Capitulo XXXII: la batalla final
El hanyou a pesar de su sorpresa logro hacer que sus piernas se moviesen para desaparecer en lo profundo del bosque, siguiendo las huellas de su enemigo
- sesshoumaru-sama cree logre alcanzarlo? –
- no me importa si lo logra o no, yo si acabare con esa basura -
El joven de ji verde se detuvo sin saber hacia donde avanzar ya que los copos de nieve que empezaron a caer habían ocultado cualquier rastro y los aromas empezaban a dispersarse rápidamente
- KAGOME! – grito el joven mitad bestia desesperado en medio de los árboles
La miko abrió sus ojos encontrándose sobre un futon, estaba en una habitación descuidada y cubierta con capas de polvo; parecía ser un templo abandonado desde hacia varios años…. Los pasos de alguien que se acercaba hacían crujir las viejas tablas del piso
- sacerdotisa, mi querida kagome me alegra que hayas despertado – dijo el encapuchado al abrir la puerta corrediza
- que es lo que quieres yotomi? No tengo tiempo de estar conversando, necesito aclarar algo con inuyasha! - le dijo poniéndose de pie sobre la sabana
- algo sobre el cachorro? – murmuro sonriente caminando hacia ella
- eso no te importa! – respondió retrocediendo
- no me levantes la voz! – le ordeno tomándola del cuello contar la pared, a la vez la chica intento forcejear tratando de separarse causando que la capucha que cubría la cabeza del hechicero se cayera sobre la espalda de el
- houjo…? – pronuncio la miko sorprendida deteniendo su lucha
- te sorprende ver a tu amigo en esta época? –
- tu no e..res hojo el.. el esta..ba muy he..rido -
- así es, debo admitir que en la batalla que tuvimos en la otra época lo lastime mas de lo necesario, pero con ayuda de mi técnica ko-ru-yo-to sus heridas sanaron en segundos -
- la téc..ni.ca ko-ru-yo-to…? -
- te daré una pequeña demostración – le dijo colocando una de sus manos sobre el vientre de la joven – este es el ataque que he perfeccionado desde hace mucho tiempo ko-ru-yo-to! – el cuerpo de la sacerdotisa se cubrió con un brillo gris y su estomago empezó a aumentar de tamaño rápidamente – que te parece? – le pregunto dejándola caer al suelo
- que es lo que me has he..cho? – pregunto sobando su cuello con sus manos
- tan solo hice que en tu cuerpo transcurrieran 4 meses, así fue como logre que las graves heridas de este cuerpo sanaran; pero debo admitir que es mas fácil utilizarla en cuerpos que no tienen poder espiritual -
- entonces utilizaste esta misma técnica en el último enfrentamiento que tuvimos -
- eres muy astuta, mi verdadero objetivo era que envejecieras pero quien iba a pensar que estabas esperando un hijo de ese hibrido; eso arruino completamente mis planes! Ya que el hacer que dos cuerpos envejezcan me toma mas tiempo y consume mas poder! -
- este bebe es de inuyasha… - susurro poniendo sus manos sobre su vientre – pero eso no explica como has podido lograr que el cuerpo de houjo atravesara el pozo si yo tengo la perla de shikon -
- esa también fue una gran sorpresa para mi; cuando me apodere de este humano algo desde su interior empezó a retumbar, era su deseo de regresar a la época antigua… porque el es la reencarnación del guerrero yurosemi… -
- el guerrero yurosemi? -
- yurosemi fue un monstruo poderoso que manejaba perfectamente la cuchilla; desde que vi la resistencia de este sujeto supe que tenía algo especial, una fuerza sobre natural -
- eres un cobarde! Solo estas utilizando a houjo! – le grito intentando utilizar sus flechas sagradas
- este templo esta rodeado con un conjuro que no te permitirá utilizar tus poderes de sacerdotisa, eres mía kagome y ahora ni tu querido inuyasha podrá salvarte – sonrió acercándose a ella para tocarla pero instantáneamente se detuvo – ka..gome… hu..ye - murmuro arrodillándose y dejando ver en su rostro esa gran bondad que le pertenecía a su amigo
- houjo! Has logrado liberarte de la posesión! – se alegro acercándose al chico
- no se..ra por mu…cho tiem.po, asi que ve..te –
- NO! No puedo irme sin ti! No te puedo volver a dejar en manos de ese canalla, salgamos de aquí para que pueda purificarte -
- kago..me yo esta..re bien, pe..ro el te quie..re a ti… ve..te por fa.vor -
- te prometo que encontrare la forma de rescatarte! – le aseguro dejando un pequeño beso en la frente del joven
- con..fio en ti kago..me -
La miko salio del templo dejando atrás a su amigo en aquella habitación vieja, luchando contra el espíritu del hechicero que quería llevársela; una parte de ella se sentía feliz por saber que las heridas mortales del cuerpo de houjo habían desaparecido pero ahora yotomi era el que tenia posesionado su cuerpo y eso le causaba un gran enfado… tenia que recuperar el cuerpo de su amigo, encontrar la forma de evitar los conjuros del hechicero y aclararle a inuyasha que el bebe que ahora llevaba en su vientre era de ambos; era el fruto del amor que se tenían el uno por el otro…
La nieve y el cansancio la hicieron detenerse bajo las ramas de un árbol, los blancos cristales seguían cayendo lentamente y a causa de ellos no solo sus pies se habían entumido sino que también partes de su kimono se encontraban mojadas
- huele a humano… hoy es mi día de suerte, podré comerme a un humano – la joven se giro para ver las filosas garras de un youkai que se acercaban a gran velocidad
- viento cortante! – las ráfagas de energía despedazaron al monstruo sin darle la oportunidad de defenderse – kagome! Te encuentras bien? – le pregunto mientras guardaba su espada y se acercaba a la mujer que se encontraba sentada sobre sus piernas
- inuyasha necesitaba verte! - Le dijo la sacerdotisa al abrazarlo y sentirse aliviada
- kagome, que… que es esto?- mencionó separándose de la chica para poder poner una de sus manos sobre el estomago de ella - es mi cachorro… - susurro sintiendo los suaves golpecitos que transmitía – ese maldito volvió a utilizar su técnica en tu cuerpo! – concluyo enojado
- entonces sabes el efecto del ataque ko-ru-yo-to? -
- Rin lo descubrió y me lo explico antes de que viniera a buscarte… perdóname por haber pensado por un momento que habías estado con otro hombre, fui un estupido! - se reclamos a si mismo bajando su cabeza
- tranquilo… hubieron muchos motivos para convencer a cualquiera, ni yo misma sabia que era lo que estaba sucediendo – murmuró tomando el rostro del joven mitad bestia con sus dos manos – y a pesar de todo tu me seguías amando -
- eso nunca lo dudes pequeña… - los brazos fornidos del joven rodearon el cuerpo de su hembra, uniendo sus labios dulcemente; olvidando por unos instantes la situación en la que se encontraban – regresemos al palacio -
- no podemos! Tenemos que ayudar a houjo! – le pidió mientras se ponían de pie
- houjo? Pero el esta en tu época -
- yotomi se apodero de su cuerpo y utilizo el ko-ru-yo-to para que las heridas sanasen en unos segundos, gracias a el pude escapar… -
- pero no te puedo arriesgar, ni a ti ni al cachorro! -
- necesitaras de mi ayuda, te prometo que nada malo le pasar a nuestro bebe -
- no tienen porque seguir discutiendo eso, kagome tu eres mía – mencionó el encapuchado que los había encontrado
- eso nunca sucederá! Ni en tus sueños! – le aclaro desenfundando la poderosa espada que le había heredado su padre, colmillo de acero – prepárate para luchar!
- esta será la batalla final! – aclaro el hechicero sacando la afilada cuchilla de su espalda
- ten cuidado inuyasha! Mis flechas espirituales fueron rechazadas con esa cuchilla; además houjo es la reencarnación del guerreo yurosemi, el cual tenia una gran habilidad para manejar la cuchilla – le dijo la joven de ojos castaños
- gracias por decírmelo kagome, entonces no será nada fácil ganarte -
El muchacho con orejas de perro se lanzo contra el chico de cabello café, haciendo chocar el filo de sus armas; las ráfagas de viento que se formaban a sus alrededores cortaban los gruesos troncos de los árboles y removían la nieve del suelo, los dos luchaban al mismo ritmo sin poder dar un golpe certero
- te destruiré yotomi! -
- entonces piensas cortar el cuerpo de este humano? – el hanyou apretó el mango de su espada y miro de reojo a su protegida que los observaba preocupada
- ja eso es lo que crees; pero el regresara con nosotros a la época actual y tu serás eliminado! -
- te ves muy seguro de lo que dices, aunque si no quieres morir tendrá que defenderte! – le advirtió atacándolo nuevamente
Los movimientos del hechicero se hacían cada vez mas rápidos y el joven de ji verde solo respondía defendiéndose, sin embargó su cuerpo y sus ropas se rasgaron en un contra ataque veloz con la cuchilla
- inuyasha! – lo llamo la mujer convirtiendo su poder espiritual en una flecha destellante
- tu no intervengas sacerdotisa! – le ordeno al instante en que una esfera negra salía expulsada de su palma hacia ella mientras aumentaba de tamaño, hasta absorber a la chica dentro de ella
- mi poder espiritual… no puedo usarlo – se dijo a si misma al ver como su arma desaparecía por completo
- kagome! – Grito el muchacho avanzando hacia la esfera transparente – retrocede kagome! Garras de fuego! – el intento por rescatar a la miko fue en vano ya que sus mismas energías regresaron contra el – rayos… -
- inuyasha! – repetía mientras golpeaba con sus manos el campo que la rodeaba, que iba a suceder ahora? Ya no podía ayudar a su amado hanyou… haciéndola sentir impotente
- jajaja nunca podrás rescatarla hasta que yo muera, eso quiere decir que tendrás que luchar verdaderamente! Pelearemos hasta que uno de los dos pierda la vida a menos que quieras huir y dejarme a la mujer? – sonrió esperando su respuesta
Continuara…
