Este ff esta hecho por Elísabeth y Ana!
Los personajes principales son los de Rowling, los demas son nuestros!
Capítulo 22: Sangre y lágrimas.
Sirius no obtuvo respuesta. Se acercó cautelosamente a la cama de Eli y descorrió la cortina. Eli estaba tumbada, boca arriba, con los ojos cerrados y canturreando una de sus canciones favoritas del disco de Maroon 5, que escuchaba con el reproductor de CD. (n/a: la cancion es Sunday Morning de Maroon 5, la favorita de Eli!)
"That may be all... I need in darkness she is all I see... come and rest your bones with me... driving slow on sunday morning... and I never want to leave..."
- Elísabeth... - dijo Sirius tocándole en el hombro.
- Joder... que susto - dijo la chica al ver a Sirius parado en frente de ella - ¿qué haces aquí? -
- Tenemos que hablar -
- Yo no tengo nada que hablar contigo, Black - dijo Eli fríamente.
- Pues yo si tengo que hablar contigo... así que vas a escucharme quieras o no - dijo Sirius acercándose a ella con cara de enfado.
- No quiero oírte -
- Pues me vas a escuchar... que sepas que no quiero que te acerques más a Tarner - dijo Sirius fríamente.
- ¿Qué? -
Eli estaba alucinando con lo que acababa de oír... "¿No tengo bastante con haber descubierto que te metes en mi cama como un chucho apestoso como para que ahora vengas a decirme con quien puedo o no juntarme?" pensó Eli.
- Como vuelva a ver que se te acerca, abraza o besa... lo mato - dijo Sirius seriamente, en su mirada se podía ver odio, celos, furia y también un chispa de pasión.
- ¿Quién te crees tu que eres para prohibirme estar con alguien, abrazarlo o incluso besarlo?... Rodo es mi amigo y puedo verlo las veces que quiera - gritó Eli furiosa.
- No puedes... tu eres mía... sólo mía - dijo Sirius acercándose y cogiéndola por los brazos.
- Déjame... me haces daño - dijo Eli mientras las lágrimas comenzaba a recorrer su cara - además yo no soy nada tuyo... sólo un polvo esporádico... ¿recuerdas? - dijo tratando de soltarse, pero no podía, Sirius era más fuerte que ella y la tenía bien cogida.
- Lo siento - dijo Sirius soltándola al ver que le hacía daño - no... no... tu no eres sólo eso... yo te quiero... ¡te quiero!... ¿comprendes lo que eso significa?... yo nunca me había enamorado -
- No te creo - dijo Eli separándose bruscamente.
- Y llegas tu... y estoy contigo... y me gusta... y siento que no quiero separarme de ti nunca... te quiero... créeme - dijo Sirius mirándola con ojos suplicantes.
Eli intentaba evitar esa mirada, ya que intuía que si le miraba a los ojos caería en la trampa de creerlo y ella debía mantenerse fuerte, sobre todo después de lo que había descubierto.
- ¡NO TE CREO!... ¡ES SÓLO OTRA DE TUS MENTIRAS PARA LLEVARME A LA CAMA! - grito furiosa, más para auto convencerse a si misma que para convencer a Sirius.
- No... no es eso... de verdad te quiero... - dijo Sirius acercándose e intentando abrazarla.
- Suéltame... ¿es que no comprendes que no te creo nada?... como quieres que te crea si lo único que haces es mentirme e intentar acostarte conmigo cuando tienes la mínima oportunidad... ¿te crees que soy tan tonta como para no ver tu juego! - gritó Eli.
- NO TE ESTOY MINTIENDO CUANDO TE DIGO QUE TE QUIERO - gritó Sirius furioso.
Eli dio un paso hacia atrás, Sirius empezaba a darle miedo, "¿como puede jugar así con mis sentimientos?" pensó la chica.
- Me das miedo... ¿cómo puedes ser tan retorcido y jugar así con mis sentimientos?... ¿cómo puedes ser tan cruel?... ¿si dices que me quieres cómo puedes hacerme esto? - gritó Eli.
Eli salió corriendo, necesitaba estar sola, pensar detenidamente en todo lo que había pasado durante ese día, no sabía a donde ir, simplemente corría. Sirius la vio salir de la habitación y corriendo bajó las escaleras a toda prisa para no perderla de vista. Después de un rato corriendo por el colegio Eli se dirigió al exterior, sabía que Sirius la estaba siguiendo, sabía que en cualquier momento le daría alcance, ya que no había podido hacer que le perdiera la pista dando vueltas por el castillo, así que se dirigió hacia el bosque. Ya dentro del oscuro bosque Sirius consiguió alcanzarla y cogerla del brazo para hacer que parara.
- ¡Suéltame! - gritó Eli al verse capturada.
- No sigas por ahí es peligroso - dijo Sirius encarándola.
- No tienes por que preocuparte por mi... no eres quien - dijo Eli soltándose para volver a salir corriendo.
- ¡Eli espera¡por ahí no¡ESPERA! - gritó Sirius.
Salió corriendo tras ella y llegó a un claro, miró hacia todos lados buscándola y la vio dirigiéndose hacia el sauce boxeador, se dio cuenta de que Eli estaba muy cerca, demasiado cerca, más de lo que ella creía.
- ¡ELI CUIDADO! - gritó Sirius.
Pero era tarde, una de las ramas más gruesas del árbol había golpeado fuertemente a Eli en el estomago haciendo que saliera por los aires, Sirius la vio caer bruscamente contra una roca, golpeándose en la cabeza.
Sirius se acercó rápidamente y se quedo horrorizado al ver el cuerpo sangriento de Elísabeth, un hilo de sangre salía de su cabeza, pero sin duda lo que más le impacto fue el charco de sangre que había entre sus piernas.
- No... no... por favor... que no estés muerta -
Se acercó e intentó tomarle el pulso y al ver que todavía tenía pero era débil la cogió en brazos con sumo cuidado para no hacerle más daño y la llevó corriendo a la enfermería.
Abrió las puertas de la enfermería de una patada.
- Ayuda... ayuda... enfermera... venga rápido... - dijo mientras tumbaba a Eli en una de las camas.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó la enfermera horrorizada al ver el estado en que se encontraba la chica.
- El sauce boxeador la golpeo - dijo Sirius
Miraba a Eli como esperando que abriera los ojos de repente y dijera que todo era una broma, que ella estaba bien.
- Pero... -
- No haga preguntas... sólo sálvela - gritó el chico.
- Espere fuera... salga fuera - dijo la enfermera poniéndose manos a la obra.
- Pero... -
- Fuera -
Sirius salió de la enfermería y se dejó caer apoyado en la puerta, estaba cubierto de sangre y lloraba sin cesar, se puso las manos en la cabeza mientras se balanceaba murmurando una y otra vez la misma frase.
- Es mi culpa... la he matado -
Ann, Lily, James, Remus y Rodo llegaron corriendo alertados por un chico de segundo que había visto como Sirius pasaba cerca de él corriendo con Eli en brazos.
- ¡Cabrón¿qué le has hecho? - dijo Rodo mientras lo levantaba y dispuesto a pegarle.
Los chicos se acercaron para evitar el enfrentamiento entre los dos chicos, pero Ann se les adelantó.
- Rodo tranquilo - dijo Ann separándolos - déjame a mi - se giro y - PAFF - le pegó con todas sus fuerzas.
Sirius se tambaleo un poco pero no hizo ningún ademán de defensa, se quedó con la cara marcada por la mano de Ann y mirando al infinito.
- Es mi culpa - dijo muy bajito, en un susurro casi inaudible.
- ¡Claro que es tu culpa! - gritaron Ann, Lily y Rodo.
- Ann tranquilízate - dijo Remus mientras la sujetaba para que no se lanzara a golpear a Sirius.
- Lily por favor - dijo James sujetando a Lily.
Y ambos chicos vieron el problema, los dos estaban sujetando a las chicas pero ¿quién sujetaba a Rodo? El chico vio el camino libre para darle su merecido a Sirius y no lo dudo, se acercó a él dispuesto a golpearlo.
- Señor Tarner... no es el momento - dijo Dumbledore deteniendo a Rodo.
Rodo soltó a Sirius y se acercó a las chicas que habían conseguido librarse de sus respectivos captores. El director entró en la enfermería.
- Sirius - dijeron sus amigos acercándose a él y abrazándolo.
- No te preocupes se pondrá bien - dijo James intentando dar consuelo a su amigo.
- Ella es fuerte - dijo Remus.
- Como le pase algo y no salga de esta te juro que te mato - dijo Rodo fríamente.
- No si lo matamos nosotras antes - dijo Ann seriamente mirando a los chicos con profundo odio.
- No digas tonterías Ann... aquí nadie va a matar a nadie - dijo James empezando a enfadarse.
- ¿Por qué lo defiendes?... él lo ha admitido... tiene la culpa si le pasa algo - dijo Lily mirando a su novio con odio contenido.
- ¿Es que no ves que él también esta mal? - le preguntó James enfadado.
- Si no hubiera hecho una de sus habituales tonterías seguro que esto no habría pasado - le contestó la pelirroja.
Lily y James estaba el uno frente al otro discutiendo a viva voz.
- Hará tonterías pero la quiere -
- Si tanto la quisiera no le haría daño -
- Quien bien te quiere te hará sufrir - intervino Remus.
- Tu cállate - dijo Ann furiosa mientras intentaba por todos los medios sujetar a Rodo para que no se lanzara a matar a Sirius.
Habían empezado otra pelea, Remus y James defendiendo a Sirius contra Ann, Lily y Rodo, este último no decía nada, sólo intentaba lanzarse a matar al guapo merodeador.
- ¡BASTA¡CALLENSE YA!... aquí todos queremos lo mismo... que Eli se ponga bien... que este bien... de que sirven las peleas... esto no va a hacer que se ponga mejor - dijo Sirius llorando.
- Tienes razón - dijo Remus sentándose a su lado.
- Últimamente tienes mucha razón - dijo James para intentar animar a su amigo mientras se sentaba al otro lado.
- De que me sirve si no la tengo a ella - dijo tan bajo que sólo sus amigos le escucharon.
El director salió de la enfermería con cara de no tener muy buenas noticias.
- ¿Cómo esta? - preguntaron Remus y James.
- ¿Se pondrá bien? - preguntaron Lily y Ann.
- ¿Esta viva? - preguntaron Sirius y Rodo.
Dumbledore levantó la mano en señal de que le dejaran hablar.
- Antes de nada me gustaría saber que ha ocurrido exactamente, después contestare a sus preguntas... señor Black ¿qué ha pasado? -
- Discutimos y salió corriendo... se dirigió hacia el sauce boxeador... ella no se dio cuenta de que estaba demasiado cerca del árbol y el sauce la golpeo... salió volando y se golpeó la cabeza con una roca... lo más rápido que pude... la traje aquí - dijo Sirius entre sollozos.
Hubo un par de minutos de silencio.
- El estado de la señorita Adams es muy grave... esta en coma y posiblemente tarde bastante en despertar... si despierta... lo cual no esta muy claro aun - dijo Dumbledore seriamente.
Ann y Lily empezaron a llorar y se abrazaron a Remus y James respectivamente, Rodo se tapó la cara con las manos y Sirius negaba con cabeza mientras repetía una y otra vez la misma frase.
- Es mi culpa -
- Te mato... te mato - dijo Rodo lazándose sobre Sirius.
- Señor Tarner no permitiré ese tipo de comportamiento en este colegio - dijo el director seriamente - ahora quiero hacerles un par de preguntas - dijo una vez que Rodo se hubo separado de Sirius.
- Lo siento director - dijo Rodo.
- ¿Saben ustedes si la señorita Adams mantenía alguna relación amorosa con alguien? -
- No señor... ella no tenía novio - dijo Ann lanzando a Sirius una mirada significativa.
Sirius simplemente bajo la cabeza.
- ¿Y saben si ha tenido relaciones sexuales con alguien últimamente? -
- No señor... no sabemos - contestó Lily también mirando a Sirius.
- ¿Por qué pregunta eso? - preguntó Rodo.
- Por que... la señorita Adams estaba embarazada de apróximadamente un mes y poco más... y... desgraciadamente... ha perdido el bebe - dijo Dumbledore bajando la mirada.
Todos se quedaron impresionados ante esa noticia. Ann y Lily se separaron de Remus y James para mirarse la una a la otra como intentando asimilar lo que acababan de oír... Remus y James tampoco daban crédito a lo que les dijo el director, no podían creérselo... y Rodo, estaban tan impresionado con la noticia que no se paro a pensar en quien podía ser el padre de ese bebe, al contrario que todos los demás que miraban atentamente a Sirius como si supieran lo que estaba pensando... a Sirius se le cayó el mundo encima, él sabía, estaba seguro que ese niño era suyo.
- Un mes y poco más... entonces el padre... - dijo Ann.
- Soy yo - terminó de decir Sirius.
- Entiendo ¿usted no lo sabía? - preguntó el director.
- No - dijo Sirius en un susurro mirando fijamente a la puerta de la enfermería.
- Te mato - dijo Rodo comprendiendo lo que estaba pasando.
James y Remus lo sujetaron para que no pegara a Sirius pero era tarde, ya le había asestado un buen derechazo.
- Cabrón... es tu culpa que haya perdido el bebe... te va a odiar... más que nada... te va a odiar - le dijo Rodo.
Sirius estaba contra la pared apoyado tras el golpe que había recibido, la sangre que chorreaba de su nariz se entremezclaba con la sangre que tenía en la ropa.
- Soltadme - gritó Rodo a los dos que lo tenían sujeto.
- Señor Tarner... comprendo su nerviosismo y su cabreo... pero eso no soluciona nada... compréndame usted a mi... esta castigado - dijo amablemente el director.
- Si señor -
- ¿Puedo verla? - preguntó Sirius mirando fijamente la puerta.
- ¡NO!... no... no y no... no voy a permitir que este te acerque más a ella - dijo Rodo fríamente.
- Puede entrar señor Black - dijo el director.
- Pero... - dijo Rodo atónito ante la actitud del director.
- Profesor no... - dijo Lily.
- Él es el culpable - dijo Ann.
- El señor Black entrara primero y después ustedes - dijo mirando a las chicas.
- No, él no va a entrar - dijo Ann mirando a Sirius.
- Si, voy a entrar - dijo Sirius decidido abriendo la puerta.
- Siri... - intentó llamarlo Ann pero Sirius ya había entrado y cerrado la puerta tras de si.
- Ann déjale también tiene derecho a entrar a verla - dijo Remus.
- No tiene derecho -
- Lily... piensa lo que esta diciendo... Sirius no le va hacer nada - dijo James intentando hacerla recapacitar.
- Lo que faltaba que encima intentara hacerle algo - dijo Ann.
- Sois demasiado intransigentes con él - dijo Remus.
- Mira niñato... cállate... que tu amiguito ya la ha cagado bastante... así que deja de defender lo indefendible - dijo Rodo furioso golpeando la puerta.
- ¿Pero tu quien coño te crees para hablarle así? - dijo Ann furiosa poniéndose en frente de Rodo - ¿qué pasa¿por qué me miráis así? es mi amigo - intentó defenderse de las miradas de sus amigos, ya que había defendido a Remus.
Dentro de la enfermería el ambiente no esta tan caldeado al contrario reinaba un silencio sepulcral. Sirius se fijó que la chica estaba en la cama en la que él la colocó, pero en vez de estar bañada en sangre estaba con un pijama blanco de la enfermería. Se acercó lentamente mirando las vendas que Elísabeth tenía por todo su cuerpo, se sentó al borde de la cama y le cogió la mono, las lágrimas resbalaban por su rostro, no hacia más que darle vueltas a la misma idea.
"Estaba embarazada... y era mío... y ahora lo he perdido... los he perdido a los dos... por que no me vas a perdonar... esto no me lo vas a perdonar... ¿qué hago?... Dios ¿qué hago para que te des cuenta de que te quiero y quiero estar contigo?... y encima esta ese tío... como odio a Tarner... ahora seguro va aprovechar para engatusarte... pero no le voy a dejar... tu eres mía y te voy a recuperar "
Un ruido lo saco de sus pensamientos, la puerta se había abierto dejando ver a las dos chicas y a Rodo, Ann no había permitido que Remus y James entraran.
- Fuera - dijo Ann amenazante.
- No - dijo Sirius sin moverse ni un milímetro y manteniendo su mirada en Eli.
Lily hizo una bola de energía y se disponía a lanzarla para aturdir a Sirius un poco. Sirius se giró y la miro directamente a los ojos, Lily desistió de lanzarle la bola al ver los enrojecidos ojos de llorar de Sirius.
- Sirius... por favor... sal - dijo Ann que también se había quedado impactada al ver la mirada triste en los ojos del chico.
- No - dijo volviendo a mirar a Eli.
- Sirius por favor... - dijo Lily mientras ayudaba a Ann a sujetara a Rodo que se disponía a golpearlo - nosotras también queremos estar a solas con ella -
Sirius las miró un instante y asintió después de un rato. Se acercó a Eli y le dio un beso en la frente a la vez que le susurraba algo muy bajito "volveré" y salió de la habitación.
Los chicos esperaban a su amigo fuera, intentaron que fuera a su cuarto a descansar pero Sirius no les acompañó, se separó de sus amigos y se fue.
No quería hablar con nadie, quería estar solo, necesitaba estar solo para pensar. Se sentía culpable por todo lo que había pasado, sabía que Eli estaba mal por su culpa, si hubiera dejado las cosas como estaban nada de esto habría pasado. Sin embargo, el no podía rechazar así como así al amor de su vida, nunca se había enamorado y con ella lo había logrado, por eso no podía perderla, se negaba a perderla, ese era el motivo por el cual esa noche fue a buscar a la chica, tenía que intentar hablar con ella y solucionarlo, decirle que le amaba, que no podía vivir sin ella... si se hubiera imaginado el final de esta historia... claro, era el final, porque Eli nunca iba a perdonarle todo lo que había pasado. bueno, eso sucedería si despertara.
Sirius se adentró en el bosque y convertido en perro corrió hasta quedar exhausto, corriendo podía olvidar todo aquello que le atormentaba, podía olvidar por unos segundos el dolor que sentía, olvidar que si él no hubiera sido tan cobarde cuando ella quiso salir con él nada de esto hubiera pasado, Eli estaría bien, hubieran estado juntos, amándose cada día como si fuera el último, aprovechando cada segundo de vida para estar juntos. Pero él no lo hizo, prefirió huir, seguir demostrando a todo Hogwarts que Sirius Black no se ataba a nadie, que uno de los chicos más atractivos del colegio estaba disponible para cualquier chica, que él nunca se enamoraría de nadie, que para él lo único que importaba era acostarse con cuantas más chicas mejor.
Pero esta vez se había equivocado, porque sabía perfectamente que Eli no había sido una chica más con la que se había acostado. Con ella había sido la primera vez que había hecho el amor, con las otras era sólo sexo. Con Eli había sentido por primera vez lo que era amar y ser correspondido, amar sin prejuicios, sin importar nada ni nadie.
El chico tenía el corazón roto en mil pedazos, por fin había experimentado lo que era el amor, ese sentimiento que él siempre había temido, pero que ahora necesitaba más que nada en el mundo. Pero si sólo fuera eso... desde que el director le había informado del aborto de Eli, Sirius sufría desconsoladamente. Si él hubiera sabido que Eli estaba embarazada lo hubiera dejado todo, se hubiera puesto a trabajar para que ella pudiera seguir estudiando y le ayudaría en todos los cuidados del bebé. Formarían una familia feliz, esa familia que nunca había tenido y que tanto deseaba, estar con una mujer para toda la vida. Resultaba irónico que Sirius quisiera comprometerse con una mujer cuando el principal problema que había tenido con Eli era su miedo al compromiso. Pero ahora lo sabía, Eli era la mujer de su vida, y si no estaba con ella no estaría con nadie. Ella tenía que ser la madre de sus hijos, su compañera, su amante, su amiga.
Daba gracias cada día por haber conocido a James, él había sido la única persona que se había preocupado por él, la única persona que realmente le quería, y aunque su agradecimiento por todo lo que él había hecho por él no tenía limites ahora necesitaba algo más, necesitaba formar su propia familia.
Sirius se preguntaba si todo lo que había pasado sería cosa del destino, si lo que ocurría realmente es que no estaban destinados a estar juntos, por eso había ocurrido lo del accidente, lo del aborto... a lo mejor el dicho de que el amor todo lo cura no era cierto, y todos los personas que creen en el amor verdadero están engañadas con algo que no es verdad. Pero el chico tenía muchas dudas, si su destino era no estar juntos¿ Por qué se había enamorado de ella? Sería muy injusto si se hubiera enamorado de la única mujer que no estaba predestinada para él. Y si él jamás se había enamorado, y lo había hecho con ella... eso significaba algo... y esa duda que atormentaba al chico fue lo que hizo que reaccionara, lo que hizo que se diera cuenta de que tenía que luchar para averiguar si el haberse enamorado de ella tenía un significado, una razón especial que explicara todo el sufrimiento que habían sufrido ambos.
Sirius lloraba tumbado sobre la hierba, intentando recuperar el aliento tras la carrera, pero el sentimiento de culpa no se desvanecía, y aún sabiendo que tenía que luchar por el amor de Eli, la angustia de su corazón hizo que el chico se levantara y gritara con todas sus fuerzas el nombre de su amada.
- ¡ELÍSABETH! -
En la enfermería Rodo se había sentado en el sitio que antes había ocupado Sirius.
- No voy a permitir que ese tío vuelva a acercarse a ella - dijo el chico fríamente.
- Si se acerca no podrás evitarlo - dijo Lily.
- Tu no sabes como es Sirius cuando se le mete algo en la cabeza - dijo Ann mirando a su amiga con el ceño fruncido.
- Me da igual... yo también soy de ideas fijas... y ese no sabe lo que yo puedo hacerle - dijo Rodo convencido.
- Y tu no sabes de lo que él es capaz -
- Ten cuidado Rodolfito podrías hacerte mucho daño - dijo Ann con una leve sonrisa.
- Yo más a él -
- Creo que lo subestimas -
- Yo tengo algo que él no tiene - dijo el chico maliciosamente.
- ¿El qué? - preguntaron las dos chicas curiosas.
- Que Eli esta de mi lado... cuando se despierte va a odiarle demasiado a él... no a mi... yo la tengo a ella y él no tiene nada - dijo sonriendo con malicia.
- Eres malo -
- Eso es cruel -
- ¿Vas a ponerla en su contra? - preguntó Ann.
- ¿Yo? no... lo bueno es que no tendré que mover ni un dedo para que lo odie... él solito ha hecho el trabajo sucio... Eli tiene el instinto maternal muy desarrollado y estoy seguro de que la idea de ser madre le hubiera hecho mucha ilusión... y... ahora... por culpa de Sirius... no podrá tener ese bebe... y quien sabe... si volverá a quedarse embarazada algún día -
Rodo tenía razón, Eli iba a odiar con todas sus fuerzas a Sirius, esta vez no podría hacer nada y Rodo se iba a aprovechar de eso para que no se acercara más a ella.
Sabían que en el fondo Rodo no lo hacía por malicia... que sólo lo hacia por protegerla de lo que él creía que era una amenaza... por que la quería mucho y no quería que le pasara nada malo.
Ellas sabían, bueno, tenían la certeza sin confirmar de que Eli y Rodo sólo se querían como hermanos y que no había nada más pero para cualquiera que no supiera era información, como era el caso de Sirius, podía resultar que la presencia de Rodo fuera una amenaza.
Después de estar un rato con Eli llegó la enfermera y los echó de la habitación.
No podían hacer nada, el profesor Dumbledore no permitía que nadie entrara en la enfermería después de que las chicas salieron. Eli estaba muy grave, no sabían si sobreviviría o no y la situación se volvía cada vez más desesperante. James, Remus, Ann, Lily y Rodolphus se encontraban callados en la sala común, nadie se atrevía a romper ese silencio.
James miraba de reojo a Lily, no podía olvidar lo que ocurrió entre ellos la noche anterior. Se sentía miserable, repugnante, sucio. Sabía por todo lo que estaba pasando su chica y solo había pensado en él. Es cierto que ella en ningún momento hizo gesto alguno para que el chico parara, pero eso para James nada importaba. Lo único importante es que ella había sentido miedo al estar con él y eso nunca se lo perdonaría. Él la amaba, la amaba tanto que el haber echo que ella recordara esos duros momentos le había dolido más que cualquier cosa en el mundo.
Se levantó y muy despacio se acercó hacia donde ella se encontraba.
- Lily... -
- James -
- ¿Podemos hablar? - pidió James.
- No creo que sea un buen momento -
- Ya sé que no lo es... que Eli ahora es lo más importante... pero... necesito hablar contigo o me volveré loco - dijo James muy bajito intentando convencer a su novia.
- Está bien - accedió Lily.
Lily y James se dirigieron al cuarto de los chicos para poder hablar tranquilamente.
- Lily, me siento tan mal... lo que pasó ayer... no he podido dormir pensando que... - comenzó James.
- James no sigas por favor... sé que lo fastidié todo, que debí no haberte parado, haber escondido mis miedos y ser tuya... - dijo Lily mirando al suelo.
- ¿Qué dices? Lily, no es eso - dijo mientras negaba con la cabeza - tú no tienes la culpa de nada... he sido yo quién no ha sabido afrontar esta situación -
- Pero... -
- Escúchame amor mío... hiciste bien en decirme que parara... no hubiera sido justo que hicieras algo que no quisieras - dijo James mientras le acariciaba dulcemente la barbilla levantándole la cara para poder mirarla directamente a los ojos.
- Yo quiero pero - dijo ella apenada desviando la mirada.
- Shh... déjame acabar... no me refiero a que no quieras hacer el amor conmigo, sino... que sé que aún no has superado todo lo que pasó con Malfoy... yo tenía que haber parado esa situación en cuanto lo vi venir... tenía que haberme dado cuenta de lo que sentías, no tenía que haber sido tan egoísta... lo siento - dijo acercándola y abrazándola.
- James, no me pidas perdón por favor, no hay nada que perdonar... - dijo mientras se separaba un poco para poder mirarlo a la cara - yo... te deseo James, más que a nada en el mundo, y claro que quería hacer el amor contigo, y quiero, pero ayer no pude y no sé cuando podré... necesito poder tocarte y no sentir miedo, poder sentirte y demostrarte que te amo sin temor a que Malfoy se entere e intente hacerte daño... poder amarte sin que la voz de Malfoy se repita en mi cabeza haciendo que todo lo demás me aterre... necesito vengarme James... pero me siento tan mal... una de mis mejores amigas se está muriendo y yo no puedo pensar más que en vengarme de ese desgraciado, de ese... - Lily comenzó a llorar y se abrazó a James.
- Lily, cariño, no llores... es normal que te sientas así, ese... desgraciado... ha destrozado tu mundo... pero eso no quiere decir que no te importe tu amiga, claro que te importa, sobretodo por ella estás así, pero no te preocupes, ella se recuperará... ya lo verás - dijo él sonriéndole para tranquilizarla.
- ¿Y... sí... no... se... despierta? - dijo Lily sollozando.
- Cariño, lo hará, ella es fuerte, lo hará... -
James decía todo eso para consolar a Lily, y a la vez, se intentaba convencer a él mismo. La verdad es que estaba bastante preocupado por su amiga, pero tenía que ser fuerte, tenía que ser un apoyo para su novia, para sus amigos, pero sobretodo para Sirius. James estaba muy preocupado por él y temía que pudiera hacer una locura si Eli no despertaba pronto, y no quería imaginarse si no lo hacía. Eso no significaba que Eli no le importara, claro que le importaba el estado de una de sus amigas, pero James no era de esas personas que transmitían a viva voz sus sentimientos, al menos, esa clase de sentimientos, y lo que sentía al ver a Eli tan mal, a Lily deprimida y a Sirius decaído le dolía tanto.
Los chicos se quedaron abrazados durante bastante tiempo, el chico le susurraba que todo se arreglaría, que Elísabeth era una de esas personas que daban mucha guerra... y que aún le quedaba mucho por vivir... por disfrutar. Lily no hablaba, en esos momentos solo podía escuchar al chico, intentar convencerse de que él tenía razón, de que su amiga se salvaría. Cuando James acabó de decirle todas las razones que se le ocurrían por las cuales sabía que Eli se recuperaría, Lily se separó un poco.
- Te quiero - dijo la chica mientras se fundía en un beso con el.
El resto de los chicos, Rodo, Remus y Ann seguían en el mismo lugar.
Rodo miraba por la ventana, intentando no pensar en todo lo que había pasado. Pero se encontraba bastante nervioso, no sabía qué hacer, imaginaba mil formas de matar a Sirius, después de todo para él Sirius era el culpable de que Eli estuviera en coma... Eli... de verdad lo intentaba, pero no podía dejar de pensar que a lo mejor su amiga se moría... no... ¿qué haría él sin ella?... ella era su mejor amiga, la única persona en que él podía confiar... recordaba todos los momentos que habían pasado juntos, se conocían desde pequeños y siempre habían sentido ese sentimiento mutuo de protección. No era amor, era otro tipo de sentimiento, ese tipo de sentimiento que no se puede expresar... eso era lo que él sentía, y ahora no sabía qué hacer, cómo comportarse. Él daría su vida a cambio de la de ella sin pensarlo, para él ella era lo más importante, deseaba verla feliz, eso era lo único que él quería, que ella fuera feliz en la vida. No comprendía como podía haberse enamorado de Sirius, él nunca le haría feliz... aunque había que reconocer que a él se le veía afectado por todo lo que había pasado... pero él no le convencería tan pronto, si de verdad estaba arrepentido por todo lo pasado, tenía que hacer algo más... con llorar no bastaba... sobretodo cuando Eli está a punto de morir.
El chico se levantó y dándole una patada al sillón se marchó a su habitación a pensar.
Ann se encontraba sentada en un sillón enfrente de la chimenea. Lloraba desconsolada, no podía aguantar más esa situación, acababa de perder a su mejor amigo y ahora podía perder también a su mejor amiga. se sentía impotente, todo su mundo se derrumbaba y las personas que ella más amaba desaparecían.
Remus se acercó a ella, al verla llorar se sentó de rodillas enfrente de ella.
- Ann... háblame... desahógate conmigo como tantas veces antes lo has hecho... - dijo Remus intentando que Ann lo mirara a los ojos.
Ann sólo se acercó a él y lo abrazó.
- Remus - comenzó a llorar más fuerte - no puedo más... primero Michael... lo echo tanto de menos... pienso en él en cada momento... y ahora... ¿qué... voy... a... hacer... sí... Eli? ... yo... no podré soportarlo... yo... -
La chica no pudo decir nada más, sus palabras se ahogaron, se convirtieron en silencio, sólo era capaz de llorar. Sus lágrimas expresaban todo lo que ella en su interior sentía, todo lo que ella nunca se había atrevido a decir, ella nunca había hablado de sus sentimientos ante la muerte de Michael, no había sido capaz, si lo hubiera hecho nunca hubiera podido recuperarse. Había escondido en su interior todo lo que sentía, centrándose en su venganza a Cris, si se vengaba todo sus miedos, todo su dolor desaparecería, o al menos, eso era lo que ella pensaba. Pero lo de Eli le había cogido de sorpresa¿qué podía hacer ahora¿cómo ocultar que si a su amiga le pasara algo ella también moriría por dentro¿qué su vida para ella ya no tendría sentido¿qué no podría superar que Michael, Eli y Remus se hubieran alejado de su vida? Y ahora ella estaba allí, llorando, abrazado al chico que amaba.
Estuvieron abrazados sin decir nada, y cuando Ann se tranquilizó se separó de él para poder mirarle a los ojos.
- Si supieras cuánto te quiero... cuánto te echo de menos... - dijo entrecortadamente.
- Yo también te quiero... - le contestó Remus.
Las palabras ya no servían de nada, la expresión de sus ojos revelaba todo el amor que ellos sentían, y una vez más ese amor se manifestó en un beso. Ann le había besado de nuevo, sin pensar en las consecuencias, sólo necesitaba sentirlo una vez más. Remus le correspondió al beso sin pensarlo, en ese momento nada importaba, solo ellos dos, junto al fuego, intentando calmar el dolor que ambos sentían por todo lo ocurrido e intentando recuperar el amor que sentían el uno por el otro, porque aunque estuvieran separados sabían que nunca habían dejado de amarse. Se separaron para tomar aire y sin decir nada, Ann le desabrochó un poco la camisa para así poder besarlo en el cuello. Antes de hacerlo volvió a mirarle fijamente, para luego besarle.
Ella le besaba el cuello, despacio, sin pensar en nada, el tiempo se había paralizado. Le desabrochó el resto de los botones y le quitó la camisa. Entonces todo se desvaneció, gracias a Cris tuvieron que volver a la realidad, toda la magia del momento se había desvanecido. La veela se había encargado de recordar durante un tiempo a Remus que ellos dos habían estado juntos, que habían pasado una noche haciéndose el amor, y un mordisco de parte de la chica en el hombro de Remus era una prueba de ese encuentro.
Ann volvió a mirar al chico.
- Será mejor que te pongas la camisa – le acercó la prenda al chico y sonrió.
- Ann... yo... -
- No pasa nada, no te preocupes – Ann parecía tranquila, quería estar bien con Remus, olvidar lo ocurrido con Cris, poder volver a estar con él como antes - ¿quieres que vayamos a comer un poco de chocolate? -
- Claro – Remus estaba muy sorprendido, no comprendía por qué Ann no se había cabreado, por qué no le echaba en cara nada. Pero se alegró que ella fuera tan amable con él y no iba a perder esa oportunidad de estar con ella.
Se dirigieron a la comida cogidos de la mano, pero antes de llegar, se encontraron con Cris.
- ¿Otra vez la parejita junta? -
- ¿Qué quieres Cris? -
- Ya está todo preparado -
- ¿A qué te refieres? -
- Al duelo, niñata, quién iba a decir que se te había olvidado... con lo segura que estabas el otro día... dentro de dos semanas, en el aula de primero -
- No se me había olvidado, sólo que no es el mejor momento para hablar de eso... mi amiga está grave, y hasta que no se recupere, nuestro duelo queda aplazado... cuando ella despierte, dos semanas después, yo te avisaré -
- Está bien, lo hago para que no digan que no tengo piedad... aunque... el final será el mismo... JA JA JA JA JA - río Cris maliciosamente.
Cris se marchó dejando a los chicos atónitos.
- Como puede ser tan cruel... -
- No pasa nada Remus, lo tengo todo planeado, no te preocupes -
Después de tomar un poco de chocolate, que los elfos le sirvieron encantados, Remus acompañó a la chica a su dormitorio.
- Buenas noches Ann - dijo Remus sonriéndole.
- Buenas noches Remus -
Antes de entrar en su dormitorio Ann le dio un beso en la mejilla a Remus.
Habían pasado ya un par de horas desde que Sirius se había internado en el bosque para pensar en todo lo que había ocurrido. Entró en su habitación donde le esperaban sus amigo para conversar con él y saber como se encontraba.
- Sirius no te preocupes... despertara -
- Es más fuerte de lo que todos creemos... se pondrá bien -
- ¿Y si no se pone bien¿y si no despierta¿qué hago? - dijo Sirius desesperado tumbándose en la cama.
- Si se despertara... no puedes ser negativo... ella tiene que despertar - dijo Remus intentando convencerlo de que se animara.
- Pero... -
- Recuerda que ella tiene que ser la madre de tus hijos - dijo James mientras se sentaba a su lado.
- Eso es otra... cuando despierte y sepa que ha perdido el bebe me va a odiar - dijo llorando mientras se tapaba con la almohada.
- ¿De verdad no sabías lo del bebe? - preguntó James.
- Que va... no me dijo nada -
- Posiblemente ni ella supiera que estaba embarazada... ten en cuenta lo que dijo Dumbledore... estaba de un mes y poco más... era demasiado pronto para saber algo así - dijo Remus.
- A lo mejor... no se enfada... tanto - sugirió James.
- ¿A qué te refieres? - preguntó Remus curioso.
- A que a lo mejor ella no quería tener al bebe -
- Ella si quería tenerlo - dijo Remus convencido, sus amigos lo miraron curiosos - cuando estuvimos castigados juntos me dijo... o mejor dicho conseguí sonsacarle que... le gustaría ser madre... que quería tener hijos contigo - dijo mirando a Sirius.
- Entonces va a despertarse y me va a odiar - dijo llorando más fuerte.
Sus amigos intentaron consolarlo pero no tuvieron ningún resultado positivo.
Ya habían pasado un par de días desde el terrible suceso, y nada parecía cambiar, Eli seguía igual... sin dar señales de vida... sin saber si iba a despertar. Las chicas estaban desconsoladas y... Sirius se pasaba las horas en la enfermería, claro, cuando Rodo no estaba, por que el chico no le permitía que se acercara a Eli bajo ningún concepto.
Las chicas intentaban no pensar en la posibilidad de que su amiga no despertara, para ello Lily le propuso a Ann que empezaran a practicar con los poderes para estar preparada para el duelo con Cris. Ann aceptó a regañadientes.
- Vamos a ver... lo primero que tienes que hacer es concentrarte -
- Lily... yo no quiero practicar... no puedo... no estoy en condiciones - dijo Ann en un intento de zafarse.
- Ya se que no estas en condiciones... eso no hace falta que lo jures - dijo Lily con una sonrisa maliciosa.
- ¡Eehh! - dijo Ann molesta.
- Yo tampoco estoy bien... todo lo de Eli me supera... nos supera... pero debemos continuar -
- Pero... -
- Cuando Eli se despierte y se entere que dos semana después es el duelo y que tu no has practicado... me pega -
- Esta bien... cabezota - murmuró Ann.
- Bien... comencemos... -
Así estuvieron durante un par de horas, habían estado practicando después de las clases y en los momentos que tenían libres, después de estar con Eli en la enfermería. Ann había avanzado bastante pero no lo suficiente como para vencer a Cris sin salir herida de gravedad. Por eso Lily insistía tanto, decía que no quería que otra de sus amigas fuera a parar a la enfermería por tiempo indefinido. De vez en cuando Ann conseguía lanzar una onda de energía lo suficientemente fuerte como para hacerle mucho daño a Cris, pero esto era por que Lily la picaba y la enfadaba hasta que Ann explotaba y descargaba su furia.
Los días seguían pasando y las cosas seguían igual, Eli no despertaba y Sirius se veía cada día peor sus amigos intentaban animarlo, pero no conseguían nada, y el hecho de que no pudiera estar con Eli todo el tiempo que él quería no ayudaba mucho.
Ann y Lily lloraban, Remus y James intentaban consolarlas y Sirius estaba al borde de la depresión, sin embargo uno de ellos tenía una particular forma de salir de las dificultades.
Rodolphus se había puesto más atractivo que nunca e iba con un ramo de margaritas en busca de una chica en particular. La chica en cuestión era una bella Revenclow de séptimo curso llamada July Rowland, desde que la había conocido en la tienda de golosinas en la ultima salida no se la había podido sacar de la cabeza, además de que no había conseguido dar con ella.
Dadas las circunstancias, el estado de gravedad en que se encontraba sumida su mejor amiga, su hermana, pensar en July era lo único que evitaba que se cortara las venas, pensar en ella era la única vía de escape que Rodo encontraba.
Necesitaba distraerse, dejar por un instante de vigilar a Sirius y de andar todo el día preocupado de si Eli estaba bien o mal, no iba a despertar, algo en su interior se lo decía, y cuanto antes asumiera esa verdad mejor para todos, aunque fuera una verdad dolorosa que le provocara un profundo dolor. Por eso estaba ahí, buscando a July, por que quería salir de ese sufrimiento por un instante, dejar de llorar por la prematura muerte de Eli.
- Por fin te encuentro -
- Ah... eres tu - dijo la chica con desgana.
- Esto es para que me perdones el desagravio por haberte dejado plantada - dijo ofreciéndole el ramo de flores.
- Muy bonitas... gracias - dijo July fríamente.
- Perdóname por favor - Rodo puso cara de cordero degollado.
- ¿Cómo es que vienes ofreciéndome flores y pidiendo perdón si tu estas con Adams? -
- ¿Qué te hace pensar que yo estoy con Eli? - preguntó Rodo curioso.
- Pues que ella fue quien te rapto el día que nos conocimos y con ella te fuiste de muy buena gana -
- Eli es... mi amiga, mi hermanita... yo la quiero mucho... pero no del modo que te imaginas... es complicado... además ella ahora esta mal y yo también... - dijo el chico apenado.
- Si... he oído lo que ha pasado... lo siento -
- No te preocupes... sólo espero que se despierte - dijo Rodo sentándose a su lado.
- ¿Y mientras esta dormida pretendes entretenerte conmigo? - preguntó July mordazmente.
- ¡NO! tu no eres un entretenimiento... no lo has comprendido... Eli es sólo mi amiga... sólo mi hermana... y eso es lo único que ha habido, hay y habrá entre nosotros -
- ¿De verdad? -
- Si... además ella esta enamorada de otro y yo empiezo a estarlo de otra persona... -
- Si la quieres tanto como dices, debes de estar destrozado -
- Bastante... pero lo no puedo hacer otra cosa... sólo esperar - dijo él apenado.
- ¿Puedo esperar contigo? - preguntó mientras se acercaba más a Rodo.
- Será un placer disfrutar de tu compañía - dijo Rodo sonriendo.
- Oye Mery -
- ¿Qué? -
- ¿No es esa tu amiga July? - preguntó Ann.
- Si -
- ¿Esta con Tarner? -
- Eso parece -
- No creerás que ha tenido la suerte de llegar y besar al santo¿verdad? -
- ¿Eh? -
- Que si no habrá llegado y se la habrá llevado al huerto -
- No creo, July no es de las fáciles -
- Estuvo con Sirius -
- Bueno... es que casi todas han estado con Sirius... él conseguía que hasta la más fría se le abriera -
Al cabo de unas horas Mery buscaba desesperada a Ann, tenía que contarle lo que acababa de presenciar, la encontró en la enfermería.
- Joder con Rodolofito, se la ha acabado llevando al huerto - dijo Ann después de que Mery le contara.
- Y por lo que he oído el chaval no lo hace del todo mal -
En ese momento el susodicho hacia aparición, es decir, llegó Rodo.
- Espero que Black no haya estado por aquí -
- Y si ha estado ¿qué? -
- Cuando Eli despierte tendré que hablar con ella para decirle que Black no le conviene en absoluto -
- No creo que la convenzas de que deje de quererlo -
- Ya te dije que yo tengo mis mañas y Black ha cometido muchos errores... errores que Eli no le va a perdonar -
- Eso lo veremos... yo puedo decirle que si es una buena influencia -
- ¿Crees que te va a creer a ti antes que a mi? - preguntó Rodo riéndose.
- Si - dijo Ann fríamente.
- Pues estas muy equivocada, querida Ann, ella se pondrá de mi lado... pase lo que pase -
- Esto es la guerra - dijo Ann.
Al cabo de unos días, Dumbledore los había hecho llamar a todos a la enfermería.
- Ahora que están todos - James y Lily que eran los que faltaban acababan de entrar - he de decirles algo... el estado de la señorita Adams es estable -
- ¿Eso significa que se va a curar? - preguntó Ann impaciente.
- Eso significa que dentro de la gravedad en la que se encuentra esta estable... ni mejor ni peor, simplemente estable -
- Pero... -
- Aun así ella perdió demasiada sangre en el accidente... hemos podido reponer gran parte de esa sangre perdida, pero no ha sido suficiente y su cuerpo por ahora no admite más inyecciones de pociones para restaurar la perdida de sangre -
- ¿Eso que quiere decir? - preguntó Remus.
- Vaya al grano... por favor - dijo Rodo impaciente.
- La cuestión señores... es que necesitamos sangre... ¿quería preguntarles si están dispuestos a donar un poco de su sangre? -
- Por supuesto - dijeron todos a la vez.
- Esperad no es tan fácil -
- ¿A que te refieres Tarner? - preguntó Sirius con asco.
- A que no todo el mundo puede donar -
- Me temo que el señor Tarner tiene razón... alguno de ustedes no podrá dar su sangre -
- ¿Por qué? - preguntó James sin entender.
- Por los grupos sanguíneos -dijo Lily entendiendo por donde iban los tiros.
- ¿El qué? - preguntaron James y Sirius sin entender.
- Pues... no tengo ganas de explicárselo... Ann me haces el favor - dijo Lily mirando suplicante a su amiga.
- ¿Y qué te hace pensar que yo si tengo ganas? -
- Yo os lo explico cuando lleguemos al cuarto - dijo Remus.
- Vale, pero daremos sangre -
- No podéis si no tenéis el grupo sanguíneo de Eli - dijo Rodo.
- ¿Y ella que grupo es? - preguntó Ann al director.
- A positivo - dijo Rodo.
- Efectivamente, A positivo -
- Mierda... yo soy AB negativo - dijo Ann.
- Yo B positivo - dijo Lily.
- Yo soy sangre limpia - dijo Sirius.
- Y yo - dijo James.
- No se trata de sangre limpia, sangre sucia, eso no importa en el grupo sanguíneo - dijo Rodo - ¿puedo pasar ya a donar? -
- ¿Por qué vas a pasar tu y yo no? - pregunto Sirius molesto.
- Por que yo también soy A positivo y puedo donar al contrario que tu que no sabes si puedes o no -
- Yo también soy A positivo - dijo Remus.
Las chicas y los chicos, excepto Rodo, vieron la salvación, a ninguno les hacia gracia que la sangre de Rodolphus estuviera en las venas de Eli. Sin embargo James y Sirius se dieron cuenta de un detalle, Remus era un licántropo, no podía darle su sangre a Eli por que la contagiaría.
- Pero tu no puedes donar - dijo James rápidamente al ver como Ann se abalanzaba para abrazarlo.
- ¿Por qué no? - preguntaron las chicas.
- Pues... por que... Cris puede haberle contagiado - dijo Sirius haciendo gala de su ingenio.
- ¿Cómo? - preguntaron todo intrigados.
Remus y James temían lo que su amigo pudiera decir.
- Veras - dijo muy bajito acercándose a las chicas - mis contactos... me han advertido... que Cris... padece... algo llamado... gonorrea... que al parecer es malo... pero vamos que es un rumor... pero por si las moscas... yo no quiero que si Remusin, mi amigo del alma, esta infectado... pues... como que no quiero que infecte a Eli - dijo con cara de perro degollado.
Ann y Lily estaban atónitas ante el descubrimiento, la cara de los chicos, que habían escuchado todo, era digna de ver. Remus no se podía creer lo que su amigo había inventado... aunque... ¿y si no era un invento¿y si Cris tenía cualquiera de esas enfermedades de transmisión sexual?... tendría que averiguarlo haciéndose pruebas, una cosa estaba clara... ahora no podría estar con Ann como antes.
- Entonces, señor Tarner, entre - dijo el director.
- Si -
El chico entró en la enfermería, al cabo de un rato entraron James y Sirius, que se habían empeñado en saber su grupo sanguíneo y donar sangre si coincidiera con el de Eli.
Lamentablemente el único que pudo dar sangre fue Rodolphus, ya que James era B negativo y Sirius era O positivo que es el receptor universal. Las chicas estaban medio enfadadas por que Rodo se estaba saliendo siempre con la suya y eso no les hacia demasiada gracia, así que decidieron actuar. (n/a: si no me he equivocado el O es el receptor universal y el O- es el donante universal)
Las chicas se habían apiadado de Sirius al verlo tan desganado, habían decidido ayudarlo a reconquistar a Eli, viendo la actitud que tenía Rodo de manipulador sobre el tema.
Ann y Lily aprovecharon que James y Remus habían convocado una reunión para buscar nuevo golpeador, Ann rehusó ir a dicha reunión ya que se sentía indignada ante el hecho de que James se preocupara más por un partido de Quiditch que por su amiga, para ir a ver a Sirius y hablar con él.
- Sirius queremos hablar contigo - dijo Lily entrando en la habitación.
- Si venís a discutir quien tiene la culpa sobre lo que ha pasado... no tengo ganas... así que... vosotras tenéis razón ¿contentas? - dijo el chico mirándolas con cara de perro apaleado.
- Si, pero no es el motivo de nuestra visita - dijo Ann acercándose a él y sentándose en la cama de Remus.
- ¿Ah, no? - dijo Sirius sorprendido.
- Veras... Sirius... nosotras... queríamos... - empezó Ann.
- Pedirte perdón - dijo Lily decidida.
- ¿Cómo? -
- Que nosotras nos pasamos un poco -
- Nos pasamos mucho -
- Y que lo sentimos -
- Gracias - dijo Sirius con una tímida sonrisa.
Ann y Lily se acercaron y lo abrazaron.
- Bueno... y para que veas que somos buenas... te vamos a ayudar - dijo Ann sonriente.
- ¿A qué? -
- A reconquistar a Eli - dijo Lily con una sonrisa como si fuera lo más obvio.
- Cuando despierte... claro esta -
- Por que despertara - dijo Lily convencida.
- ¿Por qué queréis ayudarme? después de todo lo que ha pasado... - dijo el chico amargamente.
- Pues por varios motivos... el primero por que sabemos que la quieres y que ella te quiere y si lo haces bien, es decir, punto por punto lo que nosotras te digamos, te perdonara... y segundo... por que me esta tocando el nini el Rodolfito de los cojones... creerse más influyente que yo... ¡JA! - dijo Ann muy cabreada.
- Esto es la guerra y la vamos a ganar nosotras -
- Me parece bien... gracias chicas - dijo Sirius abrazándolas y empezaron las tres a saltar por la habitación.
En ese momento llegaron Remus y James que se quedaron bastante pillados al ver la escena.
- ¿Nos hemos perdido algo? - preguntó James desconcertado.
- Nada - dijo Lily sonriéndole y acercándose a él para darle un tierno beso.
- Bueno ¿qué tengo que hacer? - preguntó Sirius feliz.
- No, no, no, cuando despierte tantearemos la situación y trazaremos un plan de ataque - dijo Lily abrazándose a James.
- Si... lo veo - dijo Ann pensativa mirando al techo.
Todos miraron a donde la chica estaba mirando y al no ver nada desistieron de intentar comprender lo que decía Ann.
Habían pasado un par de días más y Ann seguía practicando sus poderes. Fue a la biblioteca para coger alguno libros que necesitaba para las clases y sobre todo para hacer el trabajo de pociones, Snape estaba allí haciendo su parte del trabajo, así que Ann decidió acercarse y hablar con él.
- Hola -
- Hola ¿qué tal estas? -
- Más o menos -
- Comprendo -
- Severus... ¿cómo haces tu para que cuando los merodeadores te hacen alguna broma mantener la sangre fría y que no te afecte? -
- ¿Para que quieres saber eso? -
- Por que eso es bueno para concentrarse en los duelos y no perder¿no? -
- Si pero... ¿para que quieres saber eso? -
- No hagas preguntas por favor... no puedo contarte... solo ayúdame a tener esa sangre fría en los duelos - pidió Ann.
Ann quería aprender por que sabía que Cris no perdería la oportunidad de provocarla para que perdiera la concentración cuando tuvieran el duelo, necesitaba estar en plena forma, eso también quería decir que tenía que controlar su mente, para que no le jugase una mala pasada, y para que todo lo referente a lo ocurrido a su amiga y cualquier comentario hiriente de Cris no le hicieran perder el duelo.
- Esta bien - respondió el chico.
El slytherin se encontraba en la biblioteca, había estado ayudando a Ann a centrarse en los duelos, no comprendía muy bien para que quería saberlo, pero era su amiga y tenía que ayudarla.
Cuando Ann se marchó el chico se quedó terminando un trabajo que tenía que entregar la semana siguiente.
Había estado recordando una y otra vez lo ocurrido en la enfermería la noche que tuvo que quedarse en ella por culpa de los merodeadores, pero no estaba furioso, al revés, les agradecía en el fondo que provocaran ese accidente por lo que supuso en su persona lo que ocurrió esa noche.
Recordaba intensamente su olor, su primer beso, sus primeras caricias... como su amada le besaba tiernamente cada parte de su piel, como se habían entregado en aquella cama, su primera vez, y aunque no estaba seguro de que también lo fue para la chica, nada le importaba.
Ella había ido a ver cómo se encontraba, y eso para él era lo único que importaba.
Una tarde Sirius consiguió, gracias a que no estaba Rodolphus en la puerta vigilando para que no entrara, colarse en la enfermería a estar con Eli. Se acercó a ella con cuidado, intentando no hacer ruido para no ser descubierto, se sentó a su lado, mirándola, observándola, atento a cada movimiento con la esperanza de que despertara.
Dumbledore les había dicho que si le hablaban tal vez ella lo escucharía... así que eso hizo... hablarle... decirle... ahora que ella no podía huir... todo lo que sentía... lo mucho que la amaba.
- Eli... aprovecho ahora que me escuchas... normalmente no me dejas hablar... no me dejas terminar de decirte... lo mucho que te quiero... por que de verdad te quiero... se que fui un cobarde aquel día por no habértelo dicho... pero... este sentimiento era algo tan nuevo para mi que... tuve miedo... si... tuve miedo... te estarás riendo... ¿Sirius Black tenía miedo? Imposible... pues es verdad... tuve miedo... miedo de... quererte... de amarte... pero no te preocupes... ya no tengo miedo... bueno... si... si sigo teniendo miedo... pero es distinto... ahora tengo miedo de perderte... de que no vuelvas... de que no despiertes... por que me he dado cuenta de que no puedo vivir sin ti... quiero que vuelvas... te necesito... vuelve... aunque sea para gritarme lo mucho que me detestas... aunque sea para odiarme... pero vuelve... si volvieras... y me dijeras que me quieres... me harías el hombre más feliz del mundo y yo... te haría la mujer más feliz de la tierra... lo haría... pero... hasta que vuelvas... yo te estaré esperando... aquí... junto a ti... siempre... te quiero -
Sirius no se dio cuenta de que alguien lo había oído todo, ese alguien se ocultó tras la sombra y escuchó atento todo lo que el muchacho tenía que decir, una vez terminada dicha declaración de amor, el intruso, oculto entre las sombras, se fue a reflexionar sobre lo que acababa de averiguar y a tomar una decisión.
Y así llego la noche. Sirius seguía en al enfermería, no se había separado de Eli ni un segundo, atento a cualquier reacción que pudiera ver en la chica. Al cabo de las horas, se quedo dormido apoyado en los pies de la cama con la mano cogida fuertemente a la de Eli.
- Sirius -
Un leve murmullo se escucho por toda la enfermería, Eli apretó suavemente la mano que se aferraba la suya mientras lentamente abría los ojos.
Continuara...
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