VI
Estoy sonriendo estúpidamente, como es mi costumbre al verte aparecer pero esta vez es diferente... lo siento diferente.
Parte de mis temores siguen presentes al verte caminar hacia mí; pero el fantasma de mis experiencias pasadas está desapareciendo mientras los segundos pasan. Y es que sin que yo haya dado un solo paso para entrar en la "competencia" por tus atenciones... por tu querer... por tu amor... has quitado el obstáculo que más temía: Kanon.
Me he sentido como un don nadie, como poca cosa y aún ahora pienso que talvez lo soy, y por ello Aioria prefirió a Saga y por ello tu podrías haber preferido a Kanon. Mi mente estaba llegando a la trágica conclusión de que nunca podría tener lo que quisiera, si Saga y Kanon tuvieran sus ojos posados en lo mismo que yo.
Se que soy una mejor persona que ellos. Se que merezco más que mucha gente. Pero el problema es que los demás no lo ven y mucho menos lo saben. Es mi saber que pocas de las personas que conozco ven más allá de las apariencias o bien, les importa ver más allá. Mucha gente tiene suficiente con lo que sus ojos ven, nunca les llega a la cabeza la remota idea de que están equivocados... pues a fin de cuentas... Los ojos no mienten... ¿o sí?
Lamentablemente sí... lo sabré yo mejor que nadie.
Si a Aioria le hubiera importado más la verdadera esencia y no la apariencia física o bien, sus ojos hubieran visto más allá de lo que Saga trata de ser y en realidad no es...
Pero eso ya no importa porque he descubierto que Aioria es un infeliz aparte de ser idiota. Me reconforta el saber que nunca será feliz hasta que entienda que el amor no es una cosa de atenciones, actitudes o cosas en común...
El amar es... difícil de explicar, y mucho más cuando no estoy seguro de si lo que siento es en realidad amor u obsesión...
Talvez cuando tome a Camus de la mano, cuando sus cabellos se pierdan entre los míos y parezcan uno solo, cuando mire a sus bellos zafiros sin temor, cuando logre una sonrisa en sus labios con mi cercanía y mi sola presencia... talvez ése será el momento en el que pueda saber y responder qué es el amor...
Pero mis pensamientos son muchos, y no logro enmarcarlos todos porque el dueño de mi corazón está frente a mí y me está hablando...
- Milo... Te estaba buscando. - me dice distraídamente.
¿Cómo se siente estar en el cielo? Si pudieran ver dentro de mi alma, lo podrían saber...
- ¿A mí? - pregunto sorprendido, y es que aún cuando tu afirmación anterior me ha hecho temblar de la emoción y felicidad, no puedo evitar la sorpresa expresada, supongo, en mis facciones y mis palabras.
- Eeee sí... - maldición, ahora parece que el "torpe para hablar" soy yo. ¿Por qué pregunté si me buscabas a mí, cuando ya habías dicho que me estabas buscando?
- Claro y... ¿Para qué soy bueno Camus? - le preguntó con una sonrisa sincera y no tonta, o al menos eso espero.
- Me quería despedir. - mi cara se contrae en una mueca de desilusión - No me siento muy bien y bueno... - sí, definitivo el "torpe para hablar" eres tú, pero por eso te quiero... - Me voy a ir a mi templo y, te dije que regresaría...
Me miras diciéndome con tus ojos que has acabado y que aguardas una respuesta mía. Y yo no lo puedo creer. ¿Ya acabaste de hablar¿No te falta decir algo más? Bueno, vuelvo a recordar lo torpe que puedes llegar a ser, y te contesto.
- ¿No te sientes bien?
- Bueno... es que me duele algo la cabeza...
- ¿Demasiadas emociones vividas para un día? - pregunto, con la intención de ver una reacción de tu parte. Quiero ver, si tu cabeza recuerda a Kanon o si tus labios añoran el beso que no compartieron.
Pero eres el "maestro" de la frialdad, y la ausencia de emotividad, y lo único que puedo notar es que una de tus cejas partidas se alza. ¿Será esa tu señal de sorpresa o de desconcierto?
- Sí... - dices vagamente, y miras con una profundidad, que no puedo y sospecho que nunca podré descifrar, un simple punto en la pared que no soy yo. - Demasiadas emociones para una noche... - mis labios amenazan con preguntar por qué, fingiendo que no comprenden tus palabras, pero soy interrumpido por tu voz. - Ya sabes, con lo de Afrodita y Death Mask. Demasiada... "cursilería" para mí... - y sonríes...
Y yo no puedo evitar, mirar a todos lados y a todos los presentes con una expresión de felicidad que claramente dice "!Me sonríe a mí NUEVAMENTE, y no a ustedes pobre bola de diablos!". Y es que tu sonrisa es un logro, no mío propio... pero es un logro al que le voy a robar los derechos de autor.
Nos quedamos en silencio, tú sin saber que decir y yo sin saber si debo decirte que he visto lo que ha ocurrido con Kanon y que puedo ir a darle una paliza. Pero recuerdo la primera regla del "código del escorpión", que dice "No hagas, lo que otros quieren o pueden hacer...". Y yo supongo que tuviste ganas de golpearlo por su atrevimiento, o al menos yo lo veo así, pero por tu poderoso y famoso autocontrol no lo hiciste...
Y si yo lo hiciera, sería una deshonra para ti. Esa es tu "pelea", y no mía. Aunque quisiera tanto que en verdad si lo fuera...
- ¿Seguro que te quieres ir?
- La verdad es que sí... Lo siento; se que dije que vendría y trataría de "estar"... Pero... me siento algo mal y como te dije que regresaría, pues... por eso lo hice... y bueno, sólo te quería decir que ya me voy y que... lo siento... - ya has dado un paso, después de dirigirme una mirada, pero te vuelves al oír mi voz...
- ¿Por eso regresaste? - pregunto algo esperanzado, desearía oír de tu boca algo diferente. Y es que aún cuando ya he aceptado que eres torpe para hablar, tu "excusa" no me ha sonado nada real o convincente. No se explicarlo bien, pero tengo algo en mí que me dice que has regresado por otra razón...
- Sí... no quería que... pues... que perdieras tu tiempo esperándome. Quería que supieras que ya me voy para que... estuvieras... tranquilo.
¿Tranquilo? Me resulta obvio que aquí hay algo más que no logro ver. ¿Será esta tu forma de decir que necesitas hablar o que no quieres estar solo? O simplemente podría ser tu torpeza que no sabe como decir "adios".
Por primera vez, desaprovecho la oportunidad de embelesarme con tus ojos para buscar algo que me indique que decirte o que hacer. Y lo que encuentro en esos ojos, es un brillo que nunca antes había visto. Se leer en esas nuevas luces que aparecen, algo que no es felicidad ni melancolía. No hay dolor tampoco y mucho menos euforia. Pero tienen algo especial, y no es su belleza.
Y otra cosa curiosa es que, a pesar de que ya me has dado una respuesta a mi pregunta no has seguido tu camino. Estás mirándome de una forma extraña que no sé describir... Me parece que aguardas una respuesta... aunque no has preguntado nada...
- ¿Puedo acompañarte? - me oigo preguntarte, en un tono tímido de interés.
Pensé que lo más lógico sería que me mirarás algo extrañado por la petición y que te encogieras de hombros para después dirigirme una mirada que claramente me haría sentir nada más que indiferencia de tu parte.
Pero lo que haces es asentir varias veces con una sonrisa desesperada...
El mundo se está volviendo loco... ¿O será que TÚ Camus de acuario estás loco? El hombre más arisco (nunca me verán diciéndole insensible) yendo a una reunión social. El joven más serio, hablando conmigo. El chico verbalmente más torpe, despreciando a un gran pez gordo, imbécil, pero gran pez gordo de todas formas. Mi niño zafiros, diciéndome o bien, pidiéndome con la mirada que lo acompañe en la larga caminata a su templo.
Mi amor diciéndome que no quiere estar solo por ahora, y que ha escogido mi compañía para callar el silencio que los segundos de soledad en el camino a casa le imponían...
------------vvvvvvvvvvvv------------vvvvvvvvvvvv----------------vvvvvvvvvvvvv------------vvvvvvvvvvvvv
Unos gritos muy familiares y conocidos, me hacen abrir mis ojos por primera vez en esta nueva mañana. La ventana a mi derecha me dice con los rayos del sol que hará mucho calor y el dolor en mi brazo derecho me hace saber que he dormido sobre él toda la noche. Vuelvo a cerrar los ojos. Es demasiado el sueño que siento, como para despertarme ahora.
Pero los gritos que llevan mi nombre en las sílabas, me hacen abrir de nuevo los ojos. Enfadado, miro el buró a mi izquierda. El reloj dice que son las ocho y media de la mañana. Agradezco por un momento tener reloj digital... ¿En estas circunstancias somnolientas cómo haría para leer un reloj de manecillas? Pero volviendo al punto importante... Maldita sea... ¿Quién fregados viene a éstas horas?
El grito de mi nombre se oye más cercano y es obvio aún cuando fuera sordo, que el único que vendría a estas horas a visitarme sin importarle si estoy dormido o despierto es la ahora muy mentada cabra.
Muy a su costumbre abre la puerta sin tocar, anunciándose con el sonido de sus pisadas y con sus muy habituales gritos. Me revuelvo entre las sábanas ahogando las maldiciones y groserías destinadas a su persona en las almohadas. Y aunque intento volverme a dormir, ignorándolo por completo, el ruido de una mesa moviéndose y de cables desconectándose me hace salir de mi estupor y ponerme de pie.
- ¿Qué diantre crees que estás haciendo!
- Tomando tu Xbox por supuesto...
- Si serás cínico... ¡Déjalo ya! - le digo a la vez que quito sus garras, con dos fuertes manotazos, de mi más preciado objeto.
- Y tú si serás idiota tío... ¡Me dijiste ayer por la noche cuando pase por aquí que me lo prestarías por una semana!
- ... No me acuerdo... - digo mientras lo empujo y cargo en mi pecho mi queridísimo y único entretenimiento en las horas de ocio y soledad. La verdad es que sólo recuerdo a Shura llegando algo tomado a mi templo...
- Ese NO es mi problema. ¡Tú lo dijiste y ahora lo cumples!
- Pues NO te creo nada. ¡Si TU estabas borracho¿Cómo podrías acordarte mejor que yo? Me estás tratando de engañar...
- ¡Seré ebrio pero no mojigato como tú! Mira que dormir a las dos de la mañana... Me extraña de ti...
- ¿MOJIGATO YO? Estás DELIRANDO...
- Ayyyy por favor...
- Por favor ¿QUÉ? Yo NO soy mojigato...
- Bueno... mojigato mojigato en el completo sentido de la palabra no... pero sí lo eres...
- Claro que no... Me voy de parranda contigo a veces, salgo siempre que quiero, tomo y me divierto...
- ¿Divertirte?
- Pues si... caerme de borracho como tú no es mi idea de la diversión y mucho menos dármelo con alguien que no recuerdo como se llama...
- ¡MOMENTO BICHO DESGRACIADO, me estás levantando falsos! Yo NO SIEMPRE me caigo de borracho y mucho menos me acuesto con alguien que no conozco...
- Hablar de elefantes rosas mi querido Shura es ESTAR BORRACHO, y bueno... de lo otro... pues no te voy a mentir, nunca te he visto hacer o irte a hacer algo con alguien...
- Bueno ya... ¿Me vas a dar el Xbox por las buenas o por las malas?
Estoy pensando en un tema del cual nunca he hablado contigo, cabra y a la vez recuerdo muy a mi pesar la promesa que le hice a Athena... - Si, si, anda llévatelo y recuerda que me debes una...
- Si TU habías dicho que me lo ibas a prestar pero bueno de todas formas, pues en lo que quieras te ayudo...
El español me quita el Xbox de mis manos, y vuelve a su tarea de desconectar los cables, dándome la espalda.
- Oye Shura...
- ¿Qué?
- ¿Nunca has tenido novia verdad?
Aún de espaldas veo como su postura antes encorvada en el esfuerzo de sacar unos cables se vuelve repentinamente firme y rígida, vertical. Un ruido ensordecedor me anuncia que una de mis peores pesadillas se ha vuelto realidad... Miro horrorizado como mi Xbox cae al suelo. - ¡MENDIGO DESGRACIADO YA LO ROMPISTE!
Corro a salvar a mi adorado centro de entretenimiento y después de volverlo a conectar y respirar aliviado porque enciende y funciona, fulmino a mi amigo que se ha quedado apenado e inmóvil sin decir palabra.
- Perdón es que... me sacaste de onda con tu pregunta...
- Bueno ya... lo hecho pues hecho está... te salvaste nada más porque si enciende... - respiro más tranquilamente y me siento apenado pues al ver la expresión ausente e ida de Shura creo notar que he tocado una fibra sensible.
- No he tenido novia Milo... y pues... a nadie importante en mis veintitrés años...
No se que decir. Se oye tan triste al decirlo y eso es algo que él había cuidado muy bien de esconder siempre, desde que ocurrió lo de Aioros...
- ... Yo tampoco Shura... – digo con la misma mirada triste que el tiene ahora en sus ojos negros.
- Tú siempre has tenido a Camus...
- Pero nunca en mis brazos...
Silencio. Y sin palabras nos animamos mutuamente. Y sin miradas nos vemos sin lástima. Y en el silencio aceptamos nuestra desafortunada suerte...
- ¿Por qué Shura? - me atrevo a preguntar.
- ¿Por quéeee... - me mira sin entender la pregunta.
- Has tenido oportunidades de divertirte y de ser feliz. ¿Por qué no lo has hecho?
- Es... difícil de explicar, y hay muchas razones... Pero una de las principales es que... creo que el amor... bueno, mi propia experiencia me hace decirte ahora que... no he podido.
Se sienta en mi cama, con actitud derrotada y vuelve a pronunciar palabra. - Veo miles de rostros a mi alrededor y... eso es todo lo que veo. No siento nada especial, mis ojos no brillan como los tuyos al ver a acuario... No hay nadie que me haya hecho sentir...
Lo miro apenado. - Pero... eso no puede ser...
- Mira Milo... las personas somos diferentes y todos vemos las cosas de diferente manera. Para Kanon y para Saga resulta muy fácil enamorarse o al menos ellos así lo ven, pero a los cinco días o a las dos semanas ya están suspirando por alguien más...
- Eso no es amor... - respondo algo enojado y furioso de sólo recordar a esos dos.
- A su manera, y aunque no lo creas eso es amor... Pero para mí, es diferente... Pienso que hay alguien o hay varias personas por ahí para mí, y pues... yo estoy esperando...
- Dirás buscando...
- No... estoy esperando...
- ¿Esperando?
- Se que te dije que no ha habido nadie importante para mí... y así ha sido o al menos eso quiero creer... – ríe amargamente - Pero... - sus ojos brillan, y me temo que creo adivinar que pronto lágrimas saldrán de sus ojos - He sentido tanto en estos últimos años, NO amor y nada relativo a eso... pero en verdad he sentido tantas cosas aquí adentro y acá arriba... – señala su cabeza y su corazón - Aunque talvez la palabra es sufrido y no sentido pero... Hay tantas cosas que no quiero volver a sufrir... que, yo he decidido estar satisfecho así...
- Pero Shura tú...
Y lo admiro. Lo admiro porque sus ojos no le traicionan. Lo admiro porque su voz no tiembla. Y lo admiro por hablar de algo que le es doloroso...
- No pienso mover un dedo de mi ser en la búsqueda de algo que me pueda romper de nuevo... Yo estoy bien así, y si debe venir algo pues que venga, te aseguro que lo recibiré con mucho gusto... pero no pienso desgastarme...
- Shura...
- Pero ya hemos hablado suficiente de esto y de mí. - me interrumpe y me sonríe - He venido a que me contaras que pasó ayer con Camus en la noche...
- Cabra chismosa... con razón viniste tan temprano. Ya me extrañaba que te levantaras tan temprano después de una borrachera como la de ayer...
- ¿Levantado? - señala la ausencia de bolsas, aunque unas ojeras muy marcadas aparecen en su rostro. - Oh no, Milo... yo no he dormido aún...
Carcajadas comienzan, y las palabras nos arrullan con una felicidad que sentimos al estar juntos y consolarnos en nuestra soledad. Yo pensando en Camus y lo mágico que resultó la noche anterior y él imaginando y creando a futura reina de su corazón...
CONTINUARA...
Saludos a todas n.n!
la verdad es que no me gustó como quedó pero bueno... la inspiración me abandonó :(
gracias por leer!
