Disclaimer: Ninguno de los personajes y elementos que salen en esta historia son de mi propiedad. Pertenecen a J.K. Rowlin. NO gano nada haciendo esto. Sólo lo hago para entretenerme un rato.

N/A: Disculpen la demora, pero últimamente me falta algo esencial. El tiempo. A partir de algunos días, voy a poder actualizar mucho más rápido y sin demoras. Muchas gracias a todos aquellos que me dejaron un review en el capítulo anterior.

ACLARACIONES:

"Diálogos"

'"Pensamientos"'

"SEGUNDAS OPORTUNIDADES"

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Capítulo 1

Tres días. Tres días habían pasado desde aquellos extraños acontecimientos ocurridos en la batalla final. Tres días en los cuales aún no habían podido encontrar una solución favorable para el pequeño Tom, el cual en esos momentos, ajeno a la importante reunión que se llevaba a cabo en la oficina del director Albus Dumbledore, y después de media hora de llorar, gritar, y moverse intranquilo en los brazos de la Señora Molly Weasley (que era quien tenía más experiencia con los niños) había decidido de que ya era la hora de su almuerzo, y sin dejarles más opciones a los estresantes, alterados y nerviosos adultos, se encontraba, una vez más, muy cómodo en los brazos de su ex profesor de transformaciones y más grande Némesis... alimentándose y jugando con la larga barba del anciano inocentemente.

La razón por la cual se llevaba a cabo aquella conjunta, era muy simple. No podían continuar sin resolver ese "pequeño" problema... y era que, en aquel tiempo que había transcurrido, Tom no se dejaba cargar por nadie. Bueno... por casi nadie.

Flash back

"¡Anda, Harry!" Le insistió por quintagésima vez Hermione. "¡Sólo es un minuto!"

"No, Hermione. No voy a cargarlo yo. ¿Por qué no lo alza Ron?"

"Porque yo ya lo hice, y no se calla."

El chico moreno observó al sollozante bebé que tenía su amiga en sus brazos con algo de temor y fastidio. Todavía debía permanecer en reposo en la enfermería durante una semana. ¡Una semana! ¡Ni más ni menos! Sus heridas provocadas por la explosión no habían cicatrizado aún, y tenía varios huesos rotos en su dolorido cuerpo.

"Es que yo... yo... nunca he sostenido a un niño." Respondió luego de unos segundos evitando la mirada de sus dos compañeros a causa de la vergüenza.

Hermione puso los ojos en blanco.

"Ron tampoco había sostenido a ningún bebé, Harry. Creo que esta es una experiencia maravillosa que les va a servir a los dos para su futuro. ¿No creen?"

Ron suspiró.

"Hermione, solamente tú puedes llamarle "experiencia maravillosa" a que el que no debe ser nombrado se haya convertido en un bebé, y ahora tengamos que hacernos cargo de él nosotros, y la Orden, ¡después de todos los problemas que causó!"

"¡Ron! No me refería a que es maravilloso que Vol-Vol-Vol-de-de-de-mort se haya convertido en un niño. ¡Me refería a lo que cuidar a un bebé cualquiera conlleva!"

Harry, viendo que se aproximaba una de las habituales peleas de sus dos amigos, y que Tom no se iba a callar (por el contrario, parecía que los gritos del niño subían de intensidad por cada segundo que pasaba) decidió una única cosa...

"Hermione, dámelo."

La chica volteó hacia la cama.

"¿De verdad lo quieres?" La sonrisa de felicidad y de alivio de sus compañeros fue lo que Harry necesitó.

"Sí. Dámelo. Lo haré."

La sonrisa de la joven se amplió, e indicándole la forma en que debía tomarlo, colocó suavemente al infante en los brazos de su amigo. Sabía lo que a Harry le costaba aceptar que, aquel monstruo que había asesinado a sus padres, a Cedric, y de una manera indirecta a Sirius, (ya que la verdadera asesina de su padrino era Bellatrix) era ahora esa tierna criatura que milagrosamente iba calmándose, como sabiendo que allí nadie lo lastimaría.

El pequeño y ahora, tranquilo Tom miró a Hermione de una manera que le hizo sospechar que estaba agradecido por el cambio de brazos, mientras con una de sus manitos trataba de llegar a los lentes de Harry.

"La Orden ya no sabe que hacer con él," dijo la chica- "No deja de llorar y gritar cuando otra persona lo carga."

"sí, es cierto. Ni mamá puede tenerlo calmado por más de cinco minutos. Con los únicos dos que permanece tranquilo es con Dumbledore y contigo."

"¿Con Dumbledore?" Preguntó sorprendido Harry mientras le quitaba de la boca la mano que se había llevado Tom.

"Sí. Pero Dumbledore no puede quedarse con él todo el tiempo. Lo están llamando continuamente del ministerio... parece que los mortífagos sobrevivientes quieren seguir el camino que dejó su señor."

"¿Y qué harán con ellos? ¿Los llevarán a Azkaban?"

"Parece que sçi. Todavía quedan algunos dementores custodiando la prisión, y estaban pensando en utilizar también un grupo de aurores altamente entrenados para que los ayuden."

"¿Y tú cómo sabes todo eso, Hermione?" Preguntó el pelirrojo que en todo ese tramo de la conversación había estado comiendo unas ranas de chocolate que encontró al lado de la cama de su amigo.

"Porque le escuché hablar a Remus con tu madre esta mañana cuando salían de aquí." Le respondió la muchacha cruzándose de brazos y mirando al pelirrojo con expresión fastidiada.

"¿Se imaginan?" Interrumpió Harry – "No quisiera estar ni por mil galeones allí, con los dementores, vigilando a esos ineptos mortífagos."

Ron se estremeció.

"No... yo tampoco."

Fin Flash back

"¿Y qué otra solución hay, además de esa, Albus? Riddle debe quedarse con Potter, Weasley y Granger." Insistió Moody mientras su ojo mágico giraba velozmente hacia todos lados, como si temiese que alguien escuchara lo que en esos momentos decía. "Tú no puedes hacerte cargo del mocoso, tienes otras cosas más importantes que hacer."

"Los chicos también tienen sus obligaciones, Alastor. No puedo pedirles que se hagan cargo de Tom todo el año. Este curso deben pasar sus Éxtasis, y sabes muy bien como yo lo difíciles y agotadores que resultan." Replicó Dumbledore.

"Pero Albus," intervino Snape - "Potter y sus amigos son tres, y tú eres uno. Además, debes seguir con tu obligaciones de director, y tu trabajo en el ministerio con los mortífagos de Azkaban."

Dumbledore suspiró. Esto iba a ser más difícil de lo que parecía en un principio.

Antes de que el anciano dijera alguna palabra, Remus se aclaró la garganta.

"Si me permiten," dijo observando a los presentes – "creo que tengo una solución."

"¿Cuál? Preguntaron Tonks y Bill al unísono, mientras que el resto se inclinaba hacia delante expectante.

"Puede ser que Harry, Ron y Hermione cuiden a Tom en este año cuando no tengan que estudiar." Remus alzó una mano para indicar silencio – "Y también… Albus puede hacerlo cuando tenga algún tiempo libre."

Por un momento nadie habló, sopesando esa posibilidad.

"Me parece buena idea, pero... creo que se están olvidando un pequeño detalle." Dijo al fin la señora Weasley. "El niño no acepta a nadie más que a Albus y por lo que nos dijeron los chicos, a Harry."

"Lo sé, Molly." Dijo Dumbledore amablemente. "Pero tendrá que acostumbrarse a estar también con el Señor Weasley y la Señorita Granger."

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Un agudo grito se escuchó aquella tarde en los pasillos de Hogwarts.

"¡Por el amor de Dios, ya cállate!" Gritó un istérico joven pelirrojo mientras corría rumbo a la enfermería, llevando en sus brazos a un niño, que se retorcía incesantemente.

"¡Ron!" A su lado, una chica de su misma edad, hacía todos los esfuerzos posibles para no reírse ante la escena frente a ella. "¡Tranquilízate! ¡Es sólo un niño!"

"¿Qué me tranquilice? ¿Cómo quieres que me tranquilice? ¡No ha parado de gritar en toda la tarde!"

"¡Pero Ronald Weasley! ¡Es sólo un bebé! Es normal que llore y grite. ¿Cómo quieres que se exprese?"

Pero antes de que Ron pueda contestar, Hermione abrió la puerta de la enfermería y el pelirrojo entró como una exalación hacia la cama de Harry.

"¡Ahora te toca a ti!" Le dijo entregándole al niño.

Harry lo miró confundido mientras que se acomodaba en la cama y hacía lo mismo con Tom en sus brazos.

"No ha parado de llorar y gritar en toda la tarde." Le contestó Hermione sonriendo. "Y a Ron le ha tocado bañarlo y cambiarle los pañales." Terminó la chica con una carcajada, acompañada por Harry que ya se imaginaba la situación.

"¿De qué se ríen? No es gracioso." Respondió el chico con un gruñido. "Si supieran lo que es eso…"

"¡Ron!" Le dijo Harry entre carcajadas. "No seas exagerado..."

"Eso dices ahora, pero cuando te toque hacerlo a ti...

no vas a decir lo mismo. Y lo que no entiendo todavía, es por qué nos tuvimos que hacer cargo nosotros de él."

Hermione se sentó en la silla que estaba junto a Harry y suspiró.

"No has parado de preguntar lo mismo durante todo el día. Ya sabes que Dumbledore está muy ocupado, y que Harry, por alguna razón, es la otra persona que también logra calmarlo. Nosotros estamos con Harry, y por lo tanto también es nuestra obligación." Respondió la joven mientras que dirigía su mirada hacia el adormilado bebé.

Ron dio un largo suspiro y miró a su amigo.

"Lo sé. Perdóname Harry, no sé que me pasa últimamente. Me altero con cualquier ruido, con cualquier cosa... de verdad lo siento."

"Ron, no tienes que disculparte conmigo. Yo tampoco tengo la culpa de lo que pasó, pero debo enfrentar lo que Dumbledore y la Orden me encargaron, y lo haré."

"Y nosotros te ayudaremos." Corroboró la chica.

"Gracias." Les dijo Harry sonriendo a sus amigos.

"Eh, bueno." Dijo de repente Ron. "Pero no cuenten conmigo para cambiarle los pañales de nuevo."

Y los tres amigos estallaron en carcajadas.

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N/A: Este sábado trataré de subir el próximo capítulo. Pero si no puedo, les deseo un feliz año nuevo para todos.

Por favor, manden reviews para que continúe la historia.

Agos Malfoy

Miembro de la Orden Siriusana, la Orden Luciusana, la orden severusiana, la orden de los merodeadores, la orden slythiriana, la orden de las Mortífagas, la orden draconiana, los Story Weavers, y Administradora de la Orden de Voldemort.