IV
Miro atrás y veo como Camus sigue "escuchando" a Dita que alza y retuerce sus manos constantemente. Divertido, imagino el posible rostro de acuario que su larga cabellera cobalto ultramar me impide apreciar. ¿Estará escuchando con atención o le estará dando el avión¿Estará sonriendo o sumamente harto?
El ambiente es tranquilo, una suave música se escucha y concluyo que mi imaginación fue la culpable de sentir tantas miradas sobre mí. Me alegro de haber venido y me doy cuenta de que talvez he exagerado mis temores por un ego demasiado grande que oso confundir con orgullo.
La verdad, comprendo, es que a nadie le importa lo que unos hagan o dejen de hacer. Además, asumo que no muchos supieron de mi relación, si tengo que nombrarla así, con Aioria. Total, sólo hablamos y salimos algunas veces. ¿Los amigos no hacen cosas similares?
No. Me corrijo amargamente, recordando que no; los amigos no te miran constantemente con un brillo especial, que ahora sospecho era fabricado pero que de todas formas en su momento fue diferente. No, los amigos no te regalan cosas sin un motivo real. No, los amigos no te buscan constantemente sólo para estar contigo y oír tu voz. No, los amigos no se atreven a tomar tus manos, mientras pronuncian palabras ridículas de amor que suenan tiernas al oído crédulo. No, los amigos no te abandonan de un día para otro por descubrir sentimientos hacia otro hombre que no eres tú.
La tentación de ir con acuario es grande, pero no deseo verme desesperado frente a él. Shaka y Mu hablan abrazados, de espaldas a mí en un sillón. Un paso en su dirección y que feliz me siento de tener a Camus tan cerca. Dos pasos y pienso risueñamente en temas de los que podría hablarle mas tarde. Tres pasos y agradezco no haberme topado con Aioria, ni verlo cerca. Cuatro pasos y pido a Athena que por favor Kanon no aparezca. Cinco pasos, y noto que mis amigos hablan con alguien que no alcanzo a ver. Seis pasos y me pregunto donde estará Shura. Siete pasos y... ya mi pies no avanzan.
El ver esos ojos verdes que tanto creí conocer, me agita, y me hace olvidar todo lo que planeé. Los segundos se vuelven trágicos y me quedo pasmado cual estatua por instantes que ahora no sé si en realidad fueron minutos.
El dolor y el temor envuelven mi rostro en una máscara difícil de leer, pero que denota sorpresa al por mayor. Estaba tan seguro de saber como manejar la situación, tan seguro de no tenerte cerca tan pronto, y tan seguro, me amargo de tan sólo pensarlo nuevamente y de tener que admitirlo, de que no me abrirías las heridas nuevamente.
Sin que yo sepa realmente porque, el sólo verlo sentado junto a MIS amigos provoca que mis ojos intenten traicionarme con gotas escurridizas.
No es posible el describir con palabras lo que siento o por qué estoy luchando por no llorar al reconocer los cabellos claros, los ojos verdes, la media sonrisa y la nariz recta. El único motivo aparente de mi "inexplicable" conducta es su presencia. Y me odio porque una nimiedad como él tenga tal efecto en mí.
Puedo sentir que un nudo se apodera de mi garganta y me impide avanzar o retroceder; pues de alguna extraña forma se ha conectado a mis pies, que en la incertidumbre del arrebato de emociones que asaltan mi alma y la tiñen de múltiples colores todos oscuros, se encuentran fijos al suelo como si el peso que soportaran fuera demasiado, causando así una reacción lenta.
El sonido de la música ahoga mis oídos y no escucho nada más. Sigo inmóvil hasta que reacciono y termino de sentir. Estoy pasmado, sin saber que hacer y sin saber si mis ojos irradian odio o temor, frente a todos por tener a Aioria cerca.
Mis pies por fin, obedecen al primer impulso: huir. No se si me vio, no se si todos me miran, no se si podré contener las lágrimas que puedo ver venir y no se si estoy dando un espectáculo patético.
¿Por qué decidí venir? Para salvar lo que me quedaba de orgullo... Y ahora... está más perdido y mancillado que nunca.
Estoy ya casi en las escaleras cuando oigo risas. Mis puños se cierran furiosos y pese a la lástima que se que puedo inspirar si me ven de nuevo en este estado, me doy la vuelta totalmente humillado dispuesto a fulminar a quien se haya atrevido a reírse de mí con mi mirada y con mis golpes.
Sorprendido, me doy cuenta al girarme que todas las caras están puestas en la escena que está frente a mí. Y los protagonistas son nada mas y nada menos que Afrodita y Death Mask, no yo.
Esto es más que cómico. Pero que crueles suenan mis palabras. Es... "especial"... aunque, para ser sinceros, la rosa roja que Death Mask porta entre sus labios resulta ser muy... ¿Ridícula?
¡NO! Eso no es lo más... ¿Ridículo? No puedo creer lo que estoy viendo. Death Mask, se está hincando. Tiene una rodilla apoyada completamente en el suelo y...
- Afrodita... ¿Quieres ser mi novio?
Los aplausos acompañados de risas y gritos no tardan en llegar. Y justamente cuando creo que esto ha sido demasiado, y que ya no veré nada en mi vida que se le iguale, veo como Afrodita con lágrimas corriendo libremente por sus mejillas se agacha para ponerse a la altura de Death Mask. Me veo a mí mismo aplaudiendo y sonriendo, totalmente incrédulo por lo que estoy escuchando.
El silencio llena la sala de Virgo, y todos miramos expectantes y curiosos a piscis. Shaka y Mu tienen sus palmas listas para comenzar a aplaudir. Aioria... ni siquiera se ha puesto de pie, tiene una mirada triste y miserable en su cara de idiota. Me pregunto porque... La verdad me tiene sin cuidado... Aunque no puedo evitar esperar que se sienta muy mal...
Aldebarán es el más cercano a los dos protagonistas, sus ojos están abiertos como platos, su boca está totalmente abierta y sus manos están unidas en lo que parece ser un rezo. Camus por su parte sigue sentado en la silla pero por primera vez desde que lo conozco su rostro parece querer gritar alguna sensación. Sus ojos tienen un brillo risueño y sus manos ocultan sus labios que adivino están sonriendo.
- Sí. - es la... ¿simple contestación?
Todos los presentes volvemos a gritar y a aplaudir, pero el silencio regresa expectante porque estamos siendo testigos de algo ahora sí, nunca jamás visto...
Afrodita, que está hincado como Death Mask se inclina, suponemos todos, para besar a su ahora novio, roza los labios de cáncer y para la conmoción colectiva que vuelve a comenzar, delicadamente le quita la rosa roja que este porta en sus labios.
¿Se puede llegar a ser tan cursi? Estoy sonriendo sumamente impresionado. ¿Quién lo diría? Death Mask aceptando públicamente y además formalizando la relación que tiene con Afrodita. Y... no sólo eso... también acepta hacer el ridículo por quedar bien con piscis. Eso de la rosa fue sumamente... ¿Tierno, absurdo, ridículo, cursi, meloso? Tan fuera de lugar...
A continuación, Death Mask le sonríe y acaricia las gotas que caen suavemente en las mejillas de su pez. Afrodita vuelve a sonreír, toma la mano de su novio y ambos se comienzan a levantar lentamente, con sus miradas fijas en ellos mismos. Me parece que ambos son ajenos a lo que está pasando a su alrededor, a los aplausos, a los vítores y los gritos. Se ven tan felices y tan tiernos...
Nunca había visto el brillo que aparece en los ojos de cáncer cuando mira a piscis. Y nunca había visto a Afrodita tan calmado, tan sereno. Y es que aún cuando pequeñas lágrimas salen de sus ojos, se ve que por fin ha alcanzado lo que más ha querido en su vida.
Aldebarán les lanza arroz encima, como si fueran dos novios que acaban de salir del altar. ¿De dónde sacó el plato con arroz? Lo olvidé, Tauro es el mejor amigo de cáncer así que probablemente estaba ya enterado de lo que Death Mask planeaba hacer.
El encanto se rompe cuando recuerdo cual es mi situación. Estoy parado en la salida de Virgo y no tengo idea de que hacer. Ya me encuentro mejor, la "declaración" de los novios me ha hecho reír y se me ha pasado la impresión de ver a Aioria. Pero, si lo vuelvo a ver, si lo vuelvo a tener cerca... ¿Me derrumbaré de nuevo? He tenido suerte de que todos estuvieran distraídos con el "espectáculo" de los novios, y es mucho menos que probable que la vuelva a tener. ¿Y si vuelve a suceder, pero sin que yo logre contener las ganas de llorar o de golpear a leo? No puedo permitirlo...
Una buena idea es seguir con lo que la declaración había interrumpido: mi huida. Es tarde, y nadie parece estarme poniendo atención. Podría salir, irme a mi templo y dormir tranquilo, sin ningún problema. Si Mu llegase a reclamarme yo le diría que en verdad acudí a la reunión pero que me aburrí y decidí irme...
Pero no doy ni dos pasos hacia Libra cuando me detengo temeroso. Oigo las voces de los gemelos y de Shura. Definitivamente, ELLOS (los gemelos) no me pueden ver así. Supondrán correctamente la razón por la que salgo de Virgo. Me preguntarán que es lo que me ocurre, porque me estoy largando, que me debiera quedar para que terminen mencionando a Aioria, lo mucho que lo sienten, que puedo encontrar a alguien mejor... Y justamente ahora menos que nunca deseo escuchar preguntas que no quiero responder, ni lástima que no deseo inspirar.
Definitivamente huir de aquí es la respuesta. Mañana los afrontaré, y mañana le demostraré a Aioria que es un gusano y nada más, pero no hoy, no ahora cuando me encuentro tan vulnerable. Además, me es sabido por experiencia que cuando estás luchando por no llorar lo peor que te puede pasar es que alguien llegué a preguntarte como estás... Eso sólo desencadena el llanto reprimido...
Ya estoy listo para salir de aquí, cuando el instinto me hace girar mi cabeza hacia atrás. Camus está solo y sigue sentado, se ve muy aburrido. Mi mirada ahora mira al frente y alcanzó a distinguir la cabellera azul de Kanon que viene subiendo por las escaleras. ¡Eres cruel destino!
Si me voy, Kanon se le acercará a Camus, quien no tendrá de otra porque se encuentra sin compañía. Le hablará, lo hará reír y...
¡Maldita encrucijada!
Me voy o me quedo. Kanon está subiendo las escaleras. Me voy o me quedo. Camus sigue solo. Me voy o me quedo. Se que sin mí ahí el gemelo se le lanzará. Me voy o me quedo. Pero no quiero ver a Aioria hoy. Me voy o me quedo. Mu me reclamará si me largo. Me voy o me quedo. ¿Y sí tengo que hablar con Aioria aunque no quiera? Me voy o me quedo. Podría irme a dormir. Me voy o me quedo.
¡Al diablo! Y entro echo una furia a Virgo nuevamente.
Las cosas siguen mas o menos igual adentro. La única diferencia es que los novios están sentados junto a Shaka y Mu que a leguas se ve que los están felicitando. Camus sigue solo, sentado en la misma mesa con cara de querer marcharse cuanto antes. Suspiro, tomo fuerzas y me dirijo hacia él.
Estoy que tiemblo porque no se ni siquiera que le voy a decir o de que le voy a hablar. Pero las voces de los que suben por las escaleras se escuchan cada vez más, y me impulsan a darme prisa.
- Hola - digo un tanto nervioso.
- Milo... Hola. - me dice mientras deja de apoyar su rostro en una de sus palmas, que evidenciaba claramente su aburrimiento.
- ¿Qué haces? - le pregunto mientras tomo asiento en la silla que está junto a él.
- Pues... nada... - y bosteza.
- Te ves aburrido... - ¿Por qué pregunto lo obvio¿Por qué no me pueden fluir las palabras? Dios, que idiota soy.
- Lo estoy... - dice distraídamente.
- ¿Viste a Afrodita y a Death Mask? - ¡SI! Eso le dio risa antes, lo puede volver a hacer.
Y o si, las risas que espero se escuchan. - Sí, los vi. No debería resultarme gracioso pero...
- Pero un hombre al cual se le conoce por su agresividad, declarándole su amor a un hombre que parece mujer con una rosa en la boca mientras pronuncia las palabras añadiéndole el arroz y las lágrimas... ¿Cómo no podríamos evitar reír?
Me sonríe. - Pues si, tienes razón. Aunque fue tierno...
- Sí, tierno... Pero no deja de parecer ridículo... – digo cínicamente.
- Supongo que no. ¿Estás de acuerdo tú con todo esto? - me mira seriamente.
- ¿A qué te refieres?
- A que sean novios...
Lo miro algo extrañado. - Pues los dos son amigos, se que ninguno fuma, que ninguno bebe, y pues que pese a todo son tal para cual... No veo porque no debería estarlo...
Se pasa una mano por su fleco. - No me refería a eso...
- ¿Entonces? - pregunto sabiendo claramente hacia donde va la cosa.
- A que pues... - me mira indeciso – ... a que los dos sean hombres...
- ¿Te molesta a ti? - le preguntó muy sorprendido. Nunca creí que acuario pudiera ser homo fóbico. Y eso... afecta mis posibilidades. Rogando que su respuesta sea un no contundente, espero.
- Pues... la verdad nunca me lo había planteado. Digo, nunca creí ver algo así. - mi corazón se agita violentamente - Y creí que talvez me molestaría pero... no lo hace. Se ven tan felices que no puedo evitar desearles lo mejor.
- Se a lo que te refieres.
- ¿De verdad?
- Sí. Los ves tan bien, tan felices, tan sonrientes, que no puedes imaginarlos de otra forma. Y si ellos se sienten bien juntos y pues... creen amarse... ¿Qué importa lo que digan los demás?
Me sonríes abiertamente, como nunca antes lo habías hecho. - No lo pude haber dicho mejor. Pero... ¿Crees que sea difícil?
- Pues aquí en el santuario no. Todos somos amigos y a todos nos viene valiendo lo que hagamos o cómo lo hagamos, con tal de que estemos bien. Pero halla afuera, supongo que sí. Aceptar que te gustan los hombres debe ser muy difícil...
- Tienes razón, pero no me refería a eso. Me refería a tener una relación...
Bien, perfecto, lo que me faltaba: sonrojarme. - Ahh pues le preguntas al menos indicado. – sonrío - Yo no te podría contestar eso, pero me imagino que sí lo es, pero si quieres mucho a la persona debe valer la pena.
- ¿No lo sabes? - me preguntas sorprendido.
- Pues no... ¿Por qué?
- ¿De verdad?
- Sí, ya te lo dije. – digo algo irritado. Confesar que nunca has tenido novia o novio a tus veinte años, te pesa un poco.
- No me lo esperaba...
- ¿Y tú? - digo, con voz "tranquila" donde espero no se noten mi molestia ni mis celos.
- No, soy demasiado torpe o frío. Una de dos. - y comienza a reír nuevamente.
- Talvez las dos. - y ahora somos los dos quienes reímos.
Volteo atrás y veo como Saga, Kanon y Shura llevan ya rato en la sala junto a los demás. Para mi rabia, Aioria está mirando con ojos de perro hambriento a Saga que se ha sentado junto a él y no le presta el menor caso, aunque puedo ver que se encuentra en pose irresistible para mantener la atención del gato.
Kanon había estado mirando hacia acá, y cuando mis ojos se encuentran con los suyos me sonríe y me saluda con un gesto de su mano. Y comprendo porque no puedo odiarlo. Por más que haga, Kanon fue mi amigo y de alguna forma lo es. Aún después de su traición, de su odio, de mi castigo y de mis agujas, le tengo cariño. No le puedo guardar resentimiento, no debo hacerlo y menos por un hombre. Yo mejor que nadie se cómo es Kanon, se que le gusta jugar y no se da cuenta de que lo que provoca.
"Pero tú le pediste un favor..." No, no voy a escuchar la voz de mi cabeza. Voy a terminar pareciéndome a Saga.
- Tengo sed. ¿Quieres que te traiga algo? - le pregunto a Camus mientras me pongo de pie.
- No, gracias. Bueno... ¿Me podrías traer un refresco por favor?
- Claro. ¿Con hielo? - pregunto algo sarcástico.
- ¡Por supuesto! - me dice divertido.
En el camino me encuentro con Shura y me demoro mientras los dos nos burlamos de los novios. El español no fue testigo, así que me saca todo lo que presencié. Tomo dos vasos y les sirvo refresco.
- ¿Dos vasos? - me pregunta pícaramente.
- Sí, para Camus y para mí. - y le muestro mi más grande sonrisa.
- Ohhh pues más vale que te apures...
- ¿Por qué?
- Porque Kanon está con él...
- ¡Rayos!
Y sí, Kanon y Saga se han sentado con acuario. Antes de maldecir, agradezco que Aioria no haya seguido a Saga porque de haberlo sucedido no se si me hubiera acercado nuevamente a la mesa. No se si mi expresión es amable o si es grosera, y muy poco me importa. A Saga no lo quiero ni ver, me lastima. Y a Kanon, después de todo...
Pero antes de que pueda llegar a interrumpir la escena, Aldebarán se cruza en mi camino para conversar...
- Es tan triste Milo...
Estoy dispuesto a quitarlo y moverlo, pero al ver su semblante no puedo hacerlo. Se ve tan deprimido y... ,su aliento lo delata, algo borracho.
- ¿Qué Aldebarán? - le pregunto sin mirarlo, pues mis ojos están muy ocupados al ver como los tres integrantes de la mesa se ponen de pie.
- Estar solo...
- Te entiendo...
- ¿Qué va a ser de mí? Mi mejor amigo tiene novio... Y ahora se juntan con parejas... - me dice señalando a Afrodita y a Death Mask, que se encuentran hablando con Mu y Shaka.
- Pues...
- ¿Dónde quedaré yo? - y para mi total desconcierto se echa a llorar. Es definitivo... en estas reuniones NADIE se salva de hacer espectáculos.
- Aldebarán estás borracho... Deja de llorar...
- Que esté borracho no quita que esté solo... Ahora lo veo más claramente...
- Sí, la cerveza te ayuda a ver ¿no? - digo sarcásticamente.
- Sí. Tu si comprendes Milo... - definitivamente Aldebarán está completamente ebrio. - Tú si eres mi amigo. - y me abraza. No puedo evitar preguntarme cuántos kilos pesa mi "amigo" cuando deja caer su peso en mí. Casi me hace caer al suelo, pero alcanzo a depositarlo "delicadamente" en el suelo.
Miro atrás y veo horrorizado como Kanon, Saga y MI Camus salen por la puerta, no sin antes acuario voltear hacia mí y hacerme una seña de que no tarda en regresar con sus dedos. Bueno, por lo menos tuvo la intención de avisarme a MI y asegurarme que va a regresar POR MÍ. O bueno eso es lo que prefiero pensar o decir que pienso, mientras imagino como se vio Kanon al ser perforado por mis agujas.
Bueno, por lo menos va con Saga, ja espero que ambos se peleen por la atención de acuario y terminen aburriéndolo. Pero, oh no, veo mientras le quito a Aldebarán el plato de arroz que sigue cargando, que Aioria, maldito sea, intercepta a Saga y se lo lleva a un rincón. Ni Kanon ni Camus se han dado cuenta de que caminan sin el otro gemelo.
¿Se puede llegar a sentir tanta rabia por dos situaciones a la vez? Ni siquiera podía guardarme cinco días de luto el estúpido gato. Se que seguramente le confesara su amor a Saga, y ruego porque este lo desprecie. Es lo más lógico... pero... ¿Y sí a Saga también le gusta Aioria? No quiero verlos feliz y de manita sudada, mientras yo estoy aquí amargándome por algo que ni siquiera quise...
Y Camus con Kanon... solos... Algo tengo que hacer. ¿Seguirlos e interrumpirlos con el vaso de refresco que Camus me pidió será estúpido? Pues en parte sí... pero todo con tal de que no estén juntos y todo con tal de no ver a Saga y a Aioria juntos. Además, soy inteligente... puedo pensar en algo mientras llego con el refresco...
No tengo nada más que decir o hacer, así que salgo al exterior y veo la luna llena en todo su esplendor. Estúpida luna, sales cuando no me conviene...
Y diviso las siluetas de Kanon y Camus en las escaleras. Están sentados y demasiado cerca para mi gusto. Justo cuando voy a interrumpir, veo como Kanon acerca peligrosamente su rostro a Camus, quien cierra los ojos... No puedo creerlo...
¿CONTINUARA?
hola a todas n.n
Espero que les haya gustado este capítulo y les agradezco a todas las personitas que me dejaron reviews! La verdad es que me animaron mucho! Y las aprecio mucho por ello... Me dijeron por ahí que me podían sancionar o censurar si contestaba directamente a los posts así que por ello me limito a agradecerles. Besos a todas :)
