V

La luna se asoma para contemplar a los enamorados que se encuentran sentados escaleras abajo. El brillo de las estrellas disminuye como si no quisiera molestarlos y yo... yo sólo deseo encontrar una piedra que patear... Algo que golpeé el rostro de Kanon e interrumpa "accidentalmente" aquello que mi corazón no quiere ver. Pero como siempre, mi mala estrella me acompaña a todos lados. No hay piedras y no hay ruido que pueda interrumpir el espanto de escena que se me está presentando.

Los gritos de mi garganta resuenan ahogados en mi mente, los puedo oír pero nadie más los puede escuchar. Los rostros de géminis y acuario se acercan y yo estoy de pie en la entrada o salida de virgo, ya no recuerdo. Quiero huir, y quiero correr y estoy a punto de hacerlo pero me doy cuenta de que no tengo donde esconderme, ni en donde hallar consuelo. Si me voy estaré solo, y es lo mejor, pero no quiero estarlo, no mientras Aioria es feliz con Saga, y no mientras imagino como Kanon le romperá el corazón a Camus.

Los segundos pasan y me siento tan miserable. A mis espaldas, imagino la escena de Saga y Aioria. Me da rabia el imaginarlos juntos, me da coraje que lleguen a ser felices y me entristece pensar que yo no lo seré ya nunca. Frente a mí, el único amor que me ha durado desde que tengo memoria está a punto de ser besado por un buen amigo, pero que no deja de ser un rufián a mis ojos. ¿Por qué Kanon y no yo¿Por qué Saga y no yo?

Comienzo a creer que algo está muy mal conmigo. ¿Será mi aspecto¿Será mi carácter? Me siento derrotado dos veces y por la misma persona. Es lo que más me afecta. Dos veces, el mismo rostro con diferentes almas pero de iguales tretas me ha ganado.

Me temo que me tendré que limitar a existir... Cuando sucedió lo de Aioria, me tuve que aferrar al gran amor que siento por Camus para soportar la humillación. Y ahora que este bese a Kanon... ¿Cómo soportaré el no ser querido, de nuevo¿A quién me aferraré?

No hay nadie más que sea digno de mi amor, y nunca ha habido nadie que me haga sentir los escalofríos, la calidez, la emoción, el nerviosismo, la curiosidad, la dependencia, y las sonrisas que Camus me provoca. No hay nadie como él, y por ello ya no hay nadie para mí...

En medio de dos mundos de amor, me encuentro solo como un ermitaño. En la encrucijada de tener que escoger el camino que es menos doloroso de caminar. Aquel que me presenta la felicidad de un ser que desprecio, o aquel que me grita que mi único amor está siendo enamorado por alguien que no soy yo. ¿Cuál debo escoger¿Cuál no me hará llorar?

Y justo cuando estoy al borde del colapso, cuando mis ojos me dicen que ya no pueden seguir mirando, y mi corazón amenaza con ya jamás latir, ocurre lo que nunca creí que podía llegar a ocurrir. He revivido...

Ese que aleja sus labios, que pasa las manos por sus cabellos en señal de frustración, y que ahora mira al frente haciendo caso omiso al que abre los ojos en completa sorpresa es MI niño zafiros.

¿Será que veo la realidad que siempre soñé o acaso mis ojos se han compadecido de mí y me muestran lo que quiero ver? Espero que sí... ¿Será que Camus como yo siempre pensé no es como todos, y le desagradan los tipos como Kanon? Ruego que sí... ¿Será que todavía me es posible guardar la esperanza de ser amado por el único hombre que quiero que me ame? Vivo por que sí...

Kanon está quieto, mirando el perfil de acuario con una expresión que la distancia no me da el placer de distinguir. Pero bien puedo adivinar, y mi imaginación me muestra una mueca de incredulidad y sorpresa. ¿Qué se siente ser rechazado Kanon? No puedo evitar sonreír maliciosamente.

- ¿Por qué hiciste eso? - pregunta acuario en una voz sumamente calmada, y yo me escondo en los arbustos para mi infortuna algo pequeños y con espinas. Pero no pienso perderme un minuto de esto, Athena sabe que he estado soñando y esperando por escucharlo desde hace tanto...

Me parece que la mirada tan fría y dura de Camus intimida a Kanon, que nunca vio venir esto. – No-no te entiendo...

- No es la primera vez que lo intentas... - los zafiros lo fulminan de una manera que me hubiera hecho correr.

¡MALDITO INFELIZ¿NO ES LA PRIMERA VEZ QUE LO INTENTAS? Pagarás Kanon, de alguna forma te haré pagar. Lo juro. Espero verte sufrir y mucho. No te la vas a acabar. Por traicionarme, y por faltarle al respeto a él que lo es todo para mí por segunda vez.

- No-no se de que me hablas...

- Y ahora encima finges... ¿Crees que me engañas¿Crees que soy estúpido? Pues te has equivocado Kanon... Seré todo lo que tu quieras pero no tengo ni un pelo de idiota. - el gemelo malvado se va haciendo cada vez más pequeño pues la voz tranquila de acuario se ha perdido. Ahora se le escucha enojado y furioso. Tal parece que el niño zafiros no soporta que le mientan...

- Yo creí que...

- Pues te equivocaste. Por segunda vez te equivocaste... – ahora Camus mira el cielo, como si estuviera tratando de aplacar el impulso de seguir hablando. Pero para mi satisfacción, sigue hablando. - La primera vez no te dije nada, sólo me aparté. Creí que había sido un incidente y nada más... que talvez yo había tenido la culpa; pero ahora lo vuelves a intentar y me doy cuenta de que no soy yo... ¡Eres tú!

- No exageres Camus. ¡Sólo quería besarte...! - dice Kanon con voz despreocupada.

Si con la pasada mirada de Camus yo me hubiera echado a correr, con la que le dedicó en esos momentos al gemelo yo me hubiera muerto. Lo estaba perforando, lo estaba odiando con sus orbes. Es tan duro, tan inflexible, tan correcto, tan... Camus...

- Exactamente. - lo vuelve a mirar directamente a los ojos - ¿Crees que soy un fácil, que va por ahí nada más para liarse con tipas y tipos? No me conoces Kanon... nada. Yo no me ando besando con cualquiera, ni con nadie que no conozco..

- Pero yo te conozco perfectamente y tú a mí...

¡Y TODAVÍA INSISTES MALDITO CUALQUIERA! No sabes cuantas ganas tengo de golpear tu maldito rostro, de arrastrarte por la larga cabellera que tienes y de azotarte contra todas las escaleras de aries a piscis y de piscis a aries...

Detengo mis pensamientos de furia cuando oigo un sonido que no me cuadra... que en estos momentos no creí escuchar. ¿Risas? No puede ser. ¿Camus está riendo a carcajada suelta? No entiendo...

- ¿De qué te ríes? - ahora parece que el que ya se enfadó es Kanon.

Camus respira hondo para ahogar sus risas. - Siempre logras hacerme reír Kanon... Mira... - acuario hace una pausa, tratando de elegir las palabras adecuadas. - me caes muy bien, sabes que sí, pero yo no te conozco y tú no me conoces... Si creías hacerlo estás equivocado. - su expresión vuelve a la normalidad, fría, pero no tanto - Lamento que las cosas hayan salido así, y espero que no te lo tomes a mal, pero no me interesas.

El señor de los hielos ha hablado. Aún cuando era todo lo que yo quería oírlo pronunciar para Kanon, no puedo reprimir un escalofrío. Su frialdad es algo que siempre he admirado pero descartó el avance de Kanon de una manera tan... segura y tan dura que no puedo evitar sentir algo de pena por el gemelo...

- Camus, yo sólo quería besarte. - de acuerdo, mi pena por Kanon se ha esfumado tan rápido como llegó - La verdad es que no creí que te lo fueras a tomar tan mal. Créeme esa no era mi intención. Digo, nadie me... me había rechazado así... No creí que... que te fueras a molestar tanto. Discúlpame... Yo sólo vi el cielo, la luna, las estrellas, y pues estábamos solos y... bueno... sentí el impulso de hacerlo. Estoy muy mal acostumbrado. - le dedicó una de sus malditas y sinvergüenzas sonrisas. - Ahora sé que no me consideras tu amigo... lo cual me da mucha pena... pero, bueno, te vuelvo a pedir disculpas y pues... espero que no estés enojado conmigo...

Kanon le ofreció su sucia y asquerosa mano a Camus, que no dudo en tomarla. Pero a mi favor y satisfacción les diré que no le sonrió al gemelo. - Por supuesto que no. Fue un mal entendido y sólo eso... - se quedaron en silencio, después de estrechar manos. - Sí me disculpas, deseo irme. Con tu permiso... - Y Camus partió, dejando a Kanon solo y confundido. Apuesto a que estás pensando en que te equivocaste.

Yo te lo diré Kanon. Te equivocaste en tratar y en ver a Camus como una de tus tantas presas. Él no es así y está muy lejos de serlo. No es como nadie que tú conozcas o que estés acostumbrado a tratar. Es especial y único. No lo comprendes y nunca lo harás porque estás hecho para querer por minutos y no para amar. Eres incapaz de hacerlo y por ello nunca lo verás en todo su esplendor. No lo verás nunca como yo lo veo...

Camus sube los escalones, mientras yo lucho por ocultar mi cosmos, cosa difícil ya que estoy muy contento y con muchas ganas de reír en cara de Kanon. Veo como la silueta del niño zafiros se detiene en la salida de Virgo. En el mismo lugar donde yo estuve parado esperando lo peor de Kanon y de él.

¿Por qué se detiene? Voltea atrás y nota como el géminis ya se ha largado. Vuelve a mirar hacia el templo de Virgo donde la música todavía suena y las risas todavía se oyen. Le miro algo confuso. Parece como si no supiera que hacer. Si yo fuera él, después de una noche tan movida me iría a mi templo... Me extraña que Camus siendo tan antisocial contemple la posibilidad de regresar a la reunión...

Da unos pasos hacia Virgo, pero se da la vuelta y baja unos escalones en dirección a Libra. Pero, curiosamente y recordándome a mí mismo, regresa a la entrada de Virgo dándose una palmada en la frente como si se hubiera acordado de algo que debía hacer.

Su silueta se pierde, y yo salgo de mi escondite. Me sacudo mis ropas, y me doy cuenta de que mis pies y mis manos tienen cortes pequeños que sangran, aunque nada profundos. Pero no importa, porque escuché lo que siempre quise escuchar y vi lo que siempre quise ver. Kanon siendo rechazado, y no sólo eso, siendo rechazado por MI niño...

Tengo dos opciones. Una es ir a buscar a Kanon, decirle que escuché todo lo que Camus le dijo, reírme en su cara, decirle que él nunca podría estar con alguien que vale tanto como acuario, y provocarle para después romperle la cara. Eso estaría bien, es más, debería hacer eso. Pero... ¿Qué pensará Camus cuando se entere? Sabrá que lo espié y talvez... mi corazón se estremece... talvez por fin comprenda mis sentimientos...

No puedo permitir que lo sepa, no ahora y no de esa forma. Siendo él como es, lo único que lograré es perder lo poco que tengo de él y... no puedo. Si debo perderlo, que sea confesándole yo mismo mis sentimientos, no así...

Además, este pedazo de información de primera mano me puede servir más adelante... El saber es poder, no el "querer"... Por otra parte, las disculpas de Kanon me sonaron sinceras. Y es que... ¿Quién no trataría de besar a Camus, en esta noche que luce tan perfecta? Ja, talvez yo, irónicamente, sería el que no me atrevería a hacerlo... por temor o nerviosismo...

No quiero tener conflictos con Kanon, no por ahora y no por esto. Quiero que nuestra relación sea cordial y pese a todo sigo manteniendo el principio de que una mujer o un hombre nunca debe meterse entre dos amigos. Y aunque ahora ya no nos llevemos como antes, por el aprecio que alguna vez le tuve y por la amistad que un día mantuvimos, es mi deseo dejar las cosas por la paz.

No se equivoquen. Kanon pagará, pero no será mi mano la que le provoque sufrimiento, o al menos no por ahora. Si me voy a pelear y a cortar definitivamente con él, es mi deseo que sea por algo muy grande y que de verdad no tenga perdón. No por una nimiedad que ni el mismo pudo completar.

Por ahora no le hablaré y lo evitaré. Creo que la indiferencia es el látigo que mejor castiga. Los insultos te permiten explotar, sentirte mejor y darle conocimiento a la otra persona de lo que te afecta. Soy tan orgulloso que no pienso darle ese lujo a Kanon. Además no quiero que comprenda totalmente cuales son mis sentimientos hacia Camus. Si bien alguna vez le pedí un favor que... ya prefiero no mencionarlo, porque me escocen las heridas y no precisamente las que las espinas abrieron. Si bien el debiera saberlo... y comprender... Camus tuvo razón cuando dijo que Kanon no lo conocía... y creo que conmigo es igual.

El gemelo tal parece que nunca me llegó a conocer del todo bien, talvez nunca le importó hacerlo y podría ser que por ello nunca comprendió ni supo seguir lo que tanto me costó llegar a pedirle...

Me resulta increíble esta sensación que siento en el pecho. Es tan reconfortante y tan indescriptible que no puedo expresarlo con palabras. Estoy sumamente feliz y ahora parece que nada puede apagar el fuego de esperanza que se ha vuelto a prender en mi corazón. Es cómico como este día empezó tan mal, después tan bien, después tan mal, después tan bien, después tan mal y termina, como siempre quise que terminara... tan bien.

Entro al templo de Virgo y lo primero que veo es a Saga hablando animadamente con Shaka y Mu. No veo por ningún lado a Aioria. No es difícil imaginar lo que ocurrió. Sonrío de tan sólo pensarlo. Tal parece que mi filosofía de "Al diablo con todos" ha rendido mejores frutos de los que pude llegar a imaginar. Kanon rechazado por Camus y Saga rechazando a Aioria. Y lo mejor de todo, ha sido que yo no he movido un dedo.

No me pueden culpar de nada, porque no he hecho nada. No ha sido mi mano la que ha causado tales desastres. ¿Me pregunto si tendré poderes psíquicos? Parece como si todo lo que he deseado en esta noche, se ha cumplido.

Pero mi sonrisa pronto se hace más grande cuando veo que Camus camina hacia mí. ¿Debería poner a prueba mis poderes psíquicos? Ustedes saben MUY bien lo que yo deseó... ¿Se cumplirá?

CONTINUARA...

Bueno, este fic ha sido un experimento desde el inicio... Quería encontrar mi género, y bueno, la verdad es que me ha dado mucho gusto escribir este fic...

Quería agradecer a Ale-Chan, a Shadir, a Amazona Verde, a AquariosnoKari, a Zellas XIX, y a Lian-Diana por los reviews que han dejado. La verdad es que me han animado bastante. Hay veces en las que el tiempo no te deja hacer mucho, y estás a punto de tirar la toalla para hacer otras cosas que seguro gustaran más, pero gracias a ustedes y a otras señoritas del otro foro, he decidido seguir.

Espero que el capítulo haya quedado bien, y pues... jejejeje todo el fic...

Un beso para todas ustedes

Aurora