Capitulo XXVII: nuevas técnicas!
El joven con orejas de perro entro a la gran casa por la puerta del balcón que había dejado entre cerrada para después recostar con cuidado a la sacerdotisa en la cama… estaba profundamente dormida, con suavidad retiro sus zapatillas pero al quitarle una de ellas en su rostro se formo una mueca de dolor, de la cual se percato al instante
- donde esta? Donde esta? – se preguntaba a si mismo el joven de rojas prendas al sacar varios objetos de la mochila de la muchacha – tienen que estar por aquí, yo vi cuando kagome lo metió aquí después de que shippo lo uso… - lograba recordar – si! Aquí esta! -
Sin pensarlo dos veces regreso a la habitación para sentarse en una esquina de la cama, froto gran parte del ungüento esperando que este lograra hacer efecto en su tobillo, porque ella no se había quejado antes? Bueno cuando la adrenalina recorre el cuerpo ni uno mismo se da cuenta de las heridas que tiene
Hacia unas horas se sentían tan felices y dichosos como un sueño de hadas, pero así de rápido también habían caído crudamente en la realidad, en donde todavía tenían que ganar una batalla… pero porque en las tierras de sesshoumaru? Eso no le traía un buen presentimiento, acaso tenia pensado involucrar a su hermano mayor? Sus dudas y sospechas serian resueltas cuando regresaran al sengoku… la única que le importaba en estos momentos era su amada, su kagome; la cubrió con la sabana blanca y se recostó a su lado, observando cada rasgo de su hembra; ella le había demostrado ser fuerte y seria pero con tantos sucesos y malas experiencias su guardia estaba abajo, el la apoyaría todo lo que fuera necesario
La muchacha despertó desorientada sentándose para ubicarse… estaba en su habitación; pero como había llegado hasta allí? La ventana se encontraba abierta, dejando pasar al cuarto los rayos de sol, una refrescante brisa y la agradable tonada de algunas aves
- como esta tu tobillo? – pregunto una voz varonil que atrajo la atención de la joven
La miko retiro las mantas de sus piernas para dejar al descubierto su tobillo vendado – solo me lo torcí… - le respondió intentado que las lagrimas no volvieran a brotar de sus ojos, pero antes de que salieran sintió como una mano levantaba su rostro desde su barbilla
- me duele verte llorar pequeña… tu eres lo mas importante que tengo en la vida… el se recuperara y veras que cuando hayamos regresado estará mejor… si quieres hasta podemos ir a buscar plantas medicinales donde vive yinenyi…- comento al retirar los cabellos que querían ocultar su rostro
- tienes razón inuyasha, ya no llorare mas… este no es el momento para llorar – le dijo mientras lo abrazaba fuertemente - soy tan afortunada de tenerte junto a mi……… te amo demasiado mi hanyou…. – le susurro logrando erizar su piel
- haría cualquier cosa por ti…- le expreso dejando un pequeño beso en los labios de la mujer – encontré algo para comer en la caja que guarda los alimentos – comento tomándola sobre sus brazos
- la caja que guarda los alimentos! aaaa Eso se llama refrigerador – le aclaro sonriendo
- en esta época tienen nombres muy extraños para todas las cosas: teléfono, automóvil, restaurante, refrigerador? -
- y existen nombres todavía más extraños jejeje - sin darse cuenta el hombre mitad demonio la había apartado de la realidad por unos minutos
- use la fogata de la sala para calentar el desayuno, perdón quise decir la chimenea – sonrió también; como se lo había dicho a sota su prioridad era hacer desaparecer las gotas cristalinas de sal del rostro de su protegida a cualquier costo
Después de la comida ambos se dieron un baño para retirar la suciedad de sus cuerpos, prepararon lo necesario para el viaje en la mochila y la miko le informo a su familia que regresaría al sengoku a visitar a sus amigos, sin comentarles lo sucedido… salieron dejando nuevamente la casa vacía, tan solo con una nota que tenia escrito "regresare pronto kagome" en la mesita de la entrada
La noche los había alcanzado, obligándolos a acampar a la intemperie; el joven estaba recostado con los ojos cerrados en una roca con su poderosa espada a un lado, la muchacha leía cuidadosamente el diario del sacerdote… había encontrado unos escritos al final de este, que con dificultad se distinguían
- seguirás leyendo ese libro? – la muchacha estaba muy interesada en intentar realizar la técnica que estaba escrita, pero para tener esa energía tenia que descansar
- no, prefiero descansar… - le respondió cerrando y dejando la bitácora en el suelo… el hombre con orejas de perro se movió hasta quedar detrás de ella y resguardarla con sus brazos
- luces preciosa…- susurro en su oído
- pero que cosas dice inuyasha, si no tengo nada diferente – le contesto girando su cabeza para verlo
- solo digo la verdad, para mí cada día eres más hermosa… -
- y tú eres más apuesto… -
Las frases de amor fueron seguidas con un dulce y tierno beso que transmitía más que sentimientos y caricias, pero mientras la miko y en hanyou disfrutaban de su compañía un youkai de fría apariencia seguía muy de cerca los pasos de una bella joven
- sesshoumaru quiero que destruyas esa roca – pronuncio la muchacha señalando una gran roca que tenia un pergamino sobre el
- no le des ordenes a este lord! – le dijo tomando el mango de su espada toukijin
- creo que tendrá que acostumbrarse, de mi depende que el alma de esa mujer no desaparezca -
- grrrrr maldito… - murmuro entre dientes, desenvainando su espada; el pergamino resistió por unos segundos el gran poder de sesshoumaru pero al igual que la roca ambos quedaron hechos cenizas
La chica se hinco en donde antes estaba la roca, para retirar un poco de tierra del suelo y descubrir una pequeña caja de madera; la tomo en sus manos y la destapo sacando una hoja de papel muy desgastada pero con sus palabras completamente intactas.
- hacia varios años que no tenía la necesidad de utilizar esta técnica… - sonrió mientras se ponía de pie – es tiempo de que la batalla de comienzo… -
continuar…
