Wolaaa! Aki traigo un nuevo fic, creo k gracias a los reviews de "Nubes en el agua" me voy a atrever a algo más largo Esta vez en un mundo alternativo. Espero ke os guste
Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen
SONRISA DE MUÑECA
Caminaba apresuradamente por las calles de Konoha, tenía prisa. Mis padres me habían dicho que debía estar en casa para las cinco y llegaba tarde. Respiré hondo y entre al portal, estaba desierto pero enseguida noté algo de calor, en la calle hacía mucho frío. Decidí coger el ascensor después de todo tenía mucha prisa. Entré y observe lo pequeño que era, resoplé. Y para esto pagamos tanto de comunidad? Menuda cosa más cutre, era un ascensor muy reducido, apenas cabían bien tres personas y estaba más bien sucio, teníamos unos vecinos asquerosos.
Resoplé nuevamente y me giré para encontrarme con lo único que valía la pena de ese ascensor: el espejo. Era un espejo enorme y asombrosamente hoy estaba más o menos limpio sin esas horribles huellas de niños pegajosos, puaj! Que asco me dan los niños, creo que nunca tendré hijos… Me miré detenidamente en el espejo, estaba perfecta, como siempre. Mi pelo largo y rubio estaba recogido en una coleta aunque dejaba suelto siempre un mechón de adelante, mi piel perfecta y mis ojos más azules que nunca, me sonreí a mi misma. Normalmente mirarme en el espejo me ponía de buen humor, saque un pintalabios y un par de cosas más de mi bolso y me puse a maquillarme. Según mi madre teníamos visita, por eso me había llamado tan urgentemente. Respiré hondo y preparé una de esas sonrisas de falsa alegría y cordialidad que estaba acostumbrada a poner prácticamente desde que tenía uso de razón. Creo que las únicas personas que me han visto sonreír de forma verdadera han sido mis padres (y de eso hace probablemente mucho tiempo…) y mi mejor amiga Sakura. El ascensor paró, ya era hora. Terminé de colocarme el pelo me abroché bien la chaqueta y llamé al timbre. La puerta tardó algo en abrirse y apareció mi madre sonriendo como si su vida dependiera de ello, creo que lo de la sonrisa falsa lo he heredado de mi madre, por muy bien que lo este pasando su sonrisa nunca parece natural, solo hay que ver la foto de su boda, parece un maniquí desfilando.
Ino-chan! Que bien que ya has llegado! Adivina quien ha venido a vernos! – dijo mi madre haciéndome pasar.
La fulminé con la mirada, como que Ino-chan? Ya esta bien con eso de Ino-chan, ya soy mayorcita! Tengo 16 años! Aunque supongo que para mis padres siempre seré "su princesita"
No me hizo falta entrar al salón para imaginarme la escena, nada mas escuchar las voces adiviné perfectamente de quien se trataba, eran los Nara y los Akimichi. Mi padre, el señor Nara y el señor Akimichi habían ido juntos al colegio, en plan amigos inseparables y para colmo vivían en la misma calle que nosotros, por lo que siempre solían pasarse las tardes los tres apalancados en el bar que hay cerca de mi casa.
Me quité la chaqueta y con la mejor de mis sonrisas ensayadas entré al salón.
Buenas tardes - saludé
Ino! Estas preciosa! Déjame verte! Cada día estas más guapa! – dijo la señora Nara al verme.
La verdad es que esa mujer extrañamente me adora, sino no me hablaría así, es toda una sargento, todo el mundo sabe que tiene completamente dominado a su marido. Pobre hombre…
Gracias – le contesté sonriendo.
Anda Ino, ve a saludar a Chouji y Shikamaru, están en tu habitación – dijo mi madre que andaba como una loca con bandejas de pastelillos de un lado para otro. No es por nada, pero los Akimichi son de muy buen comer…
Me encaminé por el pasillo y sustituí mi sonrisa por una expresión de disgusto. No me gustaba nada lo que me esperaba al otro lado de la puerta. Abrí la puerta y allí estaban. Chouji Akimichi y Shikamaru Nara. Chouji estaba sentado en la cama con una gran bolsa de patatas fritas comiendo sin parar y Shikamaru estaba echado con las manos en la nuca mirando el techo sin interés. No saludé, simplemente les eché una mirada de "Largaos!" pero ya sabía que no funcionaría. Cerré la puerta prácticamente de una patada, estos tipos me ponían de mal humor. Ya sabéis son esa clase de tipos raros y que el colectivo de "gente popular" (al que yo pertenezco ) aborrecemos, catalogados como: CRIOS (Chicos Raros Irrelevantes o Simples) así que por muchas veces que me cruce por el pasillo del instituto con ese tipo de gente, no recuerdo ni sus caras.
Por desgracia a estos los conozco prácticamente de toda la vida y la verdad es que de pequeños nos llevábamos bastante bien, pero afortunadamente me di cuenta a tiempo de que eran unos perdedores. A pesar de eso… … miré el techo de mi habitación. Era de color azul con nubes pintadas, la verdad es que no estaban muy bien dibujadas, se notaba que lo habían pintado niños pequeños. Sonreí, no sé porque, creo que esta es una de esas pocas sonrisas sinceras mías. El mayor pasatiempo de Shikamaru era pasarse el día mirando las nubes (y aún lo hace, a vago no le gana nadie…) así que de pequeños como en invierno no nos dejaban salir fuera decidimos pintar el cielo en mi habitación, claro que esas nubes evidentemente no se movían, Chouji y yo pensábamos que si soplábamos o apuntábamos con un secador para simular viento se moverían pero Shikamaru ya nos advirtió de que eso no pasaría. Suspiré, supongo que fue divertido… sobretodo cuando nos vieron nuestros padres, no pasé tanto miedo en mi vida como cuando vi a la señora Nara regañar a su hijo, jeje!
Ino ¿estás bien?
Eh! - la voz de Chouji me sacó de mis pensamientos.
Vaya, me he quedado atontada mirando el techo, deben pensar que se me esta pegando su estupidez o algo así, ugh estoy empezando a preocuparme…
Hai - respondo tranquilamente y me levantó a coger una revista.
Kuso! Hoy no es mi día de suerte, esta revista ya la he leído cuatro veces en dos días… y ahora que hago? Normalmente pasamos toda la tarde en silencio cada uno a lo suyo, bueno más bien yo leyendo y ellos hablando sobre sus chorradas. A pesar de que yo me distancié de ellos a medida que fui creciendo ellos dos son uña y carne. Resoplé, esta tarde se me va a hacer muy larga…
Uff, después de una hora y media repasando el contenido de mi habitación y tratando de leer los artículos de la revista al revés creo que ya no puedo más. Que aburrimiento… y mírales a ellos! Tan tranquilos hablando de yo que sé que cosa... No aguanto más! Me levanté y salí de la estancia, ahora tengo que poner mi mejor cara de súplica y que mi madre se apiade de mi. Camine por el pasillo con decisión hasta llegar al salón, donde enseguida escuche las risas y conversaciones. Tenían puesto un video viejo en el que salíamos de pequeños.
Yo salía vestida de princesa o algo así con una corona en la cabeza y vestida de pies a cabeza de un color rosa empalagoso gritando como una loca "Mira! Shika-kun! Soy una princesa" y abrazaba y tiraba del pelo a Shikamaru para que me mirara, mientras él ponía los ojos en blanco y decía algo como "Que problemática eres…" y Chouji nos miraba riéndose y metiéndose una cantidad impresionante de patatas fritas en la boca. Creo que habrán visto ese video unas mil veces, casi todos los meses lo ven una vez por lo menos y se siguen riendo como locos cada vez que lo ven, como si fuéramos lo mas adorable del mundo. Definitivamente nunca voy a ser madre, debe afectar a las neuronas gravemente…
Mamá – llamé a mi madre
Ella se acercó con su ya conocida sonrisa.
Si, Ino-chan?
Puedo salir a dar una vuelta, solo un rato… - pedí con mi mejor expresión de súplica aunque sabía que mi madre me diría que no.
Inexplicablemente le importa una mierda lo mal que lo pueda pasar o lo que me pueda aburrir, cuando se trata de Shikamaru y Chouji siempre me obliga a "atender a los invitados" La verdad es que los adora, y no me extraña después de todo Chouji es la única persona que puede tragarse lo que cocina.
Esta bien – dijo mi madre alegremente.
Esta bien? – repetí perpleja.
Mi madre sonrió. Vaya a veces es benévola! Si! Me librare de esos idiotas por hoy!
Shikamaruuuu! Choujiiii! – se puso a gritar mi madre.
Que? – pregunte más perpleja que antes
Shikamaru y Chouji llegaron al salón.
Si?
Ino-chan quiere invitaros a dar una vuelta, abrigaos! – dijo aún sonriente tendiéndonos nuestros abrigos a los tres.
Resoplé. Ya me parecía que no podía ser cierto… uff ahora tendré que salir en público por ahí con estos dos y hace días que no encuentro mis gafas de sol para ocasiones de incógnito! Por que a mi!
Solo se oía el ruido que hacía Chouji al comer, no se cuantas bolsas de patatas lleva ya…
Oye Ino, podemos ir a ese sitio donde hacen esos helados tan buenos – habló Chouji.
Helados! No ves el frío que hace? – pregunté como si fuera impensable.
Chouji se quedo igual, mirándome como si aquello no tuviera nada de extraño.
Shikamaru, dile que eso no es normal! – grité.
Si, si… - me respondió Shikamaru que iba delante nuestra.
La vena de la frente se me hinchó por completo.
No me estas escuchando! – le grité
Si hay algo que no soporto es que no me escuchen y me ignoren! Los miré furiosa, maldito par de idiotas! Seguro que los muy amargados se pasan el día pensado planes para hacerme la vida imposible! Grr! Me puse a saltar agitando los puños gritando en medio de la calle. De pronto miré a mi alrededor, Shikamaru y Chouji me observaban perplejos junto con el resto de la gente que pasaba por la calle. Vaya, creo que me he pasado… que horror! Todo el mundo me ha visto y encima al lado de estos dos! Mi vida no puede empeorar!
Igual de problemática que siempre… - le oí decir a Shikamaru.
Que has dicho! – pregunté enfadada.
Nada, nada – contestó él.
Seguimos caminando hasta la cafetería a la que quería ir Chouji y después de que el pidiera el helado más grande que había, yo un refresco "light" (que? este perfecto tipo que me gasto no es un milagro de la ciencia!) y Shikamaru pidió una bebida rara con un nombre impronunciable. Ellos siguieron hablando de sus tontadas mientras que yo jugueteaba con el vaso, quizá no quede muy elegante, pero me estaba aburriendo de verdad…
Voy a por otro helado – anunció Chouji levantándose
Otro! Parece un saco sin fondo… bah, no se de que me sorprendo…
Vaya! Shikamaru y la niña Yamanaka! – gritó alguien tras nosotros.
Me giré y vi que se trataba del señor Tanaka, la verdad es que llamándome como lo había hecho solo podía ser él, a veces pienso que no se sabe mi nombre… El señor Tanaka nos conoce desde pequeños, vivía antes en mi edificio pero afortunadamente se mudó hace un par de años. La verdad es que no es un mal tipo, pero es un poco pesado y no me hace nada de gracia que siempre me llame "Niña Yamanaka" y a Shikamaru y Chouji les llame por su nombre.
Que hacéis aquí? Estáis teniendo una cita? – preguntó dándonos codazos de estos que te suele dar la gente pesada para sonsacarte algo, y que por cierto queda patético.
Estamos con Chouji – dije para aclarar la situación, lo que me faltaba era que alguien pensara que tenía una cita con Shikamaru.
En una cita los tres! Vaya los jóvenes de hoy en día sois demasiados modernos para mi… - murmuró.
No! No! Nada de eso! Simplemente salimos a dar una vuelta! – grité negando con la cabeza y agitando las manos.
Este tío es un degenerado, como se le pasa por la mente algo así? En fin, espero no estar así a su edad…
Ya me parecía… - dijo
Paré de mover los brazos. No se porqué, pero siempre que voy con Shikamaru y Chouji a algún lado acabo pareciendo estúpida. Menos mal que nadie puede verme.
Y que tal con esa chica del otro día, Shikamaru? – preguntó el señor Tanaka guiñándole un ojo.
Ja! Shikamaru con una chica? Antes me lo imagino corriendo con entusiasmo los 100 metros lisos! Definitivamente este viejo esta senil!
Bueno… - murmuró Shikamaru mientras daba otro sorbo a su vaso.
Como se llamaba, um... Temari verdad? – siguió el señor Tanaka.
Queé? Ahora si que no daba crédito! Me conoce prácticamente desde que nací y no se acuerda de mi nombre y si de el de esa tía!
Shikamaru asintió. Era increíble, como podía haber tenido Shikamaru una cita con esa? Menuda asalta cunas asquerosa! Creía que Shikamaru, tenía mejor gusto, después de todo, es superdotado, aunque a veces no me lo creo… Conocía perfectamente a Temari, era la hermana del pirómano con pinta de psicópata que iba a nuestra clase, Gaara. Tenía dos años más que nosotros y si una palabra la describía era "basta" nunca vi una tía más bestia… la verdad es que no me caía nada bien, encima siempre coqueteaba con Shikamaru descaradamente tan tranquila! Que poco sentido de la decencia! Comencé a apretar el vaso y a mirar fulminantemente al señor Tanaka.
Vaya, parece que tu chica esta celosa – le dijo a Shikamaru.
Me levanté a punto de tirarle el vaso.
NO SOY SU CHICA! Y ME LLAMO INO! INO! – grité furiosa.
Chico… si te sigues fijando en chicas con un carácter así, acabarás como tu padre… - le seguía diciendo a Shikamaru.
Increíble! Este viejo también me esta ignorando! Grr! Por suerte llego Chouji antes de que le lanzara nada y le ofreció un poco de helado al señor Tanaka. Tras probarlo el señor Tanaka dijo que tenía que irse.
Hasta luego "futura chica Nara" y no te enfades tanto, se te notan las arrugas! – se despidió de mi sonriendo.
Maldito viejo… - murmuré apretando el puño y con la vena de la frente a punto de estallar.
Shikamaru sonrió como riéndose de mi y Chouji observaba sin entender nada pero lamía su helado feliz.
Tras aquel incidente, pagamos. Bueno en realidad obligue a Shikamaru pagar por los daños ocasionados (El viejo ese me las va a pagar!) y volvimos a mi casa sin más incidentes, afortunadamente para mi. Cuando llegamos los Akimichi ya salían diciendo que ya era la hora de la cena, aunque en realidad me pareció extraño, llevaban toda la tarde comiendo y aún era muy temprano para cenar. Al entrar en el salón sentí un escalofrío, algo malo iba a pasar… Mi padre y el señor Nara no estaban, tan solo nuestras madres y nos miraban con unas sonrisas algo… siniestras?
Sentaos, chicos – pidió mi madre aún sonriente.
No se como puede sonreír tanto, esto cada vez es más sospechoso…
Shikamaru y yo nos sentamos en el sofá, uno en cada punta, mientras que nuestras respectivas madres nos miraban como si fuera un interrogatorio, solo les faltaba apuntarnos con unas linternas en la cara.
Ocurre algo? – pregunté con mi voz más dulce e inocente.
No, Ino. Solo que "casualmente" nosotras y vuestros padres hemos decidido irnos unos días de viaje, así que para que no os quedéis solos, hemos pensado que podíais quedaros juntos – dijo la madre de Shikamaru.
Y por que no me quedo en casa de Chouji? – dijo Shikamaru.
Si! Y yo en casa de Sakura – dije yo
No, los Akimichi van a estar muy ocupados y tú te has pasado los últimos días en casa de Sakura, los Haruno van a estar hartos de ti! – intervino mi madre.
Pero…! – comenzamos Shikamaru y yo.
No hay peros que valgan! ENTENDIDO? – gritó la señora Nara.
Esa mujer me da tanto miedo enfadada que me agarré a Shikamaru escondiéndome tras él. Después de tantos años esta casi inmunizado contra este tipo de ataques maternos-sicóticos.
Esta bien… - murmuró Shikamaru desganado.
Comprendido… - murmuré yo resignada.
Perfecto! Sabía que lo entenderíais! Hay comida para una semana en el congelador y tenéis dinero para emergencias en ese cajón! – dijo mi madre volviendo a sonreír.
Que! Os vais ya? – pregunté con ojos desorbitados.
Pero… mis cosas… - comenzó Shikamaru
Te he traído todo lo necesario, esta en la habitación de invitados! Cogimos todo cuando salisteis a dar una vuelta – dijo la señora Nara
Por cierto, que tal lo habéis pasado? – preguntó mi madre
Ni me lo recuerdes… - respondí yo.
Bueno, nos vamos, vuestros padres nos están esperando abajo, portaos bien y comed bien! – gritó mi madre saliendo por la puerta.
Sí, adiós! Y… NADA DE FIESTAS EN CASA! NI INTENTAR EXPERIMENTAR CON EL ABRELATAS! Y MUCHO MENOS OS UNAIS A UNA SECTA EXTRAÑA DE ESAS! Y LO MÁS IMPORTANTE! NO ACEPTEIS CARAMELOS DE EXTRAÑOS! – gritó la madre de Shikamaru como si estuviera poseída.
Esta mujer cada vez es peor, nuevamente me escondí tras Shikamaru.
Ah! Y se me olvidaba, Shikamaru! Haz el favor de no ser tan vago de no levantar la tapa cuando vayas al baño! – dijo y cerró la puerta de un portazo.
Me eché a reír como una loca, no podía contener la risa.
Si, mamá… - murmuró Shikamaru bajando la cabeza avergonzado.
Paré de reír, y me giré hacia Shikamaru.
A partir de ahora, esta es mi casa y aquí mando yo! Así que no me molestes y haz lo que te ordene! – le grite.
Lo que tu digas, Ino… - dijo él yendo hacia la habitación de invitados.
Grr! La vena de mi frente se hinchó de nuevo. Me esta dando la razón como a los locos! Esta semana se me va a hacer muuuuuuy larga…
Hasta aquí por el momento, espero ke si habeis llegado a leer hasta aki halla sido xke la historia os ha parecido interesante, y eso me alegra muxo! Trataré de esforzarme más en cada capitulo! Por favor dejad reviews! Necesito opiniones! Besos!
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