TITLE: "Después de diez años"
ESCRITO POR: Hotaru- dono
BASADO EN: "Before the Sunset"
CAPÍTULO IV: "¿Vale más un acto que una toda una vida?"
- Sube- Aoshi le abrió la puerta de la limosina a su acompañante para iniciar lo que sería el fin de su encuentro.
- Muchas gracias, eres un verdadero caballero- dijo mientras subía y esperaba poder decir algo para enmendar todo el daño causado.
- ¿Hacia donde?-
- Hacia adelante mientras tanto. Vamos al Aoiya.-
- Llévanos al Aoiya, Chou. Podría pasar un rato. Así me demuestras tus habilidades como líder de los Onniwabanshu.- Se dio cuenta de que Misao le miraba algo raro y agregó.- Tus habilidades como ninjas¿sigues practicando kenpo?-
- Uso las kunais, si seguía sin un arma no podía llegar muy lejos. Aunque todavía me apasiona el kenpo- confesó.- Tú podrías mostrarme tus habilidades con las kodachis, Aoshi- le pidió.
- No practico hace mucho, pero debería hacerlo. Si nos encontramos de nuevo prometo mostrarte mis habilidades ninja.-
- Aoshi…- la chica deseaba sincerarse con él-… yo, yo también he pensado en ti. Como tú has sufrido tanto por mi culpa, creo que es justo que sepas que yo también te he extrañado… He buscado en varios de mis novios esa forma de comunicarme, que podamos encontrarnos realmente el uno al otro, pero no he podido. Es por eso que muchas veces sueño contigo, eres la única persona que comprende como me siento, qué me ha escuchado y me entiende… Luego de eso ha sido difícil sentirme bien, porque esa conexión te hace sentir especial y ya no hay forma de que me vuelva a sentir así- se lamentó.- Además, luego de la muerte del abuelo Okina ya no me quedaba familia, lo más cercano a mí era mi familia. Me deprimí mucho. Además ahí supe como se sentía perder a alguien, y lamentaba no poder habernos reunido, porque entonces nos perdimos el uno al otro, Aoshi…- la chica no pudo contener sus lágrimas.
- Tú no me has perdido, pequeña…- la abraza.- Ya ves que podemos sincerarnos cada vez que podamos… Nunca me perderás, si nos volvemos a ver puedes conversar conmigo de nuevo- le dice secándole las lágrimas.
- A… arigatou- le dice abrazándolo con todas sus fuerzas, como queriendo hacer durar esto mucho más tiempo, como intentando evitar el hecho de que tuviese un avión que le esperase para reunirse con su familia.- Sumimasen, Aoshi, esto es un reencuentro debería ser más alegre- le habla fingiendo una sonrisa.
- ¿Y tienes novio ahora?- dice él desviando el tema y esperando que no tuviese problemas con él, o sino sería peor. Además, sentía cierta curiosidad.
- Sí, su nombre es Soujiro, él también ha estado practicando en el dojo.-
- Así es como los eliges… Te dedicas a espiarlos en el dojo y luego los pillas una noche y los engatusas, nee?-
- Qué cosas dices…- dijo ella mirándolo de reojo.
- Lo digo por experiencia personal- le informa el chico.
- Ya te he dicho que cuando tú ibas al Aoiya yo era muy pequeña, no podría recordarte. Sólo me contaron de ti- dice algo más tranquila.
- ¿Y qué tal ese Soujiro?-
- Es un buen novio, es muy dulce. No puedo verlo mucho por su trabajo, pero cuando nos vemos lo pasamos muy bien- dice sin enfrentarlo directamente a sus ojos.
- ¿Sólo tienes relaciones así, digo viendo muy poco al chico?
- Es mejor a que lo vieras todo el tiempo y te acostumbrases tanto a él que se volviera rutina y se extinguiese el sentimiento que sea que haya.-
- ¿Lo dices por mi matrimonio?-
- Por todas esas relaciones vacías que hay, eso me atemoriza mucho. Como la única relación en la que he podido sentirme especial es contigo, a veces me pregunto si tan sólo sirvo para los encuentros rápidos en la primavera de Tokio- rió.
- A lo mejor yo también sólo sirvo para eso, no puedo decir que lo demás ha sido precisamente genial- esbozó una sonrisa sin mostrar lo dientes.
- ¿Qué opinas?- pregunta fijándose en los ojos azul hielo de su acompañante.- ¿Vale más una vida completa o ese acto que llega de repente para modificarla totalmente?-
- Eso es muy difícil de responder. No importa la cosa que hagas, siempre lo otro te remorderá la conciencia- respondió.
- Lo siento, no debí preguntarte algo así.-
- Está bien, no te preocupes; aunque me gustaría saber tu respuesta.-
- Tienes razón- dijo ella moviendo su cabeza como tratando de hallarle un explicación a todo.- Aunque a veces pienso que ese momento que lo cambia todo sería lo que me sacaría de toda esta sensación de vivir simplemente porque estoy viva- admite ella.
- Eres joven, pequeña. Puedes darte el lujo de hacer eso si quieres, más tarde comprenderás porque todo se hace tan difícil.-
- ¿Más difícil que ahora?-
- Bastante más.-
- ¿Se puede eso?-
- Depende de cuál de los dos caminos tomes.-
- ¿Cuál me aconsejas?-
- La respuesta no es fácil, y no te la van a dar así por así- replica él.
- ¿Te estoy cabreando con la pregunta?-
- Bastante- dice arrugando la nariz.
- Entonces…-
- Entonces…- le repitió.
- Eso de repetir las cosas no es una buena costumbre.-
- Lo sé, es una venganza por cabrearme con tu pregunta.-
- Ya llegamos, Sr.. Recuerde que u vuelo es a las 19:30- interrumpe Chou.
- Lo sé, sólo voy a dejar a la Srta., no me demoro. Espéreme aquí.-
Aoshi de inmediato se bajó y bordeó la limosina para abrir la puerta y ofrecerle la mano a su pequeña. La chica se paró rápidamente y le abrazó. "Es para recordarte que los abrazos no te derriten", le dijo. En ese momento el chico reforzó el abrazo, se dio cuenta de que Misao realmente hacía esto en busca de consuelo; después de todo, "Aquel que abraza es el que más necesita ser abrazado", recordó. Luego ambos caminaron hasta las puertas del Aoiya.
Mientras caminaban hacia el Aoiya apareció un gato negro que fue de inmediato a los brazos de Misao.
- Míralo¡es Aoi¡Mi gatito¡Lo adoro!- de inmediato apareció un nuevo brillo en sus ojos- ¡Míralo, si tiene los ajos azules, como los tuyos…!- decía alegre acariciando a la mascota que cargaba en su pecho.
- "¡Los ojos azules como los tuyos!" ¡Muac, muac!- se burló un chiquillo de cabellos alborotados, poniendo voz femenina mientras movía las caderas para burlarse de la chica.
- ¿Cómo te atreves a decir eso¡¿No te das cuenta de que tenemos visitas!- le grita sobre su cara.
- Así que estás engañando a Soujiro, comadreja… No me parece bien eso, sin embargo, podría ayudarte a ocultar la truculenta verdad… ¡a cambio de 500 yenes!- le propone el niño.
- ¡Yo a ti no te debo nada, Yahiko Myoujin!- exclamó.- ¡Si no fuese porque nuestro invitado tiene poco tiempo te las verías con la líder de los Onniwabanshu!-
- ¡Mira cómo tiemblo!- aunque el niño no dedicó más tiempo
- Entremos Aoshi, de haber sabido que estaba este mocoso aquí créeme que no te hubiese hecho pasar este disgusto.-
- No te preocupes, fue divertido ver que cuentas con mucha energía.-
- Es que suele pasar que aquí en Aoiya viene gente y se mete en tu vida personal como si nada- "es algo que no tiene remedio", pensó para sí.- ¡Mira, ahí están tus kodachis! En el sitial de honor.-
- No pensé que las vería de nuevo… Puedo…-
- Son tuyas, si estaban en exposición era para que volvieses por ellas, Aoshi- dice asintiendo con la cabeza.
- Gracias. ¿Pero no las necesitan para…?-
- Sólo contábamos esas historias inventadas al lado de ellas. Yo me encargaré de contarlas- le sonrió.
- Entonces… toma tus kunais. He estado esperando toda la tarde por esto, o sino ya estaría tranquilamente en mi avión.-
- De acuerdo, pero no te muevas, porque a partir de ahora esta sala es una habitación de la muerte… jojojojo. Verás mi gran destreza- dijo sacándose los tacos y volviéndose a amarrar el cabello.
- ¿Insinúas que tienes tan mala puntería que podría darme en la cabeza en vez de a la pared que está justamente en el lado opuesto al mío?-
- Insinúo que mi técnica ofensiva es tan letal que mata a todo enemigo, Sr. Escritor Internacional- le corrigió algo molesta (falsamente) la chica.
Inmediatamente empezó a correr a gran velocidad trazando círculos para crear la ilusión de que está al mismo tiempo en varias partes y empezó a disparar kunais a varios blancos que estaban en las paredes al mismo tiempo, para sorpresa de Aoshi, todos dieron gran precisión y exactitud en el blanco. No es que él pensase que la chica no tendría la destreza, lo que pasaba era que se veía tan pequeña y delgada… era rara la sensación de ver a su frágil niña convertida en tan sólo unos segundos en una maquina de matar. Sin embargo, eso no era todo. Ahora la chica con esa fuerza que ejercía con sus pies logró caminar unos cuantos centímetros sobre la pared, entonces empezó a usar su kunai como una cuchilla asestando golpes en puntos estratégicos contra un ficticio enemigo que se encontrase allí; terminando con un salto que le daba un patada casi imposible de esquivar al adversario, "aún no olvida sus raíces de kenpoka", pensó Aoshi admirando su destreza con su arma y su cuerpo. Sin duda esa gran energía que usó para gritarle a ese niño la podía usar sin dificultad para la pelea y su vida diaria, era difícil creer que, como la mayoría, sufre cierta pena que la invade.
- ¿Qué te pareció? Creí que debía mostrar técnicas espectaculares a una leyenda como tú.-
- Creo que lo hiciste excelente, te recuerdo que fui una leyenda, ahora debo tener muy poca capacidad física para desplegar mis kodachis como solía hacerlo.-
- Yo podría enseñarte...-
- La próxima vez que nos veamos, Srta.. Hay un avión esperándome.-
- Con tu familia…-
- Así es…-
- Podríamos quedar de vernos de nuevo… Esta vez prometo ir- le propuso.
- Si nos vemos demasiado podría enamorarme de ti- le dijo.
- Entonces…-
- Espero encontrarte en la gira para mi próximo libro.-
- …Aoshi…- la chica se aproximó a él para despedirse, quizás nunca lo volvería a ver, o tendría que esperar otros 10 años.
- Mi niña…- le dijo en un susurro mientras se acercaba a ella, colocó sus manos en los hombros de ella y le besó en la frente.- Tú tampoco te derritas si alguien te llega a querer.-
Apenas terminado esto, la chica se dio vuelta; no le gustaban las despedidas y esta era una de las que más odiaba, cuando por fin se reencontró con el chico al que había amado ya no podía ser suyo, tenía un hijo y una familia. A pesar de todo, esta pequeña reunión le sirvió para conectarse de nuevo, para sentirse especial otra vez y para empezar de nuevo todo aquello que había comenzado mal. Se dio cuenta de que ese acto que cambia todo sirve para recomenzar otra vida, para volver a llevar a cabo esas mil decisiones que construirían un nuevo vivir, un vivir al que no cambiaría por ese acto.
4º capítulo y final… terminado!
A pesar de que he recibido pocos reviews, fue un placer escribir esto. Puede que haya continuación en un futuro, tengo unas cuantas ideas pensadas… Ojalá hayan disfrutado el capítulo, nus vemus.
Agradecimientos a todos los que dejaron reviews y a cierta compañeris mía q estuvo de cumpleaños, este capítulo va dedicado para ella…
gabyhyatt: qué weni q le gustó el capítulo III, me costó hacerlo y lo modifiqué varias veces… Grax a Kami q resultó… ojalá el 4º la deje satisfecha.
Caro b: Arigatou por el comentario… cuando lo recibí me puse recontenta, espero q el capítulo 4 haya sido de tu agrado y la continuación haya sido tan pronto como esperabas. Terminado para Ud.
