: lo conocía demasiado bien como para no saber que, seguramente, también se estaría odiando por mostrarse débil… inseguro… humano.

- Te decía que tomé una túnica de ese armario y la transformé en la bata que ahora traigo puesta – le dijo el ex mortífago, tratando de proyectar su acostumbrada severidad. Al ver el desconcierto en los ojos de la joven, sonrió sarcásticamente y avanzó hacia la cama. Entonces, y con cierta cuota de ironía en sus palabras, añadió – No me podía arriesgar a convocarla desde mi habitación porque nunca se sabe cuán… "madrugadores" pueden llegar a ser los alumnos de este colegio.

Nindë solo se limitó a sonreír. Acababa de descubrir la razón de tan enigmática conducta. ¡Era evidente! Él necesitaba volver a hacerse cargo de la situación… necesitaba recuperar su autocontrol.

Un silencio un tanto incómodo se instaló en el cuarto… Y aunque los dos se esforzaron por evitarlo, sus miradas se encontraron una vez más y terminaron por traicionarlos. Supieron, entonces, que era el momento de hablar, de sincerarse… No tenía ningún sentido seguir retrasando esa conversación. Fue así, como luego de unos instantes de indecisión, la elfa tomó las manos de Severus entre las suyas, instándolo a que se sentara en la cama, junto a ella. Precisamente fue él quien tomó primero la palabra.

- ¿Arrepentida? – le preguntó, con voz profunda.

Nindë acarició con ternura su mejilla antes de contestar.

- ¿Crees que existe cabida para el arrepentimiento cuando… cuando en tus brazos aprendí lo maravilloso que es amar y ser amado?

¿Cómo reaccionar ante semejante respuesta? Eran pocas las defensas que había logrado acumular (desde que despertó en la madrugada hasta ese minuto) y con unas pocas palabras, volvía a estar totalmente indefenso frente a esa mujer. Sin embargo, ¿valía la pena seguir resistiéndose, luego de lo ocurrido? Ya había dado el primer paso, ¿por qué no terminar de abrir su corazón, de una buena vez? "Porque tengo miedo de que su amor me lastime… ¡de que me hiera como un día lo hizo ella!" Pero ¿estaba dispuesto a rechazar esta segunda oportunidad que la vida le otorgaba? La que, por cierto, podía ser la última… "¡Maldita sea, lo sé! El problema es que si sigo adelante, ya no seré capaz de vivir sin ella" ¿Y podría hacerlo, si la dejaba ahora?

La respuesta pareció surgir de lo más profundo de su mente. La imagen de Nindë con lágrimas en sus ojos, con las mejillas sonrojadas y el cabello revuelto sobre las sábanas, era todo lo que necesitaba para terminar de decidirse. En forma espontánea y siguiendo los impulsos de su corazón (algo totalmente nuevo y desconocido para él), acercó su rostro al de ella y la besó larga y profundamente. Solo cuando sintió que le faltaba el aire y que empezaba a perder el poco control que había recuperado, se alejó nuevamente, poniendo fin al contacto. Tomó, entonces, la mano derecha de la elfa y la llevó a su pecho, cerca de su corazón. Al ver que ella se sonrojaba ligeramente ante el solo contacto con su piel, tuvo la plena certeza de que lo que pensaba hacer, era realmente lo correcto.

- Después… Después de la muerte de Florence, juré que nunca volvería a entregar mi corazón… a ninguna otra mujer.

- Seve…

- Escúchame – la interrumpió, pero más secamente de lo que hubiera deseado. Frustrado, movió la cabeza de un lado a otro y respiró profundo. No podía… ¡Nunca podría!

Nindë lo miró con infinita dulzura. Sabía lo difícil que le estaría resultando verbalizar sus sentimientos (y más después de lo vivido con su esposa) pero era la única manera en que sus heridas dejarían de sangrar… la única forma en que su alma comenzaría a sanar.

Tal y como lo hiciera la noche anterior, la elfa llevó su mano libre hacia el rostro de Severus y acomodó un mechón de sus largos cabellos negros detrás de su oreja. Ese simple hecho bastó para que los ojos del ex mortífago volvieran a brillar con intensidad y que se decidiera a terminar aquella conversación que él mismo había precedido.

- Después de su muerte, me prepuse firmemente nunca volver a enamorarme… Me convencí de que solo los débiles de carácter creían en el amor y yo nunca había sido ni sería uno de esos… no… Mi objetivo primordial en la vida se convirtió, entonces, en la venganza, la justicia… Y todo iba de acuerdo a lo planeado hasta… hasta que te conocí.

Detuvo un momento su relato para mojar sus labios. Tenía la boca seca y comenzaba a sudar pero… no podía detenerse allí, debía seguir adelante… Tomando aire con decisión, prosiguió.

- Sabes que no suelo renunciar a lo que me propongo, y por eso intenté, a través de todos los medios posibles, alejarme de tu compañía… Tu sola presencia conseguía lastimarme así que decidí mantenerme más frío, distante e indiferente de lo habitual… Sin embargo, de alguna manera siempre terminabas desafiándome, sacándome de quicio, enfrentándome…

- Y eso…

- Sí… inevitablemente me atrajo más. Así que cuando me vine a dar cuenta, mi corazón ya me había traicionado… Ahora tú eras su dueña… a ti te pertenecía. No se cómo diablos lo conseguiste, aun no entiendo cuándo ni por qué atravesaste ese muro de piedra que había construido a mi alrededor… Confieso que me resistí a creerlo, ¡vaya que sí lo hice!, pero lo único cierto es que me hiciste volver a desear esa felicidad que tan cruelmente me fue arrebatada… Y lo de anoche… anoche solo corroboré lo que ya sabía y que tanto me había negado a aceptar – y mirándola con tal intensidad a sus ojos verdes (que hasta hizo que ella volviera a enrojecer) agregó – Quiero que seas mía para siempre… No puedo dejarte ir, no estoy dispuesto a perderte… Te amo… te amo y por eso te pido… que te cases conmigo.

Al instante, Severus soltó la mano de la joven (que firmemente mantenía sujeta sobre su pecho) y buscó "algo" en uno de los bolsillos de la bata negra que llevaba puesta. Nindë ahogó un sollozo: a la vista tenía dos hermosos anillos de plata.

- Estos son…

El ex mortífago asintió.

- Los anillos que se entregan los de tu raza, cuando anuncian su compromiso. Sé lo importante que es para ustedes, el cumplir con las leyes de los primeros Eldar y yo lo respeto. Solo me gustaría saber si tú estás dispuesta a… - se cayó de golpe. ¿Tenía derecho él, a comportarse tan egoístamente?

- ¿A renunciar a mi inmortalidad? – preguntó la elfa, mientras secaba sus lágrimas.

El mago oscuro volvió a asentir y Nindë sonrió. Entonces, tomando las pálidas manos de Snape entre las suyas una vez más, declaró...

- Soy tu elfa, Severus… Por ti me volvería mortal… Por ti sacrificaría mi vida - y cogiendo la argolla de plata más grande, añadió – Desde hoy y para siempre soy solo Nindë… tu Nindë… - y a medida que decía aquellas palabras, fue colocando el anillo en el dedo anular de la mano derecha del profesor de Pociones.

Severus observó un momento la argolla en su dedo… Tiempo atrás, había compartido esas mismas ilusiones con Florence… ¡Y mira cómo había terminado todo! Pero esta vez no permitiría que sucediera lo mismo… ¡por su vida que no sería igual! Entonces, tomó el otro anillo de plata y, con delicadeza, lo colocó en el dedo anular de la mano derecha de Nindë.

Un cálido beso selló aquel juramento de amor… Una unión de tal fuerza y poder, que sería capaz de cambiar el destino de ambos… y el del mundo mágico entero.

o o o o o o O O O O o o o o o o

- "¡Maldición! Mi padre tiene que entender que este juego de los mensajitos se está volviendo cada vez más peligroso…"

Draco Malfoy se dirigía, a grandes zancadas, hacia la Lechucería del colegio. Serían pocos los alumnos los que estarían en pie a esa hora y, con seguridad, irían al Gran Comedor a desayunar, en vez de ir a ver a esas apestosas aves… ¡como le tocaba hacerlo a él!

- "No entiendo la estúpida fijación que tienen con Nólatári… Y es más que obvio que, luego del ataque frustrado de Navidad, estará más prevenida y protegida que nunca… ¿Qué gano con seguirla la mayor parte del día? Si no está con el ridículo hombre lobo, está con esos patéticos gryffindors o con el profesor…"

- Snape… - murmuró boquiabierta el rubio, al ver salir de la habitación privada e Nindë, a su respetado maestro de Pociones.

o o O o o

Salió de aquel cuarto, sintiéndose un hombre nuevo. Las últimas horas habían resultado ser cruciales para su vida… y también para la de ella.

Severus se apoyó ligeramente contra la puerta que acababa de cerrar y sonrió sarcásticamente. Nindë había bajado hacía poco al Gran Comedor… Era aun algo temprano para desayunar pero eso le daba el tiempo necesario para volver a las mazmorras, cambiarse de ropa y subir a desayunar también. Nadie se daría cuenta de nada, era imposible que alguien sospechara que habían pasado la noche juntos…

Se irguió con rapidez y se reprendió mentalmente por semejante descuido. ¡Se estaba comportando como un maldito adolescente enamorado! Una presa fácil para el Señor de las Tinieblas… Y ahora menos que nunca podía bajar la guardia. No iba a permitir que ese monstruo llegara a la elfa por medio de él… Nadie le haría daño y menos por su causa, ¡nadie! Lo mejor sería intentar vaciar su mente de todo recuerdo y sentimiento, para estar preparado por si a "su señor" se le ocurría llamarlo… Por lo pronto, tenía que esforzarse por recuperar su aire de severidad y acidez… Aparentar que seguía amargado, por lo menos hasta que todo aquello terminara, para poner a resguardo su vida… y la de su prometida.

o o O o o

Draco se había escondido tras una armadura próxima al cuarto de su profesora de Encantamientos, lugar de donde fue capaz de observar con detenimiento cada movimiento y actitud de Snape. Lo vio relajado (como solo lo había visto en esas largas charlas que compartían en su despacho) y hasta sonreír. Luego, y con asombrosa rapidez, su semblante había cambiado para volver a ser el mismo adusto y huraño Severus Snape que todo el mundo conocía. Solo cuando lo vio alejarse (seguramente en dirección a las mazmorras), decidió salir de su escondite.

El muchacho lucía el entrecejo fruncido… Era evidente que estaba sacando rápidas conclusiones. Él no era tan inocente como para no imaginar qué hacía Snape en la habitación de Nólatári…

- "¿Habrán… habrán pasado la noche juntos? ¡Entonces mi padre tenía razón!"

En ese momento se dio cuenta de que apretaba con fuerza el pergamino para Lucius.

- "Esta sí que es una información valiosa… La pregunta ahora es a quién informo primero: ¿A mi padre… o al mismísimo Señor de las Tinieblas? Tal vez lo mejor sea…"

El chico sonrió con malicia y sus ojos brillaron con astucia. Entonces, volvió a encaminarse hacia la Lechucería.

o o o o o o O O O O o o o o o o

Conversaba animadamente con Nindë y con Minerva, cuando lo vio entrar impasible por las puertas del Gran Comedor. Como cada mañana, el hombre dirigió una mirada gélida a cada uno de sus colegas… excepto a ella. En el preciso instante en que sus miradas se cruzaron, notó cómo un brillo extraño surgía en sus pequeños ojos negros y que ella se ruborizaba, inexplicablemente, y terminaba bajando la vista. Y aquello no le gustó… ¡no le gustó nada!

- ¿Remus? – le preguntó la elfa, preocupada – Remus, ¿te sientes bien?

- ¿Eh? – respondió el mago de los ojos dorados, sin dejar de observar ni un instante al mago vestido de negro – Sí, sí… me siento de maravillas – añadió con ironía – Buenos días, Severus.

- Buenos… días… - contestó Snape, a la vez que tomaba asiento al otro lado de Nindë.

- Bien, creo que ya me voy – dijo el licántropo, poniéndose en pie. Era evidente que estaba molesto. El mago oscuro ni siquiera se digno levantar la vista de su plato.

- Remus, no te vayas aún – le pidió la elfa – Todavía no me dices si…

- Hoy es imposible, Nindë – la interrumpió secamente – Estoy… estoy muy ocupado planificando las clases de los de quinto y séptimo año. Se acercan los exámenes, ¿sabes?

- Claro que lo sé pero… Si mal no recuerdo, ahora no te toca dar clases, ¿verdad?

- N-no… no… - titubeó el profesor de Defensa – Pero creo que Harry quería le explicara algo sobre…

- ¡Basta! – exclamó la joven y el tono de su voz no admitía réplicas. Remus la miró con asombro, mientras Severus arqueaba una de sus cejas – Por Merlín, no me des más excusas… Sabes que esto… que esto es importante para los dos… No lo hagas más difícil, ¿quieres? Mientras más tiempo pase… por favor, Remus…

Lupin tragó saliva con dificultad y empuñó con fuerza sus manos. Miró intensamente a Severus, quien (en forma inexplicable) no había soltado ni un solo comentario irónico como era su costumbre... Y aquello solo podía significar que…

- ¿Remus? – inquirió por segunda vez Nindë.

- Está bien… - aceptó el licántropo – Te espero… te espero en mi despacho.

La elfa lo vio alejarse derrotado de la mesa de los profesores y sintió que su corazón se partía en dos. Aquello no era más que el comienzo… el comienzo de la agonía.

o o o o o o O O O O o o o o o o

Ron y Hermione entraron por el agujero del retrato de la Dama Gorda, tomados cariñosamente de las manos. La mayoría de los gryffindors que se encontraban en la Sala Común los miraron asombrados puesto que, desde lo del rumor de su noviazgo, nunca los habían visto demostrarse públicamente su afecto. La morena sintió claramente cómo sus mejillas comenzaban a arder ante tanta mirada indiscreta, mientras que el pelirrojo exhibía en su cara el mismo color de su cabello, siendo imposible identificar dónde comenzaba a crecer éste y dónde terminaba su rostro.

Al final de la sala (y sentado cómodamente en su sillón favorito) se encontraba Harry observando también, con los ojos como plato, a sus dos mejores amigos. Una gran sonrisa se dibujó en sus labios cuando comprobó que Ron y Hermione no deshacían su gesto de amor mientras se acercaban a él.

- ¿Qué tal, Harry? – preguntó la morena, comenzando a sentirse molesta por convertirse en el centro de atención aquella mañana.

- ¿Ustedes… ustedes…? – el ojiverde estaba atónito.

- ¡Oh, vamos, Harry! No es para tanto…

- ¿Que no es para tanto, Hermione? – inquirió el pelirrojo, soltándola automáticamente de la mano.

- No, Ron – aseguró la chica mientras llevaba ambas manos a su cintura - ¿Acaso no recuerdas que, "supuestamente", llevamos dos meses de feliz noviazgo?

- Sí, pero resulta que solo ayer me decidí a…

Harry soltó una carcajada.

- ¿Puedo saber qué te parece tan gracioso? – preguntó Hermione, en forma cortante.

- ¡Ustedes! ¿Es que ni siquiera estando juntos van a dejar de pelearse? La verdad es que ahora están peor porque parecen… ¡parecen recién casados! – y volvió a reir.

- Veremos si reaccionas igual, ahora que hablemos de mi hermana, Harry.

El ojiverde se calló de golpe y se puso casi tan serio como su profesor de Pociones.

- Esteeeeee… Verás, Ron, yo… yo iba a contarte que… que…

Esta vez fue el pelirrojo quien se echó a reir con ganas.

- ¡Caíste, Harry! Ginny me dijo hoy, en el desayuno, que ustedes estaban… ¿Cómo dijo? ¡Ah, sí! "Saliendo". Según ella, me lo contaba antes de que alguien me viniera con el chisme e intentara pedirte "explicaciones". Como si yo fuera un energúmeno… ¡Cuando el primer interesado en que te fijaras en ella era yo!

Harry sonrió, no muy convencido del todo. Conocía demasiado bien a su amigo como para no saber lo celoso y protector que se ponía con Ginny, cada vez que se tocaba el tema de "posibles candidatos a novio".

- Bien… entonces, si no vinieron a hablar de tu hermana, ¿qué…?

- Es Remus, Harry – intervino Hermione, visiblemente preocupada esta vez – No sabes si…

- ¿Si qué, Hermione? – apremió el ojiverde.

- Lo que pasa es que lo encontramos a la salida de su despacho – añadió Ron – y… digamos que no se veía… nada bien.

- ¿Creen que se peleó con Sir… Hocicos?

Ron y Hermione se encogieron de hombros.

- Es una posibilidad – apuntó la morena – Pero no solo estaba enfadado… Parecía también algo… decepcionado… deprimido.

- Pensamos que tal vez tú podrías acercarte a preguntarle qué le sucedía y… y si podemos ayudarlo en algo. Después de todo, él siempre ha sido muy amable con nosotros y… ¿Qué piensas, Harry?

- Que voy a ir a hablar con Hocicos ahora mismo. Creo que sé lo que está pasando.

o o o o o o O O O O o o o o o o

Remus entró hecho un verdadero demonio a su cuarto, cerrando la puerta de un solo golpe.

- "Ella… ¡ella…!"

Furioso y desesperado, se paseaba de un lado a otro en la habitación, deseando que un providencial rayo lo fulminara a él, a ella… ¡a los tres! Aquello era demasiado… Jamás hubiese pensado que ellos… ¡llegaran tan lejos! Tomó entre sus manos un pesado libro de Defensa titulado "Embrujos y Contraembrujos básicos" y lo lanzó con fuerza contra el hermoso jarrón de tulipanes que cierta Auror había llevado de regalo esa mañana.

- Si no te gustaban, me lo hubieras dicho y yo con gusto se los devolvía a Tonks.

Remus volteó, sorprendido. Apoyado contra la puerta se encontraba Sirius, observándolo con el entrecejo ligeramente fruncido. Parecía preocupado. ¡Y no era para menos! ¿Cuándo se había visto a Remus J. Lupin fuera de sus casillas?

- ¿Qué sucedió, Lunático?

El profesor de Defensa avanzó hasta su cama y se dejó caer pesadamente en ella. Enseguida, ocultó el rostro entre sus manos.

- Lun…

- Ahora no, Canuto.

- ¿Discutiste con Harry? O tal vez con Albus… ¡No me digas que ese grasoso bicho raro…!

- ¡NO QUIERO HABLAR, SIRIUS!

- Entiendo… La responsable de todo esto es la elfa.

- Me dejó.

- ¿Perdón?

- ¡Lo que oíste! Ella me dejó… ¡ME CAMBIO POR SNAPE!

FIN DEL CAPITULO 26.


Adivino lo que estarán pensando... Sí, soy mala, muy mala... Aparte que no puse la conversación entre el lobito y la elfa, y lo dejó ahí... ¡En fin! Me gusta mantener la tensión jajajajajaja ¡¡Un beshito!! Tengan una semana excelente.

Claudia