Este ff esta hecho por Elísabeth y Ana!
Los personajes principales son los de Rowling, los demas son nuestros!
Capítulo 16: Sexo y frustración
Ann se quedó callada, y Remus se impacientó un poco al ver que la chica no decía nada.
- ¿No dices nada? -
- Ah... si... si... ¡es que me has pillado de improvisto!... espérate a que lo asimile -
- ¿Necesitas asimilarlo? - preguntó Remus incrédulo.
- ¡SI! -
- ¿De verdad no te lo esperabas? - volvió a preguntar el chico que no se creía lo que estaba pasando.
- ... no... no sé... es que han pasado tantas cosas desde... bueno... desde que hice el ridículo declarándome... y... -
- ¡No hiciste el ridículo! -
- ¡No claro! Como Dumbledore no te pilló a ti montándotelo con... ¡no, espera, si te pilló...! -
- Y evidentemente me lo estaba montando contigo porque te quiero -
- ¿Entonces qué nos ha pasado? Es que tío, no hemos hecho nada más que hacernos daño durante todo este tiempo... ¿por qué has tardado tanto? -
- Pues... por que no he encontrado el momento - dijo Remus nervioso.
- Pero... -
- Shh... - le silenció poniéndole un dedo en la boca - dejémonos ya de peleas y rencores, los dos nos queremos y eso es lo único que importa¿no? -
- Yo no te he dicho en ningún momento que te quiero - dijo Ann divertida.
Remus se separó y se llevó las manos a la cabeza.
- Vamos a ver... aclárate... ¿para qué he estado haciendo el gilipollas durante tanto tiempo? No me toques la moral y... dime ¿me quieres o no! - dijo el chico exasperado.
Ann comenzó a partirse de risa, estaba ya casi en el suelo tirada.
- No te rías.. -
- JA JA JA JA JA JA JA -
Él la puso de pie y la encaró cogiéndola de los brazos.
- He dicho que no te rías - dijo fríamente.
- JA JA JA te... JA JA JA te quiero JA JA JA -
Remus cambió la expresión de su cara, en la cual apareció de repente una sonrisa, la acercó hacia él y comenzó a besarla, puso las manos en su cintura, mientras ella rodeaba con las suyas el cuello del chico.
Ann siguió riéndose cuando paraban para coger aire.
- No te rías... - le dijo Remus al oído mientras le besaba el cuello.
- Lo siento... ja ja ja ja... es que... me ha entrado el pavo... ja ja ja... y además me haces... cosquillas ja ja... -
- ¿Dónde? - dijo Remus metiéndole la mano por debajo de la camiseta.
- Por todos lados... vale... - Ann se separó de él y respiró hondo - pongámonos serios... te quiero - dijo seriamente.
- Yo también te quiero - dijo él acercándose y volviéndole a besar.
En la sala común, Lily miraba al fuego hipnotizada al cabo de un rato una lágrima cruzó su bello rostro para perderse por su cuello, estaba recordando lo que había pasado en Halloween y no podía evitar echarse a llorar. Delante de sus amigas y de todos, intentaba controlar sus emociones y que no notaran que algo le estaba pasando, pero cuando se quedaba sola, no podía evitar echarse a llorar al recordarlo. Se abrazó a si misma y sintió frío, como si fueran las manos de Malfoy y no las suyas las que le rozaban, y empezó a llorar más fuerte.
James entró por el retrato de la Señora Gorda y lo que vio le provocó una gran tristeza, el amor de su vida, por que se había dado cuenta de que era ella el amor de su vida, estaba llorando. Se acercó lentamente a ella y buscó en su bolsillo un pañuelo pero al no encontrado simplemente le puso la mano en la mejilla intentando secar sus lágrimas.
Lily sintió que alguien la tocaba, pero no era la misma sensación que cuando estaba recordando, no, lo que ahora sentía era algo más calido, más bonito, alzo la vista para ver quien la estaba tocando y vio a James. Él la miraba con cara de preocupación y ella esbozó una sonrisa al verlo tan preocupado por ella.
James se sentó a su lado y tentativamente la rodeo con su brazo, al ver que Lily se dejaba abrazar la acercó hacia él y la beso en el pelo. Ella lo abrazó, necesitaba su calidez, su carillo, su apoyo, y comenzó a sentirse bien, como si todo lo que hubiera pasado fuera una de esas película malas que echan de vez en cuando en la tele, una mala pesadilla que quería olvidar por completo.
James al ver que Lily no reaccionaba mal ante el hecho de tenerlo tan cerca decidió que era hora de acercarse un poco más y de hacer lo que deseaba desde hace tanto tiempo. Acercó su mano a la cara de Lily y la levantó lentamente para que quedaran mirándose el uno al otro, lentamente te acercó y la besó.
Al principio era un beso casto pero poco a poco fue convirtiéndose en algo más, el beso se tornó apasionado, y él introdujo su lengua en la boca de ella, a lo que Lily no puso ningún impedimento.
James la besaba con amor y pasión, y a Lily eso le gustaba, le gustaba mucho. Ambos se estaban dejando llevar por el deseo y las ganas de más. Estaban abrazados el uno al otro y James ya había dejado de saborear los labios de Lily para concentrarse en su cuello, tentativamente introducía su mano por debajo de la camiseta de ella. El contacto de las manos frías de James con su piel caliente produjo una sensación extraña en Lily, pero aunque esa sensación fuera extraña no quería que se detuviera pues le estaba gustando.
James había dejado de lado su cuello, por un rato, para concentrarse de nuevo en el sabor de los labios de Lily, ella se había tumbado encima de él en el sofá y el contacto de sus cuerpos producía un flujo de emociones que dejaban salir a través de sus besos y caricias.
James ahondo más en su búsqueda por conocer mejor la piel de Lily e introdujo su mano por debajo del sujetador. Esto Lily no se lo esperaba y una imagen vino a su mente, Malfoy tocándola, todo las sensaciones bonitas que estaba sintiendo se desvanecieron en un instante y se convirtieron en dudas, miedo, terror, desesperación... lo que estaba sintiendo no le gustaba nada. Sabía que James iba demasiado rápido y que dada la fama que él tenía esto acabaría con ellos dos en la cama, y ella no quería que eso pasara, no por que no quisiera que James la poseyera, no, sino por que no se sentía todavía preparada para eso, ella era virgen y además estaba lo de Malfoy, no estaba preparada para ir tan lejos.
Se apartó bruscamente de él, que la miraba con cara de no comprender por que estaba haciendo eso si estaban tan bien. Lily se levantó y salió corriendo de la sala común dejando a James más confuso todavía.
Entonces James se dio cuenta, había ido demasiado rápido, no podía presionarla para tenerla de esa forma, no, debía ir más despacio, con calma, dándole todo su cariño y su amor, pero despacio por que si no ella se asustaría y se alejaría. Él lo comprendía, ella era inexperta en esa materia, pero no podía, cuando estaba tan cerca de ella, detener el deseo de poséela, ya que ella se veía extremadamente exquisita y el hecho de que fuera virgen hacia que ese deseo aumentara considerablemente.
Se quedó mirando al fuego pensando como hacer para que ella no huyera la próxima vez que estuvieran tan cerca.
En otra habitación, dos personas se besaban apasionadamente, ya se habían desprovisto de sus camisetas sus camisetas y se desnudaban el uno al otro. El chico le metía sus manos por debajo de la falda, apretando fuertemente los muslos y abriéndole las piernas para que la chica las colocara alrededor de su cintura.
El chico la colocó apoyándola en la pared, ella gimió, lo que hizo que él se excitara aún más. Con una mano, se bajó los pantalones y los calzoncillos, dejando su pene al descubierto.
Comenzó a penetrarla mientras lamía sus pezones y hacía que ella se excitara. La chica apretaba su cabeza contra ella, le agarraba fuertemente y tocaba con ansia su cabello. Bajó sus manos hacia su espalda y justo en ese momento él la penetró con más fuerza y ella le arañó.
Sus caderas se movían al compás, los dos chicos cada vez gemían con más fuerza y él decidió continuar su acto en un lugar más cómodo, consiguiendo así que ella sintiera todo el placer que él estaba sintiendo en ese momento, es decir, que ella llegara al orgasmo como lo estaba haciendo él.
Se tumbaron en la cama, ella se agarró al cabecero de la cama y arqueó la espalda mientras él la penetraba con más fuerza. Seguían gimiendo, mientras sus caderas se movían con más fuerza al unísono y la cama empezaba a vibrar salvajemente.
El cabecero se soltó debido a la fuerza que la chica empleaba para sujetarse.
- Ooohhh... sigue... sigue... - chilló ella mientras él explotaba dentro - ¡NO PARES! - dijo soltando el cabecero y agarrándose a la espalda de él, provocándole algunos arañazos en el costado.
Al cabo del rato él cayó exhausto encima de ella, respiraban entrecortadamente y se regalaban besos y caricias mutuamente.
Remus y Ann estaban tumbados encima de la cama, se movían de un lado para otro, tocándose, besándose...
El chico se desabrocho el pantalón mientras le quitaba a ella la camiseta. Ella le quitó la suya y comenzó a besarle por el pecho mientras le introducía la mano en los calzoncillos y le acariciaba el pene.
Ann comenzó a lamerle el pecho mientras bajaba poco a poco hacia la excitada entrepierna de Remus.
A Remus se le salían los ojos de la órbita de felicidad al sentir a Ann tocándole su "amiguito" y estando tan cerca de él.
Le bajó los calzoncillos con gran dificultad, ya que él estaba totalmente empinado.
- ¿Qué... vas a hacer? - preguntó el chico dudoso ante las intenciones de ella.
- Una cosa nueva que... cierra los ojos... te gustará... -
El chico le hizo caso y cerró los ojos. Ella colocó el pene en su boca y comenzó a lamerlo suavemente, mientras le acariciaba los huevillos. Al instante él abrió los ojos de golpe emitiendo un grito de placer.
- ¡OH, DIOS! - fue lo único que era capaz de decir Remus.
Ella sacó el pene de su boca y empezó a darle mordisquitos por alrededor, compaginandolos con lamentotes y besitos.
En la habitación dónde se encontraban los amantes... que seguían besándose y acariciándose aunque se encontraban exhaustos.
- Esto significa que tenemos algo serio¿no? -
- ¿Qué? - dijo el chico separándose de ella - ¡espera!... ¡espera no vayas tan rápido! -
- ¿Cómo que no vaya tan rápido? - dijo ella sin entender.
- Pues eso... que eches el freno... que sólo ha sido un polvo... -
- Han sido dos... te recuerdo que esta es la segunda vez que nos acostamos... y por lo que parece te ha gustado y quieres repetir -
- ¿Y que? Eso no significa que vayamos a casarnos, tener hijos, vivir felices para siempre y comer perdices -
- Hombre ya... pero por lo menos novios ¿no? - dijo ella perpleja ante la actitud del chico.
El chico ya se había puesto los calzoncillos y estaba buscando su pantalón mientras daba vueltas por la habitación.
- ¿Novios! Eso es ir demasiado rápido... además ¡Sirius Black no tiene novia! -
- Entonces me has utilizado sólo ha sido eso un polvo y nada más... - dijo Eli dándose cuenta de la actitud de Sirius.
- No... tú eres especial... - dijo Sirius a modo de disculpa.
- Pero no tú novia - dijo Eli empezando a mosquearse.
- NO -
- Soy más que un polvo esporádico pero menos que una novia ¿no? -
- Si... digo no... no sé... -
- ¿Y eso que coño es? - dijo Eli fríamente.
- Pues... -
- Si no puedes definir lo que somos ya te puedes estar largando y olvidándote de mi - dijo ella seriamente.
- Eli... es que... yo... - intentó decir Sirius acercándose a ella.
- ¡QUÉ TE LARGUES! - dijo Eli chillando mientras sus lágrimas salían.
- Eli... cálmate... -
- ¡No me calmo¡no me da la gana¡NO PIENSO SER UN POLVO ESPORADICO! - gritó ella furiosa.
- Eli tu no eres eso... -
- ¡Ah¿no¿entonces como le llamas a lo que acabamos de hacer? -
- Yo... -
- Además de que acabas de decir que no quieres que seamos novios -
- Pero... -
- ¡El gran Sirius Black no se ata a nadie¡el gran Sirius Black sólo tiene polvos esporádicos¡No tiene novias! - gritó Eli perdiendo el control y tirándole todo lo que encontraba a su paso, mientras lloraba más intensamente - ¡Lárgate! -
- ¡No quiero dejarte así! - dijo Sirius esquivando el despertador.
- ¿No tienes ya lo que querías¡Ya has follado, ahora vete a tirarte a otra! -
- ¡No te voy a dejar así! - gritó Sirius intentando acercarse a ella.
- ¡Que te largues y te olvides de mi¡No quiero verte¡No quiero tenerte cerca! - dijo fríamente mientras formaba una bola de fuego en su mano, seguía llorando con fuerza.
- Eli... yo... -
La bola de fuego se hizo más grande y Eli se disponía a lanzarla. Ante esto Sirius decidió salir de la habitación y buscar a las chicas para que ellas la calmaran.
Eli le lanzó la bola pero Sirius cerró la puerta antes de que le diera. Cuando salió apoyó en la puerta mientras empezaba a llorar.
"Estoy llorando... esto no puede ser... ¡estoy llorando por una chica!... que me esta pasando... estoy llorando por ella" pensó mientras se dejaba caer al suelo.
- Yo no quiero irme con otra... yo quiero estar contigo... - murmuró mientras se ponía de pie, se secaba las lágrimas y se dirigía hacia el cuarto donde había encerrado a Ann con Remus.
En la habitación Ann ya había parado de juguetear con el pene de Remus y decidió que ella también quería un poco de diversión. Se bajó las bragas y comenzó a subir lentamente besando el cuerpo del chico, saboreando cada rincón. Él tenía una cara de felicidad impresionante, una sonrisa de oreja a oreja.
No se podía creer lo que acababa de ocurrir, lo que Ann acababa de hacerle. Había oído, por Sirius, que el que te hicieran una mamada producía un placer impresionante y que junto al acto sexual era lo mejor que se podía hacer, pero nunca se imaginó esto, nunca se imaginó tanta felicidad, tanto placer y esta sensación aumentaba más ante el hecho de que era con Ann con quien estaba. Una idea paso por su mente "¿Cómo es posible que ella sepa hacer algo así?... ¿habrá practicado con alguien? no... no lo creo... de todas formas... que más da... ahora esta conmigo" pensó mientras sonreía más.
Ann estaba besando su cuello cuando noto que las manos del chico empezaban a tocarla, al principio con miedo pero luego se fueron acomodando a su cuerpo y subían y bajaban con experiencia.
Estaban cara a cara sonriendo los dos como tontos ante tanta felicidad, se besaron una y otra vez mientras ella se acomodaba para que él la penetrara. Pero cuando estaba apunto de hacerlo algo, o mejor dicho alguien, los interrumpió.
- Ann tienes que a... yu... dar... me... - dijo Sirius abriendo la puerta de un golpe y quedándose paralizado viendo la escena.
Tenía los ojos abiertos como platos y parecía que la mandíbula se le había desencajado de su sitio, entonces se le dibujo una sonrisa muy pícara al darse cuenta de lo que sus amigos estaban a punto de hacer.
- ¡SIRIUS! - gritó Remus con cara de pocos amigos.
- ¡Coño Black que oportuno! - dijo Ann mientras se tapaba con la sábana y le lanzaba miradas de profundo odio.
- Yo... lo... siento... pero... es que necesito tu ayuda... Ann... si no estas muy ocupada... claro... - dijo haciendo énfasis en sus últimas palabras.
- Ya no... gracias... me has cortado el rollo - dijo mirándolo fríamente - desgraciado - murmuró mientras se dirigía hacia el baño para vestirse.
Ambos chicos la siguieron con la mirada, mientras Remus ponía cara de "no, por favor, no te vayas" y Sirius acentuaba aún más su sonrisa al imaginarse lo que hubiera encontrado si hubiera llegado un minuto más tarde.
- ¡Joder, Sirius, eres un inoportuno! - dijo Remus mientras se ponía los calzoncillos.
- Lo siento... no imagine que... - dijo a modo de disculpa.
- ¿De verdad no te imaginaste que esto pudiera pasar cuando nos dejaste aquí encerrados? -
- Pensé que Ann te congelaría cuando te acercaras a ella -
- ... - Remus miró a su amigo con profundo odio - ¿y que ocurre¿para que necesitas tan urgentemente a Ann¡espero que sea muy importante! -
- Pues... veras... creo que he metido la pata... hasta el fondo -
- ¿Qué ha echo? - le preguntó Ann haciendo gala de su mal genio mientras salía del baño.
- Pues que después de que Eli y yo lo hiciéramos, ella me preguntó si lo que había ocurrido entre nosotros nos convertía en novios y... pues... yo le dije que no... -
- ¿Qué hiciste que? - preguntó Ann acercándose peligrosamente a él.
- Pues eso... ahora esta histérica de los nervios llorando y rompiendo todo... -
- PAFF -
Ann le había pegado un puñetazo a Sirius, que lo tiró al suelo, por lo que le había hecho a su amiga y por interrumpirla a ella.
- No quiero que te acerques más a Eli - dijo Ann fríamente.
- Pero... - dijo Sirius desde el suelo.
- Pero nada... no te acerques a ella... esta vez ha sido un puñetazo, la próxima te congelo y te juro que no habrá dios que te salve -
Ann salió corriendo de la habitación no sin antes lanzar un mirada de "ya hablaremos tu y yo" a Remus.
Abrió la puerta de su dormitorio con gran dificulta puesto que el suelo estaba lleno de libros y cosas rotas. Cuando por fin consiguió abrirla se encontró a Eli.
La chica estaba sentada en el suelo, apoyada en un lado de la cama. Estaba cubierta por una sábana y lloraba desesperadamente. Ann se acercó, no sabía que decir... sabía que si le decía "ya te lo dije" o "sabías que esto podía pasar, sabías de su fama" Eli era capaz de agredirla. De todas formas no servía de nada decirle lo que pensaba o un simple y sincero "lo siento" porque la chica estaba demasiado metida en sus pensamientos, así que simplemente la abrazó e intentó consolarla.
Eli al sentir a su amiga abrazándola, salió de su ensimismamiento y comenzó a llorar más y más fuerte, sin consuelo alguno, sintiendo como su corazón roto se desgarraba. Estuvieron abrazadas una media hora aproximadamente, inmóviles, sin mediar palabra, no necesitaban hacerlo, sabían perfectamente lo que cada una sentía en todo momento. Cuando Eli se calmó, Ann se atrevió a decir algo.
- Eli... yo... si... quieres... te ayudo... a vengarte... -
- Gracias... pero no hace falta... no lo voy a hacer... no pude aguantarlo con Remus... y con Sirius menos... yo le quiero... - dijo entrecortadamente.
- Tienes razón, lo siento -
- No te preocupes y gracias por todo... -
En ese momento Lily abrió la puerta. Se quedó un poco extrañada de ver el caos que se había formado en la habitación y de ver a sus amigas abrazadas. Ann le hizo un gesto para que se acercara y le contó todo lo que había pasado, sin mencionar lo de Remus. Eli se levantó, cogió algo de ropa y se fue al cuarto de baño. Ann y Lily se quedaron mirándola preocupadas de que su amiga hiciera alguna locura.
Ann se levantó dispuesta a ver lo que Eli estaba haciendo pero Lily, que no creía que Eli pudiera hacer nada, le aconsejó que le dejara sola unos minutos.
A los cinco minutos Eli salió perfectamente vestida, con la cara lavada y sin una sola lágrima.
- PASO - dijo Eli saliendo por la puerta del baño.
- ¿Cómo? - preguntaron sus amigas sin entender.
- ¡Que paso¡Paso! Ya me he desahogado, ya paso de lo que haga -
- ¿Estas segura? - preguntó Ann.
- ¡Sí! Más que nunca -
- Pero... - dijo Lily.
- ¡Pero nada¡que paso! Él puede hacer lo que le de la gana¿se he divertido¡pues yo también! si cree que voy a quedarme a llorar por él, a esperarle ¡va listo! quería un polvo ¿no? Pues ya lo ha tenido. Ahora a comer que tengo hambre - dijo mientras salía del cuarto.
- Si... ahora bajo... yo quiero ducharme - dijo Ann.
- Vale, te esperamos allí - dijo Eli desde fuera.
Mientras tanto en la habitación de los chicos.
- Sirius ¿qué has echo? - dijo Remus negando con la cabeza.
- Yo... - dijo el chico tumbándose en su cama.
- Te dije que ella quería más, te dije que no se iba a conformar con que estuvieras con ella una noche o dos y ya -
- Ya lo sé -
- Entonces ¿por qué lo has echo¿por qué has jugado con ella? -
- No es tan fácil, yo no quería hacerle esto -
- ¿Entonces por que no cortaste el juego antes de hacerle sufrir? -
- Por que quiero estar con ella -
- ¿Por qué? -
- Por que me atrae físicamente -
- ¿Y? -
- Nada más - dijo Sirius dudoso.
- ¿Seguro? - preguntó James desde la puerta, había estado escuchando la conversación desde el principio.
- ... no... -
- ¿Entonces te gusta o es simplemente atracción? - preguntó Remus.
- No lo sé... bueno... si lo sé... pero... no estoy... preparado... -
- ¿Preparado para que? - preguntó James intentando que su amigo se abriera y aclarara sus sentimientos.
- Para quererla... atarme... tener algo formal... me cago en la leche... ¿qué he echo¿qué hago? - dijo Sirius tapándose la cara con las manos al darse cuenta del error que había cometido.
- Pues como no te tires por un puente... porque a ella no la vas a recuperar... por lo menos no fácilmente - dijo James.
- Es que... sé que ahora me odia... no voy a poder... estar con ella en... la vida -
- Haberlo pensado antes - dijo Remus seriamente.
- ... - Sirius lo miró con odio - ¿estas enfadado conmigo por algo o es mi imaginación? - dijo al rato.
- ¡SI! -
- ¿Por qué? - preguntó James.
- Por que este imbécil no sabe llamar a las puertas - dijo fríamente.
- ¿Ein? - dijo James sin entender.
- Nada, Cornamenta, que Remus se lo estaba montando con Ann y cuando estaba a punto de... "poseerla"... yo he entrado sin llamar,... simplemente eso - dijo Sirius entre risas.
- ¿Simplemente eso¿te parece poco? - dijo Remus atónito.
- JA JA JA JA JA - reían James y Sirius por el comportamiento de su amigo.
- Vamos, tío, tienes mucho tiempo para perder la virginidad con Ann, has esperado mucho... un poco más no te matará -
- JA JA JA JA JA - James reía más fuerte.
- Pues a mi no me hace ni pizca de gracia - dijo Remus seriamente mirando a sus amigos con odio ya que estaban tirados en el suelo de la risa.
- Ya me lo imagino - dijo James riendo.
- Cámbienos de tema y bajemos a comer o Remusin me morderá en la próxima luna llena - dijo Sirius entre risas.
- ¿Qué te parece que hablemos de ti, de Eli y de tu miedo al compromiso? - dijo el chico ácidamente.
- ... el tema de tu virginidad y el tema de Eli están vetados durante mucho tiempo - dijo Sirius pensativo.
Los chicos salieron del cuarto y en la sala común se toparon con Lily y Eli, la cual pasó de largo sin ni siquiera saludarles. Sirius bajó la mirada entristecido ante el comportamiento de la chica.
Remus preguntó por Ann, ya que tenía que hablar de todo lo que había pasado y Lily le dijo que se estaba duchando. En ese momento una idea pasó por su mente, la bombilla se le iluminó y zafándose de sus amigos, con la absurda excusa de que se había dejado un libro en el cuarto, subió las escaleras, pero no a su cuarto, sino al cuarto de las chicas, tenía que volver a estar con Ann a solas, la necesitaba, la deseaba.
Abrió la puerta de la habitación y entró, estaba desierta, en el baño escuchó el agua caer y no pudo resistir la tentación de entrar y volver a verla desnuda. La fina cortina de la ducha dejaba de ver la silueta de la chica, se quedo embobado mirando su cuerpo y decidió que era perfecto y que tenía que ser suyo, ya no podía resistirlo más así que fue avanzando hasta ella mientras se quitaba la camiseta.
Cogió firmemente el extremo de la cortina y la corrió, Ann se giró bruscamente y se quedo paralizada por la sorpresa.
- ¿Qué haces aquí? - dijo tapándose instintivamente los pechos.
Remus se acercó y le quitó las manos de los pechos para poder verlos, cuando decidió que ya la había mirado suficiente, que ya era la hora de pasar a la acción, se acercó más y la beso mientras la abrazaba. Cuando se separaron se quitó el pantalón y los calzoncillos quedándose desnudo, se introdujo en la bañera, cogió una esponja y empezó a frotarle por la espalda.
- Ahora me toca a mi darte placer - dijo Remus mientras le acariciaba todo el cuerpo con las manos llenas de jabón y le besaba el cuello.
- Va... va... va.. a... le... - tartamudeó la chica.
Se pasaron unos cinco minutos dándose caricias y besos mutuamente hasta que Remus decidió que a era el momento de que hicieran el amor.
Bajo sus manos lentamente hacia las piernas de Ann y las abrió para acomodarse en el medio, y poder poseerla. Ella rodeó con sus piernas las caderas del chico y en el momento en el que él iba a introducir su pene, se abrió la puerta dejando ver a alguien en el umbral.
Continuara...
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