Este ff esta hecho por Elísabeth y Ana!

Los personajes principales son los de Rowling, los demas son nuestros!


Capítulo 23: El despertary el duelo.

Eli abrió los ojos lentamente, le dolía la cabeza y no sabía exactamente donde estaba ni lo que había pasado, se sentía mareada. Intentó levantarse pero el dolor era insoportable, sin embargo alcanzó a ver que había alguien tumbado a los pies de la cama. Intentó ver quien era pero no le hizo falta mucho para reconocerlo, era Sirius, volvió a intentar levantarse pero no pudo, el dolor había aumentado. Se dio cuenta de que Sirius le tenía la mano agarrada y la apretó, eso si podía hacerlo.

- Sirius - dijo con voz entrecortada - Sirius - mientras le apretaba la mano lo más fuerte que podía.

Pero Sirius no contestaba, al parecer el chico estaba en el séptimo sueño.

Delante de él se veía un hermoso prado con árboles frutales en la orilla de un riachuelo con un sol radiante al fondo. A su lado estaba ella, su Elísabeth, riendo y correteando de un lado para otro.

- No me pillas - dijo Eli corriendo hacia el riachuelo.

- Eli no corras... ven quédate aquí conmigo - dijo Sirius.

- Sirius... Sirius... Sirius - repetía la chica mientras se asomaba desde detrás de un árbol.

- Eli espera - dijo Sirius corriendo hacia ella, pero por más que corría no conseguía llegar.

- Sirius - dijo sonriente saliendo de detrás del árbol.

¿Qué-

De repente su sonrisa cambio a una gélida expresión de odio y el sol que brillaba fuertemente fue cubierto por unas densas nubes que auguraban tormenta, se hizo el silencio y todo estaba oscuro.

- Te odio - dijo Eli.

Sirius vio como una gran rama golpeaba a la chica y la lanzaba a varios metros de distancia, y por más que corría en su ayuda no llegaba nunca a su cuerpo.

Sirius se levantó de un golpe de la cama, respirando sofocadamente y sin saber ni donde estaba ni que había ocurrido.

- Sirius - dijo Eli.

El chico se giró hacia Elísabeth al oír su nombre, la vio moverse y entonces reacciono y se dio cuenta de que por fin había despertado.

¡Estas despierta- dijo acercándose a la cabecera de la cama.

- Si... llevo... llamándote... un... rato... ¿qué... ha... pasado?... me... duele... todo... -

- Tranquila... tu descansa... ¡has despertado- Sirius no aguantó más las ganas y la beso dulcemente el los labios - has vuelto conmigo... no voy a dejar que nada malo te vuelva a pasar... te lo prometo -

- Me alegro... de que estés... contento... de que haya... despertado... pero... ¿podrías... explicarme... que ha... pasado- dijo Eli al ver que Sirius la recibía de "entre los muertos" con tanta alegría.

- Es largo, mañana cuando estés mejor... ahora tengo que avisar a Poppy -

Y sin decir más volvió a besarla y después salió corriendo hacia el cuarto de la enfermera.

- Niña por fin despiertas - dijo la enfermera al verla - a ver que te revise... señor Black, por favor, regrese ya a su cuarto -

- Pero yo quería quedarme - dijo Sirius con cara de cachorro abandonado.

- No, salga fuera -

- Joooo... aguafiestas - dijo Sirius saliendo de la enfermería mientras le dirigía una última mirada a Elísabeth.

Sirius llegó a la sala común corriendo y despertó a los chicos, estaba eufórico, su Eli había despertado y eso tenía que celebrarlo.


A primera hora de la mañana ya se sabía en toda la sala común de Gryffindor la buena noticia de que una de sus mejores golpeadoras había despertado de su letargo.

Ann y Lily corrieron hacia la enfermería nada mas enterarse, ni siquiera se dieron cuenta de que todavía llevaban puestos los pijamas.

- Queremos verla - dijo Ann cruzándose de brazos.

- Lo siento pero no, la señorita Adams todavía no se encuentra en condiciones para recibir visitas -

- No es justo... somos sus amigas - dijo Lily.

- Lo siento pero no -

¿Cómo esta- dijo una mujer.

- Exijo ver a mi hija - dijo un hombre.

Las chicas los reconocieron inmediatamente, eran los padres de Eli. La señora Adams se veía muy preocupada y ansiosa de ver a su hija, el señor Adams por su parte parecía disgustado ante lo ocurrido.

- Tío Matt, tía Helen - dijo Rodo cuando llego hasta ellos.

- Rodo ¿tu la has visto¿esta bien- dijo Helen.

- No todavía no, esperaba que me dejaran pasar con vosotros - dijo poniendo su mejor cara de niño bueno.

- Por supuesto, tu eres de la familia - dijo Matt mientras abría la puerta.

Helen entró la primera seguida de su esposo y al final entró Rodo pero antes de cruzar la puerta les dirigió una sonrisa de triunfo y les saco la lengua a las chicas.

- Lo mato - dijo Ann intentando abalanzarse sobre él pero Rodo ya había entrado y cerrado la puerta y Lily la estaba sujetando ¿tu lo has visto-

- Si y no te preocupes nos vengaremos de él - dijo Lily mientras sonreía como si ya tuviera algo planeado.

- Bien - dijo Ann sonriendo del mismo modo.

La visita de los señores Adams fue corta ya que debían dejar a la paciente descansar.


Después de estar bastante rato intentando convencer a la enfermera las chicas pudieron pasar a ver a Eli, no tenían mucho tiempo por que en un cuarto de hora empezaban las clases, pero menos da una piedra.

- Eli... ¿cómo estas- dijo Ann mientras la abrazaba con cuidado.

- Bien -

- Te hemos echado de menos - dijo Lily abrazándola.

- No os preocupéis ya estoy bien - dijo Eli sonriente.

- Estas bien y eso es lo que importa -

- Ahora no podemos hablar mucho por que empiezan las clases en... joder... ¿sólo quedan diez minutos-

- Le hemos pedido permiso a Dumbledore y dice que podemos pasar la noche aquí contigo para hacerte compañía... -

- Esta noche te pondremos al día de todo -

- Esta bien... os espero esta noche... ahora daos prisa que llegáis tarde... coged apuntes por mi... -

- Vale - dijeron las chicas saliendo por la puerta.

- Parece que ya esta bien - dijo Lily mientras iban hacia clase.

- Si... pero cuando le digamos que ha tenido un aborto... va a estar mal... -

- Esta noche cuando estemos con ella se lo diremos -

- Si - dijo Ann triste.

- Va a ser duro -

- Muy duro -


Después de comer Sirius consiguió entrar en la enfermería para ver a Eli. La habían trasladado a una sala aparte para que se recuperara sin que los demás visitantes usuales de la enfermería le molestaran. La chica estaba sentada en la cama apoyada en el cabecero mirando al techo. Todavía tenía bastantes vendas aunque a lo largo de la mañana la señora Pomfrey le había curado la mayoría de las heridas, las más graves tardarían más en sanar.

- Sirius - dijo Eli al notar la presencia del chico en la puerta.

- Hola... ¿qué tal estas-

- Bien... aburrida... esto de estar en la enfermería encerrada es un rollo... -

- Me lo imagino... yo... quería... -

¿Qué- preguntó ella sonriéndole.

Sirius se acercó más a la cama y se sentó a un lado.

- Quería... pedirte perdón por lo que ha pasado... no era mi intención que ocurriera... yo... lo siento... - dijo Sirius apenado.

- Te perdonaría - estas palabras hundieron a Sirius al pensar que Eli nunca le iba a perdonar - si supiera que es lo que ha pasado... no lo recuerdo y nadie quiere contarme nada -

¿Qué recuerdas exactamente- dijo Sirius más animado.

- Pues que tu viniste a mi cuarto y que discutimos... yo salí corriendo... y... me desperté aquí -

- Pues estabas corriendo y te golpeo el sauce boxeador... te diste un buen golpe contra una roca... lo más rápido que pude te traje aquí -

- Ah... ¿y eso cuando fue¿cuánto tiempo llevo durmiendo-

- Más de una semana -

¿Tanto tiempo-

- Estabas muy grave... Eli... yo... quería... pedirte perdón... todo fue por mi culpa... perdóname -

- Sirius -

- Yo creí que me moría cuando te vi tan mal no... quería que te pasara nada... me has tenido muy preocupado - dijo besándole la mano.

- Ya... no te preocupes... ya estoy aquí... te perdono... fue un accidente - dijo mientras le acariciaba el rostro.

Sirius se acercó a ella y le beso.

- Te amo - susurró cuando se separo

- Sirius.. no... -

- Eli... hay algo más que deberías saber... - dijo separándose un poco.

¿El qué-

- Pues... tu... -

- Señor Black, no es el momento, la señorita Adams necesita descanso - dijo Poppy.

- Pero... -

- No hay peros señor Black... ya le se lo dirán mañana, hoy no -

- Esta bien... buenas noches, mi vida, que duermas bien - dijo Sirius dándole un beso en la frente - hasta mañana -

- Bye - dijo Eli.


En unas horas iba a oscurecer dejando ver la gran luna llena que pronto se alzaría sobre el cielo y estaban en la sala común las chicas y los merodeadores. El grupo discutía desde hacía un rato sobre quien debía decirle a Elísabeth que había tenido un aborto. Las chicas le habían pedido a Dumbledore que fueran ellas las que se lo contaran puesto que tendrían más tacto al decirlo, Sirius también le pidió decírselo él ya que hubiera sido el padre del bebe, el director había considerado la propuesta y decidió permitir que fueran ellos los que le dijeran a Elísabeth que había perdido el bebe. Ahora el problema estaba en quien de ellos se lo decía.

- Deberíamos decírselo nosotras - dijo Lily.

- Cierto... al fin y al cabo somos sus mejores amigas - dijo Ann.

- Debería decírselo yo, era el padre del bebe -

- Estoy con Sirius - dijo Remus.

- Y yo -

- A mi me da igual a quien apoyéis, se lo diremos nosotras y punto en boca -

- Ahí te equivocas por que seré yo quien se lo diga - dijo Rodo bajando por las escaleras.

- Y una mierda... tu no se lo dirás - dijo Sirius poniéndose de pie.

- Exacto por que se lo diremos nosotras - dijo Ann poniéndose también de pie.

- Eso lo veremos - dijo Rodo con una sonrisa desafiante.

- Mira niñato si te atreves a pasar por encima de mi atente a las consecuencias - dijo Ann encarándolo.

- No me das miedo -

- Pues debería... se lo diremos nosotras y si alguno de vosotros intenta evitarlo... ¡me lo llevo por delante- dijo Ann señalando a cada uno de los chicos ¿entendido-

- Ya te he dicho que no me das miedo - dijo Rodo con su sonrisa burlona.

- Bueno... tu tómatelo a cachondeo... que veras luego la gracia que me hace a mi - dijo Ann sonriendo.

¿A dónde vas- preguntó Lily a Rodo cuando el chico intentó salir por el retrato.

- A ver a Eli - le respondió.

- No - dijo Ann.

¿Perdón¿qué has dicho-

- Que no¿estas sordo o que-

- Yo puedo ir a verla las veces que quiera, no eres nadie para prohibírmelo -

- Eres tu el que no eres nadie en este colegio y no me da la gana de que vayas a verla por que se que vas a decírselo y ya te hemos dicho que se lo diremos nosotras - dijo Ann furiosa.

- No puedes impedírmelo -

¿Ah, no? eso lo veremos - dijo la chica acercándose y congelándole de cintura para abajo - ea, te quedas ahí paradito un ratito -

- Ja ja ja ja - rió Lily mientras salía con Ann hacia la enfermería.

¡Esto no es justo- gritó Rodo.

- La vida no es justa chaval... ya es hora de que lo aprendas - dijo Ann desde fuera antes de que se cerrara el retrato.

Los chicos estaban tirados en el sofá descojonados de risa.

¿Y vosotros de que os reís- preguntó Rodo furioso por que no se podía mover.

- De ti, pringao -

- Pardillo -

- Eso te pasa por gilipollas -

¡Sacadme de aquí-

- Sueña -

- Si, claro, en eso estaba yo pensando... en ayudarte -

- Espera sentado... ¡ah! no... no puedes -

- Ja ja ja ja ja - rieron los tres chicos mientras también salían por el retrato.


Lily y Ann se reían mientras caminaban hacia la enfermería.

- Eso es lo que le pasa por creerse superior a nosotras -

- Eli no debió advertirle de que teníamos poderes -

- Je je je je je je - Ann no podía parar de reír.

Llegaron a la enfermería y Eli las esperaba despierta, con menos vendajes que esta mañana pero aun convaleciente. Las chicas la abrazaron con cuidado y se sentaron en la cama con ella.

¿Qué tal el día-

- No ha estado mal - dijo Ann con una sonrisa triunfante.

- Estas contenta... ¿qué has hecho-

¿Yo-

- Ann ha congelado a Rodo -

¿Ann, por que has hecho eso-

- Chivata - le dijo a Lily - me ha estado provocando durante todo el tiempo que has estado dormida... además se la debía -

- Espero que no le de una hipotermia - dijo Eli con el ceño fruncido, aunque no se le veía por que tenía un venga en la cabeza que le tapaba la frente.

- Oh no te preocupes... sólo ha sido de cintura para abajo -

- Peor me lo pones... -

- Cambiemos de tema... yo quería contaros algo - dijo Lily.

¿Qué-

- Lily habíamos quedado en que se lo decíamos las dos -

- No, no es eso Ann... es otra cosa... -

¿Queréis contarme de una vez? nadie me cuenta nada - dijo Eli cruzándose de brazos.

- Bueno... yo... en halloween... -

¿Halloween¿qué tiene que ver halloween aquí- dijo Eli impaciente.

- No seas impaciente - dijo Ann.

- Bueno... pues salí a dar un paseo ¿recordáis-

- Si, por la pelea de James y Amos -

- Exacto, pues... después de andar un rato me encontré con Malfoy -

¿Malfoy- dijo Ann.

- No entiendo nada - dijo Eli confusa.

¡Dejad de interrumpirme-

- Vale, vale -

- Bueno... pues Malfoy intento besarme... y yo salí corriendo después de pegarle una pequeña descarga -

¿Qué hizo que-

- Lily... ¿qué paso exactamente-

- Intentó violarme - dijo derramando un par de lagrimas.

¿CÓMO-

- Yo... -

- Tranquila Lily... estamos contigo - dijo Eli abrazándola.

- A ese tío hay que matarlo -

- Ya estoy pensando un plan de venganza... pero necesitare vuestra ayuda -

- Eso no tienes ni que decirlo -

- Te ayudaremos en todo -

¿James sabe esto-

- Si -

¿Lo sabe antes que nosotras- dijo Ann con el ceño fruncido.

- Días después fui al bosque por que se me cayó el collar que James me regalo allí... estaba Malfoy pero no me vio y salí corriendo... James me encontró y no pude evitar contárselo -

- Te entiendo - dijo Eli.

- Deberías haber confiado en nosotras -

- No estaba preparada... lo siento... -

- Esta bien... ahora... toca tratar otro asunto también delicado... -

- Eli... tenemos que decirte algo -

- Venga... cuéntame... -

- Pues veras... tiene que ver con lo que te ha pasado... el golpe que te dio el sauce... -

- Eli... estabas embarazada - dijo Ann de repente.

Se hizo el silencio en la habitación, Eli miraba a las sabanas de la cama intentando procesar la información que acababa de recibir.

¿Qué-

- Al parecer estabas de mes y poco más - explicó Lily.

- Lo siento -

- Embarazada... -

- Si... - respondió Lily.

- Un hijo de Sirius - dijo Eli con voz de ultratumba.

- Lo sentimos amiga - dijo Ann.

¿Él lo sabe- preguntó Eli de repente dejando escapar un par de lagrimas.

- Si... todos lo sabemos... Dumbledore nos lo dijo -

¿Mis padres...-

- No... ellos no saben nada, creo -

¿Y ahora que- dijo Eli llorando más fuerte.

- Desahógate - dijo Ann abrazándola.

- Estamos contigo -

Ann y Lily se tumbaron en la cama con Eli, mágicamente la habían agrandado para que cupieran las tres. Al cabo de un rato llorando se quedaron dormidas.

Habían pasado un par de horas cuando Eli se despertó de repente, intentó levantarse sin despertar a sus amigas, con algo de esfuerzo se acercó hasta la ventana de la habitación y se fijó en la luna llena que alumbraba todo.

¿Luna llena?... Remus - dijo muy bajito.

Se volvió a la cama y despertó a las chicas.

¿Qué pasa- preguntó Ann.

¿Por qué nos despiertas- preguntó Lily.

¿Te duele algo- preguntaron las dos a la vez.

- No, no es eso... tenéis que ir con los chicos -

¿Con los chicos¿Para que-

- Eli tu sabes que a estas horas de la madrugada no razono así que explícate - dijo Ann.

- No puedo explicaros mucho... sólo que los chicos están heridos y que necesitan vuestra ayuda -

¿Cómo que están heridos-

¿Cómo sabes tu eso-

- No puedo deciros nada ahora... sólo id a la habitación de los chicos y esperadlos allí... estarán muy heridos... por favor hacedme caso -

- Pero... -

- Rápido -

- Esta bien - dijeron saliendo por la puerta.


Lily y Ann corrían hacia el dormitorio de los chicos, la conversación con Eli las había dejado muy preocupadas, la chica no quiso dar más detalles sobre lo ocurrido.

Sin pensárselo dos veces, cogieron todo lo necesario, asesoradas por la enfermera, a la cual le tuvieron que mentir un poco para que les dejara los materiales, y se dirigieron al cuarto. Sin embargo la incertidumbre y la angustia que sentían se acentuó aún más cuando comprobaron que en el dormitorio no había nadie.

A varios kilómetros de allí los chicos mantenían una dura pelea con una furiosa arpía que se habían encontrado en el bosque prohibido. Hasta que al final el lobo consiguió darle un zarpazo que dejó a la arpía sin sentido, cuando el lobo se le iba a abalanzar para comérsela, el ciervo y el perro consiguieron disuadirlo y llevarlo al castillo antes de que ellos recuperaran su forma original, pues estaba amaneciendo, y sobre todo antes de que al arpía recuperara el conocimiento.

Después de varios minutos de llegar al cuarto las chicas se quedaron dormidas en unos sillones junto a las camas de sus respectivos amados.

Casi cuando ya había amanecido los tres merodeadores entraron a duras penas a la habitación, cubiertos de sangre y con heridas en todo el cuerpo. Al intentar acostar a Remus en su cama, el cual era el más afectado de los tres, James se tropezó, haciendo que los tres cayeran al suelo y que el ruido que ocasionaron despertara a las chicas.

¿Pero... que os ha pasado- dijo Lily levantándose.

¿QUÉ HACEIS AQUÍ- gritaron los tres chicos.

- Hemos venido a ayudar - dijo Ann.

Las chicas les ayudaron a levantarse, para acostarlos en sus camas y así poder curarles las heridas.

¿Cómo sabíais que estábamos heridos- pregunto Sirius.

- Eli nos lo dijo... -

¿Cómo-

- Eli nos dijo que teníamos que venir con vosotros que estabais heridos -

- No sabemos nada más -

Ann y Lily fueron al baño a llenar un cacharro con agua para curarles las heridas.

¿Creéis que Eli sepa algo de...- dijo Remus en voz baja para que las chicas no les oyeran.

- No creo... -

- Aún así habrá que hablar con ella - dijo Sirius seriamente.

- Bien chicos... cada uno a vuestra cama para que podamos curaros - dijo Ann saliendo del baño.

Cada uno se tumbó en su cama.

- Ey... ¿yo que tengo que esperar a que los curéis a ellos- dijo Sirius.

Las chicas no contestaron y se dedicaron a curar las heridas de sus novios primero.

Lily empezó a quitarle la ropa a James para ver la gravedad de sus heridas, tenía arañazos por todo el cuerpo, cosa que preocupo bastante a la chica. Saco todo lo que habían conseguido del botiquín y comenzó a curarle. La verdad es que era peor de lo que se imaginaba, porque el pobre James no hacía más que emitir gemidos de dolor, y ella que nunca había tenido experiencias de enfermera se sentía culpable ante el sufrimiento del chico.

La situación entre Ann y Remus era exactamente la misma, el chico se encontraba tumbado bocabajo mientras Ann le curaba las heridas de la espalda, bueno, al menos intentándolo, porque el chico no hacía más que moverse y retorcerse de dolor.

Una vez estaban los dos chicos curados, se ocuparon de Sirius. El chico no estaba tan grave como los otros dos merodeadores, tenía arañazos de poca profundidad, y las chicas lo curaron en seguida.

James estaba a punto de quedarse dormido cuando sintió que algo rozaba sus labios, abrió los ojos y vio que Lily le estaba besando. El chico le correspondió al beso, y se echo a un lado de la cama para que la chica pudiera tumbarse junto a él, quedándose los dos dormidos.

Ann se sentó en la cama de Remus para hablar con él antes de que se quedara dormido.

- Remus... tengo una cosa muy importante que decirte... -

- Ann no... no puedo habla de lo ocurrido... ahora no... no es el momento... -

- No... no me refiero a lo que ha pasado hoy... no te estoy pidiendo explicaciones... yo solo... bueno... te quería preguntar... vamos... si aceptas... bueno... - dijo Ann sonrojándose.

- Ann... no te entiendo... -

- Es que estoy un poco nerviosa... -

- Pues venga... tranquilízate y dime lo que querías preguntarme -

- Está bien... allá va... ¿quieres volver a salir conmigo-

- Por supuesto - dijo Remus sonriendo y atrayéndola hacia él para poder darle un beso.

- Bueno, ahora a dormir que mañana tienes que estar listo para mi - dijo Ann riéndose y tumbándose junto al chico después de haberlo besado.


A la mañana siguiente, los chicos se levantaron sin despertar a las chicas y se dirigieron a la enfermería para hablar con Eli, querían saber por que Eli sabía que ellos estaban herido y si sabía algo de la licantropía de Remus.

En la habitación de los chicos, Lily fue la primera en despertar, y al comprobar que su chico no estaba, miró hacia la cama de Ann, la cual seguía aún dormida y se levantó para despertarla. No podía negar que le había molestado el hecho de que James se fuera sin avisarla, después de todo lo que había hecho por él, al menos su enfado fue compartido por Ann, a la que tampoco le había hecho mucha gracia que al día siguiente de volver con Remus, este se hubiera ido con los chicos por ahí.

¿Cómo es posible que se hayan ido sin despertarnos-

- Ya empezamos... acabo de volver con Remus y me deja aquí y el se va de picos pardos... empezamos mal... -

¿Has vuelto con él- preguntó Lily sorprendida.

- Bueno... si... yo le quiero... él me quiere... ¿por qué estar separados-

- Pues si... -

- Pero vamos que esta no se la perdono... se va a oír -

- Y a mi James -

Y ambas chicas se fueron a su cuarto a cambiarse para a continuación bajar a desayunar.


Mientras tanto los chicos ya estaban en la enfermería.

- Eli ¿podemos hablar contigo-

¡Remus¡James!... Sirius - dijo la chica.

- Hola... ¿cómo te encuentras- preguntó James mientras se acercaba a ella.

- Bien... ¿qué hacéis aquí-

- Queremos hablar contigo... sobre... -

¿Cómo sabias que estábamos heridos anoche- preguntó Sirius sin rodeos.

- Pues... yo se que Remus es un licántropo... y que vosotros sois animagos -

Remus palideció al oír la confesión de la chica.

¿Cómo... cómo lo has... cómo lo has sabido- preguntó con un hilo de voz.

- Os escuche hablando... el día que el sauce me golpeo... -

Durante unos minutos nadie habló.

- Creo que tenemos que irnos - dijo Remus poniéndose de pie.

- Remus... yo sigo siendo tu amiga aunque tengas esa enfermedad - dijo Eli seriamente.

¿De verdad?... ¿no te importa que sea un monstruo-

- Tu no eres un monstruo... simplemente estas enfermo... - dijo Eli enérgicamente.

Remus sonrió levemente y los chicos le dieron unas palmadas en la espalda.

- Gracias -

- Ay que ver... eso te decimos nosotros siempre y no nos haces caso y te lo dice Eli y va a misa... si es que... - dijo James sonriendo.

- No creo que haga falta preguntar si vas a guardar el secreto - le dijo Sirius a Eli.

- No diré ni una palabra... pero espero algunas explicaciones... sobre todo de tu parte - dijo seriamente mirando a Sirius.

Sirius tragó ruidosamente.

- Eso puede espera a otro momento ahora tenemos que ir a desayunar - dijo James al ver la cara pálida de su amigo.

- Nos vemos - dijo Remus saliendo por la puerta.

- ... hasta luego... - dijo Sirius muy bajito.

Cuando salieron Sirius se apoyó contra la pared mientras palidecía.

- Tranquilo... seguro que te perdona... - dijo James.

- No estoy tan seguro, James - dijo Sirius mientras caminaba hacia el comedor.


Habían pasado varios días desde que Eli despertó. Ann seguía practicando para el duelo con la ayuda de Snape, para los hechizos y mantener la sangre fría y Lily para controlar sus poderes.

Ann entro en la sala común dispuesta a subir a su cuarto, había tenido un día agitado y quería descansar, pero vio a alguien sentado junto al fuego.

- Hola Rodolfito -

- No me llames así -

- Lo siento... - dijo poniendo cara de lamentarlo - te jodes -

Rodo la miro con odio y Ann le sonrió triunfante y se marchó.

Entro en el cuarto de baño con la intención de darse un baño pero Lily estaba allí.

¿Dónde has estado-

- Con Snape -

- Estas últimamente mucho con él, Remusin se puede poner celoso - dijo sonriendo picaramente.

- Remusin sólo le llamo yo, y mi relación con Snape no os incumbe a ninguno -

- Vale tranquila... era de coña -

- OK, no pasa nada... hoy he tenido un día movidito, sólo me apetece darme un baño... estoy muy sudada -

- Vale, te veo luego -


Snape se encontraba todavía en la clase, Ann se acababa de ir pero todavía recordaba con claridad todo lo ocurrido.

- FLASH BACK -

Severus no se podía creer que una felicidad así existiera, como alguien podía proporcionarle tanto placer, como alguien podía moverse de esa forma.

Todavía sentía los besos sobre su piel, recorriéndole, excitándole, hasta que por fin todos esos momentos pasionales culminaron cuando la chica permitió que la poseyera.

No era la primera vez que eso pasaba, últimamente habían tenido muchos encuentros, cada uno aún más que el anterior.

Su amistad comenzó hace poco, en una de las clases, y desde entonces se habían ido uniendo cada vez más, intimando y conociéndose el uno al otro.

Definitivamente se había enamorado, cada beso, cada caricia, no podía evitar volver a recordar todo lo que había pasado ese día.

La chica entro por la puerta de la sala de pociones, donde habían quedado para hablar. Esa habitación estaba vacía y era poco concurrida, lo cual les daba ventaja para hablar y hacer todo lo que quisieran.

El encuentro comenzó de forma muy pasional, nada más llegar comenzaron a besarse, al parecer ella estaba ansiosa de repetir la experiencia vivida hacia poco en la enfermería.

¿No crees que deberíamos parar-

¿Por qué¿No te gusta-

- Claro que me gusta, pero esto no está bien... -

¿Por qué no está bien-

- Porque no sé si estas jugando conmigo y tienes otro por ahí o si realmente me quieres -

¿Acaso no te lo demuestran mis besos-

- Los besos pueden ser traicioneros, ahora puedes estar conmigo y luego con otro -

- Pues deja que te lo demuestre -

La chica comenzó a desnudarle mientras le besaba cada trozo de piel que quedaba descubierta. Severus no pudo hacer otra cosa que dejarse llevar. Cuando el ya estaba desnudo, ella empezó a desnudarse lentamente mientras bailaba de forma muy provocativa, y entonces se fundieron en uno.

Se sentía tan lleno de felicidad al recordar esos momentos que no le importaba las consecuencias y así se dejo llevar el resto del día, le daba igual que los merodeadores le dijeran cualquier cosa, simplemente pasaba del tema.

- FIN FLASH BACK -


El día del duelo se acercaba lentamente. Eli ya se encontraba mejor pero pese a sus ruegos a la enfermera para que la dejaran salir no había conseguido nada, todavía tenía que estar allí durante algunos días más.

Esa misma tarde Lily y Ann habían quedado con Snape para terminar el trabajo de pociones. Lily estaba harta de tener que estar con Snape, pero al menos el chico había cogido confianza con ella y ya quedaba menos para que Lily comenzara su venganza. Ann disfrutaba con esas reuniones, le agradaba estar con Snape y cada vez lo hacía con más frecuencia.

Se encontraban en la biblioteca discutiendo sobre los efectos de la poción cuando James entró buscando a los chicos y los vio. se acercó a la mesa y sin saludar, cogió a Lily de un brazo y se la llevó a su cuarto.

¿Se puede saber que te pasa¡me has hecho daño-

¿Que qué me pasa¿cómo me puedes preguntar eso? la pregunta sería ¿que qué leches te pasa a ti-

¿A mi? no te entiendo, te recuerdo que eres tú quien has entrado y me has llevado a la fuerza sin ningún motivo -

¿Cómo que sin motivos? no soporto verte con Snape, esto está llegando demasiado lejos, cada día estás más tiempo con él... esto tiene que acabar- dijo James furioso.

¡No me digas lo que tengo o no tengo que hacer! sé muy bien lo que hago, lo que arriesgo, no hace falta que vengas a salvarme siempre, ya soy mayorcita para cuidarme sola - dijo Lily también furiosa.

- Conque esas tenemos ¿no¿sabes cual es tu verdadero problema¡qué estás deseando encontrarte con Malfoy para acostarte con él¿qué pasa¿te quedaste con las ganas? con Malfoy sí y a mí, que soy tu novio¡no quieres ni acercarte-

Lily no contestó a las acusaciones de James, estaba tan furiosa con el chico que lo único que pudo hacer fue darle una bofetada. Se dispuso a salir del cuarto, pero otro ataque de furia hizo que se girara hacia donde el chico se encontraba y se acercara.

¡Estas muy equivocado-

Y le besó como nunca antes lo había hecho, con más pasión, con más deseo. De pronto sintió una necesidad en su interior que le pedía que James le hiciera suyo. Cogió las gafas del chico y las tiró contra la pared, para segundos después tumbarlo sobre la cama y desnudarle rápidamente. Una vez estaba el chico desnudo, comenzó a desnudarse ella mientras James le observaba detenidamente. No cruzaron palabras, el enfado que anteriormente sentían se transformó en deseo, y ya nada importaba, sólo ellos dos allí, en esa habitación, en esa cama. Una vez Lily se encontraba desnuda, se tumbó encima de James y comenzó a besarle sin control por todo el cuerpo, James se dejaba hacer, le excitaba ver a su chica de esa forma. No se sabe exactamente cuanto tiempo estuvo Lily besando y acariciando cada parte del cuerpo del chico, puesto que para ellos este había desaparecido, y todo el tiempo que habían esperado para su primera vez tenían que recuperarlo. Cuando Lily se dispuso a besar de nuevo los labios del chico, éste se adelantó y la hizo girar colocándose él encima. Entonces se cambiaron los turnos, ahora era él el que tenia que dar placer a la chica, el que tenia que descubrir que se escondía bajo esa capa de timidez y responsabilidad. Descendió hasta los senos para lamerlos como muchas veces antes había imaginado. Posteriormente descendió hacia el sexo de la chica, haciendo volar su imaginación y proporcionándole un infinito placer a Lily. Al cabo de unos minutos los chicos se encontraban muy excitados, había llegado el ansiado momento. El chico se incorporó para volverla a besar y mientras lo hacía comenzó a penetrarla con fuerza. La chica sintió un agudo pinchazo en su interior, que desapareció a los segundos, pudiendo disfrutar al máximo.

Y ya bien entrada la noche, cuando los chicos ya habían experimentado todo el placer posible, se quedaron dormidos, abrazados, felices.

James se despertó con los primeros rayos de sol, y pudo ver con claridad la melena pelirroja de Lily entre las sábanas. Estaba feliz, habían hecho el amor durante toda la noche, descubriendo cada parte de su piel, uniéndose en una sola persona. Era cierto que su primera vez con ella no había sido nada aproximado a lo romántico, todo se había originado por una pelea, por ver a Lily con Snape. Pero eso ya no importaba lo mas mínimo, se habían dicho cosas horribles pero el desenlace había sido perfecto. Recordaba como Lily en un arrebato de pasión le había tirado las gafas, como ella había sido la que comenzó todo, la que le pidió que le hiciera suya.

La noche había sido perfecta, ella no mostraba apariencia alguna de estar nerviosa, al contrario, ella deseaba tanto como él hacer el amor y eso había culminado en abrazos, caricias, había sido una noche especial, de esas que nunca se olvidan, porque aunque hicieran el amor miles de veces, nada se igualaría a la pasión y al deseo vivido esa noche. James sonreía como nunca antes lo había hecho, era inmensamente feliz, amaba con locura a Lily y no permitiría que le ocurriera nada malo, se hizo una promesa a si mismo de cuidarla y amarla hasta el fin de sus días, pero lo que el chico no sabía es que tendría que poner en practica dicha promesa antes de lo previsto.

Lily se despertó al cabo de un rato, y al girarse vio a James sonriéndole. Se puso colorada, estaba terriblemente avergonzada de todo lo que había pasado, y no porque estuviera arrepentida, al revés, si no porque había sido su primera vez y no estaba segura de haber dado la talla, además sabía que se había comportado de una forma un poco... salvaje. Se acercó un poco a James para besarle, pero al hacerlo las sabanas dejaron al descubierto uno de sus senos, y ella exaltada se tapo corriendo y se fue al baño a vestirse. James se reía sin parar, ver a su chica en esa situación le divertía, y se dirigió corriendo al baño a buscarla antes de que se vistiera, necesitaba volverla a sentir de nuevo. Entró en el cuarto de baño, se encontró a una Lily aún desnuda sentada en el suelo. El chico se acercó lentamente y se sentó junto a ella.

- Lily ¿estás bien-

- Si, si no pasa nada... es una tontería -

- Venga... dime... ¿qué te pasa-

- Bueno yo me preguntaba si... vamos... que si yo... -

¿Qué si has dado la talla-

La chica ante esa pregunta agachó la cabeza muy sonrojada y se quedó mirando al suelo.

- Lily, cariño, si no hubieras dado la talla ¿crees que yo quisiera repetir-

¿Quieres...-

Lily no pudo terminar la frase, ya que el chico le había besado. Sus besos comenzaron a ser cada vez mas apasionados, James se levantó y la llevó a la cama sin ningún esfuerzo, Lily otra vez se había dejado llevar, la sabana quedo atrás sin que la chica se percatara, y por segunda vez, hicieron el amor hasta quedar exhaustos.


Al día siguiente las chicas fueron muy temprano a ver a Eli, tenían que hablar con ella sobre Sirius antes de que lo hiciera Rodo y la convenciera de que Sirius es la peor persona del mundo.

Por el camino Lily le contaba a Ann la noche de pasión que había vivido con James.

- Ooohhh... que bonito... -

- Hombre... para ser nuestra primera vez no creo que sea muy romántico que digamos -

- De todas formas es muy bonito... lo que yo daría por estar así con Remus - dijo Ann soñadora.

- Je je je... anda entra - dijo Lily abriendo la puerta.

- Eli ¿cómo estas-

- Cansada de estar aquí... ayudadme a escapar... - dijo la chica suplicante.

- Si pudiéramos lo haríamos pero no nos dejan... -

- Nosotras también queremos que salgas ya -

- También hay alguien más que quiere que salgas ya de aquí - dijo Lily mirando de reojo a Ann.

- Si... Rodo tiene que estar que se sube por las paredes... -

- Nosotras no nos referimos a Tarner - dijo Ann seriamente.

¿Entonces de quien-

- De Sirius -

- Ah... Sirius... -

- Si, Sirius... Eli... él te quiere de verdad - dijo Ann.

- Lo ha demostrado mientras estabas aquí -

- Chicas no quiero hablar de eso... -

¿Por qué? Eli él te quiere -

- Tu lo sabes -

- Yo... estoy confusa... no sé que pensar... -

- No hay mucho que pensar... él te quiere, tu le quieres... ¿qué hay que decidir- dijo Ann mostrando lo evidente.

- Preferiría no hablar de eso ahora... estoy confusa... otro día hablamos de Sirius ¿vele?... -

- Ok... Lily tiene algo que contarte - canturreó Ann.

¿Ah, si? cuéntame Lily -

- Pues... James y yo... pues... que ya... pues eso... que ya... - dijo Lily mirando al suelo y sonrojándose.

¿Es lo que estoy pensando- le susurró Eli a Ann.

¿Qué estas pensando- le susurró Ann a Eli.

- Que nuestra pequeña Lily ya es una mujer - dijeron las dos con voz melosa - ja ja ja ja ja ja -

- No os riáis... - dijo Lily muy bajito.

- Pero como puede ser que te de tanto corte decirme que ya no eres virgen -

- Es que... después de lo de Malfoy no creí que fuera capaz de que pasara... y llegó James... empezamos a discutir... y paso... - dijo sonrojándose más.

- Bueno... eso significa que la única que queda... soy yo... - dijo Ann.

- Tu primera vez con Remusin tiene que ser espectacular - dijo Lily picaramente.

¿Tu y yo en que hemos quedado? que Remusin sólo lo llamo yo -

- Si, si... pero tiene que ser... -

- Con chocolate - dijo Eli guiñándole el ojo.

- No sé, no sé... ya se vera... -

- Ja ja ja ja ja ja ja - las chicas rieron.

Al cabo del rato Lily y Ann se fueron a las clases, de camino al aula ambas chicas mantenían una conversación sobre como ayudar a Sirius para que recuperara a Eli.

¿Cómo lo hacemos-

- Pues no sé... Primero de todo hay que deshacerse de la mala influencia que tiene Tarner sobre Eli -

- Si... pero también Sirius tiene que demostrarle que la quiere -

- Lo primero... que deje de estar con tantas chicas -

- Y que sea atento y todo un caballero con ella -

- Cierto... bueno entremos en clase... ya discutiremos esto más tarde -

El día trascurrió normalmente, las clases fueron animadas y los merodeadores, las chicas y Rodo fueron a visitar a Eli a la enfermería.


Bien entrada la noche una chica recordaba en su cuarto lo que acababa de ocurrir.

- FLASH BACK -

Se había encontrado con el chico en la sala común de Gryffindor, y como siempre no habían tenido palabras muy amables, le gustaba picarlo, el hecho de verlo enfadado le excitaba.

Rodo se había ido a su cuarto, no soportaba que ninguna persona y mucho menos una mujer le tomara el pelo.

Se fue quitando la ropa con la intención de darse una ducha, pero antes de introducirse en la misma copio la mini cadena y puso el disco de "El canto del loco" que Eli le había dejado.

La chica entró sigilosamente para no ser descubierta, centró toda su atención en la puerta entreabierta del cuarto de baño, de la cual procedía la voz de Rodo cantando sus canciones favoritas. Desde la puerta no conseguía ver la clara silueta del chico debido a que el vaho impedía que se viera su reflejo en el espejo. Abrió la puerta un poco más, lo justo para que pudiera pasar sin llamar la atención de Rodo. Entonces ya pudo verlo con más claridad, la fina tela de la cortina de la ducha le permitía reconocer la silueta desnuda del chico. No era consciente de cuanto tiempo estuvo allí, mirando como el chico cantaba, moviéndose al son de la música.

Se quedó quieta, sin hacer un mínimo movimiento que pudiera delatarla, nunca se había fijado en como era el chico en realidad, su odio hacia el le había negado la evidencia de su cuerpo bien formado, de sus músculos... y ahora estaba en frente de ella, pudiendo hacerlo suyo, y no iba a perder la oportunidad.

Existía el problema de que ella tenia novio, pero si Rodo no lo contaba, y estaba segura de ello, no tendría porque enterarse su amado. Se fue acercando poco a poco hacía la mini cadena y le subió el volumen para que desde el exterior nadie pudiera oír sus gemidos. Rodo no se percató del cambio del volumen, ya que estaba bastante concentrado en cantar y bailar. De pronto alguien corrió las cortinas.

La chica recordaba como Rodo se había entregado a ella sin problemas, como le había echo el amor apasionadamente, no había tenido una experiencia tan salvaje en la vida, y estaba ansiosa por repetirla. Recordaba como el agua recorrió cada parte de la piel del chico, como él se sorprendió al verla para luego amarle sin prejuicios, y decidió que eso no podía quedar así, que pasara lo que pasara, Rodo era suyo y de nadie más, que no importaba lo que la gente pensara, era su capricho y nadie se lo podría quitar.

- FIN FLASH BACK -


Al día siguiente la situación en el gran comedor era distinta, ya la expresión de tristeza había desaparecido totalmente en el rostro de los chicos, ahora que sabían que Eli estaba completamente bien, ya nada podía estropear la alegría que sentían. Sin embargo, había tres personas que no estaban tan contentas como aparentaban, esas tres personas eran Remus, Ann y Rodo.

Por un lado, Ann y Rodo se miraban de forma extraña, como si tuvieran algo que ocultar referente a algo importante ocurrido entre los dos, cosa que desagradaba profundamente a Remus, el cual no entendía el repentino interés de su chica a espiar cada movimiento de Rodolphus.

Por otro lado, a Remus le preocupaba el hecho de que Eli supiera su secreto, y ya que había vuelto con Ann, no quería engañarla, he intentaba imaginar la reacción de ésta ante la noticia de su licantropía, porque estaba decidido a contárselo. Aunque también estaba el ligero problemilla de su relación amistosa tan estrecha con Snape, cosa que odiaba con todas sus fuerzas, así que ahí estaba el verdadero problema, había vuelto con Ann y seguían teniendo los mismos problemas de desconfianza.

De repente Ann sintió la presencia de alguien inesperado. Se giró y vio a la única persona que no quería ver: Cris.

¡Hola-

¿Qué quieres-

- Venía a preguntarte si ya estas preparada, ya que Eli despertó -

- Si, es cierto -

- Entonces ya no tienes excusa para posponer tu muerte... ja ja ja ja ja -

- Tienes razón ¿mañana en donde habíamos acordado a las una-

- Perfecto, una bonita hora para morir ja ja ja ja ja - dicho esto la chica se marchó.

¿Ann que es lo que tienes que ver con tu con esa- preguntó Rodo.

- Asuntos personales, Rodolfito, de esos que no te incumben -

Ann estuvo toda la tarde ultimando los detalles para el duelo con ayuda de Lily y Snape, que todavía no sabía nada del acontecimiento que se llevaría a cabo al día siguiente.


Ya habían pasado varios minutos desde que el reloj de la case marcó las una.

- Se esta retrasando -

- A lo mejor no quiere pelear - dijo Lily.

- Lo dudo... -

La puerta de la clase se abrió y por ella entró Cris con una sonrisa de triunfo.

¿Qué pasa que no sabes llegar a tiempo a los sitios- dijo Ann exasperada.

¿A ti no te enseñaron las horas de pequeña, verdad- dijo Lily.

- Tranquilas chicas... yo que pretendía darte unos minutos más de vida y tu impaciente por morir -

- Ya cállate y empecemos con esto - dijo Ann poniéndose en posición.

- Una que lo hace con toda su buena intención... pero bueno... si insistes... - dijo Cris poniéndose también en posición de ataque - Experlliarmus - gritó.

- Desmaius - gritó Ann.

Cris esquivó el hechizo con facilidad, sin embargo Ann no tuvo tanta suerte y calló al suelo dándose un buen golpe.

- Ay que ver Anita... yo me esperaba más de ti... ya entiendo porque Remus busco consuelo en brazos de otra... - dijo Cris mordazmente.

¡No me llames Anita!... y no metas a Remus en esto ¡él no pinta nada aquí-

¿Cómo que no?... ¡la razón de este duelo es matarte y quedarme yo con él¡tengo ganas de catarlo otra vez- dijo Cris alegremente.

- Ya se lo que intentas... pero no vas a lograr cabrearme, yo confió en él y nada que tu me digas va a afectarme en este duelo -

- Je je je je que ingenua... ¿en verdad no te molesta que le haya quitado la virginidad¿qué el haya susurrado mi nombre mientras hacíamos el amor-

Ann no lo resistió más y notó como una furia incontrolable se apoderaba de ella.


Continuara...

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