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Capítulo 2: El demonio tiene el poder

Los cuatro chicos entraron en el gran salón comedor creando expectación entre las chicas, bueno la verdad es que sólo tres de ellos eran admirados, el cuarto, Peter, sólo era un lastre.

Se sentaron en la mesa de Gryffindor provocando suspiros de más de una chica. Sirius miraba a todos lados, sonriendo y guiñando a todas las chicas que veía.

Las puertas se abrieron y por el centro del salón caminaban un grupo de atemorizados alumnos de primero que próximamente serían elegidos para las correspondientes casas. El sombrero empezó a cantar, como cada año, la canción, aunque esta no era todos los años igual, sino que cambiaba con las circunstancias. Este año en el interior de su rima había un aviso, el cual decía que un mal se acercaba, un mal poderoso que causaría mucho dolor. Una vez hubo acabado la advertencia del sombrero dio comienzo la selección. Los alumnos recién seleccionados se sentaron junto con sus compañeros de cursos superiores.

- Atención por favor - dijo McGonagall

La profesora McGonagall tenía la peculiaridad de hacer callar con su simple presencia en la sala, aun así miro a un grupo de muchachos de Gryffindor, los cuales eran los merodeadores, de una forma inquisitiva y reprobatoria como si quisiera decirles "Como digáis una palabra, un chiste o hagáis cualquier cosa y os castigare para el resto de vuestra vida". Esta mirada era muy conocida por ellos, puesto que no era la primera vez que los miraba así, es mas, desde que entraron en primero casi todos los días los miraba así un par de veces, por ello los merodeadores prefirieron callar y mantener a la profesora en calma antes de que hubiera represalias.

- Un año más he de dar la bienvenida a los nuevos alumnos y a los no tan nuevos - hubo muchas risas por este comentario por parte de los merodeadores a lo que el director los miro y sonrió con ellos - he de decir, antes de que quedéis aturdidos por la comida, varias cosas... -

- Lunático ¿cuándo va a acabar esto¡Tengo hambre! -

- ¡Calla Canuto! Yo también tengo hambre y me aguanto¿acaso quieres que nos castiguen? -

- No pero yo... -

- ¡Cállate ya! -

- La primera de las cosas que he de deciros es que como bien ha dicho el sombrero seleccionador es que un mal muy poderoso se acerca y hay que estar prevenido, por ello el bosque queda totalmente prohibido para todos los alumnos - miro directamente a los merodeadores que sonrieron - así mismos, el conserje me ha pedido encarecidamente que os recuerde que no se puede correr ni hacer magia por los pasillos - volvió a mirar a los merodeadores los cuales volvieron a sonreír más abiertamente provocando la sonrisa del director - bien sin más motivo para prolongar la espera... ¡a comer! -

- ¡Ya era hora! - dijo James, un apuesto muchacho de ojos marrones, abalanzándose sobre una pechuga de pollo.

- Llega a prolongar el discurso un minuto más y me da algo -

- Ja ja ja ¡No seas exagerado Canuto! Aunque la verdad es que tienes razón para decir lo que dice todos los años mejor se hubiera esperado hasta después de comer - dijo Lunático mientras reía y comía.

- Yo siempre tengo razón -

- Sí, claro -

- Uh¿Lo dudas¡Lunático deja de reír así o te vas a ahogar! -

- Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja jaggggggg – Lunático empezó a ahogarse y a ponerse morado.

- ¡Ja ja ja! Ahora resulta que eres adivino Canuto - dijo Cornamenta mientras ayudaba a Lunático a reponerse - deberías quitarle el puesto a ... -

- Bueno ya, vamos a hablar de algo más interesante ¿Qué haremos mañana en clase? -

- ¿Cómo qué que haremos? Que cosa vamos ha hacer en clase, tal vez ¿estudiar? -

Tras este comentario sarcástico que hizo Lunático hubo muchas risas por parte de los presentes, a lo que Canuto le lanzo una mirada asesina.

- Eso también, tonto, me refiero a ¿qué le vamos ha hacer a Snivelly? -

- Acabamos de llegar ¿y ya quieres gastar bromas? - dijo Peter con un deje de miedo en su voz.

- Sí, Peter sí, es mas ya estamos tardando -

- Sirius eres un caso perdido -

- Vamos Remus eso ya lo sabemos, je je je, además pongámonos serios, después de todo él tiene razón, si ya lo se le hemos dado la razón dos veces en un mismo día, es algo extraño y da miedo, je je je je je je, - Sirius le lanzo un trozo de pan que por poco no le dio - ahora en serio, es para que Snivellus no pierda la costumbre - dijo Cornamenta causando las risas de sus amigos

- Aaahh, bueno, si es por ese motivo, para que no pierda la costumbre... vale lo haremos, a ver ¿qué tenéis en mente? -

- No, aquí no, hay... demasiadas... curiosas - Canuto dijo esto mientras miraba hacia las chicas que estaban cerca de ellos las cuales cuchicheaban y los miraban sin parar.

- ¿Que creéis que estarán tramando? - dijo Ann

- Ni idea, pero nada bueno, seguro que nos hacen perder puntos y solo llevamos aquí un par de horas - dijo Lily mientras le lanzaba una mirada de odio a James que a su vez le devolvía una sonrisa de lo más seductora que hizo que las chicas que estaban cerca suspiraran. - Idiotas -

- ¿Quien¿Ellos o ellas? - dijo Elísabeth con burla.

- Todos - dijo exasperada.

- Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja - rieron sus dos amigas.

- Y es que encima no se cortan, mira como nos miran, y Black parece que te quiere desnudar con la mirada, Eli -

- No exageres, además no es para tanto - dijo Elísabeth intentando no parecer impresionada ante la seductora mirada y la sonrisa que le lanzaba el apuesto merodeador.

- ¡Qué no es para tanto? Ja, menos mal que Lupin se corta un poco por que si no... -

- ¿Qué quieres decir? Yo no veo que Lupin este haciendo nada malo - dijo Ann intentando no sonrojarse ante la mirada del licántropo, el cual le sonreía en ese momento.

- Je je je, puede que ahora no este haciendo nada malo, - dijo haciendo énfasis en la palabra ahora - lo cual dudo, por que juntándose con Potter..., pero esa no es la cuestión ahora..., quizás dentro de un rato..., el caso es que te ha echado un par de miraras que parecía que... bueno que se nota que... que pasa mucho tiempo con Black -

- Mm., bueno y que, además Black mira así a todas - dijo mirando a Elísabeth, la cual fruncía ligeramente el entrecejo - y con respecto a Lupin, no veo que haga nada malo, él puede mirar a la gente como quiera -

- ¿Cómo que...? - intento decir Lily perpleja.

- Anda mira, Amos te esta llamando - le corto Ann intentando distraerla.

- Ah, hola – dijo volviéndose y empezando a charlar con su novio.

- Te as salvado por los pelos - le dijo Elísabeth muy bajo, para que la pelirroja no la oyera, mientras se reía.

Ann sonrió asintiendo, sabía que Lily era muy dura con el tema de los merodeadores, el único que de vez en cuando, muy de vez en cuando, podía caerle bien era Lupin.

De repente Dumbledore se levanto y llamo la atención de los alumnos para comunicarles algo.

- Oh, no, otra vez no - dijo Sirius poniendo mala cara.

- Por un error que no viene al caso, no se han podido enviar este año las cartas con los nombramientos de los Delegados de Curso - hubo expectación por parte de todo el mundo - Bien, pasare hacer la presentación ahora. He de decir que ha sido una decisión difícil, pero espero que estén a la altura de las expectativas puestas en ellos -

- Fijo que eligen a Amos - dijo Lily emocionada - ¡que ilusión voy a ser la novia del delegado! -

- He de decir que ambos delegados son de la Casa Gryffindor - prosiguió el director.

A Lily se le abrieron los ojos de par en par. Escudriño la mesa de Gryffindor intentando divisar a alguien que se mereciera al cargo, pero no lo encontró y se dio por vencida cuando vio que los merodeadores estaban jugando y hablando como si lo que estaba diciendo el director no fuera con ellos.

- Bien, sin más preámbulos pasemos a anunciar a los elegidos,... James Potter y Lily Evans,... por favor acérquense a la mesa -

Ninguno de los dos se levanto, Lily porque estaba atónita, no se lo creía, y James porque no estaba prestando atención.

- Lili Evans y James Potter suban por favor - les llamó el director por segunda vez.

Fue entonces cuando Lily se levanto y se dirigió hacia Dumbledore con cara de perplejidad. James ni se movió, estaba jugando con Sirius, ni siquiera oyó como lo llamaban.

- James Potter venga aquí ahora mismo - grito la profesora McGonagall.

- ¿Para que? - preguntó James mirando a todo el mundo.

Sirius le miró y le dijo moviendo los labios "ni idea", a continuación miró a Remus, el cual tenía cara de asombro pro algo que había pasado y James no se había enterado.

- Pues por que ha sido usted nombrado delegado - dijo Dumbledore con calma.

- ¿Yo? Imposible - dijo sin moverse desde su asiento.

Sirius comenzó a reir, seguido por Remus y Peter. James miró al director, el cual asintió.

- Venga Dumbly déjese de broma - dijo James entre risas. Este comentario provoco que sus amigos estallaran en carcajadas.

- No es ninguna broma, venga aquí ahora mismo, Potter - grito McGonagall.

- Esta bien -

- A veces las cosas imposibles se hacen realidad - dijo el director.

James se levantó y se dirigió hacia la mesa donde le esperaba Lily que al igual que él estaba muy sorprendida.

- Señor director,... creo que... se ha equivocado... yo... no puedo ser delegado,... va en contra de... mis... propósitos... y de... mi... naturaleza - dijo James una vez cerca del hombre - Si se ha equivocado de nombre, no se preocupe yo me siento y en paz -

- No me he equivocado de nombre, usted es el nuevo delegado. Además yo opino que no esta tan "en contra de sus propósitos y su naturaleza" como usted cree, y lo hará bien - dijo Dumbledore sonriente.

- Pero... -

- Espero que no me hagan el feo de rechazar el puesto -

- Eeeeehhhhh... - dijeron Lily y James a la vez.

- Bien, es oficial, serán los nuevos delegados, ahora pueden volver a sus asientos - concluyo el director.

- No me lo puedo creer - dijo Lily mientras se dirigía hacia su asiento.

- Yo tampoco - le contesto James y se sentó junto a sus amigos que seguían riendo sin parar.

- No me lo creo, nuestro Cornamenta delegado - dijo Remus intentando no reírse para poder asimilar lo que acababa de ocurrir.

- Es una mancha negra en tu expediente de merodeador,... Además va a complicar mucho las cosas - dijo Sirius de repente poniéndose serio, cosa rara en él.

- Pues yo creo que va a mejorar las cosas - dijo James que acababa de ver el lado bueno del asunto.

- ¿Ah si¿cómo? Por que yo sólo veo inconvenientes - replicó Sirius.

- Ahora tengo el poder - fue lo único que dijo James mientras sonreía maliciosamente.

Sirius lo miró y comenzó a sonreír comprendiendo a lo que se refería su amigo. Ahora podían hacer lo que les viniera en gana, antes también lo hacían, pero ahora era... ¿legal¡ahora tenían al delegado de su parte!

-Creo que este año nos vamos a divertir - sentenció Sirius.

- Ya lo creo - corroboró Remus.

- Pobre Snivellus,... si antes iba mal,... Ahora va de culo, cuesta bajo, por un precipicio y sin freno,... je je je je je je je je je - dijo James, lo que provocó las risas de los demás merodeadores, mientras se levantaban y se dirigían con sus amigos hacia el cuarto.

Mientras tanto las chicas ya habían llegado a su habitación, aun conmocionadas por la noticia. Se pusieron el pijama e intentaron hablar pero lo único que decían era "no puede ser" o "no me lo puedo creer".

Pero fue Ann la primera en decir algo distinto, algo en lo que había estado pensando desde que vio la cara de felicidad que tenían los merodeadores antes de levantarse de la mesa.

- Míralo por el lado bueno - sonrió Ann.

- No jodas¿tiene lado bueno? no me había dado cuenta - dijo Eli un poco mosqueada, se estaba imaginando a Potter abusando del poder que Dumbledore le había proporcionado.

- Claro que tiene lado bueno - volvió a decir Ann.

- ¿Cual? - dijo Lily que no sabía como iba hacer para aguantar tan cerca a Potter todo un año.

- Pues que ahora Potter and company tendrán que ir con más cuidado, lo que quiero decir - dijo Ann intentando explicarse al ver las caras de sus amigas - es que ahora no podrán hacer todo lo que seguramente ya habían planeado - dijo sabiamente.

- Ser delegado no le impide hacer bromas, es más, ahora puede tapar sus chanchullos con más facilidad - dijo Eli negando con la cabeza - Dumbledore se ha vuelto loco, le ha dado el poder al demonio - terminó diciendo mientras se llevaba las manos a la cabeza.

- Para eso esta Lily - está la miro incrédula, sin saber por donde iban los tiros - para pararle los pies y quitarle el poder al demonio - concluyó Ann poniendo voz de ultratumba.

Elísabeth por fin había comprendido lo que decía su amiga.

- Tienes razón, Lily es el angelito que detendrá al demonio - dijo entre risas.

- ¿Qué yo que? - dijo la pelirroja sorprendida ante los comentarios de sus amigas.

- Si, tu le pararas los pies - concluyó Eli como si fuera lo más obvio.

- Además, con eso de que va detrás de tuyo... - dijo Ann dándole un almohadazo a Eli.

- No va detrás mío -

- No, va detrás de mi, no te jode... pero si lleva pidiéndote salir desde quinto - dijo Eli mientras le devolvía el almohadazo a Ann.

- Pero... -

No pudo terminar la frase ya que sus amigas le pegaron con las almohadas. Al cabo de un rato toda la habitación parecía una leonera, las almohadas se habían roto dejando todas las plumas por todos lados.

- Vaya, vaya,... celebrando el nombramiento -

- Hola Cris... pues... je je... no pudimos evitarlo - se excusó Lily.

- Je je je je je je je - Ann y Eli seguían riendo mientras veían que en el marco de la puerta estaban Cris y Glory, sus otras dos compañeras de cuarto.

- Me parece muy fuerte - dijo Glory mientras entraba en el cuarto.

- La verdad es que no se si compadecerte o envidiarte - le dijo Cris a Lily.

- ¿Por qué dices eso? - pregunto Ann.

- Compadecerte por la responsabilidad que te ha caído encima,... y envidiarte por que estarás cerca de James Potter - respondió Cris toda emocionada.

- Ah, lo olvidaba,... tu eres una de esa que bebe los vientos por Potter - dijo Lily poniendo cara de asco.

- Vamos, no me jodas¿me vas a decir que Potter no esta bueno? - preguntó Cris.

- A mi no me gusta Potter - dijo Lily seriamente.

- No estamos diciendo que te guste o no te guste, sólo estamos diciendo que el chaval esta como quiere - dijo Glory como si fuera lo más evidente.

- Potter, Black y Lupin... los tres están tremendos - sentenció Cris.

- La verdad es que son guapos - dijo Ann poniéndose un poco colorada.

- Pero no tienen cerebro - dijo Eli con el ceño fruncido.

- Es verdad, ese es su punto flaco, pero... Lupin si tiene cerebro - alegó Ann.

- ¿Por qué siempre defiendes a Lupin? - le preguntó Lily frunciendo el ceño.

- Por que me cae bien - se limito a contestar Ann.

- ¿Sólo por eso? - le preguntaron a coro las cuatro chicas acorralándola en una de las esquinas del cuarto.

- Si,... además... si no tuvieran cerebro... no hubieran pasado a séptimo... y... no hubieran sacado las mejores notas... en todos los cursos -

- Vale, tienen cerebro pero son idiotas - dijo Eli ante el comentario de su amiga.

- Y que me importa a mi eso,... con esos cuerpos que se gastan - dijo Cris sentándose en su cama.

- Je je je je - rió Glory para dar paso a un suspiro.

- Bueno ya es tarde,... vamos a dormir - dijo Lily intentando acabar con esa conversación.

- Buenas noches - dijeron las cinco a la vez.

- Je je je je -

- A dormir - dijo Lily mientras apagaba las luces.

Mientras en el cuarto de los chicos...

- A ver, estrujad vuestras maquiavélicas mentes y contadme lo que habéis pensado para Snivellus - dijo Remus entre risas.

- Pues veras... - comenzó Sirius.

- Ahora que eres delegado, James, no deberías permitir eso - dijo Clark entrando en la habitación.

- Clarky no me toques las pelotas, sino quieres aparecer un día con la cabeza rapada - le dijo Sirius amenazándolo con la varita.

- James - grito Clark.

- No le provoques y no te hará nada, en todo caso yo no me voy a meter si te hace algo -

Los merodeadores le habían cogido mucha manía a Clark, su compañero de cuarto, por el hecho de haber estado saliendo con Ann y Elísabeth a la vez. Pero contra todo pronostico las chicas al enterarse, en vez de enfadarse entre ellas y pelearse por él, le mandaron a la mierda y se vengaron de él poniendo su reputación por los suelos. La mayoría de las chicas le tenían aprensión por eso de estar con dos a la vez y los merodeadores le odian por haber estado jugando con dos de sus amigas, por que aunque a veces se peleaban, eran amigos.

Clark se metió en su cama y cerró las cortinas.

- Bah, paso de él - dijo James.

- Idiota - murmuró Remus pero ninguno de sus amigos alcanzo a escuchar.

- Tengo sueño, mañana hablamos - dijo Sirius metiéndose en la cama y arropándose.

- Buenas noches - dijeron los merodeadores.

- Fuera luces -